Autor: arenas
domingo, 20 de mayo de 2007
Sección: Noticias
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Tesoro submarino

Tesoro submarino



Cultura sospecha que la empresa Odyssey podría haber expoliado el patrimonio español
La compañía estadounidense anunció ayer el hallazgo de un tesoro submarino sin precisar su lugar de procedencia
EFE - Madrid - 19/05/2007

El Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil ante un posible delito de expolio del patrimonio español por parte de la empresa estadounidense Odyssey, que ayer anunció el hallazgo un buque hundido con un valioso botín, cuya nacionalidad y lugar de procedencia se negó a facilitar. El tesoro está formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.
Según han comunicado fuentes de Cultura, la compañía de exploración marina Odyssey dispone de la autorización necesaria para investigar si alguno de los pecios hundidos frente a las costas de Gibraltar (Mar de Alborán) es el HMS Sussex -que naufragó en 1694-, aunque no para realizar extracciones arqueológicas subacuáticas.
En este sentido, Cultura ha calificado de "sospechoso" que la empresa Odyssey no diera a conocer la nacionalidad del buque en el que se encontró el valioso botín ni su localización exacta, que según informó ayer la empresa se sitúa en aguas internacionales y en un punto indeterminado del océano Atlántico.
Como garante del patrimonio español, el Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil para que investigue este asunto, vigile las costas de Gibraltar y averigüe si el hallazgo, formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro -valoradas en 370 millones de euros-, se encuentra en aguas españolas o pertenece a un buque de bandera española, en cuyo caso se habría cometido un delito de expolio. Según informó ayer la empresa Odyssey, el medio millón de monedas extraídas hasta el momento, cuya procedencia y características también se negaron a revelar, han sido trasladas a territorio estadounidense.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado que de estos casos se ocupa el Grupo de Patrimonio Histórico, con el apoyo de los Grupos Subacuáticos y del Servicio Marítimo, y han recordado que ya hubo antecedentes de inspecciones por las actividades de esta compañía de exploración marina, con el objetivo de comprobar que cumplía con la normativa internacional.
El Ministerio de Cultura anunció el pasado marzo que vigilaría a Odyssey en las operaciones de identificación del buque HMS Sussex, un navío de bandera inglesa que naufragó en la zona del mar de Alborán en 1694 con un mercancía formada por nueve toneladas de oro y valorada en 4,5 millones de dólares, y cuyo descubrimiento y posible rescate provocó una controversia que se saldó con un acuerdo entre los Gobiernos de España y Reino Unido.

Noticia de elpais.com



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Comentarios

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  1. #1 giannini 20 de mayo de 2007

    Por ahora, las noticias parecen contradictorias. Cultura parece que se moja cuando sospecha que el pecio se encuentra en aguas españolas, máxime cuando el avión salió de Gibraltar. Acabo de consultar el Google News, y en El Diario (Nueva York), aparece este titular:

    Expertos creen que tesoro hallado es de barco inglés naufragado en Cornualles

    "Lo que ha hecho pensar a los expertos británicos y estadounidenses que el tesoro corresponde al del Merchant Royal es que la compañía solicitó a finales del año pasado a un tribunal de EEUU los derechos exclusivos para rescatar los restos de un buque mercante del siglo XVII naufragado a unas 40 millas (unos 74 kilómetros) del extremo más suroccidental de Inglaterra".

    La compañía, por su parte, sostiene que el pecio se encuentra en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción de cualquier país.

    Si esto no fuese cierto, y se expolió un pecio dentro de aguas territoriales españolas, ahora es de suponer que ya no hay nada que hacer porque el tesoro se encuentra en Estados Unidos. No obstante, este hecho podría dar pie a reforzar los controles por parte de las autoridades españolas, tanto en lo que a facilidades se refiere a la hora de consultar fondos documentales susceptibles de contener información para localizar pecios por parte de estas compañías, como a la hora de conceder la "autorización necesaria para investigar si alguno de los pecios hundidos" es este u otro, aunque no se les conceda permiso para realizar extracciones.

    Creo que nada impide a las autoridades españolas conceder permisos prospección subacuática, condicionados a la presencia de miembros del Grupo de Patrimonio de la Guardia Civil, de miembros de alguna universidad española, o incluso de funcionarios del propio Ministerio o de una Consejería. En definitiva, prevenir.

  2. #2 giannini 22 de mayo de 2007

    prespas, creo que eso de "untar", me parece mucho decir. Cosas más raras se han visto, pero en mi opinión, los tiros apuntan hacia unos caras. Consultando el Google News, resulta que la Junta de Andalucía, debía haber enviado un arqueólogo hace mes y medio, y dice que no lo hizo por "lentitud administrativa", que quien tenía que haber estado ojo avizor era la sección de Patrimonio de la Guardia Civil... Unos por otros y la casa...

    Parece que las cosas se clarifican. De acuerdo con La Gaceta de los Negocios la extracción, a tenor de lo que les dicen los expertos que consultaron y las imágenes de satélite a las que tuvieron acceso, fue en unas coordenadas que pertenecen a aguas españolas, y además no en el Atlántico, sino en el mar de Alborán. Por otra parte, denuncian la connivencia entre las autoridades gibraltareñas y los propietarios de Odissey. En fin, puse un enlace que me parece de interés.

    El mismo periódico, recoge hace una hora las declaraciones de la ministra Carmen Calvo en donde señala que si se confirma que hubo expolio del patrimonio subacuático en aguas españolas, el gobierno hará uso de la legislación internacional para recuperar las piezas Odyssey afirma que España no le ha pedido información sobre el hallazgo

    Ojalá lo recuperen, pero largo me lo fiais. Me conformaría con que este hecho sirviese para incrementar los mecanismos de vigilancia sobre las compañías cazatesoros y para no dar tantas facilidades para la consulta de aquellos fondos documentales susceptibles de proporcionar información sobre pecios.

  3. #3 jeromor 23 de mayo de 2007

    E asunto toma visos de tomadura de pelo, con la complicidad del Gobierno de Gibraltar (alianza de piratas y corsarios):

    Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
    http://www.terraeantiqvae.com

    Partidos políticos, particulares y ecologistas han batallado durante años en Cádiz para impedir las acciones de Odyssey Marine ante la indiferencia de la Administración.

    Han tardado casi diez años, pero los cazatesoros se han salido con la suya. Llegaron a la zona del Estrecho en 1998, rastrillaron y analizaron sus fondos con absoluta impunidad con sus sónares de barrido lateral y el pasado mes de marzo llevaron a cabo el expolio. La compañía Odyssey Explorer Marine, según todos los indicios, extrajo de un barco sin nombre hundido a 10 kilómetros de la costa española un botín en monedas de oro y plata valorado en 317 millones de euros. Y todo, ante la indiferencia y el silencio de la Administración española.

    Carmen Calvo anunció el domingo mano dura contra los expoliadores. Patrulleras de la Guardia Civil fueron enviadas a la zona. Aunque el buque 'Odyssey Explorer' ya había acudido al resguardo de Gibraltar, aún se movía en aguas libres su buque de apoyo, el 'Ocean Alert'. Ayer, esta embarcación burló la vigilancia y corrió también a refugiarse a Gibraltar. Los dos buques se encuentran ahora amarrados en la misma dársena donde la Armada británica escolta a sus submarinos nucleares (como el 'Tyreless').



    «Acabo de verlos. Están defendidos por una línea de boyas, con alarmas para que nadie pueda acercarse a ellos», explica desde Algeciras Antonio Muñoz, un activo militante de Ecologistas en Acción. «Llevamos años echando a esta gente fuera de nuestras aguas, pero esta vez lo han conseguido. Esto ya no tiene arreglo. Es como lo del 'Prestige', cuando empezaron a llevarlo de un sitio a otro», se lamenta Muñoz.

    Oídos sordos

    La suya ha sido una de las pocas voces que se ha levantado contra la apisonadora de los cazatesoros americanos. Han sido pocas, la verdad. Manuel Melero, diputado del Partido Andalucista, presentó en el juzgado durante estos años tres denuncias contra el capitán del navío y contra sus armadores. Ecologistas en Acción acudió también a los juzgados con el ánimo de paralizar los trabajos de los expoliadores. Sin éxito. El pasado año, la propia Guardia Civil asaltó el barco a la busca de pruebas para incriminar a los cazatesoros e identificó a su tripulación. Entre tanto, la Administración hacía oídos sordos a las denuncias públicas.

    Carmen Calvo, que ahora anuncia severidad con los infractores, conocía de primera mano el caso. Antes de llegar al Ministerio de Cultura ocupó esa misma consejería en Andalucía. Desde su cargo, reclamó plenas competencias en arqueología submarina y se enfrentó por ello al Gobierno Aznar. «Han sido siete años de desidia», se lamenta el abogado y escritor bilbaíno Pipe Sarmiento. Año tras año, este navegante ha acudido a bordo de su velero a documentar las actividades de los cazatesoros en aguas españolas. «Es inexplicable que las autoridades no hayan intervenido», dice.

    Cargado en Gibraltar

    Por si quedaban dudas sobre el origen de la carga, la compañía aseguró ayer que obtuvo una «licencia válida de exportación» del «país» desde el cual partió el botín con rumbo a EE UU, sin añadir más detalles. Sin embargo, fuentes de la Embajada británica citadas por Europa Press precisaron ayer que Odyssey Marine habría cometido «un error» al referirse a un país, ya que los trámites para el traslado del tesoro los realizaron ante las autoridades de un «territorio de ultramar». Es decir, el Peñón de Gibraltar. Por tanto, el Reino Unido está al corriente de que, contra lo que anunciaron en su día los expoliadores, el botín en monedas de oro no fue obtenido de un yacimiento situado en el Atlántico (en concreto, se refirieron a las costas de Cornualles) sino de un navío hundido frente a las costas españolas.

    Según las posiciones captadas por el servicio de satélite AISlive, el buque expoliador habría operado a tan sólo 6 millas de la Línea de la Concepción y a 14 de Estepona. El mar territorial de España alcanza las 12 millas y la zona contigua, sobre la que los estados tienen plenos derechos jurisdiccionales, 12 más.

    En realidad, sólo Odyssey Marine posee en el ámbito civil tecnología capaz de rescatar un pecio sumergido a unos 500 metros de profundidad. Emplea un robot submarino de 16 toneladas de peso, bautizado como 'Hércules' y operado por control remoto, capaz de capturar, con unas ventosas, las monedas sumergidas, una por una. Se trata de un robot desarrollado por la Armada de EE UU y que fue empleado por primera vez en tareas no militares por Robert Ballard (antiguo militar), descubridor y explorador del 'Titanic'.

    Sin nombre ni bandera

    La Embajada Británica en Madrid cree que el hallazgo arqueológico realizado por la empresa estadounidense Odyssey , bajo el nombre de Cisne Negro, «no tiene ninguna relación con el buque HMS Sussex», un barco inglés hundido en 1694 frente a las costas de Gibraltar, aunque admite que la empresa norteamericana no ha sido capaz de confirmar todavía ni el nombre del buque hundido en el que halló el supuesto tesoro ni la bandera de ese navío.

    En un comunicado difundido ayer, la Embajada sale al paso de las dudas que ha suscitado entre las autoridades españolas y británicas el anuncio del importante tesoro arqueológico submarino localizado por Odyssey , en un punto no revelado del Atlántico, compuesto por 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.

    La Embajada recuerda que la empresa Odyssey Marine Exploration, con sede en Tampa (Florida), ya ha confirmado que su actividad con este rescate se ha producido «fuera de aguas territoriales de la jurisdicción legal de cualquier país». La citada firma dejó ayer claro en un comunicado que la extracción del pecio se hizo conforme a las leyes establecidas sobre recuperación de yacimientos arqueológicos submarinos, y subrayó asimismo que el traslado a Estados Unidos del medio millón de monedas de oro y plata se efectuó de forma legal.

    La Embajada señala también que Odyssey ha confirmado a las autoridades británicas que «está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido».

    «Nos tocaría una parte», dice ahora la ministra

    La política es el arte de adaptarse a las circunstancias. Carmen Calvo, ministra de Cultura, dio ayer buena prueba de ese principio al asegurar que los responsables de Odyssey Marine «no han dicho que el barco no era español. Y eso hay que averiguarlo porque, si fuera de bandera española, aunque esté en aguas internacionales, nos tocaría una parte de lo que se encuentre». Calvo explicó que el pecio rescatado «no es el HMS Sussex» y «no se halló en aguas próximas a donde se cree que está el HMS Sussex». Ahora, dijo, le toca al Gobierno «corroborar que es verdad, con la Guardia Civil».

    Por lo que apunta Calvo, y de demostrarse que el pecio era de bandera española, el Gobierno podría litigar con los saqueadores para obtener una compensación. Podría tratarse de una parte de las 500.000 monedas recuperadas (hay indicios de que se trata de doblones de a ocho con la efigie del monarca español Carlos III -1716 a 1788-) y de vestigios de interés arqueológico.

    Precisamente el Reino de España obtuvo del Tribunal Supremo estadounidense el reconocimiento de que los barcos de bandera hundidos constituyen territorio nacional y siguen perteneciendo al país que los construyó. Fue por las fragatas 'La Galga de Andalucía' y 'Juno', hundidas en 1750 y 1802 en aguas de Virginia. Localizadas por el cazatesoros Ben Benson, el rescatador quiso aplicar el viejo principio marino 'finders keepers' («quien lo encuentra se lo queda»). España, por medio del embajador en Washington Javier Ruperez, reclamó ante los tribunales, que le dieron la razón en una sentencia histórica. El abogado de aquel proceso millonario fue James Gold. ¿Saben que puesto ocupa hoy? Es el presidente de Odyssey Marine Exploration Inc. El mundo es muy pequeño.

    Fuente: JULIÁN MÉNDEZ, Bilbao / El Correo Digital.com. j.mendez@diario-elcorreo.com 23 de mayo de 2007




  4. #4 jeromor 23 de mayo de 2007

    Otra (también divulgada por Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
    http://www.terraeantiqvae.com )
    :

    El Peñón aprobó la salida del botín sin alertar a las autoridades españolas.

    Santiago Mata. Madrid.

    Con la callada por respuesta, el Gobierno gibraltareño asumió ayer la responsabilidad por la exportación a Estados Unidos del tesoro extraído, con toda probabilidad de aguas españolas, por la empresa Odyssey Marine Exploration (OME), aparentemente compuesto por medio millón de monedas de plata y algunos miles de monedas de oro, que despegaron del aeropuerto de Gibraltar el jueves 16 de mayo en un avión de pasajeros: el Boeing 757 de North American matrícula N756NA.

    Hasta ayer, Odyssey había afirmado en su página web (shipwreck.net) que por razones de seguridad no mencionaría el lugar desde donde el tesoro se había introducido en EEUU. Después de que ayer publicáramos una fotografía del N756NA antes de despegar de Gibraltar, Odyssey optó por afirmar en su web que "las monedas se introdujeron en EEUU con una licencia de exportación válida garantizada por el país desde donde fueron exportadas, e importadas legalmente conforme a las leyes de EEUU".



    La Embajada británica en Madrid precisó que Gibraltar no es un país, sino un Territorio de Ultramar del Reino Unido, pero aseguró que dentro de las competencias de la colonia está la de exportar por vía aérea tal cantidad de metales preciosos. Mediante un comunicado emitido ayer por la mañana, dio por válidas las explicaciones de Odyssey acerca de que el pecio hallado no es el Sussex (para cuya localización, pero no extracción, tenía permiso Odyssey), que la extracción se realizó en aguas internacionales y que "la empresa OME ha confirmado a las autoridades británicas que está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido".

    Lenta reacción

    Las autoridades gibraltareñas, por su parte, no emitieron ningún comunicado oficial sobre las afirmaciones de Odyssey. Contactado por LA GACETA, John Rodríguez, jefe de aduanas del aeropuerto de Gibraltar, mostró cierta preplejidad al saber que OME se refería a un certificado de exportación que él debió autorizar, pero finalmente tampoco hizo declaraciones.

    Dado que antes de la partida del avión, según publicaba el Gibraltar Chronicle, los responsables de Odyssey anunciaron que abrirían en Gibraltar un Museo Arqueológico, el director del Museo de Gibraltar, Dr. Clive Finlayson, consideró oportuno advertir que "no tiene nada que ver con este asunto".

    Piden explicaciones

    Por su parte, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, volvió a pedir a la compañía que aclare que el pecio del que se recuperaron las monedas no pertenecía a pabellón español. "No han dicho que el barco no era español, y eso hay que averiguarlo porque, si fuera de bandera española, aunque esté en aguas internacionales, nos tocaría una parte de lo que se encuentre", afirmó la ministra de visita en Sevilla.

    Desde el Ministerio creen que la compañía está difundiendo informaciones “muy contradictorias”, y piden que deje de lanzar “cortinas de humo” a través de su página web, que utilizan para difundir sus comunicados, y afirmen abiertamente que el pecio no es el de un navío con bandera española.

    Desde su web, Odyssey se comprometió a aportar pruebas al Gobierno español de que no estaba actuando dentro de su jurisdicción “si se lo solicitaban oficialmente”.

    El abogado malagueño Antonio Checa, descubridor del pecio del submarino republicano C3, hundido en la guerra civil, y experto en descubrimientos marinos, afirmó que es "imposible" que el barco localizado por OME se encontrara en aguas internacionales. Según declaró el abogado a Servimedia, en el caso de que la extracción se realizara en aguas territoriales de España, el Ministerio de Cultura "tiene plena competencia para paralizar ese expolio", porque desde el punto de vista penal "es un delito".

    Las negligencias de España en el caso

    Las numerosas informaciones adelantadas por LA GACETA desde el pasado viernes, apuntan muy claramente a un expolio en aguas españolas. Sin embargo, la otra parte de la historia es quién, o quiénes han permitido que ésto suceda. En este enmarañado relato de cazatesoros aparece el Ministerio de Asuntos Exteriores, que fue quien aprobó la búsqueda del barco inglés Sussex; la pasividad de la Junta de Andalucía, que ha retrasado más de un mes, y sin explicaciones convincentes, la designación de los arqueólogos para supervisar los trabajos de Odyssey; y ahora la desidia del Ministerio de Cultura, que ni siquiera ha contactado a la compañía con sede en Tampa (EE UU) para preguntarles de dónde han sacado su botín.

    Compras sospechosas de acciones en marzo

    Francisco Perarnau. La historia del descubrimiento del gran tesoro en aguas territoriales españolas también tiene su parte oscura en bolsa. Además de los aumentos irregulares de los precios y volúmenes de la acción en las sesiones previas al anuncio oficial del hallazgo, los principales accionistas de la compañía realizaron fuertes compras de títulos en el pasado marzo. En ese mes, el Gobierno español, británico y la Junta de Andalucía alcanzaron un acuerdo por el que se permitía a Odyssey Marine Exploration continuar con las exploraciones en busca del Sussex. Pero algunos expertos sospechan que en esa fecha Odyssey ya tenía perfectamente localizado su gran tesoro. De una u otra forma, los grandes accionistas sí apostaron fuertemente por el descubrimiento. De hecho, el principal de todos ellos, el fondo GLG Partners, dobló su participación del 10% a casi el 20%. Otras compras muy significativas fueron las realizadas por Merrill Lynch, que cuadriplicó su presencia al pasar de 98.460 acciones a 414.859. Vanguard elevó la suya en 180.213 acciones, hasta las 674.127 (ver cuadro adjunto). La acción empezó marzo a 2,77 euros y terminó a 3,64. Ayer a media sesión, la acción cotizaba a 7,11 dólares, con una caída del 12%.



    Pipe Sarmiento, escritor y abogado náutico: “Lo de Odyssey no es un hallazgo fortuito, sino un atraco”

    Santiago Mata. Madrid. Pipe Sarmiento, nacido en Bilbao en 1952, es licenciado en Derecho y Economía, patrón de yate desde 1981, buceador tres estrellas desde 1980, abogado especialista en temas náuticos... Sin dejar de ejercer el periodismo, ha escrito siete libros sobre este campo. El último de ellos, Tesoros Sumergidos. Cuando explotó el "asunto Odyssey", estaba en Valencia dando unas conferencias en la Copa del América.

    ¿Por qué siguió al Odyssey?

    Por pura casualidad, viviendo tantos años en Sotogrande, donde tenía su base el primer barco de Odyssey, el Minibex.

    ¿Qué encontró de raro?

    Por primera vez me sorprendió en 2000, que me mintieran diciendo que estaban tendiendo un cable submarino, cuando había visto que era un barco de prospección, con un robot en la popa.

    ¿En qué se distingue un pirata de un arqueólogo?

    En que el arqueólogo recupera algo para preservar el patrimonio de una nación, y el pirata busca el lucro.

    ¿Le causó problemas investigar a Odyssey?

    No hasta 2006, que es cuando mis investigaciones fueron más allá y más rápido que las de las fuerzas de seguridad españolas, que nunca han querido que los periodistas se adelantaran a sus escasas investigaciones.

    ¿Ha tenido miedo?

    No. Tuve cierta angustia al estar en alta mar al lado del Odyssey en mi velero con mi mujer, y ver las amenazas e intimidaciones que nos hacían desde un barco de 75 metros de eslora, con unos tipos que parecían marines. Se cuenta que a veces en estos barcos embarcan miembros de la CIA para detectar submarinos soviéticos...

    ¿Pero éstos sólo buscaban tesoros?

    Creo que sí. Desde 1998 buscaban el Sussex. Pero en vez de encontrarlo, toparon con alguno de los 100 ó 200 barcos "de época colonial" hundidos en el Mar de Alborán.

    ¿Greg Stemm es un aficionado?

    En cierto sentido, pero al darse cuenta de la complejidad del asunto, buscó un buen asesor jurídico: cuando en 2006 les echaron, contrataron a James Gold, que había sido abogado de España en el caso del Juno y la Galga, dos fragatas españolas hundidas en Virginia.

    ¿Cuál fue el papel de Gold?

    Ha sabido presionar muy bien al Ministerio de Exteriores. Parecía que ceder el Sussex podría ser una forma de pagar los servicios de Gold.

    ¿No es todo entonces pura negligencia española?

    Los expertos conjeturan que esto podría ser la forma de devolver un favor. Pero Gold ha seguido presionando, lo que en mi opinión demuestra que no había un pacto y que Odyssey actúa por su cuenta.

    ¿Por qué decidieron dar este arriesgado golpe?

    Mi teoría es que como eran incapaces de cumplir los requisitos de la Junta de demostrar que era el Sussex, en la duda se llevaron un tesoro aprovechando la desidia. Ahora nos devuelven la carga de la prueba: es España la que tiene que demostrar que el tesoro es suyo.

    ¿Basta el satélite para probar que lo sacaron de aquí?

    Sí, si se manda una orden de un juez europeo, Aislive, el satélite de Lloyds, podrá certificar todas las posiciones, completando las pruebas que ya ha publicado LA GACETA.

    ¿Las monedas no prueban nada?

    Difícilmente.

    ¿Quién se las quedará?

    Creo que España tiene mucho que decir, tengo mucha confianza en la justicia norteamericana, que es muy imparcial, como se vio cuando reconocieron el derecho de España al Juno y la Galga, a pesar de que el hallador era un norteamericano. Esto no es un hallazgo fortuito, sino un atraco, y no se aplican las leyes del mar, sino el código penal.

    Los arqueólogos ingleses, también en pie de guerra

    Jorge Valero. "Los arqueólogos europeos estamos preocupados porque esta manera de proceder sienta las bases para que, en el futuro, no se respeten los protocolos que protegen los resto arqueológicos", explica Javier Noriega, del grupo Nerea Estudios de Arqueología.

    Ya desde Gran Bretaña se dio la voz de alarma en 2002, cuando el presidente del Consejo Británico de Arqueología, George Lambrick, denunció la alianza que su Gobierno había establecido con Odyssey Marine Exploration, con el fin de repartirse un eventual botín, a cambio de que la empresa corriera con el riesgo de la operación.

    En aquella ocasión, con motivo de este acuerdo para el reparto de la carga del navío inglés Sussex, Lambrick denunció que su Gobierno "debería de encontrar una manera mejor de proteger el patrimonio que tomando parte en cacerías de tesoro". Y ya entonces dudaba de que los restos que había encontrado la compañía fueran los del Sussex.



    Para Noriega, en el caso del Odyssey se están pisoteando todos los acuerdos que protegen el patrimonio arqueológico. "No es cierto que exista un vacío legal en lo referente a la protección de los tesoros que descansan en el mar", explica el arqueólogo, quien añade que son informaciones interesadas que difunden los cazatesoros para legitimar sus actividades.

    Fuente: La Gaceta de los Negocios.com, 23 de mayo de 2007


    (2) La Guardia Civil quiere registrar los barcos de Odyssey en el Estrecho. Londres se desmarca del hallazgo y Cultura desafía a la empresa a mostrar el tesoro para ver si contiene oro español

    La Guardia Civil controla en estos momentos los movimientos de dos barcos de la Odyssey Marine Exploration, por la sospecha de que esta empresa de cazatesoros haya cometido un expolio de nuestro patrimonio sumergido. Uno de los barcos, el Odyssey Explorer, se encuentra en el puerto de Gibraltar, mientras que el otro, Ocean Alert, estaba fondeado en aguas marroquíes. La cicatería con la que la empresa norteamericana facilita la información solicitada por España no hace más que aumentar las sospechas y dudas sobre sus prácticas.

    La Brigada de Patrimonio y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil sabe que se las está viendo con una maraña de intereses en los que participa un buen número de actores, desde la empresa en cuestión, que cotiza en bolsa, los Gobiernos británico y español, además del estadounidense y las leyes internacionales.

    Se sabe que Gran Bretaña presionó para que el Ministerio de Exteriores dejase llevar a cabo trabajos de localización del HMS Sussex, barco de pabellón inglés, en aguas del Estrecho. Pero Odyssey debería haber tramitado ese permiso con la Junta de Andalucía para darle validez, algo que no ha hecho.

    Delito de expolio

    Por ello, la Guardia Civil afirma que los permisos con los que Odyssey ha blandido para sus actividades son falsos y si, amparándose en ellos, hubiese extraído el tesoro de las aguas territoriales españolas, o incluso de las aguas en litigio, ello podría constituir un delito de expolio. Ayer, la Embajada británica en Madrid hizo público un comunicado en el que subraya que este hallazgo “no tiene ninguna relación con el HMS Sussex”.

    Subraya que el pecio estaba en aguas internacionales, extremo al que otros expertos no dan crédito, porque eso significaría profundidades que requieren un equipo mucho más sofisticado

    Nada es lo que parece en este mundo de los cazatesoros, que para algunos tiene mucho de piratería. De hecho, el capitán de uno de los barcos de Odyssey en el Estrecho tuvo abiertas diligencias por desobediencia hace tiempo en la Benemérita. Miembros del instituto armado no descartan que, dada la autonomía de los robots submarinos, Odyssey podría estar haciendo trampas submarinas, actuando en nuestras aguas territoriales, aunque manejando sus equipos desde un buque o una base en aguas marroquíes o gibraltareñas.

    No existe justificación en inciertos “motivos de seguridad” para que Odyssey no muestre el contenido de su tesoro a los expertos, que fácilmente sabrían con un simple análisis si hay oro español o no en los contenedores enviados a Estados Unidos “de forma legal”, según los cazatesoros. Ayer la ministra de Cultura, Carmen Calvo, desafió a la empresa a mostrar las monedas recuperadas o compartir la información de localización del pecio, algo que le ha sido solicitado desde la Embajada española en Washington el viernes pasado.

    El secretismo es tal en Odyssey que ni siquiera se descarta que la operación no sea de la envergadura que la empresa ha asegurado y se trate de una operación de imagen para hacer subir las acciones de la compañía en bolsa.

    La Guardia Civil instruye ya como denuncia el requerimiento del Ministerio de Cultura, que le fue presentado anteayer, puesto que necesita la intervención de un juez para poder registrar los navíos de la Odyssey. Mientras tanto, ofrece información exhaustiva sobre los lugares en los que los buques han trabajado, mantiene contacto visual con las embarcaciones que se movieron en aguas españolas reivindicadas por Gibraltar. Cuando alguna patrulla de la Benemérita se ha aproximado a estos buques estos se refugian en aguas marroquíes.

    Fuente: J. CALERO / P. MUÑOZ, Madrid. Las Provincias.es. 23 de mayo de 2007



  5. #5 jeromor 24 de mayo de 2007

    Última por hoy (todas de Terra antiquae

    Acusan al Odyssey de ir "directamente a por el oro"

    ESD/Servimedia

    EN EL Fondo DEL MAR

    Mientras Londres se desmarca del hallazgo, Cultura desafía a la empresa a mostrar el tesoro para ver si contiene oro español.

    El director del Museo Arqueológico del Puerto de Santa María, Francisco Giles, no se realizó ninguna excavación marina y "su actuación ha ido en línea de los expolios".

    23 de mayo de 2007.

    El director del Museo Arqueológico del Puerto de Santa María, Francisco Giles, afirmó que Odyssey no realizó una excavación aqueológica marina, sino que se limitaron a "ir a por el oro".

    Giles consideró que, "desde el punto de vista arqueológico y científico, la actuación de Odyssey es completamente negativa", por la metodología empleada en las extracciones.

    Odyssey no utilizó los sistemas que suelen emplearse en arqueología submarina: "no llevaron equipos para estudiar la sedimentología o la fauna marina; sólo han ido a por el oro", añadió.

    "No sé si se metieron o no en aguas territoriales pero, en cualquier caso, tenían que haber puesto en conocimiento de las autoridades más próximas sus movimientos", consideró Beltrán. "Su actuación ha ido en la línea de los expolios", concluyó.


  6. #6 jeromor 28 de mayo de 2007

    Desde mi punto de vista habría que presentar una protesta formal ante el gobierno de Gibraltar y denunciarle como colaborador necesario del expolio.

    Otra noticia sobre los corsarios (con patente de corso del gobierno británico para buscar el Sussex en aguas españolas), cortesía de Terrae Antiqvae:

    Los mayores expertos nacionales, desde Cataluña a La Caleta, coinciden: hay tantos tesoros submarinos como desidia administrativa. Los cazatesoros llevan décadas con ventaja para dar con el 'Sussex', el 'Cisne Negro' o el 'Nuestra Señora de Atocha'.

    Estamos en 1998, cerca del Peñón de Gibraltar, en la cubierta de un barco de cazatesoros zarandeado por las olas. El Halcón de los mares (como aquella película de Errol Flynn) anda en busca del HMS Sussex, un galeón británico hundido el 19 de febrero de 1694 con un importante botín en sus tripas. El velero es una sombra en estas aguas oscuras y agitadas. Pasan dos años, anuncia el calendario, y los codiciosos regresan en un buque alquilado en Francia, el Minibex. «Estuvo atracado en 2000 y 2001 en Sotogrande», recuerda Lorenzo Sarmiento de Dueñas, abogado maritimista, periodista, escritor, un imán tenaz tras los cazatesoros de la Odyssey durante estos últimos años.

    Vuelan las hojas del almanaque. Estamos en 2001, y la Odyssey Marine Exploration obtiene un permiso del Gobierno español para hacer una prospección y localizar el Sussex. A bordo se ve a veces a algún arqueólogo español, recuerda Sarmiento, el perseguidor incansable desde el mirador de su pequeño barco de catorce metros de eslora. Pero el Minibex intenta ir más lejos de lo que el documento le autorizaba, y el Gobierno, que había recibido más de una crítica por aquella visa, dice basta. La Guardia Civil les expulsa de la zona en 2002, aunque en esta historia aún está lejos el final. Entre 2000 y 2006, toma el relevo otro barco, el Ocean Boomer, y los mismos «barqueros». Al cabo, este invierno, otras dos siluetas, la del Odyssey Explorer y la del Ocean Alert.
    Siempre un mismo lugar

    «A partir de febrero -relata el abogado e investigador- el Odyssey comenzó a trabajar en aguas españolas en campañas de diez días, regresando a Gibraltar du-rante periodos muy cortos, para descargar y aprovisionarse. Se puede comprobar que durante el día cambiaban unas millas de posición, seguramente para no levantar sospechas y despistar sobre el punto donde pensaban extraer las monedas. Pero si miramos las posiciones nocturnas y las que realizan a lo largo de marzo, en la segunda campaña de 17 días, siempre regresan a la posición 36º 2' N y 5º 12' W, lugar en el que vienen manifestando que estaba lo que ellos llamaban la fragata Sussex, sin que jamás aportaran prueba alguna de que se trataba de ese barco». Dos acuerdos hilvanan, que no cosen, la operación. El primero, entre la Odyssey y la Armada Británica para buscar el Sussex; el segundo, una nota verbal (comunicación por escrito, valga el contrasentido, típica del ministerio de Asuntos Exteriores) en la que el departamento de Miguel Ángel Moratinos autorizaba a «prospeccionar, identificar sin remover arena, siempre con la presencia de arqueólogos de la Junta».

    La nota verbal resulta un procedimiento «sorprendente» en este caso, porque las competencias arqueológicas las tienen las autonomías. Al parecer, el ROV Hércules, ese robot tan grande como una habitación, 18 toneladas de última tecnología, removió -sin ningún arqueólogo a bordo- y halló, no se sabe si el Sussex.

    El cargamento fotografiado tras su viaje a Estados Unidos tenía el aspecto de una esquina de la cueva de Alí Babá: 17 millones de toneladas de oro y plata valoradas en 500 millones de dólares, quizá sacadas de algún lugar entre Estepona, la roca de Gibraltar y Sotogrande, según delata el satélite AISlive escrutado por Sarmiento y según opinan todos los especialistas consultados, o de algún punto del Atlántico, en aguas internacionales, según la compañía Odyssey (www.shipwreck.net).

    El sentido del sinsentido

    Estamos cerca de la ciudad romana de Ampurias, en el Thetis, el barco desde el que se lanza al agua tres horas cada día -desde mayo hasta principios de noviembre- Xavier Nieto, director del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña, una autoridad del fondo del mar. «Como arqueólogo me sorprende mucho que el ministerio dé una autorización así», afirma. Aunque, tras pensarlo dos veces, surge un «sentido»: el tradicional abandono en el que malvive este territorio de nuestra cultura. «La arqueología subacuática española llega muy tarde -explica-. Los países del Mediterráneo empezaron en los años 50; nosotros, en 1981, 30 años de desventaja, y ahora estamos peor que entonces. Se crearon cuatro centros, y ahí se les dejó, con una escasísima dotación humana y presupuestaria. Hay menos de una docena de arqueólogos profesionales que trabajen sobre ese inmenso patrimonio, no hay ninguna Universidad que les forme, salvo alguna asignatura cuatrimestral aislada, y existe un evidente problema legislativo. La ley de 1985, que equiparaba la arqueología en tierra con la del mar, era muy poco realista».

    Xavier Nieto ha navegado por océanos y bibliotecas, como Herman Melville en Moby Dick. En España, donde el mundo submarino es un lugar desconocido, es rara avis. Dice que, si hablamos de naufragios y tesoros contantes y sonantes, la costa andaluza es un lugar excepcional.

    «En Sevilla se instaló la Casa de Contratación de Indias (1503), y por allí pasaban todos los galeones que venían de América. En cuanto a Cádiz, la entrada a la Bahía es muy peligrosa, porque hay unas barras de arena que modifican la topografía submarina, y que provocaban muchos accidentes, por eso es una franja con tantos pecios».

    Nieto no se atreve a aportar una cifra de lo que se esconde ahí abajo -«es imposible saberlo»-, pero otros sí lo hacen. Gonzalo Millán del Pozo, escritor, curioso, director del Proyecto Poseidón, grupo que pretende proteger el patrimonio cultural subacuático, habla de más de 800 galeones hundidos con cargamentos que podrían superar los 100.000 millones de euros.

    Claudio Bonifacio, cazatesoros, opina que bajo nuestras costas podría haber 800 toneladas de oro y 12.000 de plata, amén de otros tesoros. Un botín inmenso, en cualquier caso. O un patrimonio histórico y cultural, según los ojos que lo miren.

    En el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática (CAS), en Cádiz. Los ojos de Carmen García Rivera, la coordinadora, no son dos monedas.

    «Nuestra misión no es recuperar tesoros, sino investigar, proteger y conservar el patrimonio donde está. Lo importante es la información histórica que nos aporta. El cargamento económico sería sólo un valor añadido».

    Una década de limitaciones

    El CAS gaditano cumple este año su primera década, tiempo en el que han tratado de hacer una carta arqueológica rigurosa -por ahora, incluye unos 80 yacimientos- como paso previo para su investigación. «Hemos utilizado información oral, archivos, documentos, y el trabajo que hizo una empresa estadounidense en el Proyecto Galeón durante la Expo», afirma. García Rivera cree que el desarrollo tecnológico debe servir para proteger los pecios y para luchar contra el expolio.
    «El reglamento de actividades arqueológicas de la Junta de Andalucía dice claramente que nadie puede remover arena sin un permiso de la Consejería, y siempre que la investigación tenga un objetivo científico», recuerda.

    Desde luego, ninguna de estas dos condiciones se han cumplido en el caso Odyssey, si es que su hallazgo se ha producido en aguas españolas, como sospechan arqueólogos y Administración. Esta compañía fundada en 1986, que el pasado día 18 duplicó su valor en Bolsa, parece seguir al novelista chileno Francisco Coloane (1910-2002): «Todo lo que se encuentra en el mar, sin dueño, es de uno» (El camino de la ballena, 1962).

    La Unesco denunciaba en 2001 que «el intenso pillaje de los sitios arqueológicos marinos por parte de buscadores de tesoros, así como por la frecuente pérdida de materiales de inestimable valor para el estudio de los orígenes de las civilizaciones y de su historia». El despacho del presidente de la Asociación de Rescate de Galeones Españoles, en Madrid, sirve para decir lo mismo: «En España apenas existe la arqueología subacuática. En EE.UU. hay más de veinte empresas dedicadas a buscar pecios», dice.

    Una de ellas, la de Mel Fisher, quizá el cazatesoros más popular, halló el Nuestra Señora de Atocha, que se fue a pique en 1622. Fisher empezó la caza en 1970. Recuperó oro y plata, y algunas de aquellas monedas todavía se venden en su web, www.melfisher.com

    Es otro ejemplo de que el caso Odyssey es uno entre miles. Habrá más y hubo muchos antes.

    Fuente: JUAN FRANCISCO ALONSO / La Voz Digital.es, 28 de mayo de 2007

  7. #7 giannini 28 de mayo de 2007

    Efectivamente, aquí os dejo parte de una nota de prensa sobre el Museo do Mar de Galicia:

    Centro de Arqueoloxía Subacuática

    A nova unidade de arqueoloxía incluirá persoal e equipos técnicos especializados na realización de traballos de investigación de xacementos subacuáticos. Así mesmo, ocupará unha posición central, xa que se prevé que se encargue de coordinar as exploracións deste tipo que se realicen en toda Galiza. Para reforzar o papel deste novo departamento, a Consellaría enviará pezas recuperadas en depósitos arqueolóxicos baixo da auga e que se integrarán nos fondos do Museo.

    A unidade de arqueoloxía subacuática é unha das iniciativas mediante as que a Consellaría de Cultura e Deporte busca darlle novos azos ao Museo de Mar, xa que está a preparar un Plan de Arqueoloxía Subacuática, un programa que comezará este ano coa creación dun catálogo de todos os pecios que existen en augas galegas, incluídos os galeóns de Rande.


    Fuente: Consellaría e Zona Franca asinaron hoxe o convenio polo que Cultura se fai cargo do Museo do Mar. O NOVO PROXECTO INCLÚE UN CENTRO ESPECIALIZADO EN ARQUEOLOXÍA SUBACUÁTICA

  8. #8 giannini 29 de mayo de 2007

    Bueno, creo que el acuerdo lo firmaron el gobierno español y el británico, aunque la empresa que lo materializaba era efectivamente Odyssey, para el Sussex, no para el Cisne Negro.

    Madrid rompe un acuerdo con Londres sobre un barco hundido y su tesoro

    Me temo que lo firmó Exteriores porque la Junta de Andalucía no puede obligarse mediante acuerdos de tipo internacional, y es de suponer que Exteriores contaba con el beneplácito (¿tácito?) de la Junta de Andalucía, que es, insisto, quien creo que ostenta las competencias para autorizar una intervención arqueológica en sus aguas. Hay dejadez por parte de la Junta. El Ministerio de Cultura, repito también que ejerce sus competencias en cuanto tiene conocimiento del expolio -que es en donde las tiene- y por ahora, su actuación me parece correcta.

    Es cierto que los españolitos tenemos que fastidiarnos con la "lentitud administrativa", pero alguien que no tiene nuestra nacionalidad puede usar resquicios, y sabiendo esto, aún no me acabo de explicar como la Junta de Andalucía no fue mucho más diligente y previsora para evitar que ahora estemos lamentando algo que va a tener difícil solución. Por eso, para mí el principal responsable, por no haber actuado con previsión ante estos impresentables es la Junta.

    En el fondo, estamos de acuerdo. Si se ha producido un expolio, los responsables máximos del mismo son los expoliadores, pero desde luego, no creo que la actitud de la Junta de Andalucía sea un ejemplo a imitar.

  9. #9 jfca 01 de jun. 2007

    Si es que en el Fondo esto no interesaaa
    no está ETA de por medio. Entendeis ¿no?
    El enemigo exterior no existe, o no interesa, o se menosprecia.
    Nuestros politicos (casi todos) se lo pasan por el forro de sus ............(lo que sus sexos digan)
    y a los demas que nos den por...........etc.............
    El tema este solo interesa AQUI y a cuatro pelagatos mas. Los demas estan viendo Corazon Corazon,
    Cuentame como pasó, etc......Y si nos roban,.........pues será que nos dejamos,.........y si nos dejamos,,,,,,
    ,pues , será que nos va bien.....etc......Y así nos va, y así seguirá.......y.... Dios bendiga a la UE que,
    aunque malamente, pone de vez en cuando freno a sus propios estados.
    Y nos proteje, aunque no queramos de desmanes similares o parecidos con multas.
    (mas que multas deberian imponer el carnet por puntos sobre el patrimonio europeo a los estados miembros).
    A España le ha entrado una mentalidad de "Nuevo Rico" que ..........(corto mi frase)
    ya no queremos ni ver el pasado, el reciente, y el de mas allá ya no interesa, como que sobra.
    Y a todo esto no quiero ser pesimista porque todo puede cambiar, y la juventud (el futuro) lo traerá´.

  10. #10 andros 13 de jun. 2007







    Lo del gobierno español es una verguenza. En las cosatas españolas hay mas oro del que contienen las arcas españolas, ¿Sabeis todo lo que se podria hacer con ese dinero? Ayudas a jente con pocos recursos, fomentar la ciencia en españa, ayuda a los jovenes con las viviendas, infraestructuras nuevas, dinero para fomentar la arqueologia en españa... se podrian hacer miles de cosas para beneficio de casi todos pero no lo hacen. El govierno español no hace nada para rescatar los cerca de 200 galeones hayados en el fondo marino (y los que quedan sin encontrar) este espera a que organizaciones privadas expolien nuestro patrimonio y poder sacar tajada de ello, aunque a este paso no lo consegiran ya que si se hubiesen querido mover, habrian PROHIBIDO la salida por barco o avion de las 17 toneladas de oro y plata que han sustraido. Ahora solo queda esperar si en realidad el tesoro se extrajo en aguas internacionales o no.


     


    saludos (mi primer comentario jeje, creo que no esta mal)



    Escribe aquí (borra esto).

  11. #11 kapo 13 de jun. 2007

    Saludos:


    En primer lugar, pido disculpas por mi error, indudablemente 12 millas nauticas son 22km aprox(lo hice de memoria y sin razonar mucho, aún asi no tengo escusa)


    Segundo: Por supuesto que la tecnología actial permite llegar hasta incluso mil metros, incluso mucho mas, como se ha demostrado en incursiones a fosas marinas etc...Pero eso no significa que se pueda tener una capacidad alta a esas presiones, quiero decir, que para sacar 17 tonelas de oro y plata del fondo, hace falta algo mas que un submariono a radio control que llegue hasta ahi, a no ser que se tenga mucho tiempo.


    Tercero, un satelite no es como una foto, al contrario es capaz de hacer un seguimiento en tiempo real de un embarcacion (otra cosa es que el satelite haga fotos o lo que sea), un satelite "simplemente" es como un "espejo" que reenvia la señal a un puesto de control. Con tres satelites se realiza una triangulación con lo que se consigue un conocimiento preciso y constante de la posición (como funciona un GPS), por lo que se conoce la posición real y en todo momento de su posición. Yo no tengo acceso a estos datos, pero si alguien afirma tenerlos es facilmente demostrable si estuvieron fuera o no.


    Cuarto, si de verdad lo hicierón fuera de aguas españolas a que viene liar tanto la perdiz, con gibraltar y todo el embrollo. Insisto en lo de la moneda, que nos den una para analizarla y ver donde es el oro, que moneda es y asi poder descartar barcos. Ademas, probablemente tengan grabada la faena, dichos videos seria de gran ayuda a la hora de identificar el navío.


    Un Saludo. Kapo


    PD: Siento mis errores, pero ando liadillo, se que no es escusa, pero "se me fue la pinza"

  12. #12 Irluaxair 14 de jun. 2007

    http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+7+401422


    Las pruebas contra el barco 'Odyssey Explorer' se obtuvieron en Costitx


    Desde Mallorca se realizó un minucioso seguimiento del barco 'pirata' norteamericano que ha expoliado el Estrecho 


    JUAN POYATOS


    Un vecino de Costitx, abogado, periodista y escritor, registró durante meses las posiciones y movimientos diarios del barco que este invierno ha expoliado los fondos del Estrecho de Gibraltar. Lorenzo Sarmiento, que ha pasado el invierno en Costitx, ha aportado las pruebas documentales al abogado que representa los derechos de España en el macropleito que se avecina. El documento de Sarmiento, autor de más de siete libros sobre temas náuticos, fue requerido por la Guardia Civil a través de un grupo ecologista andaluz. La documentación recopilada en Costitx consta de cientos de posiciones GPS que el propio barco «pirata» emitió durante meses y que contradicen totalmente lo que alegan en su defensa ante el Ministerio de Exteriores español. 


    El sistema de seguimiento de grandes buques AIS es obligatorio y se utiliza para controlar la posición de todos los barcos de más de 50 metros de eslora en cualquier lugar del mundo. Todos los buques disponen de este sistema, que es propiedad de la mayor aseguradora naval del mundo. 


    La propia empresa AISLIVE ya ha explicado que tiene archivadas las posiciones vía satélite de todos los buques del mundo desde 2004 y que está dispuesta a entregarlas a las autoridades judiciales españolas cuando sean requeridas para cotejarlas con las de Lorenzo Sarmiento. Poder acceder a este sistema de seguimiento de buques es restringido y muy caro, sin embargo Sarmiento se las arregló para conseguir una clave de acceso y se dedicó durante meses a grabar las posiciones de los dos barcos de exploración submarina americanos. 


    Lorenzo Sarmiento, que anteriormente tuvo también una segunda residencia en Andalucía, ya siguió personalmente y con su propio velero las evoluciones de estos dos buques cazatesoros. El seguimiento se ha hecho durante más de ocho años. Sarmiento, junto con su mujer Magdalena y el grupo Ecologistas en Acción, denunciaron reiteradamente la pasividad e inoperatividad de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Cultura y el de Exteriores. 


    Los «piratas» han expoliado los fondos de las aguas españolas durante años basándose únicamente en una autorización verbal de Exteriores. Ahora, varios años después de las denuncias y acciones de Sarmiento y su entorno, se ha comprobado que estos «piratas» se llevan el oro del Estrecho a toneladas. 


    La acción deOdyssey Explorer se ha descubierto más que tarde, hoy los tesoros ya han sido trasladados a Estados Unidos actuando en base a hechos consumados. El Gobierno español ha reaccionado tarde, según Sarmiento, y ahora habrá que demostrar que el barco sacó las monedas de aguas españolas y no de aguas internacionales atlánticas como alegan. 


    Según la empresa estadounidense, que cotiza incluso en bolsa, «encontraron» las monedas de oro y plata en el Atlántico, sin embargo, las pruebas aportadas por Lorenzo Sarmiento y recogidas por la Guardia Civil demuestran que eOdyssey Explorer nunca salió del Mediterráneo. La importancia de la recopilación de posiciones que hizo Sarmiento es tal en este caso que la Guardia Civil ha desplazado ya a dos agentes a Londres para visitar la sede de AISLIVE y pedir allí las posiciones y movimientos de los cazatesoros en los últimos meses.

  13. #13 Irluaxair 14 de jun. 2007

    Noticia 47 con fecha: 23-05-2007 (El FARO INFORMACIÓ Campo de Gibraltar)
    Odyssey estuvo trabajando en aguas de jurisdicción española

    A través de un seguimiento por satélite de las actividades del ‘Odyssey Explorer’ y del ‘Ocean Alert’, los buques de la compañía Odyssey Marine Explorer, EL FARO INFORMACIÓN ha podido comprobar que las actividades en las que se habría extraído el tesoro que actualmente se encuentra en Estados Unidos y que fue enviado por vía aérea desde Gibraltar, fueron desarrolladas en aguas jurisdiccionales españolas

    PIPE SARMIENTO/M.G./GIBRALTAR
    La empresa Odyssey Marine Exploration (OME) ha estado trabajando desde el mes de febrero en aguas jurisdiccionales españolas, por lo que el tesoro enviado a Estados Unidos por vía aérea desde Gibraltar sería patrimonio histórico español. A finales de la semana pasada, la compañía fletó un avión Boeing 757 de North American Lines en el que cargó en Gibraltar 17 toneladas de monedas de oro y plata, posiblemente el mayor tesoro hallado en toda la historia.
    Desde febrero de 2007, fecha en la que llegaron a la Bahía los buques cazadores de tesoros Odyssey Explorer y Ocean Alert -de OME-, EL FARO INFORMACIÓN ha procedido a un exhaustivo seguimiento de los mismos. Se ha comprobado a través del MOU de París que ambos buques son operados por la misma compañía, Marr Vessel Management, con domicilio en Gran Bretaña, y que ambos barcos pertenecen a propietarios norteamericanos, aunque estén abanderados de conveniencia en Panamá. Las posiciones de los buques, a diario, han sido obtenidas por ordenador a través de la compañía británica Aislive, que da este servicio a navieros u operadores de la mar, con el objeto de que sus barcos estén siempre posicionados y controlados.
    El Ocean Alert pasó un reconocimiento administrativo por las autoridades españolas el 9 de febrero y se le retuvo durante siete días por diversas faltas graves. Posteriormente siguió en reparaciones en Cádiz.
    A partir de febrero del 2007, el buque Odyssey comenzó a trabajar en aguas españolas, en campañas de 10 días, regresando a Gibraltar por periodos muy cortos, y como se acredita, a descargar y aprovisionarse. Se puede comprobar que durante el día cambiaban unas millas de posición, seguramente para no levantar sospechas y despistar sobre el lugar donde pensaban extraer las monedas. Pero si observan las posiciones nocturnas y las que realizan a lo largo de marzo, en la segunda campaña de 17 días siempre regresan a la posición 36º2´N y 5º 12´W, lugar en el que vienen manifestado que estaba lo que ellos llamaban la fragata Sussex, sin que jamás aportaran prueba alguna de que se trataba de ese barco.

    Posiciones
    Se puede acreditar, por tanto, que el trabajo de extracción lo hicieron entre el 1 y el 17 de marzo. Si se observan los días 5,8, 9, 11 y 13, de las posiciones capturadas, siempre se trata de la longitud y latitud antes dicha. Vuelven en una tercera corta campaña desde la cercana Gibraltar los días 17, 18,19 y 20. El mes de marzo ha sido tiempo más que suficiente para hacer las extracciones.
    El que estuviesen trabajando en aguas españolas es a todas dudas de una claridad meridiana, pues en la posición en la que lo han venido haciendo no existen aguas internacionales, al haber muy poca distancia entre las costas de Marruecos y el Reino de España. Además, Reino Unido sólo reclamó dos millas alrededor del Peñón. Al no poderse aplicar la Convención de Ginebra sobre mar territorial de cada país, que otorga 12 millas más otras 12 de zona contigua, más hasta las 200 de zona económica exclusiva, España y Marruecos se reparten el Mar de Alborán por medio de una línea equidistante. Eso sí, los barcos de cualquier nacionalidad tienen derecho de paso inocente, contemplado como tal, la navegación por las aguas de otro estado, pero sin realizar actividad alguna, cosa que se ha violado en este asunto de forma flagrante.
    Es, por tanto, absolutamente falso que estos barcos hayan recuperado tesoro alguno en aguas del Atlántico, pues durante el invierno y hasta la fecha jamás han salido de las aguas españolas del Mediterráneo frente a Estepona y Gibraltar, donde han trabajado y rastreado el fondo marino durante los últimos 5 años. Para realizar la extracción de 500.000 monedas del fondo marino hacen falta varias semanas. Es una tarea minuciosa y delicada.
    Algunos días, y cuando hay presencia de buques de guerra británicos o norteamericanos en el puerto de Gibraltar, los barcos como el Odyssey y el Ocean Alert, que atracan en la base de la Armada Británica, deben apagar sus traspondedores, por lo que el satélite no los detecta por algunas horas.
    El que las monedas presuntamente robadas aparezcan ahora limpias, ofrece también otra pista sobre el tiempo que llevan trabajando en ellas en unas naves de Gibraltar, donde, sin ninguna duda, hay testigos, las han ido llevando con la connivencia del Gobierno Británico. Allí las han limpiando –la plata sufre un gran ennegrecimiento cuando permanece tiempo en la mar y se amontonan unas piezas con otras-. También durante este tiempo han ido estibando las cientos de cajas que se ha podido ver pulcramente apiladas en las fotos que los cazatesoros han permitido que se vean de ellas a su llegada los Estados Unidos.
    El aeropuerto de Gibraltar lo controla y dirige la RAF Británica, por lo que es imposible que aduanas de Gibraltar no supiera lo que cargaban en el avión que llevó el tesoro a Estados Unidos.
    No obstante todo lo dicho y probado a través de satélite, tanto el sistema de vigilancia de costas españolas, llamado SIVE -tal y como confirmó Exteriores-, como los potentes radares que utiliza en la zona la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo, y que además graban, han debido constancia de todos estos movimientos realizados durante más de tres mees con toda impunidad en aguas territoriales españolas.
    El barco, por otra parte, no era el que decían y para el que tenían permiso de identificación. Las monedas de Carlos III que se han visto así lo acreditan. De los famosos lingotes de plata que transportaba el Sussex no hay nada en ese lugar: Lo que encontraron fue un navío español cargado de plata de los muchos que naufragaron en la zona por la violencia de los temporales. Desde 1998, que empezaron los rastreos de esa parte del mar territorial, no han parado hasta llevárselo sin la autorización de España, que es la única titular de las aguas donde se encontraba, además de la titular de la bandera del buque: un buque seguramente de estado, que eran los que llevaban los dineros para las pagas de los ejércitos. La otra competencia la tiene la Junta, que es quien ostenta la competencia en la materia arqueológica en esa parte del mar territorial.

  14. #14 mounier 15 de jun. 2007

    Irluaxair, por muchos artículos que vayas adjuntando no va a cambiar mi percepción porque algunos tienen tal colección de disparates que no son de recibo. Parece que quieras hacer buena aquella falaz máxima periodística de "no dejes que la realidad te estropee una buena noticia". Tu noticia es que ha habido un expolio en aguas españolas y ahora no quieres aceptar ninguna realidad distinta. Pero no quiero personalizar sino intentar aportar un poco de luz. Veamos:


    1) Por favor, que alguien me enseñe ese dato tan rotundo de que el Odyssey y el Ocean Explorer no han salido del mediterráneo entodo el año 2007. No me refiero a una noticia de prensa aunque lo diga el inefable Pipe Sarmiento. No, me refiero a una imagen que SIN NINGUNA DUDA nos permita a todos saber que el tesoro ha sido encontrado en el mediterráneo. Quiero ver esa imagen del satélite. Especialmente importante es que alguien enseñe donde estaba el Odyssey entre el 14 de abril y el 12 de mayo.


    2) Concretamente el artículo de EL FARO de 23 de mayo transcrito más arriba es un puro disparate, es que no da pie con bola. Por ejemplo,Más allá de las doce millas de la costa andaluza NO hay aguas internacionales, ya lo creo. Es falsa la idea de que o son españolas o son marroquies. Nunca se han delimitado debido al problema de Ceuta y Melilla. Por tanto, los dos paises sólo se reconocen 12 millas cada uno. Allí donde haya más de 24 millas entre costa y costa hay aguas internacionales. Otro ejemplo, el Reino Unido reclama 3 millas, no 2, alrededor de Gibraltar.


    Más ejemplos,en el artículo se dice que la extracción del tesoro se habría hecho en el mes de marzo, concretamente los días 5, 8, 9, 11, 13, 17, 18, 19 y 20. En total, unos nueve días y un poco más abajo el mismo artículo dice que "para extraer 500.000 monedas del fondo marino hacen falta varias semanas porque es una tarea minuciosa y delicada". ¿En qué quedamos? Otro ejemplo. Dice que las monedas aparecen limpias y sin corrosión y que esto prueba que las han estado amontonando en algún sitio y limpiado y metido en cajas durante mucho tiempo. Falso. ¿alguien ha visto una moneda de este tesoro? No. Las imágenes de televisión y las fotos estaban manipuladas para que no se apreciara nada. El montaje que hizo ABC con una foto de una moneda con la efigie de Carlos III, que procedía de una subasta efectuada mucho antes, quedó denunciada y desmontada.


     Lo que hizo muy astutamente fue limpiar algunas ¿mil, dos mil? para poder mostrar una caja en buenas condiciones porque sino el resto no era convincente. ¿Cómo debe estar una caja de monedas en el fondo del mar después de tanto tiempo? Pues más o menos igual pero sin caja. Es decir un mazacote de monedas y fangos marinos que aunque haya perdido la caja de madera conserva la misma forma, más o menos. Y así las debieron sacar y ponerlas en estas cajas que hemos visto que pudieron comprarlas  en El Corte Inglés.


    Y todo el artículo es más o menos igual. Pipe Sarmiento no tiene más credibilidad que la Armada y que las otras autoridades de seguridad que vigilan la costa. Estas saben que con las trayectorias del Odyssey en el mediterráneo a lo largo de este año es imposible extraer semejante tesoro. Para ello hay que estar parado mucho tiempo en un mismo punto.


    Los de Odyssey han engañado, por supuesto, y tienen la obligación de decir de qué buque procede o dónde estaba pero por ahora, con lo que sé, estoy muy convencido de que el tesoro procede de un barco hundido en el atlántico, unas 30 millas al sur del cabo de santa maría, fuera de las aguas españolas o portuguesas. Intentaré aportar las pruebas de lo que digo. Una cosa es cierta el Odyssey sale de Gibraltar el 16 de abril rumbo al atlántico, se aleja de Gibraltar hasta unas ciento sesenta millas al oeste y regresa a Gibraltar el 12 de mayo desde el atlántico. Y pregunto con esas coordenadas ¿cuántos buques españoles hay hundidos?. Muchos. Pero el Sussex está muy lejos de ahí, a más de 180 millas.


    Entonces ¿qué ocurre? Parece, Ministra de Cultura incluída, que todo el mundo prefiera gritar ¡al ladrón, qué me ha robado! antes que investigar una alternativa. Parece que es más fácil repartir culpas al gobierno, Junta, Armada o Guardia Civil que pensar que,  precisamente porque la vigilancia era la adecuada y porque los permisos no llegaron a ejecutarse nunca por incumplimiento de Odyssey, éste se fue a otra zona a extraer algo que ya tenía localizado desde hacía tiempo para compensar sobradamente las pérdidas que le representaba el aplazamiento de la operación del Sussex. ¿Alguien quiere apostar algo conmigo?  


     

  15. #15 arenas 23 de jul. 2007



    REPORTAJE: LOS PAPELES DEL ODYSSEY


    ¿Quieren que saquemos su tesoro?


    Odyssey invitó al Ministerio de Cultura a participar en el descubrimiento del 'Cisne Negro'



    ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 23/07/2007


     









    "Nadie puede saberlo. Sólo Odyssey. Y sólo lo sabremos cuando ellos quieran decirlo o cuando les obliguen a hacerlo. Pero yo creo que es La Mercedes". La funcionaria bajó la voz al pronunciar el nombre del barco. Hacía tan sólo cuatro días que la empresa estadounidense había anunciado el hallazgo de 500.000 monedas en un pecio de la época colonial, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro. Su hipótesis estaba aún demasiado verde y se basaba en los últimos legajos consultados por los historiadores de Odysssey en el Archivo de Indias. Pero aquello tenía sentido. Si Odyssey decía la verdad y el tesoro había sido encontrado en el Atlántico, en aguas internacionales, entonces La Mercedes encajaba bien en la historia. "Yo no sé mucho", prosiguió la funcionaria al otro lado del teléfono, "sólo que se hundió en 1804 en la batalla del Cabo Santa María. El nombre completo es Nuestra Señora de las Mercedes, y se hundió frente a la playa de Faro (Portugal)".




    El Gobierno español y la empresa estadounidense se verán hoy las caras en un juzgado de Tampa (Florida)


    Había algo más que no comentó la funcionaria y que explica cómo en tan pocos días las autoridades españolas ya imaginaban que el tesoro podía haber sido encontrado frente a las costas del Algarve. Ese algo más aparece en el informe de 109 páginas que Odyssey envió a tres ministerios, la Junta de Andalucía, la Fiscalía de Cádiz y la Guardia Civil el pasado 6 de julio. Ahí se cuenta como el co fundador de Odyssey, Greg Stemm y su abogado en España, José Luis Goñi, se habían reunido meses antes en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura.


    Fue en noviembre de 2006. En la reunión estaba presente Elisa Cabo, del ministerio y en ella se discute la posibilidad de que existan otros hallazgos de interés cultural o histórico para España. Stemm le ofrece la oportunidad de colaborar en los proyectos discutidos. Uno de esos proyectos era el del Cisne Negro. No se concretó nada en esa reunión y no se volvió a hablar del asunto.


    Meses después, cuando Odyssey presenta al mundo el hallazgo del que probablemente sea el mayor tesoro del mundo, algunos funcionarios del Ministerio y la Junta suman dos y dos y llegan a la conclusión de que, quizás en aquellas ofertas de colaboración estuviese la clave sobre el pecio encontrado.


    Todo esto ocurrió antes de que la Guardia Civil juntase todas las piezas que le proporcionaron los movimientos de los buques de Odyssey registrados en los controles de Tarifa Tráfico. Esos movimientos probaban que sus barcos habían estado trabajando durante los meses de abril y mayo en una zona cercana a las costas del Algarve, lo que convertía en buena la hipótesis del Nuestra Señora de las Mercedes.


    Ésa sigue siendo la línea de trabajo más utilizada por la Guardia Civil y el Ministerio de Cultura. La fragata fue volada en octubre de 1804. Un balazo de unos de los barcos ingleses del comodoro Graham Moore la mandó a pique. Fue una derrota memorable de la flota comandada por el brigadier Bustamante. La fragata tenía oficialmente tres millones de pesos de la época, aunque su carga real podría ser mucho mayor.


    Ambas partes se verán hoy las caras en un juzgado de Tampa, en Florida. El plazo para que Odyssey ofrezca más información sobre el hallazgo del Cisne Negro vence en unas horas y por eso las autoridades españolas se muestran expectantes ante la posibilidad de que la empresa determine la procedencia del descubrimiento. Si la información facilitada por la compañía habla de un tesoro español, ya sea La Mercedes, o uno de los cientos de pecios españoles que se encuentran en la zona del Golfo de Cádiz, podría iniciarse un litigio por la carga que duraría años.


    En la vista oral con el juez y en todo el caso, se darán cita además dos modelos de política arqueológica. Uno, el anglosajón, es liberal y procede del antiguo derecho de rapiña. Esta vieja ley marinera concede el estatus de propietario a aquel que encuentra algo en el mar y


    aunque los organismos internacionales han intentado ponerle coto, lo cierto es que aún tiene vigencia para muchos. El otro modelo, el español, considera legítima la búsqueda arqueológica de pecios, siempre que no se comercie con él, algo prohibido por la ley de patrimonio español. Otros arqueólogos van más allá y consideran que aún es pronto para extraer los pecios españoles del fondo del mar. Esa última versión de la arqueología es la que defiende la Junta de Andalucía.


    Pocos días después de que Odyssey anunciase el descubrimiento de las 500.000 monedas de plata, a la ex ministra de Cultura Carmen Calvo, le salió su lado Indiana Jones al declarar a la prensa: "Deberían estar en un museo". La frase fue repetida en los blogs y en las webs de aficionados y expertos cazatesoros, casi siempre rebotando la misma pregunta: ¿Recibiría visitas un museo con 500.000 monedas iguales?


    ELPAIS.com

  16. #16 Tarifa 20 de ago. 2007

    Hola celtíberos.


    Puedo decir sin el más mínimo error, que conozco la historia de los tesoros sumergidos en los fondos submarinos de la zona del estrecho casi mejor que los del Odissey. Tanto mentirnos sobre que buscaban el Sussex y después, ya veréis, resultará que todo esto no es sino una mascarada.


    Alguien se ha parado a pensar que todo esto no puede ser nada más que una añagaza yanqui para tapar otras acciones, de forma y manera que lo del tesoro sólo es el pago por otros servicios en la zona.


    Echar cuentas y, sin paranoias, veréis como salen las cuentas.


    En fin, me temo que no era el Sussex, ni tan siquiera otro par de pecios que llevaban a bordo más tesoro que este.


    Bravo por los que habéis llegado a la conclusión de que lo que aún esconden en Gibraltar es la patata caliente que no interesa enseñar, solo que quizás no sean cañones, joyas ni nada arqueológico… ¿Lo captáis?.


    Saludos a todos/as.

  17. #17 arenas 22 de sep. 2007

    Las monedas son españolas


    Odyssey declaró en la aduana de Gibraltar el transporte de 10.000 escudos y reales de a ocho españoles del tesoro hallado en el Atlántico en abril y mayo pasados



    Á. DE CÓZAR / M. DELFÍN - Madrid - 22/09/2007


     











    Son españolas. Las 500.000 monedas que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration encontró en el Atlántico, cerca de las costas del Algarve, son escudos y reales de a ocho españoles. Eso es lo que la empresa de Florida, puntera en la búsqueda de pecios, declaró ante las autoridades aduaneras de Gibraltar los pasados días 10 de abril y 16 de mayo, fechas en las que cargó y transportó el tesoro con destino a Estados Unidos.







    Stemm: "España ha querido forzarnos a dar información que ponía en peligro el pecio"




    El Real de a ocho era el dólar español, la moneda usada por todas las naciones


    La información aparece detallada en una nota verbal (la forma más común de comunicación diplomática) que la Embajada del Reino Unido en España envió al Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de julio. En ella, los diplomáticos británicos adjuntan la licencia de exportación que Gibraltar concedió a la compañía, donde se especifica el contenido y el valor estimado de la carga.


    En la primera licencia, del 10 de abril, Odyssey asegura que va a transportar 203 escudos de oro por valor de 203.000 dólares, según sus estimaciones; 10.090 reales españoles de plata (1.281.260 dólares); 200 lingotes de cobre (660); 3 cajas de oro (30.000), y otras piezas como balas de cañón, estaño, bronce y porcelana. En total, el valor que Odyssey da a toda la mercancía encontrada en esa fecha es de 1,5 millones de dólares (algo más de un millón de euros al cambio actual).


    La segunda licencia, del 16 de mayo, es algo más parca en detalles. Sólo menciona que Odyssey transporta 557 cubos llenos de monedas de plata, con un peso de 14,5 toneladas, con un valor estimado de 2,5 millones de dólares (1,7 millones de euros actuales). El valor que la compañía da a las monedas en las licencias es mucho menor que el de las estimaciones hechas el día que anunció su descubrimiento. En aquel momento, los numismáticos de la compañía dijeron que las piezas podrían llegar a valer unos 4.000 dólares, muy lejos de los 1.000 dólares que aparecen en lo declarado por Odyssey en la aduana de Gibraltar. La explicación a esa diferencia, según la empresa, es que esas cantidades no reflejan el valor real de las monedas. "Nosotros asignamos el valor estimado basándonos en algunos requisitos de los seguros y en las regulaciones que existen en Estados Unidos. Nunca es el valor real", explicó ayer el cofundador de Odyssey, Greg Stemm. "Por ejemplo, en el SS Republic [uno de los pecios más importantes encontrados por la compañía], las monedas de oro tenían un precio de 100.000 dólares, pero su primera evaluación era de sólo 200".


    En cualquier caso, tanto los reales de a ocho como los escudos son las piezas más codiciadas por los expertos numismáticos. El real de a ocho era el dólar español. Fue la moneda de plata acuñada por el imperio español en 1497 y la primera moneda de curso legal en Estados Unidos, usada por todas las naciones durante muchos años como divisa internacional, sobre todo a finales del siglo XVIII. En cuanto al escudo, se trataba del nombre genérico que recibían las monedas de oro y plata que tenían en una de sus caras un escudo. También se utilizaba ese nombre para referirse a las monedas de oro, de 3,4 gramos, con valor de 350 maravedíes. Fueron acuñadas en España por primera vez en 1535.


    De todas formas, para Odyssey, el hecho de que las monedas sean españolas no quiere decir que el pecio encontrado también lo sea. La compañía argumenta que, efectivamente, las monedas españolas eran usadas por todas las naciones, y que eso no prueba la nacionalidad del barco. La empresa insiste en que, hasta el momento, los análisis realizados por sus investigadores no han podido determinar de forma concluyente de qué barco podría tratarse ni qué nación o naciones podrían reclamar parte del tesoro.


    Los documentos facilitados por la Embajada del Reino Unido a España son para el Gobierno español y para sus abogados un indicio claro de que el pecio encontrado en el fondo del mar es español. Pese a ello, el Gobierno no ha divulgado esa información, en su poder desde principios de julio. El asunto se encuentra parado en la Corte Federal de Florida, donde ambas partes esperan que el juez a cargo del caso indique si España tiene derecho a reclamar lo encontrado. En caso de ser así, ambas partes irían a juicio.


    La hipótesis que considera España es que Odyssey podría haber encontrado el Nuestra Señora de las Mercedes, un buque mítico buscado por los cazatesoros de todas las naciones y que encierra uno de los mayores tesoros españoles hundidos. Esta fragata se hundió en octubre de 1804, en la batalla del cabo de Santa María, durante un asalto por parte de una escuadra británica en el que los barcos ingleses apresaron otras tres fragatas cargadas con millones de pesos.


    Sobre esta hipótesis Greg Stemm, cofundador de Odyssey, desmintió ayer que dijese a la agencia EFE que el pecio podría ser de la Mercedes. "Supongo que fue traducido mal. Yo jamás dije eso. Lo que dije es que para cualquiera de las hipótesis que se han hecho, incluyendo ésa, hay pruebas contradictorias. Hasta el momento no hemos podido establecer de qué pecio se trata", señaló.


    Stemm volvió a recordar ayer que la empresa invitó al Ministerio de Cultura en 2006 a participar en la expedición que acabó encontrando el tesoro de las 500.000 monedas, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro poco después. "Al principio, no tenían interés; ahora, sí. Han intentado forzarnos a que demos información que consideramos que puede poner en peligro el sitio donde hallamos el tesoro".


    http://www.elpais.com/articulo/cultura/monedas/espanolas/elpepuint/20070922elpepicul_2/Tes

  18. #18 arenas 16 de oct. 2007

    La Guardia Civil obliga al buque cazatesoros 'Odyssey Explorer' a dirigirse de Gibraltar a Algeciras


    Es uno de los barcos que supuestamente extrajo monedas de un pecio español hundido.- Una juez ha dado orden de apresarlo


    ÁLVARO DE CÓZAR - A bordo del 'Odyssey Explorer' - 16/10/2007


     













    La guardia civil obliga al buque cazatesoros 'odyssey explorer' a dirigirse de gibraltar a algeciras



    El buque 'Odyssey Explorer', escoltado por una patrullera de la Guardia Civil tras salir de Gibraltar.- AFP



    A las 9.38 de la mañana, el Odyssey Explorer, un buque de 76 metros de eslora y 2.200 toneladas, ha abandonado el puerto de Gibraltar donde permanecía atracado desde hace seis meses. Todos a bordo sabían que no iría muy lejos. Una fragata de la Armada española y una patrullera de la Guardia Civil escrutan desde la distancia las maniobras del Explorer. A las 10.50, cuando el barco ha rebasado las tres millas naúticas, la fragata de la Armada se pone en contacto con el Explorer. Ésta es la conversación:


    - "Somos un buque de guerra español, ¿sabe que está usted en aguas españolas?"


    - "Estamos en aguas internacionales [el Explorer facilita su posición]"


    - "Corrija su posición, o nos veremos obligados a abordarles"


    Las malas condiciones meteorológicas, no obstante, desaconsejan una maniobra de abordaje. Las autoridades españolas solicitan hasta tres veces al Explorer que ponga voluntariamente rumbo a Algeciras. La patrullera se aproxima por estribor y la fragata corta el paso al Explorer. A las 11.09 el cazatesoros cede y enfila a puerto español.


    A bordo de la nave, los abogados de Odyssey copiaban los datos del cuaderno de bitácora porque cuando la Guardia Civil apresó el Ocean Alert en junio (otro de los barcos de la empresa Odyssey Marine Exoploration, experta en la recuperación de pecios hundidos), se incautó de toda la documentación y los letrados de la compañía no pudieron reconstruir los hechos de dicho apresamiento, según afirman.


    Una vez en el dique norte del puerto de Algeciras, el capitán del Explorer ha negado permiso para subir a bordo a la secretaria judicial del juzgado número 3 de la Línea de la Concepción, que estudia ahora los resquicios legales que le permitan subir al barco para examinar su carga. En el barco viajan periodistas de 10 medios de comunicación, británicos, alemanes y estadounidenses, además de EL PAÍS. El plan de Odyssey era que los medios asistieran a lo que la empresa considera un "abordaje ilegal" de su barco.


    Todo el proceso es orden del juzgado número 3 de la Línea, que investiga si la compañía expolió patrimonio español cuando, el pasado mes de mayo, anunció el hallazgo y recuperación del mayor tesoro recogido en un barco hundido 500.000 monedas de oro y plata de incalculable valor. Se supone que se trata de un barco español hundido en el siglo XIX y que fue hallado en aguas españolas, por lo que el tesoro debía pasar al patrimonio español. La compañía niega este hecho y señala que aún no ha sido posible determinar la identidad del pecio hallado, además de que sostiene que trabajó siempre en aguas internacionales.


    500.000 monedas de plata


    El pasado mayo, la compañía estadounidense Odyssey Marine Exploration, puntera en la búsqueda de pecios submarinos, anunció el descubrimiento del mayor tesoro encontrado hasta entonces en el fondo del mar: 500.000 monedas de plata y oro procedentes de un barco de la época colonial, rebautizado por la compañía con el nombre en clave de Cisne Negro. El anuncio no gustó al Gobierno español que sospecha que la empresa podría haber expoliado uno de los cientos de pecios españoles que se encuentran en fondo del océano Atlántico, frente a las costas del Algarve.


    "Meramente judicial"


    Por otra parte, el diputado socialista Salvador de la Encina, ha enmarcado estos hechos en el ámbito "meramente judicial", informa Cándido Romaguera. De la Encina pide que la operación no "enturbie" las relaciones entre España, Reino Unido y Gibraltar.


    Además, los ecologistas de Verdemar, por boca de su portavoz, Antonio Muñoz, ha saludado la operación y, aunque ha considerado que el registro de la nave "no servirá de nada" respecto al caso del tesoro de 500.000 monedas de plata, sí será un ejemplo para disuadir a lotros cazatesoros que faenan por la zona.

  19. #19 arenas 13 de abr. 2008

    REPORTAJE: La batalla por un tesoro



    Las monedas de plata son españolas



    El pecio descubierto por Odissey posiblemente es 'La Mercedes', el mítico barco que saltó por los aires el 5 de octubre de 1804 - El Gobierno puede reclamarlo



    ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 13/04/2008


    El Cisne Negro, el nombre en clave con el que Odyssey bautizó al pecio con el tesoro más valioso hallado hasta ahora en el fondo del mar, ya tiene identidad: Nuestra Señora de las Mercedes. Un buque español hundido en 1804. Odyssey Marine Exploration, la compañía estadounidense especializada en la búsqueda de pecios submarinos, anunció su hallazgo el 18 de mayo de 2007. La empresa sólo dijo entonces que se trataba de un tesoro de 500.000 monedas de plata (17 toneladas) procedente de un buque de época colonial, encontrado en un lugar indeterminado del Atlántico. España siempre sospechó que Odyssey había expoliado La Mercedes, un mítico barco que saltó por los aires el 5 de octubre de 1804 tras un combate naval con los ingleses frente a la costa portuguesa del Algarve. Ésa es también la hipótesis de Odyssey desde hace mucho tiempo, según fuentes cercanas al caso.












    Si la carga era particular, las familias herederas podrían beneficiarse


    Mark Pizzo, el juez que arbitra en la pelea entre España y Odyssey por los derechos del hallazgo, dio un plazo de 30 días a la empresa para que revelara la identidad del barco o bien la hipótesis más probable. En declaraciones a este periódico, Greg Stemm, el cofundador de la compañía, comentó el viernes que había dado al juez varias hipótesis, entre ellas la de La Mercedes. Stemm no especificó cuál de ellas era la más probable, pero entre bambalinas, ésa es la opción más plausible para los investigadores. Aun así, Odyssey sigue afirmando que un número indeterminado de pruebas contradictorias impide determinar con exactitud la identidad del buque.


    El primer acto de la pugna legal que los abogados de ambas partes han mantenido durante todo este año en el juzgado de Tampa por los derechos sobre el hallazgo, se cierra así con la declaración de Odyssey.


    La reticencia de la empresa a expresar públicamente el nombre del barco puede explicarse a través del pasado. A mediados de los noventa, Stemm y el otro cofundador de la empresa, John Morris, fueron investigados por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos bajo la sospecha de haber dado información inflada sobre un pecio que había hecho subir las acciones de la compañía. Así, pues, la idea de Stemm, según sus declaraciones, es que no debe haber más precipitaciones.


    La historia está lejos de terminar. Una vez despejado el misterio, España argumentará ante el juez por qué nunca ha hecho esfuerzos por buscar y encontrar La Mercedes, es decir, le convencerá de que el buque no fue abandonado a su suerte. Si el juez ve razonables esos argumentos, el caso podría prolongarse durante años. Ambas partes reclamarían ante los tribunales estadounidenses los derechos sobre el pecio y la carga.


    Las claves de esa batalla pasan por la condición legal del buque en ese tiempo. La historia da fe de que La Mercedes era un buque de guerra que participó en varias batallas. Según esa cualidad de buque de Estado, el Gobierno español podría reclamarlo. Hay jurisprudencia al respecto en al menos dos ocasiones, con los buques La Galga de Andalucía y El Juno, devueltos a España en 2000 tras ser descubiertos por una empresa de rescates submarinos también estadounidense.


    Odyssey piensa otra cosa. Considera que el buque estaba realizando tareas no militares cuando se hundió. Un simple barco particular cargado con la fortuna de cientos de mercaderes y sus familias. Esas familias son importantes porque podrían dar un radical giro a la historia. O más bien sus apellidos. Si se demuestra que el barco es La Mercedes, Odyssey podría ofrecer a los descendientes la posibilidad de reclamar parte de aquella fortuna.


    ¿Por qué tanta generosidad? ¿Y por qué no? Cada descendiente podría tener un pedazo de oro que llevarse contento a casa. Una baratija si se compara con lo que ganaría la empresa en la Bolsa. Porque en esta larga historia que ya va a hacer el año, las monedas no tienen mucho valor intrínseco. Las 500.000 monedas de plata de El Cisne Negro podrían saturar un mercado que no cuenta con mucha gente dispuesta a pagar grandes sumas por algo que tiene todo el mundo. Porque en toda historia importa más el brillo del metal que el metal en sí mismo. Ese brillo mantiene la idea de que todos los proyectos saldrán adelante: las películas de Disney, los concursos de piratas, los libros, los documentales, los museos y las ilusiones de seguir encontrando durante mucho tiempo oro, el metal con el que todavía se siguen forjando los sueños y las pesadillas.






    encia y negocio, una difícil alianza


    La idea de Greg Stemm y John Morris en la fundación de Odyssey Marine Exploration era unir ciencia y comercio, arqueología y beneficios. ¿Y si además se le añade el Mercado de Valores? El tintineo de las monedas en las manos de Stemm rechina en los despachos de las universidades de todo el mundo. Un dato. Según comentaba un arqueólogo de la Universidad de Tejas en la revista The New Yorker hace unos días, Odyssey no ha publicado una sola línea de información relevante para el gremio. La razón, según Odyssey, es que nunca les dejan. No han aceptado los artículos de sus arqueólogos porque su nombre se relaciona siempre con la palabra de la que la empresa no consigue desprenderse: cazatesoros. El rechazo de la ciencia hace que sus descubrimientos, incluso si son probados y útiles para la historia, caigan en saco roto. "Es difícil conjugar ciencia y negocio", señala Ángel Alloza, historiador del CSIC. "Creo que el problema en este caso es el oscurantismo y la ocultación deliberada de datos que la empresa ha hecho. Eso es lo contrario de la ciencia", concluye.


    http://www.elpais.com/articulo/cultura/monedas/plata/espanolas/elpepucul/20080413elpepicul_1/Tes

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