Autor: Cristina Fanjul
martes, 15 de septiembre de 2015
						Sección: Historia Antigua
						Información publicada por: SALA
						
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Una investigación desvela que León tuvo tropas de Dacia en el siglo III
 Inestabilidad en el siglo III
Según ha venido manifestando Joaquín Aurrecoechea, este descubrimiento demuestra que hubo un momento de inestabilidad a finales del siglo III que se saldó con la llegada de mandos nuevos al campamento. Este descubrimiento se debe al hallazgo de restos de armadura que se tiraron extramuros después de desmantelar el taller. «Es imposible que hubiera ocurrido si hubiera seguido la misma jerarquía militar por cuanto que los romanos lo reciclaban todo y no se dejaba nada para el enemigo», manifiesta el historiador. El historiador añade que, si bien durante la segunda centuria no hubo en el fuerte leonés conexiones con el resto de fronteras, los vestigios datados del siglo III y hallados en esta excavación muestran fuertes paralelismos con los fuertes de los límites británicos, del Rin y el Danubio 
El CSIC avala las conclusiones de este hallazgo, único en la Península y el más moderno de Europa

Tropas de la Dacia en suelo astur en el siglo III
Así se desprende  del estudio de la coraza encontrada  en Santa Marina en 1998
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/investigacion-desvela-leon-tuvo-tropas-dacia-siglo-iii_440632.html
   El Consejo Superior de Investigaciones Científicas acaba de 
publicar los resultados de la investigación que Joaquín Aurrecoechea, 
Carmelo Fernández, Victorino García Marcos y Ángel Morillo han realizado
 acerca de la  manica  descubierta en el almacén de la Legio VII.
 Este protector de brazo se descubrió en el año 1998 en Santa Marina, 
junto a la cara interna de la muralla bajoimperial de León. Durante 
estas excavaciones se descubrió un
edificio perteneciente al campamento de la Legio VII Gemina, 
identificado como un almacén con patio central, levantado a finales del 
siglo I d. C. 
 La excavación del interior del almacén deparó el 
hallazgo de un importante lote de piezas pertenecientes a armaduras 
militares altoimperiales aparecidas en la parte central de una de las 
estancias de esta construcción. Entre ellos destacan esta manica y otros
 fragmentos de lorica segmentata. 
 El descubrimiento de este 
protector militar -”un hallazgo único en la península ibérica y el más 
moderno entre los conocidos en Europa-” acalla las voces que niegan la 
existencia en el campamento militar de tropas llegadas del imperio 
oriental. En este sentido, hay que recordar los enfrentamientos de las 
tropas romanas con los guerreros dacios (actual Rumanía) durante el 
siglo II. Según explica Aurrecoechea, estos soldados blandían un tipo de
 espada curva capaz de atravesar los escudos legionarios, lo que motivó 
la necesidad de una mayor protección entre las tropas romanas. Este 
hecho mueve a los científicos a pensar que el ejército romano había 
comenzado a usar la manica durante las guerras dacias. El hallazgo en 
León constata de manera clara la presencia en el campamento de León de 
soldados que se trasladaron al campamento de la Legio VII Gemina desde 
la frontera septentrional de Europa. 
Inestabilidad en el siglo III
 Según ha venido manifestando Joaquín Aurrecoechea, este descubrimiento 
demuestra que hubo un momento de inestabilidad a finales del siglo III 
que se saldó con la llegada de mandos nuevos al campamento. Este 
descubrimiento se debe al hallazgo de restos de armadura que se tiraron 
extramuros después de desmantelar el taller. «Es imposible que hubiera 
ocurrido si hubiera seguido la misma jerarquía militar por cuanto que 
los romanos lo reciclaban todo y no se dejaba nada para el enemigo», 
manifiesta el historiador. El historiador añade que, si bien durante la 
segunda centuria no hubo en el fuerte leonés conexiones con el resto de 
fronteras, los vestigios datados del siglo III y hallados en esta 
excavación muestran fuertes paralelismos con los fuertes de los límites 
británicos, del Rin y el Danubio 
 Los arqueólogos subrayan además
 que parece más que probable que la manica fue fabricada en el propio 
campamento. Así, hacen referencia a la existencia de varios talleres 
legionarios en León dedicados a la fabricación de enseres metálicos, 
incluido uno de ellos especializado en la realización de loricae 
segmentatae, protector afín a la manica, así como su relación con un 
grupo de materiales desechados en el momento de remodelar el campamento a
 finales del siglo III. 
EL PROTECTOR DE LA ESPADA LEGIONARIA
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/protector-espada-legionaria_440629.html
La manica (protector laminado de brazo) está constituido por once 
láminas imbricadas de distinto tamaño, cuatro trapezoidales y siete 
rectangulares de mayor tamaño. Se conservan algunos restos de lo que 
pudiera ser cuero. Este conjunto se encuentra deformado por 
aplastamiento. El protector fue abandonado hacia el último cuarto del 
siglo III d. C. en una estancia destinada posiblemente a almacenamiento y
 quedó aplastado por el derrumbe del techo del edificio. 
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