Autor: alevin
jueves, 28 de septiembre de 2006
Sección: Historia
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El Iberismo, ¿un desencuentro historico?

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Dedicado al Druida Balsense, portugués, que me inspiró la idea.

En una encuesta reciente realizada por el diario portugés "O Sol"intentaba mostrar que la mayoría de los portugueses no deseaban la unificación con España, en cambio tambien surgía el dato de que un 96%reconocía que esta unión sería beneficiosa para Portugal.

Ver Foro en :http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2240

En mi opinión esta actitud no es mas que el reflejo de la desconfianza con que ambas naciones se han mirado a lo largo de la História, mayormente desde el lado portugués, siempre receloso de las intenciones de su vecino español, lo que incluso le ha llevado a buscar sus alianzas tradicionales en un país tan lejano como Gran Bretaña, pero con buena marina, ya que por tierra la única opción que tenía era España, de la que siempre desconfió.

Todo empezó en 1128 cuando el primer rey portugués, Alfonso Enriquez, lograba el reconocimiento de su independencia por parte del rey de León, Alfonso VII, en circustancias un tanto forzadas. Pero a lo largo de la Historia se presentaron dos momentos importantes en los que los dos países podrían haber unificado su andadura.Uno de ellos si se hubiese efectuado el matrimonio entre Alfonso V"El Africano" y la infanta Isabel(futura Isabel I La Católica), rechazado por esta última en favor de Fernando de Aragon(¿Le atraia más la juventud del aragones que la madurez del ya viudo rey portugués?), con lo que la consecuencia inmediata fué el que Castilla se vió asociada a los conflictos de Aragon en el Mediterraeo e Italia en lugar de a la política expansionista oceanica de Portugal.y una pregunta se me viene a la cabeza, ¿que habría pasado con Colón?.

El otro momento culminante fué cuando, tras la muerte del rey Sebastian en la batalla de Alcazalquivir, las cortes portuguesas , en 1581, reconocen como rey a Felipe II, reino heredado por su hijo Felipe III y por su nieto Felipe IV bajo el que Portugal vuelve a alcanzar la independencia tras la batalla de Villaviciosa, en 1665.

A partir de entonces la relación de los dos países continua dandose la espalda o incluso con franca agresividad, aún cuando les debería de haber unído el haber tenído un enemigo común en Napoleón. Pero es , durante el periodo revolucionario francés, cuando un abate español apellidado Marchena publica su obra "Avis aux espagnols", donde predica la creación de un proyecto de república federal ibérica a traves de una federación progresista. Esta primera semilla germina en el incipiente liberalismo de ambos países, preconizando la unión voluntaria y pacífica de los estados ibéricos. Había nacído el Iberísmo.

La hermana de Fernando VII, Carlota Joaquina, regente consorte en Portugal, aprovechó el "secuestro" de este en Francia ,durante la Guerra de la Independencia, para solicitar de la Cortes de Cádiz que la hiciesen regente de España, con lo que ambos países hubiesen tenido una máxima autoridad común, pero la petición le fué denegada.

La actitud absolutista tanto de Joâo V como de Fernando VII abortan las primeras intenciones iberistas, aunque se nota tanto su pervivencia durante el trienio liberal ,en las sociedades secretas tan de moda en la época,que incluso predicaron sus ideas en territorio luso insistiendo en una Federación de Repúblicas en los que Portugal quedaría representado por una Lusitania Ulterior y una Lusitania Citerior.

Pero fueron, sobre todo, los liberales en el exilio los que más contribuyeron a la expansión de las ideas Iberísticas, principalmente cuando comienza la desintegración de los imperios de ambas naciones, y que solo ven un horizonte prometedor en la unión de ambos países para retornar a la relevancia internacional perdidas y a un nuevo progreso económico.Ya Espoz y Mina barajó la posiblidad, desarrollada en decadas posteriores, de entronizar a los Braganza portugueses ,en detrimento de nuestros Borbones, por considerarlos más liberales. Tambien por entonces Pedro IV, emperador del Brasil, recibió la oferta de los liberales ibéricos de ceñir la triple corona luso-brasileño-española, aunque la oferta no llegó a nada.Entre los iberístas de esta época destacaron los protugueses Saldanha, Almeida Garret o Palmela y entre los españoles Torrijos,Borrego y Mendizabal.

Ya hemos dicho que Fernando VII siempre estuvo en contra de estos proyectos, pero fué su hija, Isabel II, la que principalmente debió hacerles frente con éxito, mientras duraron los conflictos , por cierto paralelos en ambos países, entre absolutistas y liberales en el fondo o entre tíos y sobrinas en la forma. Consolidadas Maria II e Isabel II en sus respectivos reinos, con un liberalismo tambien floreciente, pronto reaparecen los proyectos iberistas que proyectaran la unión, por vía matrimonial, de ambas dinastías, proyectos que no fructificaron por problemas de edades e intrigas palaciegas.Además ni Francia ni Gran Bretaña veían estos proyectos con buenos ojos, pues preveian , en la unión de los dos países, el nacimiento de una potencia rival que les quitaria influencia en el panorama europeo.

Bloqueada la solución dinástica, surgió, en España, una ocasión favorable para sustituir la dinastía borbónica por la de Braganza, aprovechando la Revolución de 1854. Con apoyo progresista , moderado(Cánovas del Castillo)y demócrata(Cristino Martos)se hicieron contactos con el gobierno portugués, que no se mostró hostil a la idea, pero que no hizo nada para desarrollarla.La actitud indecisa de los revolucioarios, la oposición francesa y británica así como la actitud conciliadora de Isabel II, favorecieron el fracaso de estos planes. Estos hechos tuvieron como consecuencia que el iberísmo portugés quedra relegado a grupos minoritarios de republicanos.

No asi en España en la que la doctrina iberísta hizo grandes avances que fueron detenidos por el gobierno moderado que temía perder, con una Iberia unída, el poder totalitario del que ya gozaba.

Cuando estalla la Revolución de 1868 no había unanimidad sobre que régimen ni que dinastía , en caso de la monarquía, debía gobernar España. Los progresistas volvieron a su idea primigenia de entronizar a los Braganza, pero no con Luis I, ya reinante en Portugal, sino ofreciendo el trono a su padre, Fernando de Coburgo, que vivía apartado de la vida política.Los iberistas españoles deseaban que su reinado fuese una etapa transitoria para acabar con los recelos lusitanos hacia la unión y que ,a su muerte, fuese ya Luis I el que culminase la unidad peninsular. Esta candidatura fué, quizás, la que contó con más grandes apoyos, incluyendo el de Prim, que en su defecto pensó, posteriormente, en otros familiares de Luis I, Leopoldeo de Hohenzollern y Amadeo de Saboya.

Se desplazaron a visitar a D.Fernando el general Prim,Fernandez de los Rios y Salustiano Olózaga.Las conversaciones trataron de llevarse con la máxima discrección, aunque con poco éxito.Se barajaron diferentes soluciones, como la de crear una monarquía típo Austria-Hungría, recientemente establecida y se aceptaron todas las condiciones que puso D.Fernando, incluso la de que solo se llevaría a cabo esta unión si el pueblo portugués lo aceptaba mayoritaria y voluntariamente, pero surgió un impedimento insoslayable cuando D. Fernando expresó le deseo de que las dos coronas no se convirtiesen en una, con lo que la candidatura perdía su atráctivo principal para los iberístas.

No obstante, en el golpe de estado que ,en el Portugal de 1870, dá el iberísta Saldanha(en posible connivencia con Luis I que no vería con malos ojos una futura corona hispano-lusa)el própio Saldanha trata de convencer a D.Fernando de que acepte la corona española por el bien de Portugal ,para evitar que una posible república en el país vecino pueda socavar la monarquía portugesa, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles.

Tras el fracaso de estas gestiones, el iberísmo cae en una nueva y profunda crisis, acrecentada por la nueva influencia que Portugal estaba consiguiendo en Africa, gracias a la ayuda inglésa y a la subída al trono de Alfonso XIII, de modo que los grupúsculos repúblicanos vuelven a ser los únicos guardianes de la iedea, a pesar de que las humillaciones que Gran Bretaña impuso a Portugal, en pago por su ayuda,hicieron que muchos lusitanos valoraran una nueva alianza con España, siendo baluarte de esta intención el escritor portugés Joaquim
Pedro de Oliveira, autor de "Historia de la Civilización Iberica", donde trata de unificar la península a través de la unídad cultural.

La nueva coyuntura que revitalizrá el iberísmo fué la caída de la monarquía portuguesa, octubre de 1910, que provocó entusiastas manifestaciones repúblicanas en España y la aparición de varios escritos sobre el tema, como las del periodista repúblicano José Brissa("La Revolución Portuguesa"), pero el máximo exponente del Iberísmo en España, era el poeta Joan Maragall, que preconizaba la integración de Portugal en España para contarrestar el centralismo castellano y en esa inteligencia escribió obras como el "Imne Ibérico" e incluso, en su artículo ""L´Ideal Ibéric", propuso a Unamúno la creación de la revista "Ibérica", que iría escrita en castellano, catalán,galaíco-portugés y vasco. Tambien Cambó y Prat de la Riba, en sus años juveniles compartieron este ideal.

En 1927 fué fundada, en Valencia, la Federación Anarquista Ibérica, en cuya dirección hubo simpre algún representante luso, y que representó al Iberísmo de la extrema izquierda hasta 1936.

Tras la Guerra Civil española, se creó el llamado "Pacto Ibérico", entre Franco y Salazar, por el que ambos países se proporcionarían asistencia mútua(no olvidemos la ayuda logística y en hombres proporcionada por el gobierno portugés a Franco durante la contienda)pero más con fin de autocontrol que de reunificación.

La izquierda española en el exílio, siempre mantuvo la tradicción iberísta de algúna manera y así Victoria Kent publicó, en Nueva York, durante muchos años, el boletín "Iberica por la Libertad". Otro iberísta fué el esritor J.M.Bautísta Roca, que participó en numerosos encuentros culturales con iberístas portugueses.

En la actualidad el panorama para un pannacionalísmo ibérico es desalentador, pues ya ni las izquierdas de ambos países parece que se lo plantean,aunque escritores como Salvador de Madariaga, en su obra "España",aún se lo planteaba siempre que fuera universalmente aceptado por ambos pueblos. Por ello la idea del Iberísmo ha quedado reducida a una utopía.

¿Se acerca el momento de rehabilitarla?

Bibliografía:

"La Unión Iberica.Debáte sobre la idea de nación en S.XIX"-Jose A.Rocamora
""El Iberísmo"-J.P.Yañiz

Paz y Bien

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Comentarios

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  1. #1 A.M.Canto 28 de sep. 2006

    Para el "LITIGIO FRONTEIRIZO DE OLIVENZA" (sic): http://www.geocities.com/CapitolHill/2382/indicec.htm
    Es un caso curiosísimo, porque en los mapas oficiales españoles la frontera por ahí no está trazada, lo que me parece una "confesión de parte". Para mi gusto legalmente habría que devolverla a Portugal, el problema es que los ciudadanos no quieren, según parece. Últimamente, con motivo del nuevo puente, parece que la cosa se suavizó bastante, cuando dejaron entenderse solos a los municipios afectados. Tengo un amigo de Estremoz que pertenece al "Comité Olivença Portuguesa", y todas las semanas van allí a hacer proselitismo pacífico. Pongo un mapa como documento visual, porque mucha gente no conoce esta viejísima disputa, de la que jamás se oye hablar en España (procede de: porolivenca.blogs.sapo.pt/).

  2. #2 Kullervo 28 de sep. 2006

    ¿de veras, sra. Canto? No conocía el hecho de que los mapas españoles no reflejan ese tramo de frontera. Frontera que, a grandes rasgos, coincide con el curso del Guadiana, donde se construyo la presa de Alqueva, cuyo llenado modifica la frontera haciendo inutil reflejar una línea fronteriza que va a ser cambiante e indefinida. Ay, mi quemada Extremadura, no sólo nos inunda con pantanos Madrid, sino también Lisboa.

    Por otra parte, donde no se pinta la línea fronteriza es en los mapas portugueses.

  3. #3 Reuveannabaraecus 28 de sep. 2006

    Bien, bien (=frotar de manos), esto se está poniendo interesante, muy interesante... Pero vamos por partes.

    A Régulo, que decía:

    -...yo prefiero que la tal Isabelita optase por Fernándo y que Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares hayan sido españolas a que lo fuese Portugal, con todos los beneficios atlánticos que hubiera podido suponer.

    Pues yo sin embargo, compañero, desde Extremadura hubiera preferido que optase por el portugués y haber tenido así una nación fuerte en el Oeste y Centro de la Península Ibérica (dicho sea con todo mi respeto para los amigos catalanes, valencianos, aragoneses y baleares, que en tal caso serían, sin duda, buenos vecinos), en vez de quedar como ahora aplastado entre Castilla y Portugal y sin salida al mar... Ya ves, chico, cuestión de gustos...

    -...Me ha parecido percibir que todas las comunidades que hacen frontera con Portugal (Galicia, León-Castilla, Extremadura, Andalucía) son mucho mas negativas en su actitud hacia los portugueses que las que están más alejadas (Madrid, Cataluña, Valencia...).

    Pues lamento no compartir tu percepción; no creo, sinceramente, que la actitud de gallegos, leoneses, extremeños y andaluces occidentales (onubenses) sea más negativa u hostil hacia los portugueses; bien es cierto que entre vecinos siempre hay tiranteces, pero igual de cierto es que, entre las regiones de uno y otro lado de la raia, ha existido una secular tradición de intercambio por encima de la frontera y de las vicisitudes diplomáticas entre las dos naciones, tradición que ha fructificado en prácticas como el contrabando, los matrimonios "mixtos" o el cambio de nacionalidad interesado (p.ej., el de aquellos portugueses que, cuando iban a ser movilizados para las guerras coloniales en África, se pasaban a la aldea española más cercana y se registraban como españoles...). Y lo que no me podrás negar razonablemente, Régulo, es que los que vivimos más cerca de Portugal tenemos una visión más cercana y, por tanto, menos mediatizada de la cuestión. Saludos.

    A la Dra. Canto, que dijo:

    -Es un caso curiosísimo, porque en los mapas oficiales españoles la frontera por ahí no está trazada, lo que me parece una "confesión de parte". Para mi gusto legalmente habría que devolverla a Portugal, el problema es que los ciudadanos no quieren, según parece. Últimamente, con motivo del nuevo puente, parece que la cosa se suavizó bastante, cuando dejaron entenderse solos a los municipios afectados. Tengo un amigo de Estremoz que pertenece al "Comité Olivença Portuguesa", y todas las semanas van allí a hacer proselitismo pacífico.

    Sabe sobradamente que sigo con interés todas sus intervenciones y artículos y que me rindo (es un decir) a su autoridad académica en todas las cuestiones de Historia Antigua y no digamos ya de Epigrafía, pero cuando expone sus opiniones personales sobre asuntos históricos o actuales comprenderá que me atreva a discrepar con Vd. Y, en este caso, muy profundamente. Lamento decirle, y créame que lo digo con todos mis respetos, que eso de: -"Para mi gusto legalmente habría que devolverla a Portugal, el problema es que los ciudadanos no quieren, según parece" es un refinado ejercicio de quijotismo hispánico, que intentaré comprender por estar Vd. tal vez condicionada en esta cuestión por esa amistad irredentista que tiene en Estremoz (por cierto, desde mi experiencia, me cuesta creer que algún irredentista portugués pueda hacer en Olivenza "proselitismo pacífico" sin que le corran a gorrazos: cuando era algo más joven intenté realizar un "estudio de campo" sobre el habla portuguesa conservada entre la gente mayor de Olivenza, y le confieso que tuve que salir por patas de la taberna donde decidí empezar mi "estudio"). Le repito algo que dije mucho más arriba y que nadie parece haber leído: en la propia -y hoy muy extremeña- Olivenza casi nadie quiere oír ni hablar del tema... Y, en cuanto a lo de "devolver Olivenza a Portugal", a mi ver se trata de una falacia, puesto que se devuelve lo que se robó, y Olivenza no se robó sino que se recuperó, como ya se han encargado de recordarle algunos de los compañeros extremeños más arriba y yo no voy a repetir; al igual que le han recordado que el mapa que no reconoce frontera en el Guadiana frente a Olivenza es un mapa portugués y no español, concretamente el del Instituto Geográfico do Exército (¡lo cual no deja de ser preocupante!); se lo digo porque tengo en casa ese mismo mapa de carreteras. Por último, me deja perplejo el hecho de que considere un problema (sic) el hecho de que los propios ciudadanos de Olivenza no quieran volver a pertenecer a Portugal bajo ningún concepto: conozco sobradamente sus profundas convicciones democráticas y sé que para Vd. la voluntad mayoritaria del pueblo nunca será ningún "problema", ¿no es cierto? Sí lo será, en cambio, para esos portugueses irredentistas de salón -afortunadamente, una minoría- que siguen pensando en recuperar Olivenza sin tener en cuenta el sentir casi unánime de sus habitantes, que desde hace algo más de dos siglos se encuentran muy a gusto en Extremadura (y, por ende, en España) y mantienen el "puntito" de los cinco siglos (poco más) de pasado portugués simplemente como rasgo identitario-folklórico que los hace "únicos" en el contexto extremeño. Dése una vueltita por Olivenza -que merece la visita por sí misma-, hable con los oliventin@s y me dará la razón. Saludos.

    Ahora sigo, que me va a caducar la sesión.





  4. #4 Ramonmo 04 de oct. 2006

    En mi opinión España y Portugal deberían unirse, y después España y Francia, y luego Marruecos, a ver si entre todos vamos borrando esas líneas tan retorcidillas que emborronan los mapas y que llamamos "fronteras".
    Esas líneas que, cierto es, a algunos les pirran pero que no hacen más que joder.

  5. #5 adriano 19 de oct. 2006

    Los nacionalistas "periféricos" escriben folios y folios con lo que les diferencia del resto de España. Sin embargo lo que les une no serían folios, sino volúmenes. Empezando por el gusto por el jamón ibérico y terminando por lo bien que se llavan entre los naciuonalistas periféricos de diferentes "naciones".

    En cuanto a lo de los mapas, todo nacionalismo, en su ensueño, es imperialista: véase el caso gallego, camuflado en la lengua, presentado desde Galicia, o el de els països catalàs, que no existen y que provoca no poco rechazo y más cosas en los aludidos o en el del anexionismo vasco de Navarra, que despierta similares "simpatías" entre los aludidos.

  6. #6 Llug 19 de oct. 2006

    Pero, Amerginh, no te pienses, nosotros también tenemos mapas de estos, mira este del dominio lingüístico

    http://paisastur.iespana.es/mapallingua.jpg

    (nótese la situación de los pueblos portugueses de Rionor, Miranda do Douro y Sendim).

    Este mapa es, dentro de lo que cabe, científico, ya que nada más que sitúa las isoglosas del dialecto leonés y dialectos que antiguamente eran considerados como leonés.

    Pero la página esta en general no tiene desperdicio:

    http://paisastur.iespana.es/

  7. #7 Llug 19 de oct. 2006

    Pero, Amerginh, no te pienses, nosotros también tenemos mapas de estos, mira este del dominio lingüístico

    http://paisastur.iespana.es/mapallingua.jpg

    (nótese la situación de los pueblos portugueses de Rionor, Miranda do Douro y Sendim).

    Este mapa es, dentro de lo que cabe, científico, ya que nada más que sitúa las isoglosas del dialecto leonés y dialectos que antiguamente eran considerados como leonés.

    Pero la página esta en general no tiene desperdicio:

    http://paisastur.iespana.es/

  8. #8 Kullervo 20 de oct. 2006

    Llug, ¿de veras que hay gente que se dedica a hacer mapas de esos? Francamente, si uno se fija en el mapa, descubre cosas como que se habla asturiano en el País Vasco (???'). Claro que es posible que un pie de figura, con la leyenda explicativa de los colores y líneas, sería de gran ayuda.

  9. #9 Llug 20 de oct. 2006

    Hay gente muy ociosa Kullervo ;-) Supongo que las isoglosas del país vasco serán las orientales del cántabru, que, ya sabes, por extensión es Asturies xP

    Mira, esta página tiene mapas currados, pero no se meten tanto en política, más bien lingüística.

  10. Hay 9 comentarios.
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