Autor: Alevín
lunes, 01 de octubre de 2007
Sección: Edad Media
Información publicada por: alevin
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Historia del Retablo Mayor de la catedral de León

Siempre que voy a la capital leonesa me gusta, si tengo unos minutos libres, pasearme por la catedral, recorrer su nave y pararme aunque sea unos instantes justo en el crucero, dejando que mi mirada se zambulla en el mar multicolor que la luz exterior crea al atravesar los tres rosetones, como en un rito personal de renovación interior. Y en ese lugar es donde a menudo oigo comentarios como:


 


-         “Fíjate, con lo bonita, elegante, preciosa... (aquí los calificativos son variados) que es esta catedral y que pena que tenga un retablo tan pobre, simple, sencillo... (también adjetivos variados)”.


 


Y en este momento es cuando, si tengo tiempo y los visitantes son receptivos,  Alevín interviene para explicarles el retablo, su mérito y su historia, en un resumen de lo que a continuación voy a exponer.


 


Comencemos diciendo que este retablo es la obra maestra de Nicolás Francés, artista del que al final del artículo ampliaremos datos, y que ya estaba instalado en 1434, con lo que se convierte en el retablo gótico más antiguo de España (al menos  en una catedral), siendo con ello el ejemplo primigenio, en nuestro país, del paso de la pintura mural románica a la pintura en vidrieras y de ahí al paso de la pintura en tabla ( la historia de esos cambios podrían ser objeto de otro foro).


 


El retablo primitivo, que llenaba los cinco intercolumnios que rodean el altar, constaba de cinco calles y cuatro cuerpos (excepto en la calle central con tres ya que cobijaba el camarín de una Virgen de la misma época) en donde se repartían  18 tablas grandes ( entre 1,54 x 2,72 m.y 1,48 x 2,13 m), reducidas a 16 en el s. XVI al instalar en los arcos extremos los sepulcros del S. Alvito y S. Pelayo. Los temas que trataban eran los siguientes:


 


-         La vida de la Virgen (solo se conserva una tabla de seis que había)


-         La vida de S. Froilan (se conservan  tres de cuatro tablas)


-         Traslado de cuerpo de S.Isidoro a León por S.Alvito (cuatro tablas,  perdidas)


-         Martirio y traslado a Compostela del Apóstol Santiago (se conserva una de cuatro)


 


Además entre las calles del retablo se distribuían otras 22 tablas ya más pequeñas de la que se conservan 18 que actualmente están adornando el sillón del Obispo.


 


¿Y que aconteció para que ocurriera este desastre?. Pues que en algún personaje del cabildo de nuestra catedral se dio un paseo por Toledo y se encandiló con el Transparente que Narciso Tomé había hecho para la catedral  de esa ciudad y en un “tris”estuvo la catedral de León de gozar una “hermosura” igual. Por suerte, dentro de lo que cabe, el asunto se saldó con encargarle al mencionado Tomé un nuevo retablo para nuestra “Pulcra leonina”, retablo que realizó su sobrino, Simón Gavilán Tomé, y que en 1740 ya estaba montado, con inmensas columnas salomónicas y los grutescos del barroco imperante. Pero antes hubo que desmontar el altar gótico y sus tablas se distribuyeron (todas menos una) por otras parroquias de diferentes pueblos.


 


Tenemos que aguardar a finales del s. XIX cuando, en la restauración que se estaba llevando a cabo en la catedral, dos arquitectos,  Sres. Lázaro y Torbado, se implican en devolver al altar mayor la prestancia que había tenido en origen y  se dedican a la recuperación de las tablas grandes (las pequeñas ya indiqué que se utilizaron para el adorno del sillón obispal) de las que solo consiguen cuatro (y dos de ellas repintadas) habiéndose perdido la pista, a día de hoy, del resto. Por ello el retablo actual esta formado por  esas cinco tablas grandes (cuatro encontradas y una que no salió de la catedral) mas otras ocho tablas pequeñas.del Maestro de Palanquinos, procedentes de otras iglesias, tal y como describimos a continuación de arriba abajo y de izquierda a derecha:


 


-Traslado de los restos de Apóstol Santiago a Compostela


Es una de las mejores. A la izquierda los discípulos dominan a unos novillos bravos, mientras en el centro una carreta de ruedas macizas, antecedente del “carro chillón” leonés que yo aún conocí en la montaña, es tirado por dos bueyes unidos por un yugo y “melenas”,  yendo en la carreta el arcón donde descansan los restos del Apóstol, cubierto por rico paño y escoltado por dos diáconos. A la derecha una catedral gótica donde un mendigo(¿peregrino?) se acerca a un altar portátil que presenta al propio Santiago Peregrino. Un obispo penetra en la catedral en la que se observa decoración de tapices. Al fondo una gran iglesia gótica, pastores cuidando ovejas, peregrinos que depositan piedras ( para la construcción de la iglesia) al pie de un crucero, el castillo del Obispo Teodomiro a lo lejos y varios conejos retozan por el suelo.


 


-Consagración de S. Froilan como Obispo de León


Ceremonia acaecida en Pentecostés del año 900, tras vencer la resistencia del santo que por humildad no quería aceptar llegando a alegar que se sentía mal monje y que había tenido un hijo. Se considera la mejor tabla de todas. Se representa la consagración del santo por tres obispos rodeados todos de multitud de otros religiosos y seglares donde son de admirar el realismo de los rostros (posibles retratos). En el extremo izquierdo aparecen dos mujeres cuchicheando y luciendo tocados típicos de la tierra. Anecdótica es la presencia de dos perros disputándose un hueso.


 


-Dos pequeñas tablas juntas del Maestro de Palanquinos


Parte de las traídas de la parroquia del pueblo de mismo nombre. Representan a seis apóstoles en media figura.


 


-Visita de Alfonso III al Abad S. Froilan


Representa un edificio gótico con dos puertas. Por la de la izquierda sale el santo a despedir al rey, que ha ido a convencerle de ser obispo de León, y a un grupo de nobles que lucen una colorista indumentaria. Por la puerta derecha un monje y un novicio descargan  presentes de una caballería. En el extremo inferior izquierdo un varón muestra “sus vergüenzas” a una mujer, ambos en tamaño minúsculo comparado con el resto de las figuras (¿una broma del pintor?). También en tamaño pequeño, dos mujeres sentadas, una de ellas hilando y la otra con una cesta conteniendo verduras y pollos muertos, además un perro espulgándose.


 


 


-S. Froilan en el desierto


A la izquierda se representa al milagro por el que el santo se aplica una brasa ardiente en la boca y sale indemne, por lo que se prueba la voluntas de Dios de que sea predicador. A la derecha aparece el santo con dos palomas, una color fuego y la otra blanca, que se entran por la boca quemándole una y dándole serenidad de espíritu la otra, para provocar su vocación. Es la tabla más árida debido al decorado donde se desarrolla el tema. Para animarla un poco el pintor añade dos monjes, uno observando el milagro de las palomas y otro, de espaldas, leyendo distraído.


 


-La presentación de la Virgen niña en el Templo


El pintor se inspira en el apócrifo llamado Seudo-Mateo en el que se explica como la Virgen, con tres años, subió sola y  corriendo las escaleras del Templo. La composición queda un poco disparatada pues contrasta el tamaño enorme de las figuras de la izquierda con una escalera absurda en una iglesia a medio hacer por donde sube una minúscula figura femenina que representa a la Virgen. No obstante son de destacar la elegancia y colorido de las figuras.


 


-Predela


Aquí se encuentran seis tablas pequeñas, también del s. XV, cuatro de ellas traídas de la iglesia de Palanquinos y pintadas por el llamado Maestro de Palanquinos y otras dos de la Parroquia del Mercado, en la propia ciudad de León. Todas ellas tienen como tema común escenas de la vida de la Virgen.


 


Todo el retablo esta “enmarcado” en el guardapolvo original del s.XV (doble fila de hojas de hiedra tallada y doradas sobre fondo azul), debidamente adaptado ahora al tamaño inferior de la obra.


 


El retablo tiene dos elementos más pero pertenecientes a otro segmento artístico. Uno es una imagen barroca de la Virgen, resto del retablo barroco y el otro un arca de plata, labrada por Enrique de Arfe en el S.XVI, para las reliquias de S, Froilan.


 


Y el curioso preguntará: “¿Y que se hizo del altar barroco de los Tomé?”. Pues en la propia ciudad de León se encuentra. En la Iglesia de S.Francisco, donde ha hallado un edificio más acorde con su siglo y, era tanta su grandeza, que dio para un altar mayor, dos laterales y aún sobraron piezas. Lo curioso es que cuando se entregó el retablo barroco a los franciscanos, con él fue también, en depósito, la Virgen del retablo gótico, una imagen del S.XV  obra de Jusquin, por lo que se da la curiosa circunstancia de que la Virgen del retablo barroco está presidiendo el retablo gótico y la gótica el retablo barroco. ¿Por qué la felicidad nunca es completa?.


 


Retazos de los pintores mencionados.


 


-         Nicolás Francés


-         Casi seguro que su origen lo tenía marcado en el apellido. Debía de ser una especie de jefe de un taller pluriocupacional pues además de pintor era entallador y vidriero. Se sabe que llegó a León sobre 1424 y allí vivió hasta su muerte, en 1468. Se caso dos veces (Juana Martínez y Urraca González) y habitó en casas pertenecientes al cabildo catedralicio. Lo cierto es que fue muy apreciado por el cabildo que siempre quedó muy satisfecho de los encargos que le hicieron  por lo que fue nombrado Maestro Mayor,  y en la  catedral, interior y claustro, dejo muestra de su trabajo, así como en el diseño de alguna de las vidrieras.


-         Como pintor destaca por sus dotes de observador, afición a lo episódico, incluso empleando recursos humorísticos; por la intensidad en la expresión de los rostros y por la fuerza del color, conseguido con el empleo del óleo (se considera que fue el primero en manejarlo en Castilla y León tras Jan van Eyck). Su estilo recuerda mucho a Giotto y tiene los defectos técnicos propios de la época, como la falta de perspectiva, desproporción en el tamaño de las figuras y cierta pesadez en los vestidos. Es característico de él el llenar los primeros planos con episodios anecdóticos en pequeño tamaño


 


-Maestro de Palanquinos


 


-         Llamado así ya que su obra se desarrolló para la parroquia de este pequeño pueblo leonés. No se conocen datos sobre su filiación ni de su vida (aunque algunas teorias lo identeifican como Pedro de Mayorga). Su mejor obra se considera un Descendimiento que hasta hace poco estuvo cubriendo el primer intercolumnio del lado del Evangelio y que actualmente se ha pasado al Museo de la catedral. Su estilo esta dentro de la influencia de maestros flamencos y alemanes.


 


Confío en que este pequeño estudio sirva para que los curiosos que visiten la catedral de León vean con otros ojos  su retablo y sepan valorar la importancia de ver “in situ” una obra histórica que, por si sola, merecería un Museo


Paz y bien


 


Bibliografía.-


“Catalogo Monumental de la Provincia de León” – Manuel Gómez-Moreno


“La Catedral de León” – Mª  Elena Gómez-Moreno


“El Gótico de la Ciudad de León”- José Mª Villanueva Lázaro


 

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