Autor: uranus
domingo, 23 de abril de 2017
Sección: Historia Antigua
Información publicada por: Urano
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Historia de los celtas (también llamados galos o galátas)

El mundo celta.

Un rápido vistazo a los Orígenes de los Pueblos Celtas

Originarios de Asia, los celtas se extienden en progresivas migraciones por toda Europa. Primero ocuparon el Norte y Centro para irse desplegando en su carrera hacia Occidente que les llevaría  a las islas Británicas. norte de Francia, Suiza y norte de Italia para terminar en su progresión occidental en la península ibérica. Alrededor del siglo IV a.C. fueron desplazados del centro y norte de Europa, a consecuencia de las llegadas de otros pueblos, los pueblos germánicos.

Iniciada en la Edad de Bronce y consolidada durante la primera mitad  de la Edad de Hierro, nace la cultura de Hallstatt . La cultura de La Tène, desarrollada en la segunda mitad de la edad de hierro  marca la progresión y el esplendor de la cultura celta que finalizaría trágicamente con la invasión romana.

Los pueblos Celtas, de raíz indoeuropea,  han atravesado toda Europa en el primer milenio antes de nuestra era dejando huellas duraderas en los pueblos autóctonos que los Celtas organizaban. Con ellos llegaron los secretos del hierro, la lengua Gala en el caso de la Bretaña francesa y entre otros aportes culturales de gran valor, una nueva religión, el druidismo.

Los Druidas se integran a la naturaleza para descubrir sus secretos, conocen las plantas que curan, la astrología, la importancia de las relaciones entre el hombre y el cosmos. La religión Celta esta fundada desde entonces en la búsqueda de la armonía entre el hombre y la naturaleza, una filosofía que se adapta a la realidad, lo que supone la búsqueda de la comunión con la naturaleza y el conocimiento de su funcionamiento.

 La presión romana desde el Sur combinada con la progresión de los pueblos germánicos que invadían desde el siglo IV a.C. las tierras celtas del norte y centro de Europa, acabó por derrumbar la cultura celta hasta su sometimiento. La inexistencia de una nación celta, con un ejercito conjuntado que pudiera plantar cara a la maquinaria estatal romana hizo que estos pueblos sucumbieran ante ejércitos bien organizados, pero fue esta misma preexistencia tribal y familiar la que hizo prácticamente indestructibles los valores, las costumbres y por tanto la percepción religiosa, sus leyendas y folclore. Esa misma tribu e incluso esas relaciones familiares fueron fortalezas ante la invasión ya que su  origen y su manera de ser estaba sustentada interiormente, no era necesario un estado que protegiera el sentimiento celta. Nunca lo fue.

Territorialmente los celtas en retirada se replegaron en las costas Occidentales en Iberia y en las Islas Británicas intentando huir del empuje romano. Es ahí donde pervivirán, ocultadas por la patina imperial, el viejo carácter celta vivo y oculto. Sin embargo, no será hasta las invasiones de  los pueblos germánicos (visigodos, francos, burgundios, vándalos,etc), que la Galia desaparecerá arrasada, quedando tan solo la Bretaña Armoricana  como único territorio donde los celtas sobrevivirán bajo libertad vigilada. 

Irlanda: País Celta por excelencia

Irlanda ha sido la única tierra céltica que no sufrió la conquista o sometimiento de las legiones romanas ni de los pueblos germánicos. No fue invadida jamás por otro pueblo o cultura hasta el terrible año de 1172. Pero lo que no consiguieron romanos y germanos lo lograrían las "invasiones" religiosas de San Patricio y demás monjes cristianos. Eire sufre así su primer Gran Cambio cultural, el más importante desde su colonización celta. Pero si bien es cierto que el cristianismo marcó el inicio del fin del celtismo, no es menos cierto que la aparición de monasterios con reglas monásticas propias y una iglesia independiente de Roma generaron un gran resurgimiento no sólo religioso sino intelectual. Los monasterios irlandeses como centros de intelectualidad proporcionaron al resto de una Europa arrasada e inculta la influencia de la cultura celta, de sus leyendas, sus mitos, sus leyes, sus celebraciones e incluso de sus viejos Dioses que hasta entonces estaban bajo tradición oral y bajo condena de desaparición. De esta tradición se alimentarán más tarde los trovadores Occitanos y nacerán los Grandes mitos medievales. De esta manera, la existencia de los Celtas y su mundo nos es conocida por las historia del rey Arturo, de los Caballeros de la mesa redonda, del mito del Graal y de Merlín. Pero la cultura y la influencia de la civilización Celta tienen una importancia mayor para nuestras raíces.

Siglos más tarde, comienzan los saqueos noruegos. Es la época del mítico rey de Irlanda Brian Boru que atajó dichos ataques y salvó a la isla de ser invadida ( batallas de Limerik y Clontarf) aunque perdió su vida lo cual le transformó en un héroe mítico para el pueblo Irlandés.

Pero la pérdida total de Irlanda y del celtismo no tendría lugar hasta el año 1172, en el que fué invadida por las huestes del rey Enrique II Plantagenet rey de Inglaterra y Señor de buena parte de Francia. Con su invasión también obtuvo del Papa la soberanía de su iglesia, con lo cual perdía su carácter independiente.

Desde entonces una represión continua por parte de Inglaterra en todos los campos ha conseguido diluir buena parte del celtismo religioso (substituido por el catolicismo) si bien no pudo con el celtismo cultural.

No sería hasta 1921 que los Británicos reconocerían la autonomía de Irlanda, iniciando así un proceso que concluiría en 1949 con la declaración legal de la República de Irlanda que pasó a llamarse Eire. De la vergüenza de Irlanda del Norte mejor no hablar, tan solo alegrarnos de que se ponga fin al sin sentido y la violencia y se abran vías al diálogo, a la normalización y a la autonomía.

Los Druidas Antiguos

" El druida tenía un papel preeminente en la sociedad celta.  Los romanos sentían un gran temor hacia ellos, mostrándolos como practicantes de sangrientos sacrificios humanos, que paradójicamente los romanos también practicaban. Los romanos temían las ideas y las prácticas sociales encabezadas por los druidas, totalmente contrapuestas a las romanas (igualdad social de la mujer,  tierras colectivas, gobierno mítico) así como la capacidad que tenían de poder encabezar una rebelión contra Roma. De hecho fue solo en el momento álgido de la expansión celta cuando los griegos y romanos empezaron a hablar de los druidas como filósofos, jueces, educadores, historiadores, doctores, videntes, astrónomos y astrólogos, es decir, como clase intelectual nativa de la sociedad celta.

Los Griegos fueron los primeros  que mencionaron la palabra “druidae” y las primeras referencias sobre ellos aparecen en los escritos de Diógenes Laercio, un griego del siglo III e.c. En su libro “Vidas y Opiniones de filósofos ilustres”  aparecen máximas y epístolas de Epicuro, Solón de Atenas y Periandro de Corinto, citas de Aristóteles y Sotión de Alejandría, quienes escribieron sobre los druidas.

Del mismo modo que Keltoi, la palabra Druidae es posiblemente de origen celta. Se creía que estaba emparentado con el griego “drus” que significa “un roble”, según indican Estrabón y Plinio el Viejo. También se cree que esta palabra deriva de la palabra raíz dru-wid “conocimiento del roble”, donde “wid” significa “conocer” o “ver”. Así, la palabra druida significaría, literalmente, “aquellos cuyo conocimiento es grande” o “conocimiento sólido”. Sin embargo, también se ha dicho que la palabra druida procedía de una palabra celta que podía significar “muy cognoscible”.

El origen de la casta druídica tiene sus raíces en la época en que los primitivos cazadores-recolectores vieron al roble como símbolo de plenitud (en el período anterior al año 4000 a.c. los bosques de robles cubrían Europa). Estas gentes recogían bellotas para alimentarse, que eran fáciles de almacenar para su consumo en épocas duras. Parece ser que hasta el siglo XII se consideraba la bellota básica para la alimentación, equipara ble al grano. También la madera del roble ayudaba al sustento de la tribu: madera para hogueras, viviendas…  Estas gentes observaron que el roble era el árbol más útil y generoso, surgiendo una veneración hacia él y apareciendo “los sabios del Roble”, ya que tener un conocimiento de los árboles proporcionaba técnicas de supervivencia y sabiduría.

En el primer milenio a.c., cuando comenzó la expansión celta, toda persona de cultura en la tribu era considerada poseedora del “conocimiento del roble”. En la propia religión, el roble siguió siendo venerado como símbolo del crecimiento de las plantas, teniendo cada tribu su propio árbol sagrado, el crann  bethadh  (árbol de la vida), su tótem y talismán. Un ataque contra un Clan rival podía tener como fin destruir el árbol para desmoralizar al enemigo.

Los druidas aparecen como casta intelectual, y pueden encontrarse en cualquier parte donde hubiesen asentamientos celtas. La casta de los druidas la formaban tanto hombres como mujeres; los druidas eran a los celtas lo que los brahmanes a los hindús, una casta intelectual. Cesar afirmó que “se cree que el sistema de los druidas fue creado en Britania y fue llevado de allí a la Galia” C. D. Artois dice que los druidas surgen en los celtas gaélicos que sobrevivieron cuando los Britones cruzaron a Britania e impusieron su dialecto a los habitantes celtas gaélicos. Hacia el año 200 a.c. volvió a la Galia donde fue conocido por los Griegos. Por ello los druidas solo se mencionan en zonas como Galia Cisalpina, Galacia o Iberia..... ...No existe evidencia histórica que demuestre que los druidas fueron un sacerdocio precelta. De hecho, los celtas tenían un sacerdocio llamado GUTUATRI que significa portavoces (de los Dioses) y la palabra gala esta emparentada con la irlandesa GUTH. De hecho, los Gutuatri aparecen como una subdivisión de la casta de los druidas.

Hasta la época de la conversión al cristianismo, no fueron escritas todas las enseñanzas, mitología, historia y filosofía de los celtas. Tras la conversión se supero la prohibición druídica de poner por escrito los conocimientos druídicos, pero sin embargo la actitud de los cristianos hacia los druidas fue de enemistad, ya que eran retratados como enemigos del Cristianismo, protectores de la Antigua Religión y eran considerados chamanes, magos y brujos. Sin embargo. Como dice el Dr. Douglas Hyde e su seminario “Historia Literaria de Irlanda” (1899) “existía un número suficiente de personas en la Irlanda cristiana primitiva que no consideraba a los druidas completamente malos, sino que creían que podían profetizar, al menos en el interés de los Santos” .

De hecho, fueron los druidas insulares lo que preservaron las tradiciones nativas hasta la dominación del mundo celta continental por el Imperio Romano. Sin embargo, esta preservación fue a través de ojos cristianizados, y de dos fuentes: la Irlandesa y, en mayor medida, la Galesa. En la Irlanda medieval seguían existiendo la clase druida y sus subclases: Druidas (Druí), Vates (Faith / Faidh / Fili) y Bardos (Bard). En terminos Irlandeses corresponden a “Mago”, “Profeta” y “Poeta”.

En el “Libro de las Invasiones”, Amergin, un Milesio, es considerado el primer druida de los gaélicos en Irlanda. El es quien pronuncia el primer juicio en Irlanda al decidir que Eremon debía ser el primer rey Milesio del país. Sin embargo, Amergin no fue el primer druida conocido en Irlanda; Partholón tenía tres druidas; Fios, Eolas y Fochmarc (los tres nombres significan conocimiento). También fue un druida de los Nemedios, Mide, quien encendió el primer fuego druídico en Uisnech (Ráthcorath, Condado de Westmeath), el “ombligo de Irlanda” o punto central exacto del país. El primer fuego ardió durante 9 años, y cualquier fuego sagrado de Irlanda procedía de este. Desde entonces, los druidas se reunían cada año para alumbrar los fuegos de Bel (Beltane – 1º de Mayo) en Uisnech, donde se alzaba la piedra de los límites (Aill na Mirem). Bel era una divinidad solar, que reunía las almas del pueblo y las acompañaba al Otro Mundo. Otros nombres de este Dios eran Belenos, Beli y Bilé. En Uisnech era también donde el Rey Supremo, Tuathal Techtmhair, construyó un palacio y creo la quinta provincia, Midhe, como territorio exclusivo del rey Supremo en Tara, una zona neutral donde podía vivir para que los asuntos de su propia provincia no fueran mayores que los del resto de provincias. Se identifica Uisnech con el monte Killarus, donde según Geoffry de Monmouth, Merlín , el arquetipo de druida de la saga Artúrica, cogió las piedras con las que se dice edificó Stonehenge.

La reunión anual de Druidas en Uisnech coincide exactamente con lo que Cesar cuenta de los Druidas de la Galia: “en fecha establecida cada año, mantienen una reunión en el país de los Carnutos, que se supone es el centro de la Galia”.

Los Tuatha De Danaan también tienen sus Druidas. Los Hijos de Dana proceden de cuatro ciudades fabulosas: Morias, Urias, Arias y Senias. Ogma, hijo de El Dagda, se convierte en Dios de la Elocuencia y la Poesía y se le considera el Dios de los Druidas. Los druidas de los Tuatha De intentaron rechazar a los Milesios invocando a la tormenta y un druida Milesio, Caicher, profetizó la victoria de su pueblo sobre los Tuatha. El druida más interesante es Mug Ruith (o Magh Ruith), druida jefe de Irlanda y considerado también como druida jefe del mundo. Parece ser que originariamente fue un Dios Solar y su nombre, Mugh Ruith, es un eufemismo de Roth, “rueda solar”. Es capaz de secar las aguas, vive recorriendo sus 19 reinos y se le conoce como Mac Seinghesa, “Hijo de la Antigua Sabiduría”.Conduce un carro de metal blanco, lleno de gemas brillantes y puede viajar por el aire como un pájaro. De hecho, mantiene una batalla aérea con el druida Ciothruadh para, tras vencerle, expulsar al Rey Supremo del Munster.

Existen otros druidas en la tradición Irlandesa: Findgoll Mac Findemas, druida dedicado a Bres; Trosdan, que inventó un antídoto contra el veneno de las flechas de algunos invasores de Irlanda; Cabadios, abuelo de Cuchulainn, y Morann, juez supremo y druida del Ulster;  Tages, padre de Murna, madre de Fionn Mac Cumhail; Lamderg, un druida ermitaño que vivía en una montaña en Donegal. También existió un druida llamado Croad ba Druí que es considerado el antepasado de los cruthín (pictos) del Ulster. En el ciclo Irlandes de Fionn Mac Cumhail aparece Fir Droirich, “el druida negro” que convierte a Sibh, futura esposa de Fiann y madre de Oisín, en cervato.

Se cuenta en el “ciclo de la Rama Roja” que Cathbad, druida consejero de Cónchobar Mac Nessa, Rey del Ulster, disfrutaba del estatus original de los druidas: nadie estaba autorizado a hablar en asamblea antes que el Rey, pero el rey no podía hablar antes que Cathbad. Por ello, vemos que Cathbad el druida tenía un estatus superior al del Rey.

Decía Dión Crisóstomo que los druidas  estaban tan altamente considerados socialmente que “a los reyes no les estaba permitido adoptar plan o decisión alguna sin haberles consultado”. Los druidas parecen en el nombramiento de los Reyes de Irlanda; Conall Gulban debe su nombre al druida Muireadhach Mearn, rey de Calraighe y, cuando fue herido, le curó Dúnadheadch, el druida de la princesa Doireann. El Rey Supremo, Laoghaire, envió a sus dos hijas a ser instruidas por dos druidas de Cruachant, en Connacth.

Pasando ya a la era cristiana temprana, los druidas aparecen como “brujos”. Según la leyenda, San Patricio se enfrenta a unos druidas que pretenden celebrar sus “fiestas paganas”. Lucet Mael (“seguidor de Lugh + Torsurado) profetiza con otro druida, Lochru, el final de su poder y el advenimiento del cristianismo. En este escrito, “La vida tripartita de San Patricio”, Muirchú Moccu Machteni de Armagh señala que Tara, la sede de los Reyes Supremos de Irlandeses, era “la principal sede de la idolatría y el druidismo en Irlanda”. Los dos druidas mencionados anteriormente disputan con San Patricio y, mientras en la versión de Muirchú, el druida Laoghaire es convertido al cristianismo, en la versión de Tirechán, de la misma época, Laoghaire rechaza el bautismo y cuando muere es enterrado como un guerrero, según la manera pagana tradicional, en posición vertical y completamente armado, en los terraplenes de Tara y con la cara vuelta hacia sus enemigos.

Lucet Mael es la típica nueva imagen del druida en el cristianismo: se le ve como un brujo por su habilidad de influir en el clima, crear ilusiones, interpretar sueños, curar enfermedades, proferir maldiciones y proporcionar consejos militares. También en “La Vida Tripartita de San Patricio” se habla del intento de asesinato sufrido por el Santo de la mano de 9 druidas, instigados por Amalgaid. En el libro “La Vida de San Patricio” aparece la misma historia, aunque esta vez son 8 druidas más Amalgaid, que vestían túnicas blancas cuando intentaron matar a Patricio. También aparecen dos druidas de forma mas benigna: Ida y Ono, druidas de Corchachlann, que regalaron a Patricio su casa, Imleach Ono, que fue convertida en la fundación religiosa de Elphin (Ailfinn, piedra blanca).

Colmcille (Santa Columba) recibió su primera educación de un druida, aunque en otros escritos se dice que fue un clérigo. En el “Libro de Lismore”, el druida es llamado profeta (Faidh). El druida predice que Colmcille será famosa tanto en Irlanda como en Escocia.

De todos modos, los druidas como símbolo de gente informada o sabia, siguen apareciendo durante mucho tiempo en la literatura Irlandesa. Según estas informaciones, los druidas masculinos estaban tonsurados. Se supone que la tonsura druídica derivo a la tonsura de los religiosos cristianos celtas. Sin embargo, al ser de origen druídico, San Patricio ordenó la excomunión de todos aquellos clérigos Irlandeses que se negasen a afeitar al modo romano, pero parece ser que no tuvo éxito. Parece ser que la tonsura romana no fue aceptada hasta el Siglo VIII. De todos modos, la tonsura Irlandesa era usada por la casta guerrera, la intelectual y la sacerdotal.

Los druidas históricos se casaban y tenían hijos. Parece ser que se trataba de una casta hereditaria, según confirman textos antiguos. Respecto a su vestimenta, la primera alusión que aparece es la de Plinio, indicando que visten ropas blancas. Sin embargo Estrabón dice que vestían ropas multicolores bordadas en oro (se cree que podría ser un tipo de tartán o tela escocesa a cuadros). Se dice también que llevaban collares dorados en forma de serpiente, asociada a los héroes. Estrabón retrata a los druidas con los pies descalzos, pero en el “Tain Bo Cuailnge” llevan sandalias, y el archidruida lleva una guirnalda de roble en la cabeza, y una tiara dorada decorada con “Piedras de Serpiente”. Cuando celebraban un rito, se ponían una capa blanca con un cierre dorado. Aunque las referencias en literatura Irlandesa son la principal fuente de información, también aparecen referencias a druidas en la Isla de Mann, en la Isla de Iona y en la misma Escocia. Allí es donde fue exiliada Colcilla (Santa Colomba) y se enfrentó con Broichan, druida y tutor del Rey Bruide. Colmcille era totalmente anti-druida y en un poema atribuido a ella, se mofa de la tradición por la que los druidas podían adivinar por un estornudo, o por el murmullo.

Alrededor del siglo VII, los escoceses pictos se habían convertido al cristianismo. Incluso el Rey Nechtan se convirtió en protector de un grupo de monjas de la Casa de Santa Brígida en Kildare, que habían ido a Escocia a fundar una “Casa Hija”. De todos modos, existieron en el folclore restos de las tradiciones druidas, como el ritual “Taighairm” de las Highlands, donde un vidente se envolvía en la piel de un toro recién muerto, a la espera de que llegara la visión.

Cuando los druidas de Gales aparecieron en la tradición literaria Galesa, eran ya una clase de Bardos y Poetas. La mayoría de referencias de druidas en la literatura Galesa hablan de ellos como poetas y profetas sabios. Hay una referencia histórica de un historiador Galés del siglo IX, Nennio, que escribió una “Historia Britonnum”. Hay 18 capítulos dedicados al ascenso de Vortigern, Rey del sur de Britannia al comienzo de la retirada de Roma, a mediados del siglo V. Cuando Vortigern fue excomulgado por adherirse a la herejía Pelagiana, reunió a 12 druidas para que le aconsejaran. En otros escritos, se dice que “los bardos son los jueces por excelencia, incluso los druidas del circulo, de los cuatro dialectos…” También encontramos en “El Bastón de Moisés”, un poema incluido en el “Libro Rojo de Hergest”, que “cada oración de una mujer de alta cuna ha sido cantada por alguno de los druidas”.

Parece ser que, ha diferencia de Irlanda donde los druidas aparecían en el sistema legal de Brehon, en el sistema legal Gales  (las Leyes de Hywel Dda) no aparecen.  Por lo visto, en Gales no eran un grupo con reconocimiento legal. Así pues, en el siglo XII los druidas habían sobrevivido en Gales únicamente como una fraternidad poética. Curiosamente, en la literatura Galesa no aparecen enfrentamientos entre druidas y predicadores cristianos. Sólo en “La vida de Gwinear” aparece la historia de Teudor “que temió que su pueblo se convirtiera al cristianismo” y condenó a muerte a alguno de los predicadores (Gwinear, Piala…) Decapitó a Gwinear y se llevo su cabeza como trofeo, por lo que se cree que Teudor fue no solo Rey sino druida y defensor de la Antigua Fe. En Bretaña, destaca una historia en “La Vida de San Guénolé” siglo IX. En ella indica que los druidas casi habían desaparecido de Bretaña en el siglo VI, últimos seguidores de una religión muerta. Sin embargo, los druidas son descritos con gran simpatía.

La historia habla del semi-legendario Rey de Kerneu (Cornuailles). El Rey Gardlon se muere y envía a buscar a Guénolé. Cuando el monje llega, descubre allí a un druida. Gardlon le pide que no sea cruel con él, pues los druidas conocen la profundidad del sufrimiento “Los males que yo he padecido no son nada comparados con las agonías por las que ha tenido que pasar el….. ¡El ha perdido a sus Dioses! ¿Qué pena puede compararse  a esa? Una vez fue un druida, ahora llora una religión perdida”.

Gardlon muere y tanto el monje cristiano como el último adorador de Tutatis entonan sus salmos y cantos fúnebres. El cuerpo es lavado en un manantial cercano y envuelto en lino para ser llevado a Landévennec. El druida se dirige entonces a Guénolé como "hermano, pues ¿no procedemos ambos de antepasados comunes?". El druida pide a Guénolé que erija una Iglesia en aquel lugar "para que las personas enfermas puedan encontrar la salud y los apesadumbrados la paz" pues aquel lugar era sagrado desde tiempos inmemoriales por un bloque de granito rojo. Al tocarlo, el ciego recuperaba la vista, el sordo el oído…

 "Que el santuario que construyas herede las mismas virtudes; ese es mi deseo, el deseo de alguien que ha sido conquistado pero se resigna al cambio de los tiempos, alguien que no siente amargura ni odio. He dicho."

Guénolé sintió gran simpatía por el druida a pesar de una breve discusión teológica cuando el druida rechazó "el camino de la vida" que le ofrecía el religioso, señalando el cielo azul he indicando que, cuando llegase el tiempo de pasar al otro mundo, quizás ninguno de ellos pudiese encontrar nada excepto "un gran error".Guénolé se escandalizó, "creer es conocer" argumentaba a la manera cristiana. Le ofrece al druida refugio en la Abadía de Landévennec, pero el druida lo rechaza diciendo que prefiere sus senderos del bosque. "¿No llevan todos los caminos al gran Centro?" dice antes de partir. Es una filosofía que a nuestro intolerante mundo moderno le cuesta aceptar. Es curioso que los mismos cristianos que mostraron respeto por los druidas en el siglo IX, en tiempos posteriores mostraran incomprensión e intolerancia. "

La historia Mítica de Irlanda  y su extrapolación a todo el mundo Céltico

En el "Lebhor Gabhala Eireann", el "Libro de las Conquistas de Irlanda", se relatan las invasiones sufridas por Irlanda. Estas historias sobre el origen de los irlandeses han sido "interpretadas" de diferentes maneras, cuestión que ha provocado más de una disputa entre los historiadores.  Para nosotros todas esta ‘teorias’ tienen un evidente trasfondo político dependiendo de la nacionalidad del historiador. Si bien es cierto  que se reconocen dos grandes migraciones celtas a Irlanda: la primera entre los años 1000 y 1300 a.C. y la segunda, en los siglos IV y V a. C.,  se duda del lugar exacto de su procedencia.

Nosotros pensamos que el viejo relato contiene mucha más información céltica que la pura referencia histórica. Es una leyenda sobre el origen mítico de toda la cultura celta que se habría de interpretar bajo otras claves..

Tres pueblos llegaron a Irlanda (síntesis de toda tierra céltica), antes de la llegada de los Tuatha De Danan.

Primeramente llegó la raza de Partolón, el hombre primitivo. Al poco de establecerse hicieron su aparición los que serían los viejos Dioses de la Tierra. Los Fomoré.

Los Fomoré, representados como seres deformes e incompletos, pues eran Dioses imaginados desde el temor que producían los fenómenos de la Naturaleza y por tanto no eran la verdadera esencia divina, representaban la crueldad de la Tierra y la indefensión que el hombre sentía ante ellos.

La raza de Partolón, indefensa ante las circunstancias más fundamentales que la propia existencia provoca, fueron aniquilados de forma pasiva, de ahí que la leyenda los enfrente ante una epidemia que los destruye sin remisión.

Tras ellos, hace su aparición la belicosa raza de Nemed y como sus predecesores se enfrentarán a los Fomoré. El hombre evoluciona, sigue sintiendo temor por la crueldad de la Naturaleza pero le planta cara, es decir, intenta dominar la Tierra, ya sea por Conocimiento o por Adoración, cuando sus recursos fallan.

Es por ello que la mitología nos cuenta como ambos pueblos lucharon contra los Fomoré,  pero nunca entre ellos.

 Llegaron por separado y no coincidieron en el tiempo, ya que representan estadios diferenciados de la evolución humana, pero en ambos existe un denominador común. Enfrentados con los antiguos Dioses de la Tierra fueron exterminados ya fuera por la enfermedad o por la fuerza (la batalla de la torre de Connan).

Estas razas tuvieron en la Tierra a un adversario cruel. De ahí los tributos sangrientos exigidos por los Dioses. La Tierra no era para ellos la Gran Madre dadora de privilegios a la tribu, es por ello que estos pueblos podrían referirse a culturas previas al nacimiento de la agricultura, aunque en las leyendas se refieran a estos pueblos como dominadores de estas técnicas.

No debemos olvidar que estas leyendas se redactan, se amplían y rescriben en diferentes épocas posteriores. Sin ir más lejos, hay que ir con mucho cuidado para identificar añadidos propios a la Edad Media en estos relatos. En esta época, los redactores de los viejos mitos intentaban por todos los medios ocultar la vieja religión y añadían una pátina propia al evemerismo cristiano de su tiempo. Sin ir más lejos, las necesidades cronológicas para emparentar linajes con la descendencia de Noe, la eliminación de Dioses otorgándoles linaje humano (más aceptable a la religión cristiana) o cambiando lugares y nombres, como Mag Mor (la Gran llanura referida a la región de los muertos situada al Oeste, pasa a ser España, país situado al Oeste tras la gran llanura del océano).

La conquista de las técnicas agrícolas, otorgan el asentamiento, en contraposición al nomadismo, lo cual permite aflorar la sabiduría gracias al bienestar surgido de la Tierra.

La llegada de los Fir Domnann, los Gaileon y los Fir Bolg previamente a la aparición de los Tuatha De Danann de los que serán contemporáneos, marca la aparición de tres pueblos que son uno y que a su vez son el tercer pueblo primitivo antes de la gente de Dana. La relación numerológica, resulta muy interesante y también seria digna de ser desarrollada.

Estos pueblos, no lucharon contra los Fomoré, es más, al jefe de estos muchas veces se le denomina El Dios de Domna. Parecería que estos pueblos que aparecen tras la agricultura mantenían otra relación con la Tierra. La reconocen como Gran Madre tanto dadora de Vida como también de Muerte. Es el inicio del culto Lunar a la Diosa Madre, anterior al culto Solar de un Dios Padre.

Recordemos que estos pueblos hacen referencia a pueblos humanos, ya que según narra la epopeya heroica irlandesa, los actuales habitantes de la isla, descendientes de otro pueblo humano, los hijos de Mille, que serán los que destierren a los Tuatha a los sids, los encontraron establecidos en la isla a su llegada.

Por eso mismo la llegada de estos pueblos no se produce en Beltane, como en las ocasiones anteriores en las que una raza genérica arribaba a la isla, sino en Lugnasad. Lugnasad es la fiesta propiamente de la tribu y por tanto de la humanidad. Los tres pueblos, se identifican con los elementos de Tierra, Agua (saco) y fuego (lanza) mientras que se reserva el elemento Aire para los Tuatha. Recordemos que esta raza de Dioses llega, como no, en Beltane y se narra que llegaron desde el Aire.

La llegada de los Tuatha, como Dioses de la tribu, marca el inicio de la fusión de los viejos Dioses Fomoré, pura Tierra, que son vivificados por el Aire de los hijos de Dana. Es por ello que encontramos en la mitología parentescos e interrelaciones entre ambas razas divinas.

Lug, la ciencia, la sabiduría el intelecto vivificador nace de la unión de ambos, del Tuatha Cian con la Fomoré Eithne. Pero el fruto de esta simbiosis mística es entregado a Tailtiu, esposa de Eochaid rey de los Fir Bolg, una humana adoradora de los viejos Fomoré. Por ello la iluminación de los nuevos Dioses se deposita entre los humanos y lógicamente la consecuencia de este acto es el nacimiento de una nueva espiritualidad.

 Los hijos de Dana son los Dioses de la Tribu. Esta nueva espiritualidad, síntesis de la vieja religión proyectada y humanizada, lleva irremediablemente a la evolución de las creencias humanas. Lógicamente, el fin de los Fomoré era irremediable de ahí las ‘guerras’ con ellos y la lógica muerte de Balor, el del ojo maléfico, trasunto de un sol aniquilador a manos de un sol humano que fertiliza la Tierra y trae el bienestar a la tribu.

La mejor manera de conmemorar este hecho es mediante la festividad de Lugnasad.

La cosecha dadora de vida para la Tribu conmemora la aparición de los Tuatha, de la espiritualidad enfocada al hombre, generosa con él. En definitiva la perpetuación de la Vida. Es lógico que esto se produzca cuando Tailtiu, última representante de los pueblos adoradores de los Fomoré, muere tras haber modificado su adoración (a la muerte de su esposo, rey de los Fir Bolg, contrae matrimonio, o sea, se UNE a un Tuatha De Dannan).

La llegada del Druidismo y de toda la Magia como Conocedora de la Naturaleza se debe a los Tuatha, pero no olvidemos que no existiría la misma sin su fusión con los Fomoré.

Cultura Celta NO Raza Celta

Actualmente se suele considerar que son seis las Naciones Celtas atendiendo al elemento integrador de lengua céltica hablada en el territorio, pero si atendemos a un concepto menos restrictivo de identidad nacional basado el el hecho cultural, musical,  folclórico y costumbrista serían nueve que no ocho las Naciones Celtas para nosotros: Eire, Escocia, Isla de Man, Gales, Cornualles, Bretaña, Galicia, Asturias y Cantabria (algunos incluyen también como célticas a zonas del norte de Italia, en la actualidad).

También seria bueno desmitificar para todos aquellos fantoches que coquetean con los conceptos de razas superiores o razas europeas que el posible origen ario del pueblo celta es un concepto que cae en desuso para los historiadores serios que van llevando a cabo nuevos descubrimientos.

"El pueblo celta es étnicamente el resultado de ,cito, un hibridismo racial, resultante de la fusión de muy variados elementos, muchos de ellos ni siquiera indogermánicos, y sin ninguna unidad antropológica, con esto se explica que no obstante el carácter indogermánico de la lengua y pese al tipo antropológico netamente nórdico de los esqueletos encontrados, en todos los territorios celtas abundan tipos antropológicos variados y diversos”.

Por tanto, la fusión racial del pueblo Celta es un hecho notorio ya que sus migraciones y mezclas con los diversos pueblos europeos lleva a poder asegurar la inexistencia de una raza céltica.

Actualmente los antropólogos huyen del rancio concepto de raza ya que es poco asumible para la complejidad humana. Es más lógico hablar de cultura, arte, tradiciones, música, leyendas, lengua etc aspectos que interrelacionados describen y personalizan un pueblo o una etnia.

No hablaremos por tanto de raza céltica sino de cultura o etnia celta, que comparte rasgos con otros pueblos y naciones con identidad propia .

Muchas patrañas se han contado del pueblo Celta y de su tradición cultural, sobre todo después de la invasión de la Gália y  de la cristianización de Europa. Sea como fuere, hay algo que si une a los Celtas, su carácter. Ellos han sido definidos como:

”Alegres, poéticos, piadosos, crédulos, sagaces, patrióticos, gregarios, valientes, indisciplinados, indolentes, amables, avisados y tercos ", toda una declaración de principios a la que añadiría su vitalidad, su gusto por la vida con todo lo que conlleva, el Amor, el Honor, el Sacrificio y Entrega hacia los suyos, su Amistad y su gusto por las celebraciones, las fiestas llenas de cantos,  buenas viandas y buenos vinos.

Astrología Celta (Horóscopo Celta).

La astrología celta consiste en el sistema astrológico practicado por los antiguos celtas. Poco se conoce sobre este sistema nativo de astrología, tal y como se describe en algunos manuscritos irlandeses antiguos de los cuales ninguno ha sido publicado o traducido completamente. Sin embargo, parece que se ha basado en un sistema indígena de símbolos irlandeses y no en ninguno de los más comúnmente conocidos sistemas astrológicos como los de Occidente o chinos.

El término «astrología celta» también se ha usado con inexactitud para referirse al calendario de árbol inventado por el escritor británico Robert Graves (1895-1985), el cual se inspiró en su superficial estudio del guion Ogham. Graves detalla el sistema en su poético ensayo La diosa blanca (1946). Aunque algunos autores modernos lo han popularizado como el «Calendario de árbol de Graves», no tiene relación alguna con ningún calendario celta histórico.

Información de complemento.

Historia de los celtas

Se presume que los celtas existimos desde el año 2000 a.C. (fin de la Edad de Bronce) y alcanzamos el culmen de nuestra cultura en la Edad del Hierro.

En aquella época estabamos divididos en dos grupos, los primeros abarcaban Europa, desde el río Danubio, vivían de la agricultura y de la artesanía y eran el grupo más pacífico de los dos; el otro grupo, los celtas guerreros como los conocemos hoy, que venían de Los Balcanes y disponían de un buen ejército.

Eran estos celtas guerreros los que conocemos por haber saqueado Roma y Delfos, y por haber conquistado grandes partes de Europa.

Transmitimos nuestro idioma, costumbres y nuestra religión a los pueblos de la zona conquistada.

Nuestro territorio se extendía, en su época de mayor expansión, desde el bajo Danubio hasta las Islas Británicas, desde España hasta el mar del norte.

Los celtas guerreros eran conocidos por su caballerosidad, su orgullo en la lucha y su ánimo, pero también por su sentido por la música, la poesía y la filosofía.

Los celtas fuimos llamados Keltoi por los griegos, de los cuales y gracias a su tradición escrita, parten casi todas las historias referentes a nuestro pueblo.

Nuestra memoria, se remonta hasta tiempos muy antiguos, la tradición oral ha resistido el paso de los siglos, a pesar de que casi toda la cultura céltica fue extinguida por los romanos desde César y, más tarde, por los cristianos.
Los Celtas hemos captado siempre la fascinación de historiadores y arqueólogos, y sobre nosotros han corrido ríos de tinta.
Desarrollamos las denominadas culturas de Hallstatt y La Tène.

La primera se manifestó en el primer período de la Edad del Hierro.
Tomó el nombre de una localidad de la Alta Austria.
Se originó a partir de la Edad del Bronce, en donde el hierro sustituyo al otro material en la fabricación de elementos como espadas, puntas de lanzas, hachas, agujas, recipientes, cuchillos y puñales.

La Tène es la cultura celta de la segunda Edad del Hierro estructurada en tres o cuatro períodos. Se desarrolló entre la Hallstatt y la conquista romana (450 a 50 a.C.).
Aquellos que compartimos esta civilización nos destacamos por la elaboración de elementos como grandes espadas, escudos alargados, grandes hebillas, fíbulas, construíamos nuestras fortificaciones en las cumbres y acuñamos nuestra propia moneda.

Una característica que facilitó nuestro dominio pero que, a la vez, permitió la continuidad de nuestra cultura, fue la ausencia de un verdadero estado celta a causa de la primacía de las estructuras tribales y familiares.

Esta división nos hacía militarmente débiles ante invasores bien organizados, como por ejemplo los romanos (a los que sin embargo les llevó años conquistarnos ), paradójicamente sucedía lo contrario con las costumbres y los valores, protegidos de influencias externas por los fuertes vínculos parentales, en donde el clan estaba por encima de toda organización estatal, y unificaba y cobijaba a sus miembros.

"Llevamos la fuerza del jabalí y la sabiduría del unicornio"

Los Druidas.

El estrato de mayor influencia y poder entre los celtas, sabían leer y escribir griego y latín (como los antiguos sacerdotes egipcios), sin embargo optaron dejar por vía oral, en hermosos versos, la crónica de la existencia de nuestro pueblo.

Este fue uno de los principales motivos por el cual no se ha considerado la magnitud, en buena parte de los libros de historia, del importante legado celta que fundamenta notablemente la sociedad occidental, ya que los mismos celtas antiguos no creían (o no formó parte de su tradición) en los documentos escritos.

La lengua celta es una lengua indogermánica.

Por tanto, todas las lenguas indogermánicas, como el alemán o también el español, son parientes de la lengua celta.
La palabra celta significa, originalmente, "héroe".
Hoy todavía encontramos a los celtas en los nombres de lugares en toda Europa, los restos de la lengua y cultura céltica siguen viviendo en Escocia, Irlanda, el País de Gales, Bretaña (Francia) y en Galicia (España).

Historia

Los celtas poblamos Galicia en el año 700 a.C. aproximadamente.
Esto significa que la poblamos bastante tarde, en el apogeo de su cultura.
Los celtas gallegos fuimos conquistados por los romanos en el 60 a.C.
La gente vivíamos sobre todo de la agricultura.
Se han encontrado fortificaciones de los celtas, lo que muestra que éramos un pueblo bastante desarrollado.

La raza que vivíamos en Galicia nos llamábamos "Brigante".

En Austria, al lago de Constancia, hay hoy una ciudad que se llama Bregenz: parece claro que ambos nombres tienen una base común.

Se puede decir que en Galicia, antes de los celtas, si hubo hombres, no dejaron huellas que nos permitan hoy conocer su existencia y fueron expulsados para siempre por los celtas invasores.

Por lo tanto, los celtas somos la base de la Galicia actual.
En este sentido, se dice que el timbre oscuro y el sonido semi-nasal en el portugués y gallego tienen su origen en la lengua celta.
Plinio, escritor romano, dijo de los gallegos que fuimos numerosos pobladores, valerosos, inteligentes y aptos para el progreso, cultivando nuestros conocimientos de los grandes pueblos, siquiera sea en sus comienzos y en su vida primitiva.    

Aún así, no se sabe mucho sobre la vida diaria, la religión o la organización política de los celtas, pero en las costumbres que hoy todavía existen y en las leyendas antiguas tenemos como un eco para poder reconstruir la vida pública y privada.

Por ejemplo, la mujer tiene una posición mejor que en la cultura romana pero, como en todos los pueblos guerreros, es ella la que hace el trabajo en casa, y realiza las tareas propias de la artesanía y la agricultura.

Pero no es considerada inferior al hombre, puede por ejemplo elegir a sus amantes y la virginidad no juega un papel tan importante como en la cultura cristiana.

Cada año, en primavera se celebraba una fiesta donde los jóvenes se encontraban para unirse.
La mujer que era madre, era mirada como una diosa protectora.

La libertad individual era un rasgo predominante, lo que quiere decir que casi no existía la esclavitud.
El jefe de una tribu tenía que mostrarse digno de guiar a su pueblo y no había una dinastía fija.

Nuestros enemigos nos llamaban a los celtas los "hijos de los vientos".
Se dice que Rudra, el viento de la tempestad, era nuestro padre, porque se arriesgaba en la lucha casi volando en sus caballos salvajes.
Se dice que preferíamos la muerte a la derrota.

En Galicia había mucho comercio.

Los fenicios, los cartagineses y los romanos nos llevaban el oro a los celtas.
No se sabe el cambio, porque los celtas podíamos muy bien construir nuestras propias armas y teníamos buen gusto para las bellas artes.

Probablemente, los celtas gallegos llegamos de los Pirineos, huyendo de otro pueblo celta.
Encontramos en Galicia nuestra Galia pequeña, como dice el nombre: el nombre de Galicia es romano, pero los romanos han traducido el nombre que los celtas habíamos dado a nuestro país.

En la música popular de la Galicia de hoy tenemos melodías antiguas.
La prueba la encontramos en la música popular de Bretaña (Francia), donde hay melodías similares o casi iguales a las gallegas, a pesar de que se hayan desarrollado independientemente en Galicia y en la Bretaña hasta hoy.

El pueblo.

Los celtas somos entusiastas degustadores de los placeres de la buena mesa.
El vino era la bebida de las clases más altas pero el pueblo tomaba corma, que era cerveza de trigo mezclada con miel, muy utilizada en los banquetes, los cuales eran muy frecuentes en tiempos de paz.

En estos festines los bardos tocaban sus liras y cantaban canciones sobre trágicos amores y héroes muertos en combate.
Para comer utilizamos los dedos y ocasionalmente nos acompañamos de un puñal para los trozos de carne difíciles de cortar.

Nuestra comida típica incluía cerdo cocido, buey, vaca y jabalí, todo ello acompañado con miel, queso, mantequilla y, por supuesto, corma (cerveza) y un buen vino.

También somos muy aficionados a un juego de mesa llamado fidchell, parecido al ajedrez, aunque se jugaba con estacas.
Admiramos la artesanía experta y las hazañas intelectuales (sobre todo cuando se exhibía una prodigiosa memoria).

Tenemos el ideal de una sociedad heroica, pero vivimos como prósperos ganaderos y agricultores, ocupados a menudo en el robo de ganado.

De los pueblos celtas

El nombre "Celta" proviene del vocablo griego "Keltoi", cuyo significado es "bárbaro" o extranjero, y se refería a los pueblos extranjeros que los griegos conocían al norte de Macedonia.

La misma definición englobó pues en un principio a multitud de pueblos que debieron tener un origen más o menos común.
De hecho, Herodoto, Eforo y Eratóstenes hicieron ya primeros estudios sobre los Celtas, y aunque se extendían a lo largo de media Europa, encontraron fuertes semblanzas que después los sabios romanos se encargaron de demostrar.

Podemos decir que hace más o menos MM años ocupabamos todo el centro de Europa, y que unos CL años más tarde nos introdujimos en la Galia, Britania e Iberia.
Los celtas en todas sus variantes fuimos un pueblo predominantemente guerrero, y que frecuentemente se nos dota de una faceta cruel, sanguinaria y devastadora.

Lo cierto es que debimos formar una sociedad muy rígida y jerárquica, donde los máximos cargos los ostentaban los señores de la guerra, los druidas y acaso los consejos de ancianos.
En los escasos escritos recogidos en las profundidades de Celidón se hace de vez en cuando referencia al Hospitum, clientela y gentilidades; las dos primeras debieron ser, según expresa Diodoro, instituciones que regulaban la relación entre individuos, mientras que las gentilidades parecen responder más al concepto de tribu o autonomía económica; casi siempre lo que ligaba a una gentilidad era el propio linaje, y esto mismo se usaba para nombrar a las personas.

El punto álgido de nuestra "civilización" lo alcanzamos hace unos miles de años, cuando incluso se cree que llegamos a la península romana.
Pero hace cientos de años más tarde sucumbimos ante el poder de Roma en gran parte de Europa, aunque resistimos , pero ya como entidades aisladas, en Britania, Germania, Bélgica, etc.
De nuestros cultos religiosos poco se sabe.Lo que sí se conocía era que nuestros sacerdotes se les conocía bajo el nombre de Druidas, y que solían hacer sus ceremonias no en templos, sino bajo la protección de los bosques.    

Los escritos hallados nos permiten calificarnos como hombres muy sabios, que sabían leer y escribir, que conocían tanto el celta (en sus variantes) como el Griego, que eran muy respetados entre nuestro pueblo (no como nosotros), y cuya función principal era relacionar el alma de cada uno con lo inmortal.
Iban siempre provistos de una hoz de oro y de muérdago recién cogido. Y es de destacar que en sus prácticas religiosas ofrecían sacrificios; los humanos eran los más valorados.

Conocíamos los celtas muchas deidades y símbolos para venerarlos, pero entre ellos, según Diodoro, destacaba Lugh, Dios de la tierra, artes y oficios, al cual se le dedicaba un festival en Lugnasa (I mes después del solsticio veraniego) conocido como Mercurio entre los romanos y Marte, el Dios Ares romano, señor de la guerra, y al cual se le ofrecían sacrificios humanos.

A Coruña, ciudad celta

El centro más importante para la guerra y el comercio de los celtas gallegos era Brigantia, la ciudad que se llama hoy "A Coruña".
Estaba en el mismo lugar que hoy, en una península. Allí vivíamos la gente más poderosa.
De allí partían muchas naves extranjeras cargadas de estaño y oro.
Un lugar emblemático en A Coruña es la "Torre de Hércules".
La leyenda dice que Gerión fue matado por el héroe Hércules y después enterrado al pie de la torre, que desde entonces se llama Torre de Hércules.

Lugh, un héroe de la mitología celta, llegó a ver hasta Irlanda desde esta torre.
Se presume que la torre servía como templo de una divinidad solar en el tiempo de los celtas.      

 


Más informacióen en: http://celtiberia.net


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