Autor: alevin
martes, 06 de febrero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: alevin
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D.Felipe III, Rey de las Españas y de ........Irlanda (El desembarco de 1601)
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Erase una vez un Rey español que tuvo la oportunidad de serlo también en un país europeo con el que el único vinculo que nos unía era la religión y, gracias e este vinculo, lo fue durante casi dos meses. Me refiero a Irlanda, que prefería pertenecer al ámbito hispano que al inglés, tal era la aversión que a estos últimos tenían los irlandeses. También es cierto que existía una cierta simpatía mutua entre irlandeses y españoles pues, por ejemplo en los tercios, los primeros eran considerados como hispanos a todos los efectos. Pero resumamos los antecedentes de esta aversión anglo irlandesa:
En el comienzo de su andadura histórica, Irlanda, se encuentra dividida en una serie de clanes (“Caufing”) que asimismo se agrupan en entidades mayores llamadas” Rights”. El país esta básicamente dividido en cinco “provincias independientes”: Ulster, Leinster, Munster, Connaught y Meat, que en teoría se gobernaban por un “primus Inter. Pares”(“Ard Right”). Esta organización política es el origen de las constantes rencillas entre los diferentes clanes rencillas que marcarían toda la historia del país, con lo que la isla se convirtió en un permanente campo de batalla apto para cualquier invasor organizado, y únicamente unidos por la religión católica desde el s. V, convertidos por S.Patricio. Tal ocurrió con la llegada de los noruegos en el s. VIII, durante dos siglos campan a sus anchas por la isla hasta que pasan a convertirse de invasores en colonizadores, pero eso sí, continuando la tradición de huir de la unidad, por lo que siguen conviviendo diversos “reinos”, entre los que destacaran Dublín y Limerick.
En el s. XII, uno de estos reyes locales se vio expulsado de su reino y exilado en Inglaterra, donde se hizo con la ayuda de aventureros normandos y de algunos nobles ingleses que le ayudan a recuperar su reino a cambio de la concesión de territorios, lo que provoca la suspicacia del monarca ingles, Enrique II, que teme que sus nobles escapen a su autoridad y se independicen, por ello invade Irlanda, derrota a las tropas que se le oponen y, tras la ocupación de Dublín, se proclama Señor (que no Rey) de la isla, suprimiendo sus leyes y estableciendo un feudalismo mantenido por concesiones a nobles inglese de su confianza, llegando a adscribir a la iglesia irlandesa bajo el primado de la de Inglaterra.
Y aquí tiene su origen el desencuentro anglo-irlandés, que se desarrolla basándose en un malestar constante y periódicas rebeliones (1174, 1315, 1337...) a lo largo de los tiempos con dos años clave: 1542 en el que Enrique VIII se proclama Rey de Irlanda y 1800, en que un Acta del Parlamento Británico acaba con el último resto de la autonomía irlandesa y el país queda incorporado de pleno derecho al Reino Unido. Esta acta que podía haber sido un punto y final, en realidad se convirtió otro trágico principio, pero eso ya forma parte de otra historia.
Centrémonos ahora en nuestro país, a finales del s. XVI,. Felipe II, que no confiaba mucho en la capacidad de su heredero, sintiendo que sus días llegaban a su fin, quiso dejarle las cosas lo más arregladas posible. Por ello firma con Francia el Tratado de Vervins (2 de Mayo de 1598), renuncia a la soberanía de los Países Bajos en su querida hija Isabel Clara Eugenia y su prometido el Archiduque Alberto de Austria (aunque no consiguió evitar que las provincias del Norte, unidas como Holanda, continuasen la lucha) y dejó en suspenso la cuestión inglesa, pues los ingleses estaban demasiado ocupados en reprimir la rebelión irlandesa como para dedicarse al asalto de nuestros barcos o puertos, que, por otra parte, habían mejorado mucho sus defensas.
Pero en España se sabía que si se quería acabar con la resistencia holandesa no podíamos dejar impune la ayuda que a estos prestaban los ingleses y que la mejor manera de preocupar a la Reina Isabel I era el llevar el conflicto a su propio territorio, ya fuera como desembarco directo(“Armada Invencible”) o por la puerta trasera, Irlanda ( había un dicho en la época”: Quien a Inglaterra quiera vencer, por Irlanda debe comenzar”). Esta segunda posibilidad había ya sido probada con amagos que no tuvieron demasiada trascendencia pero que mostraron una cierta viabilidad.
La gran oportunidad llega cuando, en el año 1600, reinando ya Felipe III, llegan unos emisarios irlandeses solicitando la ayuda del monarca español y a cambio le ofrecen el trono de Irlanda. Inmediatamente el Rey envía una embajada encabezada por Martín de la Cerda y el clérigo Mateo de Oviedo que se entrevistan con sesenta jefes locales, los cuales juran al Rey Felipe como su propio Rey y a partir de este momento se monta una de las aventuras más quijotescas dentro de la historia de España.
El 3 de Septiembre de 1601 zarpa de Lisboa, al mando del Almirante Diego Brochero, una flota compuesta de 35 navíos en donde se embarcan unos 4.500 hombres al mando del Maestre D. Juan del Águila, un veterano de nuestros tercios (véase biografía en el artículo “La Armada Invencible”). Poco antes de encontrarse nuestra flota a la mitad de su viaje estalla la consabida tormenta que desbarata, como es ya costumbre, a la armada, viéndose 8 de los navíos, al mando de Pedro de Zubíaur, obligados a retroceder y refugiarse en el Ferrol, restando a la expedición un millar de hombres y gran cantidad de municiones y bastimentos. El resto de las naves arriban, el 2 de Octubre, al puerto de Kinsale, en el sur de Irlanda, que es ocupado sin resistencia.
Juan del Águila, dado que su movilidad era muy reducida pues no tenía caballos y los locales habían sido expropiados por los ingleses, se encierra en Kinsale, resignándose a ser asediado, y envía un mensaje a los rebeldes irlandeses, que se encontraban en el norte de la isla, para que se reúnan con él, pues hasta el momento la única ayuda recibida consistía en menos de un millar de irlandeses mal armados e inexpertos.
Entre tanto las fuerzas inglesas, al mando del Virrey Mountjoy y del Gobernador Carew, solicitan urgente ayuda a la metrópoli mientras comienzan a hostigar a los recién llegados.
Por parte de España es inmediatamente atendida la petición del Maestre del Águila y el 1 de Diciembre de 1601, al mando del mismo Pedro de Zubiaur que no pudo proseguir con la expedición original, parten de La Coruña 10 navíos con armas, víveres y un millar de soldados. Pero había que pagar el tributo correspondiente a Neptuno (a sueldo del ingles, seguro) y la ya clásica (por esperada) tormenta hunde un navío y obliga a otros tres ha refugiarse en la costa cantábrica. Por fin ,el 14 de Diciembre, avista Zubiaur la costa irlandesa, recalando en Castlehaven, unos kilómetros al oeste de Kinsale, ya que fue advertido de que esta localidad estaba asediada por la flota enemiga.
Bastó la noticia de la llegada de la flota, par que la moral de los asediados subiera tantos enteros como para lanzarse a una salida, en la madrugada del 16 de Diciembre, que les costo a los ingleses 20 cañones y 700 bajas, siendo nuestras perdidas de unas pocas decenas de hombres.
Pero Zubiaur no se limitó a desembarcar sus tropas, sino que entabla acuerdos con los jefes locales(O’Driscoll, O’Sullivan y Mac Carthy) para montar una guarnición hispano-irlandesa en las poblaciones de Baltimore, Bantry y Berehaven, con lo que se conseguía un control efectivo sobre el sur de la isla.
Ante el cariz que toma la situación, Inglaterra, envía al Almirante Levison que intenta primeramente un desembarco en Castlehaven, desembarco que es rechazado, por lo que entonces plantea una batalla naval de la que, al cabo de cinco horas, se ve obligado a retirarse tras la perdida de dos navíos, por uno nuestro( el galeón “Maria Francisca”). Tras esta modesta victoria, las fuerza españolas consiguen afianzar una cabeza de puente al sur de la isla útil para futuros desembarcos.
El virrey Mountjoy, por probarlo todo, conmina a la rendición a Juan del Águila, recibiendo una de esas respuestas a las que tan proclives eran nuestros hidalgos en aquellas fechas: “Conservaré esta ciudad primeramente para Cristo, luego para el Rey de España y la defenderé de todos los enemigos”.
Por fin, el 25 de Diciembre, llegan los refuerzos irlandeses al mando de O’Donnell (¿a que el apellido nos suena?) y O’Neill, contactando con Zubiaur, que aún se encontraba en Castlehaven. Se acuerda una acción en común para romper el cerco de Kinsale, pero Zubiaur, quizás demasiado prudente, no quiere desguarnecer de españoles los tres puertos que había conseguido, por ello solo cede, ante el disgusto irlandés, a 200 soldados españoles al mando de Alonso de Ocampo, que unidos a 6.000 irlandeses parten en ayuda de Juan del Águila, con el que se acuerda un plan consistente en realizar una salida que obligase a los inglese a utilizar toda su fuerza y cuando estuvieran tratando de rechazar el ataque, O’Neill embestiría de repente, tomándoles
por sorpresa.
La situación de los sitiadores ingleses no era muy boyante pues, entre deserciones, bajas y enfermedades, de los 12.000 hombres originales apenas quedaban 8.000, pero de nuevo la suerte se alió con los anglosajones (a parte de su mítica mistad con las tormentas), pues mira por donde los ingleses se enteraron con antelación de los planes hispano-irlandeses. ¿Qué como pudo ocurrir esto?. La versión oficial es más propia de una “Opera Bufa” que de una guerra seria. Resulta que un tal Mac Mahon, uno de los lugartenientes de O’Neill, alcohólico por devoción, se encontró sin un güisqui que echarse al coleto, por lo que pasó al campo inglés a pedirlo y, a cambio de unas botellas, contó todo el plan. El caso es que cuando el 4 de Enero de 1602, los soldados de O’Neill y de Ocampo intentan tomar las posiciones previstas, se percatan de que estas ya están en manos del enemigo, que toma la iniciativa, por lo que se ven fuertemente rechazados. Se crea una espectacular confusión en la que se oyen los gritos de ¡traición!, ¡traición! creándose una desbandada al cabo de dos horas de combate, al que pone punto final la caballería inglesa, muy superior a la irlandesa, que se ceba en nuestra infantería. Apercibidos en Kinsale de lo que esta sucediendo se intenta una salida que es también duramente rechazada obligando a Del Águila a volverse a encerrar en la población. Y aquí termina, realmente, la historia del corto reinado de Felipe III sobre Irlanda, derrocado por culpa (oficialmente) de unas botellas de güisqui.
Lo sucedido en días posteriores ya no tiene mayor trascendencia. Juan del Águila intenta varias salidas a la desesperada sin ningún éxito y entonces, cercado y sin esperanza de auxilios por parte de España o de los rebeldes irlandeses, decide parlamentar con el Virrey Mountjoy, firmándose una honrosa capitulación el 12 de Enero, en la que se estipula que tanto los españoles, como los irlandeses que quisieran acompañarlos, podrían salir de la isla conservando armas y bagajes, abandonando la plaza con las banderas desplegadas y siendo transportados por barcos de la reina Isabel a España. Dándose incluso la anécdota de que el Virrey, antes de la partida, organizó en el Ayuntamiento de Kinsale una cena de confraternidad para todos los oficiales.
Pero para Juan del Águila los problemas empezaron a su llegada a La Coruña, donde se le acusó de haberse rendido demasiado pronto, sin haber dado lugar a que llegaran más refuerzos de España. Entonces abatido y deprimido, sin pasar por la Corte, se retiró a su pueblo abulense, donde a poco falleció, añadiéndose su perdida al millar de españoles que quedaron enterrados en Irlanda, en una tierra que durante un par de meses fue española.
Inglaterra había vencido de nuevo, pero fue una victoria “pírrica”, pues la nación estaba agotada tras sus enfrentamientos con España y ya ni siquiera las riquezas pirateadas compensaban los gastos de tal campaña, por ello, inmediatamente de la muerte de Isabel I (1603), se firma con su sucesor, Jacobo I , el Tratado de Londres (1604), por el que se contemplaba el cese de las hostilidades (nunca se cumplió en el ámbito de rivalidad marítima) y el cese de la ayuda a los holandeses. Pero en el aire queda el “que hubiera pasado si...” Irlanda hubiese permanecido dentro de la Corona Hispana ¿qué influencia habría esto tenido dentro de la historia europea? ¿y dentro de la mundial?.
Bibliografia.-
"La conquista de Irlanda por los Ingleses" - Luisa Mª Jimeno
"Tercios de España" - Martinez Laínez y Sanchez Toca
"Felipe III, Rey de Irlanda" - Mariano González-Arnao
Paz y bien
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Comentarios
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Alevin, estas que te sales ¿eh?
Muy buena
Gracias Despertaferro, ojala pueda compensar con un poco de lo que sé, lo mucho que aprendo.
Paz y bien
Si a alguien le sobra un terrenito para construir un Hollywood...
Kalpa, no se exactamente que quieres decir, pero a mi me sobra terrenito, si te vale llegamos a acuerdo rápido(espero)
Paz y bien
Me uno a las felicitaciones, muy interesante.
Por cierto, sabes algo sobre el numero de irlandeses que vinieron a España¿?
Tambien lei en otro articulo tuyo, en "La Armada Imbencible" creo, que muchos de los españoles que naufragaron en Irlanda se quedaron por alli. Se sabe algo de ellos¿?, familias con apellidos españoles, por ejemplo¿?.
Por ultimo, los irlandeses dicen que son "medio-latinos", tiene esto algo que ver con lo que cuentas entu articulo, con lo del "libro de las invasiones", con que sean catolicos, lo dicen para diferenciarse de los ingleses¿?
La relación entre España e Irlanda surje por su enfrentamiento a través de los siglos con un enemigo común: Inglaterra.
Ya para la invasion prevista de 1588 ("La Invencible" )existia un buen número de irlandeses reclutados en los Paises Bajos, o durante la segunda batalla de las Dunas, a favor del Duque de York contra Cronwell (1658)tambien lucharon irlandeses y españoles juntos(por cierto, fueron derrotados). pero cuando más relación existió fué cuando los puritanos de Cronwell desembarcan en Irlanda e inician una guerra de exterminio contra los católicos, que abliga a muchas familias a exilarse fuera de Irlanda, siendo nuestro país el más preferido, participando sus descendientes, como unos españoles más de los acontecimeintos del nuestra nació
.Así familias como los O'Higgins (Ambrosio O'Higgins fué virrey del Perú entre 1796 y 1801, mientras que su hijo Bernanrdo lucho al lado de San Martin contribuyendo a la independencia de Chile) o los O'Donnell (el más famoso Leopoldo O'Donnell, político clave y varias veces Jefe de Gobierno durante el XIX). Tambien otras familias menos conocidas como los O'Ryan, Mac Carthy, Fizpatrick, Comesford, Mac Kenna, Mac Cragh,
Mahony, Ostman, Shelly..... Además se fundarom a lo largo de diferentes poblaciones los llamados "Colegios de Irlandeses"(yo tengo memoria del de Madrid y del de Salamanca).
A parte podríamos hablar de los irlandeses que pasaron a Hispanoamerica y se vieron involucrados en su Independencia. como el doctor Moore(médico de Bolivar) o lo smilitares O'Leary y Ferguson. Es más existía una legión irlandesa de no muy fausta memoria y de la que el propio Bolivar escribía :" Nada extrado de lo que Vd. me dice de la Legión Irlandesa. Todo lo temía de esos verdugos que, si no les pagas no luchan y que son como aquellas cortesanas que no se rinden sino después del cohecho....."
La mayor parte de las familias mencionadas pasarían a dominios hispanos durante la comentada invasión de los puritanos, pero no sabría decirte cuales de ellos acompañaron a los españoles en su regreso en 1602, aunque hay dos nombres sospechosos por su intervención directa en los hechos, los O'Donnell y los Mac Carthy, pero no tengo seguridad plena
Con referencia los españoles que se quedaron tras el desatre de la Invencible no creo que haya relaciones oficiales de nombres, entre otras cosas por que debieron de ser muy pocos y, por simple precaución, cambiarian nombres para camuflarse con el entorno de las familias que los ampararon, yo solo recuerdo el caso de los De valera, que dieron un presidente de Gobierno a Irlanda.
Sobre lo de que son "medio-latinos", te lo tendría que explicar un irlandes, ahora que lo de la religión no tiene mucho que ver pues te recuerdo que hasta Enrique VIII (y su capricho de divorciarse de Catalina)las iglesias irlandesas e inglesas eran tan católicas una como otra, aunque eso sí la irlandesa estaba bajo la primacía de Inglatrerra.
Espero que las respuestas te sean útiles
Paz y bien
Rafael Álvarez (El Brujo)
Vino una vez a mi facultad a representar una obra inspirada en un hecho real (casi 2 horas de monólogo). Las aventuras de un marino español de La Invencible tras llegar a nado a las costas de Irlanda.
La lástima, es que no me acuerdo ni de su nombre ni del título de la obra. Pero una cosa si, IM-PRE-SIO-NAN-TE.
Mas que utilines, muchas gracias Alevin.
David, dices Por ultimo, los irlandeses dicen que son "medio-latinos", tiene esto algo que ver con lo que cuentas entu articulo, con lo del "libro de las invasiones", con que sean catolicos, lo dicen para diferenciarse de los ingleses¿?
Este dibujo rescatado por Joseph O’Connor (hermano de la cantante Sinéad O’Connor) de la revista Harper’s Weekly del s XIX (creo que es llamada “Racismo científico”) para su novela “El crimen del Estrella del Mar” nos ilustra sobre el concepto inglés de irlandeses e ibéricos (al menos en esos tiempos):
También incluye unos comentarios de la revista Punch de Londres de 1862 sobre el eslabón perdido (el irlandés) situado entre el gorila y el negro.
(En esos comentarios de los ingleses pa' mi que los tiros iban más bien por aquí)
Saludos.
Mas que utiles, queria decir....
Frank_drebin, puedes poner la foto otra vez¿?, es que no se ve...
Alevin, también me ha gustado esto que nos has traído (que se me olvidó ponerlo antes).
Pendón, David. Llevaba prisa y no pude comprobar si había salido (lo que no entiendo es que haciendo los mismos pasos una veces me sale bien, otra sólo las aspas rojas y ahora un icono raro... que le vamos a hacer).
Haber si ahora hay más suerte.
Enhorabuena, amigo Alevín, por seguir regalándonos buenos momentos.
En cuanto Harper's, el complejo de feo del anglosajón trae estas cosas. Por cierto, no creéis que en su fuero interno, algunos de este foro se representarían a sí mismos y a los de su tierra en el centro, a los del resto de España a la izquierda y el negro seguiría a la derecha?
Jajajajaja!
Jajajaja (hay que ver, adriano...hay que ver...)
M. de Pazzis Pi Corrales nos dice en http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ghi/02144018/articulos/CHMO0303120215A.PDF
El llamado"socorro a Kinsale", como se denomina corrientemente en los documentos españoles a este episodio histórico, fue un paso de gigante y un acicate considerable para la lucha independentista que mantenían los irlandeses católicos —ya desde 1594— contra el yugo isabelino. Se pretendía asimismo impulsar y extender el ánimo de la población gaélica sublevada en lo que parecía una invitación formal del soberano español a sublevarse contra Inglaterra y a establecer un sólido y permanente lazo desde la Península con los católicos de Irlanda identificados con la causa romana.
Sin embargo, la derrota hispano-irlandesa en Kinsale, en enero del año siguiente y el posterior exilio al continente de los principales cabecillas nativos fue un duro golpe en la historia política social de irlanda y posiblemente el motivo de su inmediata desintegración, a la par que el inicio de la anglinización de la isla. Asimismo, y en concreto para la Monarquía Hispánica, suponía una nueva actitud internacional hacia lo que vino en denominarse «cuestión irlandesa.
Saludos.
Aún no me acabo de explicar la curiosidad de los irlandeses por esos descendientes suyos que se quedaron en España y de los que nos habla alevin, con apellidos que en ocasiones se castellanizaron de una forma tan tosca, que incluso se suben las comisuras de los labios al leerlos. Desde investigadores profesionales que cada dos o tres años se pasan por este o aquel archivo, hasta un marino mercante que hace escala en un puerto gallego y aprovecha la ocasión para buscar por encargo de un genealogista compatriota suyo tal o cual documento relacionado con el enterramiento de de algún personaje en un convento gallego. Me parece que la presencia española en Irlanda, aunque breve, les interesa y mucho.
Alevín, aún más felicidades.
Gracias por vuestros comentarios. A mi me ha llamado la atención, dentro de la descripcion de los tres rostros que nos envía frank-debrin, el de anglo-TEUTONICO. Lo de teutónico tendría algo que ver con el origen de la Casa real Inglesa? ¿o con ciertas simpatías latentes....?. Y creo que se puede afirmar que en España caen mejor los irlandeses que los ingléses
Paz y bien
Casi que apostaría por lo de las simpatías latentes... no?
Estoy de acuerdo en que se puede afirmar que en España caen mejor los irlandeses (y no es que los ingleses me caigan mal, eh).
Sobre la relación por aquella época entre ambos países católicos he tomado prestado esto de la web de la embajada de España en Dublín:
http://www.mae.es/Embajadas/Dublin/es/MenuPpal/La+Embajada/
...Resulta siempre interesante comprobar que, aún con las modificaciones de las circunstancias históricas, los vínculos entre España e Irlanda continuaban activándose por mil medios. En 1592 la Universidad de Salamanca inauguró el “Colegio de los Irlandeses”, abierto durante tres siglos y medio y primero de una larga serie, que sumó tres más en las Universidades clásicas de la Peninsula y otros cuatro que se fueron creando en las entonces Provincias españolas de los Países Bajos, al tiempo que el Rey Felipe III tras la batalla de Kinsale, no sólo concedía por raro privilegio la nacionalidad española a los hombres y mujeres de Irlanda que arribaban a España desde el momento de su llegada, sino que en 1604 nombró a uno de los miembros de su Consejo de Estado Protector de los Irlandeses en España. Así, los apellidos irlandeses se multiplican en la Diplomacia, el Ejército, la Armada y la Administración de España a lo largo de los Siglos XVIII y XIX...
Este enlace conduce al trabajo de Recio Morales, O. "Una nación inclinada al ruido de las armas" donde se nos habla de la presencia irlandesa en los ejércitos españoles 1580-1818. A mí me ha parecido muy instructivo.
giannini, puede que una de las razones de esas búsquedas de familiares irlandeses por la aquí sea el reconocimiento e incluso creación de títulos nobiliarios con los que se les recibía a aquellos al llegar (para atraerles hacia el ejército) y les hará ilusión. Vamos, como una manera de aristocratizarse, de confirmar su linaje, o algo así (es sólo una idea). Aunque seguramente cada familia tendrá una razón para buscar.
Saludos.
Otra estupenda iniciativa, Alevin, como los demás de tu última serie, sacando a la luz episodios poco conocidos de los trasuntos entre España e Inglaterra en esa época.
Sólo quería precisar un par de cuestiones, minúsculas realmente, perdón por hacerlas notar: creo que hay una errata con la quinta provincia irlandesa, sería Meath (Midhe en gaélico), no Meat; por otro lado, me parece que el "rey supremo"(high-king) sería más bien Ard-ri.
Por otro lado, respecto a los comentarios, Eamonn De Valera nació en Nueva York. Su padre era español-cubano (aunque hay versiones que dicen que fue una invención de la madre, para ocultar un embarazo extra-matrimonial; curiosamente parecido a lo del marinero español de la peli de Frears La furgoneta).
El caso es que no se trata de un apellido tradicional que pueda descender de los españoles de La Invencible. Esa leyenda creo que les gusta a los irlandeses (ví una entrevista de Enya en la que decía que en su familia algo de sangre había de tales marineros) pero tiene todas las trazas de mito sin mucho fundamento.
Despertaferro: la obra teatral que dices tiene pinta de ser una llamada "Cuellar" inspirada en las aventuras de Francisco de Cuéllar, uno de los naúfragos de la Invencible que escapó y fue acogido entre los irlandeses hasta que pudo escabullirse y pasar a Escocia y luego Flandes (leermás aquí). También daría para otro artículo, probablemente.
La obra impresionante citada por despertaferro, muy probablemente esté basada en la siguiente crónica:
http://www.ucc.ie/celt/published/S108200/index.html
Donde se narran en primera persona las aventuras de un soldado español naufragado en Irlanda. En lo particular, no me parece cosa del otro mundo, pues no hace sino describir de modo deprimente las atrocidades cometidas por los ingleses contra irlandeses, españoles, y escoceses, de paso.
Para un "celtófilo"como yo me considero, la lectura de semejantes acontecimientos puede dejar un muy mal sabor de boca, y las irresistibles ganas de matar al primer inglés que se atraviese en el camino. Aparte de eso, sin embargo, resulta un documento interesante en tanto que retrata la realidad social y cultural de la Irlanda de aquellos tiempos , y tiene una narración bastante amena.
LUIS CABRERA DE CÓRDOBA:
"RELACIONES DE LAS COSAS SUCEDIDAS EN LA CORTE DE ESPAÑA DESDE 1599 HASTA 1614"
De Valladolid, á 1º de Agosto de 1601:
Por carta de Lisboa del 6 del pasado, se entendió como había vuelto don Diego Brochero con los navíos en que había llevado la gente á Irlanda; la cual había desembarcado en el puerto de Quincar, que eran 3.500 soldados; el cual es pequeño, y así se entregó luego, y refieren que tres leguas de allí hay otro llamado Cosquer, que es una villa de 6.000 vecinos que habia en ella 8.000 ingleses, porque creyeron que nuestra armada fuere allá: y los gobernadores de aquella gente inviaron el parabien de la llegada á don Juan del Aguila, que es general de nuestra gente, y á decirle que luego le saldrian á recibir, el cual les respondió, que de su hacienda les daria 20.000 ducados para pagar su gente, porque le cumpliesen la palabra que le daban, y que él no se descuidaria de buscarlos cuando se olvidasen. Y en el lugar donde quedaban los nuestros habia muchos ingleses que estaban con grande gozo de la llegada de los españoles; y se habia avisado de ella á los Condes, y habian respondido que luego acudirian, y de Flandes se les habian inviado cuatro compañias de infanteria española y dos de irlandeses, creese que aquello ha de ir sucediendo bien, Dios mediante. Los cuatro navíos que se habian apartado de la armada y venido á la Coruña, estan de vuelta para allá con más navíos y gentes hasta en el número de 1.600 hombres, y se han de inviar cuatro mil vestidos para la gente, de que hay allá necesidad.
De Valladolid, á 9 de Noviembre de 1601:
Túvose aviso los dias pasados con el capitán Zubiaurri, que volvió de llegar á Irlanda 500 hombres y muchas municiones para aquella guerra; como quedaba don Juan del Aguila con la gente que habia llevado don Diego Brochero, cercado en el puerto de Quincar, donde había desembarcado por mar y tierra, sin poderse juntar con los Condes que estaban levantados, aunque habian bajado de la montaña y procurado descercarle; pero recibieron mucho daño de los ingleses, como estaban mal armados y tienen poca práctica de guerra, y se hubieron de volver á la montaña á recoger su gente. Don Juan del Aguila hacia algunas salidas en que recibian daño los enemigos; pero íbale faltando el bastimento y otras cosas necesarias, de manera que no se podía sustentar, si no era brevemente socorrido, de lo cual tenía poca esperanza; y así se ha sabido despues que se habia concertado con los ingleses, para que le diesen pasage con su gente y lo demas que habia llevado de España, y que dejaria la Isla: conforme á lo cual se entiende que llegará muy presto á Lisboa o á la Coruña, y no habrá aprovechado haber venido uno de los Condes á solicitar lo del socorro, en lo cual hay muchos paresceres sobre si se ha acertado en desamparar aquella empresa por los fines que se tenian en ella.
De Valladolid, á 23 de Febrero de 1602:
Aunque se dijo los dias pasados que don Juan del Aguila se habia concertado con los ingleses, que dándole pasage con su gente para España, dejaria la isla de Irlanda, no debió ser cierto; pues no vemos que haya despues acá nueva de haber llegado á ningun puerto.
De Valladolid, a 20 de abril de 1602:
Los días pasados llegó también á la Coruña don Juan del Aguila con la gente y lo demás que habia llevado á Irlanda, dejando aquella empresa desamparada por haberse conocido muy grande dificultad en continuarla: dicen que traerá como 600 hombres menos de los que llevó por habérsele muerto los mas de ellos de enfermedad; y los que vienen, muy enfermos y maltratados por el trabajo que allá han padecido, sin haberse hecho cosa de consideración.
Os agradezco a todos vuestras aportaciones.
Minaia, sobre las correcciones ortográficas seguramente tienes razón, pues sabes que es fácil, a la hora de mencionar topónimos o nombres extranjeros el cometer algún error (como ejemplo, la relación con la que nos regala Brigantinus, en donde los nombres de las localidades estan más basados en pronunciación que en su grafía real). Muy bueno el enlace de Francisco de Cuellar, fijate que yo más que un artículo veo toda una novela lo "Alatriste"¿eh?. Tienes toda la razón en lo de De Valera, me había fiado de un viejo artículo irlandes (y no sé que recuerdo residual que guardaba de algo que leí cuando murió en 1975)en donde se alababa su origen español, pero efectivamente nación en Nueva York en 1882, hijo de un español (según otras fuentes) e irlandesa. Mea culpa
Frank-Debrin, muy interesante tambien tu enlace de los emigrados irlandeses en España, que super complementa la respuesta que yo le había dado a David.
Brigantinus, muy curiosa esa relación que expones, es como un resumen del artículo pero visto desde la lejania del lugar del conflicto .
Paz y bien
Por fortuna para los Irlandeses los españoles duraron poco en Irlanda; que si no se iban a enterar de lo que vale un peine.
Arriba la República de Irlanda, abajo la monarquía.
¡¡¡¡¡ESPAÑA MAÑANA SERA REPUBLICANA!!!!
Aburiño.
¿Que típo de República?¿Federal?¿fascista tipo Salo?......No me parece el mejor lugar para hacer apologías y si las haces por lo menos que sean claras,
Paz y bien
Hay 22 comentarios.
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