Autor: Llug
miércoles, 02 de agosto de 2006
Sección: Artículos generales
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Asturias Patria Querida

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"Durante la década de los cincuenta, el «Asturias, Patria Querida» consolidó su popularidad al convertirse en el tema «oficial» de la fiesta deportiva del Sella

«Asturias, Patria Querida» es actualmente el himno del Principado de Asturias. Fue declarado oficial por una ley aprobada en 1984. Desde entonces, se entona en los principales actos oficiales que se celebran en la región. Pero también sigue siendo una canción popular y festiva que acompaña a numerosas celebraciones. De hecho, fue su utilización como tema «oficial» de la fiesta de las Piraguas, durante la década de los años cincuenta del pasado siglo lo que multiplicó su popularidad: en 1958, Dionisio de la Huerta exhortó a los miles de asistentes al Descenso del Sella a cantar «con toda el alma» el «Asturias, Patria Querida». El canto, «hijo de la emigración», como lo ha descrito el folclorista Fernando de la Puente, se consolidó en toda la región.

Oviedo, María ALONSO

Un canto nacido de la emigración. Del lamento de los mineros polacos y de los emigrantes asturianos en Cuba. El himno de Asturias se fundó en las cuencas mineras y allí cogió corazón. La historia del «Asturias, Patria Querida» está marcada por el empeño de aquellos que la hicieron suya. Una vez asumido el nuevo patrón melódico que, según el estudio del folclorista Fernando de la Puente, procede de Polonia, el himno vivió un proceso de intensa popularización a lo largo de los años treinta.
La letra del himno sufrió distintos cambios y fue paulatinamente adaptándose a las circunstancias sociales que vivió Asturias en ese período histórico. Según relata el avilesino Fernando de la Puente en la ponencia que hoy presentará en el III Congreso Mundial de Asturianía, que se celebra en Gijón, «hay que tener en cuenta que no se trata de un tema folclórico surgido en el seno de un ambiente rural, sino que se populariza en un medio urbano industrial, como son las cuencas mineras asturianas, donde resultaba ciertamente propicio aprovecharse de su popularidad e ir adecuando el contenido del mensaje a las circunstancias del momento».

De hecho, es durante la Revolución de Octubre de 1934 cuando la canción «Asturias, Patria Querida» sufre una nueva transformación. Los milicianos cantan el himno con una nueva letra, «Asturias, tierra bravía,/ Asturias, de luchadores;/ no hay otra como Asturias/ para las revoluciones». La letra de esta canción se conservó en los archivos del comité central del Partido Comunista en Madrid.

Entonces, el himno tenía dos mensajes y el «Asturias, Patria Querida» y el «Asturias, Tierra Bravía» comparten protagonismo. Según De la Puente, los tintes políticos de la canción llevan a la radical oposición del régimen franquista al himno asturiano. Nace así una canción con un sentido claramente social del cual ya no se va a desprender en las sucesivas repopularizaciones que la canción va a experimentar tanto dentro como fuera de la región.

«El franquismo intentó que cayese en el olvido. La clase dominante intentó prohibir primero, y desprestigiar después, una canción en la que, ya por aquel entonces, se hablaba de patria, cuando en aquel momento sólo se admitía como patria aquella representada bajo el lema excluyente de "una, grande y libre"», señala De la Puente, quien asegura que, a pesar de todo, «no fue posible borrar de la memoria la canción».

El escritor Manuel Vázquez Montalbán llegó incluso a ser encarceladopor cantar el «Asturias, Patria Querida» en una de las múltiples manifestaciones que tuvieron lugar en los años sesenta.El folclorista asturiano destaca en su estudio que se utilizaron diversos medios para desprestigiar la canción y que esa propaganda negativa llegó, incluso, a nuestros días. Del himno asturiano se dijo que era la canción de los borrachos, de los rebeldes, «pero aquella canción que se cantaba en Asturias se acabó convirtiendo en el himno oficial», señaló.

Para De la Puente, el himno es una canción del pueblo, muy conocida en Europa y en Cuba, «nacida para soñar con Asturias; una canción que se vistió de miliciana cuando tuvo que hacerlo, que vivió en la clandestinidad cuando este país sufrió la dictadura y que sonó triunfante cuando volvimos a la libertad», explica el folclorista avilesino.

En los cincuenta el himno empezó a ser cantado en masa en la región y consolida su popularidad. La historia del «Asturias, Patria Querida» está íntimamente relacionada con la Fiesta de las Piraguas. A comienzos de la década de los cincuenta, se institucionalizó como himno de la prueba deportiva, que fue entonado multitudinariamente en el momento de dar salida al Descenso del Sella.

Dionisio de la Huerta, creador del Descenso, fue el encargado de darle el último empujón a la canción y, en 1958, ante decenas de miles de emocionados asturianos, exclamó: «Cantadlo con toda el alma, que resuene en todo el valle: ¡Asturias, Patria Querida! el himno de las Piraguas...». No sería hasta treinta años más tarde, en 1984, cuando el «Asturias, Patria Querida» se hiciera, oficialmente, himno de Asturias. Habían pasado 58 años desde que Ignacio Piñeiro, aquel mulato hijo de un emigrante de Grado le escribiera a su padre perdido una canción.

«Asturias, Patria Querida», una canción popular «como tantas otras», dice De la Puente, «debe su rápida tradicionalización y gran parte de su actual carácter universal a tres circunstancias que marcaron la realidad social y política de Asturias durante los cincuenta años centrales del siglo XX». El folclorista se refiere de este modo a la emigración, la resistencia, «tanto en la Revolución de Octubre del treinta y cuatro como en la guerra civil», y al movimiento obrero durante el franquismo.

«Seguro que hay quien piensa: ¿qué es lo que tiene esta canción, más bien sencilla, con un estribillo tan poco significativo, para merecer tanta atención, provocar tanta controversia e, incluso, llegar a convertirse en el himno de una comunidad autónoma?», se pregunta De la Puente. El experto en folclore asturiano se responde que la sencillez de la pieza es la clave de su éxito. «Además, existe una identificación plena del que lo canta con el mensaje que transmite, de simple cariño a Asturias». Un cariño a la región llegado de lejos, llegado de Cuba de la mano de un joven mulato, Ignacio Rodríguez Martínez, de nombre artístico Ignacio Piñeiro. Hace ochenta años, este músico cubano quiso poner letra a todas aquellas Maravillas que su padre, el asturiano de la zona de Grado Marcelino Rodríguez, le había contado de su patria.

El himno asturiano nació, pues, en 1926, en La Habana, y se hizo célebre en las rondas que hacía Piñeiro por los locales de moda del momento. El músico formaba parte de un grupo, «El Septeto Nacional», y desde ahí entonaba la pieza impulsado por la nostalgia hacia la tierra de su padre y por una razón más práctica: la económica.

En su primer viaje a la región, junto al «Septeto Nacional», en 1929, Piñeiro quiso conocer la tierra de la que tanto le había hablado su padre y concretamente el grupo realizó una actuación en Grado, donde se enteró del fallecimiento, años atrás, de su progenitor, que había regresado a Asturias harto de vivir en una tierra que no era la suya."




"La música la trajeron los mineros polacos que se asentaron en Asturias y aquí se combinó con la letra que había escrito Ignacio Piñeiro en Cuba»

Oviedo, María ALONSO
El relato de la historia del «Asturias, patria querida» es fruto del trabajo y del bolsillo del folclorista Fernando de la Puente. Fruto de su ansia por conocer los orígenes del himno del Principado, por desentrañar la intrahistoria de una letra cantada por todos. Las pistas para llegar al final fueron analizadas con minuciosidad en largas noches de tertulia con su amigo y ex director de la Fundación Oso de Asturias Javier González. Ésta es la historia de una búsqueda.

-¿Cómo empezó la investigación?
-El Consejo de Comunidades Asturianas nos manda en el mes de diciembre a La Habana a impartir un curso sobre folclore tradicional. En la cena de despedida, Artemio Iglesias, un pintor de origen asturiano que es muy famoso en La Habana, premio nacional de diseño de La Habana, nos dijo que la «Asturias, patria querida» que nosotros cantábamos ya la había oído él de pequeño en el Centro Asturiano de La Habana. Comentó que entonces la tocaba el «Septeto Nacional». Volví a Asturias con la cabeza inflamada con esta historia. A partir de ahí, seguimos indagando hasta que dimos con el nombre de Ignacio Piñeiro. Llegados a este punto decidí volver a La Habana para continuar con la investigación.
-¿Cuándo?

-Fue en junio y me dediqué a hacer trabajo de campo. Consulté el Archivo Nacional, hablé con musicólogos y fui hilando cabos. Tampoco sabíamos quién era Ignacio Piñeiro. Sabíamos que fue la persona que formó el grupo pero no que era hijo de un emigrante asturiano. La primera hipótesis de trabajo de la que partía es que Piñeiro, un señor mulato, podría haber querido sacar dinero, y para ello compuso una letra para la colonia más pudiente de La Habana, la asturiana. Coincide además en el tiempo con la inauguración del gran Centro Asturiano de La Habana.
-¿Y no fue así?

-No. En el transcurso de la investigación llegamos a descubrir que es una letra de un hijo a un padre que se ha marchado, que ha abandonado Cuba para regresar a Asturias. Tras escribirla empieza a tocarla en todas las fiestas de la colonia asturiana en La Habana. En ese momento el son cubano estaba naciendo, era un ritmo que procedía del occidente cubano, llegó a La Habana y se popularizó. Piñeiro fue bolerista antes de ser sonero, pero el «Asturias, patria querida» nació siendo un son.
-A los pocos años de marcharse el padre, lo hizo el hijo.
-Ambos debían estar muy unidos. Hasta tal punto que cuando Ignacio Piñeiro vino a España en 1929 lo primero que hizo firmar a la compañía que le trajo de gira es que él tenía que ir a Asturias para ver a su padre. Cuando llegó a la zona de Grado, su padre ya había muerto. Después va a Galicia, pasa a Santander y allí la reestrena con una nueva letra. Una letra que habla de la mujer asturiana y de la Asturias que él acababa de conocer. De paso por Madrid graban ocho temas, entre ellos el «Asturias, patria querida». Tuvieron mucho éxito. La canción más famosa de ellos fue «Suavecito». El grupo vuelve a La Habana y a principios de 1930 Piñeiro registra el «Asturias, patria querida». Es curioso porque los tres principales musicólogos en Cuba, que son Radamés Giro, Helio Orovio y Manuel Villar, son de origen asturiano. Ellos no tienen vinculación actual con Asturias pero sí me confirmaron que el «Asturias, patria querida» es de Ignacio Piñeiro.
-Tenía la letra, pero le faltaba la música.
-Cuando volvimos a Asturias teníamos la confirmación del origen de la letra pero nos faltaba rastrear la melodía, ya que en principio «Asturias, patria querida» era un son cubano. De forma circunstancial me llega la información de que músicos polacos residentes en Asturias señalan que la melodía de nuestro himno se cantaba mucho en Polonia.
-Y no dudó en hacer de nuevo las maletas e irse hasta Polonia
-Sí, con esos pocos datos cogimos los bártulos hace tres semanas y fuimos a Polonia. Hay que tener en cuenta que entre Asturias y Polonia hubo muchos intercambios. Que los mineros polacos vinieron desde el siglo XIX a Asturias, que se asentaron y que después retornaron a la zona de Silesia. A mí, en Polonia no me interesa la letra, sino encontrar una base musical. De hecho, la letra que se canta en Polonia es una mezcla entre la letra de Piñeiro y una letra que se cantó en Asturias cuando la revolución de 1934. El folclore es permeable, cambia. Es bastante normal que ocurra este tipo de cambios.
-¿En qué punto letra y música conectan?
-Nuestro himno es un hijo de la emigración. De los polacos que vinieron y de los asturianos que se fueron a Cuba. La hipótesis es que los mineros polacos vienen a Asturias con su cultura y su música. En Asturias hay una letra, la del «Asturias, patria querida» que viene con un son cubano. Un son que es una novedad y tiene un arquetipo melódico que a la gente no le queda. Pero la letra tiene miga y sí cala en la gente. Por lo tanto, nuestra hipótesis es que los mineros que proceden de Polonia y se asientan en la cuenca minera traen la melodía y se junta con la letra que había llegado de Cuba.
-¿Cómo sigue el rastro de la música durante los días que pasó en Polonia?
-Teníamos claro que había que verificar que la melodía estuviese documentada antes de 1920. Empezamos a recorrer universidades, escuelas de música y distintos museos en busca de cualquier rastro que pudiera ayudarnos. El responsable del Colegio de la Música de Cracovia, Mieczylaw Szlezer, nos confirmó que la melodía era tradicional desde, probablemente, mediados del siglo XIX en Opole, en la zona de Silesia. Yo no sé polaco, así que fui con una intérprete, una señora polaca que toca el violín en León. El trabajo no era fácil. Hay que tener en cuenta que es muy difícil que se registre un texto popular de estas características. Seguimos rastreando y fuimos al colegio musicológico de Cracovia. Allí conseguimos dos cancioneros, uno de 1964 y otro de 1972. Tenían dos letras diferentes que hablan de la Asturias que los mineros polacos que regresaron a repoblar la zona de Silesia conocieron. La letra del cancionero de 1972 es de un renombrado poeta polaco.
-Pero la confirmación final se la dieron unos músicos callejeros
-En Cracovia hay muchos músicos callejeros. Paseando encontré a dos músicos de setenta años. Estaban tocando unas notas que podían ser el estribillo de nuestro himno y me paré. Les dije que me tocaran el tema completo y dándoles veinte euros a cada uno lo hicieron. Tenían más de setenta años y aseguraron que la música la habían aprendido de su madre. En Varsovia estuvimos con más musicólogos y todos nos confirmaron la misma idea: que la música era de Silesia."


"La asociación del himno de Asturias a los borrachos, según su tesis, no es casual.
-Hay que tener en cuenta que existen varias versiones del himno y alguna de ellas tuvo carácter revolucionario. Hay una versión de 1934 que se solapaba con la letra anterior. Los mineros en huelgas y manifestaciones la cantaban e incluso hubo una época en la que se llegó a prohibir por parte de las autoridades.
-Incluso hubo quien acabó en la cárcel.
-Manuel Vázquez Montalbán estuvo preso por cantar, tras una manifestación, el «Asturias, patria querida». Al final era como tapar el sol con un dedo. Quisieron desprestigiar la canción y la propaganda llega incluso a nuestros días. La desprestigiaron. Se decía que era la canción de los borrachos pero aquella canción que se cantaba en Asturias se acabó convirtiendo en el himno oficial. Hay que tener en cuenta que la letra era muy conocida en Europa y en Cuba. La canción tiene unos códigos musicales que hace que la letra cunda. Es himno porque el pueblo lo eligió como tal. Se trata de una canción del pueblo, nacida para soñar con Asturias, una canción que se vistió de miliciana cuando tuvo que hacerlo, que vivió con clandestinidad cuando este país sufrió la dictadura y que sonó triunfante cuando volvimos a la libertad."

Más informacióen en: http://www.lne.es


Comentarios

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  1. #1 Cogorzota 04 de ago. 2006

    Gio, que no lo pillo bien. ¿Puedes traducirlo?

    Está es de unos cantautures aragoneses de los setenta llamados Boira:

    El día que yo me muera
    entiérrenme en la bodega
    debajo la cuba grande
    la boca en la gollonera

    De esta no tengo ni idea ¿De donde puede ser?

    Cuando yo me muera no me pongan cruces
    que eso no produce ningun bienestar
    traigainme una cuba ponganle un espichey
    sere feliche de tanto chupar.

    Cantos de beber:

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=3080&voz_id_origen=
    Entre los cantos de puro entretenimiento están los que acompañan a las lifaras o, en el Alto Aragón, a las migas, y los interesantes cantos de bodega , que se entonan al reunirse a comer y beber, sobre todo en el Bajo Aragón; en esencia, se trata de hacer que la bota, porrón o cazo pase de mano en mano mientras se canta, y se detenga en un momento dado, debiendo el que tiene el recipiente beber hasta que paren de cantar los otros. No son, ciertamente, cantos muy originales; quizá lo sea el «rulé» de Castelserás, imitado en Paniza; en la parte que más nos interesa se dice: «...lo beba usted, / que no lo matarán. / No es menester matarme, / que yo lo beberé»; y bebe; «Mientras usted lo bebe, / le cantaré el rulé, el rulé, el rulé...»; y así hasta que se cansan y dicen «¡pum!», con lo que deja de beber el de turno. Semejante es «el artillero» de La Codoñera, que empieza en castellano y acaba en chapurriáu, tal vez como reflejo cómico de los efectos del vino. De Torrecilla de Alcañiz es uno, originario de Murcia: «Gor, gor, qué buen licor, / qué bien que cai el trago / cuando está sin bautizar, / tan tarantán».
    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=2396&voz_id_origen=3080
    En Paniza existe el rulé, canto de bebedores, con una curiosa letra: «Dicen que la Virgen es / más hermosa que ninguna / que lleva el Sol a sus pies / y a sus espaldas la luna /. Ay, San Gabriel, / tráigame al infante, / tráigalo al instante / que lo quiero ver», completado con un estribillo, «rulé» y «bebe vino compañero / y mientras yo me lo bebo / tú me cantas el rulé». En el Bajo Aragón, y sobre todo en la zona de Alcañiz, es costumbre reunirse los hombres por la noche y a veces por el día para cantar y beber en las bodegas, normalmente jotas, pero a veces melodías que Arnaudas llamó «cantos de las bodegas»; interesante el de Castelserás: «Sale, sale galuchón/ metidito en una cueva/ con la botita en la mano / que a su compañero entrega. / Usted se lo ha bebido / y no le ha hecho mal / y bien que lo beba usted / que no lo matarán»; en este momento uno toma el recipiente y canta solo: «No es menester matarme, / que yo lo beberé», acompañando la acción de beber y terminando los demás: «Mientras usted lo bebe le cantaré el rulé, el rulé, el rulé...», repitiendo el estribillo muchas veces; el que bebe está obligado a trasegar mientras dura el estribillo, hasta que terminan: «¡que pum!». De la misma localidad hay otros cantos semejantes, y en La Codoñera «la novena del vino», en la que, como hemos visto en Paniza, se aplica una parodia de los gozos de algún santo. En Torrecilla de Alcañiz hay un canto que se inicia: «Gor, gor, qué buen licor / qué bien que cai el trago / cuando está sin bautizar», y que es idéntico a un «canto de borrachos» de Murcia, de donde debe de proceder. Hay también bailes de bodega, totalmente olvidados.

    Y esto de Requena-Utiel:
    http://www.fiestavendimiarequena.com/otras_fiestas/44_fiesta/44_1990_12_03.htm
    El texto de un rulé siempre consta de dos partes. En la primera se invita o se prohíbe al bebedor que lo haga y en la segunda, que corresponde al momento en el que el concursante bebe, se emplean como medida las palabras "¡Ay! rulé, rulé, rulé, rulé, etc." o "Que beba, que beba, beberá". Las repeticiones de estas series de palabras o frases se van contando por la concurrencia y quien más cantidad de rulés aguanta bebiendo es quien sale ganador de la prueba.
    Los rulés fueron muy utilizados por los quintos en sus fiestas especiales y por las cuadrillas de segadores.
    Como muestra de los recopilados, transcribimos los textos de algunos de nuestros rulés, de los cuales también poseemos en nuestro archivo sus melodías cantables.

    El rulé - Campo Arcís

    El valiente Galuchón
    se ha metido en la bodega
    y con la bota en la mano
    a su "camará" la entrega.
    Bebe vino, Galuchón
    que si no te mataré
    que mientras tu bebas vino
    yo te cantaré un rulé.
    ¡Ay! rulé, ¡Ay! rulé
    ¡Ay! rulé, rulé, rulé, rulé, rulé, Etc.

    El rulé - Camporrobles

    Estaba Galuchón
    metido en su bodega,
    con la bota en la mano
    a su "camará" la entrega.
    Bebe vino Galuchón
    que si no te mataré
    mientras que tu bebes vino
    yo te cantaré el rulé
    ¡Ay! rulé,¡Ay! rulé
    no bebas tanto que vas a caer Etc,

    Rulé de la vieja-Fuenterrobles

    Una vieja me enseñó un cantar
    que beba vino Juan, que beba vino Juan.
    Que vuelva a beber
    Que vuelva a beber.
    Una vieja me enseñó un cantar
    que beba vino Juan, que ya no beba más.
    ¡Ay! rulé, ¡Ay! rulé
    no bebas tanto que vas a caer etc.

    Rulé del artillero-Fuenterrobles

    Alegres son
    los de mi compañía
    alegres son
    los que van de porfía
    alegres son
    los que llevan el porrón.
    Mientras que el artillero
    no diga ¡bomba va!
    ninguno se dispare
    que la bomba ya irá.
    Que beba, que beba
    que beba y beberá etc.

    El rulé - Los Corrales de Utiel

    El lunes por la mañana
    entró Chinchilla en Madrid
    diciendo que ha de reinar,
    que viva la sevillana.
    Hasta que el artillero
    no diga ¡bomba va!
    hasta que no dispare
    ninguno beberá.
    Que beba, que beba
    que beba. beberá etc.


    No es intención mía chafar el artículo del himno de Asturies, pero ya que nos ponemos…
    Al menos definimos lo que son propiamente cantos de borrachos

    Es mucho mejor ser borracho conocido, que alcohólico anónimo

    Salú!

  2. Hay 1 comentarios.
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