Autor: arenas
domingo, 20 de mayo de 2007
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Tesoro submarino

Tesoro submarino



Cultura sospecha que la empresa Odyssey podría haber expoliado el patrimonio español
La compañía estadounidense anunció ayer el hallazgo de un tesoro submarino sin precisar su lugar de procedencia
EFE - Madrid - 19/05/2007

El Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil ante un posible delito de expolio del patrimonio español por parte de la empresa estadounidense Odyssey, que ayer anunció el hallazgo un buque hundido con un valioso botín, cuya nacionalidad y lugar de procedencia se negó a facilitar. El tesoro está formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.
Según han comunicado fuentes de Cultura, la compañía de exploración marina Odyssey dispone de la autorización necesaria para investigar si alguno de los pecios hundidos frente a las costas de Gibraltar (Mar de Alborán) es el HMS Sussex -que naufragó en 1694-, aunque no para realizar extracciones arqueológicas subacuáticas.
En este sentido, Cultura ha calificado de "sospechoso" que la empresa Odyssey no diera a conocer la nacionalidad del buque en el que se encontró el valioso botín ni su localización exacta, que según informó ayer la empresa se sitúa en aguas internacionales y en un punto indeterminado del océano Atlántico.
Como garante del patrimonio español, el Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil para que investigue este asunto, vigile las costas de Gibraltar y averigüe si el hallazgo, formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro -valoradas en 370 millones de euros-, se encuentra en aguas españolas o pertenece a un buque de bandera española, en cuyo caso se habría cometido un delito de expolio. Según informó ayer la empresa Odyssey, el medio millón de monedas extraídas hasta el momento, cuya procedencia y características también se negaron a revelar, han sido trasladas a territorio estadounidense.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado que de estos casos se ocupa el Grupo de Patrimonio Histórico, con el apoyo de los Grupos Subacuáticos y del Servicio Marítimo, y han recordado que ya hubo antecedentes de inspecciones por las actividades de esta compañía de exploración marina, con el objetivo de comprobar que cumplía con la normativa internacional.
El Ministerio de Cultura anunció el pasado marzo que vigilaría a Odyssey en las operaciones de identificación del buque HMS Sussex, un navío de bandera inglesa que naufragó en la zona del mar de Alborán en 1694 con un mercancía formada por nueve toneladas de oro y valorada en 4,5 millones de dólares, y cuyo descubrimiento y posible rescate provocó una controversia que se saldó con un acuerdo entre los Gobiernos de España y Reino Unido.

Noticia de elpais.com



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Comentarios

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  1. #1 giannini 22 de mayo de 2007

    prespas, se me había pasado desapercibido, así que no lo decía por eso y espero que no te haya molestado.

    Esta tarde me enteré que éramos pocos, y han parido las dos abuelas.

    Tenemos un caso similar en la ría de Vigo. La Voz de Galicia informa hoy que la fiscalía de Patrimonio de Vigo ha iniciado una investigación para averiguar si otra compañía cazatesoros, en este caso británica, pretende hacer lo mismo que Odyssey en la ría de Vigo.

    Oficialmente, el John Lethbridge, propiedad de Subsea Resources, posee licencia de la Administración para emprender el proyecto Celia, que consiste en recuperar un cargamento de 445 toneladas de cobre y 115 de zinc de un carguero que naufragó en 1979 entre la península de O Morrazo y las Cíes.

    Sin embargo, el informe que la Guardia Civil ha entregado al fiscal revela que este buque, supuestamente, ha variado numerosas veces su ruta autorizada para internarse en aguas al sur de las Cíes. ¿Con qué fin? La Fiscalía sospecha que ha hallado el tesoro del Santo Cristo de Maracaibo. Hay varios indicios que apuntan a ello. En primer lugar, el dosier policial que tiene en sus manos el ministerio público relata el seguimiento que los agentes han realizado al John Lethbridge en los últimos meses. El buque cazatesoros ha sido detectado parado en unas coordenadas situadas entre las islas Cíes y el cabo Silleiro, en una franja que mide varias millas náuticas y alejado otras tantas de su lugar autorizado de prospección.


    Os dejo un enlace con la noticia completa:

    El fiscal investiga el posible expolio de un galeón hundido en las Cíes

  2. #2 jeromor 23 de mayo de 2007

    Otra (también divulgada por Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
    http://www.terraeantiqvae.com )
    :

    El Peñón aprobó la salida del botín sin alertar a las autoridades españolas.

    Santiago Mata. Madrid.

    Con la callada por respuesta, el Gobierno gibraltareño asumió ayer la responsabilidad por la exportación a Estados Unidos del tesoro extraído, con toda probabilidad de aguas españolas, por la empresa Odyssey Marine Exploration (OME), aparentemente compuesto por medio millón de monedas de plata y algunos miles de monedas de oro, que despegaron del aeropuerto de Gibraltar el jueves 16 de mayo en un avión de pasajeros: el Boeing 757 de North American matrícula N756NA.

    Hasta ayer, Odyssey había afirmado en su página web (shipwreck.net) que por razones de seguridad no mencionaría el lugar desde donde el tesoro se había introducido en EEUU. Después de que ayer publicáramos una fotografía del N756NA antes de despegar de Gibraltar, Odyssey optó por afirmar en su web que "las monedas se introdujeron en EEUU con una licencia de exportación válida garantizada por el país desde donde fueron exportadas, e importadas legalmente conforme a las leyes de EEUU".



    La Embajada británica en Madrid precisó que Gibraltar no es un país, sino un Territorio de Ultramar del Reino Unido, pero aseguró que dentro de las competencias de la colonia está la de exportar por vía aérea tal cantidad de metales preciosos. Mediante un comunicado emitido ayer por la mañana, dio por válidas las explicaciones de Odyssey acerca de que el pecio hallado no es el Sussex (para cuya localización, pero no extracción, tenía permiso Odyssey), que la extracción se realizó en aguas internacionales y que "la empresa OME ha confirmado a las autoridades británicas que está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido".

    Lenta reacción

    Las autoridades gibraltareñas, por su parte, no emitieron ningún comunicado oficial sobre las afirmaciones de Odyssey. Contactado por LA GACETA, John Rodríguez, jefe de aduanas del aeropuerto de Gibraltar, mostró cierta preplejidad al saber que OME se refería a un certificado de exportación que él debió autorizar, pero finalmente tampoco hizo declaraciones.

    Dado que antes de la partida del avión, según publicaba el Gibraltar Chronicle, los responsables de Odyssey anunciaron que abrirían en Gibraltar un Museo Arqueológico, el director del Museo de Gibraltar, Dr. Clive Finlayson, consideró oportuno advertir que "no tiene nada que ver con este asunto".

    Piden explicaciones

    Por su parte, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, volvió a pedir a la compañía que aclare que el pecio del que se recuperaron las monedas no pertenecía a pabellón español. "No han dicho que el barco no era español, y eso hay que averiguarlo porque, si fuera de bandera española, aunque esté en aguas internacionales, nos tocaría una parte de lo que se encuentre", afirmó la ministra de visita en Sevilla.

    Desde el Ministerio creen que la compañía está difundiendo informaciones “muy contradictorias”, y piden que deje de lanzar “cortinas de humo” a través de su página web, que utilizan para difundir sus comunicados, y afirmen abiertamente que el pecio no es el de un navío con bandera española.

    Desde su web, Odyssey se comprometió a aportar pruebas al Gobierno español de que no estaba actuando dentro de su jurisdicción “si se lo solicitaban oficialmente”.

    El abogado malagueño Antonio Checa, descubridor del pecio del submarino republicano C3, hundido en la guerra civil, y experto en descubrimientos marinos, afirmó que es "imposible" que el barco localizado por OME se encontrara en aguas internacionales. Según declaró el abogado a Servimedia, en el caso de que la extracción se realizara en aguas territoriales de España, el Ministerio de Cultura "tiene plena competencia para paralizar ese expolio", porque desde el punto de vista penal "es un delito".

    Las negligencias de España en el caso

    Las numerosas informaciones adelantadas por LA GACETA desde el pasado viernes, apuntan muy claramente a un expolio en aguas españolas. Sin embargo, la otra parte de la historia es quién, o quiénes han permitido que ésto suceda. En este enMarañado relato de cazatesoros aparece el Ministerio de Asuntos Exteriores, que fue quien aprobó la búsqueda del barco inglés Sussex; la pasividad de la Junta de Andalucía, que ha retrasado más de un mes, y sin explicaciones convincentes, la designación de los arqueólogos para supervisar los trabajos de Odyssey; y ahora la desidia del Ministerio de Cultura, que ni siquiera ha contactado a la compañía con sede en Tampa (EE UU) para preguntarles de dónde han sacado su botín.

    Compras sospechosas de acciones en marzo

    Francisco Perarnau. La historia del descubrimiento del gran tesoro en aguas territoriales españolas también tiene su parte oscura en bolsa. Además de los aumentos irregulares de los precios y volúmenes de la acción en las sesiones previas al anuncio oficial del hallazgo, los principales accionistas de la compañía realizaron fuertes compras de títulos en el pasado marzo. En ese mes, el Gobierno español, británico y la Junta de Andalucía alcanzaron un acuerdo por el que se permitía a Odyssey Marine Exploration continuar con las exploraciones en busca del Sussex. Pero algunos expertos sospechan que en esa fecha Odyssey ya tenía perfectamente localizado su gran tesoro. De una u otra forma, los grandes accionistas sí apostaron fuertemente por el descubrimiento. De hecho, el principal de todos ellos, el fondo GLG Partners, dobló su participación del 10% a casi el 20%. Otras compras muy significativas fueron las realizadas por Merrill Lynch, que cuadriplicó su presencia al pasar de 98.460 acciones a 414.859. Vanguard elevó la suya en 180.213 acciones, hasta las 674.127 (ver cuadro adjunto). La acción empezó marzo a 2,77 euros y terminó a 3,64. Ayer a media sesión, la acción cotizaba a 7,11 dólares, con una caída del 12%.



    Pipe Sarmiento, escritor y abogado náutico: “Lo de Odyssey no es un hallazgo fortuito, sino un atraco”

    Santiago Mata. Madrid. Pipe Sarmiento, nacido en Bilbao en 1952, es licenciado en Derecho y Economía, patrón de yate desde 1981, buceador tres estrellas desde 1980, abogado especialista en temas náuticos... Sin dejar de ejercer el periodismo, ha escrito siete libros sobre este campo. El último de ellos, Tesoros Sumergidos. Cuando explotó el "asunto Odyssey", estaba en Valencia dando unas conferencias en la Copa del América.

    ¿Por qué siguió al Odyssey?

    Por pura casualidad, viviendo tantos años en Sotogrande, donde tenía su base el primer barco de Odyssey, el Minibex.

    ¿Qué encontró de raro?

    Por primera vez me sorprendió en 2000, que me mintieran diciendo que estaban tendiendo un cable submarino, cuando había visto que era un barco de prospección, con un robot en la popa.

    ¿En qué se distingue un pirata de un arqueólogo?

    En que el arqueólogo recupera algo para preservar el patrimonio de una nación, y el pirata busca el lucro.

    ¿Le causó problemas investigar a Odyssey?

    No hasta 2006, que es cuando mis investigaciones fueron más allá y más rápido que las de las fuerzas de seguridad españolas, que nunca han querido que los periodistas se adelantaran a sus escasas investigaciones.

    ¿Ha tenido miedo?

    No. Tuve cierta angustia al estar en alta mar al lado del Odyssey en mi velero con mi mujer, y ver las amenazas e intimidaciones que nos hacían desde un barco de 75 metros de eslora, con unos tipos que parecían marines. Se cuenta que a veces en estos barcos embarcan miembros de la CIA para detectar submarinos soviéticos...

    ¿Pero éstos sólo buscaban tesoros?

    Creo que sí. Desde 1998 buscaban el Sussex. Pero en vez de encontrarlo, toparon con alguno de los 100 ó 200 barcos "de época colonial" hundidos en el Mar de Alborán.

    ¿Greg Stemm es un aficionado?

    En cierto sentido, pero al darse cuenta de la complejidad del asunto, buscó un buen asesor jurídico: cuando en 2006 les echaron, contrataron a James Gold, que había sido abogado de España en el caso del Juno y la Galga, dos fragatas españolas hundidas en Virginia.

    ¿Cuál fue el papel de Gold?

    Ha sabido presionar muy bien al Ministerio de Exteriores. Parecía que ceder el Sussex podría ser una forma de pagar los servicios de Gold.

    ¿No es todo entonces pura negligencia española?

    Los expertos conjeturan que esto podría ser la forma de devolver un favor. Pero Gold ha seguido presionando, lo que en mi opinión demuestra que no había un pacto y que Odyssey actúa por su cuenta.

    ¿Por qué decidieron dar este arriesgado golpe?

    Mi teoría es que como eran incapaces de cumplir los requisitos de la Junta de demostrar que era el Sussex, en la duda se llevaron un tesoro aprovechando la desidia. Ahora nos devuelven la carga de la prueba: es España la que tiene que demostrar que el tesoro es suyo.

    ¿Basta el satélite para probar que lo sacaron de aquí?

    Sí, si se manda una orden de un juez europeo, Aislive, el satélite de Lloyds, podrá certificar todas las posiciones, completando las pruebas que ya ha publicado LA GACETA.

    ¿Las monedas no prueban nada?

    Difícilmente.

    ¿Quién se las quedará?

    Creo que España tiene mucho que decir, tengo mucha confianza en la justicia norteamericana, que es muy imparcial, como se vio cuando reconocieron el derecho de España al Juno y la Galga, a pesar de que el hallador era un norteamericano. Esto no es un hallazgo fortuito, sino un atraco, y no se aplican las leyes del mar, sino el código penal.

    Los arqueólogos ingleses, también en pie de guerra

    Jorge Valero. "Los arqueólogos europeos estamos preocupados porque esta manera de proceder sienta las bases para que, en el futuro, no se respeten los protocolos que protegen los resto arqueológicos", explica Javier Noriega, del grupo Nerea Estudios de Arqueología.

    Ya desde Gran Bretaña se dio la voz de alarma en 2002, cuando el presidente del Consejo Británico de Arqueología, George Lambrick, denunció la alianza que su Gobierno había establecido con Odyssey Marine Exploration, con el fin de repartirse un eventual botín, a cambio de que la empresa corriera con el riesgo de la operación.

    En aquella ocasión, con motivo de este acuerdo para el reparto de la carga del navío inglés Sussex, Lambrick denunció que su Gobierno "debería de encontrar una manera mejor de proteger el patrimonio que tomando parte en cacerías de tesoro". Y ya entonces dudaba de que los restos que había encontrado la compañía fueran los del Sussex.



    Para Noriega, en el caso del Odyssey se están pisoteando todos los acuerdos que protegen el patrimonio arqueológico. "No es cierto que exista un vacío legal en lo referente a la protección de los tesoros que descansan en el mar", explica el arqueólogo, quien añade que son informaciones interesadas que difunden los cazatesoros para legitimar sus actividades.

    Fuente: La Gaceta de los Negocios.com, 23 de mayo de 2007


    (2) La Guardia Civil quiere registrar los barcos de Odyssey en el Estrecho. Londres se desmarca del hallazgo y Cultura desafía a la empresa a mostrar el tesoro para ver si contiene oro español

    La Guardia Civil controla en estos momentos los movimientos de dos barcos de la Odyssey Marine Exploration, por la sospecha de que esta empresa de cazatesoros haya cometido un expolio de nuestro patrimonio sumergido. Uno de los barcos, el Odyssey Explorer, se encuentra en el puerto de Gibraltar, mientras que el otro, Ocean Alert, estaba fondeado en aguas marroquíes. La cicatería con la que la empresa norteamericana facilita la información solicitada por España no hace más que aumentar las sospechas y dudas sobre sus prácticas.

    La Brigada de Patrimonio y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil sabe que se las está viendo con una Maraña de intereses en los que participa un buen número de actores, desde la empresa en cuestión, que cotiza en bolsa, los Gobiernos británico y español, además del estadounidense y las leyes internacionales.

    Se sabe que Gran Bretaña presionó para que el Ministerio de Exteriores dejase llevar a cabo trabajos de localización del HMS Sussex, barco de pabellón inglés, en aguas del Estrecho. Pero Odyssey debería haber tramitado ese permiso con la Junta de Andalucía para darle validez, algo que no ha hecho.

    Delito de expolio

    Por ello, la Guardia Civil afirma que los permisos con los que Odyssey ha blandido para sus actividades son falsos y si, amparándose en ellos, hubiese extraído el tesoro de las aguas territoriales españolas, o incluso de las aguas en litigio, ello podría constituir un delito de expolio. Ayer, la Embajada británica en Madrid hizo público un comunicado en el que subraya que este hallazgo “no tiene ninguna relación con el HMS Sussex”.

    Subraya que el pecio estaba en aguas internacionales, extremo al que otros expertos no dan crédito, porque eso significaría profundidades que requieren un equipo mucho más sofisticado

    Nada es lo que parece en este mundo de los cazatesoros, que para algunos tiene mucho de piratería. De hecho, el capitán de uno de los barcos de Odyssey en el Estrecho tuvo abiertas diligencias por desobediencia hace tiempo en la Benemérita. Miembros del instituto armado no descartan que, dada la autonomía de los robots submarinos, Odyssey podría estar haciendo trampas submarinas, actuando en nuestras aguas territoriales, aunque manejando sus equipos desde un buque o una base en aguas marroquíes o gibraltareñas.

    No existe justificación en inciertos “motivos de seguridad” para que Odyssey no muestre el contenido de su tesoro a los expertos, que fácilmente sabrían con un simple análisis si hay oro español o no en los contenedores enviados a Estados Unidos “de forma legal”, según los cazatesoros. Ayer la ministra de Cultura, Carmen Calvo, desafió a la empresa a mostrar las monedas recuperadas o compartir la información de localización del pecio, algo que le ha sido solicitado desde la Embajada española en Washington el viernes pasado.

    El secretismo es tal en Odyssey que ni siquiera se descarta que la operación no sea de la envergadura que la empresa ha asegurado y se trate de una operación de imagen para hacer subir las acciones de la compañía en bolsa.

    La Guardia Civil instruye ya como denuncia el requerimiento del Ministerio de Cultura, que le fue presentado anteayer, puesto que necesita la intervención de un juez para poder registrar los navíos de la Odyssey. Mientras tanto, ofrece información exhaustiva sobre los lugares en los que los buques han trabajado, mantiene contacto visual con las embarcaciones que se movieron en aguas españolas reivindicadas por Gibraltar. Cuando alguna patrulla de la Benemérita se ha aproximado a estos buques estos se refugian en aguas marroquíes.

    Fuente: J. CALERO / P. MUÑOZ, Madrid. Las Provincias.es. 23 de mayo de 2007



  3. #3 arenas 02 de jun. 2007

    El fiscal de Vigo investiga el posible expolio de un galeón español hundido en las Cíes

    20MINUTOS.ES. 22.05.2007
    Una representación del Santo Cristo de Maracaibo.
    Se tienen sospechas de que el buque John Lethbridge ha hallado restos del galeón español.El expolio arqueológico está penado por la ley.

    Otro expolio

  4. #4 arenas 10 de ago. 2007


    REPORTAJE: PATRIMONIO


    España pide ayuda a Gibraltar


    Un juez solicita a la colonia británica asistencia legal en el 'caso Odyssey' y que impida la salida de un barco de la compañía



    CÁNDIDO ROMAGUERA - Algeciras - 09/08/2007


     









    El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de La Línea de la Concepción (Cádiz), que instruye diligencias contra la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration por un presunto delito de expolio -recuperó unas 500.00 monedas de plata-, remitió el pasado martes al Gobierno de Gibraltar una comisión rogatoria de cooperación y asistencia internacional para que las autoridades británicas y gibraltareñas colaboren en las actuaciones legales.







    La petición del juzgado se produce a instancias de la Administración española, que pretende conseguir información sobre las actividades de los buques de la empresa cazatesoros durante el tiempo que han permanecido atracados en Gibraltar. Igualmente, se solicita a las autoridades del Peñón y Reino Unido que eviten la salida de cualquier material extraído del mar por el único barco que aún mantiene la empresa en esa base naval, el Odyssey Explorer.


    El Ejecutivo de Peter Caruana, ministro principal de Gibraltar, aseguró: "Si la petición de asistencia legal mutua es acorde con los requisitos legales internacionales y la legislación gibraltareña, por supuesto que será procesada como ocurriría con cualquier otro Estado de la Unión Europea".


    "Es demasiado pronto para hacer una evaluación del documento". Desde ayer, la solicitud de asistencia del tribunal español está siendo estudiada por los abogados del citado Gobierno, quienes emitirán un consejo legal. A partir de este documento, el Ejecutivo del Peñón tomará su decisión, posiblemente a principios del próximo mes de septiembre.


    http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Espana/pide/ayuda/Gibraltar/elpeputec/20070809elpepirdv_4/Tes

  5. #5 arenas 22 de sep. 2007

    Las monedas son españolas


    Odyssey declaró en la aduana de Gibraltar el transporte de 10.000 escudos y reales de a ocho españoles del tesoro hallado en el Atlántico en abril y mayo pasados



    Á. DE CÓZAR / M. DELFÍN - Madrid - 22/09/2007


     











    Son españolas. Las 500.000 monedas que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration encontró en el Atlántico, cerca de las costas del Algarve, son escudos y reales de a ocho españoles. Eso es lo que la empresa de Florida, puntera en la búsqueda de pecios, declaró ante las autoridades aduaneras de Gibraltar los pasados días 10 de abril y 16 de mayo, fechas en las que cargó y transportó el tesoro con destino a Estados Unidos.







    Stemm: "España ha querido forzarnos a dar información que ponía en peligro el pecio"




    El Real de a ocho era el dólar español, la moneda usada por todas las naciones


    La información aparece detallada en una nota verbal (la forma más común de comunicación diplomática) que la Embajada del Reino Unido en España envió al Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de julio. En ella, los diplomáticos británicos adjuntan la licencia de exportación que Gibraltar concedió a la compañía, donde se especifica el contenido y el valor estimado de la carga.


    En la primera licencia, del 10 de abril, Odyssey asegura que va a transportar 203 escudos de oro por valor de 203.000 dólares, según sus estimaciones; 10.090 reales españoles de plata (1.281.260 dólares); 200 lingotes de cobre (660); 3 cajas de oro (30.000), y otras piezas como balas de cañón, estaño, bronce y porcelana. En total, el valor que Odyssey da a toda la mercancía encontrada en esa fecha es de 1,5 millones de dólares (algo más de un millón de euros al cambio actual).


    La segunda licencia, del 16 de mayo, es algo más parca en detalles. Sólo menciona que Odyssey transporta 557 cubos llenos de monedas de plata, con un peso de 14,5 toneladas, con un valor estimado de 2,5 millones de dólares (1,7 millones de euros actuales). El valor que la compañía da a las monedas en las licencias es mucho menor que el de las estimaciones hechas el día que anunció su descubrimiento. En aquel momento, los numismáticos de la compañía dijeron que las piezas podrían llegar a valer unos 4.000 dólares, muy lejos de los 1.000 dólares que aparecen en lo declarado por Odyssey en la aduana de Gibraltar. La explicación a esa diferencia, según la empresa, es que esas cantidades no reflejan el valor real de las monedas. "Nosotros asignamos el valor estimado basándonos en algunos requisitos de los seguros y en las regulaciones que existen en Estados Unidos. Nunca es el valor real", explicó ayer el cofundador de Odyssey, Greg Stemm. "Por ejemplo, en el SS Republic [uno de los pecios más importantes encontrados por la compañía], las monedas de oro tenían un precio de 100.000 dólares, pero su primera evaluación era de sólo 200".


    En cualquier caso, tanto los reales de a ocho como los escudos son las piezas más codiciadas por los expertos numismáticos. El real de a ocho era el dólar español. Fue la moneda de plata acuñada por el imperio español en 1497 y la primera moneda de curso legal en Estados Unidos, usada por todas las naciones durante muchos años como divisa internacional, sobre todo a finales del siglo XVIII. En cuanto al escudo, se trataba del nombre genérico que recibían las monedas de oro y plata que tenían en una de sus caras un escudo. También se utilizaba ese nombre para referirse a las monedas de oro, de 3,4 gramos, con valor de 350 Maravedíes. Fueron acuñadas en España por primera vez en 1535.


    De todas formas, para Odyssey, el hecho de que las monedas sean españolas no quiere decir que el pecio encontrado también lo sea. La compañía argumenta que, efectivamente, las monedas españolas eran usadas por todas las naciones, y que eso no prueba la nacionalidad del barco. La empresa insiste en que, hasta el momento, los análisis realizados por sus investigadores no han podido determinar de forma concluyente de qué barco podría tratarse ni qué nación o naciones podrían reclamar parte del tesoro.


    Los documentos facilitados por la Embajada del Reino Unido a España son para el Gobierno español y para sus abogados un indicio claro de que el pecio encontrado en el fondo del mar es español. Pese a ello, el Gobierno no ha divulgado esa información, en su poder desde principios de julio. El asunto se encuentra parado en la Corte Federal de Florida, donde ambas partes esperan que el juez a cargo del caso indique si España tiene derecho a reclamar lo encontrado. En caso de ser así, ambas partes irían a juicio.


    La hipótesis que considera España es que Odyssey podría haber encontrado el Nuestra Señora de las Mercedes, un buque mítico buscado por los cazatesoros de todas las naciones y que encierra uno de los mayores tesoros españoles hundidos. Esta fragata se hundió en octubre de 1804, en la batalla del cabo de Santa María, durante un asalto por parte de una escuadra británica en el que los barcos ingleses apresaron otras tres fragatas cargadas con millones de pesos.


    Sobre esta hipótesis Greg Stemm, cofundador de Odyssey, desmintió ayer que dijese a la agencia EFE que el pecio podría ser de la Mercedes. "Supongo que fue traducido mal. Yo jamás dije eso. Lo que dije es que para cualquiera de las hipótesis que se han hecho, incluyendo ésa, hay pruebas contradictorias. Hasta el momento no hemos podido establecer de qué pecio se trata", señaló.


    Stemm volvió a recordar ayer que la empresa invitó al Ministerio de Cultura en 2006 a participar en la expedición que acabó encontrando el tesoro de las 500.000 monedas, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro poco después. "Al principio, no tenían interés; ahora, sí. Han intentado forzarnos a que demos información que consideramos que puede poner en peligro el sitio donde hallamos el tesoro".


    http://www.elpais.com/articulo/cultura/monedas/espanolas/elpepuint/20070922elpepicul_2/Tes

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