Autor: Cossue (Miguel Costa)
miércoles, 27 de enero de 2016
Sección: Edad Media
Información publicada por: Cossue
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"Vi coteifes orpelados"

El rey Alfonso X el Sabio es bien conocido por -entre otras obras notables- sus Cantigas de Santa María, cancioneiro del que fue total o parcialmente autor; este conjunto lírico está sin duda entre lo más granado de la producción literaria medieval en lengua gallega (y diré que el gallego-portugués usualmente empleado por Alfonso X es específicamente gallego, tanto por el léxico empleado como por otras características definitorias).

Pero Alfonso X es menos conocido por sus otras composiciones poética, que están sin embargo entre mis favoritas, especialmente aquellas que pertenecen al genero de escarño e mal-dizer (que podríamos traducir por “de escarnio y doble sentido”). Este género es a veces extremadamente crudo, tanto por lo que se dice como por cómo se dice, pero es muy revelador de la vida cotidiana en el oeste peninsular durante el siglo XIII, y nos muestra a una gente que -en sus defectos y virtudes- no era distinta de nosotros.

Guardándome
de traer algún otro ejemplo más crudo, he aquí un fragmento de un
doble sentido, con mi libre traducción a continuación:




Domingas
Eanes houve sa baralha


com um genet´e foi mal ferida;


empero foi ela i tam ardida


que houve depois a vencer, sem falha,


e, de pram, venceu bõo cavaleiro;


mais empero era-x´el tam braceiro


que houv´end´ela de ficar colpada.






“Dominga Yanes tubo una disputa



con un jinete [bereber], y fue mal herida;



sin embargo estuvo ella allí tan valiente



que después hubo ella de vencer, sin falta,



y, sin duda, venció [a] buen caballero;



pero érase él tan hábil



que al fin hubo ella de quedar golpeada”





Que continúa
después hablando de la lanza del caballero y de heridas abiertas que
no cicatrizan.





Como rey que
era dedica un buen número de composiciones a atacar de palabra a
ricohombres y caballeros, cuya fidelidad no siempre era ni
desinteresada ni firme. Entre éstas hay una que se inicia con un
extraordinario ritmo de galope, la carga de unos jinetes benimerines
contra unas acobardadas tropas cristianas (téngase en cuenta que las
cantigas medievales eran composiciones líricas, canciones) :





O
genete

            pois remete


            seu alfaraz corredor


            estremece


            e esmorece


            o coteife com pavor.





Vi
coteifes orpelados


estar
mui mal espantados


e
genetes trosquiados


corriam-nos
arredor;


tinham-nos
mal aficados


[ca]
perdian´a color.





Vi
coteifes de gram brio


eno
meio do estio


estar
tremendo sem frio


ant´os
mouros d´Azamor;


e ia-se
deles rio


que
Auguadalquivir maior.





Vi eu
de coteifes azes,


com
infanções iguazes,


mui
peores ca rapazes;


e
houveram tal pavor,


que os
seus panos d´arrazes


tornarom
doutra color.





Vi
coteifes com arminhos,


conhecedores
de vinhos,


e
rapazes dos martinhos


que nom
tragiam senhor


sairom
aos mesquinhos,


fezerom
tod´o peor.





Vi
coteifes e cochões


com mui
[mais] longos granhões


que as
barvas dos cabrões:


[e] ao
som do atambor


os
deitavam dos arções


ant´os
pees de seu senhor.







“El jinete [benimerín]



cuando acomete



con su alfaraz corredor



se estremece



y desfallece



el guerrero [cristiano] con pavor







Vi guerreros con oropeles



Estar muy mal espantados



y jinetes rapados



corrían alrededor;



los tenían en mal lugar,



que perdían el color.







Vi guerreros de gran brío



en medio del estío



estar temblando sin frío



ante los moros de Azamor,



escapaba de ellos un río



como el Guadalquivir mayor




Vi columnas de guerreros



Con nobles “iguazes”



Muy peores que siervos,



Y tuvieran tal pavor



que sus paños de Arrás



cambiaban de color







Vi guerreros con armiños



Conocedores de vinos,



Y siervos y pastores



Que no traían señor



Salieron a los mezquinos



Hicieron todo lo peor.







Vi guerreros y villanos



Con muy más largos bigotes



Que las barbas de los cabrones



y al son de los tambores



Los arrojaban de las sillas



Al pie de sus señores





El
siguiente artículo se centra en la producción poética de Alfonso X
en los géneros profanos (no religiosos):



González Jiménez, Manuel. Alfonso
X, poeta profano
.





El
conjunto de la obra poética en gallego de Alfonso X el Sabio puede
ser consultada aquí:



Cantigas
Medievais Galego-Portuguesas





Y
aquí:


Cantigas
de Santa Maria for Singers








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Comentarios

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  1. #1 Cossue 04 de feb. 2016


    Hola,
    Percha. ¡Muy interesante! De hecho, en Galicia hay no pocos diplomas
    del siglo XII y XIII donde tal o cual caballero o escudero establece
    sus últimas voluntades o testamento por ir a la guerra en Andalucia.
    Y en las cantigas se narra el robo y el apresamiento de “moros”,
    que eran traídos luego a Galicia (en el foro do Bo Burgo de
    Caldelas, de 1230, se establece el pago de 12 dineros por moro o mora
    vendidos):







    “Quem seu parente vendia,



    todo por fazer tesouro,



    se xe foss''''em corredura



    e podesse prender mouro,



    tenho que x''''o venderia



    quem seu parente vendia.”



    - Pero da Ponte, s. XIII.






    De modo
    que, siendo muy aventurado, y pensando en una mesnada de guerreros
    desarrapados cacheando enseres y llevándose lo que les
    cuadraba, me pregunto si “coteife” no es sino una adaptación más
    o menos fonética de un “Ladrón!” árabe, luego llevado, con más
    ignorancia que otra cosa, a una Galicia (o unas Asturias) poco
    familiarizada con la lengua arábiga. Incluso el gallego moderno
    cotifar ''''molestar, empujar, sobar…'''' podría caber bien aquí.
    De hecho, conozco al menos un documento de 1253 en que un paisano se
    hace llamar coteife:



    “Pelagius Coteyfe, testis”
    (1253, Monasterio de Pedroso, Ferrol)






    Por
    otra parte, no creo que los caballeros gallegos de la edad media
    tomaran por afrenta el ser acusados de ladrones, al menos en la
    guerra o en la necesidad. El conde de Gondomar, un gallego de pro,
    narraba en una de sus cartas de 1614, y refiriendo hechos de 100 años
    atrás:



    “Y el marqués de Sarria, visabuelo del conde de Lemos, que oi es,
    pediéndole limosna un pobre de Galiçia delande de muchos le
    respondió con mucho donaire: «Pues
    eres gallego, ¿por qué no furtas?».
    El pobre debía de
    tener también buen gusto, y assi diçen que respondió: «Ja eu
    quixera, mais no acho geito» Buena prueba de la seguridad y
    confiança, hablar desta manera.”


    Quiérese
    decir, al marqués de Sarria no le parecía bien que, pudiendo robar,
    el hombre se dedicase al limosneo. Así que ladrones, sí ¿Pero
    rebajarlos de categoría social? ¡Eso sí que les tenía que causar
    prúrito!


  2. Hay 1 comentarios.
    1

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