Autor: berserker
jueves, 25 de enero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: berserker


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¿La invasión que nunca existió?

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¿Pudo ser así la historia?

Algunos historiadores cuestionan de forma creciente la versión tradicional católica según la cual el Islam se implantó violentamente en la península, después de una invasión árabe, en el año 711. Estos historiadores argumentan que el Islam ni se impuso ni era ajeno a los hispanos, que lo abrazaron libre y mayoritariamente. En realidad, la tesis de la imposición fue una "conspiración" promovida por la Iglesia con objeto de encubrir su derrota ante los cristianos unitarios, seguidores del arrianismo que predicó Prisciliano.

¿Ocurrió la historia tal y como nos la han contado? ¿Es posible que, en el siglo VIII de nuestra era, un ejército musulmán cruzara el estrecho de Gibraltar, derrotara a las tropas visigodas y avanzara victorioso hasta el punto de llegar a someter a casi todo el territorio peninsular? ¿Un puñado de bereberes pudo someter a 20 millones de hispanos durante varios siglos? En contra de esta hipótesis tenemos el hecho de que los documentos de la época no contienen referencias a aquella terrible invasión que, de ser cierta, habría supuesto para los peninsulares todos los males imaginables. Las primeras noticias no aparecen hasta las crónicas latinas y musulmanas del siglo IX, a seis generaciones (ciento cincuenta años) de los hechos que se relatan, cuando el Islam estaba ya firmemente arraigado en la península.

Algunos investigadores, tras que los cristianos omitían consignar cualquier aspecto de lo que estaba sucediendo en su suelo, concluyen que el mito ha pervivido, contra toda lógica, porque a los católicos les ha interesado mantenerlo, porque encubría ante su propio pueblo lo que en realidad fue su fracaso social y religioso.

La guerra civil que estalló en la Península Ibérica a principios del siglo VIII, explicada como conflicto político y disfrazada más tarde como invasión de una potencia extranjera, tuvo su auténtico origen en unos hechos que se remontan a cuatro siglos antes, al enfrentamiento producido entre dos corrientes cristianas: los unitarios o arrianos, que negaban que el Hijo fuera igual al Padre -según esta premisa, Jesús no era Dios- y los trinitarios, adheridos al dogma predicado por san Pablo, que mantenían que hay tres personas distintas -Padre, Hijo y Espíritu santo- en un solo Dios verdadero.

Por tanto, para aproximarnos a una de las verdades de lo que sucedió realmente en el año 711, cuando un contingente de guerreros del norte de África, entre los que predominan los bereberes, cruzan el estrecho de Gibraltar, derrota a las tropas visigodas lideradas por Don Rodrigo y se establece en la Península Ibérica, tendremos que remontarnos al siglo IV.

Un poco de historia

En el año 325, el emperador Constantino acababa de convocar un concilio en Nicea para zanjar las disputas teológicas que estaban perjudicando al imperio. Fue una fecha crucial, porque el dogma de la Trinidad se impuso y se incluyó en la religión oficial, mientras que se reafirmaba la excomunión del obispo alejandrino Arrio, que murió en el año 336, el día anterior al fijado por el emperador para obligarle a reconciliarse con la Iglesia. Un siglo después, su mensaje obtuvo un eco imprevisible.

Las ideas que Arrio había predicado en Oriente fueron propagadas por Prisciliano en la Península Ibérica y en el sur de la Galia. Este controvertido personaje nació en el seno de una familia senatorial en el año 340 -se cree que en Galicia- y comenzó su predicación hacia el 370. Era un hombre culto, ascético, vegetariano y que no hacía distinción entre hombres y mujeres en cuestión de nombramientos relacionados con el culto, unos principios que retomarán siglos después los cátaros.

Los libros de Arrio fueron quemados y apenas quedan obras de Prisciliano. De los signos externos y sacramentos del arrianismo sólo se sabe, por referencias de sus enemigos, el empleo de alguna forma de tonsura y que el bautizo se realizaba mediante tres inmersiones, quizá en correspondencia con la trilogía "cuerpo, alma y espíritu" o "cuerpo físico, astral y mental". Prisciliano tuvo que soportar durante toda su vida pública el acoso teológico y personal de los obispos trinitarios, temerosos de su creciente influencia entre el clero y la población. El último acto de esta historia tuvo lugar en el año 385 en la ciudad de Tréveris, donde el emperador Máximo le hizo acudir para que se defendiera de la acusación de hechicería lanzada por sus adversarios. Hubo un juicio, viciado por intereses clericales e imperiales, y una condena: a Prisciliano le cortaron la cabeza. Fue el primer hereje que sufrió pena de muerte. Curiosamente, el propio emperador Máximo fue ejecutado tres años después por orden de Teodosio.

Unamuno sugiere que quien está enterrado en Compostela no es el Apóstol Santiago, sino Prisciliano, lo cual daría idea de la extensión e importancia que alcanzaron sus doctrinas. Lo cierto es que su ejecución afianzaría el arrianismo en el país. Por otra parte, hacia el año 460 tomó el poder en la península el monarca godo Eurico, quien se convirtió a la fe arriana y truncó así las ambiciones de los que no habían dudado en matar a Prisciliano con tal de acabar con sus ideas.

En el año 587, el rey godo Recaredo se alió con los trinitarios por conveniencias políticas y, en nombre propio y en el de todo su pueblo, abjuró del arrianismo que habían practicado los anteriores monarcas godos. Se prohibió el culto arriano y se iniciaron brutales persecuciones contra sus seguidores y también contra los judíos, quienes hasta entonces habían practicado su religión libremente. Los arrianos de la península y del sur de Francia se sublevaron y tuvieron que soportar durante el siglo siguiente robos, violaciones, asesinatos y reducción a la esclavitud, perpetrados por elementos de la oligarquía goda y el propio clero.

La tensión se rebajó cuando el rey godo Vitiza subió al trono en el año 702 y comenzó a deshacer los entuertos de sus antecesores: declaró una amnistía contra los perseguidos y les restituyó sus bienes; detuvo las medidas hostiles contra los judíos y convocó el XVIII concilio de Toledo, cuyas actas, sospechosamente, se han perdido. El grueso de los historiadores opina que fueron destruidas porque eran contrarias al Cristianismo ortodoxo romano. A la muerte de Vitiza, en torno al año 709, todo cambió. La nobleza y los obispos impidieron que su hijo Achila, que era menor de edad, ocupara el trono, y eligieron en su lugar al que la historia ha conocido como Don Rodrigo, un jefe militar afín a sus intereses. Estalló entonces una guerra civil entre los partidarios de éste, probablemente seguidores del Cristianismo establecido, y quienes apoyaban a los sucesores de Vitiza, más comprometidos con las creencias unitarias o arrianas, que veían en Don Rodrigo a un usurpador del trono visigodo.

Al mando de la Bética estaba Rechesindo, el antiguo tutor del hijo de Vitiza. Rodrigo lo mató en una escaramuza y entró en Sevilla sin oposición. Entonces, los partidarios de la estirpe de Vitiza, los debilitados unitarios, pidieron ayuda a su correligionario Tariq, gobernador de la provincia visigótica de Tingitana (la actual Tánger), en el norte de Marruecos, que había sido nombrado por Vitiza y con cuyo reinado mantenía estrechas relaciones comerciales. Tariq era, probablemente, de raza goda, como apunta la sílaba "ic" hijo en lengua germánica. Uno de sus jefes militares era Yulian, de origen romano, a quien la leyenda de la invasión convirtió en el traidor conde Don Julián. Tariq cruzó el estrecho con guerreros de diversas etnias, integrados en la causa unitaria, entre los que abundaban los bereberes. La presencia de estas tropas no provocó una especial reacción entre la población autóctona, ya que la petición de auxilio a fuerzas extranjeras era una práctica muy corriente en Hispania. Los judíos, que habían sido ferozmente perseguidos por los monarcas godos después de que éstos abandonaran la fe arriana, acogieron favorablemente a los recién llegados.

Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar. Y no existía entonces un imperio arábigo, sino tribus y pequeños caudillos frecuentemente enfrentados entre sí y carentes de gobierno, administración y ejército.

Según el historiador Ignacio Olagüe, "en las crónicas latinas y bereberes aparecen los godos como un grupo aparte que guerreaba contra un enemigo que no era español, ni cristiano, ni hereje, sino anónimo; es decir sarraceno". Lo que no podía decir, o lo ignoraba el cronista, era que los godos luchaban contra la masa del pueblo, contraria a la oligarquía dominante".

Suponiendo que la batalla de Guadalete no hubiera sido una ficción, el número de fuerzas que intervino tuvo que ser más modesto de lo que se ha contado, y bastante menor la trascendencia militar que se le atribuye.

Se dice que Rodrigo murió en la batalla, pero es más probable que fuera expulsado de Andalucía y buscara refugio en Lusitania, donde pudo haber fundado su propio reino, ya que existía en Viseu una sepultura con la inscripción "Aquí yace Roderico, rey de los godos", que todavía se conservaba en el siglo XVIII en la iglesia de San Miguel de Fetal, según señala el abate Antonio Calvalho da Costa en su Corografía portuguesa.

En el siglo IX, vemos que los musulmanes llevaban 140 años en la península, tenían desde hacía un siglo la capital del reino en Córdoba, la más importante y refinada ciudad de Occidente por entonces, con un millón de habitantes, y es evidente que no habían forzado la conversión masiva de indefensos cristianos, ni siquiera hacían proselitismo de su fe ni alardes de su culto. ¿Qué fe seguían entonces los andaluces? Lo más probable es que se tratara del arrianismo tradicional, en discreta evolución hacia el islamismo, que la mayoría de la población acabaría abrazando, igual que adoptó paulatinamente la lengua árabe en sustitución del latín. No hubo imposición, sino una lenta seducción. Y no se trataba de una fe extranjera. Asín Palacios y otros arabistas mantienen que el Islam tiene relación con el Arrianismo y el Judaísmo. Se comprende el respeto de los musulmanes hacia las "gentes del Libro", con las que comparten lo esencial: el sometimiento a un solo Dios con el que pueden comunicarse directamente y desde cualquier lugar.

Incluso los investigadores que respaldan la teoría de la invasión juzgan extraño que un puñado de árabes pudieran influir tan profunda e inmediatamente en 20 millones de hispanos. El historiador Olagüe sintetiza su perplejidad en tono irónico: "Tuvo entonces lugar una mutación formidable, como se produce en el teatro un cambio de decoración.

España, que era latina, se convierte en árabe; siendo cristiana, adopta el Islam. Como si hubiera repetido el Espíritu Santo el acto de Pentecostés, despiertan un buen día los españoles hablando la lengua del Hedjaz (árabe). Llevan otros trajes, gozan de otras costumbres, manejan otras armas. Los invasores eran 25.000. ¿Qué había sido de los españoles?"

Se ha querido transmitir la idea de que España era poco menos que un desierto artístico e intelectual hasta que la fecundó el Islam. Sin embargo, el historiador Bonilla san Martín apunta que "el movimiento priscilianista, los trabajos de los concilios de Toledo, las producciones de los escritores, atestiguan en la España de los siglos IV y V una cultura excepcional. La invasión goda, lejos de sofocar este progreso, lo acrecentó y estimuló notablemente". De hecho, los estudiosos mantienen que el arte arábigo fue una prolongación del ibero y del visigótico.

El árabe no empieza a generalizarse por escrito en España hasta la segunda mitad del siglo IX. Es entonces cuando florecen las ciencias, la filosofía y la poesía. La rica lengua árabe es el instrumento; el genio lo aportan aquellos que vivían ya en Al-Andalus y los que llegaron como invitados, tanto del mundo islámico como del cristiano, sin distinción de etnias. No obstante, innovaciones arquitectónicas como el arco de herradura no son una aportación arábiga; éste existía en Occidente y puede verse en varias construcciones de España y Francia anteriores al Islam. Tampoco parece obra suya la mezquita de Córdoba, ni nació mezquita. Ese templo, bosque de columnas, es incompatible con el culto musulmán y con el cristiano, ya que ambos exigen espacios diáfanos para seguir al oficiante.

En suma, demasiadas incógnitas a la hora de analizar un periodo que fue trascendental para la posterior evolución de la sociedad española y que la historiografía oficial ha catalogado, de forma excesivamente parcial y simplista, como un invasión y una reconquista, pero como decía Ortega y Gasset "Una reconquista de seis siglos no es una reconquista".

Lo más probable es que nunca existiera una invasión violenta sino una revolución interna de los pobladores de la Hispania que se dejaron seducir por la magia de lo nuevo y mejor.

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Comentarios

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  1. #1 orison 23 de ene. 2007

    Berseker lo de que eramos 20 millones en aquella epoca me suena al refran "eramos pocos y pario la abuela" en epoca del descubrimiento de America se calculaba creo recordar 7 millones de habitantes.

    Bueno sin animo de mortificar esta por ahi "F" ahora si pintan los baguadas "Movimiento complejo,social , violento que durante las invasiones barbaras sufio la Tarraconense y las del oeste de las Galias en Africa yla Bretaña. Movimiento de insatisfaccion social en ultimos tiempos del imperio romano.Tambien en el norte de Africa la agitacion que se conoce con el nombre de "circunceilione"

    Contra quienes se enfrentaron los francos en Poitiers?


    Brigantinus un apunte"wikipedia"

    La invasión islámica
    Los pueblos asentados en los territorios vascos no se resistieron a la invasión islámica.


    Roncesvalles
    En el año 778 el ejército de Carlomagno sufrió un duro revés en Roncesvalles. Se desconoce quienes fueron los atacantes, y los historiadores manejan tres hipótesis. La primera dice que una coalición de vascones y musulmanes; la segunda, una combinación de vascones de ambas laderas del Pirineo y, la tercera, vascones ultrapirenaicos descontentos con el fortalecimiento del régimen franco en Aquitania. Hay otras como que fueron sólo musulmanes, que es la que canta la Canción de Roldán.


    La reconquista
    En el siglo IX surge el reino de Pamplona, e Iñigo Arista (816-852) fue coronado rey.

    Casi toda la parte oriental del actual País Vasco (Guipúzcoa, Vizcaya y Álava) fue alternativamente parte del reino de Navarra y del reino de Castilla.

    Los vascos tomaron parte activa en la Reconquista repoblando nuevos territorios y participando con sus naves en la conquista castellana de Andalucía.




  2. #2 Cadwaladr 23 de ene. 2007

    Berseker. ¿Te suena la Crónica mozárabe del año 754? Creo que esa sí es una referencia coetánea con la invasión.

    Por otro lado ¿Conoces el pacto de Tuzmir del año 713?

    Pues vas a conocerlo:

    "Edicto de ‘Abd al-‘Aziz ibn Musa ibn Nusair a Tudmir ibn Abdush (Teodomiro, hijo de los godos)"

    "Se le concede la paz con la entrega de las siguientes ciudades: Uryula [Orihuela], Baltana, Lakant [Alicante], Mula, Villena, Lawraka [Lorca] y Ello. Además, no debe dar asilo a nadie que huya de nosotros o sea nuestro enemigo; ni producir daño a nadie que huya de nosotros o sea nuestro enemigo; ni producir daño a nadie que goce de nuestra amnistía; ni ocultar ninguna información sobre nuestros enemigos que puede llegar a su conocimiento. El y sus súbditos pagarán un tributo anual, cada persona, de un dinar en metálico, cuatro medidas de trigo, cebada, zumo de uva y vinagre, dos de miel y dos de aceite de oliva; para los sirvientes, sólo una medida. Dado en el mes de Rayab, año 94 de la Hégira [713]. Como testigos, ‘Uzmán ibn Abi ‘Abda, Habib ibn Abi ‘Ubaida, Idrís ibn Maisara y Abul Qasim al-Mazáli"

    Si quieres más, avisas. SI existen referencias coetáneas y documentos que acreditan la invasión -el pacto de Tuzmir es uno de ellos.

    Estoy con Brigantinus en lo que respecta a Poitiers. Tambien tengo numerosas crónicas coetáneas que hablan de ello.

  3. #3 ofion_serpiente 23 de ene. 2007

    La pregunta retórica de Brigantinus la había respondido ya en el Xpresate. En Poitiers los francos lucharon contra...................Los Paios
    (no pude resistirme)

  4. #4 verracus 24 de ene. 2007

    La explicación de Brigantinus me parece totalmente lógica. ¿Pero podemos descatar totalmente las tesis de Olagüe? Quiero decir: entiendo que los hispanos no saldrían a arrojar flores al paso de los invasores, pero también tengo entendido que estos permitían conservar sus puestos a los señores godos de los territorios que no ofrecían resistencia. También he leído que al clero se les respetaron sus privilegios y por tanto tampoco se opusieron significativamente. Otra cosa que parece clara ¿? es que la población civil tampoco levantó un dedo en favor del orden godo, lo que hace suponer que no les tenían mucho aprecio. ¿Es posible que la población saliera ganando con los nuevos amos, especialmente si se convertían? También ganaban dos importantes minorías oprimidas: los siervos y los judíos. Los primeros porque estaban atados a la tierra casi como esclavos y, con el cambio, al abrazar el Islam, ascendían a la categoría de libertos. Los judíos porque aunque no se convirtieran al Islam, alcanzaban los mismos derechos que cualquier cristiano, es decir, los respetaban y sólo los obligaban a satisfacer el impuesto religioso.

    Actualmente estoy leyendo "Historia de España contada para escépticos", de Juan Eslava Galán, y en ciertos párrafos del mismo se apunta en estas direcciones. Si lo que he leído es cierto se trataría de eso: no es que los recibieran como libertadores, pero tampoco hubo una resistencia expresa. Por supuesto todo esto lo planteo en "plan interrogante" porque como dice un colega mío "yo ya no me creo ná".

    Se agradece cualquier aclaración. Saludos.

  5. #5 Ultraman 24 de ene. 2007

    Gracias por la respuesta, Brigantinus, era eso el tipo de argumentación que yo esperaba, como mínimo, expuesto clara y concisamente. Así en términos generales, y según lo que expones, un territorio con un poder atomizado es menos permeable a una invasión que un territorio con un gobierno y administración centralizados, como fue el caso del reino visigodo, aunque según expones un reino centralizado es capaz de movilizar fuerzas aún mayores.

    ¿Explicaría también el lento avance de los reinos cristianos cuando el Califato de Córdoba se dividió en reinos taifas?

  6. #6 berserker 24 de ene. 2007

    Brigantinus te creia mas joven jajaja

  7. #7 luisote 25 de ene. 2007

    Me llamó la atención el artículo de Berseker pues nunca había oído esa teoría. Así se puede apreciar el grado de mis conocimientos sobre el tema, ero al final ha sido todo un poco decepcionante.

    Gracias a F.(obsérvese el punto), Moriarty y Brigantinus. Hay alguno más que olvido pero no tengo tiempo de leerlo todo de nuevo. Lo siento.

    También me parece significato que no haya respuestas a las preguntas de Atalaya.

    La "no invasión de los moriscos", un tema que me interesa mucho y la relación de Olague con Ramiro Ledesma, colmó el vaso de mi interés por el tema.

    Y ¿Porqué no aparece una "no expulsión de los judíos"?.

  8. #8 berserker 25 de ene. 2007

    Lo que está claro es que una gran parte de la culpa de la Islamización del Reino Visigodo la tienen ellos mismos, llegaron a un punto en el que lo que primaba en el día a día era la división, banderías de nobles, debilidad militar, y una percepción del reino como posesión personal, adobado todo con la traición. Así cayó el reino visigodo.
    Los árabes no tuvieron más que aprovechar todo esto , incluida la división religiosa (que como dice Brigantinus exactamente no creaba dos bandos) pero si el suficiente descontrol para que una corriente nueva y esperanzadora (por la misma novedad) tuviese pasto libre para extenderse sin apenas resistencia , ni militar, ni social, y fuese plenamente aceptada por la mayoria aunque su origen viniese de una minoría.

  9. #9 F. 25 de ene. 2007

    Bueno, regreso al foro y me encuentro con que en realidad berserker no opina lo que opina y que todo esto, o su mayor parte, no era más que una especie de "experimento" para ver como terminaba la cosa. Vaya, pues, berserker, perdonarás que, en mi ingenuidad. a mi me parezca que, en realidad, después de las intervenciones en contra de la teoría que aquí has sostenido contra viento y marea (incluido eso de los "cruzados"), te has dado cuenta de que la tesis de Olagüe era de todo punto errónea. Hay gente que hubiera rectificado y ya está, porque todos cometemos errores. Yo el que más. Pero eso con lo que ahora te descuelgas hace que tu credibilidad, para mi, haya perdido muchos enteros, porque hasta ahora me habíaas parecido honrado, equivocado, pero honrado.

    A pesar de todo lo anterior, te doy las gracias por varias cosas:

    Permitirnos demostrar que la Historia no puede manipularse alegremente al servicio de intereses particulares, partidistas y/o sectarios.
    Propiciar las excelentes aportaciones de cadwaladr, moriarty, Brigantinus, régulo y, últimamente, teshub. Gracias a ellos hemos aprendido mucho sobre el siglo VIII, tanto en conocimientos fácticos como en, más importante si cabe, método histórico.
    Conseguir que régulo y yo estemos de acuerdo. Mérito tiene.
    Hacer que me divierta en celtiberia y me alegre de no haberme largado.

    Además, me alegro aún más de que, en principio, no alentara usted algunas ideas políticas que parecía que alentaba.

    kaerkes, creo que este foro ha sido de una educación bastante aceptable y, en general y la mayoría, no hemos hablado de política. De hecho, yo pregunté algo al respecto y pedí que me respondieran en el éxpresate para no enturbiar el asunto. La respuesta fue breve, aséptica y nada polémica. Yo ya no pregunté más.

    Saludos

  10. #10 lucusaugusti 25 de ene. 2007

    Brigantinus
    Hoy, a las 18:36
    "Creo que la fragmentación de la sociedad en el 711 es una evidencia que nadie niega. Ni tan siquiera la versión "tradicional". Nunca se discutido el papel que las divisiones entre los witizanos y los rodriguistas jugó en la invasión.
    Tampoco se discute que la división entre visigodos e hispanorromanos nunca llegó a cerrarse del todo.
    Sobre el papel religioso. No sé yo hasta qué punto habría un auténtico enfrentamiento entre trinitarios y unitarios"


    Creo que no "interesa" plantear la historia de "España" en estos términos, los islamistas actuales no dejan de hacerlo. Y creo que es uno de los TABU que aun permanece vigente.
    ¿Que es un Trinitario? ¿Que es un unitario? Para muchos algo así como Madrid o Atletico. Muy poco más. Y es claro que no es así y que las diferencias son enormes.

    Desde el punto de vista religioso un romano pagano y un unitario se comprendian, y no se excluian ni perseguian.
    Y un unitario y un islamista lo mismo.
    El cambio se presenta con los trinitarios y su politica. De la que somos herederos, nosotros, nuestra historia y nuestros textos benditos.
    La conquista de hispania se produce (según mi opinión) cuando las tropas trinitarias y sus mercenarios (que solo atendian al sueldo) entran en la peninsula e imponen sus creencias como ceredencial de su poder.
    Poder sobre un territorio enorme, rico y con una enorme influencia.
    Los últimos conquistadores de este territorio reciben el sobre-nombre de Católicos, (como no podía ser de otra manera) y desde entonces todos trinitarios y benditos por Roma.
    Violencia la de la "conquista" realizada por la Santa Inquisición, buen invento trinitario. Represión de los vencedores sobre los vencidos por siglos.

    berserker escribió: "Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar"
    Aquisgrán, "la cuna de Europa"
    "En Junio de 792, un concilio celebrado en Ratisbona y presidido por el mismo Carlomagno consigue convencer al Papa de que los hispanos son herejes, y éste autoriza a Carlomagno y Wilcarius a que intervengan en las diócesis hispanas para poner orden."

  11. #11 lucusaugusti 26 de ene. 2007

    Teshub escribió:
    Pero si todavía hay quien se cree que los musulmanes fueron recibidos con los brazos abiertos, que me explique por qué tras el ensayo de asalto corsario del 710, Tariq decidió desembarcar con un poderoso ejército y no con unos cuantos embajadores de buenaventura.
    En cuanto a las perfectas relaciones entre un romano politeista y un cristiano unitario, me encantaría saber porqué el emperador Juliano, quien había sido educado en la fe arriana (y no trinitaria), actuó contra todos los cristianos y no sólo contra los trinitarios......mejor ejemplo del "buen entendimiento" entre paganos y arrianos no hay.


    Claro que hubo ataque musulmán, y saqueos e impuestos, como existieron a lo largo de la historia con cartagineses, romanos, suevos, vándalos, godos....
    Mi opinión es que la persecución religiosa, salvo excepciones, no fue motivo de lucha hasta el inicio de la llamada reconquista. Y según mi opinión la llamada reconquista debería de ser llamada conquista de Hispania por los trinitarios franco-romanos y sus aliados hispanos. Lucha violenta contra los cultos diversos y que no compartían el dogma trinitario y como argumento de poder. (lucha de religión).
    El caso de Juliano, puede ser entendido como en situación de emergencia. Juliano el último emperador pagano no hace mucha regla, y sobre su comportamiento con los cristianos no todos los investigadores comparten opinión.
    Tengo la suerte de participar en excavaciones de lugares sagrados romanos donde los símbolos principales son compartidos por los judíos. Estrellas de seis puntas, llamadas sello de Salomón o estrella de David presiden templos de culto romano. El estado romano salvo en excepciones no se preocupaba de las creencias de los ciudadanos. Faltaría más.
    Hispania fue territorio de multitud de creencias durante siglos, la gran mayoría tenía un eje, un solo dios creador, y después de once siglos, reconquista inquisición incluidas, Hispania posee una enorme uniformidad.
    Los Hispanos de creencias religiosas que no comparten el dogma trinitario fueron expulsados o eliminados de su territorio. (eso tiene un nombre que no suena nada bién).

    Brigantinus:
    Los cataros y bogomilos fueron eliminados en honor de esta uniformidad religiosa después del 711, ya que son posteriores. Ambos negaban el dogma trinitario

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