Autor: Cogorzota
miércoles, 05 de julio de 2006
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Cogorzota


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ARAGÓN SEFARAD

Creo que os interesará la historia de los judíos.
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ARAGÓN SEFARAD

Monumental publicación de la Diputación Provincial sobre los restos y la influencia de la cultura judía en el antiguo Reino de Aragón.
JUAN Bolea (05/07/2006)

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Les hablaba ayer de la clásica y celebrada novela de Noah Gordon, El Médico, donde los judíos altomedievales, que ya frecuentaban las rutas de Marco Polo, y vadeaban el Indo, y seguramente el Yang-Tsé, tienen un cierto protagonismo, y no me resisto hoy a hablarles de Aragón Sefarad.

Lo hago inspirado por los dos tomos, con este mismo título, Aragón Sefarad, que la Diputación de Zaragoza e Ibercaja, en un esfuerzo común, han dado a la imprenta para glosar nuestros ancestros judíos, y dotar de mimbres científicos a este ramal un tanto olvidado de nuestra historia.

Gracias a la calidad y al número de autores participantes en el índice, se trata de una publicación extraordinaria, consecuente a aquella exposición, asimismo notable, celebrada entre las columnas de un Palacio de Sástago transformado para la ocasión en una aljama.

Esto es, en una de esas juderías que, hace no tanto tiempo, abundaron en el Reino de Aragón, contribuyendo a conformar los cascos urbanos de Uncastillo, Tarazona, Jaca o Valderrobres, además de la propia Zaragoza y de las principales ciudades de la Corona de Aragón.

Se calcula que en la segunda mitad del siglo XIV la población judía ascendía en Aragón a unas ocho o nueve mil almas; un porcentaje pequeño, pero significativo, del conjunto de una población que bajo el reinado de los Reyes Católicos pudo alcanzar los doscientos sesenta mil súbditos, a los que habría que añadir los censos de los territorios peninsulares de Cataluña y Valencia, además, naturalmente, de la muy poblada Castilla.

En principio, según algunas de las tesis defendidas en Aragón Sefarad, la función de la comunidad judía estuvo perfectamente incardinada en la desarrollada por el resto de comunidades: la cristiana, la más numerosa, y la mudéjar. Por eso, no se entiende, al menos con nuestra óptica actual, la progresiva presión a la que fueron sometidos sus miembros, hasta el nefasto momento de su expulsión.

Muchos son los temas que suscita hoy nuestro pasado judío, y por eso los coordinadores de Aragón Sefarad, Ignacio Javier Bona y Miguel Ángel Motis, han compartido monografías con otros prestigiosos especialistas: Miguel Beltrán, que nos informa del estado actual de la arqueología judía en Aragón; Abraham Haim, quien hace lo propio con el ladino como lengua viva y legado cultural; Gonzalo Borrás, quien compendia algunos de sus muchos saberes sobre el mudéjar; Joaquín Lomba, a propósito de la filosofía judía; Jordi Casanovas, acerca de la epigrafía; María Isabel Falcón, sobre la sociedad cristiana en la Baja Edad Media: Eleazar Gutwirth, de la Universidad de Tel Aviv, sobre la aljama zaragozana; Judith Coen, extendiéndose sobre el cancionero; Ángel Sanz Badillos y Judith Targarona, sobre la creación poética... y así hasta completar este completísimo elenco.

Rica es también la ilustración de ambos volúmenes, con reproducción de manuscritos, óleos, restos arquitectónicos, tapices o joyas, más toda clase de cuadros estadísticos y sinópticos.



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Comentarios

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  1. #1 Brandan 12 de jul. 2006

    Algo más tarde:
    "Archivo Histórico Nacional
    Título Asociación con el monasterio.
    Alcance y Contenido El abad del monasterio acoje como socio a Pedro de San Jacobo, hijo de Sancho Mider, después de la donación de éste de dos casas junto a la sinagoga de los judios, 10 peonadas de viñas y 10 cahízadas de tierra en Tauste, con la condición de que sus herederos puedan explotarlas pagando al monasterio anualmente 6 Maravedís.
    Nivel de Descripción Unidad Documental Simple
    Fecha(s) [c] 1203

    Monasterio de San Juan de la Peña de Botaya (Huesca).
    Benedictinos"

    Pedro de San Jacobo, es un apellido judío trasformado, de "Jacob", y Sancho Mider tiene bastantes papeletas para ser judío. El cambio de apellido del padre al hijo, no es un dato concluyente, puesto que esto no era inusual incluso entre cristianos, sobe todo si se tomaban los hábitos; observemos sin embargo que aquí se le admite como "socio", y esto sí que es una curiosa figura que yo no tengo estudiada. Espero que algún druida más versado nos ilustre. A mí me parece una conversión "oficial" a cambio de unas donaciones.
    Parece entonces que Don Pedro dona unas tierras que pueden ser explotadas en arriendo por sus herederos, pero no detalla si las casas junto a la sinagoga entran en la renta o pasan directamente a ser propiedad del monasterio, con lo que, de haberse dado el hecho, se habría producido la situación de una "convivencia" muy próxima entre comunidades religiosas.
    El asunto está estudiado por LAPEÑA PAUL, Ana Isabel (1989): El monasterio de San Juan de la Peña en la Edad Media (desde sus orígenes hasta el 1410), Zaragoza.
    LAPEÑA PAUL, Ana Isabel (1995): Selección de Documentos del Monasterio de San Juan de la Peña (1195-1410), Zaragoza.
    UBIETO ARTETA, Antonio (1962): Cartulario de San Juan de la Peña, I, Valencia. Doc. 1.
    UBIETO ARTETA, Antonio (1963): Cartulario de San Juan de la Peña, II, Valencia.
    Yo no tengo acceso a estas publicaciones. Si alguien sabe como pueden consultarse se agradecería información.

  2. Hay 1 comentarios.
    1

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