Comentarios

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1. 

   #1 Servan 03 de sep. 2006

   Soy partidario de no inmiscuirse en las costumbres sexuales de las personas o de los pueblos. Por ej. Falaci ha escrito contra la circuncisión femenina practicada por los musulmanes, pero se ha guardado de hacerlo contra la masculina de los judíos; F. Castro ha hablado contra la couvade y el homosexualismo. Cada pueblo, cada época, tiene sus costumbres. Las costumbres sexuales han variado y lo escrito por Engels, incluso Morgan, tiene cierta actualidad.
   El ser humano es un animal muy sexual y de costumbres muy peculiares. De partida el tabú del incesto está en la raíz misma de la sociedad. Los celos son practicamente deconocidos en el mundo animal. Dicen que los gatos son celosos, pero no creo que se preocupen por el pasado sexual de su pareja. Me llama mucho la atención la agresividad sexual de los humanos. Esta agresividad es muy notoria en los homosexuales (v.Michima), por alguna razón los sujetos XYY son más agresivos. Me habría gustado hacer alguna investigación en estas materias, por ejemplo la sexualidad en el sindrome de Turner XO, o el desarrollo sexual de los ciegos.

2. 

   #2 Servan 03 de sep. 2006

   Llug: la circuncisión daría para un interesante artículo. La ablación del prepucio también es una mutilación, dolorosa y seguramente miles de hombres han muerto por infecciones secundarias. Supón que una ley la prohiba; hay personas que creen que sin ella no son hombres, no son miembros de la tribu, no irán al cielo, son como niños o mujeres. Esto vá contra sus derechos humanos. Además destruiría su cultura. Y quién nos dá esa autoridad para inmiscuirnos en otras creencias, ¿la arrogancia occidental?
   En Africa se considera que nacemos bisexuales, el prepucio es lo femenino del hombre, el clítoris lo masculino de la mujer. Al retirarlo en una ceremonia importantísima (para ellos) el niño pasa a ser hombre o mujer y cumplir los deberes respectivos.
   Los hombres practican muchas mutilaciones, de los dedos, de los dientes, no hace tanto tiempo que se castraba niños para que cantaran en la Capilla Sixtina.
   En algunos casos no es la excisión del clítoris, sólo su sangrado.
   La intervención occidental en culturas ajenas muchas veces las ha destruído. Puse un artículo sobre ello (los fueguinos), no importa que sea con las mejores intenciones. De ellas está empedrado el infierno.
   Un interesante caso es el que pone F.Huxley en su Affable savages: nada ha destruído más las tribus amazónicas que el hecho de impedir las guerras intertribales.
   El mundo es ansí. Dejémoslo ansí.

3. 

   #3 Servan 04 de sep. 2006

   Mi viejo, obsoleto pero siempre inteligente ProF. Freud:volveré a leer lo que usted ha escrito sobre complejo de castración.

Hay 3 comentarios.
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