Autor: Dressel
miércoles, 02 de enero de 2008
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Dressel


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ETIMOLOGÍA Y FUNCIÓN DEL PROSCAENIUM EN LOS TEATROS ROMANOS

Intentamos explicar la funcionalidad, y qué es realmente el proscaenium en la estructura de un teatro romano.

FUENTES Y ETIMOLOGÍA DEL PROSCAENIUM.

FUENTES Y ETIMOLOGÍA DEL PROSCAENIUM.

            Las fuentes encontradas, que se
refieren directa o indirectamente al proscaenio, dentro del entramado de un
teatro romano, son, propiamente:

Vitrubio, Los diez libreos de arquitectura (L. V; 7).

Tito Livio, Historia de Roma (Ab Urbe Condita) (L. XL, 51, 3).

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables(II;
4, 2 y II; 4, 6).

Plinio el Viejo, Historia Natural (L.
XXXV cap. 36; 114).

Orosio, Historias (IV; 21, 4).

Servio, Geórgicas (2, 381).

Plauto, Anfitrión (91).

Varrón, La lengua latina (6, 38).

Apuleyo, Las metamorfosis o El asno de oro (3, 2).

Tácito, Anales (XIV; 20).



            De todos los autores nombrados
anteriormente, tal vez el más importante sea Vitrubio, ya que su obra se dedica
única y exclusivamente a ejercer de manual arquitectónico para todo tipo de
edificios que se construían en

la
Roma

antigua. El resto de las fuentes citadas se refieren al
proscaenium de manera superflua, no llegando a definir completamente lo que es
para ellos dicha parte de la scaena, que hoy día se contempla como el escenario
propiamente dicho por parte de algunos autores, pero que podría abarcar también
al muro de separación entre la orchestra y dicho escenario, y que serviría
también como cubrición de otra parte del teatro romano, el hiposcaenium. Ésta es la parte interior que se sitúa bajo el
proscaenium, en la cual estarían los vestuarios para los actores y demás
almacenes para decoración de la scena, etcétera. Así mismo, el proscaenium está
directamente relacionado con otras partes del teatro romano, como la orchestra
y lo que sería la scaena propiamente dicha. De hecho, varios de los autores
consultados, por no decir todos, engloban el proscaenium dentro de dicha parte
en el teatro romano.

            Pasaremos a continuación a comentar
cada una de las fuentes consultadas, para una posterior puesta en común de las
mismas, así como una breve crítica de lo que cada uno de estos autores antiguos
entendían por proscaenio. Hay que decir, que en la mayoría de las traducciones
modernas, los autores encargados de las mismas se refieren a dicha parte como
escena propiamente dicha, o escenario, sin tener en cuenta las connotaciones
aperturistas de dicha palabra. Esto es así, porque el concepto escena o
escenario englobaría, en época romana, no sólo al proscaenio, sino a toda la scena misma.

 

  1. Vitrubio:

            En
su famosa obra De architectura, de
diez libros, el escritor latino, basándose en postulados griegos, realizó un
manual de construcción marcando los cánones para cada tipo de edificación, así
como los materiales que debían o podían ser empleados en la construcción.
Centrándonos en el apartado que nos toca, el dedicado a los teatros, el autor
dedica parte de su liber quintus a
explicarnos las diferencias constructivas entre los teatros griegos, germen del
teatro clásico, y los teatros romanos, de los cuales, como se ha comentado
anteriormente, el de Pompeyo Magno[1] sería
el primero de los mismos construido en piedra, sobre los cimientos, según
Coarelli, del teatro del censor Lépido, construido en madera el año

179 a

.c. Hay que decir, que
aunque Vitrubio sienta los precedentes para todos los tipos de construcción, no
siempre, o mejor dicho, casi nunca, sus medidas serán las empleadas en las
edificaciones. Esto se debe, o bien a los caprichos de los arquitectos, o bien
por la orografía del terreno. Aunque se sigue un esquema fijo de construcción,
por lo general se emplean las medidas que se puedan o que se quieran usar, así
como los tipos decorativos que en cada caso el o los artistas crean conveniente
usar.

            Eso en cuanto a la época
republicana. Ya en época imperial, la decoración empleada en cada caso
dependerá del emperador o dinastía reinante, o bien de la moda imperante. Así,
tenemos la dedicación en el teatro de Cartago-Nova[2] a los
nietos del Divino Octavio Augusto,
Cayo y Lucio, a los que se dedica la construcción. Dicha dedicación se haría
para promocionar a la ciudad ante el nuevo poder reinante.

            Y centrándonos ya en la parte del
teatro que nos toca, el proscaenium, Vitrubio da las pautas para sus medidas y
colocación, tanto en los teatros griegos como en los romanos. Para los
primeros, debido a la forma de la orchestra, el proscaenium quedaría más lejano
con respecto a la cávea y el público. Mientras que en los teatros romanos, al
tratarse de una orchestra semicircular, la aproximación de ésta a la situación
del proscaenio será mayor (Fig. 1y 2):

            “…quod primum in ima circinatione, ut in latino trigonorum IIII, in eo
quadratum trium anguli circinationis lineam tangent, et cuius quadrati latus
est proximum scaenae praeciditque
curvaturam circinationis, ea regione designatur finitio proscaenii…”[3]
(Vitr. L. V- cap. VII)

                                                                        

[4]                      

           



            Además de ésta información, el autor
dicta las medidas de altura que debe tener el pulpitum en los teatros griegos (entre 10 y

12 pies

de altura); y una
anchura de entre 5 y

7 pies

.
Dichas medidas debían ser aplicadas también en los teatros romanos, aunque,
como ya hemos mencionado anteriormente, cada arquitecto incluye las medidas que
crea necesarias para la obra.

            Partiendo de ésta información,
plantearemos a continuación la visión sobre el proscaenium que se desprende de
la lectura de las diferentes fuentes que lo incluyen directa o indirectamente
en su relato.

  1. Plauto:

      Nacido
en torno al siglo III a.c., este escritor de origen griego, ha sido tal vez el
más famoso comediante de la época republicana.

      En concreto, dicho autor
nombra al elemento estudiado indirectamente, dentro de su obra El Anfitrión:

“…histriones anno cum in proscaenio
hic Iovem invocarunt…”
(Plauto, Amph. 91)[5].

      En
este extracto de la obra de Plauto, podemos ver más claramente la relación
entre el teatro y la religión en

la
Roma

republicana. En concreto, nos habla de la invocación que
unos actores (la palabra histriones[6] se puede
interpretar también como comediantes, debido a que Plauto realizaba obras de
carácter cómico) realizaban a Júpiter todos los años subiendo al proscaenio,
que claramente lo interpreta como el escenario propiamente dicho. Esto sería
así, puesto que en la época en la que escribe Plauto sus obras, los teatros no
eran estables, sino unos cuantos tablones a modo de escenario y unas pocas
gradas, también de madera.

 

  1. Plinio el
    Viejo:

      Dentro
de su obra Historia Natural, en el
libro XXXV, capítulo XXXVI, este autor del siglo I d.c., hace referencia a unos
juegos celebrados en Grecia, en los que se celebró una competición teatral. Y
dentro de dicha competición, al contabilizar los nombres de los participantes,
no cuenta que subían a scaena para su
presentación. Lo que Plinio entiende por scaena
es lo que los autores modernos tratan como proscaenio, puesto que la mayoría se
refieren al mismo como el tablado de madera en el que se representa una obra
teatral .De ésta manera, se acepta el uso latino para el escenario, que sería
el proscaenium propiamente dicho. El pulpitum del que habla Vitrubio, formaría
parte de la scaena, pero no se englobaría dentro de lo que es el proscaenium,
sino que se trataría como un elemento a parte.

“…Descendisse hic in
certamen cum Zeuxide traditur et, cum ille detulisset uuas pictas tanto
successu, ut in scaenam aues
aduolarent, ipse detulisse linteum pictum ta ueritate repraesentata…”
(Plinio L. XXXV; cap. XXXVI)[7].

 

  1. Tito Livio:

      Éste
autor del siglo I a.c., nos explica, dentro del Libro XL de su Ab urbe Condita, la actuación de los
censores de época republicana, durante el año

179 a

.c. Y dentro de esa
actuación, destaca la aportación constructiva de Lépido[8], el
cual construyó:

“…una canalización cerca de
Tarracina, obra muy criticada porque allí había terrenos que le pertenecían y
había cargado al erario público un gasto privado; construyó un teatro y un proscenio junto al templo de Apolo…

(T. Livio L. XL, 51, 3).



      El teatro y proscaenium a los
que Livio hace referencia en este texto, según los autores consultados[9], se
trataría de una construcción realizada en materiales ígneos, ya que el primer
teatro estable en material latericio fue el antes comentado de Cneo Pompeyo
Magno, en torno al

55 a

.c.
Además, dicho teatro se erigiría justo en el mismo espacio que el pompeyano, ya
que, según nos dice Livio, está construido cerca del Templo de Apolo.

      Así pues, atendiendo a la
denominación de Tito Livio, el teatro sería el equivalente a la cauea y el proscaenio, el conjunto de la
scaena en todas sus partes,
incluyendo al scaena frons, el hiposcaenium y todas las estancias
posteriores del edificio.

                Un elemento que también podemos
observar en la lectura del texto de Livio, es la unión, en los primeros
tiempos, de las representaciones teatrales con las celebraciones religiosas. En
el mismo teatro de               Figura
2[10]                                      Pompeyo podemos
observar que en la parte                                                                      más alta de la cauea se encontraba un templo a

Venere Victoria[11], por
el cual, dicho personaje pudo construir el edificio, puesto que había una ley
desde el siglo II a.c., que prohibía construir teatros estables dentro de la
ciudad (Val. Máx.).

 

  1. Suetonio:

      Dentro
de La vida de los doce césares, el
autor latino del siglo II d.c., al hablar de los juegos organizados por Nerón
al llegar al poder, nos habla de la diversidad de los mismos “…Spectaculorum plurima et uaria genera
edidit: iuuenales, circenses, scaenicos ludos, gladiatorium munus…”[12]
. Pero lo
interesante del comentario sobre dichos juegos es que, según el autor:

      “…Hos ludos spectatuit e proscaeni
fastigio…”[13]
.
(Suet. Nero; 12, 1).

 

 

      La curiosidad estriba en que
el propio emperador era partícipe de las representaciones, debido a que se
encontraba justo encima del escenario durante las mismas, a modo de un dios que
sería venerado, por aquella antigua tradición en la que se unían religión y
representaciones teatrales. Esto lo podemos observar en la rica decoración de
la mayoría de los teatros. Aras, esculturas y demás temas decorativos, eran
dedicados a los dioses, en un principio; y al emperador a partir de Augusto.
Aunque la fecha exacta de la dedicación a los emperadores no se sabe con
seguridad, debido a que hasta la muerte de Augusto no se autoriza a dedicar los
edificios a dichos personajes. Sería Tiberio, un año después de la muerte de
Augusto (15 d.c.), el que autorizaría por una ley la dedicación de los mismos
al culto imperial. Con esta medida, la decoración típica de los teatros y demás
edificios de espectáculos se vería mezclada con la del culto a la persona
nombrada princeps.

 

  1. Valerio
    Máximo:

      En
sus Dichos y hechos memorables, libro
dedicado a Tiberio[14],
este autor latino, relata lo que para él han sido los actos más importantes de
la historia de Roma hasta la época en la que escribe, en el siglo I d.c.



      Dentro del Libro II,
concretamente en el Capítulo IV, habla sobre los espectáculos en Roma,
centrándose, sobre todo, en los teatrales; tal vez por la relación entre estos
y la religión, anteriormente comentada. En dicho capítulo, podemos observar la
evolución de los juegos teatrales, y los protagonistas de la historia romana
que tuvieron que ver con ello. Entre ellos, destacan Mesala y Casio, bajo cuyo
censurado, según el autor, fueron introducidos dichos juegos[15].
También destaca la figura de Escipión Nasica, perteneciente a la famosa familia
de los Escipiones, quien censuró los espectáculos, y por orden suya “…se estableció poner en pública subasta la
indumentaria necesaria para tales representaciones escénicas y se tomaron precauciones
por un decreto del senado que decía: nadie dentro de los muros de la ciudad, o
a menos de mil pasos de ella, coloque asientos o contemple los juegos sentado…”

(Val. Máx. L. II; Cap. IV). Dicho
edicto de realizaría en torno al año 154-150, como nos comenta el traductor de
la edición escogida. Además, dicha fecha correspondería muy bien con el proceso
de helenización que se da en Roma a partir de mediados del siglo II a.c.,
proceso por el cual se adaptaron algunas construcciones griegas, como el teatro.
El primer teatro estable del que tenemos noticia es el de Lépido en torno al
año

179 a

.c.,
como hemos visto anteriormente en el comentario a T. Livio.

      Con respecto al proscaenium, el autor lo nombra en la
siguiente frase:

      “…como estos mimos profesionales se llamaban, en lengua etrusca,
histriones, en adelante se impuso este nombre a todos los que aparecían en escena. Estos juegos se regularizaron y
pasaron a la forma de sátira…”
(Val.
Máx.; L. II; Cap. IV
).

      Aquí vemos a la proscaenium
interpretado como la escena, a la que según el autor, accedían los actores para
representar la obras. Como ya se ha comentado anteriormente, los histriones
eran considerados a todos los actores, aunque, como podemos ver aquí, en un
primer momento eran llamados así solamente una clase de actores. También
podemos interpretar aquí las influencias que pesan sobre el teatro romano.
Aunque la mayor influencia a la hora de la construcción proviene del edificio
griego, el tipo de representaciones podría provenir de los etruscos[16],
como podemos observar por la misma palabra.

      Sobre los juegos teatrales,
también Tácito en sus Annales[17], hace referencia
a estos, comentando lo mismo que Valerio Máximo sobre el edicto senatorial y la
prohibición de presenciar los espectáculos de pie. Y la misma noticia es
recogida por Orosio[18] en sus Historias, en concreto en el Libro IV.

 

 

 

  1. Marco
    Terencio Varrón:

      Dentro
del libro La lengua latina, este
autor, contemporáneo de Julio César, intentó realizar un compendio
enciclopédico sobre la evolución del lenguaje latino; aunque no se ha
conservado la obra entera. Además, en estos libros se intentan dar recensiones
sobre la historia de Roma.

      Y refiriéndose a los actores
de teatro, cita textualmente:

      “…ideo
actores pronuntiare dicuntur, quod in proscaenio
enuntiant poetae cogitata…”[19]
(Var. L. IV; 58).

 

      Como podemos observar, en el
texto, Varrón se refiere directamente al proscaenium, al contrario que otros
autores que hablan de scaena, con lo
que da a entender que el proscaenium es el escenario del teatro.

 

  1. Lucio? Apuleyo:

      Oriundo del Norte de África,
este escritor del siglo II d.c., en su libro titulado Las Metamorfosis (Metamorphoseion) o El asno de oro (copiando el título de otra obra del griego Luciano
de Samósata); narra las peripecias de un personaje con el que se ha querido
identificar al propio autor[20]. El
estilo del libro es de lo que podríamos llamar picaresca; satirizando a su modo la sociedad de su época.

      Dentro del Libro III, en el
cual se ve involucrado el personaje principal en un contencioso judicial, nos
aparece una referencia a la palabra proscaenio:

“…Tunc me per proscaenium médium uelut quandam
uictiman publica ministeria producunt et orchestrae mediae sisunt…”[21]
(Ap. Met.; L. III; 2).

      En el texto, se ve claramente la intención del autor en
lo referente a la palabra en cuestión, dándole el significado de escenario, al
igual que la mayoría de las fuentes consultadas. Y así es como lo refleja el
traductor, ya que la palabra que se corresponde con proscaenium en el texto
en castellano es escena. Más reservas hay con respecto a la palabra  orchestra, traducida como orquesta,
ya que en el castellano actual la orquesta es el conjunto de músicos, y no la
parte del teatro. Aunque en el Diccionario
ilustrado Latino-Español
(ed. VOX),
la definición de orchestra es: “lugar
reservado a los senadores en el teatro romano”[22]
.

 

  1. Mario
    Honorato Servio:

      Nacido en el siglo IV, Servio
es conocido por ser el gran comentarista de la obra de Virgilio. Ésta obra,
llamada Comentario de las Geórgicas,
es de la que hemos extraído los textos en los que aparece reflejada la palabra
proscaenio:

      “…veteres ieunt proscaenia
ludi primi teatrales ex Liberalibus nati sunt (…) proscaenia autem sunt pulpita ante scaenam, in quibus ludicra
exercentur (…) proscaenium procul
dubio pulpitum dicit…”
(Serv. Georg.; 2; 381).

      De las referencias que hemos
tomado de Servio, tal vez la más importante es la segunda de ellas, que hace
referencia a qué es propiamente el proscaenium: “…pero los proscaenia son púlpitos frente a la escena en los que se
representaban los juegos[23]…”
. De este modo,
para el autor, el proscaenium sería el conjunto entero del pulpitum proscaenae junto
con el escenario propiamente dicho.

 

ETIMOLOGÍA DE  PROSCAENIUM:

 

      La palabra proscaenium, como
se ha expresado anteriormente, proviene del griego clásico, de la unión del
prefijo pro- (antes de), y la palabra skene[24] (escena). La
composición de ambas palabras da como resultado la palabra a la que hacemos
referencia en este trabajo, que literalmente significa, “antes de la escena”.

      La mayoría de los autores
modernos, han entendido este concepto y por lo tanto, atribuyen la parte del
muro que separa el escenario de la orchestra como el proscaenium propiamente
dicho. Pero la mayoría de los autores antiguos consultados se refieren al
proscaenium como la escena, el escenario del teatro. De hecho, la mayoría de
las obras usadas, han sido en edición bilingüe, puesto que el autor moderno, al
realizar la traducción se ha referido casi siempre al proscaenio como escenario
o escena.

      Otra teoría versaría sobre la
denominación de proscaenium, sería la que se referiría al proscaenium como el
conjunto del pulpitum proscaenae y el
escenario, formando además la cavidad que da cobertura al hiposcaenium, lugar donde se encontrarían diversas estancias para
los actores y la tramoya del teatro.

      Así pues, el debate queda
abierto entre los defensores del proscaenium como el muro que separa la scaena
de la orchestra, que en la mayoría de las ocasiones está profusamente decorado,
como lo demuestran las estatuas del teatro de Leptis Magna; los defensores del
proscaenium como el escenario únicamente, compuesto por una tarima de madera
que cubría las estancias del hiposcaenium;
y una tercera vía, que se referiría al proscaenium como un todo dentro de la
scaena de los teatros romanos.

 

 

LA DOCUMENTACIÓN EPIGRÁFICA.

      Se han encontrado en total
cinco documentos epigráficos que hacen referencia al proscaenium, o incluso,
que se han encontrado a los pies del mismo en los teatros romanos, como en el
caso de la inscripción del teatro de Itálica.

      El primer documento
encontrado, es una inscripción aparecida en el teatro de Olisipo, encontrada en
el volumen II del C.I.L. (Corpus Inscriptorum Latinarum). En ella se hace
referencia a la remodelación que los quatorvirii
del año 57/58 d.c.[25]
llevan a cabo en el teatro de la ciuitas.
Se menciona una reparación en el proscaenium, entendido como el escenario donde
se llevaban a cabo las representaciones o ludi
teatrales.

      El segundo documento hace
referencia a la remodelación del teatro de Augusta Emerita en tiempos de
Trajano, en concreto entre el año 115/116 d.c. Dicho documento fue hallado
también en el C.I.L.

      Los otros tres documentos
epigráficos han sido hallados en el Epigraphische Datenbank Heidelberg
(EDH). En ellos se hace referencia a las remodelaciones llevadas a cabo en
diferentes teatros, de diferentes partes del imperio.

      La primera de las
inscripciones proviene de la actual Bélgica, de un teatro situado en el actual
pueblo de Wederath:

 



In honor(em) dom(us) d(ivinae)
/ deo Creto[ni et] / Genio [p]agi Ac[---] / P(ublius) Capitonius [---] / ad
excol[endam] / memo[riam] / (?)Capit[oni ---] / pat[roni] / prosc[aenium d(ono) d(edit)]

 



      Como podemos observar, el epígrafe nos habla de la dedicación
del proscaenium a un dios, realizada por algunos de los personajes más
importantes de la ciudad. De esta manera se pueden ver con claridad dos
elementos intrínsecos al carácter de los teatros romanos. El primero es el del
evergetismo llevado a cabo en las ciudades del imperio. Esto es, que personajes
influyentes de las altas capas de la sociedad dentro de la ciuitas, se dedican, bien para darse a conocer; o bien para
promocionarse a nivel político, a realizar obras de carácter público para con
los ciudadanos de dicha ciudad. El segundo elemento es el de la relación entre
las representaciones teatrales y la religión, antes citada. El ejemplo más
claro de ello, se da en el teatro construido por Pompeyo y dedicado en el

55 a

.c. a

la Victoria

(Coarelli, 1982), mediante la
realización de un templo en el eje central de la suma cauea, justo en el lado opuesto a la scaena.



      La segunda inscripción, y la más importante de todas, proviene
del teatro de Leptis Magna:

 

Proscaenium

// columnis [e]t marmoribus // ex HS CC(ducentibus
milibus) a Marcio Vitale itemque ex HS CCC(trecentibus milibus) a Iunio Galba
in eam rem // [datis item] / [tetrastylis] lac[u]nar[um] // pec(unia) publ(ica)
exornatum dedicatum est L(ucio) Hedio Rufo [Lo]lliano Avito // proco(n)s(ule)
C(aio) Vibio Gallione Clau//dio Seve[ro] leg(ato)

      En este documento epigráfico, además de hablarnos de la
construcción del proscaenium del teatro de la ciudad, promocionada por Marco
Vitale y por Iunio Galba; se nos muestra el gasto que se debería hacer a la hora
de llevar a cabo dicha obra. En concreto, entre ambos evergetas, se gastaron
unos quinientos mil sestercios

[26]; con lo que podemos efectuar un cálculo
aproximado de lo que costaría realizar un teatro entero. Este documento también
podría demostrar que la realización de un teatro sería una inversión conjunta
entre todos los poderes fácticos de la civitas,
dándonos una visión más concreta de lo que supone el gasto de estos personajes
en los edificios públicos en general. Siempre y cuando no sea una obra llevada
a cabo directamente desde el poder central, es decir, la urbs, Roma. 

      Otro aspecto a tener en cuenta, es la visión que sobre un
proscaenium podemos tener leyendo este epígrafe, porque de él se desprende que
el proscaenium es el muro que separa la orchestra de la scaena. Esto es así
porque podemos observar que el gasto de los quinientos mil sestercios son para
mármoles y columnas. Además, debemos tener en cuenta la profusa decoración que
llevaba dicho muro, puesto que en las excavaciones del teatro de Leptis Magna

[27] se encontraron estatuas que estarían colocadas
en las oquedades a modo de nichos del muro. En concreto se encontraron dos
estatuas pertenecientes a los dioscuros y un supuesto torso de Baco/Dionisos (Caputo y Traversi, 1976).

    

 

     

 

 

 

      El tercer y último documento
epigráfico es una inscripción hallada a los pies del proscaenium del teatro
romano de Itálica. En dicho documento se habla de parte de las reformas
llevadas a cabo en el proscaenium, así como unos aras sitos en la orchestra del
teatro en honor al Princeps Augusto, realizado por los duonvirii de la ciuitas,
Lucius Blattius y Traianus Pollio Caius.

 



L(ucius) Blattius L(uci)
f(ilius) Traianus Pollio C(aius) [---] C(ai) f(ilius) Pollio IIvir(i)
desig(nati) iter(um) pontif(ices) prim[i cr]eati / Augusto orchestram pro[scaeni]um itinera aras et signa d(e) s(ua)
p(ecunia) f(aciendum) c(uraverunt)

 

 

 

            En la imagen podemos observar la
inscripción que se halla in situ.
Este tipo de inscripciones, realizadas en el pavimento de la obra, son comunes
en los edificios públicos, sobre todo en los foros (Abascal, Älfoldy y Cebrián, 2001). En Segóbriga, por ejemplo, hay
restos de una inscripción de carácter similar, ubicada en el foro de la civitas (Abascal, 2002).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA HISTORIOGRAFÍA MODERNA.

 

      Como se ha comentado
anteriormente, los autores modernos no se ponen de acuerdo a la hora de definir
lo que es un proscaenium. Para una parte de estos, sería el escenario, el tabulatum donde se actuaba. Para otros
es el pulpitum, que separa la
orchestra de la scaena. Solamente un
autor de los consultados, optó por creer que el proscaenium era todo lo que
separa a la orchestra del scaenae frons
(Forcellini, 1965).

      Pero entre los autores
antiguos, aunque la mayoría apuestan por la interpretación de proscaenium como
el escenario, algunos como Servio, optan por dar a toda la escena el nombre de
proscaenium, que será la lectura usada por Forcellini, antes citado.

      Pasaremos ahora a comentar
brevemente cada una de las teorías:

a)     

La primera teoría, que indicaría que el proscaenium es
el muro que separa la scaena de la orchestra, es seguida por los autores
italianos estudiados, así como para Oliva Rodríguez, del teatro de Itálica.
Dicha teoría se puede seguir, leyendo detenidamente a Vitrubio, ya que el autor
antiguo nos hablaba del proscaenium, tanto en los teatros griegos como en los
romanos, del pulpitum que separaba la
orchestra de la scaena. Así, Oliva Rodríguez nos habla del proscaenium del
teatro romano de Itálica, el cual estaría profusamente decorado, debido a su
situación bastante visible, y a la importancia adquirida en el mundo itálico.
Aunque la misma autora reconoce que dichas afirmaciones deben revisarse debido
a las excavaciones realizadas en el teatro de Tusculum[28],
cerca de Roma (Rodríguez, 2004).
Además de la decoración, que en el caso de Itálica se sitúa también en la
cabecera del pulpitum, los nichos que
forman la parte frontal del muro también estarían decorados con estatuas
puestas en su interior, al igual que el caso de Leptis Magna, antes mencionado.


b)     

La teoría de la definición del proscaenium como el
escenario donde se representaba, sin incluir el pulpitum detro de éste, ha sido
admitida por: Segura Murguía, 2001 y Gros,

1996. A

favor de estos
autores está el relato de la mayoría de las fuentes consultadas, que usan la
palabra proscaenium como el entablamento de madera en el que se actúa. Pero en
contra se sitúa el relato de Vitrubio, quien usa la palabra para definir el
muro que separa la orchestra de la scaena.

c)     

La tercera teoría sobre el término estudiado sería el
incluir ambos elementos dentro de la palabra. Dicha tesis se puede obtener de
la lectura de Forcellini, donde se define el proscaenium como “…locus ante scaenam, h. e. inter scaenam et
orchestram, ubi erat pulpitum, sed tabulatum in quo stabant histriones…”
[29](Forcellini, 1965).

     

      El problema que se nos
presenta a la hora de definir el proscaenium dentro de los teatros romanos,
como podemos observar, es inmenso. A primera vista, cada una de las
aceptaciones aquí expuestas tiene un porqué y bastantes elementos tanto a favor
como en contra para ser la principal. Tal vez la aceptación de Forcellini
sería, en un principio la más aceptable, ya que comprende el proscaenium como
un todo en el que se sitúa tanto el pulpitum como el escenario, cada uno con
una función definida pero que están intrínsecamente unidos; puesto que el
pulpitum sirve a modo de sujeción del entablamento superior, formando entre los
dos un ángulo de noventa grados y formando el escenario como lo conocemos hoy
en día.

[1] Construido entre los años
61 y

55 a

.c.
en Roma.



[2] Ramallo Asensio, S.; El
teatro romano de Cartagena
.

[3] “…en primer lugar, mientras en el teatro
latino quedaban inscritos cuatro triángulos en el círculo más inferior, donde
estaba la orchestra, en el teatro griego éste se dividirá en tres cadrados
cuyos vértices toquen la circunferencia; el lado del cuadrado más próximo a la
escena, donde corta la circunferencia, en ese mismo punto se fijará el límite
del proscaenio…
”. (traducción de la edición de José Luis Oliver Domingo.
Alianza ed. 1995 Pág. 209-210).

[4]
Separación entre la orchestra y el muro del proscaenio en un teatro romano y en
uno griego, según Vitrubio.

[5] “…los actores invocaban a Júpiter todos los
años desde el proscaenium…
”.

[6] Según
nos cuenta Valerio Máximo, la palabra histrio, -onis, evolucionaría del
etrusco, y se le daría, ya en el siglo IV a.c. el significado para todo tipo de
actores.

[7] En este extracto, Plinio
nos narra la fastuosidad llevada a escena de una competición de teatro en torno
al siglo II a.c.

[8] También era P.M.
(Pontífice máximo). Ver pág. 419 de la edición Gredos.

[9] Tosi, Giovanna; Gli edifici per spettacoli
nell´Italia romana.
Roma 2003  II vol.

[10] Reconstrucción virtual
del Teatro de Pompeyo, con el templo en primer plano.

[11] Coarelli, F,; Roma. Bari
1982 391 p.

[12]…ofreció muchos espectáculos y de muchas
clases: juvenales, circenses, representaciones teatrales y un combate de
gladiadores…
”.

[13] “…Nerón contemplaba estos espectáculos desde
lo alto del proscaenio…”
.

[14] Segundo emperador, desde
el 14 al 37 d.c. Sucedió a Augusto. Su gobierno se vio salpicado por los
asesinatos de varios parientes para asegurarse el trono imperial.

[15] En torno a principios del
siglo IV a.c.

[16] Thuilier, J.
P.;
“Sur les origines étrusques du
théâtre romain”, en Spectaculla II: Le theatre antique et ses spectacles. Actes
du colloque tenu au Musée Archéologique Henri Prades de Lattes les 27, 28, 29
et 30 avril 1989 pp. 201-208.

[17]
Tácito, Annales, Libro XIV.

[18] Orosio, Historias, L. IV; 21, 3.

[19] “…por eso, los actores, en el proscaenio,
enunciaban los discursos que los poetas habían pensado…”
.

[20] Caso parecido al Satiricón de Petronio.

[21] “…entonces los alguaciles de la ciudad me
hacen avanzar a través de la escena, como si se tratase de una víctima, y me
colocan en medio de la orquesta…”
. (Tomado de la edición bilingüe de
Santiago Segura, Bilbao, 1982).

[22] Diccionario ilustrado Latino-Español, Español-Latino, ed. VOX pág.
344.

[23] Entiéndase aquí la
palabra juegos como las obras representadas.

[24]
Según Segura Murguía, en griego, la palabra skene, que ha evolucionado hasta la
moderna escena, significaría en un primer momento “tienda de campaña”, en
referencia a las tiendas de campaña en las que se encontraban los protagonistas
en una tragedia. (Segura, 2002).

[25] Fecha hallada a raíz de
que se menciona en la inscripción que la remodelación se realizó en el año
cuarto del consulado de Nerón, Princeps entre los años 54 y 68 d.c.

[26] HS son las siglas del
sestercio.

[27] En la página anterior
podemos observar una imagen del teatro de Leptis Magna.

[28] Esto
se debe a la poca importancia que hasta la fecha habían recibido los teatros de
corte helenístico, donde supuestamente el proscaenium no tenía tanta
importancia hasta las reformas realizadas en el teatro romano.

[29] “…lugar delante de la escena, y también
entre la escena y la orchestra, donde había un púlpito, también era el sitio en
el que estaban los histriones…”
.

FUNCIÓN Y UTILIDAD DEL PROSCAENIUM.

Las funciones principales[1] del
proscaenium dentro del organigrama de un teatro romano son bastante obvias. En
un primer término sirve como separación entre el organigrama escénico y la zona
donde se sitúa el público, situando a los actores en un plano superior y
vistoso para que se les pueda distinguir. Además, el pulpitum solía estar
ricamente decorado como podemos observar en el teatro de Cartago-Nova, en el de
Itálica o Leptis Magna, por citar algunos.

      Pero en las oquedades que
cubren el pulpitum y el escenario se encuentra todo un organigrama que
resultaba fundamental para llevar a cabo una obra de teatro. En primer lugar,
hallamos, justo en la oquedad que quedaba entre el muro del pulpitum y el hiposcaenium,
todo el entramado del foso para el telón, cuya longitud abarcaba toda la parte
del frente escénico. Se trataba de un mecanismo accionado desde los laterales
del proscaenium, mediante el cual, unos operarios accionaban el sistema de
movimiento del telón para cubrir la scaena o descubrirla. Restos de éste
sistema nos han quedado en muchos teatros romanos, como el de Cartago-Nova, al
que pertenece la imagen de la izquierda; o el de Lyon, al que pertenece la de
la derecha. Como se puede observar en el esquema del entramado del teatro de
Lyon (Pelletier, 1982), en los
laterales del proscaenium se situaría la maquinaria de poleas que vemos en la
parte derecha de la imagen. Ésta estaría conectada mediante cuerdas con otras
poleas repartidas a lo largo de la parte trasera del pulpitum, que se situarían
enclavadas mediante unos postes que irían unidos a la parte inferior del
escenario, como podemos observar en la imagen del teatro de Cartagena.

 

      Además del organigrama del
telón, bajo el proscaenium se situaba el hiposcaenium, habitación o
habitaciones donde los actores se cambiaban para entrar a escena, y se
guardaban diferentes ornamentos a modo de tramoya, que eran usados en las
representaciones, como máscaras, decorados, etc. Tras vestirse en estas estancias,
los actores se dirigían al lateral por el que debían salir, accediendo al
escenario por unas escaleras situadas en los extremos del proscaenium, la
parascenia, al lado de las cuales se situaban unas pequeñas basílicas.

      En un último término se situaría
el scaenae frons, que sería la pared
columnada situada detrás del escenario, y que cumplía la función de decorado,
además de servir como cavidad auditiva para aumentar las voces de los actores
hacia la cauea.

      Así pues, como podemos
observar, todo un entramado de actividades paralelas dependían del proscaenium,
o estaban ligadas a él, con lo que no se trataría solamente de una parte
secundaria de los teatros tanto griegos como romanos. Sería el germen de todas
las acciones realizadas en el resto de partes del teatro. Sería, en un último
término, la parte más importante del teatro, puesto que es ahí donde se va a
realizar la obra, a donde van a mirar los espectadores, en fin, donde van a
trabajar los actores.

 

[2]

 

 

6

LA DECORACIÓN DEL


PROSCAENIUM.

     

      Aceptando la teoría del
proscaenium como el pulpitum que separa la orchestra de la scaena, y la teoría
de aceptarlo como ambos elementos, sabemos que en los pulpita se ha encontrado
decoración, normalmente referida a deidades, como Baco, dios muy ligado a los
juegos teatrales; o la tríada capitolina entre otros. Aunque también hay que
tener en cuenta, que a partir de Augusto, la familia imperial siempre estará en
un primer plano por encima del resto de dioses, como deidades vivientes, sobre
todo el emperador. En el Alto Imperio esta tendencia se dará más a menudo por
dos razones. La primera es la importancia que adquiere la figura del emperador
dentro del organigrama religioso y social de los romanos; y la segunda en que,
más en el siglo I d.c., los juegos teatrales estarán en boga de toda la
sociedad, cayendo un poco en desuso a partir de mediados del siglo II d.c. Esto
podría verse debido al cambio de mentalidad que se va fraguando en la sociedad
romana de esta época, el surgimiento del cristianismo como filosofía de vida,
que encamina a sus seguidores hacia el más absoluto recato. Era esta una
religión criticada por muchos autores antiguos de extremista y excluyente.

      Adentrándonos en la decoración
de las diferentes partes del proscaenium, decir que la parte más expuesta para
ser decorada, como no, se trata del pulpitum. En la parte superior del mismo,
como se puede observar en el teatro de Itálica, se podía incluir alguna pequeña
escultura adosada, realizada en el mismo tipo de piedra que el pulpitum.
Además, la zona baja del mismo solía tener, como podemos observar en el teatro
de Segóbriga o en el de Cartago-Nova, pequeños salientes a modo de molduras.

      Un elemento a tener en cuenta, es la diferente forma de los
pulpita. Cada proscaenium tiene, adecuándose en modo general a la forma del
pulpitum, unas cavidades, que pueden adoptar varias formas. Las encontramos
normalmente a modo de semiexedra o rectangulares, con o sin techumbre, y más o
menos insertadas dentro de muro, como en los teatros de Acinipo, Ostia,
Sabratha o Mérida por citar algunos. Pero también hay casos, como el de Leptis
Magna, donde forman nichos con techumbre abovedada. Todas estas formas podían
ir combinadas, formando dibujos simétricos. Y dentro de estas cavidades se
encontraba la más rica decoración de un teatro romano, junto con la del scaenae frons. Se trata de esculturas de
mármol, como las comentadas del teatro de Leptis Magna, o las aras del teatro
de Cartago-Nova (Ramallo, 2001). En
dichas aras, tres para ser exactos, se representaban las musas relacionadas con
los juegos teatrales (Polimnia, Melpómene y Talía), acompañando en cada ara una
musa a un dios de la tríada capitolina y su emblema.

 

[3]

 



      Así pues, el proscaenium se
nos presenta, además del lugar de las representaciones teatrales, como el lugar
donde la unión entre lo religioso y lo lúdico está más presente. Esto, siempre
que no tengamos en cuenta el pequeño templete que se situaba en un principio,
en la zona más alta de la cavea, justo en frente de la scaena. Un buen ejemplo
de ello, es el teatro anteriormente citado, construido por Pompeyo y consagrado
a Victoria en

55 a

.c.
Para terminar, decir que en algunos casos, como en el teatro romano de
Cartago-Nova, se puede dar una reutilización del espacio ocupado anteriormente
por el proscaenium. En concreto, en este teatro se puede observar la
reutilización del espacio como un mercado en época muy tardía del Imperio
Romano, en torno al siglo V d.c. Esto se debe, en un primer término, a que el
teatro estaría abandonado desde hacía bastante tiempo, y al retroceder el
espacio ocupado de la ciudad, los edificios públicos que se encontraban
abandonados, fueron reutilizados. En concreto, el teatro se encontraba en la
parte central de la civitas, con lo
que es plausible dicha afirmación. Y no hay que olvidar que el cerro en el que
se encuentra, desde la construcción del barrio de época republicana, siempre ha
estado habitado, incluso hasta nuestros días. En la gran oquedad del
hiposcaenium, podemos observar que ésta se ha repartido en varias estancias a
modo de taberna[4]e, aprovechando la
estructura central del pulpitum y los muros laterales de la parascenia y las
basílicas. Para esta construcción se reutilizaron elementos que provenían en su
mayor parte del teatro romano, como basas, capiteles o fustes de columnas.
Dicha reutilización también se dará en épocas posteriores, como en

la Bizantina

o

la Medieval

(Vizcaíno et alii, 2005).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 A MODO DE CONCLUSIÓN.

 



      Como hemos podido comprobar,
el  proscaenium de los teatros romanos ha
sido uno de los más importantes elementos dentro del organigrama del teatro,
sino el más importante. Su evolución desde el teatro griego, pasando de tener
una importancia relativa a convertirse en el eje de toda la representación, le
ha conferido dicha importancia. Consultando a las fuentes, se puede observar
como, cuando un censor, como en el caso de Lépido en el año

179 a

.c., realizaba una obra
de este tipo, se mencionaba el teatro, entendido como la cavea, por un lado; y el proscaenium por otro.

      En la antigua Grecia, sobre
todo en las épocas Clásica y Helenística, el proscaenium no había tenido una
importancia tan grande como la tendrá en el mundo romano a partir del siglo II
a.c., con la gran influencia griega en

la Península

Itálica,
tanto en el carácter socio-cultural, como en el artístico. En los teatros
griegos, como se observa tras la lectura de Vitrubio, era la orchestra la que
desempeñaba la mayor importancia, al realizarse en ella la mayor parte de los
espectáculos teatrales. Además, el coro, al contrario que en las
representaciones itálicas, se situaba en la orchestra, y era el elemento que
hacía evolucionar la obra. En el teatro y en las representaciones de la antigua
Roma, toda esa organización evolucionará hasta quitar el protagonismo al coro,
con lo que cuando se realicen los primeros teatros en piedra y estables, la
orchestra se recortará para dar más importancia al proscaenium. Una causa muy
probable de esta evolución, además de que las obras teatrales de más
importancia en el mundo romano estarán destinadas a ser representadas por pocos
personajes, y serán en su mayoría comedias fáciles de carácter sátiro; será el
que los primeros teatros, construidos en madera, presentaban casi únicamente el
escenario, en el cual el espectador fijaba toda su atención puesto que toda la
trama se sucedía allí. Además, según cita Valerio Máximo, al igual que otras
fuentes, los espectáculos teatrales no se podían contemplar sentado, y se
solían hacer en el foro, con lo que el espacio para la representación sería
ínfimo comparado con los teatros estables, y suponemos que las personas se
agolparían cerca del escenario para ver la representación, como sucede en
nuestros días.

      Un punto en el que hacer
hincapié es el Estado de

la
Cuestión

sobre los elementos que conforman el proscaenium. Si
bien aquí se han planteado las diversas teorías manejadas por los
investigadores, hoy día no está nada claro qué es el proscaenium en sí, debido
a la gran diferencia de opiniones sobre el tema. Personalmente me inclino más
por la definición que nos da Forcellini, aunque ésta no sea muy aceptada,
debido a que creo que sí es posible el creer en el proscaenium como un todo que
engloba al pulpitum y el escenario, y del que dependen las funciones más
importantes dentro de un teatro romano. Pero no hay que menospreciar el resto
de hipótesis, puesto que todas se basan en una lectura e interpretación de las
fuentes, vista al modo de cada cual.

      Así pues, para finalizar, decir
que todavía quedan muchas interrogantes en lo antes mencionado, y que se espera
que con el desarrollo de nuevos trabajos en este sentido, se puedan aclarar las
dudas que siempre han existido al respecto.



LISTA DE AUTORES ANTIGUOS

 

 

Vitrubio: Los 10 libros de arquitectura. (L. V; 7).

Tito Livio: Historia de Roma (Ab urbe condita). (L.
XL 51, 3).

Valerio Máximo: Hechos y dichos memorables. (II: 4, 2 y
II; 4, 6).

Plinio el Viejo: Historia Natural. (L. XXXV cap. 36;
114).

Orosio: Historias. (IV, 21; 4).

Servio: Geórgicas. (2, 381).

Plauto: Anfitrión. (91).

Varrón: La lengua latina. (6, 38).

Apuleyo: Las metamorfosis o El asno de oro. (3, 2).

Tácito: Anales. (XIV; 20).

Suetonio: Vida de los doce césares. (Nerón, 12; 1).

 

 

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

 

           

      Al no encontrar bibliografía
específica sobre el tema, hemos tomado varios apartados de monografías
generales sobre el teatro romano en sí, guías arqueológicas generales, y
monografías sobre teatros romanos repartidos por todo el imperio.

 

 

ABASCAL,
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“Epigrama, arquitectura y decoración arquitectónica del foro de
Segóbriga” en La decoración
arquitectónica de las ciudades romanas de Occidente. Actas del Congreso
celebrado en 2003 en Cartagena
pp.219-256.

ABASCAL,
J.M.; ALFÖLDY, G. y CEBRIÁN, R.;
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otros documentos epigráficos del foro de Segóbriga”. AEspA, 74,    pp. 117-130.

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Carthago Spartaria. Aspectos de la vida cotidiana.
Catálogo de la
exposición celebrada en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, Cartagena
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VV.AA;
Arte Nabateo. El primer reino árabe
de la Historia. Catálogo de la exposición realizada en el Museo Arqueológico
Nacional (septiembre de 1979- enero de 1980) Madrid 87 p.

VV.AA.; Diccionario ilustrado Latino-Español;
Español-Latino
. Barcelona 1997 715 p.

 

EDICIONES USADAS PARA EL
ESTUDIO DE LAS FUENTES:

 

 

APULEYO,
LUCIO;
Metamorfosis o El asno de oro.
Edición bilingüe por Santiago Segura Mungía, Bilbao 1992.

LIVIO,
TITO;
Ab Urbe Condita (Historia
de Roma desde su fundación). Texto revisado, traducción, introducción y notas
por Antonio Fontán, Madrid 1987,

PLAUTO,
TITO MACCIO;
Anfitrión.
Traducción de José María Guinot Galán, Madrid 1994.

OROSIO,
PAULO;
Historias. Introducción,
traducción y notas de Eustaquio Sánchez Salor, Madrid 1982.

SERVIO,Comentario a las Geórgicas. (De esta
obra no se han encontrado ejemplares, con lo cual nos hemos remitido al libro GONZÁLEZ BÁZQUEZ, M. C.; Diccionario del teatro latino: léxico,
dramaturgia, escenografía
. Madrid 2004 334 p.)

SUETONIO
TRANQUILO, CAYO;
La vite di Dodeci
Cesari.
Texto di Guido Vitali, Bolonia 1968.

TÁCITO,
CAYO CORNELIO;
Anales.
Introducción, traducción y notas de José L. Mordejo, Madrid 1984.

VALERIO
MÁXIMO, PUBLIO;
Hechos y dichos
memorables.
Introducción y traducción de Santiago López, María Luisa Harto
y Joaquín Villalba, Madrid 2003.

VARRÓN,
MARCO TERENCIO;
La lengua latina.
Introducción de Luis Alfonso Hernández, Madrid 1988.

VITRUBIO
POLIÓN, MARCO;
Los diez libros de
arquitectura.
Traducción directa del latín, prólogo y notas de Agustín
Blázquez, Barcelona 1986.

[1] En la
imagen de la izquierda podemos ver un bajorrelieve en el que se representa a
unos actores realizando una obra de teatro sobre el escenario.

[2] En la
imagen de la izquierda podemos observar la entrada a una de las basílicas
mencionadas, en concreto del teatro romano de Cartago-Nova. En la de la derecha
podemos ver el momento de unos actores cambiándose antes de comenzar a actuar,
en un mosaico conservado en Pompeya.

[3] En las imágenes podemos
ver las tres aras encontradas en el teatro de Cartago-Nova. La primera de
ellas, de izquierda a derecha, es la de Júpiter o del Águila; la segunda es la de Minerva o de

La
Lechuza

; y la tercera es la de Juno, o del Pavo Real.

[4] En la imagen de la página
siguiente podemos observar una de las tabernae, con material reutilizado del
teatro, justo detrás del pulpitum del proscaenium.


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