Autor: Arkeofuturista
jueves, 14 de septiembre de 2006
Sección: Toponimia
Información publicada por: Arkeofuturista
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SOBRE EL ORIGEN DEL NOMBRE DE ESPAÑA

Un recorrido por las diversas interpretaciones aparecidas sobre el origen del nombre de España. Probablemente la recopilación más variada hasta la fecha.

Comúnmente se admite que España viene del latino Hispania y que este nombre se impuso entre los romanos después de un periodo dubitativo entre el "Hispania", de raíz supuestamente fenicia, y el "Iberia" de los griegos.

Profundizando en un origen fenicio del nombre de Hispania, tenemos a la raíz SPN, equivalente a la etimología hebraica SPN (leído saphan, conejo), que da la significación de "Tierra de conejos", amparándose en un texto de Catulo, que había calificado la península de cuniculosa, es decir, "Tierra de abundantes conejos".

Sin embargo, un historiador y hebraísta, Cándido Maria Trigueros, leyó allá por 1767, una pormenorizada disertación en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, con el nombre de "Memoria sobre el nombre de España y el nombre funículos" preguntándose después de citar al menos a trece historiadores antiguos y con textos en cinco alfabetos diferentes, el latín, castellano, celtibero, griego, hebreo y siríaco, como era posible que ninguno de ellos reflejara o supiera que Span significara en las lengua orientales conejo, resumiendo que ni unos ni otros relacionaron el animal con la tierra en que se criaba, porque esta voz oriental no era el nombre de ningún animal, aparte de que mal podían los fenicios tener en su idioma el nombre de un animal que no conocían. La explicación etimológica de Trigueros, se basa en que, como el alfabeto fenicio-hebreo carece de vocales se pueden hacer múltiples combinaciones, tanto en Caldeo como en hebreo bíblico la palabra sphan significa "el aquilon" o " Tierra del norte" y el motivo es significativo en la definición ya que los primeros en desembarcar en nuestras costas y ponerle el nombre, eran gentes que venían del sur o mejor dicho, el nombre de Span fue impuesto por estar al septentrión de las tierras que venían los primeros que nos pusieron el nombre.

El mundo griego denominó a la península "Iberia". Hiberia, para los griegos del siglo IX y VIII a. de c. era la región de Huelva, y el río Hiberus se identificaba con uno de los ríos onubenses. Eso es lo que se deduce la Ora Marítima de Avieno, que dice beber en fuentes antiquísimas griegas, y del Pseudo-Escimno de Chio, fechado en el siglo V a. de C.

Otros defienden una derivación del topónimo "Spal", el más antiguo atribuido a Hispalis, Isbilya o Sevilla: Spal>>Hispalis>>Hispania>>España. Quizás sea la que defiende un origen más autóctono del nombre de España.

Recientemente el profesor Jozko Savli ha aportado topónimos de la zona de Eslovenia y el Véneto italiano para demostrar como el nombre de España proviene de la raíz "Spane", que denota superficies llanas entre montañas. Los Venetos habrían alcanzado la península en tiempos anteriores a los celtas (¿contemporáneos e incluso emparentados a los ligures?) por lo que habrían dejado este nombre a los sucesivos invasores. La clave está en considerar a los eslovenos como descendientes directos de los venetos e incluso etruscos, todos ellos proto-eslavos, por lo que su lengua sería ideal para descifrar el origen de muchos significados hoy olvidados.

Emparentado con la teoría "veneta", en el idioma macedonio (que algunos consideran también proto-eslavo) existe el vocablo "spaan", que significa "sueño",(en inglés "span" como el espacio entre dos puntos e incluso la voz alemana antigua "spanna") pues bien, si consideramos el sueño como el periodo entre dos vigilias, tenemos el paralelismo con la morfología toponímica de Spane como planicie entre montañas. A partir de aquí aún podríamos preguntarnos si Iberia puede estar emparentada con el latín de "Tempus Hibernum", que es el invierno, la estación en que muchos animales "hibernan", volvemos pues a un periodo de actividad "plana" entre dos periodos de mayor vitalidad. A su vez, el nombre histórico de una república del Caúcaso es Ivernia, "la otra Iberia" de la que hablara Herodoto. Pero también Siberia proviene del vocablo Tártaro "tierra del sueño" (y por qué no tierra de hibernación), siendo sus primeros pobladores "míticos" el linaje de Túbal, no en vano uno de sus principales ríos se denomina "Tobol" y su capital histórica, Tobolsk (sk es sufijo ruso que indica "lugar"). Iberia y Euskadi también aparecen primigeniamente habitadas en su origen por Túbal y su descendencia (más toda la historiografía del "tubalismo" existente al respecto).

Por último, pero no menos importante, señalar la explicación Balto-eslava del origen de España como "unión", así tenemos que en checo "unidos" significa "spojeny", precisamente España nace como "unión" de Reinos peninsulares.

Más difícil de explicar es cómo el apóstol San Pablo en su Epístola a los Romanos pretendía visitar "España" (Rom 15,28) antes de que España "naciera" como unión de Reinos.




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Más informacióen en: http://www40.brinkster.com/celtiberia/espana.html


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  1. #1 Adoni 22 de mayo de 2007

    El difunto Cunchillos en su Gramática Fenicia Elemental, que cita la raíz spn como conejo ò tejón, añade su hipótesis sobre la etimología de Hispania, como i+zpn-ya, costa de las forjas, o costa de los forjadores. Cito: el lexema zpan provendria de la raíz zpy, atestiguada en ugarítico, con el significado "revestir de placas de metal", "chapear con placas de metal, batir metales, forjar, en hebreo zph, con la misma significación en la conjugación piel, y en fenicio.....En efecto,una de las formaciones de sustantivos en semítico consiste en añadir el sufijo an, y además pudiera ser una terminación de nombre de lugar. La terminación -ya de ispanya se explica como final o afijo de nobmre de oficio, atestiguado en semítico noroccidental de finales del II milenio, y en concreto en ugarítico. En ese caso el sentido de la palabra Hispania, yspanya sería Wisla, costa donde se baten o forjan metales", "costa de las formas de metales", "costa de los forjadores". Es muy curioso observar que la palabra hebrea tarsis, de la raíz rss, significa "fundición" ò "mina". Como explica Solá Solé, la palabra Tarsis es una forma taqtil plenamente semítica análoga a los nombres de acción.....etc. Hasta aquí la cita de Cunchillos.
    Sin embargo, en mi modesta oPinión, puede significar otra cosa diferente, y proceder de otra raíz diferente. Se trata de la raís splh, que forma topònimos, correlativa de orbh (Araba), para designar la estepa, el páramo, muy frecuente como término geográfico, la estepa de Moab, de Jericó, La Estepa. Schoëkel cita Deuteronomio 1,7, donde se combinan ambos. Lo que habría ocurrido es que el final lamed de "spl", un posible "yspaly", se habría conconantizado como nwn, "yspany", Esta disimilación és fácil en final de palabra para adaptar un calificativo, splh, "Tierra Baja", como calificativo de una inmensa llanura. El paralelo, la Sefela, designa la llanura costera entre las estribaciones de la montaña de Judà y el Mediterraneo, Schöekel cita la raíz pero no su adscripción a nuestra Hispania, y afirma que en ocasiones se designa así a toda la llanura costera, a partir de la vertiente meridional del Carmelo, en Josué, 11,2.16.
    Hay otra posibilidad, de lectura si tenemos en cuenta la frase entera arz spn ya, si entendemos la raíz sph, referida a la palabra, spn, tomando su desinencia con función colectiva, Se nos promete, ò nos da su palabra, se puede leer entonces "tierra que nos prometió ya", tierra prometida por el señor. Eso explicaría además que un éxodo de población esclava, bien desde Mesopotamia ò Egipto, designara su nueva tierra como elegida por "yy" para ellos en especial. Ellos buscaban una tierra donde manase leche y miel, tras las hieles de sus destierros forzados lejos de Jerusalém.
    Atentamente.

  2. #2 Adoni 16 de jul. 2007

       Es una pena que no se haya citado a Jesus L. Cunchillos en el inicio del artículo, ya que él dedica varias páginas de su gramática fenicia elemental al análisis de dos etimologías posibles de Hispania, en la pág. 146 y siguientes:

        " 1ª Etimología: Hispania > "ispanya "isla/costas del norte".

        De manera independiente, pero en la línea de Trigueros y Solá-Solé llegamos a la misma conclusión, la palabra Hispania de la que deriva España, tiene su origen en el mundo fenicio de finales del II milenio a.C.

         lº El argumento filológico consta de tres partes ì + zpan + ya. Las tres se explican perfectamente en semíticio noorccidental de finales del II milenio a.C. y sólo en ese contexto. De donde se puede deducir que la palabrra Hispania tiene sus orígenes etimológico-históricos a finales del II milenio aC., y que fué creada por quienes arribaron a las costas de lo que hoy llamamos España a finales del Ii milenio a.C. lo que parecería confirmar la tradición clásica de la llegada de los Fenicios a la Península en aquellas fechas.

         a) `y = "isla", "costa" tanto en hebreo como en fenicio.

         b) zapan = Monte Zapanu, Djebel `Aqra, 1770 m. de altitud al norte de la antigua ciudad de Urgarit en Siria, morada del dios Ba`alu según los textos mitológicos ugaríticos.

         El monte Jazzi de los Hititas y Hurritas, El monte Kasion de los Griegos donde habita Zeus Kasios, el Mons Casius de los Latinos.

         La etimología de Zapanu fue establecida en 1932 por O. Eissfeldt quien deriva el nombre de la raiz zapah "mirar" de donde Zapanu "mirador", "observatorio". La etimología de Eissfeldt fué confirmada unos años más taarde cuando en los textos apareció el nombre acado-hurrita de la misma montaña Jazzi, nombre que se explica por la raíz jazah "ver".

         De nombre de la montaña, pasa más tarde a denominar, en semítico noroccidental, el punto cardinal "norte" según está atestiguado ya en hebreo bíblico passim, en fenicio y en arameo, pero sólo en ugarítico, es decir en semítico noroccidental de finales del II milenio, tiene la vocalización zapanu.

         En ugarítico, y en el norte de la región siropalestinense la vocalización es a abierta en Zapánu. Pero en hebreo es zapon tanto cuando se refiere al monte, e.g, en Ps 89,13, como cuando se refiere a la dirección o punto cardinal, y la misma evolución a>o.

         En el I milenio a.C. la vocalización fenicia repite el fenómeno de la antigua a>o y además de a en u . La persistencia de a en unos casos y los cambios de a>o y de a>u se deben a dialectos distintos dependientes de regiones distintas dentro de la zona semítica noroccidental siropalestinenese. Eso es lo que afirman ya del fenómeno a>o tanto S. Segert como Garbini, entre otros; explicaciónque yo extendería también al fenómeno a>u.Así, por ejemplo existe el antropónimo Zapanu en asirio-babilónico.

        c)-ya, sufijo utilizado corrientemente en griego y latin para nombres de regiones. Téngase en cuenta la oPinión de Solá-Solé, citado más arriba, que interpretaba "costa norteña".

        Y después entra en el contexto histórico-cultural, que es otro argumento que describe siguiendo dos series de testimonios, el de los autores antiguos y el de los historiadores modernos, que veremos más adelante.

  3. #3 Adoni 16 de jul. 2007

           Sr. Ego,

           Como Vd. verá, en las nota dos, cinco, y seis tan sólo hemos citado unas páginas de la Gramatica Fenicia Elemental, sobre la raíz Hispania, y me quedan muchas citas más por realizar en cuanto a Hispania, de éste precioso librito, y entre ellas las citas de Plinio.

           De todas formas he visto que hay un foro de celtiberia que se titula Fenicios, donde puede que tenga si así lo entiende Vd, mejor cabida que en éste propiamente de la raíz /yzpnya/.

           La nota tres y la cuatro, contienen una propuesta mía, para leer también uno de los homófonos que se encuentran en Botorrita, con ´sin, la cita al documento ha sido solo para atestiguar su uso, sin desglosar y analizar la cantilación que sería el objeto propio si hablásemos de la cantilación de Botorrita en un foro específico para ello.

           La nota siete, contiene el análisis de la raíz con sade y mem de preformante verbal, en el tercer bronce de botorrita, también unicamente como referencia, sin entrar a examinar todas las raíces que lo acompañan, ni entrar en propuesta de traducción, consonantización y vocalización de la cantilación que se muestra tan sólo textualmente.

           No sé si me entiende Vd., a mí, porque entiendo su nota ocho como improcedente, ya que el objeto de mi análisis aquí no es Botorrita propiamente, sino el uso de la raíz /zpn/ en el bronce de Botorrita, ya que el estudio y examen de la cantilación és un asunto al margen, aqúi se trata a Botorrita como un documento donde figura la palabra sin otra pretensión, como si la Srª. Alicia M. Cantó citase una moneda con seis signos para bautizar a alguien o inventarse una nueva ciudad.

           Yo no me invento nada y hablo de una lengua conocida por mucha gente, sin ningún tipo de problema, ya que utilizo un alfabeto internacional y no ningún semi-alfabeto imaginario, y hablo de los signos encontrados en hispania y no del signario japonés.

           Si precisa alguna aclaración, más, con sumo gusto por mi parte.

           No sé si esto suyo, forma parte de una nueva estrategia, pero en todo caso, no comparto su punto de vista acerca de la improcedencia de mis comentarios en éste "subforo", donde Botorrita tan sólo se cita muy tangencialmente y sin ánimo de que nadie lea ò deje de leer mis artículos.

           Habrá visto por otro lado que habrá compañeros foristas que se ocupan y preocupan de corregir sus artículos y sin embargo yo no he efedtuado corrección alguna, ni puramente gramatical, y también a otros que para mantener en antena sus artículos se hacen comentarios a sus propios artículos de forma reiterativa. No es mi estilo, quien quiera leerme que me lea, ya aparecen nuestros nik en las intervenciones y quien no quiera, que no los lea, no pretendo influir con mis oPiniones en el ánimo de nadie en particular, como parece Vd., valorar.

           Mi única intención en éste subforo es manifestar en parte mi conformidad y en parte mi disconformidad con la tesis del artículo y la oPinión, también respetable del Sr. Cunchillos.

  4. #4 Adoni 17 de jul. 2007

         "Ya antes de Heródoto, y en los siglos IX-VIII a.C., Homero en la Odisea, 4, 82-85, pone en boca de Menelao la conclusión del relato de su viaje con estas palabras:

         "traje (las riquezas) en la nave y llegué al octavo año, habiendo vagado por Chipre, Fenicia y Los Egipcios; y llegamos hasta los Etíopes, los Sidonios y los Erembos y Libia...".

         "Además de los Etíopes...quiénes eran esos Sidonios, diferentes de los habitantes de Fenicia, y quiénes los Erembos, de quienes casi no se vuelve a hablar en la literatura antigua, salvo para comentar el pasaje de Homero...?"

         "Si bien la primera parte del viaje, el paso por Chipre, Fenicia y Egipto se ajusta a lo que será un germen de periplos posteriores..., la segunda a través de los Etíopes, los sidonios, los Erembos y Libia, desde muy antiguo pareció incongruente por el orden y localización de los países visitados, motivando las enmiendas textuales de los críticos-geógrafos...".

         Sobre los Eremos, W. von Soden oPina que son los "occidentales", ya que Eremboi derivaría del hebreo y fenicio `ereb "la puesta del sol, la tarde",occidente". Identifica igualmente, von Soden, a los "Sidonios" con los fenicios del Oeste, y recuerda que antes del año 1000 los Sidonios eran la fuerza colonizadora más importante, mientras que a partir del año 1000 ese papel empiezan a desarrollarlo cada vez más los Tirios. fY recuerda von Soden siguiendo a Eissfeldt, que la palabra "Sidonios" para desingnar a los Fenicios es anterior a la palabra misma "fenicios", mientras que "ài´s Sidón como designación exclusiva de "habitante de Sidón" es muy posterior, de época púnica.

         "¿Cómo llega Menelao a estos pueblos? Hubo en la antigüedad varias hipótesis, siendo para algunos obligado el paso frente a puntos del sur de la Península Ibérica. Crates proponía un periplo saliendo de Gades...". "Es posible que aún antes de la formulacion del "exoceanismo" del viaje de Menelao a través de las columnas de Hércules, se pensara que los pueblos antes citados estaban en Occidente, en Africa Occidental y transmigrados en la península ibérica".

         "La última visita de Menelao en el periplo es Libia. ..Es interesante que Eustacio para ilustrar la extraordinaria fecundidad de la tierra libia (una de cuyas etimologías propuestas es la procedente de lips "el atardecer", "Occidente") aporta un pasaje de Ateneo, que es en realidad un fragmento del libro 34 de Polibio a quien no cita. En este pasaje se exalta la feracidad extraordinaria de Lusitania".

         B) Los modernos historiadores

         Para quien conoce la historia del Antiguo Oriente Próximo desde el IV milenio a.C. y conoce el mundo semítico noroccidental del II milenio: El Amarna, Ugarit, etc., le resulta muy difícil imaginar que los Semitas Noroccidentales que vivían al bordel del Mediterráneo y conocían la navegación tardasen en llegar al otro lado del mar tantos siglos como los restos arqueológicos de asentamientos fenicios en la Península parecen indicar (siglos VIII-VII a.C.)

         Tal vez algunos historiadores trabajen con categorías griegas que aplican igualmente a los fenicios. Se habla de "colonización" y "precolonización´", lo que sin duda es acertado tratándose del mundo griego, pero menos preciso tratándose de los fenicios.

         Toda la tradición clásica está en favor de lo que detectan los estudiosos del Antiguo Oriente Próximo: los semitas noroccidentales, los fenicios, eran magníficos navegantes, afamados ya en el II milenio. Aunque Homero los trate de "marinos rapaces" no pone en duda, sino más bien al contrario, su capacidad como navegantes. La carta 38 de Ugarit revela que el rey de Ugarit enviaba una flota comercial a Egipto. La expedición martítima del rey Salomón y de los marinos de Tiro en direccion del país de Ofir (1 Reyes 9, 26-28), de mediaodos del s.X, dice también algo de la importancia y de la fama de los navegantes fenicios.

         "La arqueología ha revelado lo que el mismo Tucídides ignoraba, a saber que existió una expansión griega (micénica) mucho antes de la guerra de Troya y que la historia griega es más "larga" y antigua que lo que imaginaban los contemporáneos de Pericles. El Mediterráneo estaba animado desde hace mucho tiempo; las dataciones "altas" de Lixus y ütica no son pues imposibles".

         Pag 149-150 Gramática Fenicia Elemental, apartado 2.- Aplicación del método filológico. Etimología de la palabra "España".

    .

  5. #5 Adoni 18 de jul. 2007

          Respecto a las comunicaciones con Occidente Cl. Baurin y C. Bonnet escriben los siguiente: "La vía de acceso hacia las aguas más occidentales pudo ser doble según las épocas y las circunstancias históricas. El aislamiento relativo de Chipre y del OPróximo Oriente, del que da testimonio la Grecia de la mitad del s.XI a la mitad del s. X a. C. permite concebir una ruta occidental por el sur, partiendo de Egipto, siguiendo a lo largo de la costa norte africana. La erudicción girega localiza además, en esta trayectoria varias fundaciones fenicias antiguas, de las que ütica es una de las más célebres. Semejante progresión hacia el oeste, a lo largo de las costas de Libia, permitía un acceso fácil a la Sicilia occidental como lo recuerda Tucídides.

    Esta vía podía naturalmente conducir a los fenicios a Lixus, en Marruecos septentrional, y a Gades, así como a toda la costa española situada al sur de Granada donde no faltan los vestigios de las factorias fenicias. Las razones para priilegiar esta vía meridional son múltiples. Grecia en los siglos que siguen al derrumbamiento del sistema palacial micénico, parece no constituir un atractivo suficiente para los fenicios y la pirateria que parecen conocer endémicamente las cosas Licias, ha podido constituir un escollo demasiado peligroso para afrontarlo teniendo en cuenta los intereses esperados. Recordemos que los testimonios de la posesía épica, vista la naturaleza de esas obras, no son un obstáculo a la ausencia de fenicios en las aguas egeas inmediatamente después del final  del Bronce Reciente. Los versos homéricos, como todos los relatos clásicos en torno a la figura de Cadmos, pueden referirse muy bien, si no mejor, a las épocas anteriores en las que la realidad de los intercambios es confirmada en el espacio y en el tiempo por la arqueologia, concretamente por los pecios de Kas y de Gellidoniya que contenían jarras cananeas".

            En el contexto histórico cultural que describen tanto los historiadores actuales de la civilización fenicia, como los testimonios de autores de la antigüedad, no parece inverosimil que los fenicios llegados a la Península a finales del II milenio a.C. pudieran designar la parate de la Península que ellos conocían como "costa norteña" en oposición a la costa africana. La filología, desde su perspectiva linguísticoñ-histórica, aporta nuevos datos que sólo pudieron darse a finales del II milenio y explica, mejor que ninguna otra proposición anterior el origen de la palabra Hispania en el contexto descrito.

            Aquí Cunchillos desgrana su segunda etimología, "costa de los forjadores y habla de Tarsis....

            ".......en cuanto a la identificación entre Tarsis y Tartessos ya se da por solucionado con el cambio trt>tr´s: "Tarsis sería la transformacion en semítico de un nombre índígena, tat > tr´s de una región meridional de la península Ibérica: Tartessos sería la palabra griega correspondiente a la palabra indígena; la misma palabra indígena habría dado Turta, Turdetania, el nombre de Andalucía en época romana. La cuestión de identidad Tarsis-Tartessos estaría así resuelta".

            Antes de designar una región geográfica concreta, tanto Tarsis comozpan significacban un lugar donde se desarrollan las distintas labores a que se someten los metales: mina, fundición y forja (fragua) nombres comunes que están en la base de los dos topónimos. Y hasta se puede sugerir que los indígenas se dedicaban a la extracción del metal (y a la fundición?), mientras que los fenicios les enseñan (la fundición) y practican el forjado y la guarnición de objetos con láminas metálicas.

            También se explican mejor las dudas, tanto de los antiguos como de los modernos, referentes a la ubicación precisa de tarsis y de zpanya, si el origen de ambos topónimos son nombres comunes.

            Tal vez en las distintas grafías.......se haya conservado el testimonio del paso del topónimo local,...., hacia la designación de toda la costa, Ispania/Hispania.

            Conclusión:

            Digamos para concluir que nuestra interpretación no es ajena alos testimonios de los autores antiguos y las explicaciones etimológicas se fundamentan en raíces y palabras existentes en semítico noroccidental, grupo lingüístico del que forma parte el fenicio.

            Pero la prueba sólo podrá establecerse el día que se encuentre el testimonio epigráfico que designe a una parte de lo que hoy llamamos España como "azpny", que en caracteres fenicios dará algo así como yod-nwn-pe-sade-alef, leído de derecha a izquierda.

            Hasta aquí Cunchillos, pero precisamente éste final és el que nos sirve para formular la posibilidad de lectura de las homófonas de la  sonoridad [yspny] mediante distintas grafías, con sade, samek, sín, etc, para explorar en Botorrita, su posible relación con nuestro nombre antiguo y común para toda la península.

            En respuesta a Servan, mi oPinión és que la "buotade" de Unamuno puede estar basada en una pequeña broma con ésta palabra. Yo tenía un compañero de trabajo que se apellidaba así, Pérez Gil, de forma que la broma de los compañeros estaba servida con "perezgil" > "perejil", y Unamuno iría más lejos en su reflexión, ya que actualmente se consideran los antroponímicos hispanos con final -ez, como Pérez, Rodríguez, González, Ibáñez, Estévez, etc, como provenientes del fenicio ó en todo caso del semítico noroccidental, y de alguna forma, los antroponímicos también sirven para denominar un pueblo.

            Es una "boutade", pero con mucha reflexión y sabiduría detras, a parte de la lógica broma/juego de palabras con nuestro lenguaje.

            Ayer veíamos en una nota sobre la localización de Barskunes una pequeña pieza metálica con la leyenda en una de sus caras, "n´spomw", y traducíamos considerando la raíz "´spo", como tropel, tropa de caballería.

    Pues bien también podría tratarse de una homófona a éstas otras, y esta documentación epigráfica se podría utilizar para derivar el nombe de los /yspomw/, así vistos,  pero no debemos olvidar que una cosa son los deseos, nuestros deseos de localizar la epigrafía que buscaba o anhelaba Cunchillos, y otra muy distinta la realidad de éstas pequeñas piezas que acompañaban tras la muerte a nuestros ancestros.

            La imaginería de nuestros jinetes ibéricos espada en mano sigue presente, aunque cada vez menos en nuestra numismática, y con ello cobraría sentido la impresión del forastero al llegar a nuestras tierras de un pueblo enamorado de sus caballos y entrenado de antiguo en la lucha a caballo, pero también los ibéricos eran considerados como los fenicios unos marineros experimentados, por lo que no debemos extrapolar de un contexto funerario seis signos que pretenden hablarnos de una persona en particular, para definir a todo un pueblo, igual que tampoco una cantinela, unas cantilaciones, nos van a ofrecer la solución a nuestro patronímico, pero sí que ambos, pequeñas piezas metálicas y la gran chapa metálica del tercer bronce, pueden contener las raíces de las palabras ó de la palabra que sirve de base al patronímico Hispania.

            Hoy no, pero cuando se disponga de una catalogación de toda la epigrafía ibérica y se traduzca correctamente, podremos valorar si hay en ella indicios suficientes para datar de antiguo nuestro nombre como pueblo. 

            Precisamente, si infravalorásemos nuestra epigrafía ibérica, estaríamos desperdiciando justamente aquello que nuestros especialistas en lexicografía necesitan para desentrañar los misterios del pasado, que como vemos otros autores antiguos tan sólo esbozan, sin despejar.

  6. #6 Adoni 19 de jul. 2007

          Explicaré una posición excéntrica en cuanto al origen de nuestro apelativo, por cuanto no se ha formulado hasta ahora, de forma explícita, se trataría de considerar otra raíz diferente en principio y además ajena? al vocabulario semítico noroccidental, la raíz "ponj", ya que esta raíz entró en la historia como denominación de uno de los epónimos del pueblo hebreo.

          Algo de dicha raíz se habló al citar una montaña cercana a byt nimrod, que se llama Ponoch, algunos escriben Ponotx, y que derivo de dicha raíz /pnj/ extraña en principio al hebreo, pero que figura en la Biblia para referirse al apelativo de José en lengua egipcia.

          Mi comparación és evidente, dado que desde Ponotx se puede divisar Ibiza, sin ser una montaña especialmente alta, comparada con Puig Campana (knpnw) ò Aitana (oy.tnh, nido de águilas, aguilar), la madre de todas ellas, donde se sitúan las bases de rádar americanas.

          La altura de Ponoch hace evidente lo que a otra altura se pierde de vista, al igual que el apelativo de nuestro epónimo ante el mundo podía servir para nombrar así a una altura de la tierra.

          La raíz hace referencia a la cualidad adivinatoria frente a los sueños del faraón, y esa raíz, que califica a una persona, también puede llegar a simbolizar a todo un pueblo de ay´s pnj, como si dijésemos, los hombres del que adivina (los sueños del faraón).

          Quizá me he excedido, como considera Ego, en la cita del verso de Botorrita, y en parte, lo he hecho de forma deliberada, hasta tanto no se me abra un canal, una especie de blog, ò un "subforo", en donde introducir sin interferir con mis artículos anteriores (que no considero por el momento necesario ampliar ó modificar), el día a día de las cantilaciones, que creo que deben seguir cierta cadencia en la web.

          Pero en parte, he acudido a la cita de la raíz /yzp/, no sólo para exponer las oPiniones de Cunchillos y la documentación epigráfica que le da soporte en principio, sino para atestiguar también en el uso preciso de dicha cantilación, una palabra que puede acompañarla en su semántica y que se acerca también a su sonoridad, capaz incluso de generar un pequeño juego de palabras que después expondré.

          En la cantilación que veíamos antes, de la IV, columna, número III, habíamos segmentado la inversa de un modo determinado, pero también podríamos haber elegido ésta otra forma de verlo el verso:

    Inversa : ltg-jbr : apzm-o´s : l´sgl-r-pnj-ml

          Aquí dejamos /l´sgl/ + /r(h) y después /pnj/ + /ml/.

          Nos encontramos con un enlace claro entre la raíz /zph/ y ésta otra que nos aparece en la inversa, junto a /apzm/.

          En la propuesta inicial teníamos el verbal /rp/, y ahora lo hemos segmentado para obtener otro sema, /pnj/, diferente en principio.

          Si aceptamos /´sgl/ cohabitar, copular, violar, desflorar, deshonrar, y sus significados, de ser violada, gozada:

          De 28,30 "way´s ajr y´sglnh" y otro hombre la desflorará, ò se acostará con ella.

          Je 3,2 "ayph la ´sglt" ¿dónde no has sido gozada?, ò ¿donde no te has acostado?.

          La congruencia de ésta otra segmentación se debe a que la canción explicita que la intuición del reo le muestra que el momento de su muerte, despedazado, llega junto a ese coito forzado con la plancha del arca, el verbo /rh/ y el verbo /ponj/ lo hacen evidente.

          El término /pnj/ no tendría existencia en hebreo bíblico, sino que sería un verbal en hebreo medieval, mediante una pronunciación ayin que acompañaría /pe/, de forma que existe /ponj/, con el valor de descifrar, descubrir, elucidar, interpretar, penetrar.

          Esta palabra de origen egipcio se introduce en hebreo a través del famoso nombre propio, Zafnat-Panej /zpnt ponj/ nombre dado a José por el faraón, Gn, 41,45, que denotaba así las cualidades adivinatorias de los sueños del faraón, en éste epónimo, como sabio, conocedor de lo secreto. 
          El verbal /zpn/, esconder, ocultar, encubrir, resguardar, guardar podría por sí mismo ser un buen preformante para nuestro topónimo, porque señala también el uso de las arcas en la ejecución, por ejemplo en Pr. 1,11 "nzpnh lnqy", tendamos lazo al inocente; pero también nuestro segundo componente del nombre "ponj", podría intervenir en dicha formación, a modo de juego de palabras:

          /zpn-ponj/, mediante conflacción {Z (pn) j}, de forma que el nuevo término encerraría una especie de "acróstico" del nombre de José.  

          Pero si prescindimos del sema inicial, también podemos construir un apelativo personal /ay´s/ aplicado a la tribu de José, en el sentido de /ay´s-ponj/, que nos daría /ay´sponj/. De aquí sería relativamente fácil llegar al sonido /´spnj/, y la jyt final se podría convertir en el sonido /ya/, por debilidad de la jyt en final de palabra.

          El apelativo nos serviría si concibíésemos al grupo humano que dirigía José en Egipto como un grupo consolidado entre los egipcios e identificable como hebreos, y en ese sentido, hombres de José, hombres de /ponj/, que podrían haber mantenido tras su salida de Egipto.

          Explicaré una posición excéntrica en cuanto al origen de nuestro apelativo, por cuanto no se ha formulado hasta ahora, de forma explícita, se trataría de considerar otra raíz diferente en principio y además ajena? al vocabulario semítico noroccidental, la raíz "pnj", ya que esta raíz entró en la historia como denominación de uno de los epónimos del pueblo hebreo.

          Algo de dicha raíz se habló al citar una montaña cercana a byt nimrod, que se llama Ponoch, algunos escriben Ponotx, y que derivo de dicha raíz /pnj/ extraña en principio al hebreo, pero que figura en la Biblia para referirse al apelativo de José en lengua egipcia.

          Mi comparación és evidente, dado que desde Ponotx se puede divisar Ibiza, sin ser una montaña especialmente alta, comparada con Puig Campana (knpnw) ò Aitana (oy.tnh, nido de águilas, aguilar), la madre de todas ellas, donde se sitúan las bases de rádar americanas.

          La altura de Ponoch hace evidente lo que a otra altura se pierde de vista, al igual que el apelativo de nuestro epónimo ante el mundo podía servir para nombrar así a una altura de la tierra.

          La raíz hace referencia a la cualidad adivinatoria frente a los sueños del faraón, y esa raíz, que califica a una persona, también puede llegar a simbolizar a todo un pueblo de ay´s pnj, como si dijésemos, los hombres del que adivina (los sueños del faraón).

          Al margen de ésta coincidencia en el nombre de José y en el verso de Botorrita, la realidad és que el juego de palabras que a veces interviene en la formación de nuevas palabras, por conflacción, puede estar también aquí presente, al compartir el final de /zp/ /zpn/, el inicio de /ponj/, de un /pnj/ egipcio, y debido también al uso corriente que se derivaría en su tiempo de éste apelativo.

          La congruencia gramatical se ve acompañada además por su fusión semántica, ya que ambos verbales /zp/, que origina nombres como /zpyh/, atalaya ó "espera vigilante", junto a /ponj/ descubrir.

          Es una propuesta, como digo, excéntrica, pero posible, tras comprobar que su uso puede estar presente en la cantilación expuesta.    

  7. #7 Adoni 22 de jul. 2007

             Intentando contestar en parte al forista Ofión, creo que Cunchillos deja como establecido que los fenicios no conocían los conejos, pero sí a los tejones, a quienes podría definir como animales exóticos en principio a éste pueblo. Además, dicha lectura permitiría entender "tierra de tejones", comparando así el trabajo en la naturaleza de éste animal, constructor de presas, como el trabajo humano que caracterizaba a los fenicios en su ingeniería del agua, como arquitectos de elaborada técnica en la perforacion de túneles y conducciones y grandes depósitos bajo sus ciudades.

             En dicho sentido, pero no en la lectura de un tercero, porque en principio las lecturas que hacen los pueblos, unos de otros, están siempre interferidas "ideológicamente" por el momento, entendiendo momento como la situación histórica precisa que acompaña a dichas disquisiciones, es decir que con respecto a los fenicios por ejemplo, la burla y la envidia de su poderío és en muchas ocasiones un acicate para una lectura sesgada por el enfrentamiento, ò la derrota.

              Ya digo, sin ánimo de rivalizar con su disquisición, que me parece totalmente aceptable y aporta diversidad a nuestros puntos de vista, como la de Servan, siempre "ilustrada" e "ilustradora".

              Hay que tener en cuenta que una cosa són las oPiniones que "otros" hayan dado acerca de la formación de nuestro topónimo y de su significado, y "otra" debe ser nuestra hipótesis, para ampliar la gama de posibilidades en la formación de la palabra, aún aceptando un principio genérico incuestionable, que responde a una raíz "fenicia" del grupo semítico y debe responder también a lo que ellos entendían cuando la pronunciaban, no a lo que de ella podían entender/interpretar, otros pueblos, con una cultura ajena en principio a su ideario.

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