Autor: eyna
domingo, 06 de agosto de 2006
Sección: Tradiciones y Fiestas
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Tradiciones,Fiestas y vaquillas.

.

Fiesta: Día en que se celebra alguna solemnidad (?) nacional o civil. / Alegría (?), regocijo (?) dispuesto para que el pueblo se recree (!).

"bous capllacats" (toros atados para limitar sus movimientos) y "embolats" (toros con pitones rematados con bolas de fuego)
"Durant els dies que duren les festes es celebren diversos bous embolats, bous a plaça i al carrer i bous capllaçats."
"...la vaquilla corre por las calles delimitadas y embiste a los chicos del pueblo..."


Foto: JAUME SANJUAN
www.elperiodico.com

yo cada año me hago la misma pregunta...¿dónde está la gracia?
¿porqué no lo intentan con algo así,algo más... gra-na-di-to?



La oposición juvenil a la tauromaquia "es respetuosa" con los festejos populares




Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya. Núm. 3926 - 16/07/2003 Departamento de la Presidencia
LEY 22/2003, de 4 de julio, de protección de los animales.
El Presidente de la Generalidad de Cataluña
Sea notorio a todos los ciudadanos que el Parlamento de Cataluña ha aprobado y yo, en nombre del Rey y de acuerdo con lo que establece el artículo 33.2 del Estatuto de autonomía de Cataluña, promulgo la siguiente
LEY ....

Artículo 6 Prohibición de peleas de animales y demás actividades 1. Se prohíbe el uso de animales en peleas y espectáculos u otras actividades, si pueden ocasionarles sufrimiento o pueden ser objeto de burlas o tratamientos antinaturales, o bien si pueden herir la sensibilidad de las personas que los contemplan...
2. Quedan excluidas de estas prohibiciones:
a) La fiesta de los toros en las localidades donde, a la fecha de entrada en vigor de la Ley 3/1988, de 4 de marzo, de protección de los animales, hubieran plazas construidas para su celebración, a las que debe prohibirse el acceso a las personas menores de catorce años.
b) Las fiestas con novillos sin muerte del animal ("correbous") en las fechas y localidades donde tradicionalmente se celebran. En estos casos, está prohibido inferir daños a los animales.
....

JUNIO-2006
Debat de totalitat sobre la proposició de llei de modificació de l’article 6 de la Llei 22/2003 de protecció dels animals, i el mateix debat..., presentades pels grups parlamentaris d’Esquerra Republicana i d’Iniciativa per Catalunya Verds - Esquerra Alternativa:


Por Iniciativa per Catalunya Verds - Esquerra Alternativa:


"...El segon article de la nostra Proposició de llei de modificació de la Llei anterior entenem que millora la redacció del punt de la Llei que parla de l’excepció dels correbous, perquè és una modificació que té per objectiu que quedi clar que només es permetran els correbous sense mort de l’animal i sense ús de sogues o torxes. És a dir, la nostra proposta és que només siguin permesos aquells correbous que consisteixen en deixar córrer els bous sense causar-los cap dany. Ara bé, el fet que en alguns indrets els bous capllaçats i els embolats tinguin un gran arrelament social ens fa plantejar una disposició addicional, que és el que els deia, dos articles i una disposició addicional, que diu que es podran permetre aquests tipus de celebracions en llocs on sigui tradició sempre i quan, i aquí és el que per nosaltres és important, sempre i quan es garanteixi, és a dir, es planifiqui la reducció progressiva del seu nombre fins a la seva supressió..."

************

"...Per què solament parlem d’aquests 6 (refiriendose a las corridas de toros) i no parlem de tot el demés? Per què descartem correbous? Que no hi ha patiment en els
correbous? Que no hi ha patiment? Clar que hi ha patiment!..."

Pregunta dirigida a Esquerra Republicana de Catalunya (que hacia excepción dels correbous) por parte del Grupo Parlamentario Socialistes-Ciutadans pel Canvi


http://www.parlament-cat.net/activitat/dspcp/transcripcions/12_Pdellei_proteccio_animals.pdf


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Comentarios

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  1. #1 giannini 07 de ago. 2006

    Habis, en mi oPinión, las corridas de toros constituyen un espectáculo, no sé si decir primitivo o bárbaro. El nexo que une la corrida de toros con enterrar a un gallo vivo o llenar de alfileres los testículos y ojos de un animal es el mismo: disfrutar u obviar el sufrimiento de un animal. Se puede adornar la corrida de toros con arte, cultura, espectáculo... lo que quieras. En todos esos montajes subyace el sufrimiento de un animal, y un sufrimiento sin sentido porque existen métodos menos cruentos para sacrificarlo si el fin es proveernos de carne.

    En los mataderos deben emplear los métodos menos cruentos para sacrificar a las reses, y aun así, sufren ¿pero que sentido tiene torturar a un toro durante un montón de minutos apuñalándolo continuamente?

    Contaba un pariente mío que hasta la Dictadura de Primo de Rivera los caballos con los que se picaba al toro no llevaban peto, y así era frecuente ver en las plazas caballos destripados, moribundos, llenos de costurones producto de enfrentamientos anteriores... Durante la Dictadura de Primo de Rivera se obligó dotar de petos a los caballos, y la denominada fiesta nacional siguió adelante. Si vivimos en una sociedad civilizada, creo que va siendo hora de llevar esa misma civilización a las plazas de toros buscando soluciones de compromiso: impidiendo las puñaladas de los picadores, las de las banderillas, etc.

    Por favor, no me compares un polvo -sobre todo si es bueno- con una corrida de toros...

  2. #2 Brandan 07 de ago. 2006

    Vaya por delante que no soy aficionado a la tauromaquia y que me opongo frontalmente a todo maltrato consciente de personas o animales.
    Sin embargo, aparte de expresar filias o fobias, creo que el asunto tiene un gran interés desde el punto de vista histórico.
    Varios son los foros en esta misma Celtiberia en los que se ha tratado el tema y creo que se ha puesto de manifiesto la importancia que el toro ha tenido en nuestra cultura.
    Si nos declaramos herederos de la cultura griega en cuanto a filosofía y fundamentos artísticos ¿por que no asumir que somos también sus herederos en el terreno ritual? Y en ese caso ¿por que nos escandallizamos de que se practique un rito que hunde sus raíces en tan "civilizada" época?
    Es curioso que personas que se declaran partidarias de la pena de muerte sean contrarias a las corridas de toros.
    Por otra parte, no hay que olvidar tampoco que en la Península Ibérica ha sido, desde la dominación árabe, un rito practicado, no solo sin interrupción sino con creciente aceptación pública, en todos el territorio.
    Los toreros asumieron el papel mítico de héroe que además no necesitaba descender de alta cuna para ganar méritos y honores.
    Incluso, y esto ha sido aceptado oficiosamente por casi todo el mundo, el toreo ha sido considerado un arte durante mucho tiempo, aunque es cierto que hoy está muy degradado por el espectáculo y la picaresca. Si analizamos la lidia, teniendo en cuenta no solo los detalles macabros o desagradables del rito, obtendríamos más elementos objetivos para formarnos una oPinión al margen de corrientes radicales contrapuestas.

  3. #3 Habis 07 de ago. 2006

    Giannini muestras una gran ignorancia de los resortes de la tauromaquia cuando dices que el sufriemiento es la base del espectáculo.
    -Si en faenas de brega se abusa mucho de los capotazos, se esta toreando mal.
    -Si el picador abusa de su superioridad el publico entero lo abucheará porque está toreando mal.
    -Si las banderillas caen abajo (es decir, donde menos riesgo corre el torero y más sangría provocan), se está toreando mal.
    -Si la estocada es limpia y certera y el toro cae en redondo, se premia, y si se hacen continuos Pinchazos o bajonazos, se abuchea porque se está toreando mal.
    -Si la faena ha sido perfecta gracias a las cualidades del animal, éste es indultado y será premiado con una vida regalada.
    La tauromaquia es cruenta, pero no cruel (ni lo es con el toro ni con el torero). Y a partir de ahi, todo lo que se pueda decir de ella son cosas nobles. Si no admites la mayor, y estas en tu derecho, es logico que no te gusten y estés en contra. Pero eso no te da un visado para decir cosas que no son verdad.

  4. #4 giannini 07 de ago. 2006

    Eso era justo lo que quería decir. El público que asiste a una corrida de todos, se olvida de que el toro sufre, y realizando esa abstracción, disfruta con el espectáculo.

    El debate toros sí, toros no me recuerda otro que al parecer se suscita entre los profesionales de los museos. El planteamiento es: tú te encuentras dentro de un museo, pongamos por caso una Pinacoteca. De repente se declara un incendio -como siempre, pavoroso- y por allí pasa un gato. Tienes oportunidad de salvar un cuadro valioso o el gato ¿Qué salvarías?

    Me contaron que hace unos años se celebró un congreso o unas jornadas en Lisboa bajo el título "Salvar al gato". Yo también salvaría al gato porque en mi oPinión es más importante un ser vivo que cualquier objeto, pero hay oPiniones para todos los gustos.

    En los toros, el hecho artístico, cultural, va por delante de la vida del animal, que no se sacrifica para proveernos de carne, sino para disfrute del público. Está claro que yo salvo al toro.

    PS: es posible que muestre una gran ignorancia sobre el mundo de la tauromaquia -como en tantas otras cosas- pero todos tenemos nuestros gustos y la tauromaquia no me interesa ni me dice absolutamente nada, y tampoco te creas que lo lamento.

  5. #5 Brandan 08 de ago. 2006

    A ver si lo entiendo, en oPinión de algunos los antecedentes históricos de la lidia, el canon, el reglamento, la tradición, el "arte", la cría, la selección, el coso, no son sino justificaciones de unos cuantos anormales que se juntan para martirizar a un animal.
    Repito que estoy absolutamente en contra de las corridas de toros y de cualquier otro espectáculo que implique sufrimiento de personas o anmales, pero... insisto en intentar centrar el debate en la historia y no en las vísceras.
    ¿Una corriente imparable? Lo dudo. Si preguntas en Cataluña serán mayoría los partidarios de la abolición del espectáculo, si preguntas en Andalucía, no tanto.
    También me llama la atención que se niegue el "pedigree" al toro de lidia, que ha sido objeto de selección durante muchos años, y se le otorgue a las razas caninas o felinas, etcétera cuyas características han sido modificadas por selección de idéntica forma.
    ¿Que es una raza? ¿que no lo es? parece una cuestión semántica.
    ¿Que no hay otros deportes o espectáculos en que se haga sufrir a los animales?
    A ver si la caza va a ser poesía ¡Aibalaostia!

  6. #6 kaerkes 08 de ago. 2006

    No creo que se trate de si los aficionados a las corridas de toros sea "anormales o normales", conceptos muy relativos. Normal es la ablación del clitoris en algunas culturas, como normales son las peleas de gallos o de perros celebradas en muchos países. Normales eran consideradas las relaciones sexuales con niños y niñas y aberrantes son consideradas hoy en día.

    El que los aficionados a la tauromaquia sean tan sensibles a la "estampa", la "hombría del torero", "la belleza plástica de la hermosa muerte que llega al enemigo", etc, etc nada tiene que ver con que las reses que se utilizan en la Lidia no tengan un patrón morfológico racial o que se eleve ese espectáculo a rango de "cultura milenaria" para defender su existencia. Y mi oPinión, al respecto es clara, ni se trata de una raza propiamente dicha, ni los origenes de este espectáculo se remontan a la selección del Uro para este fín.

    Ahora el debate sobre la prohibición del evento, depende de la reclamación de la sociedad, que creo que exige en un número creciente la desaparición de este tipo de cosas. Creo. Y también creo que esos argumentos que esgrimen los defensores de la "fiesta nacional" se maximizan y se exageran debido a esto.

    Y cuando uno está en medio de un encierro, o participando en unas vaquillas lo que menos percibe es el sufrimiento del animal, sino la adrenalina del propio miedo a la bestia que pone en peligro tu propia vida. En una corrida de toros los aficionados piden que se cumplan una serie de requisitos en el espectáculo, con unas normas bastante estrictas para valorar si es bueno o malo. Comportamiento del toro, del torero, de las cuadrillas, de los actores de las distintas suertes, de las autoridades, de los musicos y del propio público. Es un espectáculo y lo que menos importancia tiene es el sufrimiento del animal que evidentemente no agrada a los aficionados taurinos. Han abstraido en función de la propia función.

    ¿son anormales?, ps

  7. #7 kaerkes 08 de ago. 2006

    Una vaca Parda AlPina , por ejemplo ,es el producto de una selección de muchos años para lograr una adaptación a un medio ecológico determinado y unas aptitudes. Una res de Lidia, es el producto cambiante según las modas del espectáculo taurino y las empresas ganaderas. Estuvieron de moda los toros pequeños; luego los grandes; después volvieron a reducir su tamaño debido a la negativa de los toreros a hacer la faena con ellos. Vemos toros negros, bragados, astifinos, con cuernas de todos los tamaños y formas, de capa castaña, con ojos de perdiz, en fin de una variabilidad infinita debido a la selección de la casa y al aporte de sangres de RAZAS autóctonas. Incluso a veces hasta vemos toros bravos mansos, cuyo "trapío" (parece ser consistente entre otras cosas en que cuando le clavan todos los pares de banderillas mantienen la boca cerrada o no rasca el suelo) se debe haber quedado entre las jaras de la dehesa.

    El llamado "trapio" es una actitud y los patrones raciales no se fijan unica y exclusivamente por una actitud.
    Ya hemos comentado que muchas razas autoctonas peninsulares acometen de forma espontánea y se han utilizado para dar nombre a muchas divisas.

  8. #8 numancia 08 de ago. 2006

    Para tontadas las tuyas.Hay gente que se llena de la boca de que estamos en un estado de derecho pero a la larga el que no comulgue conmigo lo ''regamos con napalm'' lo que sí que me recuerda a épocas fascitstas. Ah Ego por cierto muy diplomático a la par que sincero el encabezamiento de tu oPinión por llamarla de alguna manera. Am por cierto en el mundo taurino como en el histórico bien es sabido que el primer toro se lidio en Tiermes que no igo que usaran a los toros como dices pero como todos sabemos eso no es lidiar un toro.

    Ala a seguir pasando la tradicioes por los huevos.

  9. #9 Rosa-ae 08 de ago. 2006

    Qué graciosos me resultan algunos razonamientos! Como los cristianos, igual: vamos a convenir “unilateralmente” que todas las oPiniones y actuaciones son muy respetables y, ahora que nos aseguramos de que no puedes discrepar, ya nosotros nos encargamos de decidir en qué se invierten los dineritos públicos y, de paso, de revolverte bien las tripas.
    Lo más gracioso es que yo no estoy en contra de ninguna tradición, aunque se maltraten animales (cosa que personalmente me desagrada), porque para mi eso es una cuestión de sensibilidades de las que puedo participar o no, y me reservo el derecho de hacerlo libremente. A mi lo que me fastidia de esa “fiesta nacional” es la pretensión de que participa de no sé qué arte y sofisticación, como si no se tratase del sacrificio de un animal igual de cruel o no que el de la cabra que tiran del campanario (aunque no la vistan de luces para la ocasión). A mi me parecen todo excusas e hipocresía.
    Lo que ya es completamente irritante, Falcata, es estar discutiendo sobre un tema y que te salgan: “pues peor es que....” ¿Y qué si es peor? ¿En qué cuestiona eso lo que se está argumentando? Centrémonos!!

  10. #10 Brandan 08 de ago. 2006

    No tiene buena defensa la estética taurina. En mi oPinión los gestos y la vestimenta del torero son bastante amanerados y el color de la lidia en su conjunto espantoso.

  11. #11 alevin 08 de ago. 2006

    uuuyyy!! lo que me he estado perdiendo por no tener tiempo. Tengo la cabeza llena de argumentos, todos mezclados, ante lo que se ha ido exponiendo. Primero kaerkes:

    RAZA(Drae).-Casta o calidad de origen o linaje//cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas cuyos carazteres diferenciales se perpetuan por Herencia//Dicho de un animal: Que pertenece a una razaseleccionada

    Creo que esta definición abunda en mi oPinión de que los toros de lidia son raza pues"tiene carazteres diferenciales que se perpetuan por herencia". Tu me mandastes al DRAE:::Si tienes dudas vete al enlace

    http://sodastudio.com/toroslidia/modules/tinycontent/index.php?id=1

    Ahí te explican todas las mezclas y la historia de las diferentes ganaderias

    Referente a la curiosidadde los toros en León fué en el año 815 en que Alfonso el casto celebró allí Cortes "e mientras duraron aquellas cortes LIDIABAN cada dá toros e bofordaban de cada día e facian grandes alegrías"(citado por J.Vargas Ponce en su obra "Disertación sobre las corridas de toros").

    Ahora referente al sufrimiento de los animales: No soy aficionado, pero como decía en inervención anterior, me he visto obligado a asistir a muchos festejos, lo que me ha dado opción de hablar con "aficionados" que me han explicado los diferentes lances en el desarrollo de una corrida y,,os puedo asegurar, ningúno estaba interesado en que el toro sufriese más omenos. Lo veian como un conjunto (quizás diría como un valet, aunque enseguida llegaran lo calificativos de mortal, sádico...)en el que tanto el toro como el torero confluian en un escenario para dar un espectáculo lomás atractivo posible.Cuantas veces he oído abroncar a un picador o a un torero y escasamente al toro. Al contrario, el "desideratum" era cuando el público pedía el indulto del animal(desgraciadamente eso ocrría en pocas ocasiones) aunque tambien a menudo se aplaudía al bicho en el arrastre.Es muy sencillo dar oPiniones de crueldad con los toros, claro que sufren, pero que tendriamos que hacer con el tiro de pichon(eso si es elitista amigo Kaerkes) o esas cacerias acosando a los animales con perros(Ego, ahora se hacen muy pocas cacerias para comer)o esas langostas hirviendose vivas después de haber sido seleccionada por tí en un acuario, o los humildes cangrejos, o esas ostras que nos comemos aún palpitantes......Creo que estaremos de acuerdo en que somos un poco hipócritas. Como hipócresía tambien me parece(no recuerdo ahora quien lo apunto más arriba) el matar el toro fuera de la plaza, creo que es más noble dejarle esa última baza de que pueda seguirse defendiendo y morir con (¿podríamos hablar de "orgullo"?) en lugar de unamala manera en los toriles. Y si tienen que eliminarse las corridas, pues que se eliminen, pero despues no hechemos lágrimas de cocodrilo cuando media docena de toros de lidia malvivan en Zoológicos del Paía(lo siento ,kaerkes, yo "erre que erre")

    Y ahora que vengan los tiros que me he puesto el antibalas(por cierto cuantos de los que padecemos viendo sufrir un animal no le tirariamos a algún vecino escaleras abajo sin ningún remordimiento...y de esos, ego, siempre algúno se lo merce ¿A que sí?. Me voy a cenar.

    Paz y bien compañer@s

  12. #12 Ego 08 de ago. 2006

    Jajajajaj...

    "os puedo asegurar, ningúno estaba interesado en que el toro sufriese más omenos. Lo veian como un conjunto"

    Si. Eso mismo oPinan los invasores de Líbano. No pretenden hacer daño, solo la consecución de unos objetivos militares. El proceso se ve como un conjunto... con daños colaterales. No te jode.

    Cuando hablo de matar por necesidad, no me refiero a la caza, otra aberración, me refiero a las granjas.

    Por lo demás, Lidiar (Litigare) o luchar, claro que luchaban con el toro en el siglo IX. Pero esa cosa para subnormales que son las corridas de toros, son mucho más recientes, como ya he indicado.

    Salud.

  13. #13 Rosa-ae 09 de ago. 2006

    Sobre la dignidad del toro lidiado según otras versiones:
    (dignidad: lugar que le corresponde a cada cual en el orden vigente)

    “La pica o puya acaba en una punta de acero de unos 14 cm de largo que debe penetrar sólo 3 centímetros a la altura de la cruz. En la práctica, los picadores aumentan la penetración que puede llegar hasta 9 cm, llegando a perforar el pulmón, lo cual provoca una hemorragia que limita la capacidad del toro.
    Las banderillas son afilados arpones de 6 cm a 8 cm que los banderilleros clavan, en número de 4 a 6 cerca o dentro de las heridas del puyazo. Estos arpones tienen la facultad de actuar como palanca a cada movimiento del toro horadando y desgarrando todos los músculos del cuello. Cuando un torero se "arrima" no es por amor al arte -constituye incluso un error- sino que pretende enganchar las banderillas para acentuar el efecto palanca y aumentar la hemorragia iniciada por el picador. Los pases de muleta tienen como única finalidad marear y agotar al toro hasta que baje la cabeza lo suficiente para poder matarle. Se mata al toro clavándole una espada entre las vértebras del cuello para llegar al corazón y fulminarle. Esto no ocurre prácticamente nunca. El toro malherido en un pulmón, una arteria o el corazón, agoniza gimiendo lastimosamente y vomitando sangre. Debe ser rematado con la puntilla, un puñal corto destinado a seccionar la medula esPinal, lo cuál, supuestamente, acaba con el sufrimiento del animal. Esto tampoco ocurre así y el toro queda paralizado pero consciente durante todo el proceso de arrastre y posterior despiece. Varios veterinarios, entre ellos un titular de la Plaza de las Ventas y de Colmenar Viejo, han denunciado que además de las lesiones múltiples recibidas durante la faena o de la conocida práctica del afeitado, el toro padece secretas manipulaciones previas destinadas a envalentonar a los mansos (aguarrás en las pezuñas, alfileres en los genitales) o debilitar a los bravos (purgas con sulfato de sosa, sulfato de paralizante en los ojos y algodón en la garganta).
    Finalmente, diversas autopsias y análisis veterinarios practicados en toros después de lidia demuestran que más del 48% de ellos sufrían enfermedades como Tuberculosis, Nefritis múltiples, Echinococosis de hígado e intestinos, Pleuroneumonías, Pleuresías y Peritonitis, entre otras.
    No Te Manches de Sangre - Rechaza la Crueldad de los Ignorantes - LA TORTURA NO ES ARTE NI CULTURA "
    En http://perso.wanadoo.es/blanroj/torotura.htm

    PREGUNTO: ¿son patrañas? (no es la primera vez que leo o escucho sobre esta manera tan "noble" de tratar a los toros)

  14. #14 Rosa-ae 09 de ago. 2006

    Alevín, me encantan tus comparaciones. Tienes razón, viene siendo exactamente lo mismo: en mi casa, sin ir más lejos, los días de Fiesta Irracional nos vestimos todos de gala, y yo, que soy la que oficio, ataviada con mi peineta y mi mantilla española, agarro la centolla y, con un golpe cargado de gracia y maestría, lo lanzo al fondo de una pota de agua hirviendo. Y allí se queda el animal, retorciéndose de dolor durante infinitas horas mientras la concurrencia me jalea el gesto. Al final de la lidia, en vez de comernos al animal, el público me ofrece como trofeo las dos patas de la Pinza.
    ¡Y la cara de dolor que se les pone a los percebes! Y esas gambas, sangrando a borbotones.... Para un alma sensible tiene que ser un espectáculo dantesco!!

  15. #15 Habis 09 de ago. 2006

    Kaerkes pones demasiado enfasis en lo economico como si ello fuese un factor independiente a coinsiderar y no un avatar mismo de la sociedad en la que vivimos. Por otra parte se nota que tampoco has tenido nunca el mas minimo interes en conocer el mudno taurino desde la oPinion de sus protagonistas. Es comun el caso del novillero de extraccion humilde que escala cotas sociales gracias al ejercicio de la tauromaquia, pero también está el caso del adinerado que busca la gloria, del torero retirado que gana mucho mas dinero con sus negocios particulares pero que no resiste volver a los ruedos, del torero viejo que aún torea en las tientas (en una de ellas murió Bienvenida después de haber matado mas de 3600 toros en su vida, ya ves tu) por el simple placer de hacerlo, el joven Belmonte que sacudido por el veneno del toro cruzaba a nado el Guadalquivir para torear en la dehesa de Tablada en bolas, el escritor Fernando Villalón que se arruinó intentando conseguir una ganadería con toros bravos de ojos verdes, el empresario taurino que sabe que su dibnero invertido en otros negocios rendirían más, etc, etc, etc. ¡Por supuesto que hay dinero por medio! Pero invitar a una tia a una copa con el disimulado interes de llevartela al catre no la convierte ni a ella en prostituta, ni a tiu en cliente, ni a un cortejo de mamiferos de edad fertil en una fria transacción financiera.

  16. #16 Habis 09 de ago. 2006

    Rosae, por eso mismo, en mi cultura, los toros no son una salvajada, puede que en la cultura occidental si, o en la europea, o en el rock´n´roll, pero en mi cultura no. Han podido dar lugara a muchos debates a lo largo de la historia, pero hasta hace solo un par de decadas no se ha empezado a acalificar de salvajada a la fiesta de los toros y ello, probablemente, no ha sido más que por el regeneracionismo que trajo la democracia y los gobiernos de izquierdas quienes entendieron que progreso era lo inverso al franquismo, cuando no todo lo que conformó el franquismo era malo ni sepatrable de la cultura española.
    Yo no veo al hotentote salvaje, lo veo diferente. Lo que queria era que Galete me explicara que significa ser salvaje y si ello es intrinsecamente malo. Porque si el veia salvaje al hotentote, a mi no em lo parecen, y si los eramos nosotros, ¿que hace un salvaje diciendo esas cosas?
    Y no, no me aburre que argumentes, aqui estamos para eso (te pones mas guapa cuando argumentas que cuando solo oPinas).

    Eyna, ¿quien es Joaquin Vidal?

  17. #17 Habis 09 de ago. 2006

    Galete, te agradezco mucho tu sinceridad en los elogios, no sabes lo que se echa de menos un poco de elegancia en estos debates acsi siempre acalorados. Sigamos con las confesiones. Habitualmente voy a la plaza 3 0 4 veces en el año (en Sevilla, a veces en otros sitios 1 o 2 mas). No soy un asiduo (si tuviera mas dinero quizas lo fuese), pero me considero 100% aficionado (mi defensa aqui es una buena muestra; ser taurino implica no abandonar la lucha). Ahora bien. El año pasado no pude ir a ninguna corrida por circunstancias varias. También el año pasado le regalé a mi novia por su cumple un gato (mi nick es su nombre) y ya sabes como son estos animales, que escogen el amo. Pues bien a pesar de ser un regalo para ella él se encariñó mucho conmigo y estamos siempre a partir un piñón. No te digo más que si tuviese que nombrar a los 5 mamiferos que mas cariño se han llevado de mí (y soy una persona extremadamente cariñosa), él seguriía escalando puestos en la lista.Honestamente: Lo quiero muchisimo.
    Este año volví a la plaza tras casi 2 años. Estaba encantado con las banderas al viento, el albero recien regado, la manzanilla del mediodia refluyendo en mi sangre, los pundonorosos victorinos en el cartel. No lo acusé ni en el tercio de varas ni en el de banderillas, pero al llegar a la suerte suprema PePin Liria no tenia acierto e hizo sufrir al animal mas de la cuenta, quien tardó un poco en sufrir. Pues bien. Ese condenado gato, esa cosa deliciosamente peluda que me despierta cada mañana con sus relamidos, que me agradece ronroneando cuando le doy langostinos, y que me hace reir y llorar siendo él mismo, ese, hizo de mi, por unos minutos un antitaurino momentáneo. ¿que me estaba pasando? Me había puesto en el lugar del animal. No, no habia olvidado todos los delirios esteticos del pasado, ni la coherencia de mis ideas, simplemente sentí hambre, hambre de compasión. Nunca he hecho sufrir a nadie sin sentir remordimientos. Ahora bien, cuando iba a utilizar la cruceta, el toro largó un derrote al aire y le dió un buen golpe en el brazo a PePin quien se retiró de manera aparatosa. En ese momento pensé "será hijo de puta el toro este". Sí, ese momento de compasion con el animal se habia volatilizado como lo haría el caruiño por mi gato si tuviese que escoger entre él y mi madre. Habia sido sólo un hambre pasajera. Con la sed del vino no paré de beber agua, hasta que tuve que levantarme entre el cuarto y el quinto toro a mear imperiosamente, y mientras lo hacía pensaba: "Primero la compasión y ahora esto".

  18. #18 sastre 09 de ago. 2006

    Hola Habis, no me disgusta tu estilo de llevar la contraria aunque en la mayoría de las ocasiones no comparta tu oPinión como es el caso que nos ocupa.

    Dices y dices bien (o sea, que digo yo que dices bien), que la afición a la tauromaquia es la sublimación de unos instintos, pero ello no lo entiendo como argumento o justificación; eso es solo una chorrada bien escrita, eso sí te lo reconozco.
    Comparar el sufrimiento de un toro con el de una lechuga; venga ya.
    De matar a matar con crueldad hay un abismo; te lo debe parecer hasta a ti; al menos no me llegan las entendederas.
    Que existan muchos aficionados que les mola, ahí te doy la razón, pero están EQUIVOCADOS, y si no demuéstralo con argumentos, no con poesía (aunque sea de agradecer para una más animada lectura).

    Termino: Fumo, sé que me sienta mal (sobre todo en las actividades físicas que practico), me lo dicen las personas de mi entorno familiar, está demostrado científicamente que es fuente de numerosas enfermedades, las leyes me lo prohíben o me lo ponen cada día más difícil, etc., y sin embargo sigo fumando. En fin majo, que te comprendo, pero deja de ir a los toros… que yo voy a dejar de fumar.

  19. #19 Habis 09 de ago. 2006

    Sastre, cual es la diferencia entre la crueldad y lo cruento. Si tu matas a un animal a traves de un complejo ritual, jugandote la vida y pendiente del juicio de miles de personas que pueden censurarte masivamente ¿te da tiempo a ensañarte? Yo creo que no. Repito, es cruento (inevitablemente cruento) pero no cruel. Si no aceptas la comparacion lechuga-toro, ¿por qué he de aceptar yo la comparacuion toro-hombre? No soy un toro, puedo sentir empatia, veneracion, admiración o miedo por un toro, pero no soy un toro.

    Brandan, yo no digo que porque les guste a ellos te tenga que gustar a ti. Digo que el criterio de ellos refuta tu oPinion que le resta valor estetico. Y pienso que le resta porque son consumados artistas que siempre vieron el arte de torear como un arte, y no como una simple tradicon españolista (los tres eran de izquierdas o antifranquistas; curiosamente los tres andaluces -el guiri de adopcion-)

  20. #20 alevin 10 de ago. 2006

    Hola a todos.
    Rosa-ae, tu descripción es similar a la que adjuntabas en tu intervención de ayer a las 00,30 hrs, y con un grado de exageración(aunque tu lo querías hacer, pienso, humorístico)igual. Lée ambas con serenidad y ecuanimidad, comprobaras que son dignas una de la otra. De cualquier modo yo no quería comparar especies, simplemente quería hacerte ver que fácil es proiducir dolor a otros seres y no apercibirnos de ello, tu misma pruebas mi teoría con tus comentarios aunque tú lo justificas con la parafernalia de "terminos culturales" o "razones educacionales". A lo mejor hubieses preferido que te hablase del ciervo asediado por la jauría, ¿se habrían a lo mejor removido un poco más tu entrañas?. Mi educación y posteriormente mi cultura me llevan a procurar no hacer daño a persona o animal, y si por circustancias es necesario evitar la crueldad y mucho menos el ensañamiento, por eso la frase".puesto que eres tú quien defiende el exterminio inútil de otros seres vivientes" sobra (¿dime donde digo yo algo parecido?)

    "A no ser que seas un híbrido marisc-ántropo, y por eso sientas especial afinidad hacia los mariscos"¿Eres tú una Bos-antropo por tu defensa de los toros?. Por favor Rosa-ae, eso se llamat ratar de huir hacia adelante tratando de ridiculizar al interlocutor, te tengo en más valia.....

    ¿Desde cuando el toro es un totem nacional?¿desde que se habla de la "piel de toro", que lo mismo puede ser de buey o de vaca?¿desde que se salvan los anuncios de Osborne?¿desde que la silueta de esos anuncios se pega en los coches o en las camisetas o en las banderitas?(a lo mejor el totem es el "Osborne"...). Y no recuerdo que nadie, no relacionado con el mundo del toro, haya institucionalizado este animal a nivel nacional y ni mucho menos que ha7ya una ley al respecto(por cierto, en Cataluña creo que estan promoviendo el burro), claro que esa afirmación tuya puede venir dada por "los terminos culturales de tu razón educativa"(disculpa , estoy practicando).

    Y hablando de terminos culturales, yo creí que en Galicia el animal totémico era... el marisco(¿a ver si voy a estar engañado?jejejejeje)

    Habis, no te sientas tan solo. ¿Recuerdas la fábula esa del sabio que se preguntaba"¿Habra alguien tan pobre y misero como yo? y al volver la vista vio a otro" sabio"que iba recogiendo las cascaras que el tiraba?. Pues ese segundo "sabio"( y lo pongo entre comillas para que Rosa-ae no me hunda)es mi papel en este foro. Pues sin ser aficionado no puedo menos que sentir una cierta simpatía por tus oPiniones, que me recuerdan las explicaciones de los aficionados que en su tiempo me llevaron a la plaza. Pero por otro lado no estoy conforme con el sufrimiento causado al animal, que cuando la faena es buena es un preciosidad el espectaculo, pero sabes que de esas faenas llevamos unos años que hay pocas, y si muchas de "carniceria".Por ello mi motivo(y creo que es la tercera vez que lo digo)de justificar la "Fiesta Nacional" es la supervivencia del toro de lidia en sí( no me extrañaría que alguíen pensara que serías como justificar la proliferación de las guerras para justificar la existencia de los soldados, pero en fin, mentes calenturientas, no quiero decir nada parecido a eso, )como dijo Alguien "el que tenga oidos para oir que oiga".Así pues. estimado habis, estoy enmedio que es el peor sitio para estar(excepto en un cierto momento). Animo, rapaz

    Paz y bien, a todos

  21. #21 Habis 10 de ago. 2006

    Alevin, me parece respetable tu oPinión. Y es tuya. No tengo mas que decir ahí.

    Si en cambio en lo del tema totemico. No digo que sea el animal más impoirtante de la historia de la cultura española, pero no lo hay mas importante. Si vas al arte parietal, ves toros y bisontes (toros al fin y al cabo). Si vas a Osuna o Salamanca, encontraras esculturas bovinas, cuando Hercules vino a Tartessos, lo hizo para llevarse toros, la dehesa, que es el habitat natural del toro, se extiende (y antes mas) por miles de kilometros por nuestro pais, la piel de toro (da igual que sean toros mas o menos bravos, son toros, es dicifil cazarlo en campo abierto, si te embiste te mata, tiene el mismo vigor sexual...), , dejemos a un lado la fiesta y todas las fiestas que le dan origen , dejemos a un lado los innumerables festejos que tienen al toro o la vaquilla como eje, pero no olvidemos la cantidad de poetas que han cantado la belleza suprema del toro ("por tí es brava la belleza...."), el toro ha sido junto a cristo o la virgen uno de los invitados fijos en las fiestas de cada pueblo, y la mayoria de los españoles votarian por el (o quizas el cerdo iberico) aun no siendo aficionados, del mismo modo que el toro de osborne despertó la simpatía general, y es uno de los principales souveniors que ofrecemos, o del mismo modo que muchos que no han pisado nunca un coso llevan un toro Pintado en la bandera con la que ven la seleccion... En fin, negarle caracter totemico a un animal tan protagonista durante tanto tiempo y bajo tan distintas circunstancias, es ponerse relativista.

  22. #22 Habis 10 de ago. 2006

    No tengo por qué explicarte cuales son mis convicciones (aunque si estuvieses atento te darias cuenta de que casi siempre chocamos en lo mismo), solo te diré que tengo el poder de conviccion de que soy netamente superior a ti en todo lo que por aqui se puede comparar. No hay mas que ver como eludes el enfrentamiento dialectico. No, tu no sabes ir mas alla de tus frases breves pero contundentes, tu no sabes pensar, solo oPinar, eres un alma cansada dentro de un cuerpo desequilibradamente nutrido. Eres como esos programas sensacionalistas que tras media hora de verlos se lleva uno la impresion de que nada hay bello ni bueno, solo pesimismo. Después se da uno cuenta de que el porblema es de la tele.
    Como te escuece ver a alguien mas agil intelectualmente que tu, con valores tan distintos pero tan brillantemente sostenidos. ..
    Pobre...

  23. #23 Habis 10 de ago. 2006

    ¡Mi muy querida y literal Rosae! Por supuesto que no oPino que el toro sea un totem hispano sensu strictu. Es una manera de hablar, No puede habar totems en una sociedad industrial por definicion (ni siquiera en una sociedad neolitica). Solo digo que a lo largo de la historia el toro ha sido el animal mas preesnte en la cultura española.

  24. #24 MARCOVITO 10 de ago. 2006

    Que lástima, pero no tengo tiempo para leeerlo todo, y además no tengo Internet en el retiro de verano ,así que solo dejo unas Pinceladas. En primer lugar Habis me alegro de volver a encontrarte por estos lares, no sé muy bien de que va la cosa, ya entono el mea culpa, pero por lo que he leido en una lectura oblicua que decía un buen amigo mío de Sevilla, Habis tine mi más sincero apoyo, ¡¡¡¡A MI TAMBIÉN ME GUSTAN LOS TOROS!!!!!. Creo que por eso no soy ni un mal nacido, ni siqueira creo tener menos sensibilidad que otras personas, es más creo que tengo una actitud ante la vida de abosluto respeto hacia todas las personas. Lo del totem, ni entro ni salgo, pero lo que es innegable es que en España habrá varias miles de Plazas de Toros, y que existen espectáculos que son mucho más desagradables e irrespetuosos que la llamada fiesta Nacional. Por cierto Kaerkes, tú que estás avezado en estos temas, ¿Tú crees que una raza como la de los Toros de Lidia habría perdurado como raza autoctona simo fuera por el espectáculo de los toros?¿ Tu crees que las cientos de fincas que existen en España destinadas a la crianza del Toro, en Dehesas, se mantendrían en la misma situación siino fuera por el Toro?

  25. #25 Cierzo 11 de ago. 2006

    "Lo de los catalanistas es ganas de joder. Alli ha sido tan totemico como en cualquier otra parte de la peninsula, y si el burro lo ha sido alli, mas lo es en otras zonas donde también el toro lo ha sido. De todos modos una supuesta nación que tiene que ir en busca de un totem para reafirmarse me parece un poco inmaduro."

    pa mi el toro de osborne es el sustituto del aguila de san juan o gallina. A ciertos españoles siempre les ha gustado sentirse identificados con ese animal por la bravura, fuerza, etc. Pero ojo les digas cornudos, que la honra es muy importante.
    Evidentemente cuando hay una batalla de ideas existe una batalla de símbolos, no sé porque te extrañas, Habis.

    Veo que te estás defendiendo bien sobre la tauromaquia y todo ese mundillo, pero la realidad es que la "fiesta" va p'abajo y que no durará muchas más generaciones. Habeis perdido la batalla.

    Que los toros se hayan relacionado con algún tipo de ideología no sé a quien le extraña... la "fiesta nacional" fue abanderada como una de esas tradiciones que representaban la idiosincrasia de España (creo que sabeis en que periodo), no creo que tampoco sorprenda a nadie. Si a eso sumamos que la izquierda a partir de los años 60's (en este pais de una forma más tardía, por motivos evidentes) se conciencia sobre el maltrato animal... pues tenemos varios ingredientes. Incluso Orwell cuando estuvo en la Guerra Civil hablaba de las escasas corridas que se celebraban en el lado republicano ya que la mayoría de los toreros simpatizaban con el bando sublevado, él no sabía la razón, yo tampoco porque la verdad es que es un tema que no me interesa.

    Para mi no es más que un espectaculo cruel, una ceremonia rídicula, con música ridícula, con unos tios vestidos de forma ridícula, y que presenta unos valores ridículos. Pero esto es una oPinión personal.

    Salud

  26. #26 eyna 11 de ago. 2006

    Manuel Prieto Benítez (El Puerto de Santa María, provincia de Cádiz, 1912 — Madrid, 1991). Pintor español además de cartelista y dibujante publicitario. Ha obtenido diversos premios internacionales. Su obra gráfica más conocida es la silueta de toro que servía de anuncio de una famosa firma vinatera portuense, el Toro de Osborne, de 1956.

    Manolo Prieto, fue un reconocido militante del partido comunista (PCE), así pues durante la segunda república española colaboraría de dibujante en la Milicia Popular, la cabecera del quinto regimiento de milicias.


    http://es.wikipedia.org/wiki/Manolo_Prieto

  27. #27 Habis 11 de ago. 2006

    Cierzo, me extraño porque a diferencia de tí, que vives en el siglo XIX, yo vivo en el XXI. Hoy sabemos que paises de distintas lenguas y culturas pueden formar una confederacion pacifica sin perder su identidad, y eso, hasta hace solo 20 años no se sabia.
    Respecto a lo de que la fiesta va para abajo: Jajajajajajaajajaajaja. Cada año hay mas plazas, cada año hay mas espectadores, cada año se lidian mas toros ¿Que parametro utilizas?
    Respecto al apropiamiento de la Fiesta por algun sector ideologico, hay que ser muy ignorante sobre el tema para no saber que los toros tal y como hoy los concebimos, es un espectáculo de raigambre popular, con un heroe popular (los aficionados suelen menospreciar al rejoneador), el unico lugar de España donde durante decadas de dictadura era la mayoria del pueblo a pañuelo alzado los que decidían algo. El poder ha intentado potenciarlos, ha intentado prohibirlos, cambiarlos, etc y etc, y la Fiesta se ha mantebnido bastante intacta a todas esas presiones ¿Por que? Yo te lo digo,. Porque el PUEBLO, la ha sostenido. Respecto a lo de la izquierda y los toros te quito la razon. Los maximos dirigentes de la izquierda desde 1960 hasta ayer mismo han sido no solo no contrarios a la fiesta si no incluso buenos aficionados (Alfonso Guerra v.g.). Si los republicanos no podian hacer corridas (Madrid, Valencia, Bilbao no son plazas menores) no era por una cuestion ideologica, sino perentoria; dese el inicio de la sublevacion la batalla se libró en suelo republicano y la mayoria de dehesas estaban en el bando nacional. Mas de un maqui saldría del refugio y se colaría por la puerta de atrás de la plaza cuando el festejo hubiese comenzado.
    Respecto a la estetica ridicula yo te diré lo que es estetica ridicula: Una comuna okupa, un neohippie en la calle pidiendo limosna mientras maneja unos cachibaches que a nadie interesa, un grupo de sindicalistas sudorosos e iletrados intentando regir los destinos de una empresa que no les pertenece, Castro y Chavez diciendo tonterias, mantener a los 35 oPiniones de los 15, etc, etc.
    La vestimienta no es ridicula, es anacronica, la musica no es ridicula (no lo es, y lo sabes) y los valores (el humanismo, la democracia, la hombría, el esteticismo, el riesgo, el juego con la muerte) tampoco lo son.
    Después de este cumulo de despropositos (oPiniones sin más, aportaciones poco documentadas, sesgos inexplicables), yo me pregunto, ¿No es mas facil que digas simplemente que no te gusta y se acabó? ¿Crees que una oPinion, una sola oPinion, puede aportar algo cuando viene revestida de tan poco arropaje intelectual? En este Gran Mundo de la Tauromaquia (mucho mas grande que ese mundillo anarquista-romantico del que tu vienes), no nos hace falta oir oPiniones, solo escuchar aplausos, abucheos o, como es paradigmatico en mi Plaza, el silencio.

  28. #28 rcg873 11 de ago. 2006

    Hay que diferenciar los encierros con vaquillas y toros de las corridas en sí, son dos cosas disitintas, a mi personalmente me gustan menos los encierros que una corrida de toros, a pesar de que un encierro es menos peligroso para un toro que una corrida, pero en los encierros se ve que los participantes no tienen ni idea de seguridad, se ponen justo delante de los cuernos a correr, y constantemente giran la cabeza hacia atrás y luego tropiezan y caen, y cuando caen se quedan en el sitio, dile a los cientos de participantes que corren a la vez que se aparten que viene un toro, a ver que pasa, ese si es un espectáculo más morboso que artístico.
    Y Rosa, lo racional no siempre tiene que ser lo ético y moralmente correcto, porque si justificáramos las corridas porque no son racionales sería ilógico, las corridas ayudan a la supervivencia de la especie a la vez que la mejoran genéticamente, para algunos esto no es ético, pero sí que es muy racional. El toro de lidia no existiría si no fueran por las corridas, les ocurriría algo muy parecido a lo que ocurre con el burro, que ya quedan pocos y en algunos pueblos como el de Mijas, los utilizan como taxis para los turistas. Querer que todo sea un mundo de rosas y con casitas de chocolate es imposible, eso no existe, la vida va unida a la lucha por sí, y a la competición por la supervivencia. Algo parecido pasó en mi barrio hace 5 años, cuando los vecinos descubrieron atónitos que en las pajareras del portal de sus casas empezaron a faltar los canarios que tenían enjaulados, esos canarios que soltó una persona, al cabo de unos días murieron porque habían nacido enjaulados y no sabían, sobrevivir fuera de la jaula. La mujer que soltó los pájaros no lo sabía, desconocía tal hecho, pero cuando le dijeron eso ya dejó de liberar pájaros enjaulados, era un dato que desconocía. Por eso no puede actuar y oPinar de la misma forma alguien que conoce muy bien las corridas de toros, y alguien completamente ajeno, que conste que a mi no me gustan las corridas de toros, pero no estoy en contra.
    Me llamarás irracional, salvaje, y todo lo que se te pase por la cabeza, pero yo no juzgo los hechos porque me den lástima o por el sufrimiento, intento tener una visión global de todo más científica.

  29. #29 alevin 11 de ago. 2006

    Hola Rosa-ae
    "De cualquier modo yo no quería comparar especies, simplemente quería hacerte ver que fácil es proiducir dolor a otros seres" te repito mi frase de la intervención anterior para que veas que yo no comparo especies(2ª vez que te lo digo), de cualquier forma me da en la nariz de que no lees todo el texto del interlocutor, ya que vuelves siempre sobre las mismas cosas aunque se te hayan ya explicado. Otro ejemplo es lo de "exterminio inútil de otros seres vivientes"¿cuando he dicho yo eso?, te lo pregunto por segunda vez. Por otro lado para tí , aparentemente,todo animal es útil si puede ir a la cazuela(" el marisco en realidad sí que me lo como, y que su muerte, además de no ser inútil...."), lo cierto que declarar utiles a los animales por el solo hecho de poderselos comer o no.....pues te advierto que el rabo de toro esta exquisito(en cambio el marisco no me gusta, ya ves).
    Con arreglo a lo de "defender la solución menos mala", ya ves, sí, y donde tu has visto un argumento pro-taurino, Habis, que es aficionado, en cambio, no lo ha visto, que curioso y por cierto, que es oPinión que no solo sostengo yo en este foro.
    Por último, en lo que respecta a mi "sensibilidad" te remito a que repases cuidadosamente mis intervenciones, si de verdad te interesa el tema, verás que suelo ser bastante claro a la hora de dar la cara, y tambien comprobaras que no es tan "exclusiva" como parece ser la tuya que parece solo te "apenan los mamiferos",( en mi educación he aprendido que hay insectos más "inteligentes" que muchas especies de mamiferos).
    Pero tienes razón , este intercambio ya no nos lleva a ninguna parte más que a "personalizar" un intercambio de oPiniones que iria en desdoro del foro. Por mi vale.Sin acritud.Ya coincideremos en otros foros
    Paz y bien
    P.D..- Lo que te dije del rabo de toro....para chuparse los dedos, palabra, pruebalo si no lo has hecho ya.

  30. #30 Cierzo 11 de ago. 2006

    "Cierzo, me extraño porque a diferencia de tí, que vives en el siglo XIX, yo vivo en el XXI"
    Pues ponte al día porque el maltrato animal no está bien visto en el siglo XXI. Ah sí, es verdad, los neoliberales llamais a esas cosas "daños colaterales".

    "Respecto a lo de que la fiesta va para abajo: Jajajajajajaajajaajaja. Cada año hay mas plazas, cada año hay mas espectadores, cada año se lidian mas toros ¿Que parametro utilizas?"
    Pues será en el sur porque en el norte la gente que se acerca a la treintena y de ahi para abajo, no es la suficiente para ese relevo generacional.

    "Porque el PUEBLO, la ha sostenido"
    La alfabetización del pueblo es directamente proporcional al decaimiento de la fiesta.

    Yo sólo digo que Orwell escribe que había muy pocas corridas en el lado republicano por falta de toreros, no dice nada de los toros, y dice además que la mayoría de los toreros simpatizaban con el lado sublevado y que desconocía la razón. Yo también he dicho que lo desconocía y me parece curioso pero no algo importante para el analisis histórico de un periodo. Lo puedes leer en "Homenaje a Cataluña"


    "yo te diré lo que es estetica ridicula: Una comuna okupa, un neohippie en la calle pidiendo limosna mientras maneja unos cachibaches que a nadie interesa, un grupo de sindicalistas sudorosos e iletrados intentando regir los destinos de una empresa que no les pertenece, Castro y Chavez diciendo tonterias, mantener a los 35 oPiniones de los 15, etc, etc."

    jajajaj ¡¡y tu más!! Por favor Habis, no me vengas con chorradas, el traje de luces y la montera, ¿no son ridículos? ¿quién vive en el XIX? No te voy a entrar al trapo, he dicho que era una oPinión personal, no he intentado que compartas mis gustos. Lo que pasa es que te ha jodido y por eso has tirado a "dar".

    "¿por qué una persona de izquierdas no puede ser catolica y aficionada a los toros? "
    Porque tener ideología no es simplemente echar un voto cada 4 años.

    "los valores (el humanismo, la democracia, la hombría, el esteticismo, el riesgo, el juego con la muerte)"

    En tu lista de valores el "humanismo" no sé donde lo ves. Supongo que es destacar la superioridad del humano sobre el animal, no hay nada de humanismo en esa fiesta.
    "democracia" mmmm jajajjaaj. El que decide es el presidente de la plaza, ¿no? Le podrás abuchear intentar forzar a tomar una decisión, etc Pero ¿quién decide?
    La hombría es un valor ridículo.
    El esteticismo... algo tan subjetivo como el esteticismo no es un valor. Ejemplo, los bombardeos sobre el sur del Libano pueden ser considerados de una gran fuerza estética como Gernika paraa Picasso. El esteticismo es algo que se puede encontrar hasta en el acto de defecación de un perro.
    El riesgo, el riesgo sin un fin necesario en mi pueblo se le llama gilipollez. Que un bombero corra riesgos para salvar una vida puede ser considerado un acto de valentía. El juego con la muerte, ..., jajjaaj Ahora vamos a jugar a clavarnos jeringas con el SIDA a ver si nuestro cuerpo produce anticuerpos o tenemos la mala suerte de reproducir la enfermedad.
    Si esos son los valores del siglo XXI me quedo en el XIX

    Salud

  31. #31 Rosa-ae 11 de ago. 2006

    Rcg: Soy muy consciente de que hablamos de moral, no de razón. Mi única alusión a la Fiesta Irracional fue la de mi esperpéntica “corrida de centolla”. Eres tú quien intenta “racionalizar” las corridas buscándoles ventajas que a lo mejor se podrían obtener sin necesidad de ese espectáculo; eso nunca lo sabremos, porque lo que no fue no fue. Además, yo estoy discutiendo mi oPinión, no juzgando a nadie: si yo digo que es una matanza inútil de un ser viviente y eso te parece salvaje, el juicio es tuyo, no mío (¡¡yo no creo haber llegado tan lejos!!)

    Alevin: porque no compartamos oPiniones no vamos a recurrir al argumento facilón de que no se leen las intervenciones de los demás, vale? Porque a eso podemos jugar todos: si me preguntas por qué considero que haces apología de “la muerte de toros en corridas”, ahí mismito te lo puse: porque lo revistes de no sé que sentido de la nobleza que yo no comparto.
    Y seguimos con el tema de comparar lo que no me parece justo comparar en el mismo plano (primero le di un toque a Falcata en ese sentido: Rosa-ae 08/08/ 16:47:32: Lo que ya es completamente irritante, Falcata, es estar discutiendo sobre un tema y que te salgan: “pues peor es que....” ¿Y qué si es peor? ¿En qué cuestiona eso lo que se está argumentando? Centrémonos!!] y poco después tú mismo insistes aquí: 08/08 20:02:58: que si el tiro de pichón, que si las cacerías, que si las langostas...) La cuestión es, ¿en qué una tropelía puede justificar a otra, sea de igual o diferente calibre éticamente hablando (si te molesta “tropelía”, lo cambias por lo que quieras, que la lógica del argumento permanece). Y el comentario sobre la inteligencia de los mosquitos... ¿qué quieres que te diga??: 1º. es una vuelta a la carga con tus comparaciones, 2º. conoces a alguien que tenga un mosquito como mascota?
    También te lo digo sin acritud, pero esas comparaciones me parece un empeño desesperado por tu parte... y un empeño en no sé qué, por lo demás, porque ni siquiera llego a adivinar qué intentas sostener o demostrar o defender o.... Lo único que sé es que no vienen a cuento, porque el tema es muy otro!!

    Paz y bien, ¡¡por eso que no quede!!

    PS: ya sé que esto es un círculo vicioso, pero yo no sé cómo salir :-)) A no ser que nos repartamos ecuánimemente las orejas, las 3, como buenos colegas. Y pa' ti el rabo, Alevin, que ya dejaste claro que te pirra. Hala!

  32. #32 rcg873 11 de ago. 2006

    La raza de los toros de lidia sólo existen en los países donde existe el toreo, por algo será. Y la ideología no va unida a los toros, yo no soy de derechas ni mi familia es de derechas y a mi abuelo le entusiasman los toros. No se deberían de prohibir en mi oPinión, si dejaran de existir debería de ser porque la gente no va a los tendidos, tratar de imponer una idea porque se desconozca el mundo del toro me parece volver a los tiempos de la dictadura. De todas formas el toreo va en retroceso, y no quedará lejos el día en que nosotros o nuestros hijos vean al toro en un zoológico, si es que sigue existiendo.

  33. #33 rcg873 11 de ago. 2006

    Rosa me parece muy bien y encomiable que defiendas tu oPinión y expongas tu escala de valores y tu moral, pero los demás también tenemos la nuestra y la exponemos de igual modo. Un foro es para eso, para discutir de los temas en cuestión, yo no quiero convencer a nadie de que mi oPinión es mejor y vale más, tú dices la tuya, yo la mía, y luego cada uno argumenta y si el otro quiere pues rectifica o cambia la perspectiva que tenía de un pensamiento, y algo que está tan enquistado en la tradición y en la cultura de mucha gente es muy difícil de eliminar. Y a veces aunque no nos demos cuenta, es peor el remedio que la enfermedad, no sé si me explico bien.

  34. #34 kaerkes 12 de ago. 2006

    Y una advertencia Habis:

    No te pases de listo con la gente que participa en el debate.

    Evita alusiones sobre las características de cada uno. Yo se a que vienes aqui. Nos conocemos hace tiempo. Así que o das tus oPiniones sin tachar al personal como a ti te apetece o te surprimo.

    Ya te he visto en el debate, que aprovechas para provocar reacciones personales. Es cierto que lo sabes hacer muy bien. Sabes provocar con frasecitas claves. Pero no te olvides que en cuanto te detecte alguna te voy a suprimir la intervención entera. Así que tu mismo.

  35. #35 kaerkes 12 de ago. 2006

    Cuanto más leo de este tio más me enciendo.

    Respuesta para Marcovito:

    Mi oPinión sobre la desaparición de la "raza" la he expuesto algo así como quinientas veces.
    Y sobre las dehesas, ya lo comenté en un principio, pero sería deseable que el mantenimiento de esas dehesas en el centro y sur ibérico se mantuvieran con ganado extensivo en general. Ganado de Carne vacuno selecta, cabañas de pórcino ibérico, etc y donde las rentas que generasen esas dehesas repercutieran de una manera más directa en los habitantes de las zonas; cosa que no sucede con las Dehesas de Ganado Bravo, ligadas a terratenientes o a la aristocracia.

    Y para el Habis, tan certero él en la elaboración de perfiles piscosociológicos:

    Siento decirte, pero no eres el único gilipollas que ha pagado por entrar a una plaza de toros para presenciar una corrida. No se que epitetos me dedicarias en mi perfil (si perteneciente a la progresía, pseudointelectual, urbanita ecologistoide, etc); pero solamente comentarte, por darte unas pistas en tus clases de "confeccion" que he asistido a más de 50 corridas de Toros en Plzas Grandes, que soy el primero de mi familia que no se dedica la ganadería, no de brava por supuesto, (que para eso hay que tener apellidos, fincas y mucho dinero o que algún antepasado tuyo se haya dejado follar por algun marques o similiar), que he corrido en los encierros de pamplona 3 veces y otras 70 u 80 en otros pueblos de la mitad norte donde se celebran, y que alguna vez he tenido una vaca brava o un novillo bastante más cerca de lo que me hubiera gustado, concretamente dos veces, sin Pinchazo pero con contunsiones. Que me gusta participar en los encierros. Que es cierto que cuando estás en una plaza se te olvida (o se minimiza) el sufrimiento del animal y que los encierros, si nadie hace putadas a las reses, no causan ese sufrimiento extremo hasta la muerte, sino estrés al toro. Aún así, si me pidieran mi oPinión prohibiría la celebración de ambas cosas: corridas y encierros: las primeras porque hace falta ser muy ingenuo pàra ver arte en esa soplapollez comercial que acaba con la muerte a sablazo (en el mejor de los casos) de un animal agotado y herido previamente y los segundos por el riesgo alto que al que se someten las personas que participan en un encierro.

    Aun así, con mi oPinión por delante dos diferencias notables Norte- Sur.

    El el norte no somos tan sensibles al arte torero ese de chicuelinas, verónicas, banderilleros con la barriga como un tonel y torerillos marcando paquete y hombría para luego entre encomendaciones a la Virgen del Burladero y a la de la Capota, pajillearse con media cuadrilla. La estampa es totalmente dantesca, esos trajes y esa ceremonia privativa tan típica de los andaluces sometidos al señorítismo.
    Esas clases sociales y rangos tan meticulosamente estudiados. Bua!

    En el norte, los encierros esconden otro espíritu mucho más atavico, colectivo y participativo.
    Los toros se sueLtan por la calle LIBRES y GRATIS, y el que lo desea participa en el grado que lo desea. Otra historia distinta. Completamente distinta. Así que ese rollito españolito de la Lidia es más bien el inventito de señoritos del sur en el que se ofrecen jovenes promesas como carnaza de cañón en busca de fortuna y el dorado frente a los pitones de animales de terratenientes y en presencia de autoridades (no olvidemos quien formaba parte de estas autoridades hasta hace dos dias) y de "señoras" de dudosa humanidad cargadas de joyas, peinetas , ambición y prejuicios.



  36. #36 kaerkes 12 de ago. 2006


    El nombre de esta singular raza española proviene de su particular aptitud zootécnica y único destino: la lidia o espectáculo en el que juega el valor, habilidad y riesgo del hombre, frente al ataque, superioridad física y acción instintiva del animal. Aunque tardía aquella denominación está ampliamente difundida entre los ganaderos.

    Oficialmente en España está clasificada como de fomento y a nivel general de raza rara por peculiar especialidad.

    La raza de lidia se forjó en el seno de los troncos bovinos españoles (Ibérico, Turdetano, sin excluir el Cantábrico) por un proceso endogámico con orientaciones de cría totalmente opuestas a las seguidas para la totalidad de la especie bovina desde la domesticación que en vez de retener y perpetuar los individuos más manejables, la elección recaía en los menos predispuestos al yugo y mayormente rebeldes o mejor dotados para festejos.


    En 1905 los ganaderos se organizan y fundan la Unión de criadores de Toros de Lidia (U.C.T.L.) con fines exclusivos de defensa frente a un mercado confuso y abusivo por parte de los empresarios taurinos. Del acierto comercial no hay constancia, como suele ocurrir en este sector, pero sí de su gestión, al conseguir del Estado el reconocimiento oficial y la exclusiva de venta para corridas de toros y novilladas picadas, quedando para los no asociados los demás festejos. Estos buscan también el reconocimiento oficial y forman la llamada Asociación Nacional de Ganaderías de Lidia (A.N.G.L.), después secundada por la Agrupación Española de Reses de Lidia (A.E.R.L.) y Ganaderos de Lidia Unidos (G.L.U.)

    Pilares unitarios, símbolos estructurales y piezas básicas de las Asociaciones son los hierros, que de diseños registrados para marcar las reses a fuego toman el rango señalado y alcanzan valor comercial propio.

    En 1990 las Asociaciones ponen en marcha la gestión del libro genealógico que absorbe el Registro de Nacimientos de Reses de Lidia creado en 1968.


    Y para desmontar el MITO de la antiguedad del Toro de Lidia, ahí van las castas más antiguas que han dado paso a la llamada Rza de Lidia. Evidentemente son las razas autoctonas (las de verdad) de donde salen estas "castas" a las que curiosamente no hacen ni mención.

    Milenarias si, de cojones.

    .
    CASTAS DE ORIGEN DEL TORO DE LIDIA ACTUAL
    Las castas que han dado origen al toro de lidia actual son cinco : Casta Cabrera, Casta Jijona, Casta Navarra, Casta Vazqueña y Casta Vistahermosa.

    I.- Casta Cabrera : Se ignora de donde procedían estos toros, aunque distintas fuentes apuntan a los campos de Tarifa. Los toros de Cabrera eran de gran alzada, largos, agalgados y por lo tanto de mucho peso; con defensas desarrolladas, ágiles en la lidia y de mucha bravura.
    El fundador de la vacada de estas reses cabrereñas fue D. Luis Antonio Cabrera, en Utrera (Sevilla) hacia el año 1730. En 1850 D. Juan Miura adquirió un gran numero de vacas y machos cabrereños. Es por esto que donde hoy se conserva con más pureza la Casta Cabrera es en la ganadería de Miura, donde siguen predominando los toros agalgados, de cuello largo y flexible, y gran alzada.

    II.- Casta Jijona : Dicen los historiadores que en La Mancha, en los agrestes Montes de Toledo, pastaban manadas de ganado vacuno en estado salvaje, y que al comienzo del siglo XVII, D. Juan Sánchez Jijón trasladó muchas de estas reses a Villarubia de Ojos, de donde era vecino, y que mediante una esmerada selección consiguió hacer una ganadería brava, la que llegó a gozar de gran renombre. Eran toros de gran tamaño y astas muy desarrolladas, pero su principal característica era el pelo colorado encendido, por lo que a los toros de esta Pinta se les denomina jijones. Fue muy famosa esta casta hasta finales del siglo XIX, en que empezó a declinar debido a sus numerosos cruces.

    III.- Casta Navarra : La procedencia de estas reses, que en siglo pasado gozaron de un merecidísimo prestigio, se pierde en la más remota antigedad, aunque parece claro que provenía de las distintas vacadas que pastaban en las montañas de Navarra. De todas las vacadas navarras, ninguna llegó a igualar a la del banquero D. Nazario Carriquiri. Eran toros de pequeño tamaño, colorados, ágiles, duros como rocas y de una bravura indomable. Tienen la cabeza pequeña , son chatos, tienen los ojos grandes y saltones, cuello corto y ancho y cuerpo pequeño.
    Daza describe al toro navarro de la siguiente manera : " Aunque son pequeños, en bravura y astucia son demasiado grandes; que los picadores que sin experiencia los ven tan menudos, les llaman torillos de Navarra, pero que después, con el escarmiento llaman señores toros".
    En la actualidad existe un numero muy reducido de vacas de esta casta.

    IV.- Casta Vazqueña : Con reses de procedencia desconocida, fundó esta casta allá por 1750, D. Gregorio Vázquez, en Utrera (Sevilla). Años después se agregaron reses de Cabrera, que le proporcionaron tama&nt ilde;o y peso. A la muerte de D. Gregorio, su hijo se da cuenta que a su ganadería le faltan las características que debe tener un toro de lidia : bravura y nobleza. Tras numerosas odiseas, decide mezclar su ganadería con la del Conde de Vistahermosa, ganadería de reciente creación pero poseedora de las características que le faltaban a la suya. El señor Vázquez logró que el Conde de Vistahermosa le entregase vacas y machos , que proporcionaron el fruto apetecido. Así, la Vazqueña, junto con la Cabrera y Vistahermosa formaron el trio de castas que acapararon la atención del público.
    Los pelos y tipos de la vacada son variados, debido a la cantidad de sangres que participaron en su formación. En general son toros anchos, de muy bonitas hechuras y muy bien encornados. En 1830, a la muerte de D. Vicente José Vázquez, la ganadería se disgrega, adquiriendo el rey Fernando VII la parte más numerosa, que trasladó desde Utrera (Sevilla) hasta Aranjuez (Madrid). Al fallecer el rey en 1833, la real vacada es cedida al Duque de Veragua, quien efectuó cruces con toros jijones. El resto de la ganadería de Vázquez fue adquirida por otros ganaderos y dieron lugar a varias de gran renombre.

    V.- Casta Vistahermosa : Fundada por el Conde de Vistahermosa, quien compró a unos ricos labradores de Dos Hermanas (Sevilla) en 1772 el ganado que poseían. Es la casta que mayores y mejores resultados ha dado. De ella proceden la casi totalidad de las ganaderías de toros bravos actuales, con las que se han llegado a formar distintas estirpes (cosa que no ha pasado con ninguna otra) como son las de Murube, Saltillo, Parladé y Santa Coloma, que si bien proceden de la misma rama son morfológicamente diferentes entre sí.
    Estos toros daban excelentes resultados en todos los tercios de la lidia. Finos de hechuras, de buena y proporcionada cornamenta, bravísimos, ligeros y de gran nobleza.
    En 1821 esta ganadería fue vendida en cinco lotes.



    Resumiendo: antiguedad de las castas de Ganado Bravo:

    SIGLO XVIII. Un poquito después que el Uro creo yo.

    que antiguuuuuuuuuo toooooodo!



  37. #37 Brandan 12 de ago. 2006

    Efectivamente, Kaerkes hace una crítica demoledora, lo que no impide, creo yo, que nadie siga defendiendo sus puntos de vista. Si se acepta la lidia, se acepta la lidia.
    No temáis abusos de poder por parte de Kaerkes, y sí, lo de Habis viene de antiguo.
    Volviendo al asunto, me interesa un poco la personalidad del torero, analizada aquí un poco de pasada. Un detalle:
    Salvador Sánchez Povedano, Frascuelo, donó a finales del XIX para repartir entre los pobres de su pueblo natal, Churriana (Granada), 30.00 reales. Se descontaron de esa cifra 3.000 reales para la reparación de la ermita de la Virgen de la Cabeza. El torero, al enterarse, pagó los 3.000 de su bolsillo y financió el campanario de la iglesia, de proPina.
    No parece una personalidad fachosa y rancia.
    Habrá que empezar a plantearse diversas épocas y actitudes respecto al asunto y analizarlo un poco más fríamente, de otra manera este foro tendrá poco futuro, y es una lástima.
    Con esto del toreo debe pasar como con casi todo, ya no es como antes.

  38. #38 Rosa-ae 12 de ago. 2006

    Hombre, Rcg: a pesar de que no niego que me gustaría (soy así de malvada), yo no me creí nada de ese cuadro que Pintó Kaerkes, porque su intención no parece que fuera esa. Dijo claramente: "Y ya paro, aunque tenía muchas más premisas de esas, tan gustosas de utilizar por parte de alguno en los debates". Si no está insinuando que se desmarca de esas premisas..., entonces le supongo un talento que no tiene. Pero me parece que no es el caso.

  39. #39 kaerkes 12 de ago. 2006

    Bonita ilustración. Yo voy a insertar unas imagenes de las distintas fiestas que se celebran con toros a lo largo de la península. Al fin y al cabo, este foro iba de este asunto y no sobre las Corridas de Toros que lo capitalizan todo. Por cierto, pocos años tienen las plazas de toros que hoy en día en algunos lugares se tienen que alquilar portátiles cuando con cuatro palos y en la plza de los pueblos se montaban buenos jolgorios. Ahora pagan fortunas por el alquiler de estas plazas de cartón Pintado porque está mal visto celebrar vaquillas pero en cambio llevar novilleros segundones de provincias con toda la parafernalia estética que ya conocemos es una cosa muy habitual que hagan determinados ayuntamientos para tirarse el Pingüi. Si los del norte, argumentáis la tradición en la defensa de las corridas de toros, no entiendo como no defendéis este otro tipo de eventos más propios de nuestras latitudes que no las corridas de toros.

    Cortes. Fundamentalmente en Castilla y en Leon.
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    Toros embolados o de fuego. Mitad nororiental. Mediterraneo.
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    Encierros. Mitad norte.
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    Toros enmaromados. Mitad norte.
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    Vaquillas. Mitad norte.
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    Ya sabéis. si es por tradición, no se que narices se hace apoyando las corridas de toros sureñas y aristocráticas.


  40. #40 kaerkes 13 de ago. 2006

    Para enmarcar un poco de que espectáculos estamos hablando ahí pego la Ley 10/1991 sobre espectáculos taurinos.
    ¿recordáis las "charlotadas taurinas " que muchos niños de mi generación nos hemos tenido que tragar como el colmo de lo chistoso y gracioso?. A mis 10 años, me parecían tétricas, inquietantes e inhumanas. Un espectáculo donde se denigraba al toro, al espectador y a los propios "bomberos toreros", entre las carcajadas generales.

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    La legislación vigente (Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos) no parece ser muy tajante a la hora de establecer las diferencias entre las diversas clases de festejos taurinos, ni tampoco en el afán de precisar la nomenclatura específica que debe aplicarse a cada una de las actividades lúdico-festivas que giran alrededor de algún individuo perteneciente a la raza bovina de lidia. Así, en su artículo 2 ("Clases de espectáculos taurinos") establece que "los espectáculos taurinos se clasifican en corridas de toros o de novillos, celebradas en plazas de toros permanentes o habilitadas temporalmente para ello, y en festejos taurinos realizados en tales plazas o en lugares de tránsito público" (apart. 1). Y más adelante, en su artículo 10 ("Otras corridas y fiestas taurinas"), añade que "reglamentariamente, se determinarán las condiciones en que hayan de celebrarse el toreo de rejones, los festivales taurinos con fines benéficos, las becerradas, el toreo cómico y demás espectáculos" (apart. 2), para referirse luego a "los encierros tradicionales de reses bravas, la suelta de reses para fomento y recreo de la afición y el toreo de vaquillas". De todo ello parece desprenderse que a la Ley le interesa, sobre todo, determinar cada clase de espectáculo taurino en función del lugar en donde se verifique, delegando en el Reglamento a la hora de fijar otros requisitos y criterios -tanto de índole técnica como de origen tradicional- que distingan entre sí a unos festejos de otros.

    Por su parte, el Reglamento vigente en la actualidad (4945 Real Decreto 145/1996, de 2 de febrero; por el que se modifica y da nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos), de acuerdo con ese afán de precisión y exhaustividad que le exige su propia naturaleza, dedica un artículo entero a la clasificación de los distintos espectáculos taurinos que pueden celebrarse hoy en día:

    "TÍTULO IV:
    Disposiciones comunes a todos los espectáculos taurinos.

    CAPÍTULO I:
    De las clases de espectáculos taurinos y de los requisitos para su organización y celebración.

    Artículo 25. A los efectos de este Reglamento, los espectáculos y festejos taurinos se clasifican en:

    a) Corridas de toros [...].
    b) Novilladas con picadores [...].
    c) Novilladas sin picadores [...].
    d) Rejoneo [...].
    e) Becerradas [...].
    f) Festivales [...].
    g) Toreo cómico [...].
    h) Espectáculos o festejos populares [...]".

    Siguiendo, pues, las pautas marcadas por la actual reglamentación vigente, a continuación se ofrece un somero repaso de cada una de estas modalidades de espectáculos taurinos, no sin antes advertir que algunos de ellos -los que sobresalen por su frecuencia e importancia- tienen un tratamiento más exhaustivo dentro de su voz correspondiente. Además, se añadirá un último apartado, de extraordinario interés para el aficionado a los toros, que engloba aquellas actividades ganaderas que, por su brillantez, colorido y amenidad (y por la destreza que exigen y el riesgo que comportan) están próximas a la consideración de festejo o espectáculo.


    Las corridas de toros habituales.

    Son aquellos espectáculos taurinos en los que se lidian toros bravos cuya edad está comprendida entre los cuatro y los seis años de edad. La lidia corre a cargo de los profesionales taurinos que han tomado la alternativa, es decir, de aquellos matadores de toros que, tras haber intervenido en un mínimo de veinticinco novilladas picadas, han dejado de ser novilleros desde que se anunciaron en una corrida de toros en compañía de otros matadores ya consagrados.


    Corridas benéficas.

    Son aquellas corridas de toros organizadas con la finalidad expresa de recaudar fondos para alguna obra social. Se diferencian de los festivales en que los toros han de salir al ruedo con las defensas intactas, y los matadores han de hacer el paseíllo vestidos de luces; dicho de otro modo, las corridas benéficas deben desarrollarse siguiendo las normas que establece el Reglamento para cualquier otra corrida normal, sin gozar de las excepciones que afectan a los festivales.

    En algunas ciudades importantes, sobre todo en Madrid, la Corrida de Beneficencia constituye una cita anual de obligado cumplimiento, y goza de un prestigio social que para sí quisieran otras muchas convocatorias, de cualquier índole socio-cultural, que se anuncian amparadas en su supuesto carácter tradicional. Porque la tradición, en el caso de la Corrida de Beneficencia de Madrid, se remonta a la segunda mitad del siglo XVI, cuando el propio Felipe II dispuso que se celebrase anualmente un espectáculo taurino cuyos beneficios habían de proveer las débiles arcas del Hospital General, ubicado entonces junto al Prado de San Jerónimo el Real. El Hospital General era una institución creada para auxiliar a aquellos enfermos cuya pobreza les había imposibilitado para recibir cualquier otro tratamiento médico, y sufragaba malamente sus gastos a partir de las donaciones y concesiones que recibía, o por medio de rentas especiales que le fueron asignadas por la Administración desde Felipe II hasta Carlos II, o, incluso, a través de los impuestos con que se gravaban algunos productos y espectáculos (como los toros y el teatro).

    Con la subida al trono de Felipe V, se reparó en que aquella vieja institución benéfica de los Austria subsistía en medio de una pobreza indecorosa, por lo que el nuevo monarca decretó, en 1743, que se construyera una plaza de madera junto a la Puerta de Alcalá, para que allí se verificasen espectáculos taurinos que pudieran engrosar las arcas del Hospital General. Poco tiempo después, en 1749, Fernando VI ordenó que dicha plaza de madera fuera demolida y sustituida, en el mismo emplazamiento que había ocupado, por otra de obra de fábrica, que fue inaugurada en 1754. Para entonces, ya se había dictado una Real Cédula que reconocía al Hospital General como único propietario de esta plaza, y le facultaba para gestionarla directamente o arrendando su administración a quien creyera oportuno. El 5 de noviembre de 1754, una Real Pragmática vino a corroborar todo cuanto disponía esta Cédula, por donde se echa de ver que la consolidación y reglamentación del toreo moderno (permanentemente ligadas, como es lógico, a la erección de plazas estables) tiene un origen benéfico, circunstancia que hoy en día ignoran u olvidan casi todas las voces antitaurinas.

    El alcance de esta Real Pragmática de Fernando VI queda de sobra demostrado cuando se repara en la dilatada vigencia que tuvo, renovada el 7 de mayo de 1928 por Alfonso XIII. No obstante, desde mediados del siglo XIX se había vuelto a notar que la explotación ordinaria de la plaza no era suficiente para atender todas las necesidades del Hospital General, por lo que, trayendo a la memoria la antigua disposición de Felipe II, se decidió convocar una corrida anual, de carácter extraordinario, cuyos beneficios irían destinados íntegramente a paliar el déficit de aquella benemérita institución sanitaria. Y así, en el año de 1856 se celebró en Madrid la primera Gran Corrida Extraordinaria de la Beneficencia, que desde entonces hasta la fecha (1998), sin cambiar de denominación, se ha venido repitiendo ininterrumpidamente.


    Corridas-concurso.

    Reciben este nombre aquellos espectáculos taurinos convocados para premiar la bravura de uno de los toros que participan en dichos festejos. Generalmente, en una corrida-concurso se lidian seis reses bravas, pertenecientes cada una de ellas a una ganadería distinta; de ahí que el orden de aparición de cada toro en el ruedo venga fijado por la antigüedad de las distintas divisas, sin necesidad de realizar un sorteo que determine el turno en que ha de ser lidiada cada res. Naturalmente, sale en primer lugar el toro perteneciente al hierro más antiguo. Si se inutiliza uno de los toros anunciados, deberá ser sustituido por otro marcado con la misma señal; si ello no es posible, el sobrero que lo reemplace seguirá ocupando el orden del desechado, pero no entrará en concurso.

    Habida cuenta de la importancia que cobra la suerte varas a la hora de probar la bravura de las reses, en una corrida-concurso se adoptan una serie de medidas encaminadas a que el primer tercio se desarrolle en toda su pureza. Así, se delimita con cal la zona diametralmente opuesta a los toriles o chiqueros, para que en ella sean picadas las reses, ya que el toro verdaderamente bravo se arranca hacia el caballo aunque éste se halle en el punto más alejado de la querencia natural de las reses, que es la de chiqueros. Asimismo, para optar al premio de bravura, el toro tendrá que haber acometido al caballo al menos en tres ocasiones; pero si su mucha bravura le sigue impulsando a embestir contra el equino, a partir del cuarto puyazo el picador deberá señalar su acción con unas puyas especiales (las de tienta), en previsión de que un castigo excesivo merme las fuerzas de la res y desluzca su juego en los restantes tercios de la lidia.

    El jurado encargado de determinar la bravura de cada toro y de conceder el premio al morlaco triunfador suele estar formado por aficionados y profesionales relacionados con el mundo del toro (toreros, veterinarios, periodistas), o por los propios mayorales de las ganaderías concurrentes. No obstante, la petición de indulto (si es que algún toro se hace merecedor de tal galardón) corresponde, como en cualquier otra corrida ordinaria, al público asistente, que habrá de manifestarla agitando sus pañuelos cuando el espada se disponga a ejecutar la suerte suprema. Será entonces el Presidente del festejo quien, en función del número de pañuelos, decida si se perdona o no la vida de la res.

    Históricamente, ha tenido un especial protagonismo la corrida-concurso que año tras año, desde el día 11 de septiembre de 1955, se celebra en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, a instancias de don Álvaro Domecq y don José Belmonte. En ella se da la particularidad de que es el ganadero quien, de acuerdo con la decisión del público congregado, solicita el indulto de su propio toro cuando estima que le puede servir para seguir padreando.


    Corridas goyescas.

    Son aquellas en las que los matadores de toros contratados para lidiarlas no visten el traje de luces característico de su oficio y rango, sino que lucen una indumentaria propia de los toreros retratados en los óleos y grabados de don Francisco de Goya y Lucientes. Además de los matadores de toros, en una corrida goyesca están obligados a vestirse a la usanza de dicha época todos los miembros de sus cuadrillas, el personal auxiliar de la plaza y, en general, cualquier persona que ha de aparecer en el ruedo (monosabios, areneros, mulilleros, chulos de toriles y de banderillas, etc.).

    El carácter goyesco de un festejo sólo afecta a la vestimenta de sus protagonistas, ya que la corrida se desarrolla siguiendo las pautas de cualquier otro espectáculo taurino ordinario, y ajustándose a las normas que para ellos establece la reglamentación vigente. A lo sumo, algunos toreros más motivados que otros intentan recuperar, en el transcurso de estos vistosos festejos, algunas suerte antiguas que han caído en desuso; así ocurrió, v. gr., en la corrida goyesca que toreó en solitario en Madrid, el día 2 de mayo de 1996, el espada José Miguel Arroyo Delgado ("Joselito"), en la que el banderillero Manuel Ignacio Ruiz recibió autorización para ejecutar el salto de la garrocha.

    La costumbre de celebrar corridas goyescas es relativamente nueva, ya que la primera de ellas, verificada en Ronda (Málaga), data de 1954. Se eligió como escenario este bello pueblo malacitano no sólo por su ilustre tradición taurina, sino también porque su actual plaza de toros, construida enteramente en piedra y madera, se remonta a 1785. Además de esta tradicional corrida rondeña, en el transcurso de cada temporada hay citas fijas con otras ilustres corridas goyescas, como las celebradas en septiembre en la plaza de toros de Aranjuez (donde también el pueblo suele acudir ataviado a la usanza del siglo XVIII), y en la plaza Monumental de Las Ventas, el día 2 de mayo, para festejar las fiestas de la Comunidad de Madrid. Hace unas décadas, gozó de gran renombre la que cada año organizaba el Círculo de Bellas Artes de la capital de España.


    Corridas landesas (o vasco-landesas).

    Son aquellas que se celebran desde tiempos remotos en la región francesa de Las Landas, con toros embolados como protagonistas, aunque también se recurre a vacas y a bueyes de menor bravura que el ganado de lidia. Los aficionados que actúan en ellas limitan sus intervenciones a quebrar la acometida del toro y, especialmente, a saltarlo de cabo a rabo. Al igual que sucede con los distintos pases del toreo normal, las diversas modalidades de salto que se dan en la corrida landesa están registradas por su propio nombre (a pies juntos, mortal, torinquete, etc.).


    Corridas mixtas.

    Son aquellas en las que interviene uno o más rejoneadores al lado de uno o más matadores de toros, o aquellas en las que se anuncian en los carteles toreros y novilleros, para lidiar, según corresponda a cada cual, toros y novillos. En las corridas mixtas de rejones, suelen anunciarse dos toreros de a pie y un caballero rejoneador, que está encargado de romper plaza, es decir, de intervenir en primer lugar.


    Corridas nocturnas.

    Como su propio nombre indica, son las que se celebran por la noche, merced a las instalaciones eléctricas de las plazas actuales. Entran en este apartado de corridas porque reciben dicho nombre genérico (corridas nocturnas), si bien este apelativo engloba cualquier suerte de espectáculo taurino que se verifica por la noche; de hecho, suele tratarse más bien de becerradas, toreo cómico o novilladas en las que se ofrece una oportunidad a los novilleros más noveles. Es raro que una corrida seria tenga lugar en horas nocturnas, ya que el aficionado taurino las prefiere vespertinas y, excepcionalmente, por la mañana.

    Lógicamente, no hubo corridas nocturnas hasta que no se introdujo en las plazas de toros la iluminación eléctrica. Según cuenta don José María de Cossío en su monumental obra Los Toros, las más antiguas de las que han quedado noticias se verificaron en Madrid, en el verano de 1879, durante el cual se anunciaron algunas en la placita llamada de los Campos Elíseos, bajo la luz de unos focos que, según los carteles de entonces, eran "tan potentes como los de la Puerta del Sol". Se trataba, desde luego, más bien de novilladas o becerradas; pero despertaron tanto interés en la afición que, en varias de ellas, fue necesario el concurso de la Guardia Civil , ante los desórdenes originados por el exceso de espectadores. Al margen de estos antecedentes, en Madrid la primera corrida nocturna seria no tuvo lugar hasta el 3 de julio de 1915, fecha en la que se ofreció un festejo de estas características en la plaza de la carretera de Aragón (ubicada donde hoy se levanta el Palacio de los Deportes).

    En la última década del siglo XX se ha recuperado en Madrid, en la plaza Monumental de Las Ventas, la vieja tradición de organizar algunas novilladas veraniegas nocturnas en las que se ofrece la oportunidad de presentarse ante la primera afición del mundo a los novilleros principiantes que, de otra forma, tendrían muchas dificultades para hacer el paseíllo en la Villa y Corte. Suelen programarse los sábados del mes de julio, a las diez de la noche.


    Corridas de plaza partida.

    Los intentos por dotar de amenidad a un espectáculo que aún no estaba reglamentado ni organizado dieron origen, en pleno siglo XVIII, al nacimiento de una tan vistosa como peregrina clase de corrida: la división de plaza o plaza partida. Para celebrar este tipo de festejos, se dividía el ruedo en dos mitades iguales, fijando una barrera diametral de madera que tenía la misma altura y el mismo color que la barrera ordinaria. El divertimento de la afición parecía incrementarse al contemplar dos lidias simultáneas, una en cada semicírculo de la plaza; porque, al margen de que el interés de cualquiera de ellas podía hacer olvidar el aburrimiento que, simultáneamente, estaba provocando la otra, lo cierto es que el público encontraba gracioso que un torero apurado por la embestida de un toro se viera obligado a saltar una barrera que, tal vez, ocultaba detrás otro peligro mayor. Además, la costumbre exigía que la lidia ejecutada en cada mitad de la plaza se desarrollase a la par que la efectuada en la parte contigua, con lo que se producían cambios de tercio inapropiados y ejecuciones de suertes que no se ajustaban a la lidia reclamada por las condiciones del astado. De ahí que esta clase de espectáculos taurinos, que estuvo en boga hasta bien entrado el siglo XIX, fuera considerada como divertimento del público desinformado, antes que corridas serias del gusto de los aficionados cabales (de hecho, más que corridas solían ser novilladas en la que se anunciaban maletillas de escaso o nulo renombre). Y se llegó, en un alarde de mal gusto taurino que venía a preludiar las posteriores charlotadas, a dividir una plaza en cuatro partes; ocurrió en 1810, en una corrida partida organizada por la Administración de José Bonaparte, en la que se lidiaron simultáneamente cuatro novillos.

    Estas funciones solían organizarse como colofón de una corrida seria, de donde nació otra diversión que era muy del agrado del público, consistente en aplaudir o censurar la rapidez o tardanza de los carPinteros a la hora de levantar la barrera divisoria. Con todo, el regocijo más celebrado se producía cuando un toro saltaba las tablas provisionales y venía a caer junto a la cuadrilla que estaba sólo atenta a la lidia de la res que le había tocado en suerte.

    Si había en la plaza una terna de toreros, el coletudo de mayor antigüedad e importancia (en términos de aquellos tiempos, el primer espada) se ocupaba de la lidia y muerte de los toros que salían en la parte seria del espectáculo (es decir, antes de haberse dividido la plaza). Posteriormente, se quedaba al cuidado de las cuadrillas que intervenían al mismo tiempo en cada mitad del redondel, y actuaba allí donde estimaba que era más necesario su concurso. Respecto a los espadas restantes, cabe señalar que incluso en este tipo de festejos (más próximos al toreo bufo que a la seriedad de una corrida de toros) se seguía observando el respeto por las jerarquías, por lo que el matador más antiguo toreaba en la mitad del ruedo que recibía el beneficio de la sombra, mientras que el tercero en discordia lanceaba bajo los rayos del sol.


    Corrida de la Prensa.

    Viene a este artículo, con apartado propio, porque en muchas ciudades se ha convertido en una cita anual de tanta tradición como la procesión del Corpus o las uvas de Nochevieja. Se trata de una corrida de toros extraordinaria, dentro de la temporada taurina de cada plaza, que se desarrolla sujeta a las mismas disposiciones reglamentarias que rigen para cualquier otro festejo; sin embargo, su organización (ajuste de toros, contratación de toreros, publicidad, etc.) queda en manos de la Asociación de la Prensa local, que a la postre recoge las ganancias generadas por el festejo y las dedica a su obra benéfica.

    Entre todas las corridas de la Prensa que se convocan anualmente en el planeta de los toros, sobresale por su antigüedad, implantación e importancia la que viene celebrándose en Madrid desde el año de 1900, primero en la vieja plaza de la carretera de Aragón (hasta 1934) y después en la Monumental de Las Ventas. Constituyeron una excepción las de las temporadas de 1908, 1909 y 1910, que tuvieron lugar en la plaza de Vista Alegre, y la de 1963, que fue una novillada celebrada en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes. En 1937, en plena Guerra Civil, no hubo corrida de la Prensa en Madrid; sin embargo, en 1938, para recuperar la perdida y mantener viva la tradición, los periodistas madrileños convocaron dos, una en Burgos y otra en Zaragoza.

    En la primera corrida de la Prensa que se organizó, celebrada en Madrid el día 20 de junio del referido año, hicieron el paseíllo los espadas Luis Mazzantini y Eguía, Antonio Fuentes y Zurita, Emilio Torres Reina ("Bomba") y José García Rodríguez ("El Algabeño"), quienes dieron cuenta de un encierro perteneciente a la vacada del marqués de Saltillo.

    Aunque no tiene una fecha fija de celebración, hasta hace unos años solía verificarse a los pocos días de que concluyera la Feria de San Isidro, para incluir en sus carteles a los triunfadores del ciclo isidril, como ocurre con la corrida de Beneficencia. Actualmente (1998), se suele programar en medio de las corridas anunciadas para dicha feria, pero excluida de las entradas a que da derecho el abono.


    Corridas de prueba.

    Cuando, a partir de 1814, se extendió la costumbre de reducir la duración de las corridas de toros, que hasta entonces duraban un día entero, a medias corridas (véase, más abajo, el apartado dedicado a este tipo de función taurina), quedó entre los aficionados el deseo de rellenar de alguna manera el tiempo que, por la mañana, acostumbraban a dedicar a los toros. De ahí que se optara, en los pueblos y capitales de menor relieve taurino, por dar suelta durante la mañana a las reses que, por la tarde, habían de ser despachadas en aquella misma plaza, para que, so pretexto de probar sus condiciones, el entretenimiento taurino matinal quedase también garantizado.

    En Madrid, Sevilla y otras plazas de primera categoría se intentó también rellenar este vacío matutino con la programación de corridas de prueba, pero evitando siempre que los toros cuya lidia estuviera prevista por la tarde fueran probados (es decir, toreados y enseñados) por la mañana. Para ello, se tomó por costumbre que el ganadero cuyas reses estaban anunciadas en una corrida vespertina llevara a la plaza, en la mañana de aquel mismo día, otros toros suyos que bien podían anticipar algunas de las condiciones de sus hermanos de vacada. Así nacieron las corridas de prueba, de las que ya sólo quedan lejanos residuos en algunos pueblos castellanos y navarros, en los que la suelta o desencajonamiento de las reses que van a ser lidiadas por la tarde se efectúa por la mañana en la misma plaza, para que la afición examine a priori las condiciones del ganado. Y una vez que el ganado ha sido desencajonado en plena plaza, nunca falta un aficionado práctico que se aventura a hacer algún recorte o a pegar algún mantazo.


    Corridas-toradas.

    Las celebradas en Portugal (torada es lusismo por 'corrida') o al estilo portugués, es decir, sin dar muerte a los toros en la plaza, al acabar la lidia. También se aplica en algunos lugares a las corridas de rejones, por la gran afición del pueblo lusitano al toreo ecuestre.





    Medias corridas.

    Desde el segundo tercio del siglo XVIII, tanto en la plaza de Sevilla como en la de Madrid (es decir, en las dos "cámaras" donde se fueron "redactando" las leyes del toreo moderno) se venían celebrando corridas de toros que duraban un día entero. En la capital andaluza, menos exigente con la pureza de las suertes y con la obligada ejecución de cada una de ellas, se lidiaban y mataban en cada festejo más de veinte toros bravos, a razón de diez por la mañana y otros diez -o alguno más- por la tarde; en Madrid, donde la lidia era más compleja, se despachaba, por norma general, un máximo de dieciocho reses, cifra que poco a poco se fue reduciendo a doce, a razón de seis matutinas y seis vespertinas. En el resto de las plazas españolas, dotadas de menos recursos, sólo había toros por las tardes.

    A partir de 1814, tanto en Madrid como en Sevilla se empezó a suprimir la parte matinal del festejo, dejándolo reducido a una función vespertina que recibió el nombre de media corrida. Se trata del origen remoto, claro está, de la corrida de toros actual, y de otra clase de espectáculo taurino que, aunque hoy ya ha desaparecido, tuvo mucha aceptación entre los aficionados de la primera mitad del siglo XIX: la corrida de prueba (acerca de ella, véase una información más detallada en este mismo artículo, en su lugar alfabético correspondiente).


    Novilladas.

    Hasta finales del siglo XIX, con el nombre común de novillada se aludía a cualquier espectáculo taurino celebrado en las plazas públicas de cualquier pueblo o ciudad pequeña; es decir, que la voz venía a ser sinónimo de 'festejo menor' o 'corrida menos importante que las celebradas en plazas de primera categoría'. Pero a partir de 1880 se empezaron a celebrar espectáculos taurinos en los que las reses anunciadas, aunque aún no hubieran alcanzado los cuatro años de edad, eran lidiadas exactamente igual que en una corrida de toros. De aquellos espectáculos proceden, por línea directa, las novilladas actuales, que cumplen la función de facilitar el aprendizaje práctico de los que empiezan a abrirse un hueco en la dura senda del toreo profesional.

    Aunque el requisito principal, común a ambas, es la exigencia de que las reses lidiadas sean menores de cuatro años, el Reglamento actual hace una distinción explícita entre novilladas picadas y novilladas sin picadores.


    Novilladas con picadores o novilladas picadas.

    Son aquellos espectáculos taurinos en los que se lidian y matan reses bravas cuya edad pasa de los tres años pero no alcanza los cuatro. Como excepción, la actual reglamentación vigente permite lidiar reses de edad superior cuando se trate de desechos de tienta, es decir, de individuos de la raza bovina de lidia que, en su día, no fueron seleccionados para ser lidiados en corridas de toros porque presentaban malformaciones en su cornamenta (mogones, hormigones, etc.); en tales casos, en los que suele salir de chiqueros lo que en la jerga taurina se conoce como novillo-toro, es obligado anunciar en los carteles que el ganado procede del desecho de tienta. En las plazas de toros de primera categoría, el peso de los novillos no podrá sobrepasar los 540 kilos; en las de segunda categoría, los 515; y en las de tercera y portátiles, los 270 en canal.

    Según dispone el Reglamento, las novilladas con picadores han de verificarse siguiendo las mismas normas que regulan la corrida de toros, con la única salvedad de que los profesionales taurinos que intervienen en ellas, por un lado, no pueden haber tomado la alternativa, y, por otra parte, han de haber acreditado su participación en al menos diez novilladas sin picadores.


    Novilladas sin picadores.

    Son aquellos espectáculos taurinos en los que se lidian y matan reses bravas que han cumplido los dos años de edad y no han sobrepasado los tres. Como su propio nombre indica, la principal característica de estos festejos estriba en que se verifican sin el concurso de los varilargueros, es decir, que en ellos no se pica a los novillos lidiados. Los oficiantes en estos espectáculos han de cumplir, al menos, uno de los siguientes requisitos:

    a) Haber sido alumno de una escuela de tauromaquia durante un plazo de tiempo equivalente o superior a un año.

    b) Haber sido presentado por alguna asociación de profesionales taurinos legalmente constituida.

    c) Haber sido presentado por algún profesional del toreo o por algún ganadero oficialmente inscritos en los Registros legales de sus respectivas profesiones, los cuales podrán dar fe de la preparación y conocimientos que facultan al candidato para intervenir en este tipo de novilladas.

    Es importante reseñar, que, habida cuenta de su finalidad específica (son ejercicios de aprendizaje), en las novilladas sin picadores está permitido que las reses salgan al ruedo con las astas manipuladas.

    Corridas de Rejones.

    Son aquéllos espectáculos taurinos en los que la lidia de reses bravas (que pueden ser toros o novillos) ha de efectuarse a caballo, siguiendo las normas que, según los usos tradicionales, prescribe el actual Reglamento. Los caballeros rejoneadores anunciados para lidiar y matar toros bravos tendrán que haber recibido la alternativa de manos de otro rejoneador ya consagrado; para acceder a este derecho, deberán haber intervenido, al menos, en veinte festejos de rejones en los que se hayan lidiado novillos. Por su parte, los rejoneadores noveles, para anunciarse en novilladas de rejones, habrán de cumplir al menos uno de los tres requisitos que se exige a los novilleros de a pie para participar en novilladas sin picadores.

    La reglamentación vigente permite el afeitado de las astas de los toros bravos anunciados en un espectáculo del noble Arte del Rejoneo. Sin embargo, esta manipulación de las defensas no es obligatoria, por lo que cualquier rejoneador puede exigir que sus enemigos salgan al ruedo "en puntas", como se dice en la jerga taurina para aludir a las reses cuya cornamenta no ha sido alterada. Por desgracia para los buenos aficionados (que siempre desean contemplar el toro íntegro), los rejoneadores de hogaño no suelen exigir este derecho.

    Los caballeros rejoneadores pueden hacerse acompañar de dos subalternos de a pie, encargados de auxiliarle, si fuera necesario, con la mera ayuda de un capote. Pero la lidia y muerte del morlaco deben darlas desde su silla de montar, sin permitir que sus peones se excedan en su cometido. El reglamento estipula también el número de rejones y farpas (es decir, banderillas) que pueden clavar a la res (no más de tres, en cada caso), y permite que echen pie a tierra, a la hora de ejecutar la suerte suprema, si se ven incapaces de despenar al toro desde su montura (para ello, deberán haber consumado, al menos, dos intentos de clavar el rejón de muerte).

    Aunque también pueden participar en corridas mixtas (véase, más arriba, el apartado dedicado a ellas), lo más habitual es que los caballeros rejoneadores se anuncien en festejos en los que sólo se ejercita el noble Arte del Rejoneo. Habitualmente, se trata de carteles compuestos por cuatro rejoneadores, que se distribuyen la lidia y muerte de seis toros -o novillos- de la siguiente manera: empezando por el de caballero de mayor antigüedad, cada uno de ellos lidia y mata en solitario a un toro; los dos restantes son lidiados por colleras (es decir, en parejas), de manera tal que el quinto toro se enfrenta en la plaza con dos jinetes, y el sexto se las ve con la pareja restante.

    Cada rejoneador ha de acudir a la plaza en la que está anunciada su actuación acompañado de un número de caballos superior en uno al número de reses que debe lidiar (aunque puede llevar más, si lo desea). Cada equino está especializado en una faceta de la lidia ecuestre, por lo que es habitual que los jinetes cambien varias veces de montura en el transcurso de la lidia de un mismo toro, en función de las suertes que corresponda ejecutar.


    Becerradas.

    Son aquellos espectáculos taurinos en los que se lidian machos de la raza bovina de lidia que no han alcanzado aún los dos años de edad (es importante que sean machos, porque las funciones taurinas que giran alrededor de vacas bravas entran en el último apartado de esta clasificación, el relativo a los festejos populares). La reglamentación vigente permite que en las becerradas intervengan, indistintamente, profesionales del toreo y simples aficionados al Arte de Cúchares, pero exige, en cambio, que siempre se halle presente, en calidad de director de lidia, un matador de toros que haya tomado la alternativa, un novillero que haya toreado novilladas con picadores, o un banderillero que haya actuado, al menos, en veinte novilladas picadas.

    Cuando las astas de las reses anunciadas en una becerrada "impliquen grave riesgo" (según una imprecisa disposición del Reglamento vigente), podrán ser manipuladas o emboladas. Por lo general, las becerradas suelen organizarse con uno de estos tres fines concretos: para dar la oportunidad de torear a los aficionados que deseen intervenir en ellas, para facilitar el aprendizaje y entrenamiento de las jóvenes promesas del toreo (sobre todo, en las escuelas de tauromaquia), o para que la intervención de renombrados profesionales del toreo dé lugar a una cuantiosa recaudación destinada a obras benéficas.

    Antiguamente, era frecuente la organización de becerradas por parte de un gremio de trabajadores, funciones en las que sólo podían saltar al ruedo los profesionales adscritos a dicho gremio; asimismo, en la segunda mitad de siglo XIX y a comienzos del XX tuvieron una notabilísima aceptación las becerradas convocadas para anunciar en sus carteles cuadrillas de niños toreros.


    Festivales.

    Son aquellos espectáculos taurinos benéficos en los que se lidian reses despuntadas, es decir, toros o novillos cuyos pitones han sido manipulados para que resulten menos peligrosos. Estos festejos, que han de tener siempre una finalidad benéfica (generalmente, se organizan para socorrer a una institución o un torero necesitados, o a la familia de un coletudo malogrado), han de ceñirse a lo legislado para cualquier otro espectáculo taurino en el que se lidien reses de la misma edad que las anunciadas en cada uno ellos.

    En un mismo festival se pueden anunciar reses bravas de cualquier edad (siempre que sean machos), ya que el cartel puede estar compuesto por matadores de toros, novilleros y becerristas. La cuadrilla de cada profesional taurino que se brinde a participar en un festival deberá constar de un número de banderilleros superior en una unidad a la cantidad de reses que ha de lidiar el susodicho profesional; asimismo, en el caso de que sea un festejo picado, habrá de incluir un varilarguero por cada res que tenga que despachar.

    Como característica externa, los festivales presentan la particularidad de que los profesionales taurinos que intervienen en ellos (así como los miembros de sus cuadrillas) no pueden vestir el habitual traje de luces, sino que están obligados a exhibir indumentaria campera (es decir, el traje corto que suelen usar los criadores de reses bravas).

    Dada la finalidad benéfica que da carta de naturaleza a un festival, se exige a sus organizadores que, a la hora de solicitar el permiso necesario para su convocatoria, aporten un detallado avance de los gastos previstos; posteriormente, y sin rebasar el plazo de las cuarenta y ocho horas siguientes a la finalización del festejo, es obligado que presenten ante el Gobierno Civil correspondiente los justificantes de los beneficios entregados a sus destinatarios.


    Toreo cómico.

    Forman parte del llamado toreo cómico (o bufo) aquellos espectáculos taurinos en los que se efectúa una parodia o pantomima del Arte de Cúchares y sus distintas modalidades, desde la corrida de toros hasta el toreo ecuestre. La reglamentación actual exige que las reses lidiadas en espectáculos cómico-taurinos no sobrepasen nunca los dos años de edad; además, prohíbe expresa y tajantemente no sólo que se les mate en la plaza, sino también que se les inflija "daños cruentos". Debido a ello, está también prohibida la inclusión del toreo bufo en aquellos carteles en los que se anuncie, conjuntamente, algún otro espectáculo taurino que implique la muerte de las reses lidiadas.

    Aunque el toreo cómico es tan antiguo como el sentido del humor y la capacidad satírica del género humano, el espectáculo bufo por excelencia, conocido como charlotada, nació a comienzos del siglo XX, cuando el empresario Eduardo Pagés tuvo la ocurrencia de anunciar la intervención de "Charlot" en un festival benéfico. Corría, a la sazón, el año de 1916, fecha en la que el famoso director y actor londinense Charles Chaplin había hecho universalmente famoso su genial personaje; así que el joven novillero catalán Carmelo Tusquellas Forcén apareció en el ruedo ataviado a la manera de "Charlot" (procurando, además, remedar sus movimientos y expresiones), para intentar atraer de esta manera no sólo a los aficionados al Arte de Cúchares, sino a cuantas personas se habían familiarizado con la creación de aquel célebre cineasta. El éxito fue inmediato, por lo que enseguida reapareció "Charlot" acompañado de una esperpéntica cuadrilla, "Charlot, Chispa y su Botones", que muy pronto daría paso a la definitiva formación de "Charlot, Llapisera y su Botones". La irrupción de Rafael Dutrús Zamora ("Llapisera") consolidó firmemente el subgénero cómico de la charlotada, hasta el punto de que este nombre sirve desde entonces para designar cualquier espectáculo donde se ofrecen muestras de toreo cómico.

    Unos años después, el cántabro Pablo Celis Cuevas creó otro personaje de imborrable recuerdo en la historia del toreo bufo, "El Bombero torero", dentro de cuya piel protagonizó un espectáculo que extendió su enorme éxito por toda España y por varios países hispanoamericanos. La posterior contratación de enanos, muy aplaudidos tanto por su gracia como por su valor, vino a conformar una representación tragicómica, a caballo entre la grandeza y lo grotesco, más propia de la Corte de los Austria que de la sensibilidad y la estética de este fin de milenio.


    Festejos populares.

    Son aquellos espectáculos en los que se juegan o corren reses bovinas de lidia según los usos tradicionales del lugar en que se verifican. La reglamentación vigente es muy rigurosa a la hora de fijar los requisitos necesarios para que los festejos de esta índole puedan celebrarse en la actualidad, en previsión de los desmanes que antaño se cometían contra las reses corridas, y de los graves riesgos que amenazaban a los aficionados participantes en ellos.

    Así, es imprescindible presentar una solicitud de autorización ante el Gobierno Civil correspondiente, acompañada de la siguiente documentación:

    a) Una memoria que acredite el carácter tradicional del festejo que se quiere organizar, con un informe favorable del Ayuntamiento del lugar en donde ha de verificarse.

    b) Un certificado que garantice la seguridad y solidez de las instalaciones (plazas portátiles, vallado de los encierros, etc.), firmado por un arquitecto o un aparejador.

    c) Un certificado que garantice la disponibilidad y preparación del equipo médico y las instalaciones sanitarias. El Reglamento exige que, una hora antes del comienzo del festejo, el jefe del equipo médico compruebe la presencia del resto del personal sanitario y de "una ambulancia equipada con los elementos precisos para el traslado de heridos o accidentados". Si faltare en el lugar del festejo el médico o la ambulancia, la Autoridad debe impedir su celebración.

    d) Certificaciones del Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia, en las que se acredita la filiación de las reses que han de ser lidiadas o corridas.

    e) Una "póliza de seguro colectivo por la cuantía suficiente para cubrir cualquier riesgo o accidente que con motivo del festejo pudiera producirse" (art. 91.1).

    f) La contratación de un profesional taurino que actúe en calidad de director de lidia. Debe tratarse de un torero que haya tomado la alternativa, un novillero que haya intervenido en novilladas con picadores, o un banderillero que puede acreditar su participación en al menos veinte novilladas picadas. Este director de lidia deberá estar auxiliado por un mínimo de "tres colaboradores voluntarios capacitados, debidamente acreditados" (art. 91.4), cuyo número se eleva a un mínimo de diez si el festejo popular consiste en un encierro.

    Asimismo, la reglamentación regula las funciones del Ayuntamiento y sus agentes municipales, encargados de velar en todo momento por el orden, de examinar el óptimo acondicionamiento de las vías urbanas por las que ha de transcurrir el festejo, y de impedir el maltrato injustificado de las reses; además, regula las funciones de un servicio de veterinarios, que ha de reconocer el estado sanitario de las reses, comprobar la veracidad de sus certificados, y acreditar que el ganado cumple los requisitos exigidos en la categoría del festejo anunciado; por último, la legislación también dispone que las reses jugadas o corridas sean sacrificadas al finalizar el espectáculo, fuera de la vista del público.

    Entre los festejos populares más sobresalientes en la actualidad, conviene destacar la enorme relevancia que siguen teniendo las capeas y los encierros, espectáculos que en casi todas las localidades donde se celebran tradicionalmente constituyen el "plato fuerte" del programa de fiestas.


    Capeas.

    Son aquellos festejos populares organizados para el toreo de los aficionados de un lugar, en los que se utiliza todo tipo de individuos pertenecientes a la raza bovina de lidia, sean machos o hembras, desde vaquillas que apenas lucen cornamenta (destinadas al divertimento y la ejercitación de niños y mujeres), hasta toros de avanzada edad, excesiva romana y aparatosa cornamenta. En algunos lugares, el desarrollo del festejo se conduce de forma anárquica y desordenada, manifiesta desde la conducción y suelta de las reses hasta el momento de su sacrificio; pero, en la mayor parte de las localidades, cada capea se sujeta a unas reglas no escritas que se han ido fijando a través de un proceso de tradición secular, "reglamento" que, en cada pueblo o ciudad, puede llegar a ser más riguroso (y, sin duda, más respetado) que el promulgado por la Administración Pública. Así , se han ido configurando diversas modalidades de juegos taurinos para aficionados (el toro de fuego, el toro del aguardiente, el toro embolado, el toro enmaromado, etc.) que convierten la capea en una de las manifestaciones antropológicas de mayor estima.

    Encierros.

    Son aquellos festejos taurinos populares consistentes en la conducción de reses bravas desde las dehesas o corrales situados en las afueras de una población, hasta la plaza en la que han de ser lidiadas y estoqueadas. Naturalmente, lo que hoy es un mero entretenimiento (aunque, tal vez, el que mayores riesgos entraña para el aficionado) obedecía, antaño, a una necesidad, ya que no resultaba sencillo encerrar a los toros en los corrales de las plazas. Con la ayuda de paradas de cabestros, o en carretas habilitadas para tal fin, se podía conducir a los toros apartados para una corrida desde su ganadería hasta las puertas del lugar; pero, una vez allí, había que dejarlos en corrales o dehesas vecinas, despejar y vallar las calles por donde habían de pasar para llegar a la plaza, y conducirlos para que no se dispersaran o extraviaran por el resto de las calles de la localidad, evitando siempre, en la medida de lo posible, el servirse de algún engaño que pudiera avisar a los toros y dejarlos ya toreados para la corrida. Los mayorales y pastores que habían traído el conjunto de reses desde la ganadería se encargaban de citar a cuerpo limpio a las reses, ejercicio con el que pronto llegaron a familiarizarse los mozos del lugar. Este fue el origen de los encierros actuales, que hoy en día constituyen una de las tradiciones más ricas de los pueblos y ciudades que aún los conservan; y hasta tal punto está arraigada esta costumbre, que en no pocos lugares el intento de abolirla por parte de las autoridades civiles ha dado pie a auténticas rebeliones de la población.


    Actividades ganaderas contempladas como espectáculos taurinos.

    Aunque no se convocan ni realizan con una finalidad lúdica que las incluya dentro de los espectáculos taurinos propiamente dichos, hay una serie de actividades ganaderas cuya vistosidad y emoción (unidas a la destreza que exigen a sus oficiantes) atraen la atención de los buenos aficionados, que acuden a contemplarlas como si de un festejo taurino se tratase.


    Tienta.

    Se llama así al conjunto de pruebas que se realizan en las ganaderías para conocer la bravura de las reses más jóvenes, con el fin de seleccionar aquellas que, desde muy temprana edad, muestran condiciones idóneas para la mejora de la vacada. Se trata de una práctica que surge en el siglo XVIII, motivada por los afanes de selección que gobernaron el buen hacer de los primeros criadores profesionales de ganado bravo.

    En función del sexo de las reses, se realizan tientas de hembras y, por separado, tientas de machos; y según el lugar en donde se verifican estas prácticas ganaderas, puede hablarse de tienta en plaza (o corral) y de tienta a campo abierto. Dentro de esta última modalidad se da cabida a otra faena ganadera que, en sí misma, constituye un bello espectáculo: el acoso y derribo.


    Acoso y derribo.

    Se denomina así la faena ganadera consistente en perseguir a una res brava en campo abierto y a caballo (generalmente, por parte de dos jinetes), hasta lograr que se canse y se detenga (o disminuya la velocidad de su huida). En ese momento, y empujando a la res con una garrocha (aunque hay valientes que lo hacen a fuerza de brazos), se procura derribar al astado, para que inmediatamente un picador, colocado contra querencia (es decir, fuera de aquellos terrenos donde se encuentra más cómodo y seguro el ganado), pueda tentar a la res en cuanto ésta haya vuelto a incorporarse. Es decir, que el acoso y derribo nació como un paso previo indispensable para tentar a campo abierto a las reses de una ganadería.

    En la actualidad, el acoso y derribo no sólo se concibe como una práctica campera específica de mayorales y vaqueros, sino que ha dado lugar a una especie de competición deportiva que, desprovista ya de la finalidad de la tienta, se justifica en sí misma por el número de caídas en que se hace incurrir a las reses.

    Embarque.

    Dentro del embarque de las reses, hay que considerar todo un costoso proceso ganadero que empieza por apartar, dentro de dehesa en que se hallan, los toros que deben ser trasladados (generalmente, con el fin de conducirlos a las plazas donde se van a lidiar); sigue por encerrarlos en los corrales que desembocan directamente en el muelle donde se han adosado los camiones que realizarán el traslado; y acaba con el encierro efectivo de las reses dentro de dichos cajones. A la hora de negarse a entrar en los corrales o en los cajones, la tozudez de algunos astados pone a prueba las mayores habilidades del personal que trabaja en las ganaderías, por lo que el embarque siempre constituye una exhibición de conocimientos taurinos (en este caso, camperos) digna de ser contemplada


  41. #41 MARCOVITO 15 de ago. 2006

    Kaerkes, estoy sorprendido, pues supongo que lo de encendido va por mí, si no espero que me lo expliques, pues mi intervención no ha podido ser más relajada, a lo mejor iba por Habis, lo que también me llama la atención pues tampoco la veía en absoluto ofensiva. En fin, puntos de vista.Por cierto dices que respetas a quien le guste la fiesta de los toros, sin embargo me ha parecido que llamas Gilipollas, a quein paga una entrada, no veo el respeto por ningún lado. Sinceramente a mí me parece que intentar convencer a alguien que no le gustan los toros, de que le gusten, es tan difícil como intentar convencer de lo contrario. Por último, y si de algo sirve mi oPinión, a mi no me gustan los encierros de vaquillas, los toros emboladaos, los toros de fuego, etc, sólo suelen servir para que salgan en videos de primera, y para que los animales sufran más de la cuenta. Saludos.

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