Autor: Andrés Pena Graña
miércoles, 30 de agosto de 2006
Sección: Sobre los nombres
Información publicada por: crougintoudadigo
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OS MOUROS: BELLOS, NOBLES, FEÉRICOS Y LEUCODERMOS ELFOS GALLEGOS

Con su esbeltez y su hermosura, los mouros son gente poderosísima. Entran o surgen a voluntad del Otro Mundo, pero sólo se dejan entrever por ciertas personas, salen a comprar a los mercados de las aldeas o aparecen en los pórticos de sus entradas al Otro Mundo aunque dispongan bajo tierra de su propio ganado y de cultivos, trafican con los campesinos comprándoles a hiperbólico precio animales y mercadurías a condición de que se mantenga en silencio este intercambio, castigando con crueldad, usualmente con la ceguera, a los delatores.

LIMIAR

Esta introducción de OS MOUROS, fue empleada en un capítulo de nuestra tesis doctoral “Treba y Territorium…” publicada por la USC en 2004, en el promptema (paquete de evidencia) que relacionaba, posiblemente por primera vez en la arqueología Europea, el tema de la Caza Salvaje con las escenas cinegéticas representadas en las cámaras dolménicas Atlánticas de España y de Portugal; veremos reiterarse el motivo en los petroglifos del mobiliario e inmobiliario Atlánticos del Bronce Antiguo y Medio, para continuar en la plástica Atlántica de la Edad del hierro, en el caldero de Gundestrup hallado en Dinamarca pero de factura celta, en el carro votivo de Mérida, en multitud de estelas funerarias hispano romanas, etc. etc., y ya con aporte factográfico (1) en la Literatura Europea Medieval. Conviene señalar ahora como muestra del alcance del poderoso instrumento de la etnografía comparada, que especializados también en tránsitos horizontales, y estrechamente consubstanciales con ese fantasmal ejército, están nuestros Lares Viales, estudiados por Fernando ACUÑA CASTROVIEJO en unos papeles de los que somos deudores (2).

OS MOUROS

La voz Mouros (3), posiblemente de origen céltico, designando a seres míticos similares a los “elfos de Tolkien”, gente inmortal, bellísima, de piel clara y cabellos de oro, seres élficos o feéricos de buen porte, con joyas y ropa de gran valía, no se puede traducir por “moros” ni mucho menos por “negros” (4). Los mouros gallegos, galeses y bretones, sin relación genética ninguna con los moros africanos que ocuparon Al Andalus, “son dueños de los tesoros de Galicia”, de fabulosas joyas y piedras preciosas, siendo incluso de oro hasta los yugos de sus bueyes, las guarniciones de sus monturas y sus aperos de labranza, un oro que sacan de vez en cuando al sol, a “asollar”, sobre todo las mouras, tal vez para que este metal conserve su perfecto brillo.
Con su esbeltez y su hermosura, los mouros son gente poderosísima. Entran o surgen a voluntad del Otro Mundo, pero sólo se dejan entrever por ciertas personas, salen a comprar a los mercados de las aldeas o aparecen en los pórticos de sus entradas al Otro Mundo aunque dispongan bajo tierra de su propio ganado y de cultivos, trafican con los campesinos comprándoles a hiperbólico precio animales y mercadurías a condición de que se mantenga en silencio este intercambio, castigando con crueldad, usualmente con la ceguera, a los delatores. Poseyendo maravillosos poderes mágicos y una descomunal fuerza que les permite desplazar montañas de un lado a otro sin ningún esfuerzo, estos seres feéricos transfiguran a su antojo a personas o animales, merced a un especial poder que se confunde habitualmente con una supuesta creencia de los Celtas en la trasmigración de las almas, aun no coincidiendo quizá esto con la realidad, pues los Celtas no muestran muchas huellas de creer ni de haber creído nunca demasiado en la reencarnación.
En contraste con las más preteridas historias en las que son protagonistas nuestros míticos enanos y gigantes, los cuentos de los mouros (5) parecen ejercer un monopolio en la mitología popular gallega. Este hecho podría hacernos pensar, pese a la abundancia de relatos, que los pequeños y deformes, o multiformes, pobladores del subsuelo gallego son menos importantes que los mouros, pues sin duda justifica una menor distinción la desproporcionada corpulencia de enanos y gigantes discorde con la clara belleza de los mouros, y las gráciles y gentiles maneras de estos seres contrapuestas a los rudos modales e inquietante presencia física de aquéllos. Sobre los gigantes los fístores, nombre que reciben en las aldeas los “cuenta cuentos” (*fili, posiblemente con sufijo latino) relatan largas fábulas en las noches de invierno y son descritos en Galicia en diversas historias:
“En la croa (castro) de Santa Cristina de Lobeira una mujer que apacentaba a sus ovejas llevaba un perrito con un cascabel, que empezó a correr de arriba abajo por la “croa”, se metió por una puerta y pasados tres días fue a salir en el río de A Limia, por debajo de Baños de Bande. Cuando se metió, la mujer se puso a mirar por el agujero, y vio a un gaitero (6) y [a] unos gigantes (7) que estaban bailando”.
RISCO menciona gigantes relacionados con varios relatos del Fin del Mundo:
“De Nocelo do Val procede la noticia siguiente: En el Fin del Mundo se oirá un estruendo aterrador y saldrán de debajo de la Tierra unos hombres montados a caballo de inmensa estatura (exactamente veinticinco cuartas) los cuales pisarán y acuchillarán a toda la gente en batalla campal mientras dicen: ya que antes estuvisteis por encima de nosotros ahora estaréis debajo […]. En el centro de la tierra existe un mundo mucho más grande y más hermoso que este mundo que habitamos. En él viven hombres de gran estatura y mujeres crueles que no queriendo dar el pecho a sus hijos los echan a un monte, donde viven comiendo hierbas. El Anticristo ha de nacer de este linaje. Saldrá al mundo por la boca de un volcán que hay en la orilla del Tajo, y se criará alimentándose de los peces del río” (8).
La Caza Salvaje aparece usualmente relacionada con los extraños seres enanos, bonachones, hospitalarios y humoristas, pero de inestable euforia, rudos y feos. Tienen estos corpulentos hombrecillos en nuestro mundo indoeuropeo fama de trabajadores, virtud que el pueblo gallego estima en extremo, enriqueciéndolos de forma exagerada su trabajo subterráneo consistente en explotar los auríferos y argénteos filones. No es raro que al minar las tierras los enanos causen molestias o problemas a los campesinos del mundo superior agrietando el suelo o provocando el hundimiento de las casas.
“En la Mina de la Rodela, en Couso de Avión, hay un castro, y allí era donde los enanos guardaban el oro en saquetes y lo iban a lavar al río. En Canabal, en la parte llana del Val de Lemos, hay un monte llamado el Cotarro que tiene la forma de un montón de centeno. En el subsuelo de este monte ‘dicen que hay unos antiguos habitantes enanos, cuyo trabajo es ir llenando cubas de plata, porque del otro lado del monte creen que hay un filón de dicho mineral. Estos enanos tienen muchos subterráneos que se extienden a 200 metros a la redonda, y cuando alguna cabra cae, suponen que es debido a que ellos van cavando por abajo. Estos enanos tienen que salir de las cuevas sin que nadie les vea, y se cuenta de ellos la historia de la muchacha robada por deambular por donde ella los podía ver’” (9).
Los animales salvajes que pueblan el mundo de estos seres míticos sin parangón con los animales de este mundo, al igual que sus animales domésticos, son también fácilmente reconocibles por sus sobrenaturales portes, bellos pelajes y estaños colores.
La llamada “primera rama” de los Mabinogui toma su nombre de Pwill Pendevic Dyuet, príncipe de Dyfed, territorio comprensivo de siete comarcas al suroeste del País de Gales. Comienza con Pwill (suena algo así como “pug” con geada gallega), príncipe de Dyfed, que deshonrado tras un comportamiento vergonzoso consistente en alzar en los bosques de Glyn Cuch una presa de caza surgida del Más Allá (10) perteneciente a Arawn, rey del Otro Mundo, acuerda como compensación prestarle a éste ayuda contra su rival Hafgan. (11)
Tomando Pwyll la forma de Arawn y conducido por éste, entra en el reino de Annwn, el Otro Mundo, (12) pasando el año entero gobernando justamente y viviendo en castidad con la esposa de Arawn que ignorante del cambio y sin sospechar nada se maravilla de la extraña conducta conyugal del que cree su esposo. Agotado el plazo, al cabo de un año y un día, Pwyll, restaurando para Arawn la unidad del reino del Mas Allá, cumple su promesa y derrota en combate singular a Hafgan haciéndose merecedor por sus hazañas de un sobrenombre: (13) “Cabeza de Annwn”.
Los Mabinogui no se reducen a una compilación inocente de cuentos y leyenda populares galeses, son relatos orientados para legitimar como en los temas melusinos un linaje soberano, la aventura de Pwyll es en palabras de Katherine McKENNA “un relato esencialmente construido sobre el mito de la soberanía pero con un mensaje fácilmente inteligible y ejemplarizante para los gobernantes galeses del período de su redacción” (14). La gesta de Pwyll es una historia que nos sirve de mucha ayuda para determinar el promptema que aproximándonos al sentido de las representaciones prehistóricas con escenas de caza en el Noroeste peninsular podría revelarnos acaso el significado e intención de algunos de nuestros petroglifos.

EL REY HERLA
Aunque el primer relato de la Caza Salvaje en la Europa Medieval tal vez lo sea el encuentro de Pwill y Anwm en la primera rama de la historia galesa de los Mabinogui, se consideran posiblemente las más antiguas (15) narraciones de la Caza Salvaje las historias mencionadas de Orderic Vidal y las de Gautier Map. Este último nos la refiere así:
“Un enano tras asistir a las bodas del rey Herla le invita luego a sus propias bodas dentro de su reino, una caverna (16). Cubiertos de regalos, Herla y su séquito se despiden del enano que les entrega un pequeño perro y les pide que mientras no haya saltado el animal no pongan pie a tierra bajo la luz del sol. El perro no salta jamás y Herla prosigue sus rondas alocadas con sus hombres, y con esta tropa fantástica que se llama Herlatingui (De nuguis curialium I, 11)”.
El Rey HERLA, como nuestro Trezenzonio o San Amaro, con origen antiguo, suponiéndosele rey de los Britones, relato que forma hoy parte de los cuentos y leyendas del país de Gales, fue un cuento popular de la Edad Media. Restaurados, o recompuestos fragmentariamente en algunos casos, generalmente con extremado rigor, por los mitólogos comparatistas del siglo XIX o del XX, como han hecho entre nosotros los hermanos CARRÉ ALVARELLOS, los cuentos populares no han desaparecido nunca de los países llamados celtas, refiriéndonos a veces con mucho detalle viejas historias.

SOBRENATURAL ENCUENTRO EN EL BOSQUE
Cierta tarde, después de duras jornadas de cabalgada en la espesura del gran bosque milenario de su reino, Herla, el sabio rey de los Britones, dejó a sus hombres y se retiró a descasar en un claro entre los viejos árboles. Dormitaba cuando el crepitar de algo que pasaba entre los árboles le despertó. Instintivamente llevó su mano a la espada, y fue sorprendido por una aparición ciertamente extraña. En el claro se adentraba un gran chivo, sobre el que se sentaba un hombrecillo no más grande que un niño, pero de gran corpulencia; tenía sus músculos exageradamente desarrollados y unos enormes pies. Su tosco y viejo rostro lucía una espesa e hirsuta barba.

MUTUA OBLIGACIÓN
Se detuvo sonriendo ante el rey y le dijo: “He oído hablar de vuestra sabiduría y justicia como Rey, yo soy rey de mi propio reino y me gustaría pactar un compromiso con vos. Si vos me dais el gusto de invitarme a vuestra boda yo por mi parte os invitaré a la mía”, ofreciéndole a continuación al rey un cuerno de bronce de maravillosa labra e invitándole a beber. El rey vaciló por un momento considerando la conveniencia de aceptar un pacto con el Otro Mundo, pero aceptó el cuerno y bebiendo apuró hasta el fondo su contenido, tras lo cual el enano se despidió y desapareció rápidamente.

PAGO BILATERAL DE LA DEUDA
Al año siguiente el rey tomó esposa, y el día de su boda cuando todos los invitados se hallaban dispuestos para el banquete en el salón real, en las grandes puertas de roble resonó una llamada tras la que entró una hueste de enanos portando ricos presentes, copas de oro, cuernos de exquisita labra, sillas de madera labrada con intrincados diseños, y muchos otros regalos de considerable valor. La fiesta fue esplendorosa, las viandas y el vino que el huésped enano había traído nunca parecían agotarse, al punto de que las reservas del castillo apenas sí habían sido tocadas. Al final de la noche los enanos se marcharon y el rey de los enanos le recordó a Herla su pacto y mutua promesa. Al año de su noche de boda, el rey recibió unos heraldos de su amigo del Otro mundo. Reuniendo a sus mejores caballeros, y gran abundancia de nupciales presentes, partió para el peligroso país en el que pocos hombres se osaron aventurar.

EL CAMINO DEL MÁS ALLÁ
Tras viajar durante muchos días por serpenteantes senderos del denso bosque en pos del lejano reino, finalmente llegaron a un sólido farallón de piedra asperón. Cuando al pie del gran antepecho estaban pensando cómo solventar esa dificultad, se escuchó un sonido como el tañer de una campana y se abrió un camino en medio del farallón, por cuya abertura pasaron los caballeros hallándose en una gran cueva, iluminada por flameantes antorchas dispuestas en las paredes de arenisca a intervalos. Un pasadizo conducía desde la caverna hasta lo más profundo de la tierra. Guiados por la luminosidad de las antorchas lo siguieron por algún tiempo hasta que les pareció percibir el ruido de risas y el regocijo de una fiesta, encontrándose al final del túnel ante una gigantesca caverna resplandecida por millares de hachones (17) que, sin necesidad de combustible alguno, parecían arder como con luz propia. En el centro de la caverna se alzaba una formidable mesa de roble, ante la que estaban sentados una multitud de enanos. Cuando el rey Herla brindó los regalos de boda al rey de los enanos comenzó la fiesta.

RELATIVIDAD TEMPORAL EN EL OTRO MUNDO
Hacía ya tres días que habían partido aunque el tiempo les parecía haber pasado en un instante. Al final la compañía se decidió a marchar cargada de preciosos regalos que les dio el rey de los enanos, uno de ellos era un perrillo (18) rojo como la sangre. El rey de los enanos llamando privadamente al rey Herla le confió que nunca más podría estar en su mundo a salvo sobre el suelo, y rogándole en vano que se quedara con él, le explicó que hasta que los perrillos regalados saltaran a tierra ni su persona ni sus hombres podrían desmontar.

CATASTRÓFICAS CONSECUENCIAS DEL RETORNO DE 'O ALÉN' (MÁS ALLÁ)
El rey le agradeció su consejo y continuó su camino. Cuando los jinetes salieron de la cueva al pie del farallón les sorprendió enormemente una visión poco familiar. Los campos cultivados habían reemplazado a los grandes bosques y en valles donde antes sólo había habido árboles se alzaban ahora pequeñas aldeas por todas partes. Al ver a un anciano que de pie cuidando su rebaño de ovejas estaba no lejos de allí, el rey Herla dirigiéndose hacia él le preguntó si sabía dónde estaba el reino del rey Herla. Tras un largo silencio el anciano le contestó.

MILENARIO DESFASE TEMPORAL
Hablándole de forma extraña le explicó que el reino del que hablaba lo conocía por la leyenda aunque había desaparecido hacía 300 años, antes de que los Sajones hubieran conquistado las tierras. Le contó cómo las historias del lugar narraban que un rey había desaparecido, y cómo su mujer había muerto buscando su amor perdido.

AISLANTE Y PROTECTORA ACCIÓN DE LOS CABALLOS Y DE LOS PERROS
Entretanto algunos caballeros del rey trataron de desmontar, pero al tocar el suelo se convirtieron instantáneamente en polvo. Entonces el rey Herla ordenó a sus hombres permanecer en sus sillas hasta que los perrillos rojos como la sangre saltaran al suelo (19). Se cuenta que el rey y sus hombres aún cabalgan por el país hasta hoy esperando el momento en el que los rojos perros salten al suelo y los devuelvan a sus tierras.

APLICACIÓN ARQUEOLÓGICA DEL PROMPTEMA
El relato Gautier Mapp se encuadra en una materia que recogiéndose bajo el epígrafe de la “Caza Salvaje”, la “Mesnada”, la “Herlatingui” o la “Menie Hellequin”, con amplias variantes, ocupa en la mitografía europea destacado lugar. El análisis de los elementos contenidos en esta materia, primordialmente un discurso consistente en relatos o historias conservadas en la literatura oral y escrita, o en mascaradas representadas en antiguos rituales que en muchos casos todavía perviven, como las celebraciones infantiles del Samain o de Todos los Santos, como los Carnavales, etc., igual que las representaciones plásticas de la Pintura y de la Escultura Europea, nos aportan el rastro, el aroma y las andanzas escenificando el caos y la consiguiente expulsión del invierno del *corios indoeuropeo, de las licenciosas bandas de mozos enmascarados, que habrían originado los carnavales y aun el teatro de arlequín en Europa, así como también nuestra Santa Compaña y la Sociedade do Oso. A los arqueólogos gallegos las huellas de estos excesos o “moinantadas” nos interesan sobremanera: al haber sido objeto de complejas y muy tempranas representaciones, en ocasiones pictóricas, en las cuevas y en las cámaras dolménicas, nos permiten la elaboración del primer promptema de este motivo constitutivo del eje central en nuestros petroglifos cinegéticos del Calcolítico y aun del Neolítico Final, con enorme persistencia temporal y su aplicación interpretativa al registro arqueológico.
Desarrollada por HÖFLER (20), la idea de WEISER-AALL, del cursus honorum iniciático en la hueste de cofrades indoeuropeos tras pasar una dolorosa prueba (21), y su escenificación el 1º de Noviembre de la muerte de la tierra, es el nudo de las historias de la Caza Salvaje, del relato Gautier Mapp, de la “Menié Hellequin”, de la “Wildes Herr”, de nuestra “Sociedade do Oso” y de la “Santa Compaña”, de La Herlatingui y de la Menie Hellequin ocupando como lo vio WALTER (22) evocando el escenario mitográfíco indoeuropeo de Jóvenes aristócratas al borde de la ley celebrando su Año Nuevo de los Celtas en noviembre, la festividad cristiana de Todos los Santos y su día después de Difuntos, los calacús, “calabazas”, los magostos, “asado de castañas”, los afinados despliegues en diciembre de mozos cantarines por las puertas.
Numerosos autores (23) continuaron esta línea de investigación y a finales del siglo XIX J. LIPPERT (24) centró el elemento principal del tema: los componentes de esta mesnada eran los muertos y la supervivencia del alma tras la muerte. Fue cuestión de tiempo, indica Philipe WALTER (25), que siguiendo estos pasos W. MANHARDT (1858) (26) y F. LIEBRECH (27) se encontraran ante los rituales de la expulsión del Invierno y el trasfondo del caos espacio-temporal que supone la muerte del sol, y de la tierra desde el primero de noviembre hasta la Candelaria el 1º de febrero, rituales relacionados en Galicia con celebraciones como las de los niños, la “Víspera de Tódolos Santos” y el Día de Difuntos, los magostos, las canciones de navidad y de reyes y aun los carnavales con sus mascaradas, pieles de animales y su oso, con ecos entronizatorios.
Integrando habitualmente en el santoral y aún en la liturgia elementos útiles y positivos de la espiritualidad anterior, la Iglesia Católica supo integrar admirablemente en el presente cristiano piadosas funciones de los dioses del pasado pagano extrayendo de su mitología elementos y simbologías útiles. No es disparatado pensar, como veremos a lo largo de estos papeles, que un importantísimo elemento de la religión celta como el gallo, atributo del Mercurio celto-romano, pudiera conferir a San Pedro por escucharlo cantar tres veces, antes del amanecer, impensables aspectos psychopompos y la potestad de abrir o de cerrar con unas llaves, como Caronte o como Epona, las puertas del Paraíso.
Aunque imprudente, no es disparatado inferir casuales concomitancias entre el ritual indoeuropeo del October Equus, el Asvamedha, la descripción entronizatoria de la Topographia Hibernica bañándose el monarca en el caldo de la yegua que previamente conoció representando su místico desposorio con la Diosa Madre, comiendo su carne y su sangre, seguido de sus camaradas por un lado, y por el otro el gesto de Cristo invitando a sus discípulos (28) a comer y a beber su carne y su sangre, vulnerada y derramada por todos, en la institución Eucarística. También la coronación de espinas que, elevando el valor penal de la Pasión voluntariamente aceptada y el poder redentor de la Crucifixión, proclama como rey al dying god Cristo y lo sienta luego en la Piedra Fría, o el Sagrado Corazón de Jesús, con la herida de lanza en el costado, ilustran el camino, a quien conozca los lances de Esus y de Odín, de una admirable integración.
Pero son muchas también las ocasiones en que la Iglesia se ha visto forzada a entrar en conflicto con determinados aspectos de una divinidad del pasado pagano, por problemas insolubles de encaje en sistema teológico triunfante, fue el caso de los repugnantes sacrificios humanos entre los aztecas, inasumibles en nuestro dogma católico. Los aspectos paganos problemáticos, colocándose en el lado oscuro de la religión, en el lugar que el mal ocupa, se integran en el execrable repertorio de seres maléficos y oscuros del imaginario popular.
Este tipo de funcional travestismo tiene en Galicia según veremos como paradigma la conversión de la Diosa Madre bajo su aspecto soberano y ecuestre, cuyos ecos se nos conservan en los relatos de la triple Ana Manana (acaso la Iccona Loimmina / Epona / Rhiannon), o de las tres Anas, Aureana, Laureana y Ana, en el fantasmal caballo llamado Diaño Bulreiro del que hablaremos en otro lugar, y aun, si bien es cierto que en poquísimos y puntuales casos (29), nos transmuta las hermosas mouras y sus gentiles paredros en decrépitas meigas “brujas” y en horrendos ogros comeniños.
Estas acciones suceden en todos los países reintegrados en el Cristianismo. Por este camino, entre los germanos, WALTER reseña cómo desde 1835, relacionando con Odín el tema de varias leyendas del Cazador Maldito y de la Mesnié Hellequin conocida en Alemania como Mesnada furiosa o Mesnada Salvaje, Wütendes Heer o Wildes Heer, el padre de la Mitología Alemana Jacob GRIMM (30) había mostrado este degradatorio proceso del dios por parte de la Iglesia. De la alegría de estar entre los guerreros Herteitr como Padre del Ejército Herfödr o Herja födr, Herjamm “Señor de los Ejércitos” y Einherjar “Caudillo de los Guerreros Únicos”, Odín pasó a ser en las leyendas tardías que relatan su viaje al Más Allá (31), donde los enanos son los muertos y las montañas el reino de las sombras, un triste conductor del Cortejo Salvaje o de la Familia Herlathingi alemana. J. W. WOLF (32) reconoció en la forma espectral que preside la Salvaje Caza trazos de Donar o Thor. Donar, que es el Thor entre los Germanos del Sur, nunca montaba a caballo, sino que cuando no conducía su carro cabalgaba a zancadas. Su carácter solar hizo que la interpretatio romana lo asimilase a Hércules. Y en el año 725 le cortó San Bonifacio el roble que le tenían consagrado en Geismar (Hesse), aunque su santo nombre pervivió hasta nuestros días en el Jueves de las lenguas germánicas, en alto alemán: Donerestâg, Thunresdaeg y Thursday en el triunfante inglés. Conocemos (VELASCO) una fórmula sajona de abandono del paganismo: “Renuncio a Thunaer, a Wodan y a Saxnot, y a todos los demonios compañeros suyos”.

NOTAS

(1) P. ej. La cierva de Sertorio.
(2) Fernando ACUÑA CASTROVIEJO I CNA, 2, 1971, pp. 353-357.
(3) Cf. A. PENA “Unha Parroquia con Celtas Reminiscencias na Terra de Trasancos: Santa María Mayor de O Val, Narón.” Narón 2003.
(4) Como linda y recientemente, traduciendo en el libro Narón unha Historia Ilustrada na Terra de Trasancos, obra propiedad de tres condóminos el nombre de una mámoa “túmulo” relacionada con los seres feéricos gallegos llamada “Forno dos Mouros”, por “horno de los negros”, un avispadillo ha hecho en una reedición unilateral digital traducida sin autorización de los condóminos -cambiándose incluso el régimen de propiedad intelectual de la obra- a tres idiomas, en un proyecto europeo.
(5)Aún repitiendo lo dicho en el texto principal, reiteramos que Mouro es palabra celta, no se puede traducir por "moro". Los mouros gallegos, galeses y bretones no tienen nada que ver con los moros africanos que invadieron España, son seres míticos leucodermos similares a los "seres élficos” de Tolkien gente inmortal, bellísima, de piel clara y cabellos de oro, de noble porte. Lucen joyas, mucho oro y ropa de gran valor "son dueños de los tesoros de Galicia" y hasta los yugos de sus bueyes y sus aperos de labranza son de oro, un oro que tienen que sacar de vez en cuando a la luz del sol, sobre todo las mouras a "asollar" tal vez para que conserve su brillo. Pese a su gracilidad y hermosura son gente muy poderosa. Entran y salen de este mundo a voluntad, pero solo se dejan ver a ciertas personas, van a comprar a los mercados, y aunque tienen su propio ganado en el Otro Mundo gustan traficar con los campesinos pagándoles muy bien a condición de que mantengan este tráfico en silencio, castigando con crueldad, usualmente con la ceguera, a los delatores. Sus poderes mágicos pueden transformar en cualquier cosa a personas o animales y su descomunal fuerza sin ningún esfuerzo les hace mover montañas de un lado a otro. Entre las descripciones de los mouros recogida por Risco en De Quilmelas, Rairiz da Veiga, cuentan: "es la Mourindá… para mi que ellos aún viven aquí, subterráneamente, solo que ellos tienen sus palabras que con ellas se abre la tierra y se cierra" (Vicente Risco Os Seres Míticos, en Historia de Galiza Dirixida por Ramón Otero Pedrayo. Vol. I Buenos Aires. Editorial Nós, 1962 , p. 317); "un home de Maceda volviendo de la feria del Castro de Caldelas, por el monte Rodicio, encontró una niña llorando, la cogió, la subió en el caballo, y en seguida perdió el tino del camino y fué a dar a unos peñascos donde la niña se bajo, golpeó con el pié en una piedra y se abrió una puerta por donde pasaron al palacio de los padres de la niña en el que el hombre pasó la noche a cuerpo de rey, y por la mañana le llenaron de oro las alforjas" (Risco, ib. p. 317).
(6) La presencia de la música y el banquete es constante en las descripciones gallegas del Más Allá. El día de San Juan y de Todos los Santos especialmente, ya que entonces, abriéndose espontáneamente las puertas de O Alén, se pueden escuchar, en gran número de fuentes, cuevas, ríos o rocas, de casi todas las parroquias rurales de Galicia, a los gaiteros del Otro Lado, ejecutar con gran maestría su música sobrenatural.
(7)RISCO relaciona a los gigantes con varios relatos del Fin del Mundo: "De Nocelo do Val procede la noticia siguiente: En el Fin del Mundo de oirá un estruendo aterrador y saldrán de debajo de la Tierra unos hombres montados a caballo de inmensa estatura ( exactamente veinticinco cuartas) los cuales pisaran y acuchillarán a toda la gente en batalla campal mientras dicen : ya que antes estuvisteis por encima de nosotros ahora estaréis debajo" […] En el centro de la tierra existe un mundo mucho mas grande y más hermoso que este mundo que habitamos. En el viven hombres de gran estatura y mujeres crueles que no queriendo dar el pecho a sus hijos, los echan a un monte, donde viven comiendo hierbas. El Anticristo ha de nacer de este linaje. Saldrá al mundo por la boca de un volcán que hay en la orilla del Tajo, y se criará alimentándose de los peces del río". […] Dentro do Castelo de Sandiás hai un puzo con varios metros de auga, moi escuro, e por il ten entrada, e debaixo hai un salón con moito ouro; para desencantalo hai que levar un ovo dunha pita negra e maila pita; ésta sóltase no salón e o ovo esmendréllaselle na frente a un xigante que está dentro cunha machada para matar ó que vaia, si non lle dá co ovo. […] No castro de Trelle, un rapaz de Sabucedo, que andaba a garda-lo gando, púxose a rañar cun coitelo nunha peneda do castro. Así que o fixo, prantóuselle diante un xigante grandísimo, con ollos de boi, que lle dixo que na fonte máis perto da cerca había acobillados unha cabra e máis un rexelo de ouro. […] do Crasto (sic), de Melide, cóntase que uns que foron desencantar un haber na Porta do Mouro, ó desconxuraren, saiu unha voz dun penedo e díxolles: -De que forma queredes que saia? un dos presentes, que viña de servicio, respondeu:- En forma de militar. E apareceu un soldado grandísimo, tan grandísimo, que a cabeza pasaba dos outeriros máis ergueitos. Non lle quería dar os cartos si non lle traguían un año blanco de todo e sin lixo ningún, mais como se puxeran a triquinar, veu un trono, apagáronse as luces e desapareceu o xigante” RISCO, V.: “Os Seres Míticos” p. 311
(8)Esta concepción responde a la labor de la Iglesia contra los seres míticos. Cf. V. RISCO, obr. cit. pp 354-355
(9)Vicente RISCO “Os Seres Míticos”, en Historia de Galiza Dirixida por Ramón OTERO PEDRAYO. Vol. I Buenos Aires. Editorial Nós, 1962 pp. 310, ss.
(10)Penetrando en un claro del bosque Pwill espantó a unos sobrenaturales perros de piel blanca y brillante, con orejas de un rojo encendido, rasgos reveladores de su adscripción al Otro Mundo, que acababan de abatir a un bello ciervo de similar traza -quizá pariente masculino de la blanca cierva regalada a Sertorio por los Lusitanos- para que los suyos pudieran hartarse de la presa muerta. Montando un esbelto corcel tordo, con su cuerno de caza al cuello el dueño de los perros y de la presa se dirigió al claro del bosque y a Pwill muy ofendido por su acción: "no he conocido a nadie tan mal educado como para azuzar sus perros sobre un ciervo derribado por la jauría de otro hombre. Eso demuestra una total ausencia de cortesía y, aunque no quiero vengarme, me aseguraré de que perdáis vuestro honor al son de cien venados como este".
(11)"Mi señor", -exclamó Pwyll, "decidme pues cómo puedo recobrar vuestro favor". -"De la siguiente manera: otro rey gobierna en Annwn. Su nombre es Hafgan y lleva a cabo repetidas incursiones en mi territorio. Deshaceos de el y ganareis mi favor". -"Decidme como", dijo Pwyll, "y cumpliré vuestro mandato con agrado". -"Os uniréis a mí por un juramento de amistad", explicó el Rey de Annwm, " y yo os disfrazaré con mi atuendo. Reinareis en el Hado en mi lugar, y yaceréis con la dama más bella que imaginarse pueda; ni ella ni mi corte sabrá que no soy yo. Nos volveremos a encontrar en este mismo lugar dentro de un año y un día".
(12)A vuela pluma hacemos notar aquí que el contexto que rodea la primera parte de la historia de Pwill, la amistad entre señores de dos mundos el mutuo intercambio de regalos entre Annwn y el joven príncipe se encuadra en el tema de "La Caza Salvaje".
(13)Ganar un sobrenombre "alcume" es algo todavía muy importante y la práctica totalidad de las familias no urbanas lo tienen en nuestra Galicia rural y marinera. No todos los alcumes son, o han sido, heroicos.
(14)Katherine MCKENNA 1982. The Bulletin of the Board of Celtic Studies, 29 pp.35, 52
(15) En este contexto habría que encuadrar el episodio de la cierva de Sertorio.
(16)Entrar en la caverna es sinónimo de traspasar el umbral de la vida, de muerte. En el folclore gallego la caverna es la puerta de acceso al Más Allá, tras la que moran las tres estirpes míticas gallegas que como en Irlanda antes de la llegada de los hombres, poblaron el país, los "mouros" los enanos y los gigantes.
(17)“Nas covas de Ollán ou Ullán, no Irixo, hai un encanto defendido por un feróz xigante. Certo señor de por alí, en compaña dun seu amigo, entrou na cova con obxeto de adonárense do encanto; había como unha hora que camiñaban dentro da cova, cando empezaron a ouvir certo ruído que medraba conforme se metían máis adentro; chegóu a ser tan grande, que co medo, deixaron a empresa e “chamaron amigos aos pes”, saindo tan axiña como puderon. Namentras uns din que era o xigante, que viña en defensa dos seus dereitos, outros din que o ruído era efecto da corrente subterránea”. V. RISCO “Os Seres Míticos”, en Historia de Galiza Dirixida por Ramón Otero Pedrayo. Vol. I Buenos Aires. Editorial Nós, 1962 pp. 311
(18)El perro simboliza la protección a los vivos y a los muertos, es el can Cerbero que guarda la puerta del Más Allá, es el perro de los germanos que guarda el Hell, el gallo simboliza la resurrección anunciando el renacer de la luz. En las tumbas medievales gallegas y portuguesas, así como en el resto de la Europa Atlántica se colocan o representan perros a los pies de los difuntos. Como se colocaban y representaban en las estelas extremeñas y portuguesas de la Edad del Bronce. Su antigüedad es indiscutible WALTER señala como “en un campo de urnas galorromano del siglo I de nuestra era se encontró un conjunto de tres estatuillas de arcilla representando una matrona o Mater con un niño, un perro y un gallo, a un nivel simbólico, el perro significa la muerte y el gallo la resurrección”.
(19)El perro como veremos más adelante, se asocia a san Roque como en Irlanda Cuchulainn, “el perro de Culan” se asocia a Setanta “al Caminante”. San Roque se representa siempre vestido de caminante, de peregrino porta en su ropa y en su gorra de peregrino las insignias de sus psychompompos compañeros el aspa de “San Andrés” [Sant Anderel, “el caminante”], las llaves de la puerta del cielo de San Pedro, el psychopompos por excelencia, y la concha de Santiago, el principal santuario del Camiño de Fisterra. En Galicia San Roque siempre sale en procesión con San Sebastián, un santo de carácter solar muy conocido. En Ribadeo mientras los mayores cantaban a San Roque una ladaiña o letanía, los niños le cantaban la siguiente: San Sebastían a cabalo dun can; o can era coxo, tiroulo nun pozo; o pozo era fríu, tiroulo nun ríu; o rio era branco, tiroulo nun campo; o campo era roxo; tiroulo nun toxo; o toxo picaba, San Sebastián berraba… i o can escapaba. “Chama aquí la atención o caso de aludir ó can; tamén no Castro de Caldelas os portadores dos fachós van berrando: “Viva o San Sebastián, i o bispo, i o can” (V. RISCO “Etnografía”, p. 345-6)
(20) O. HÖFLER.: Kultische Geheimbünde der Germanen I, Francfort, 1934.
(21) Una aristocracia guerrera que, pese a, o gracias a, ser negada para Galicia por José Carlos Bermejo Barrera, y otros postmodernos abre ahora un fecundo e inagotable filón interpretativo explotado por numerosos investigadores, el penúltimo Eduardo Peralta Labrador, del que hablaremos en otro lugar, manteniéndose indemne el interés por el tema hasta nuestros días.
(22) Le Mythe de la Chasse Sauvage dans L'Europe Médiévale. "Etudes réunies et présentées par Philippe Walter avec la colaboration de Claude PERRUS, François DELPECH, Claude LECOUTEUX". Paris (Honoré Champion éditeur, 1997) p. 15
(23) Sobre estas cofradias y rituales de expulsión del invierno cf. W. SCHWARTZ Der heutige Volglaube und das alte Heidentum, (Programm des Fiedr. Wenderschen Gymnasiums) Berlin, 1850
(24) J. LIPPERT Die Religionem der europäischen Kulturvölker, Berlin 1881, p. 154
(25)Chasse Sauvage/ Armée Furieuse Quelques Reflexions in Le Mythe de la Chasse Sauvage dans L’ Europe Médiévale, ...Paris, 1997, p. 13.
(26) Die Götter des deustschen und nordischen Völker, Berlin, 1860, p. 108-181 passim.
(27) Obr. cit., 1856, p. 173-211.
(28)Como en el Ashvamedha descrito por GERARDO DE GALES con motivo de la entronización de los reyes irlandeses.
(29)Las mouras suelen ser seres feericos o élficos de enorme belleza, gracia, riqueza y sentido de la justicia. Son positivos siempre que no se les robe, engañe o traicione.
(30) Deusche Mythologie, 3 vol., Berlin, 1875-78, II, 766-793; iii, 280-284.
(31)Hay muchos elementos en la mitología alemana relacionados con este tema, así Hermodr, hermano de Balder, tras cabalgar durante nueve días y nueve noches por el Helvegr o Camino de Hel (la diosa del Otro mundo), cruzando el río Gjöl, pasando por el puente Gjallarbru, pudo saltar la cerca del infierno gracias a Sleipnir el veloz corcel de Odín que había tomando prestado para este viaje y presentarse ante la diosa Hel para pedirle la liberación de su hermano Balder que Hörd había matado por descuido. Hel acepta a condición de que toda la creación, vivos, muertos, animales, vegetales y minerales, lloren a Balder. Todos lloran, pero Loki, tomando la forma de una giganta llamada Thörkk no llora y Balder tiene que permanecer entre los muertos.
(32) Beiträge zur deutschen Mytologie II, Göttingen, 1857, p. 135.
(c) Andrés Pena Graña. Todos los derechos reservados


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