Autor: Félix Barroso Gutiérrez - Hoy Digit@l
viernes, 23 de enero de 2004
Sección: Arqueológicas
Información publicada por: CELTIBERIA.NET
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Piratas de la arqueología peinan la zona con sus detectores de metales.
De un tiempo a esta parte corren docenas de comentarios acerca de gente forastera, o no tan forastera, que armada con detectores de metales (a veces muy sofisticados) anda peinando diversos asentamientos arqueológicos de la Comarca Tierras de Granadilla, en la Provincia de Cáceres.
PROVINCIA DE CÁCERES
A tenor de lo que cuentan labriegos y ganaderos, que en ocasiones se han encontrado a estos piratas de la Arqueología en sus fincas, al preguntarles por la tarea que ejecutaban respondían que «andaban buscando minerales» o «estudiando el terreno». Y algunos de estos campesinos, según refieren, han logrado ver monedas u otros objetos que iban sacando con los detectores.
Patrimonio
Es sabido que en un radio bastante amplio de las importantes ruinas de Cáparra se fueron instalando, en los primeros siglos de nuestra era, diversos asentamientos, generalmente villas romanas, de carácter agroganadero. Todos estos yacimientos arqueológicos, que el vulgo achaca a «cosa de moros», apenas si son conocidos, a no ser por estudiosos e investigadores que se dedican a bucear en el pasado de la comarca. Naturalmente, enriquecen el patrimonio histórico-arqueológico de la zona y bueno sería inventariarlos y proceder a la excavación de algunos que revisten gran interés, ya que se tienen noticias de algún que otro yacimiento que ha tenido una continuidad desde épocas prehistóricas hasta etapas plenamente visigodas.
Cierto es que abundan los asentamientos, pero no es menos cierto que es muy difícil dar con ellos, a no ser que se recorran exhaustivamente los términos municipales de estos pueblos, tarea más que ardua. Comentan que un forastero que llega a un sitio muy concreto provisto de su detector de metales, debe haber sido informado forzosamente por alguien que conoce la zona al milímetro; de aquí que haya quien piense que se ha fraguado o se está fraguando alguna camarilla cuyos fines son completamente ilícitos.
Rumores corren, igualmente, sobre posibles trapicheos con piezas arqueológicas obtenidas de modo tan ilegal. Se habla que existen contactos con gente portuguesa que introduce tales objetos en su país para venderlos después al mejor postor.
Aula arqueológicas
Como se ha hecho en otras partes, sería conveniente que la Administración facilitara y apoyara la creación de aulas arqueológicas (interaccionadas con los museos temáticos) en las localidades que lo solicitaran. De esta forma se podrían catalogar y exhibir muchos objetos arqueológicos que la gene campesina guarda en sus casas fruto de hallazgos casuales al realizar labores agrícolas. Ello supondría, además, una mayor concienciación de la gente que vive en los medios rurales, que aprenderían a conocer, amar y velar por su patrimonio histórico-arqueológico y, a su vez, tales aulas o museos temáticos serían todo un acicate para el turismo rural.
Más informacióen en: http://servicios.hoy.es/pg040118/prensa/noticias/P
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