Autor: BELTZA
sábado, 19 de julio de 2003
Sección: Sobre los nombres
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LA SVASTICA O LAUBURU (II)

La swástika rectilínea parece haber estado bastante difundida en el País Vasco y en las dos vertientes de los Pirineos en época anterior a la romana y durante esta última. Sin embargo, se conocen rarísimos ejemplares y no parece que haya tenido una intensidad mayor ni siquiera tan importante como en otros países ya citados. Déchelette dice que se encuentra en los altares o cipos que abundan en el S. O. de la Galia y en el Norte de España. El Sr. Balparda. en su «Historia crítica de Vizcaya y de sus Fueros», refiriéndose a la swástica cántabra, swasti, lábaro o lauburu, reproduce una carta que el P. Fidel Fita escribía al Sr. Fernández Guerra y que aparece en la nota 8 (pág. 126) de su opúsculo «Cantabria» y que dice así: «Ostentábale así mismo el estandarte imperial Cántabro... Hay motivo suficiente para conjeturar que Augusto adoptó el Cántabro como estandarte en recuerdo de la victoria cantábrica; y que al ser crucificados los cántabros, se trataba de que fuesen escarnecidos en el emblema nacional y característico de la antigua religión que profesaban. Voy a finalizar mi carta. pero no sin recordar que el cántabro se llamó también Lábaro y que sobre la etimología de esta última voz disputan con empeño los eruditos. Mas yo pienso que de España fue trasladada a Roma. Lau-buru en vascuence vale «cuatro-cabezas»; y merece anotarse que Jaca ostentó en sus banderas, desde la más remota edad, cuatro segadas cabezas, y lo mismo desde 1094 los reyes de Aragón en sus estandartes y medallas. Bien pudo Octaviano Augusto vulgarizar la palabra ibérica Lauburo, Lábaro...».De esta época se conoce un cipo que actualmente se halla en posesión del duque de Northumberland, en Alnwick Castle (Inglaterra), en el cual hay una inscripción al Genio y Bandera de la cohorte I, fiel de los Várdulos. En este cipo y en su parte superior se ven dos swásticas rectilíneas a derecha e izquierda. El P. Fidel Fita, en la misma carta ya citada, dice que «pudieron pertenecer a várdulos (guipuzcoanos), poco distantes de los cántabros que lejos de su patria se gozaban en recordar aquel signo». Cuando se estudia la extensión de la swástika en tiempos remotos, no se deduce que su uso fue privativo de los cántabros, pues en la misma época, como hemos visto, se hallaba extendido por todo el mundo. Pasan los siglos sin encontrar ningún ejemplar de la swástika rectilínea en el País Vasco, y refiriéndose a ello el insigne historiador M. Camille Julián dice en su prefacio a «La Tombe Basque»: «Podemos conexionar nuestro símbolo actual, o, mejor dicho, nuestra simbólica actual, a la de los antiguos iberos, a las poblaciones primitivas? Esto es muy tentador. Y, sin embargo, hay esta muy grave objeción: y es que entre la swástika pirenaica del tiempo de los antoninos y la del Euskara, quince siglos han pasado durante los cuales el País Vasco no da ningún ejemplar. ¿Ha podido sobrevivir oscuramente, bajo forma de un signo pintado en la puerta de las iglesias o en los umbrales de las casas, para volver a reaparecer triunfante el día en que la piedra ha vuelto a ser popular? Es posible». M. Camille Julián hace estas observaciones refiriéndose ya sea a la swástika rectilínea y ya sea a la curvilínea que, para él, parecen ser el mismo signo. D. Sabino Arana Goiri, en el primer número de la revista «Euzkadi», reproduce y dice que los vascos dieron culto al sol y lo prueba por la swástika.

La swástika rectilínea en el País Vasco.

La swástika rectilínea parece haber estado bastante difundida en el País Vasco y en las dos vertientes de los Pirineos en época anterior a la romana y durante esta última. Sin embargo, se conocen rarísimos ejemplares y no parece que haya tenido una intensidad mayor ni siquiera tan importante como en otros países ya citados. Déchelette dice que se encuentra en los altares o cipos que abundan en el S. O. de la Galia y en el Norte de España. El Sr. Balparda. en su «Historia crítica de Vizcaya y de sus Fueros», refiriéndose a la swástica cántabra, swasti, lábaro o lauburu, reproduce una carta que el P. Fidel Fita escribía al Sr. Fernández Guerra y que aparece en la nota 8 (pág. 126) de su opúsculo «Cantabria» y que dice así: «Ostentábale así mismo el estandarte imperial Cántabro... Hay motivo suficiente para conjeturar que Augusto adoptó el Cántabro como estandarte en recuerdo de la victoria cantábrica; y que al ser crucificados los cántabros, se trataba de que fuesen escarnecidos en el emblema nacional y característico de la antigua religión que profesaban. Voy a finalizar mi carta. pero no sin recordar que el cántabro se llamó también Lábaro y que sobre la etimología de esta última voz disputan con empeño los eruditos. Mas yo pienso que de España fue trasladada a Roma. Lau-buru en vascuence vale «cuatro-cabezas»; y merece anotarse que Jaca ostentó en sus banderas, desde la más remota edad, cuatro segadas cabezas, y lo mismo desde 1094 los reyes de Aragón en sus estandartes y medallas. Bien pudo Octaviano Augusto vulgarizar la palabra ibérica Lauburo, Lábaro...».De esta época se conoce un cipo que actualmente se halla en posesión del duque de Northumberland, en Alnwick Castle (Inglaterra), en el cual hay una inscripción al Genio y Bandera de la cohorte I, fiel de los Várdulos. En este cipo y en su parte superior se ven dos swásticas rectilíneas a derecha e izquierda. El P. Fidel Fita, en la misma carta ya citada, dice que «pudieron pertenecer a várdulos (guipuzcoanos), poco distantes de los cántabros que lejos de su patria se gozaban en recordar aquel signo». Cuando se estudia la extensión de la swástika en tiempos remotos, no se deduce que su uso fue privativo de los cántabros, pues en la misma época, como hemos visto, se hallaba extendido por todo el mundo. Pasan los siglos sin encontrar ningún ejemplar de la swástika rectilínea en el País Vasco, y refiriéndose a ello el insigne historiador M. Camille Julián dice en su prefacio a «La Tombe Basque»: «Podemos conexionar nuestro símbolo actual, o, mejor dicho, nuestra simbólica actual, a la de los antiguos iberos, a las poblaciones primitivas? Esto es muy tentador. Y, sin embargo, hay esta muy grave objeción: y es que entre la swástika pirenaica del tiempo de los antoninos y la del Euskara, quince siglos han pasado durante los cuales el País Vasco no da ningún ejemplar. ¿Ha podido sobrevivir oscuramente, bajo forma de un signo pintado en la puerta de las iglesias o en los umbrales de las casas, para volver a reaparecer triunfante el día en que la piedra ha vuelto a ser popular? Es posible». M. Camille Julián hace estas observaciones refiriéndose ya sea a la swástika rectilínea y ya sea a la curvilínea que, para él, parecen ser el mismo signo. D. Sabino Arana Goiri, en el primer número de la revista «Euzkadi», reproduce y dice que los vascos dieron culto al sol y lo prueba por la swástika.

La swástika curvilínea.

Como veremos en mi proximo articulo parece ser ésta la forma más frecuente en el País Vasco, por la gran cantidad de ejemplares que se encuentran diseminados en todo él, en estelas, lápidas, dinteles, etc.

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Comentarios

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  1. #1 Sauga 20 de dic. 2004

    Respecto al Lauburu vasco, su origen se remonta a las teorías vasco-cantabristas que estuvieron tan de moda entre varios historiadores vascongados entre los siglos XVI y XVIII. Según estas teorías, los antiguos cántabros, el pueblo que "tan ferozmente había resistido al imperialismo romano", eran en realidad los ancestros de los modernos vascos.

    En un intento de sustentar estas peregrinas teorías, los vasco-cantabristas no dudaron en falsear toda clase de datos históricos, llegándose a inventar un supuesto himno de batalla cántabro en vascuence, "el Canto de Lelo".

    Aunque la puntilla definitiva para el vascocantabrismo fue la obra de Enrique Flórez "La Cantabria. Disertación sobre el sitio y extensión que en los tiempos de los romanos tuvo la región de los cántabros", publicada en el año 1768, estas ideas quedaron fuertemente arraigadas en Vizcaya y Gipúzcoa, siendo herederas de las mismas el movimiento fuerista del siglo XIX.

    Al ser estas "teorias" completamente rebatidas por los estudios históricos, se paso a difundirse en el campo literario en novelas pseudo-históricas y leyendas completamente ficticias como "La Leyenda de Aitor" de Joseph Agustin Chaho, "Amaya, o los vascos en el siglo VIII" de Francisco Navarro Villoslada o "Leyendas vasco-cántabras" de Vicente Arana. La intención de este movimiento literario era exaltar el orgullo vascongado e intentar servir de respaldo ideológico al movimiento fuerista, tratando de legitimizarlo desde el punto de vista histórico, inventado de esta forma una tradición inexistente mas acorde con sus postulados.

    Por supuesto, el vasco-cantabrismo aportó su propia versión del lábaro. Como en vascuence lau significa "cuatro" y buru "cabeza", se buscó un símbolo que reuniese estas carácterísticas, en este caso uno de los muchos motivos astrales de origen prerromano indoeuropeo que se han conservado en todo el norte de España hasta nuestros días como un motivo ornamental mas. Resulta significativo que pese a que muchos investigadores de la cultura vasca destaquen el origen ancestral y milenario de este símbolo, al mismo tiempo reconozcan que no se encuentran ejemplos anteriores al siglo XVI en Euskadi.

    http://es.geocities.com/orgenomescos/articulos/labarolauburu.htm

  2. #2 Lábaru 12 de ago. 2005

    El orígen etimologico de Lábaru es labarum, la raíz -lab- de orígen celta podríamos traducirlo como "enseñar", "mostrar", o incluso "hablar", sumado a la terminación en genitivo podría llegarse a traducir como," de lo que enseña, significa,..." que al fin y al cabo eso es un estandarte, un objeto para mostrar y enseñar una procedencia. En la edad del hierro esta palabra también fué utilizada como nombre propio por los cántabros, ya que se han encontrado algunas estelas pétreas de este periódo donde figura este nombre.

  3. #3 Onnega 12 de ago. 2005

    ¿Y esto otro?: el labrys, labris, labrus es un hacha doble símbolo de la civilización minoica. Hay labris simples (o sea un hacha doble), dos labris superpuestos (dos hachas dobles superpuestas, una más pequeña que la otra), y labris triples (tres hachas dobles unas encima de otras atrevesadas por la mitad por un palo). Las hachas dobles creo que también eran un arma cántabra. Habría que ver la distribución arqueológica de las hachas dobles durante el bronce para ver cuál es su origen. Tal vez el lauburu o lábaro, que para algunos es una esvástica, sea dos hachas dobles dispuestas en forma de cruz. Tal vez por eso aparece en estandartes, porque es un arma..

  4. #4 Onnega 12 de ago. 2005

    Labarum es estandarte, pero no un estandarte cualquiera sino el que diseñó Constantino, y era así http://www.ancientcoinmarket.com/mt/mtarticle9/1.html
    ¿No parecen hachas, hachas de talón, hachas de anilla, hachas dobles? De ahí la relación con el labrus / labris / labrys cretense. Vamos, que creo que labarum y labrys tienen la misma raíz y significa hacha. El estandarte romano anterior con un águila no se llamaba labarum.
    Después, con el cristianismo las hachas del labarum estilizadas se interpretan como X (x) y P (r), parte del nombre Cristo en griego, para convertir el estandarte en símbolo de la cristiandad, se añaden alfa y omega, etc.
    No sé si es una idea aceptable.
    Después vendría el posible papel cántabro en el diseño y en el nombre del estandarte, ¿copiaron los romanos el símbolo de la doble hacha de los cántabros o de los cretenses? Como decía arriba los cántabros tenían hachas dobles, llamadas bipennes por los romanos. Lo que es más discutible es que el nombre sea de origen cántabro si tenemos un documentado labrys en Creta.

  5. #5 Onnega 12 de ago. 2005

    perdón, me informé mal: According to Suicer the word (labarum) came into use in the reign of Hadrian, and was probably adopted from one of the nations conquered by the Romans. It must be remembered that Hadrian reigned in the years 76-138 C.E

  6. Hay 5 comentarios.
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