Autor: Ñervatu
domingo, 03 de febrero de 2008
Sección: TardoAntigüedad
Información publicada por: Ñervatu
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La verdadera dimensión de la Invasión Musulmana.

Recientemente se ha puesto en solfa la Invasión musulmana del siglo VIII, incluso Olague y otros autores la han negado; pero en este foro vamos a intentar demostrar la falsedad de dichas tesis.

Una Invasión Masiva

La expansión Islámica por el Magreb, Occidente y otras partes del mundo se debió en primer lugar a la fuerza del Islam y al misticismo que impregnaba en sus seguidores; pero también a  un vacío de poder tras la caida del Imperio Romano Occidental y el debilitamiento del Imperio Romano Oriental y del Imperio Persa.

Asi pues la invasión de la Península Ibérica no es un hecho aislado sino que es un eslabón de la expansión musulmana; la singularidad de dicha invasión es que fue anticipada y propiciada por discordias internas en el reino Visigodo.

Efectivamente aún no se había deglutido la conquista del Magreb Occidental ni islamizado a sus habitantes cuando debido a las disputas por el trono Toledano, un bando aristocático visigodo, los Witizanos solicitaron la ayuda al califa de Damasco para recuperar el trono que ostentaba un general de prestigio Don Rodrigo o Rodrich , Rodericus en latín;  dicho general habría sido elegido como solución transitoria por los magnates godos descontentos con el predominio del linaje Witizano.  
Una vez autorizados por el Califa de Damasco para iniciar la invasión los caudillos Táriq y Muza contaron con apoyos intramuros del reino, los  partidarios de los hijos de Witiza como el conde Don Julian.
Táriq desembarcó con 7.000 hombres y Muza le envió un refuerzo de 5.000 contabilizando el ejército musulmano-beréber un total de 12.000 hombres en el momento decisivo de la batalla del Guadalete.
En el 712 Muza desembarcó con unos 18.000 hombres en esta ocasión árabes con un gran contingente de yemenitas asi que los efectivos musulmanes en el 712 serían en torno a los 30.000 hombres habiendo sufrido muy pocas bajas en los enfrentamientos con los partidarios del rey Don Rodrigo que solo habían resistido en Mérida e inicialmente en la batalla del Guadalete hasta que las alas Witizanas del ejército desertaron.

Comparando se obtiene la verdad

Hasta la fecha ningún historiador ha puesto en duda dichas cifras aunque curiosamente había unanimidad en decir que eran unos efectivos muy escasos y todos se preguntaban como efectivos tan nimios habrían podido conquistar la Península en tan poco tiempo.
Se exponían las teorías del hartazgo de la población nativa hispanorromana respecto a los visigodos, una supuesta peste que habría mermado la población, las divisiones internas previas y durante la invasión con enfrentamientos entre poderes territoriales, la práctica del terror llevada a cabo por los musulmanes para noquear y paralizar por miedo posibles movimientos resistentes etc.
Desde este foro modestamente y desde la modestia de este simple aficionado vamos a intentar enmendar la plana a tan ilustres y singulares expertos.
Y para evitar polémicas estériles voy a centrarme en aspectos concretos y verifica-
bles:
1º Los historiadores críticos con la Importancia y realidad de la Invasión Musulmana
jamás rechazaron las cifras dadas por los cronistas musulmanes en cuanto a los efec-
tivos de dicha invasión.
2º Dichos efectivos unánimemente fueron calificados de escasos y por lo tanto dado su  bajo número para una empresa de tanto relieve como la conquista del Reino Visigodo -toda la Península Ibérica mas Baleares, mas la parte francesa del Reino, mas las plazas del Norte de Africa-se negaba la conquista en si. (Teoría de Olague y otros Unitarios-Trinitarios).
3º Hasta la fecha nadie ha puesto en duda que una superpotencia de la época como era el Imperio Romano  disponía en el frente occidental de 50.000 comitatenses es decir el ejército real, el móvil, el que se empleaba en las batallas decisivas tipo Adrianópolis o Naissus o para tapar brechas en el frente sostenido por los limitanei que eran una especie de tropas guardafronteras acantonadas en fuertes y posiciones estáticas; y en el frente oriental otros 50.000 comitatenses. Es decir que para todo el Imperio Romano en Europa frente a los germanos, sármatas, alanos y demás pueblos bárbaros, en Africa frente a los bereberes del interior y en Asia frente al Imperio Persa Sassanida y luego el Parto los romanos disponían de 100.000 efectivos de combate  divididos en dos grupos de 50.000 para oriente y occidente mas los limitanei tropas guardafronteras acantonadas en posiciones estáticas y de nulo valor combativo salvo como primer elemento disuasor y de retardo en las incursiones.
4º Si para todo Occidente Roma empleaba contra toda la panoplia de tribus que intermitentemente le presionaban en el Rhin-Danubio y Magreb de Africa 50.000 comitatenses; la cifra de 30.000 musulmanes  para conquistar Hispania y una pequeña porción del sudeste francés es enorme.
5º que el Reino Visigodo ni remotamente podría reunir lo que usaba Roma para toda la parte Occidental del Imperio 50.000 hombres.
6º Que la inmediata expansión musulmana hasta el corazón del territorio franco en el centro-norte de la actual Francia demuestra que el objetivo de fuerza tan importante no era ni devolver el trono a los incautos witizanos, ni conquistar la Península sino darle un golpe decisivo a Occidente en Hispania-Galia como situación previa a la acometida final contra El Papado en Italia.
7º Que la Invasión de Europa tuvo un éxito sin precedentes y solo la discordia originada en el sistema tribal de los musulmanes impidió la aniquilación de Europa; ni siquiera los hunos de Atila habían logrado llegar al Atlántico.
8º Ese balón de Oxígeno permitió a los francos en la Galia y a la resistencia Astur-Cántabra en Hispania reorganizarse y recuperarse de la sorpresa para fortificarse, rearmarse y aprovechando las discordias entre los junds árabes y los bereberes llevar la frontera hasta el Duero.
9º Pero para ello, en la batalla  de Covadonga, 300, como los espartanos, al mando de Belay el Rumí, "el asno salvaje"  lograron hacer virar en un momento concreto y decisivo un  acontecimiento histórico que parecía inevitable: la conversión de la Península Ibérica en una Anatolia Turca. 
10º Y que mejor resumen que las palabras de Don Oppas obispo y caudillo de los Witizanos dirigidas al caudillo astur Don Pelayo: "¿como tú  con esta pequeña tropa, en esta cueva, pretendes resistir al Islam que desde las arenas del desierto arábigo ha venido engullendo a todos los estados y naciones?
a lo que éste respondió porque la Iglesia de Dios es como la luna que aún estando en cuarto menguante, al poco tiempo recupera su esplendor; y diose la batalla y con el estandarte de la cruz de la Victoria, los astures, por la gracia de Dios aniquilaron a los caldeos muriendo su comandante Al Qaman y el pérfido obispo traidor iniciándose así la restauración de España.  


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Comentarios

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  1. #1 Beturio 10 de feb. 2008

    La consolidación de al-Andalus.


    4.- Alianzas con los indígenas. Tras la derrota de Rodrigo, la arqueología muestra continuidades y fuertes rupturas, del mismo modo que en las crónicas árabes y latinas se da una visión en la que se conjugan la idea de pactos con la de grandes enfrentamientos. El noble Teodomiro, con gobierno en un gran territorio con centro en Orihuela, estableció un tratado que han preservado las fuentes árabes: los conquistadores se comprometían a respetar la vida, condición, propiedades y religión de Teodomiro y su gente a cambio de sumisión, cese de cualquier actitud hostil y el pago de un tributo fijado de antemano. En las excavaciones de una ciudad incluida en el pacto, Madinat Iyyih (Minateda), no hay un corte brusco ni restos de destrucción, la presencia de la nueva cultura se aprecia gradualmente.


    El sevillano citado arriba, Ibn al-Qutiya, cuenta que a su muerte de Witiza dejó tres hijos, Alamund, Agila y Artobás. Al desembarcar Tariq, los tres accedieron a unir sus tropas con las de Rodrigo, pero antes del combate mandaron un mensaje a Tariq a quien le señalaba que Rodrigo era sólo un súbdito de su padre (“uno de los perros de su padre”, más concretamente), y que estaban dispuestos a alcanzar un acuerdo que les asegurara la posesión de las 3.000 aldeas que había dejado su padre. Tras la conquista, Alamund se estableció en Sevilla, dejando tres hijos a su muerte; pero la herencia les fue arrebatada por Artobás, que tenía posesiones en Córdoba. La hija de Alamund, Sara, viajó hasta Oriente con sus hermanos y habló con el califa Hisam, quien ordenó enmendar la usurpación haciendo cumplir las cláusulas del tratado original, y le dio un novio, Isa b. Musahim, el antepasado árabe del cronista Ibn al-Qutiya. Escribe Manzano Moreno (op.cit., págs. 46-47):”La misma aristocracia que había forzado a los últimos reyes visigodos a legislar infructuosamente intentando regular sus obligaciones militares, se mostraba dispuesta ahora a pactar con los jefes de un ejército cuyas tropas venían a solventar un problema que se había planteado con toda su crudeza en los últimos años del reino de Toledo. El entendimiento era posible porque los conquistadores poseían la fuerza militar, y la aristocracia indígena, los recursos necesarios materiales para mantenerla”. Los matrimonios mixtos tuvieron que ser muy frecuentes desde el 711, pues en una carta fechada entre el 785 y 791 el Papa Adriano se lamentaba que muchos que se llamaban católicos entregaban sus hijas al pueblo gentil. La iglesia se dio cuenta tarde (en el concilio de Córdoba de 836 se condenan esas uniones mixtas) de la pérdida de la identidad de la sociedad indígena y la asimilación de sus miembros por el Islam. Los matrimonios de mujeres indígenas con los conquistadores suponían que éstas y sus propiedades se integraban en la rígida estructura de parentesco patrilineal árabe. La iglesia perdía así sus dos elementos principales de control social: las personas y los bienes. Pero en el tiempo de la conquista, la fragmentación social y la crisis política hacía que los conquistadores se presentaran como una fuerza militar capaz de garantizar el orden establecido, y en un primer momento la iglesia también pactó con ellos. Esto se constata tanto en la persistencia de las sedes episcopales como en que la mayor parte de las ciudades donde se constata la presencia de gobernadores árabes fueran obispados. Hubo una connivencia entre quienes podían ejercer el poder de coerción y unos prelados que, ante la ausencia de otra autoridad, eran los depositarios de los censos fiscales. Pero la Iglesia no previó las consecuencias a largo plazo de la fuerza asimiladora que mostraron los recién llegados.


    5 Resistencia indígena. Si en algunos yacimientos se muestra una continuidad sin brusquedades tras el 711, en otros se observa una historia distinta. En El Bovalar, Serós, Lérida, el poblado junto a una basílica es destruido en algún momento del siglo VIII, tapado las cenizas aperos de labranza, semillas, objetos litúrgicos de una forma definitiva, quedando el lugar sin habitar después de su destrucción. En el NE peninsular crónicas y monedas hablan de dos reyes, Agila II (710-713) y Ardo, cuyo reinado llegó hasta el 720 aproximadamente. Un autor latino que escribió en Asturias hacia el 883 señalaba que entre godos y sarracenos hubo fuertes combates durante los siete años posteriores a la conquista. Así que se produjeron dos situaciones dispares, una la de la sumisión de quienes querían seguir con el poder pagando a los conquistadores a cambio de seguridad; y por otro, quienes se enfrentaron con las armas en la mano a los conquistadores. De un modo muy general, la ocupación de las ciudades se produjo de una forma bastante rápida, pero no así en toda la zona rural, resistiendo en territorios alejados del medio urbano. Paulatinamente, mientras la autoridad árabe se iba imponiendo, esos refugiados en el campo fueron firmando pactos con los musulmanes.


    Esta dicotomía entre ciudad y campo es consecuencia de la configuración territorial del reino visigodo en su última época. Cuando llegan los musulmanes a Hispania se encontraron con que las ciudades eran los centros donde descansaba la administración territorial del reino visigodo. Tras la crisis de las instituciones cívicas tardoantiguas, en las ciudades residían lo obispos, las únicas autoridades reconocibles en el medio urbano. Éstos eran los únicos interlocutores con los que entablaron negociaciones los conquistadores musulmanes. Pero la nobleza visigoda hacía tiempo que había desertado del medio urbano, pues el control del medio rural era la base de su verdadero poder económico y social. Algunos grupos de nobles visigodos pudieron hacerse fuertes en sus propiedades, protagonizando una resistencia dispersa, pero efectiva. La crónica astur del 883, con una visión asentada por el tiempo, comenta que la población rural también llegó con el tiempo a pactar, lo que les permitió conservar sus territorios a cambio de tributos. En la época en que se escribe la crónica, los descendientes muladíes (Banu Qasi, Banu Sabrit, Banu Umar b. Hafsun, etc.) de aquellos nobles visigodos insumisos protagonizaron un turbulento periodo de rebeliones en al-Andalus, hasta que Abderramán III impuso el poder central del califato Omeya.


    6 Las guerras internas de los conquistadores y la llegada del yund sirio. En el 740 los beréberes del norte de África comenzaban una gran revuelta. Los motivos eran diversos, como la presión fiscal creciente; la consideración de musulmanes de segunda que tenían los beréberes, a pesar de su conversión al Islam; y, lo que era más grave, el pago de un tributo es especie mediante la entrega de esclavas que debían remitirse a Oriente, donde eran apreciadas por su belleza. En al-Andalus antes, en el 732, un berebere llamado Munuza se había sublevado en la actual Cerdaña contra el gobernador al-Gafiqi. Munuza había establecido un pacto con el dux de la Aquitania, Eudes, casándose con su hija. Tras la derrota, la mujer del caudillo fallecido e hija del dux, fue enviada como regalo al califa de Oriente. Los beréberes se percataron de que a pesar de ser también musulmanes, tenían una posición subordinada con respecto a los conquistadores, sólo les interesaban sus hombres para los ejércitos del califa y las mujeres para los harenes. Esto, junto la rapacidad de los gobernadores, provocó un resentimiento entre ellos, que esgrimían su alianza con los árabes, certificada por su sincera conversión al Islám. Este resentimiento produjo la rebelión de 740; cuando la noticia llegó a la península, los beréberes allí asentados, y por los mismos motivos, iniciaron una sublevación, con un ataque coordinado de tres columnas contra Toledo, Córdoba y la tercera para dominar el estrecho.


    El califa Hisam envió lo mejor de sus tropas, el ejército (yund) acantonado en Siria, pero el resultado fue una catástrofe, los sirios fueron derrotados completamente por los beréberes. Una parte del ejército sirio al mando de Baly b. Bisr huyó hacia el oeste llegando a Ceuta. El gobernador de al-Andalus, Abd al-Malik b. Qatan, ante la amenaza de la rebelión berebere en la península accedió que el yund sirio llegase a al-Andalus en el 741. Estas tropas derrotaron a los beréberes de la península, pero después no mostraron interés ninguno en regresar a su país de origen ni volver a combatir en el norte de África, sino que decidieron quedarse, una decisión que afirma Manzano Moreno fue trascendental con el paso del tiempo.


    Las tropas estacionadas en los cuatro ejércitos (yund) sirios recibían estipendios procedentes del impuesto pagado por las poblaciones de las zonas sometidas, tanto en especie como en moneda. Realizaban la función de la fiscalidad, a la par que garantizaban la paz necesaria para que esas poblaciones fueran productivas y pagasen regularmente. Resulta extraño que una tropa expedicionaria acabase asentándose al otro lado del Mediterráneo, pero aquellos eran tiempos convulsos en Oriente, y quizá creyeron los sirios que poco podrían obtener si volvían sobre sus pasos, ya que ni tenían propiedades en Siria. Pero en al-Andalus comprendieron las enormes posibilidades que les confería convertirse en la principal fuerza militar del territorio, y mejorar su situación.


    Los árabes de la primera oleada de conquistadores, los baladíes, es opusieron fieramente a que los sirios se asentaran, dando lugar a violentas luchas que sólo terminaron con el envío por parte del califa Hisam del gobernador Abu l-Jattar al-Kalbi como gobernador, a quien se atribuye la solución de permitir asentarse a los sirios, acabando las disputas con los baladíes. Parece ser que fue idea de Artobás, el hijo de Witiza, el que aconsejó al gobernador Abu l-Jattar la dispersión de los sirios por el territorio de al-Andalus, medida que a la larga tuvo gran importancia. Los gobernadores de al-Andalus habían tenido dificultades en implantar una organización fiscal sólida. Como los impuestos eran la base del mantenimiento del yund sirio, al encargarse de los territorios asignados podían mejorar la fiscalidad al encargarse de la percepción de impuestos.


    En quince años que transcurren entre la llegada de los sirios y la del exiliado Omeya afianzaron su dominio en la península (fueron los clientes omeyas pertenecientes al yund sirio los que facilitaron la entrada de Abd al-Rhaman en al-Andalus), y también la situación política en Oriente favoreció a los sirios. El califato de Damasco entró en crisis, con el asesinato del califa al-Walid II en 744, y seis años después la caída del último omeya, Marwan II, comenzando la dinastía abbasí. En este tiempo los califas no volvieron a enviar nuevos gobernadores a al-Andalus; los árabes andalusíes eligieron a sus propios gobernadores, siendo nombrado por ellos para evitar el vacío de poder Yusuf al-Fihri en 747, depuesto nueve años después por la rebelión omeya de al-Andalus.


    Los sirios comprendieron desde temprano las ventajas que les traía aliarse con la aristocracia indígena que, para no perder la costumbre, sólo mostraba interés en mantener su poder y autoridad en sus posesiones; como habían hecho anteriormente los baladíes, los sirios entablaron fuertes alianzas matrimoniales con la nobleza nativa, casándose con sus hijas.


    [Pequeña digresión genética: El análisis de la genética de poblaciones


    http://www.upF.edu/cexs/recerca/bioevo/2003BioEvo/BE2003-Bosch-InvyCiencia.pdf#search=%22Gen%C3%A9tica%20e%20historia%20de%20las%20poblaciones%20del%20norte%20de%20%C3%81frica%20y%20la%20Pen%C3%ADnsula%20Ib%C3%A9rica%22


    viene a mostrar que entre la Península y el Magreb ha habido un gran intercambio cultural, sin que eso implicase grandes intercambios de poblaciones. Por ejemplo, el halotipo mitocondrial U6 o motivo berébere, genuino del norte de África, apenas si tiene un 1,5% en la población española. La explicación es lógica, dado que el ADN mitocondrial sólo se hereda por vía materna, quiere decirse que fueron pocas las mujeres beréberes que cruzaron el estrecho y dejaron sus genes. Los conquistadores, mayoritariamente hombres, se casaron con mujeres indígenas: lo mismo que los españoles en América siglos después. El gran cambio cultural que se produjo en el paso de Hispania a al-Andalus no fue consecuente de una afluencia masiva de nuevos pobladores; un pequeño número de conquistadores en relación con la población que han sojuzgado pueden introducir cambios radicales en la sociedad y la cultura, como demuestran las conquistas romanas o españolas en América. Los cambios que se introdujeron con la conquista fueron de tal magnitud que pocas generaciones después el recuerdo de los visigodos había quedado casi olvidado. En el siglo IX, no demasiado después de la llegada de Tariq, el 40% de los ulemas, de los sabios de la religión islámica, de al-Andalus eran descendientes de indígenas conversos, de muladíes.]


    Estas alianzas de sirios y nobles hoy en día, después de siglos de reconquistas, yihads y cruzadas, pueden parecer sorprendentes. Pero entonces no habían pasado ochenta años de la muerte del Profeta, en el Islam no habían surgido las escuelas de derecho, y la nueva fe, como se dijo, no se presentaba como una religión distinta a las ya conocidas. En esos tiempos de disputas teológicas, la sencillez de No hay más un solo Dios, y su mensaje de salvación eterna, debió calar profundamente en las clases populares, y sobre todo en los esclavos, que alcanzaban la liberación con su conversión. Debe entenderse este tiempo con esas circunstancias, y no trasponer a ese momento circunstancias, situaciones y conflictos que sólo se desarrollaron después, con el paso del tiempo. Nadie a comienzos del siglo VIII pudo imaginarse cómo iba a configurarse al-Andalus cien años después; y a eso contribuyeron de modo trascendental las tropas sirias llegadas en torno al 742, cuando el Imperio árabe entraba en una crisis irreversible en todo el occidente musulmán. De no haberse producido el establecimiento del yund sirio, es improbable que la dinastía Omeya se hubiese hecho con el poder de al-Andalus.


    En el establecimiento de los mismos tuvo una gran importancia la aristocracia nativa, que después de treinta años desde la conquista, no parecía descontenta con el nuevo orden, y además apostaba por su reforzamiento. En vez de permanecer tranquilos viendo como baladíes y sirios se despedazaban, gente como Artobás o Teodomiro intervino para que el ejército sirio se asentara en la península en las mejores condiciones posibles.


    Durante los quince años entre su llegada y la de Abd al-Rhaman, los yund sirios no emprendieron ninguna campaña contra los núcleos cristianos del norte. Recordemos que los musulmanes se aposentaron fácilmente en el mundo urbano, pero que tuvieron fuertes enfrentamientos en el rural. Parece lógico que en la zona de la península donde el fenómeno urbano estaba menos acentuado fuera donde encontraran los musulmanes más resistencia… y ellos menos interés. Además, baladíes y sirios prefirieron concentrar sus esfuerzos en consolidar su dominio en las zonas mediterránea y meridional, las más romanizadas y que tenían los mayores recursos de donde obtener los imprescindibles recursos fiscales para mantener el sistema.


  2. #2 Teshub 11 de feb. 2008

    Me resulta sorprendente comprobar que ahora el códice calixtino es la guía étnica de la peninsula. Hombre, un libro que es un manual para el peregrino a Santiago de Compostela es lógico que hable de los gallegos o de Galicia. Pero de ahí deducir que todos los cristianos del norte peninsular son "gallegos" y la España musulmana son los "hispanos" es una completa tergiversación, propia de quien no se ha leido el códice.


    En el s. XII, se distinguía perfectamente a los gallegos de los navarros o los aragoneses. Y en ningún momento el códice calixtino asimila "hispanos" a los habitantes musulmanes:


    Codex Calixtinus, Regi perhennis glorie
    [F. 139] (1v)

    Decoravit Yspaniam
         Iacobus et Galleciam
    Illamque gentem impiam
         Christi fecit ecclesiam


    ¿Entonces en el códice calixtino Santiago es musulmán, ya que si lo hispano es lo musulmán, cómo interpretamos "Yspaniam Iacobus"?. Pues no, lo hispano es lo correspondiente al territorio de la Hispania romana, y el problema es quien debe habitar esa hispania...desde luego que para los cronistas cristianos, los que sobran en la "hispania" son los sarracenos.


    Codex Calixtinus, I, II, fol 11: Inter Yspanos apud Tudelonium die festo Sancti Iacobi triticum cotidie rusticos quidam in area excussit (Entre los hispanos, en Tudelonium, cierto agricultor estuvo majando trigo en la era todo el día de Santiago...por lo que cuando fue al baño, se le pegó la espalda a las paredes del retrete y murió, por no haber respetado la festividad).


    Resulta curioso, porque Tudelonium es la actual Tudujén, junto a baños de Fitero...en Navarra. ¿Resulta que ahora los navarros, que deberían respetar la festividad de Santiago, son musulmanes porque son citados como Yspanos?


    El sexto milagro del códice se refiere a la peregrinación del conde Guillermo de Poitou (Guillelmo pictauensium comite), a Santiago...y lo hace "cruzando las tierras de España". El apóstol le presta su asno para hacer el trayecto de ida y vuelta. Codex Calixtinus, II, VI, fol 145-145v: Guillelmo pictauensium comite sub Ludovico rege francorum principante pestis mortifera gentem quandoque sepulture tradebatur. Pictauorum miserabiliter inuasit, adeo quod pater familias cum tota gente sua . Tunc tempori heros quidam, huiusmodi clade preterritus, flagellum hoc euitare desiderans, per Yspaniarum partes ad sanctum Iacobum ire proposuit.


    Si alguien me explica cómo en el s. XII podía llegarse en burro desde Francia hasta Santiago de Compostela cruzando por la "Yspania" musulmana, le doy un premio.


    Pero la gran ventaja de codex calixtinus es que contiene un listado de TODOS LOS PUEBLOS que peregrinan a Santiago. Mira que bien, porque así salimos de dudas:


    Illuc populi barbari et domestici cunctorum cosmi climatum adueniunt, scilicet Franci, Normanni, Scoti, Hiri, Galli, Theutonici, Yberi, Wasconi, Baleari, Nauarri impii, Bascli, Gotti, Prouinciales, Garasqui, Lotharingi, Gauti, Angli, Britones, Cornubienses, Flandri, Frisi, Allobroges, Itali, Apuli, Pictaui, Aquitani, Greci, Armeni, Daci, Noroequi, Russi, Iorianti, Nubiani, Parthi, Romani, Galate, Ephesi, Medi, Tuscani, Kalabriani, Saxones, Siciliani, Asiani, Ponti, Bitiniani, Indiani, Creti, Hierosolimitani, Antiocheni, Galilei, Sardani, Cipriani, Vngari, Bulgari, Ysclauoni, Africani, Perse, Alexandrini, Egiptii, Suriani, Arabes, Colosenses,  Mauri, Ethiopes, Philipenses, Capadoci, Corinti, Elamite, Mesopotamiani, Libiani, Cirenenses, Pamphiliani, Ciliciani, Iudei et cetere gentes innumerabiles cuncte lingue tribus et naciones


    En ese texto, ¿donde están los hispanoandalusíes?. Porque los únicos hispanos son los Yberi, Wasconi, Baleari, Nauarri impii, Bascli, es decir, los vasco-franceses (Wasconi), los navarros impíos, los vascones (bascli), los baleares y los íberos (Yberi). Los hispanos-cristianos del norte peninsular resulta que no son "gallegos" sino "íberos", salvo los vascones y navarros. Y los íberos, que yo sepa, no eran ni godos, ni musulmanes, a lo sumo era un población preromana que luego fue romanizada. Luego está claro que en el códice calixtino con lo único que establecen un vínculo de los hispanos es con lo romano o preromano, ni de Al-Andalus ni de los visigodos quieren saber nada.


    Así que a ver si quien "confunde raza-pueblo-religión" es otro que "desde su ignorancia" quiere poner en tela de juicio los documentos históricos sin el menor fundamento documental.


    Por otra parte, el códice calixtino es un fraude en cuanto a su denominación, ya que no es atribuible a Calixto II -fue escrito por franceses, pero que conocían mucho las tensiones entre navarros de Estella y vascones, ya que a los navarros los denosta completamente-. Pero ya que mencionamos a Calixto II, podemos añadir un dato. El hizo transferir la primatura episcopal -arzobispado- de Mérida (bajo control musulmán) a Santiago, eliminando definitivamente cualquier posibilidad de legitimar a Al-Andalus como la sucesora de la tradición hispanorromana. De este modo, Diego Gelmírez fue el primer arzobispo compostelano.


     


    Por otra parte, me resulta increible que vengamos de nuevo a hacer política...si no hay argumentos históricos, entonces volvemos con el revisionismo, la memoria histórica y demás.... Desde luego, yo lo único que he hecho ha sido poner textos históricos encima de la mesa. Y no existe ningún "nacionalismo cántabro" que quiera  anular a don Pelayo y colocar como figura culmen de la lucha contra el sarraceno a Pedro el duque de Cantabria o al rey Alfonso. Nosotros hemos vivido muy tranquilos muchos años sin pelearnos con nadie por semejante protagonismo. Además, don Pelayo no está demostrado que fuera asturiano.


    Tampoco digo que la reconquista (o si se prefiere, la recuperatio) fuera buena o mala, simplemente lo que digo es que la hubo,...y la hubo porque los ejércitos califales habían invadido la península...ya lo habían hecho en dos ocasiones durante el gobierno de Wamba, pero fueron rechazados (en 680. En 682 toda la zona africana del estrecho, salvo Ceuta, había caído en manos musulmanas. Y el conde Julían, indudablemente resistía gracias a los suministros visigodos desde la península). Que la mayoría de los hispanorromanos no defendieran al poder político visigodo no significa que desearan el poder musulmán. ¿Qué muchos aceptaron el islam?. También muchos checos, daneses, noruegos...aceptaron la ocupación nazi. ¿Y por eso estaban contentos y felices?.


    Lo que está claro es que Mérida, Córdoba, Lérida, Zaragoza...no resistieron porque la minoría goda decidiera luchar. Si la ciudad no quiere luchar, no lucha. Y para más inri las fuerzas godas tras Guadalete habían evacuado Córdoba (sólo habían quedado 300 hombres, que era la guarnición de la ciudad), pero la resistencia en la ciudad duró 3 meses. Y quienes se levantaron posteriormente en Sevilla, Zaragoza o Pamplona contra el gobernador musulmán no fueron los godos, sino los hispanorromanos.


    Claro que también puede ocurrir que las crónicas históricas nos hayan mentido, incluso las portuguesas.


    La importancia de Covadonga no estriba ni en cuantos murieron ni en si eran 400 asnos o no...lo que importa es que fue la primera batalla que perdieron los árabes en Hispania sin contraataque posterior de éstos, y que además, por primera vez había un godo luchando con los hispanorromanos y no abandonándolos a su suerte, como habían hecho en Toledo, Córdoba....


    A lo mejor hubiéramos sido más felices y vivido mejor de haber aceptado el islam nuestros antepasados. Pero la realidad es que no quisieron hacerlo.


    En cuanto al tema de la magnitud de las poblaciones hispanas en el 711, es posible que muchas poblaciones conocidas no excedieran de 300 o 400 habitantes....pero Córdoba o Mérida no creo que bajasen de 10.000...en Córdoba la guarnición permanente era de 300 hombres. En todo caso, esta cuestión sí que parece interesante de debatir.

  3. #3 Teshub 12 de feb. 2008

    Qué manía con que Hispania era Al-Andalus. Hispania era la península ibérica, y ningún cristiano del norte admitía como hispanos a los analusíes:



    Crónica del Obispo Don Pelayo, 1124:


    [Adefonsus VI]14: Tunc Adefonsus rex uelociter Romam nuntios misit ad Papam Aldebrandum cognomento Septimus Gregorius; ideo hoc fecit, quia romanum misterium habere uoluit in omni regno suo. Memoratus itaque Papa Cardinalem suum Ricardum, Abbatem Marsiliensem, in Hispana transmisit. Qui apud Burgensem urbem Concilium celebrauit confirmauitque romanum misterium in omni regno regis Adefonsi Era MCXIIII.


    1076: "regnante rege Adefonso in omni Yspania",


     


    En cuanto a Aragón: 1210, Teruel -

    Pedro II, rey de Aragón, concede a la Orden de San Juan de Jerusalén el castillo de Cabañas, y agua de Meta y Cabañas los sábados y domingos para riego de La Almunia de Doña Godina a cambio de los judíos propiedad del hospital, radicantes entre el río Segre y Ariza, y unos moros de Huesca y Zaragoza, excepto los judíos que se mencionan.


    Madrid, Archivo Histórico Nacional, Orden de San Juan, legajo 160, Pergamino 520 x 280, falto de sellos y partido por a. b. c.; Cartulario Magno de la Orden de San Juan de Jerusalén, t. III, páginas 554-6. Documento partido por a. b. c. d. e. F. g. h.


    Datum Turolii viii idus septembris per manum Ferrarii notarii nostri era m.cc.xl.viii.


    Sig �� num Petri Dei gratia regis Aragonum et comitis Barchinone


    Sig �� num fratris Eximini de Lavata magnis preceptoris Hospitalis in Yspania. Signum Eximen de Morieta prioris de Navarra. Signum fratris Martini de Andos castellanus Emposte qui omnes hec omnia supradicta firmamus concedimus et laudamus.


     


    1252:  El Hospital de San Juan de Jerusalén de La Almunia y el Concejo de la villa conciertan el régimen para la venta de vino y suministros para abono de censos reales.


    Madrid, Archivo Histórico Nacional, Cartulario Magno de la Orden de San Juan de Jerusalén, tomo III, pág. 542. Documento partido por a. b. c.


    Cum contentio esset inter comendatorem domus nostre de Almunia et concilium eiusdem ville super venditione vini et aliorum multorum tandem pro bono pacis et compositione amicabili utroque partis, nos frater F. Roderici domorum Hospitalis per Yspaniam humilis comendator et frater P. de Alcalano castellanus Emposte de voluntate et asensu multorum fratrum ibidem nobiscum existentium facimus vobiscum iuratis et concilio de la Almunia compositionem in hunc modum quam per nos volumus perpetuo observari. Statuimus quod comendator de Almunia posit vendere vinum suum


     


    Sobre los portuguerses, pues qué decir:


    1330: Manoscritti da D. Baldassare Boncompagni, ms. 307 [s. XIV] (olim, ms. de Petro Girometi, nr. 21), fF. 227rb-234: «Egidius de Theobaldis parmensis in prologo huius sue translationis latine». Após crítica à tradução de Theobaldi o autor identifica-se um pouco mais à frente: «…ea propterea ego Alfonsus Dyonisius de ulixbona yspanus medicus et clericus illustrissimi principis domini Alfonsi Portugaliae et Algarbii regis illustris»


    «Dominus Alfunsus de Hyspania, baccalarius, incepit legere Fen quartam 1 Can<onis> Avicenne. MCCCXXIX, 2 die Martii [datação galicana, corresponde a 1330]», doc. parcialmente publicado em Chartularium Universitatis Parisiensis, vol. II, doc. 918, p. 349)


    Que un médico llamado Alfonso Dionisio de Lisboa (Afonso de Dinis), bajo el rey Alfonso de Portugal, sea un médico hispano en el 1330 resulta un andalusí muy raro, ¿no?.


    También resulta raro que en la Universidad de Bolonia en los s. XIII y XIV impartieran cursos gente con nombres como Laurentius Hispanus, o Martinus Eximini Yspanus, comendador (1268-69); Martinus Eximini, de Teruel, en 1276 y 1282; Martinus Eximini Yspanus en 1281-82, maestro canonista -Martinus Eximini Yspanus, doctor decretorum, magister, Scholar bon., iurisperitus (1281, 1282, 1301, 1302)Martinus Hispanus, profesor de lógica en 1275. En 1301, se cita a Sebonus Bitigotis de Spania Scholar Bononiae. También se cita en 1305 a Miguel «de Yspania» (Michael Johannis de Yspania Scolar in decretalibus). En 1306 aparece Michael Ispanus canónico Legitinensi (Sigüenza), scolaris Bon. En 1309 se cita como testigo a un tal Bornius Dominici «de Yspania», de Ripoll; el 31 de mayo de 1305, el estudiante español Miguel «de Yspania» compró al bolones Alberto Guidoni por 28 liras una casa cerca de Santa María «delle Muratelle»; en 1312, Fortugnius Petri Amorabilis de Spagna. En 1321 aparece citado Vincencius Anforís de Yspania Scolarís Bononiae in Studio in decretalibus;  Martinus Martini de Lerena de Ispania Canonicus Colubriensis, scolar Bononiae in iure canónico (1324).  Vincianus Johannis de Yspania (1324).


    Vamos, la de andalusíes que impartían clases o estudiaban en Bolonia en los s. XII y XIV...aquello debía ser una pequeña Córdoba, ¿no?...eso sí, que andalusíes más raros, que venían de Ripoll, de Zaragoza, de Sigüenza...Aunque lo mejor es esto:


    Bernardus Arnaldi Guillelnni de Yspania Scolaris in iure civile (1327)


    ¿Alguien me podría explicar qué utilidad podría tener para un andalusí estudiar el derecho civil -romano- en Bolonia en 1327?

  4. #4 Moulin De Avar 13 de abr. 2008

    F.: No me quiero extender en los limitanei, pero no es que estuvieran en batallas es que se incorporaban a los ejércitos en campaña y cuando lo hacían recibían el nombre de pseudocomitatenses. Realmente algunas legiones, cohortes o auxilia, incluso no tenían valor combativo alto, pero los que recibían las incursiones de los bárbaros de contínuo, tanto de los de la otra orilla del en el Danubio, como en el Rhin estaban acostumbrados a sacudirse el polvo de las lorigas con el acero y no solo servían para detener a cuatro desharrapados que robaban media docena de gallináceas. ;-) La primera línea defensiva que ellos formaban no era solo un recurso retórico de quién lo escribía. A gran escala no podían detener una invasión, pero no por falta de combatitividad, sino porque a pesar de formar legiones en número de 6000, estaban distribuidos en puestos fijos que resistían lo suficiente para permitir que los ejércitos móviles acudieran a taponar la brecha, tal cual se había diseñado el sistema defensivo desde finales del III.


    Ñervatu, esto no es así: 8º Ese balón de Oxígeno permitió a los francos en la Galia y a la resistencia Astur-Cántabra en Hispania reorganizarse y recuperarse de la sorpresa para fortificarse, rearmarse y aprovechando las discordias entre los junds árabes y los bereberes llevar la frontera hasta el Duero.


    Puede que para los astures fuese así, pero para los francos NO, estos tenían suficiente fuerza para hacer solos lo que hicieron, no necesitaban ningún balón de oxígeno y menos les afectaba lo que sucediese en unas peñas remotas por unos protagonistas en escaso número.


    Lo cierto es que como ya se ha dicho por algunos aquí, muy acertadamente, no hay fuentes árabes coetáneas que registren "lo de los asnos degustadores de miel" en el momento en que sucedió, la única que conocemos, muyyyyy posterior, encima no le da ninguna importancia. Pero sí hay fuentes que relatan los acontecimientos con los francos mucho más cercanas a los hechos allende el Pirineo y a ellos sí le dedican muchísima más atención que a los "pelayo-boys".


    Te sugiero que releas otra vez esas fuentes, también las fuentes galas como al Crónica de Moissac y los Anales de Aniano, además de que otra vez, tires de la Crónica Mozárabe, para que compares, solo eso, entre acontecimeintos que atañen a los hispanos y a los francos, durante la primera mitad del VIII.


    Es evidente que no se puede obviar que había una España musulmana, y que sí puede, y debe, ser tenida en cuenta para entender la historia de España en general. Otra cosa es como enfocarla posteriormente, o como dotar a la idea de España de un soporte continuista lo más acertado posible, que no podría ser otro que la herencia romana, incluída, y tampoco puede ser de otra manera, la implantación progresiva del cristianismo en la sociedad hispano-romana primero y en la hispano visigótica después, en la búsqueda de lo más aproximado posible que pudo tener esa fé en aquella sociedad del VIII, para que la consideremos homogénea a la hora de hablar ya de España como realidad física y cultural perfectamente diferenciada.


    Luego podemos entender cada uno como queremos acometer la idea de España. En base a sí la España musulmana estába más cerca de la cultura arábigo-africana y  la España cristiana estaba más cerca de la Europa romanizada que llevó después al desarrollo de la que ahora es la llamada cultura occidental, que por cierto es la que todas las naciones, pueblos y gentes, ahora mismo, salvo algunos pocos enriscados, quieren acceder y asimilar ¿o no?


    Y ahí se queda


    En cuanto a las mezclas, pues está muy bien para los cócteles, pero aplicado al ser humano, es una utopía, como sabemos, la historia nos lo demuestra cada día y con salir a la calle lo comprueba uno mismo, los grupos sociales diferentes terminan unos por ser fagocitados por otros, asimilados los menos fuertes o destruidos y aniquilados en el peor de los casos y cuando conviven lo hacen separadamente, sin mezclarse y si eso sucede hasta cuando dos grupos son culturalmente muy próximos, ya hemos visto lo que sucede cuando son muy diferentes y más cuando son antagónicos.


    Siempre ha habido migraciones, siempre ha habido grups diferenciados en las sociedades, no solo ahora y en España, la diferencia es que ahora llegan mucho más rápido y pueden llegar a ser mucho más numerosos en poco tiempo, eso no dará una sociedad mixta, como algunos creen, lo que generará es un conflicto en generaciones futuras. ¿Futurismo? en absoluto, lo sabeis bien, la historia es cruda al respecto.


    Saludos.


     

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