Autor: Brigantinus
lunes, 24 de marzo de 2008
Sección: Leyendas
Información publicada por: Brigantinus
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Breogán, Hércules, la Torre y los Milesios.

Suprimido.

 

 


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  1. #51 A.M.Canto 06 de jun. 2006

    Giannini (Ayer a las 23:32): Una buena pregunta, ha tocado Ud. un “punto filiPino”. No, ni los arqueólogos ni, lo que es aún peor, los historiadores de Antigua, estudian Latín. En la Licenciatura de Historia vigente desde hace la tira de años están ausentes el Latín y el Griego, por no hablar de otras materias básicas para conocer la Antigüedad, pero que son de otras licenciaturas. Existe una ridícula asignatura Troncal de Segundo Ciclo denominada "Paleografía, Diplomática, Epigrafía y Numismática", cuya mera denominación ya indica que quienes la concibieron, en plan "cajón de sastre", ni siquiera sabían en qué orden cronológico y lógico debían estudiarse dichas cuatro materias. Aparte de esto, cada una de ellas es tan extensa y compleja (sólo la Epigrafía General, hasta el final de la Antigüedad, cubre 4.300 años y muchas culturas distintas) que los 5 créditos que se les adjudican en total obligan en teoría a impartir cada una en 12,5 horas de clase a lo largo del cuatrimestre. Vamos, que no da ni para darle al alumno una capa de imprimación. Una cosa impresentable, habida cuenta de que tanto la Epigrafía como la Numismática son para la UNESCO del mismo rango que la Arqueología completa, o que toda la Arqueología del Próximo Oriente y Egipto se ha podido ordenar sólo gracias a sus epígrafes, o que una cultura sólo se considera histórica si cuenta con inscripciones propias que se puedan leer y traducir, y den información cronológicamente ordenable. En fin, creo que eso describe bastante bien la penosa situación.

    Pero volvamos al tema: El Ministerio de Educación y Ciencia español decidió en su día -y hay que decir que sin gran oposición- que una persona puede dedicarse profesionalmente a la Historia de Roma o a la Arqueología de Roma sin saber una palabra de la lengua romana. Vamos, como hacer Historia Contemporánea de España sin saber español. Algunas universidades han procurado complementar esta grave laguna mediante las asignaturas optativas, pero un alumno que no tiene idea de Latín, o recuerda poco del Bachillerato, aunque le gustara y fuera consciente de que debería saber Epigrafía latina, por ejemplo, se acobarda para elegirla por el desconocimiento del idioma, y así se van a la vida profesional o a la docencia universitaria. Luego pasa lo que pasa, claro. Los de Historia Antigua se deben conformar con vivir de las traducciones y una inmensa mayoría de los arqueólogos ni conocen las fuentes. Pero, es más, por la insuficiencia de los cuatrimestres es raro que durante la carrera de Historia se llegue a estudiar históricamente a Augusto, a Trajano, y mucho menos a Teodosio. Y, al menos en lo que conozco, son contados los alumnos que procuran colmar por su cuenta todas esas lagunas mientras estudian, o se deciden a hacerlo al terminar la carrera.

  2. #52 giannini 20 de jun. 2006

    Si tenéis algún interés en montar una bulla, lo podéis hacer solitas. Intervengo cuando me apetece y en los temas que me interesan y por ahora, oPino, acierto y me equivoco yo solito. Querida per, dudo que elpater conceda becas. Tampoco tomo cañas con él. Contigo per, me gustaría tomar un pulpo (ainé estás invitada) pero tú verás.

  3. #53 giannini 20 de jun. 2006

    jajajaja, bueno, esto sí que no me lo esperaba: considerar fiables los textos de la Crónica general de España. Per, estoy cada día más convencido de que eres la única seguidora viva del método vicetiano. Tú primero te haces la paja mental y a posteriori, buscas fuentes que te encajen; ¿que no encaja ninguna? pues nada, todo lo solucionas dando rienda suelta a la/tu ensoñación; se te critica el método y te revuelves como gato panza arriba porque te desprestigian... pero miña rula, si tú sólo lo haces:

    1º) Te pasas por salva sea la parte tanto la ortografía como la gramática, cosa en mi oPinión inadmisible para alguien que pasó por una facultad.
    2º) Eres incapaz de realizar una lectura comprensiva de textos sencillos, incluso de aquellos que al parecer corresponden a tu especialidad ¿Sabes cómo se denomina a quien es incapaz de entender lo que lee?
    3º) Tu conocimiento de latín está a nivel de bachillerato y tienes la osadía de dedicarte a "investigar" el mundo romano. De risa vamos. ¿Te cita alguien o simplemente se ven tus ensoñaciones con una sonrisa?

    Te recomiendo:

    Francisco Javier GONZÁLEZ GARCÍA. Hércules contra Gerión : Mitos y leyendas de la Torre de Hércules. La Coruña : Vía Láctea, 1997.

    Pero recuerda, se trata de mitos y leyendas. El pulpo sigue en pie.

    PD: cuando quieras internarte en el terreno de los ataques personales, cerciórate de que no pierdes el tiempo y que realmente has encontrado el punto débil de tu interlocutor.

  4. #54 per 21 de jun. 2006

    Por cierto soy profesora sustituta de Historia, tengo la oposición, a la cual debo presentarme, el día 26 en el Brigantium prerromano (era broma y lo sabes) quise decir en el instituto de Elviña. Quizás ese día pueda tomar pulpo y ponerte las pilas. Espero no te rajes, y disculpe mi jerga. Se nota que no tienes hijos, y no ves como escriben en el messenger y en el móvil, pero eso es otra historia. Y como ves, detrás de mi mostrador, también se puede estudiar. Quizás te de clases si te matriculas algún día de historia por nortucno. Y por cierto, para ya con Goyo, del cual me separé hace 10 años, y no Pinta nada en esta historia. Andas un poco despistado. Así que salut

  5. #55 elpater 21 de jun. 2006

    Vaya, Sr. Giannini. Siento haber creado falsas expectativas con mi respuesta a lo del tesorillo.

    En realidad pensé que la cosa había quedado clara con el mensaje del Sr. Erre Uve, que copio para su relectura:

    "Cuentas las malas lenguas que se hacían novatadas a los imberbes durante las excavaciones, como hacer encontrar un tesorillo de monedas de oro... del IV Centenario de María Pita. Y hacer subir corriendo a dar cuenta del maravilloso hueso-cerámica. Estos arqueólogos...."

    Y comento: las "malas lenguas" son, básicamente, las del señor Erre y las del señor Uve, coincidentes en que habitan en la misma cavidad bucal. Y bien que sabe dicho señor de lo que habla puesto que, siendo imberbe como él dice, fue víctima de la tradicional coña que se le juega al catecúmeno en su primera excavación: colocar algo vistoso y claramente falso bajo una capita de tierra en la zona donde excava. El alborozo del primerizo con su hallazgo (una moneda, un hacha neolítica falsificada -tal se le colocó a una moza en Dombate, y Pepe "el Selta" la catalogó como de tipo Guinness, fase Smithwiks-, lo que sea) es inenarrable; recibe felicitaciones y parabienes de todos, etcétera. Hasta que alguno no puede más y empieza a deslomarse de risa, lo que suele ser contagioso. Con la carcajada general, a la que se suma gustoso el iniciando, se termina la coña y se vuelve al tajo. Supongo que son cosas del pasado, y que la profesionalización de la actividad dio al traste con este tipo de juegos.

    Pues eso: el señor Erre Uve era un magnífico postadolescente (hoy es un estupendo ejemplar de adulto joven), listo como un ajo, que se debatía entre enfocar su vida profesional hacia la arqueología o hacia la ingeniería. Como emprendedor (palabra con la que ahora el neoliberalismo pretende Pintar de blanco la fachada de la más prosaica "empresario") en el buen sentido que era y espero siga siendo, vino a hablar con nosotros por si le dejábamos colaborar en los trabajos de campo, a ser posible rotando entre las diferentes tareas: excavación, dibujo, lavado, siglado, todas esas cosillas. Y así se hizo. El resultado fue excelente. Tanto, que el señor Erre Uve decidió hacerse ingeniero. Creo que todos guardamos un excelente recuerdo de esos días en los que convivimos con una mascota humana de unos dieciséis años que curraba como un loco (locos nos volvía con sus preguntas no siempre fáciles de responder) y supo hacerse querer por todos. De casta le viene al galgo.

    Me dejaba el tesorillo. Salvo error, estuvo compuesto por unas cuantas monedas de ceca coruñesa y año de acuñación bien conocido: 1989. El motivo de la acuñación, la celebración del cuarto centenario de la gesta de María Pita. Las monedas se acuñaban contínuamente a maquinillo creo que durante una exposición de monedas de ceca coruñesa de la de verdad. Quedaron, claro, como objeto de recuerdo (también se difundieron en un sobrecito pegado a la solapa interior de un libro sobre la ceca coruñesa que publicó la editorial Arenas; supongo que todavía habrá ejemplares en el mercado) y para cachondeo de arqueólogos novatos :-)

    Lo de contestar con más calma era, y aprovecho ahora a ver si el señor Erre Uve lee esto, porque lo del "maravilloso hueso-cerámica" no lo recuerdo. Supongo que es otra coña por el estilo, pero tengo el cabezolo en blanco.

    Y ése es el famoso tesorillo de cuya mención tenía usted que salvarme o algo así :-)

    Dejémoslo en pecados de juventud, divino tesoro (o tesorillo).

  6. #56 A.M.Canto 21 de jun. 2006

    Estimado Pater: Puede Ud. fiarse de Rasís. Hace años que ando componiendo un libro denominado Fuentes árabes para la Hispania romana, puede Ud. ver sobre ello aquí mismo, en el artículo http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1597, bajo el argumento nº 19.

    Es cierto que la obra original de al-Razí (889-955) está perdida, y que la edición que tenemos es la traducida al portugués en la corte de D. Dinís de Portugal (1279-1325). Pero ello no debe ser motivo de descalificación, porque al escribano Gil Pérez se la iba leyendo un "Mahomad y otros", y el total es fiel, como en su día demostró Sánchez Albornoz (h. 1946) y confirmó Diego Catalán (1974). Esto se ha comprobado después, al empezar a conocerse la obra de un autor árabe posterior, al-Russatí, que va siguiendo de cerca la obra de Rasís. No tengo a éste aquí ahora mismo, pero seguramente trae también la cita sobre Coruña. Se trata de un tipo de fuentes que ha sido muy desconocida y hasta despreciada tradicionalmente por los historiadores de Antigüedad y arqueólogos españoles, craso error.

    Las tres versiones manuscritas que hay coinciden en la noticia que a Ud. le interesa (Introd., cap. 14). Le paso la del msc. Ca, que carece de los prólogos interpolados de las otras dos versiones: E este canto terçero [de la península] es a par / de una villa que agora llaman la Curuna". El manuscrito Mo la llama "la Curuena" (donde la e debe ser error por n) y el Es dice "la Curuña" (y el "agora" implica un nombre anterior, como Ud. suponía). En mi oPinión, la noticia original es de Rasís, porque justamente el msc. Mo tiene aquí otra interpolación larga de Jiménez de Rada y los otros dos terminan ahí este capítulo geográfico introductorio. Espero que estas noticias le agraden y sean de utilidad.

  7. #57 giannini 22 de ago. 2006

    Acordándome y haciendo caso en parte a lo que me comentó eyna sobre faros, anoto el enlace a un trabajito que hizo un amigo mío -pero que muy amigo oye- sobre el primer fanal giratorio instalado en la Torre de Hércules.

    El aparato, formado por unos quinqués grandes, reververos, una estufa para impedir la solidificación del aceite, una máquina de reloj con la que se movían las pantallas que realizaban las ocultaciones, y la linterna que daba cobijo a toda esta maquinaria, vino de Londres junto con instrumentos científicos, libros, cartas nauticas y el viejo fanal giratorio del castillo de San Sebastián (Cádiz). Lo enviaba el marino Josef de Mendoza Ríos, un personaje en mi oPinión aún no bien conocido y valorado, que participaba de marino, de espía y de científico. Tecnología inglesa pura y dura de finales del siglo XVIII para un faro. No sé si el tema es muy local, pero a este amigo es lo que le gusta:

    El Fanal de Mendoza Ríos para la Torre de Hércules

    PS: A día de hoy cambiaría algunas cosas, ampliaría otras y realizaría ciertas modificaciones, pero vamos a dejarlo como está.

  8. #58 giannini 23 de dic. 2006

    Este mensaje tiene su origen en un X-présate de hoy. Tal y como digo en ese lugar, intentaré glosar un artículo por si la Dra. Canto o cualquier otro quiere pronunciarse al respecto.

    En el año 2002, Jesús María Reiriz Rey, publicó en la revista La Coruña. Hitoria y Turismo, un interesante artículo titulado "La Torre del mágico espejo". Pone sobre la mesa la posibilidad de que el supuesto espejo que podría encontrarse en lo alto de la Torre de Hércules no fuese en realidad un espejo en el que se reflejase la luz, sino un elemento adivinatorio. Lo malo es que no cita fuentes o bibliografía, o no las cita en las partes más problemáticas, y claro, uno no tiene criterio suficiente para saber si en la antigüedad estaban tan extendidos estos espejos adivinatorios.

    Comienza relatando la leyenda que recoge Alfonso X en su Crónica, según la cual los almujeces se acercaron a la Torre de Hércules para destruir su espejo, pero para disimular su presencia, cubrieron las naves de "verdura". De este modo se adentraron en la bahía coruñesa como se si tratase de islas flotantes. Una vez al pie de la Torre, dispararon sus ballestas y rompieron el espejo (Se non e vero... é precioso ). Prosigue recordando que tanto el licenciado Molina como Florián de Ocampo, Castellá Ferrer, Flórez o Cornide, rechazan de plano o en parte, la idea del espejo y le atribuyen un origen legendario.

    Jesús Reiriz, recoge también la versión que da el bueno de Benito Vicetto, que por cierto era de los que profesaban el principio de que la verdad histórica se siente y que el historiador debe adivinar el pasado cuando éste se ignora:

    Benito Vicetto "apunta los orígenes fenicios de la Torre de Hércules, en su oPinión, señalando que en la cúpula o plataforma se colocaba de día una gran plancha de estaño reluciente a manera de espejo, donde refractaba sus rayos el sol. Esta gran plancha se ponía de modo que fuera giratoria, para que presentara sus dos caras o fases, dando vuelta por medio de un eje. Continúa Vicetto refiriendo que esta plancha de estaño era circular, por su diámetro estaba sujeta de un travesaño o eje, y giraba con movimientos de rotación por medio de un manubrio que impulsaba un solo hombre. De noche se encendía una hoguera en la plataforma, y como el fuego se reflejaba en la plancha de estaño que giraba por medio del manubrio indicado, de ahí la refracción una vez extinguida la luz solar, para guiar a los buques en la oscuridad".

    Entra Reiriz en su planteamiento, sosteniendo que en muchos cuentos y leyendas los espejos están dotados de un carácter "mágico": "sirve entonces para suscitar apariciones, devolviendo las imágenes que aceptara en el pasado o para anular las distancias reflejando lo que un día estuvo frente a él y ahora se halla en la lejanía. Al mismo tiempo la superstición popular le atribuyó propiedades apotropaicas (que tiene poder de desviar las influencias maléficas) en numerosos países". Pone como ejemplos a Lewis Carrol en su Alicia (1871) o que los practicantes del chamanismo en Siberia llevaban espejos como parte de su atuendo, "de hecho, la palabra que significa espejo en su lengua, procede del vocablo que se traduce como alma o espíritu". A través de tales espejos hacía viajes visionarios por el mundo de los espíritus. Recoge Reiriz las tradiciones irlandesas que vinculan a la Torre de Hércules como "lugar de acceso al otro mundo". Estas leyendas le dan pie para explica la costumbre de dar la vuelta a los espejos o cubrirlos con alguna tela cuando alguien fallece en Galicia, pues según las leyendas tradicionales, el espíritu del difunto anda errante alrededor de la casa hasta que se inhuma el cadáver, y puede llevarse a los espíritus de los vivos a través de los espejos. Dice que en China se creía peligroso dormir con un espejo delante, "pues el alma viajaba en sueños y podía ser arrastrada hacia su interior quedando allí atrapada". En Lituania, al igual que en Galicia, también se cubrían los espejos, pues se consideraba que los muertos se levantaban y se dejaban ver de forma inoportuna en los espejos.

    "Según el mitólogo y antropólogo británico James George Frazer (1854-1941) parece ser que este apartamiento del espejo o tabú supersticioso cuando muere una persona, tiene sus orígenes en la antigua Grecia, donde se creía que los espíritus de las aguas (una superficie reflectante también) podían reflejar la imagen reflejada de la persona, portadora de su alma. En el siglo XIII, el obispo Gudmund Arason exorcizaba, a diestro y siniestro, manantiales y fuentes, pues en esos tiempos se creía que algunos espíritus habitaban en las aguas. Abundando en la materia, en la isla Saddle de Melanesia, hay una laguna que, según los habitantes de aquel lugar, da la muerte al que se mira en sus aguas, diciendo que el espíritu que allí mora se apodera de su vida por medio de la reflexión en el agua. Los zulús tienen análogo horror a mirarse en las aguas de los lagos".

    Prosigue el mismo autor con más ejemplos de culturas que prohíben mirarse en los espejos por temor a que su alma se pierda y recuerda que en un sínodo que se convocó en el siglo V, San Patricio condenó a los cristianos que creían ver a los espíritus mediante espejos.

    Se detiene en el origen de los espejos, ya mencionados en la Biblia, los espejos griegos de una sola cara y con la otra decorada con figuras; los corintios, aleados de cobre, estaño y arsénico. Sostiene que no está documentada la presencia de espejos de vidrio hasta el siglo XIII, atribuyéndosele su fabricación a los venecianos en el año 1291. De acuerdo con Reiriz, los espejos egipcios, que se los transmitieron a los griegos, no eran perfectamente circulares, sino que se acercaban más a una forma ovalada; "también los hubo piriformes como los ejemplares descubiertos en Palestina".

    Al parecer, en el mundo antiguo eran muy comunes los espejos de bronce, plata u oro, señalando que los griegos usaban una aleación de estaño y cobre, y posteriormente sobre todo la plata.

    Tal y como señala la Dra. Canto, Reiriz dice que "los romanos empleaban también como material para los espejos la obsidiana, vidrio natural de origen volcánico; y la piedra especular (lapis specularis) especie de alabastro yesoso".

    Se ocupa del término catoptromancia "vocablo que proviene del griego katoptron, espejo, y manteia, adivinar”. De este modo, la superficie reflectante actuaría "como estimulante psicofísico desencadenante del proceso visionario de su observador. Los catoptrománticos enseñaban que no había que ver en los espejos mágicos la materialidad del objeto, sino los efectos por éste producidos".

    De acuerdo con lo anterior la catoptromancia se utilizaba para cuatro fines: la predicción del porvenir; la visión de sucesos que tenían lugar a gran distancia, caso de la Torre de Hércules; encontrar objetos perdidos; y la detección criminal o de robos. Este último caso aún se da hoy en la India cuando alguien sufre una herida o un robo y desea averiguar quien es el autor del delito. En este mismo sentido, el dios de la muerte del budismo japonés, emplea un espejo para detectar el pecado y decidir de este modo la morada que corresponde al pecador.

    Añade que "el polígrafo latino Marco Terencio Barron (116-27 aC) sostenía que el uso mágico del espejo procedía de Persia, y que Pitágoras, uno de los grandes pensadores de la antigua Grecia, tuvo uno en el que veía la luna antes de que apareciese en el cielo". Según Reiriz, en la Europa medieval los specularii o especularios, viajaban de pueblo en pueblo, adivinando a través del espejo, al parecer los lunes eran los días propicios, así que en el año 1398 estos especularios eran declarados agentes de Satanás por la Facultad de Teología de París.

    Recoge también que "el historiador y filólogo Martín Crusio (1526-1607) en su "Turco Grecia", dice que Alejandro Magno había hecho colocar en lo alto del Faro de Alejandría (...) un espejo de larga vista en el que se descubrían la flotas enemigas que venían contra Egipto, aunque fuese a la distancia de más de cien leguas y que fue destruido por un griego llamado Sodoro mientras dormían los soldados que lo custodiaban" y llama la atención Reiriz sobre el paralelismo con la leyenda de los Almujeces que destruyeron el espejo de la Torre de Hércules. "Asimismo, se afirmaba que dicho espejo alejandrino podría mostrar imágenes panorámicas de las calles de la lejana Bizancio (visión remota), quemar las naves enemigas concentrando los rayos del sol (aplicación militar de su propiedad ustoria) y que se usaba como telégrafo heliostático para transmitir señales a la ciudad y poblaciones vecinas". Concluye ocupándose de la posibilidad de que en la Torre de Hércules hubiese un espejo adivinatorio, y no la descarta, recogiendo una leyenda irlandesa, según la cual el espejo mágico de la Torre de Hércules estaba sujeto por una figura de cobre que representaba a una mujer.

    Si han tenido la paciencia de llegar al final, ante todo, gracias. Ahí va alguna reflexión y alguna pregunta. ¿Estaban en realidad tan extendidos los espejos adivinatorios en el mundo romano? ¿Qué credibilidad le dan a la existencia de un espejo mágico del Faro de Alejandría? ¿Los textos clásicos aluden a espejos de este tipo en el faro de Scipion o sólo señalan su presencia para señalar, como hito, una costa sucia? En mi oPinión, si en la Torre de Hércules hubo un espejo de este tipo, sería algo secundario porque ¿para qué construir un edificio tan alto? Si el espejo tenía poderes mágicos, es de suponer que los tendría tanto a ras de tierra como a 50 m de altura.

    Y esto nos lleva de nuevo al piedrolito, a sí la cúpula romana que cerraba la Torre de Hércules estaba cerrada -tal y como sospecha el ingeniero militar Navacerrada a finales del siglo XVIII antes de la reparación- o abierta para dar salida al humo... o al espejo.

    En fin, no me hagan mucho caso. Cada uno tiene sus obsesiones, y una de las mías es la Torre de Hércules.

  9. #59 El Brujo Redivivo 23 de dic. 2006

    Pues si en vez de escribir a la hora que lo hizo se hubiese dado a su obsesión, habría participado en el casual y feliz encuentro del Sr. Brigantinus y éste que suscribe en las entrañas de la Torre. La única pena fue que un servidor iba en plan guía de visita familiar ampliada y no pude dedicar más que un poco de tiempo a gozar de la sabiduría y la agradable compañía de Brigantinus.

    Oiga, Giannini, y digo yo... ¿no podíamos hacer por poner un día y hora y estudiar el circulito, el piedrolo y lo que se tercie, colectivamente e in situ, junto con Brigantinus y quien se anime? Lo estudiamos y después redactan un artículo (ustedes, que yo soy ágrafo); todo eso con carácter previo a esos pulpos y/o esas garimbas con las que tanta envidia nos da :-)

    Sobre el artículo de Reiriz... pues me temo que la pregunta que usted hace es la primera que debería haber respondido el artículo, ¿no? Si la propuesta es que un monumento romano tenía un espejo con fines mágicos, creo que habría sido oportuno ver cómo funciona eso en el mundo romano; al menos me parece más pertinente que hacerlo con sumerios, acadios, fenicios (que eran comerciantes y avaros) y griegos, romanos y cartagineses y demás invasores de la península y no sé por qué me da que me estoy yendo por una lección que no es.

    Y aunque no venga a cuento, aprovecho por si alguien lo lee y lo sabe. Cuando era más viejo que ahora (me pasa como a Dylan), estudié en la primaria por unos libros que tenían el título "Mis primeros pasos", "Mis segundos pasos" y, como era de esperar, "Mis terceros pasos". Eran, como los de la época, de carácter enciclopédico: un día estudiabas el metro patrón y el siguiente las odiseas de Amudsen, todo ello en el mismo libro. En la sección de Historia de España había una que se me atravesó, básicamente porque no entendía nada. Era la de Los Visigodos. No me quedó más remedio que chapármela de memoria. Decía así (puede recitarse rítmicamente y canturreando): "Su jefe Ataulfo venía / mandado por el emperador romano / y se apoderó de Barcelona./ Más tarde, en tiempos de Eurico..." ¡Y ahí se me corta la memoria! Por favor, si alguien sabe qué diablos pasó en tiempos de Eurico (y, todavía mejor, si alguien sabe qué decía "Mis terceros pasos" qué pasó en tiempos de Eurico), me sacará de un estado de ansiedad crónica.

    Volviendo a la Torre y al espejo, y dejando aparte magias, debo decirle que ni idea. Ni siquiera sé si puede ser, ni si era habitual en la antigüedad que sea. Hace mucho tiempo intenté seguir la pista, pero no encontré bibliografía adecuada para seguir. Los paralelos con Alejandría cantan, pero si las leyendas de la Torre llegaron vía árabes, como parecen indicar las citas que pusieron en su día A.M.Canto y Corgo, puede venir todo en el mismo paquete. Desde esa óptica suena raro lo de los almujuces, que recuerdan inevitablemente el bosque de Macbeth.

    Para todo eso creo imprescindible el libro (en dos volúmenes, pero pequeños, de los que no dan miedo) de Javier González García ("Hércules contra Gerión", Vía Láctea, 1997), el cual no sólo es un gran investigador sino un buen amigo y, sobre todo, una excelente persona. Rastrea todo lo rastreable (e incluso, en mi oPinión, a veces algo más de lo rastreable, pero esa es otra historia) y lo cuenta muy bien y de forma entretenida y fácil de leer, lo cual los de neurona débil agradecemos siempre mucho. Muy recomendable en todos los sentidos. Y que conste que lo digo desde la discrepancia en ciertos supuestos, pero puede estar seguro de que la forma de ser del autor convierte la discrepancia en una placentera conversación si tiene la ocasión de confrontar ideas en directo.

    Con lo del piedrolito debo presentarle disculpas. Con la movida familiar al final me olvidé de mirar de cerca el circulito del suelo, para ver si tenía señales de abrasión por movimiento circular.

    En cuanto a si el espejo tenía poderes mágicos, la respuesta sí puede ser más clara ;-)

  10. #60 El Brujo Redivivo 24 de dic. 2006

    Sr. Giannini, debo presentarle nuevas disculpas por mi falta de memoria. Tras entrar en este viejo foro estuve releyéndolo todo (y pasándolo bárbaro), y me encontré con que el libro de Javier González ya lo había recomendado usted en su momento, cosa que no recordaba. Celebro que coincidamos en la favorable oPinión.

  11. #61 giannini 24 de dic. 2006

    Sí que es curioso, aunque no dicen que los quemasen con el espejo ;-)

    Me va a decir que soy un puñetero, pero, tal vez por desconocimiento, yo no le doy la misma validez a algunos textos, sobre todo si no se conserva el original. Para mí, no tiene igual valor un original que una copia, o una copia de una copia, de otra copia, de otra copia más, de un original perdido. Durante los sucesivos procesos de copia, creo que no se puede demostrar que no se introdujesen interpolaciones, omisiones, errores, actualizaciones y demás. De hecho, al no conservarse el original y sí varias copias realizadas con el paso del tiempo, los especialistas suelen aludir al códice de tal sitio, de tal otro, del sitio cual, y todos son distintos ¿no?.

    Me llaman a la mesa, así que empezaremos por la vieiras, que por cierto tienen una Pinta estupenda tupenda :-)

  12. #62 A.M.Canto 25 de dic. 2006

    Balsense: Las citas últimas no las hice de la Crónica de 1344, sino directamente de la Crónica de Rasís. Las obras que me dice creo
    que fueron superadas por la edición de la Crónica de al-Rasís hecha en 1974 por D. Catalán y S. de Andrés (Fuentes Cronísticas de España III).

    Me permito remitirle a mi mensaje supra de 21/06/2006 19:10:00, donde hablaba de esto:
    "Estimado Pater: Puede Ud. fiarse de Rasís. Hace años que ando componiendo un libro denominado Fuentes árabes para la Hispania romana,
    puede Ud. ver sobre ello aquí mismo, en el artículo http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1597, bajo el argumento nº 19.
    Es cierto que la obra original de al-Razí (889-955) está perdida, y que la edición que tenemos es la traducida al portugués en la corte de D.
    Dinís de Portugal (1279-1325). Pero ello no debe ser motivo de descalificación, porque al escribano Gil Pérez se la iba leyendo un
    "Mahomad y otros", y el total es fiel, como en su día demostró Sánchez Albornoz (h. 1946) y confirmó Diego Catalán (1974). Esto se ha
    comprobado después, al empezar a conocerse la obra de un autor árabe posterior, al-Rusatí, que va siguiendo de cerca la obra de Rasís.

    No tengo a éste aquí ahora mismo, pero seguramente trae también la cita sobre Coruña. Se trata de un tipo de fuentes que ha sido muy
    desconocida y hasta despreciada tradicionalmente por los historiadores de Antigüedad y arqueólogos españoles, craso error.
    Las tres versiones manuscritas que hay coinciden en la noticia que a Ud. le interesa (Introd., cap. 14). Le paso la del msc. Ca, que carece
    de los prólogos interpolados de las otras dos versiones: "E este canto terçero [de la península] es a par / de una villa que agora llaman la Curuna".
    El manuscrito Mo la llama "la Curuena" (donde la e debe ser error por n) y el Es dice "la Curuña" (y el "agora" implica un nombre anterior,
    como Ud. suponía). En mi oPinión, la noticia original es de Rasís, porque justamente el msc. Mo tiene aquí otra interpolación larga de Jiménez
    de Rada y los otros dos terminan ahí este capítulo geográfico introductorio. Espero que estas noticias le agraden y sean de utilidad."

    Del trabajo que citaba en junio de Sánchez Albornoz dice Catalán (Introducción, p. XII): "En esos trabajos Sánchez Albornoz logró probar,
    sin dejar lugar a la duda
    , que la versión de Mahomad y Gil Pérez nos conserva (con la fidelidad e infidelidad esperadas en una versión de
    su tiempo) la Historia de España que, en la primera mitad del siglo X, escribió Ahmad ibn Muhammad ibn Musà al-Razí, el historiador por
    excelencia ("al-Tarijí") de al-Andalus, y que Gil Pérez no "mintió" (o metió) en ella ni más ni menos que lo que le leyeron Mahomad y sus
    auxiliares moros"
    .

    Por otro lado, en el parágrafo que Catalán dedica a las relaciones entre la Crónica del Moro Rasís y la Crónica de 1344 (pp. XVII-XIX), el autor
    (nieto de Menéndez Pidal y extraordinario conocedor de las fuentes medievales) concluye: "...Creo con Cintra que el cronista de 1344 no sometió
    el texto de Gil Pérez a un trabajo de amplificación retórica; bien al contrario, siempre que no sigue de cerca a la fuente, es porque la abrevia.
    Esta conclusión me parece firme si tenemos en cuenta que la Crónica de 1344 nunca amplifica retóricamente las otras fuentes que utiliza."


    Es fundamental también, como decía en junio, el que podamos ahora disponer de la obra de al-Rusatí (c.1147, ed. CSIC Madrid 1990, por Molina
    López y Bosch Vilá), que sigue mucho a Rasís, con la ventaja de que lo hace directamente del árabe; en los casos en que los he confrontado, y
    singularmente en el de Mérida, le comprueba. Por todo ello no puedo sino mantenerme en mi criterio: La Crónica de Rasís es una buena fuente
    histórica (para los andalusíes la mejor de su tiempo), y los casos en los que hay interpolaciones (en la Crónica General) son fácilmente distinguibles.

    Algo más: la referencia que cita Ud. sobre Valencia, que corresponde a la crónica de Abderramán I, sólo se conserva en las copias de Resende (p.
    282), separadamente, lo que Catalán referencia como "Res-Epist", parágr. 53 ss.).

  13. #63 giannini 26 de dic. 2006

    Para variar, me he olvidado del título entre tanta floritura y frote de la foto del piedrolito:

    Díaz y Díaz, Manuel C. Visiones del más allá en Galicia durante la alta Edad Media. Santiago de Compostela, 1985.

    Elpater, sólo quería decir que para Sánchez Chouza, desde 1208 hasta 1466, la documentación que consulta el autor, llama a La Coruña "villa", y después de 1466, "ciudad". Brigantium no murió del todo, pero sigo creyendo que me parece raro que alguien se ocupe a la altura del año 950 de Crunna, cuando en la documentación medieval hay que esperar, por lo menos a la Crónica del Pseudo Turpín, mediados del siglo XII, para encontrar mencionada por primera vez a Crunia.

    En mi oPinión, Al-Razí es un buen grano, pero que no hace granero, máxime cuando no se conserva el original y sí varias copias realizadas a posteriori, y por lo que leo, me parece que no se ponen de acuerdo los especialistas o los que conocen los textos de Al-Razí, en cuanto a su fiabilidad histórica.

  14. #64 Balsense 26 de dic. 2006

    No meio dos excessos natalícios não tenho muito tempo para responder condignamente às observações com que a professora Alícia nos enriqueceu.
    Espero assim que prestem mais atenção à intenção que ao fraco estilo e ortografia.
    ---
    A Crónica de al-Razi é, como sabe, apenas uma pequeníssima parte da "Crónica Geral de Espanha", que só é introduzida nesta obra na sua edição de 1344, que compila fundamentalmente os textos derivados da versão inicial de Afonso X.

    Devido às alterações e deturpações profundas que sofreu já na tradução de Gil Peres e, sobretudo nas versões castelhanas e portuguesas posteriores, a sua leitura exige uma descontaminação especializada, através de uma edição crítica de especialistas em fontes árabes.

    A sua leitura directa a partir dos manuscritos renascentistas, ou comentada por historiógrafos não especializados no período histórico-linguístico, é sempre arriscada e suspeita de erros de todo o tipo, nomeadamente os de anacronismo geográfico.

    A versão de Lévi-Provençal, realizada conjuntamente com Jaime Oliver Asín, é a primeira versão dessa edição crítica, que infelizmente não foi nunca publicada por esses autores. Enquanto não for substituída por outra continua a ser a obra de referência dos arabistas e historiadores do al-Andalus, relativamente a al-Razi.
    A obra de al-Ruzatí (séc. XII), de grande importância, poderá contribuir sem dúvida para a depuração da reconstituição de al-Razi. Aguarda-se que alguém de reconhecida formação assuma essa tarefa, retomando o projecto iniciado por Lévi-Provençal.

    Livre de mim querer pôr em causa a enorme erudição e conhecimentos de Diego Catalan sobre a historiografia medieval e renascentista peninsular. Tenho a oPinião convicta que a tendência actual para "matar o pai", muito comum em meios académicos medíocres, é um grave sintoma de degradação intelectual. As obras de Albornoz (ou, por exemplo, de Schulten ou Boch-Gimpera) serão sempre de conhecimento e meditação indispensáveis para estudiosos dignos desse nome e a sua extraordinária erudição constituirá, pelo menos no próximo século, uma fonte permanente de novas ideias.
    Porém, há mais de 50 anos que o campo científico dos estudos arábico-islâmicos peninsulares tem foros de cidadania, tendo tido enormes desenvolvimentos nas últimas duas décadas. Para além de obras ímpares de notáveis arabistas indígenas (desde Simonet a Garcia Domingues, por ex.) o conhecimento evoluiu graças ao extraordinário desenvolvimento da escola francesa, que hoje tem notáveis discípulos em Espanha e Portugal, já de segunda geração. Uma vez mais devemos estar reconhecidos ao facto de "ex Galia lux", apesar de ter demorado anos (até 1970) até aos medievalistas peninsulares mais evoluídos reconhecerem esta situação, saindo finalmente das suas carapaças ensimesmadas, auto-suficientes e frequentemente estupidamente arrogantes, herdadas dos anos 40.

    Chamo a atenção portanto que Catalan, apesar dos seus precedentes familiares (que são totalmente irrelevantes para o assunto), NÃO é um especialista de língua e estudos islâmicos e, que, portanto, as suas oPiniões, com todo o respeito que merecem, são oPiniões de não especialista.

    É nomeadamente do caso da "a cibdat que dicen Crunna" que viria "fuente árabe desconocida". OPiniões como esta têm um valor limitado, limitadíssimo neste caso, quando vão contra as conclusões fundamentadas de Lévi-Provençal e Oliver Asín.
    De facto, na reconstituição destes autores não surge nenhuma referência à Corunha.
    Os manuscritos que eles utilizaram foram:
    1.069 da Bibl. de Palacio
    de Morales (Escorial § 2,1)
    séc. XV editados por L. Cintra
    de Santa Catalina de Toledo
    Zabalburu, Madrid
    10.814 da Biblioteca Nacional de Madrid
    10.815 idem
    2-G-3 da Bibl. de Palacio

    Neste manuscritos tais referências são consideradas adições posteriores, inexistentes na obra original. Qualquer tentativa de os apresentar como prova de antiguidade exigirá portanto um novo aparelho crítico especializado, que não existe ao que eu saiba.

    Sugiro assim, modestamente, aos estudiosos galegos que tenham a maior reserva no uso dessa atestação "árabe" do séc. X, e que não percam demasiado tempo em malabarismos etimológicos não fundamentados.

    Boas Festas do Algarve

  15. #65 El Brujo Redivivo 28 de dic. 2006

    Giannini, no se olvide de que Trezenzonio dice que eso ocurrio trescientos años antes, pues tres siglos enteros y verdaderos se pasó en la Isla de Solistición, encandilado por el canto de aves y esas cosas. Fíjese más bien en lo que cuenta del estado de la Torre cuando vuelve, que es donde el lector podría pillarlo en un renuncio. Dice que la Torre está parcialmente derruída. En el pasado puede mentir, en el presente no. Añada eso al "Pinnam", próximo en el tiempo, y ahí tiene la torre a medio destruir.

    Trecenzonio está contando una fábula, parábola o como se quiera llamar (y como se deba, que yo de eso no sé y de lo otro tampoco). A.M.Canto, el bueno de Trecenzonio no vio el espejo, de haberlo habido. No es testigo de primera mano. En Trecenzonio el espejo, lo haya habido o no, es fábula, como fábula es la contemplación de la isla desde la Torre. Si la segunda es fábula procedente de Irlanda (islas del paraíso, como titula el gran Díaz su libro), el primero puede ser fábula procedente de Alejandría, todo ello componiendo un estupendo potaje en la caldera de la Torre.

    En cuanto a la arqueología, sigue valiendo lo que usted transcribe. Tal vez la novedad sean las dataciones de C14; no recuerdo si habían llegado ya cuando escribí el texto, pero creo que no. Lo cierto es que los resultados confirmaron punto por punto (si acaso precisan más el límite superior de la horquilla, poniéndolo en el IX mejor que en el X, aunque hablo de memoria) lo que decíamos basándonos en los textos, la estratigrafía y los materiales. No vea usted el alivio y la tranquilidad profesional que producen esas coincidencias.

    La verdadera lástima con el C14 es que un error del laboratorio impide conocer casi con totales garantías el momento de la construcción de la Torre. Me explico. En la acumulación de materiales romanos del momento de la construcción hay dos niveles superpuestos, ambos más o menos horizontales. El de más abajo es una acumulación de tierra, de superficie horizontal, sobre la que aparecieron bolsadas de arena granítica, gruesecilla como la que había antes en la playa de Riazor. Sobre esa superficie con los montones de arena se acumuló otra capa de tierra, así de memoria de unos 30 cm de espesor. Sobre la superficie de ésta, bien pisada, aparecían ya los restos de época romana (algunas cerámicas, algunas monedas, un acus crinalis, etc.). La interpretación que hacemos es que la primera acumulación de tierra es la de preparación del suelo de obra del momento de construcción de la Torre; las bolsadas de arena serían para preparar el mortero mezclándola con la cal. Una vez construído el edificio se habrían echado nuevas capas de tierra para preparar el piso del suelo exterior. Pues bien, entre ambas capas (es decir, sobre la superficie de la capa inferior, la que interpretamos como suelo de obra), encontramos una laminilla finísima de carbón, apenas unos miligramos. Si hubiésemos podido datarla, y si nuestra interpretación fuese correcta, habríamos tenido la fecha de la construcción del edificio. La laminilla de carbón, con su número, la enviamos al laboratorio, que nos contestó, como esperábamos, que la cantidad era insuficiente para tratarla por el método convencional, por lo que había que recurrir al AMS, quedando el propio laboratorio en encargarse de la gestión (creo recordar que la iban a enviar a Upsala en lugar de a Utrecht como habían hecho previamente con una muestra similar procedente de Dombate). Dijimos que adelante, y nos dispusimos a esperar resultados. Al cabo de un tiempo nos volvió a escribir el laboratorio, diciéndonos que la muestra nº XXX (el de la laminilla) había rendido una buena cantidad de carbón (no recuerdo ahora, pero como unos 15 gramos) y había proporcionado una fecha del siglo IV dC. Les respondimos que imposible, que esa muestra no podía tener esa cantidad, más bien más de mil veces menos, y que ellos mismos nos lo habían escrito antes diciendo que la iban a enviar a Upsala. En el laboratorio dijeron que efectivamente era como decíamos, pero no encontraron explicación para lo ocurrido más que un error de manipulación. Ahí terminó la fiesta. Una muestra perdida que, como suele ocurrir (Murphy rules), era la más importante. Cosas que pasan. Ya aparecerá otra, que Dios aprieta pero no ahoga.

    Pero nada de esto afecta a lo que pregunta. Sigue siendo válido lo dicho en su momento.

  16. #66 Abo 15 de jun. 2007

    Me gustan que estas cosas sean discutidas o habladas por expertos (tú caso) ya que lo que yo pueda decir no va a ningún lado por mucho que argumente hacia uno u otro lado.  las cosas no las veo muy claras, mira, el Trega se comenta que presenta una cronología constructiva que va de  Augusto a la época Julio/Claudia, es decir aproximadamente unos 60/70 años.  Per, el castro Trega es bastante más que esa esquina que se enseña a los turistas donde la puerta norte y las dos casas reconstruidas.  La puerta sur (no la sur de Merguelina por la puerta que él descubrió), la que se encuentra frente la norte a unos 700 metros y de ancho unos 300 m, es decir unas 21 Ha presenta el castro y sabe Dios lo que hay extramuros.  Precindiendo de todos los materiales prerromanos que se pueden retirar del Catalogo que hizo Xulio Carballo (y conste que no se encuentra catalogada la cerámica, me parece) toda esa multitud de casas, que son muchísimas mas de lo que se ve y con piezas moldeadas (y molinos) haciendo de cimentación es completamente imposible se construyesen y reconstruyesen en tan corto periodo de tiempo.  Imposible.  Pero, claro no es más que mi oPinión quizá muy equivocada.


    Salud.

  17. #67 El Brujo Redivivo 15 de jun. 2007

    (sigo, que le di a una tecla al ir a mover la pantalla)


    ... se me hace raro pensar que un castro costero que perviva después de los flavios no contenga en su expolio ni un fragmento de terra sigillata hispánica, produción que, según se está viendo ahora, se cuela por todas las rendijas.  Tampoco hay, o al menos no se reflejan en la memoria, ánforas típicamente altoimperiales como las Dressel 20. Las ánforas más modernas que se referencian, encontradas en los niveles más recientes del castro, son las Haltern 70, que comienzan con Augusto. Es decir, tenemos materiales de Augusto (que perviven, claro, mucho tiempo más), y no tenemos los materiales típicos y abundantes del último tercio del siglo I d.C. En esta situación, no me parece prudente afirmar una pervivencia de Baroña más allá de Claudio (por poner un límite).


    En cuanto al inicio, también parece forzar mucho las cosas restringirlo al I a.C. De entrada, porque materiales típicos del I a.C. aparecen en el nivel más reciente (el llamado IIb) junto con las Haltern 70 ya citadas: me refiero a otras ánforas que Calo clasifica como Dressel I B o C. Bajo este nivel hay dos más: el IIa y el I, todos ellos con, por ejemplo, fíbulas de largo travesaño sin espira. El resto de materiales son de difícil clasificación; las ánforas aparecen muy fragmentadas y sin formas significativas, y la cerámica castrexa todavía no está sistematizada con la suficiente precisión (y hace 20 años, tiempo que tiene la memoria, lo estaba todavía menos). Es decir, lo único que podemos afirmar de esos dos niveles inferiores es que, como muy recientes, pueden llegar al I aC.


    Lo que Calo dice es que no van más atrás del I aC. Pues no: claro que pueden ir más atrás. Lo que no pueden es ir más adelante, que no es lo mismo.


    Por eso digo que la postura de Calo es "conservadora", lo que, entendámonos, tampoco me parece mal. Puede entenderse como que no hay pruebas de que vaya más atrás del I aC, lo que es cierto, pero eso no quiere decir que no vaya más atrás: quiere decir, simplemente, que no sabemos cuándo empieza Baroña, aunque sabemos que comienza en el I aC o antes, nunca después.


    ¿Sabemos hoy algo más? Líbreme Shroud de afirmar nada sobre un yacimiento que no conozco en profundidad, pero tal vez los últimos años nos hayan proporcionado de alguna herramienta analítica que no existía cuando Calo y Soeiro escribieron su memoria. No me parecería inoportuno revisar las ánforas, por ejemplo. Sin afirmarlo, alguna hay que me suena a púnica (o neopúnica) del II a.C. La cerámica castrexa es más conocida después de los trabajos de Pepa Rey (posteriores a la memoria de Calo, por lo que él no pudo usar estos nuevos datos); en los dibujos y fotos de la memoria me parecen ver bordes de tipo Corredoiras, asas de jarras tipo Toraia, bordes y decoraciones tipo Borneiro A, y bordes y cuellos de los que Pepa Rey llama "facetados" y Carballo y Ruibal "aristados". Todo ello, sumado a las fíbulas de largo travesaño, vive tan bien en el II a.C. como en el I, y no veo motivo para restringirlo a éste, máxime cuando el I a.C. o parte de él está ya "ocupado" por la fase IIb, la más reciente. Me parece más justo decir que las fases I y IIa pueden ocupar cuando menos el II-I a.C. Añadamos además que las jarras Toraia pueden estar más cómodas en el III que en el I, lo que tira hacia atrás la cronología de esas primeras fases.


    Resumiendo, ahora de verdad: de Baroña comenzando en el 50 d.C., nada de nada. Ni Calo lo dice, ni los materiales lo soportan.


    La cronología propuesta por Calo va de comienzos del I aC a finales del I dC. Desde mi punto de vista, hoy se debería hablar más bien de un comienzo hacia el II aC (y tal vez antes) y de un final a mediados del I dC. En cualquier caso, los dos niveles más antiguos parecen ser claramente preaugusteos.


    Todo ello en mi oPinión, por eso de sacar la lengua un poco a pacer, sin un estudio serio ni profundo, y en buena parte de memoria, de modo que no lo tomen tampoco como oPinión firme, sino simplemente como una aportación espontánea al hilo de la conversación.


    Y que sea con salud.


     

  18. #68 Macornic 09 de nov. 2007

    Me ha encantado tu articulo Brigantinus, no podia estar mas de acuerdo, en mi oPinion, cualquier paralelismo que se quiera buscar Galicia-irlanda hay que buscarlo en el bronce

  19. #69 demetrius 18 de ene. 2008

    Si a álguien le interesa la oPinión de un simple aficionado:


    VALORANDO LOS DATOS APORTADOS OBJETIVAMENTE.


    1-La TORRE es romana.


    2-BRIGANTIO o BRIGANTIA estaban en o cerca de la península coruñesa.


    3-BRIGANTIUM o la mansio de Briganti@ estaría en o cerca de CIDADELA.


    4-La COHIC protegía un territorio determinado, por lo que su asentamiento debía estar más o menos en el centro de ese territorio. Si la zona a cubrir es la de las rias, lo más lógico es acantonarla en o cerca de Cidadela.


    5-La leyenda de Breogán es eso, una leyenda; bonita, pero leyenda.


    6-El espejo de la Torre probablemente sirviese como dispositivo de señales o telescópico, lo de de "arma de destrucción masiva" suena a ciencia-ficción.


    7-La relación Galicia-Celtismo es más que evidente, negarla o afirmarla ya es cuestión de ideologías personales. Explicarla y documentarla ya es otra cosa y ahí está la hermosura de las ideas.


    8-Cualquier prueba que me convenza de que alguno de estos puntos es falso me hará cambiar de oPinión. OJO, cualquier prueba, no cualquier oPinión.


    9-En lineas generales este es un foro muy instructivo y divertido, excepto las intervenciones "desaforadas" de algún "ponente" y el amago de romance entre dos a priori "rivales", que han sido desternillantes.


    10-Por cierto: ¿ qué fué de la COHIC ?


                                                     DEMETRIUS

  20. #70 giannini 25 de abr. 2008

    Estaba buscando un papel, que no aparece el puñetero, y me acabo de encontrar con este otro. Como este hilo fue el que tal vez recogió la mejor información sobre la Torre de Hércules, os copio -en transcripción rápida- lo que sigue.

    "Relación de los memoriales y decretos de los cónsules estrangeros sobre los faroles de la Torre de Hércules, tomada de los que paran en el Oficio de Guerra [de Galicia]

    Felipe Flaflorel, Adrián de Roo y Jácome Uvigandi, cónsules de Inglaterra, Holanda y Flandes, acudieron a capitán general, duque de Uzeda, diciendo: que con ocasión de haverse dispuesto de poder suvir a la Torre de Hércules, hallan conveniente que en dicha Torre se encienda un farol que sirva de noche de antorcha para guía de los navíos, y para que se pueda lograr cosa tan provechosa y su conservación, a lo adelante ofrecen en nombre de sus naciones que pagará cada navío que viniere a los puertos del reyno [de Galicia] y que tuviere 200 toneladas arriva, peso y medio de a ocho; los de zien hasta 200, un peso; y los de cien abajo, medio peso; y los de arrivada la mitad; y que igual paga harán los navíos de otras naciones y los de la Corona de España. Y que las Pinazas asturianas del comercio paguen dos reales de plata, y las de arrivada la mitad. Lo que era en utilidad pública. Y el zelo de V.E. se logrará en beneficio común, ya que en el dichoso tiempo de su govierno, tubo esto principio, debiéndose a V.E. y a su cuidado tener la Torre escalera, etc.

    Firmado este memorial por dichos cónsules, añaden abajo de sus firmas lo siguiente: y juntamente nos obligamos a hacer en el alto de dicha Torre dos cubos de piedra a modo de torriones en que puedan estar capazmente dos faroles encendidos de noche y que corra por nuestra quenta no sólo dicha fábrica, más el tener este empleo de la continuación y conserva de dichos faroles, cobrando nosotros los derechos referidos de los navíos, y encender los faroles a lo menos por diez años.

    Decreto del duque, de 17 de noviembre de 1684:

    Concedo la lizencia que aquí se me pide con calidad que ayan de hacer los dos torreones o cubos de piedra con sus faroles y mantenerlos de luz suficiente todas las noches del año; y por el tiempo de 10 años no se les quitará la percepción de lo que han de contribuir los navíos en consideración de los gastos que hacen.

    Los cónsules generales de las naciones del Norte, Pedro de los Ríos y San German, Jácome Uvigandi y Adrián de Ro, por otro memorial representaron al general Uzeda la intancia antecedente y lizencia concedida, y suplican en este se encargue al Adrián de Ro para que tenga cuidado de la cobranza del citado derecho que han de pagar los navíos en los puertos de Galicia.

    Por decreto de 16 de diziembre del mismo año de [1]684 difirió el general a la referida súplica.

    Acudió en 9 de enero de 1685 Adrián de Ro cónsul de la nación flamenca al citado general con otro memorial quejándose de que en la ría de Vigo algunos vageles se resistían a la paga del motivado derecho; por tanto, suplica se le libren despachos para aquella ría y más puertos del reyno a fin de hacerlo efectivo. A consequencia de que, dicho general mandó librar por el Oficio de Guerra el solicitado despacho.

    El Adrián de Ro dio poder a Antonio Gómez Catoyra, procurador de los juzgados de la ciudad para perciuir así en la Coruña como en los demás puertos, el derecho sobre los navíos.

    Hauiendo sido arrestado en el Castillo de San Antón el repetido Antonio Gómez Catoira, presentó éste en 26 de abril de 1687 un memorial al conde que capitán general del reyno, en seguida del duque de Uzeda, en que dize haver representado al dicho general la gravedad de los achaques que padece y la causa que le asiste sobre la prisión en que está sin culpa ni omisión alguna, y que se le tomase la quenta del fanal de la Torre de Hércules por los cónsules o la persona que se diputase; solicita se le visite por médico y dé soltura.

    Decretó el conde con dicha fecha lo siguiente:

    Justifique la razón que ha tenido para no encender el fanal y señale la persona que se obligue a hacerlo en ínterin que se le toma la quenta.

    En cumplimiento de este decreto, el citado Catoira, en 29 de abril del mismo año de [1]687, por ante Alverto Gómez Catoira, escribano, dentro del Castillo, señaló y nombró a Amaro Antúnez, vezino de la ciudad de la Coruña, maestro arquitecto y de esta facultad, para  que de horden del excelentísimo señor duque de Uzeda ha dispuesto los cubos para los fanales y su composición de la dicha Torre de Hércules, y echo otras obras de importancia, para que cuide de encender dicho fanal y perciba para ello lo que está concedido sobre los nauíos y demás embarcaciones que vienen a este Reyno en virtud de lo que está mandado. Acetó dicho nombramiento el Antúnez. Presentolo al general, quien por su decreto de 5 de mayo del dicho año de 16[87] lo aprobó concediendo al Antúnez la facultad de perciuir los derechos de las embarcaciones y encender los faroles en la forma que lo hacía el Antonio Catoira, con quenta y razón de los maravedices que entraren en su poder; y que se haga sauer este decreto al governador de la Plaza para que lo haga observar y se ponga con los demás papeles en el Oficio de la Guerra".

    Real Academia de la Historia, Cornide, 9/3918

  21. #71 Abo 02 de nov. 2018

    Bueno, me alegro que en tan poco tiempo ya se puedan ver todos los comentarios de este interesante post.

    DEMETRIUS:

    Coincido con ustéd en casi todo lo que comenta, desde luego en el punto 3º 

    3º "Brigantium o la mansio Briganti@ estaría en o cerca de Cidadela", en mi oPinión no es otra cosa que una oPinión sin más ya que no argumenta.  Un saludo. 

  22. Hay 71 comentarios.
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