Autor: Servan
miércoles, 23 de mayo de 2007
Sección: Lenguas
Información publicada por: Servan
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M. Ruhlen, El origen de las lenguas

The origen of language, Wiley & Sons, 1994.


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Comentarios

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  1. #1 Servan 23 de mayo de 2007

    Gallimard, 2007.
    Cuando escribí este libro, a comienzos de los 90, la revolución de la genética humana estaba comenzando. El resultado de los trabajos de Cavalli-Sforza sobre marcadores genéticos clásicos había aparecido recientemente, así como los primeros trabajos con ADN mitocondrial. El cromosoma Y no había entrado en escena. Estos trabajos llevaron a un árbol filogenético de las poblaciones humanas - una labor a la que Cavalli-Sforza se había dedicado en 1964- y a la conclusión de que este árbol fundamentado en los genes, se parecía enormemente al construído a partir de las lenguas. Esta correlación entre lenguas y genes ha dado nacimiento a una controversia que dura hasta hoy, si bien ha mostrado que no es sorprendente descubrir una correlación entre ellas. Lenguas y genes nos abren dos ventanas independientes sobre la prehistoria humana - y la prehistoria humana no se ha desarrollado de muchas formas.
    Ello no quiere decir, como Cavalli-Sforza ha insistido, que lenguas y genes estén siempre correlacionadas. Los pueblos pueden cambiar de lengua rapidamente y de miuchas formas conocidas. Los húngaros hablan una lengua uraliana, pero sus genes son fundamentalmente europeos. La razón es que los magiares fueron un pueblo asiático que conquistó Hungría hace mil años e impuso su lengua a la gente que allí vivía. El reemplazo de una lengua por otra fué completo, pero la contribución genética de los magiares fué en revancha, modesta. Lo mismo es cierto de los turcos, que son lingüísticamente turcomanos (familia lingüística de Asia central y N.E.), pero genéticamente europeos. En ambos casos vemos lo que Renfrew califica de "dominación de una elite" y en los dos casos las consecuencias lingüísticas han sido iguales.
    Inversamente, los genes pueden variar en el seno de una población mientras la lengua subsiste. El vasco es un ejemplo clásico. El vasco es el único sobreviviente de las lenguas paleolíticas de Europa; todos los otros han sido reemplazados por lenguas indoeuropeas en el curso de la expansión neolítica partida de Anatolia, como lo han mostrado Cavalli-Sforza, Renfrew y Dolgopolski. En cambio, los genes vascos han terminado con el tiempo por parecerse largamente a los genes europeos actuales, aún si las contribuciones respectivas de genes paleolíticos y neolíticos en el seno de la población vasca siguen siendo controversiales. Solo algunas diferencias genéticas, como la alta incidencia del alelo Rh - en el sistema Rhesus de grupos sanguíneos, difieren incluso hoy día a las del resto (la mayor parte) de los pueblos europeos.
    En este aspecto, los vascos se parecen a los otros miembros de la familia dené-caucasiana; los caucasianos, burushaskis, chinotibetanos, yenisei y na-dené. Todas las poblaciones dené caucasianas se muestran más próximas geneticamente a las poblaciones cercanas, que entre ellos mismos. Ello no es sorprendente, dada la antigua separación de las seis ramas, con contacto posterior con otras poblaciones. Así como los vascos son geneticamente más próximos a los europeos, los kets (que hablan la única lengua yenisei viviente), son geneticamente los más próximos de los evenkis, que hablan una lengua tungusa, y los na-dené están más próximos a los amerindios que a todas las otras ramas dené-caucasianas. Incluso en el senos del grupo chino-tibetano, las diferentes poblaciones chinas han son más cercanas a las poblaciones chinas no han, que son sus vecinos, que a los otros han.
    El descubrimiento fundamental al que han llegado estos trabajos pioneros en genética humana, ha sido que todos los hombres modernos comparten un origen común africano reciente. Ello había sido descubierto gracias a los marcadores clásicos y al ADN mitocondrial, y ha sido confirmado totalmente por el cromosoma Y. No hay la menos duda que todos los hombres vivientes modernos toienen el mismo origen africano. Debe opbservarse que los primeros en darse cuenta de ello fueron los antropólogos.
    Está también claro hoy que la mayor diversidad genética se encuentra en Africa, lo que no es sorprendente pues la evolución humana ha ocurrido mayormente en este continente. Una mayor duración implica siempre mayor diversidad genética (y lingüística). Lasa poblaciones africanas más divergentes se encuentran entre los joisan, que constituyen una de las dos ramas de la huimanidad, la otra es el resto de las poblaciones. En realidad, hay mayor diversidad entre losd joisan, que entre ellos y las otrtas familias (Knight et al. 2003).
    Ello sugiere que los clics, que se observan esencialmentye (dejando de lado algunas préstamos a la lengua bantú), existían en la población humana original de la cual descienden todos los hombres actuales. Parece entonces que los clics se perdieron una vez y no han sido reinventados en las lenguas hijas de esta primera lengua. Ello representa entonces una especie de flecha de tiempo que no va sino en dirección de la pérdida.
    La genética ha clarificado así mismo la posición de los pigmeos en el seno de la familia humana. Los pigmeos hablan hoy lenguas que han tomado de sus vecinos (bantú o nilo.saharianos), sus lenguas originales se han perdido; no haydatos lingüísticos que indiquen la posición de los pigmeos respecto a otras lenguas.La genética muestra que los pigmeos, como los joisan, difieren grandemente de otras poblaciones humanas.
    Loas diversos caminos seguidos por los pueblos después de abandonar Africa hace 50.000 años, han sido objeto de investigaciones en los últimos 15 años. Ha resultado un esquema general fundamentado en el ADN mitocondrial y el cromosoma Y. La deduccción de las vías de migración fundadas respectivamente en el ADN mitocondrial y el cromosoma Y no son iguales. Ello es normal, pues el ADN mitocondrial traza nuestra ascendencia femenina, mientras el cromosoma Y traza exclusivamente la ascendencia masculina. La prehistoria de hombres y mujeres no es forzosamente la misma.
    Puede encontrarse en la red una excelente exposición del estado de conocimientos sobre el ADN mitocondrial y el cromosomaY:





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    Ruhlen enseña lingüística en la U. Stanford y codirige el programa Evolution of Human Language, Santa Fe Institute, N.M.

  2. #2 Servan 23 de mayo de 2007


  3. #3 Servan 23 de mayo de 2007


  4. #4 tomas deuna 23 de mayo de 2007

    Estimado Servan; como no puedo leer en mi ordenador lo que has mandado a las 14:49 y 14:52 es posible que lo hayas corregido. Si es así pido disculpas. Simplemente es para comentarte que en la página web del Dpto de Lingüística de Stanford no aparece NADA sobre el tal Ruhlen: ni es profesor, ni es ayudante, ni da ningún curso graduado o pregraduado de lingüística, etc. Y es que el Dpto de Ling. de Stanford es bastante bueno y es difícil que admita en su seno a alguien como Ruhlen. Sí aparece (como Lecturer) en el de Antropología y ahí si parece que le dejan dar cursos que (por el nombre) aparentan tener que ver con la lingüística. Es posible que el hecho de que perteneciera antes a ese departamento un tal Greenberg del cual Ruhlen es vocero mayor tenga algo que ver en ello. Si quieres saber lo que los lingüistas "de verdad" piensan de Ruhlen (y de Greenberg) tienes un montón de posibles fuentes. Para empezar no estaría mal la reseña minuciosa y clarita de L. Campbell en el Language del año 88 y su libro sobre las lenguas de América; el 90 en la misma revista tienes un bonito y sin pelos en la lengua "On megalocamparison" de Matisoff; el libro de Dixon del 97 también dedica a estos sres párrafos tan breves como contundentes. Si quieres algo que específicamente critique la "ligazón" lingüística-genética-arqueología aplicada de aquella manera tienes un largo artículo del 95 en los Transactions of Philological Society. Esto por lo que toca a "lo general": si quieres seguir con la murga vasco-chino-ibero-etrusco-burushaski-dene-caucásico... también hay alguna lectura posible, desgraciadamente siempre (cuando proviene de profesionales) radicalmente contraria a las ideas de Ruhlen y Greenberg.
    Por cierto: según toda evidencia los clics son modernos en khoisan y representan un fenómeno areal; que alguna vez los hayan tenido todas las lenguas del orbe, digamos que es una posibilidad entre varios cientos de trillones.

  5. #5 Servan 23 de mayo de 2007

    Tomas: no tengo, desgraciadamente, acceso a los textos que citas, pero en el Sc. Am. han aparecido varios artículos al respecto:
    Bellwood, The Austronesial Dispersal and the Origin of Languages, jul 1991
    Cavalli-Sforza, Genes, Peoples and Languages, nov 1991
    Gamkrelidze, The Early History of Indo-European Languages, mar.1990
    Greenberg & Ruhlen, Linguistic Origins of Native Americans, nov 1992
    Renfrew, The Origins of Indo-European Languages, oct. 1989, así como Worls Linguistic Diversity, enero 1994
    Wilson, The Recent African Genesis of Humans, abr. 1992.
    Traté de poner el sitio web pero no funcionó, lo pondré más tarde.
    Lo que sí no me parece cuidadoso en Ruhlen es que hable de genes "indoeuropeos, vascos" etc.

  6. #6 Servan 24 de mayo de 2007

    www.nationalgeographic.com/genographic

  7. #7 Servan 24 de mayo de 2007

    starling.rinet.ru/main

  8. #8 Servan 24 de mayo de 2007

    ehl.santafe.edu/main

  9. #9 tomas deuna 24 de mayo de 2007

    Estimado Servan: No conozco todos pero sí algunos de los artículos que citas pero —por las referencias a las fuentes— son a) de divulgación escritas por no lingüistas o b) de lingüistas periclitados años ha. Sinceramente es como que en la Península vayas a "Muy interesante" o al semanal de cualquier periódico y no, p.ej., a la Revista de la Sociedad de Lingüística Española o a la de Filología Española para discutir, p.ej., la estructura o evolución del castellano (y no creo que fastidie a nadie reconocer que Language está un par de peldaños por encima de éstas). La bibliografía (sucinta) que yo aludía es básica, está en cualquier biblioteca universitaria de medio pelo y posiblemente lo puedas encontrar hasta en la red si esto es una ventaja. Por lo demás, veo que no te parece relevante que Ruhlen no esté de ninguna manera ligado al Dpto de Lingüística de Stanford y uno diría que a ninguna asociación de lingüistas históricos no-espiritistas. Es posible que tengas razón.

  10. #10 mazout 24 de mayo de 2007

    Interesantísimo artículo, Sr. Servan.
    Saludos.

  11. #11 Servan 24 de mayo de 2007

    Evidentemente tienes razón, Tomas, en que estos lingüistas son rechazados por los clásicos, lo cual, como tú indicas, no me preocupa mayormente. Disiento de tu apreciación del Scientific American, a la cual considero una revista del más alto nivel intelectual (tecnológico).
    Situar las lenguas indoeuropeas y al vasco en un Olimpo incontaminado, sin relación con otras lenguas, no me parece comprensible. Necesariamente deben estar relacionadas con otras lenguas humanas, a menos que se tenga un concepto religioso de ellas. Las lenguas afines del vasco deben ser africanas o asiáticas. Desde hace mucho se ha sugerido su parentesco con lenguas caucasianas, no es una novedad.También me parecen relevantes ciertas diferencias genéticas del pueblo vasco con el resto de los europeos. De modo que la construcción -heterodoxa- que hacen estos autores, me parece racionalmente válida y digna de toda reflexión, y así lo ha hecho v.gr. Cavalli-Sforza, que no es un novato en estos temas.
    ¿En qué te basas para decir que los clics de los san son un fenómeno reciente? ¿Cómo puedes demostrar que no los tenían hace 500 o 1000 años?
    Saludos.

  12. #12 tomas deuna 24 de mayo de 2007

    Estimado sr Servan: que yo sepa Ruhlen y Greenberg no son rechazados por los "clásicos", los cuales hace ya casi 100 años que pasaron a mejor vida; son rechazados por los lingüistas históricos profesionales a secas. Pero no creo que sea por manía personal (Greenberg publicó mucho y bueno sobre otras cuestiones, de tipología, p.ej., cosa que desde luego no puede decirse de Ruhlen. No discuto las virtudes del Scientific American; sólo digo que es un hecho que jamás lo he visto citado como fuente de nada serio en ningún artículo de lingüística publicado en América (la de verdad), Europa (al menos al norte de los Pirineos) y ese tipo de sitios. Es posible que todos los lingüistas de esos sitios tan exóticos sean todos unos esnob que se hayan confabulado contra los editores de esa revista (algún tipo de contubernio, ya se sabe) pero no tengo ni he visto pruebas de eso. Lo del Olimpo incontaminado en el que no sé quién situa las lenguas IE y el vascuence me parece tan incomprensiblee como a tí; ahora, ¿quién ha hecho algo de eso entre los que no se han dado todavía a la ufología y otras ciencias similares? Y, sobre todo, qué tiene eso que ver con señalar que Ruhlen y Greenberg son bromas de mal gusto entre lingüistas no analfabetos? Para que nadie se sienta ofendido, me apresuro a decir que la definición de lingüista analfabeto no coincide con la de analfabeto en general; sólamente alcanza o abarca a aquellas personas que pretenden pasar por lingüistas o tratar de temas lingüísticos sin conocer el a-b-c de la lingüística histórica, p.ej. cómo se prueba el origen común de las lenguas o la diferencia fundamental existente entre relaciones de parentesco y relaciones de préstamo, contacto, etc. Lo del concepto religioso del vascuence (o del protochino) quizás termine de entenderlo si me lo explicas con algún detalle; así a primera vista no creo entrar en ese perfil. Sobre Cavalli-Sforza y las tonterías que dijo en su momento sobre las relaciones genes-lenguas (o, mejor, la distribución planetaria de unos y otras) lo dejaremos para otro momento; por cierto, supongo que también este era de Stanford, como Greenberg. Por fin, al menos por hoy, no soy yo, evidentemente, quien dice que los clics no son originarios del protokhoisan (si eso ha existido alguna vez) y mucho menos del proto-world (que, desde luego, si ha existido no era como quieren Ruhlen y Bengtson); lo dice cualquier manual de lenguas africanas que pilles y, desde luego la bibliografía sobre la historia (mejor, la prehistoria lingüística reconstruible) de esas lenguas.
    Ah! Se me olvidaba: lo del vasco-caucasismo, más o menos amplio (norte y sur) o restringido (alguna de las supuestas familias del norte o el kartvélico) es tomado en serio (en algunos casos muy en serio) por todo el mundo menos tres grupúsculos irrelevantes: a) los lingüistas históricos, rama comparatistas profesionales; b) los vascólogos que hayan leído media página de la Fonética histórica de Mitxelena; c) los kartvetólogos profesionales. Ya digo, tres moscardones sin importancia.

  13. #13 Ricardo Gómez 24 de mayo de 2007

    Servan:

    Una cosa es creer que el euskera o las lenguas IE "necesariamente deben estar relacionadas con otras lenguas humanas" y otra cosa muy distinta es probar que el euskera o las lenguas IE estan relacionadas (relación de parentesco, creo entenderte, porque si no esta discusión no tiene sentido) con tal o cual lengua o grupo de lenguas.

    Como apunta tomas deuna, hace ya muchos años que contamos con un método fiable y seguro para probar el parentesco entre lenguas. A nadie se le ocurre (eso espero) clasificar las especies animales o vegetales con criterios del tipo: "animales que tienen rayas", "plantas con flores blancas" o "animales y plantas que saben bien", por poner unos ejemplos.

    Y, sin embargo, eso es ni más ni menos lo que hacen estos pseudolingüistas históricos cuando se ponen a comparar lenguas y proponer familias de lenguas del tipo de las que aparecen en los trabajos de Greenberg, Ruhlen & Co.: una similitud superficial entre unas cuantas palabras cogidas de aquí y allá (generalmente de un diccionario bilingüe o multilingüe, ya que no conocen suficientemente las lenguas que pretenden emparentar) y voilà, ya tenemos una familia.

  14. #14 Servan 24 de mayo de 2007

    No me parece que Ruhlen sea un mequetrefe tan insignificante.
    Con estudios en la Rice Un., Un. de París, Illinois y Budapest, Ph.D. en Stanford 1973, Research assistant at Stanford Universals Project (con Greenberg), Lecturer, Anthropological Sciences and Human Biology, Stanford, co director del Programa Evolution of Human Languages,Santa Fe Inst. con Starostin, trabajó 2 décadas con Renfrew y 3 con Cavalli Sforza., tiene numerosas publicaciones, incluídas las del Sc Am. que me parece son cuidadosos en el material ofrecido.Tampoco creo que Gallimard publique a un cualquiera.
    Con "´clásicos" me referí a los "ortodoxos".

  15. #15 tomas deuna 25 de mayo de 2007

    Servan: efectivamente, tienes razón. Ruhlen es, sin duda, un mequetrefe en cuestiones lingüísticas (las únicas a las que me refiero en mis comehtarios) pero no un insignificante porque desgraciadamente nos está haciendo perder el tiempo miserablemente. Por cierto, lo hizo también hace unos años en Madrid invitado por el ínclito doctor (en medicina) sr. Arnaiz y su dilecto compañero el sr. Alonso, gran lingüista donde los haya como se sabe. Sobre los estudios de Ruhlen: puede haber dado la vuelta al mundo estudiando y sacando doctorados en doscientas universidades e incluso hacersele honoris causa por la de Elche (un suponer) e incluso derrotar a todos los generativistas en la explicación de la subida a COMP o de la bajada a los infiernos: todo eso no cambia NADA. Este sr todavía no ha aprendido lo que saben todos los alumnos de 1º de lingüística histórica y comparada que es cómo diantres se prueba y cuando no puede darse por probada la relación genética entre lenguas. Mientras esté flojo en eso todo lo demás huelga. Por lo demás en lingüística histórica Renfrew y Cavalli Sforza no son nadie o, si me apuras, son menos que nadie, pues no han demostrado estar más avanzados que Ruhlen en sus tareas de principiantes en este campo (en otros quizás puedan llevarse Premios Nobeles: que les aproveche). Lo de Gallimard es bueno; ni que fuera la colección de Lingüística de Oxford o Cambridge, Benjamins o de Gruyter; ¿me refrescas la memoria y me citas, por favor un sólo libro de lingüística histórica y comparada de medio pelo publicado ahí, fuera claro de las enormes aportaciones de Ruhlen? Eso no quita, claro para que publiquen las obras completas de Sartre, del sesentayochista número diez mil quinientos veinte y otra amenidades que, sin duda, causarán las delicias de Sarko; mientras tanto, los lingüistas interesados por la comparación e histori< de las lenguas seguirán leyendo Diachronica, Language o el IJAL o, en su caso, a Meillet.

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