Autor: ZELTIKO
sábado, 08 de julio de 2006
Sección: Artículos básicos para iniciarse
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ECONOMIA Y SOCIEDAD DE CELTIBERIA: TARTESSOS, IBEROS Y CELTAS

Se trata de un resumen básico de los aspectos sociales y económicos de los pueblos tartesio, ibero y celta y su relación con las colonias fenicias y griegas.






Tartesios, iberos, celtas y rutas comerciales anteriores a Roma

Tartessos

Desde comienzos del primer milenio hacia el siglo VII a.C. es cuando se produce una primera fase en el desarrollo económico de Tartessos. La cultura material de la primera época nos habla de estelas donde se representan los rituales de la muerte relacionados con la existencia de guerreros, y sus viajes vía carro al más allá. A la vez, se representa a los guerreros con cascos de grandes cuernos, lo que es indicativo como en otras culturas de poder. Se trataría pues de una sociedad estamental donde los guerreros tendrían gran importancia.

A partir del siglo VIII a.C. estas tierras se ven influenciadas por los fenicios, que comienzan a dialogar con Tartessos con la intención de aprovecharse del conocimiento que tenían éstos del interior de la Península rica en minerales tales como el oro, la plata, el cobre y el estaño, ante la escasez provocada por el desuso de las minas del Sinai. Ya Estesícoro nos hablaba de las raíces argenteas de la zona. Es de destacar ante todo las ricas minas de cobre de Huelva, y la plata de Sierra Morena.

Comienza el periodo orientalizante. Es en esta época cuando los fenicios fundan Gadir, una ciudad encuadrada estratégicamente dentro del ámbito tartesio que se encontraba en el Guadalquivir. Poco a poco se fueron introduciendo en la zona de influencia tartesia fundando colonias como Spal (Hispalis), Malaka, Sexi o Abdera, o introduciéndose en el entramado administrativo por el control de zonas de riqueza metalúrgica de la actual provincia de Huelva. Obtuvieron fundamentalmente el denominado bronce tartesio de gran calidad, y este comercio empezó a dar lugar a una sociedad cada vez más estamentada donde se fue desarrollando una monarquía que tendría como máximo exponente a Argantonio. El hecho de que según los historiadores tuviese una vida tan larga es indicativo de su valor como rey. La cantidad de jarros, candelabros, adornos de caballos,... demuestran el poder de los aristoi tartesios. De todas maneras, ante esta penetración los tartesios se vieron muy presionados y empezaron a dar la cara con importantes batallas contra Gadir con el fin de deshacerse de la influencia fenicia.

Los tartesios importaron de los fenicios seguramente el vino y el aceite dada la multitud de ánforas orientales y copas de la zona ática de Grecia y de las factorías coloniales fenicias, del siglo VIII a.C. encontradas al respecto. Con toda seguridad, ésta introducción de cultivos daría lugar al fomento de la vid y la oliva como lo demuestra el hecho de que en estas zonas aparezcan hornos para la creación de ánforas donde se almacenarían ya estos productos agrícolas hacia el siglo VII a.C. En la Península, esta introducción del aceite y la oliva sustituiría al oleastrum fabricado con anterioridad pero de difícil ingestión.


En la época griega, los tartesios intentan cierto acercamiento con los focenses según nos cuenta Heródoto con claros fines estratégico-comerciales. En otro relato hacia el 630 a.C. se nos cita cierto contacto con Samos, ciudad también jonia como Focea. Es tal el desarrollo de Tartesios que los griegos los llaman phoinike, por los suntuosos vestidos y paños bordados que obtuvieron de los fenicios.

En cuanto a estructura urbana se refiere, la primera época es de cabañas donde los utensilios y vasijas de barro son muy tocos, aunque a nivel de armamento y vestido ya utilizaban fibulas y armas de bronce que no tienen nada que envidiar a las orientales. Con la llegada de los fenicios, comienza la urbanización con una ingeniería copiada del mundo fenicio. La existencia de fenicios dentro de estas urbes se deja sentir incluso en los templos que pasan a ser de planta rectangular. El utillaje mejora, junto con el desarrollo de la cerámica de torno copiado también de la cultura oriental.

Lamentablemente, esta cultura seguramente desapareció en el siglo VI a.C. debido a la derrota en la batalla de Alalia de los griegos frente a los cartagineses, que harían pagar a los tartesios su alianza con los helenos.


Iberos

No es posible tratar de forma homogénea a este conjunto de pueblos de la península, pero quizás su máximo exponente se encuentre en el pueblo turdetano que viene a ocupar la zona antes dejada por los tartesios.

En un principio, la estructura social era más bien tribal con una economía profundamente agrícola y ganadera. Era importante la pesca de moluscos, y el desarrollo del salazón en la zona turdetana hacia el siglo V a.C. Habría que distinguir dos zonas: la turdetana, más desarrollada por influencia fenicia, y la levantina. Ambas desarrollan una agricultura basada en la oliva y la vid, cultivadas de forma extensiva, y con una fuerte producción cerealística. En ganadería, destaca los caballos ante toros, ovejas,...La turdetana además desarrolla una minería derivada de la tartesia. Es de destacar que en estas zonas se comienza a cultivar el olivo y la vid durante el siglo VII a.C. como influencia fenicia, derivada de la importación de productos como el vino, el aceite, ... que se solía traer en ánforas fenicias, y más tarde griegas, y beber en copas de origen griego. No está muy claro que hubiese referencias dionisiacas en estos vasos y copas, pero era seguro que se solía utilizar el vino en rituales o reuniones aristocráticas, mientras que el resto se repartía entre la población o se exportaba a otras zonas de la península, como las célticas, donde el vino se mezclaba con miel. Platón ya nos habla de que los iberos tienen cierta atracción a embriagarse por motivos relacionados con la religión, o con la caza y la guerra, lo que indica cierta institucionalización del vino como elemento de reunión y contacto entre los jefes y sus guerreros.


Por otro lado, destaca la cerámica ibera con influencias fenicias durante el siglo VI a.C., pero a medida que pasa el tiempo se va perdiendo y se pasa del policromado al monocromado. También en producción destaca la falcata, espada de enorme resistencia, capaz de partir cascos y corazas, lo que demuestra una dominación de las técnicas metalúrgicas del hierro. Otra cuestión merecen las factorías que se comienzan a dar en torno a esta época de preparación del garon griego, o más tarde, garum romano, junto a la industria de salazones que parten desde estas factorías o Gadir hacia Grecia principalmente. El garon o garum era una salsa compuesta de vísceras de pescado, intestinos, fauces y demás entrañas de algunos peces como el atún, el esturión, la morena o el escombro, que podría haber sido introducida en la Península por los fenicios, aunque hay quien piensa que el invento es griego. El caso es que fue muy demandado en esa época junto con los salazones y además de por cuestiones alimenticias, también será utilizado en medicina y como cosmético.

En cuanto al comercio se refiere una vez que los fenicios fueron conquistados por los babilonios hacia el 573 a.C., los griegos toman el testigo y desarrollan el intercambio de productos con las culturas ibéricas desde sus colonias en Massalia, Emporion y Rhode. Fruto de este contacto comercial con estas colonias los iberos comenzarán a acuñar moneda a la que le darán su valor de intercambio, lo que provocará un incentivo para el comercio en estas zonas. Más tarde, los cartagineses ocuparán la posición de los griegos con la creación de ciudades como Cartago Nova, y pactarán con la nueva potencia mediterránea, Roma, las áreas de actuación.

En cuanto a vestido se refiere hay que tener en cuenta que solían utilizar suelas de esparto y complementos de paño y cuero. Los hombres vestían túnica corta, mientras las mujeres larga, complementado con mantos de diferente calidad según el nivel socio-económico. También es de destacar la típica fíbula de bronce y los tejidos de lino o lana, con una tecnología textil bastante avanzada.

Los primeros poblados-oppida iberos se comienzan a dar en torno a los siglos VII-V a.C., derivado de la necesidad de defensa frente a otros pueblos. Comienzan a amurallarse en zonas altas y dentro de estas murallas se desarrollan calles estrechas con fuertes pendientes donde se da toda la actividad económica. Utilizan zócalos de PIEDRA sin tallar, alzados de adobe sin cocer, y techos de maderos y fibras vegetales, con estructuras cuadrangulares en sus plantas. La característica de que estos asentamientos reflejasen poca diferenciación en sus edificios hace que incluso los templos no se distingan mucho de otras edificaciones.

Más tarde durante los siglos V-III a.C. comienzan a colonizar zonas agrícolas que irán suministrando sus excedentes a las oppida. En torno al siglo III a.C. entran en conflicto con los cartagineses que van ocupando sus tierras, aunque sobreviven algunas de estas oppida como Iliberri o Elvira. Finalmente, el imperialismo romano acabará con la cultura ibera en torno al I a.C., que sustituirá los asentamientos íberos por ciudades y sus colonias agrícolas por las villae.

En cuanto a organización política hay que destacar dos formas: monarquía, desarrollada en la zona turdetana y dependiente de una corte formada por un consejo de ancianos, que representaría a una dinastía heroica o sagrada, cuyos cabecillas serían caudillos entre los que, desde las potencias exteriores, se trataría de influenciar para conseguir ciertos tratados o alianzas, lo que incentivo desde luego el auge de la actividad mercenaria, sobretodo en el siglo V-IV a.C.; y república, desarrollada por ejemplo en Sagunto, y dominada por una aristocracia de origen mercantil. Su estratificación social era de aristócratas, seguida por hombres libres y una clase baja. La estructura era patriarcal aunque el poder se heredaba por vía matrilineal.


Celtas

Si el grupo de culturas iberas era heterogéneo, el de las célticas lo es aún más.

Desde un punto de vista económico se desarrollaron estructuras socio-económicas muy simples respecto a las anteriores. Los pueblos hispanos del interior se caracterizaban por su belicosidad, característica de los pueblos de pastores y guerreros. Su economía no se desarrollo tanto por el lugar en el que vivían muy accidentado respecto a las zonas levantinas donde se encontraban los íberos.

La economía es de tipo ganadera, con explotación forestal, y con el desarrollo de la agricultura en algunas tribus como los vacceos. Sobre los siglos V y IV a.C. se desarrolla cierta influencia de la cultura ibérica sobretodo en la zona de las tribus lusitanas, donde comienza a haber una cultura del excedente que desarrolla ciertas formas de organización urbana frente a un templum.

La agricultura no se desarrolla más que para la subsistencia en la mayor parte de la Iberia céltica, lo que indica el poco valor que se le da a la tierra, frente al valor que se le ofrece al ganado. De hecho, las mujeres cantabras que cita Estrabón eran las que se dedicaban a la agricultura. Eran los hombres quien dotaban a las mujeres y estas casaban a sus hermanos.

La caza y los productos del bosque, como la bellota, eran la actividad con prestigio, llegando a la panificación de estos. Como consecuencia, al igual que los iberos llegaron a utilizar molinos para esa labor. Se valían del ganado para obtener leche, queso, y pieles.

Desde el punto de vista urbanístico es de destacar que los celtas se agruparon en castros, poblados fortificados cuya organización interna era muy simple, con las típicas viviendas circulares, ovalares y raramente cuadrangulares, sin ningún tipo de orden . Se construyen principalmente de PIEDRAs colocadas de forma helicoidal, y con techos cubiertos de fibras vegetales. Se comienzan a dar principalmente a partir del final de la edad de Bronce, y ya hay cierta afirmación hacia el siglo VII a.C., como consecuencia de la influencia del comercio de estaño con otras culturas como por ejemplo la tartesia, que se desarrolla en esta época. De hecho, se piensa que la Vía de Plata ya existía en esta época dada la importancia del comercio con estas zonas de la península.

Posteriormente durante la dominación romana surgirán castros mayores que conocerán cierta similitud con los oppida , denominados cibdades o citanias sobretodo en la zona de las tribus galaicas. En las zonas celtiberias estos castros también evolucionaran desde muy temprano (siglo VI a.C.) hacia poblados con calles bien definidas, que disponen de lugares de cobijo para el ganado. Se les denomina poblados cerrados.

En cuanto a la organización de las gentes, los romanos nos hablan de una población reunida en gens o gentilias, algo así como familias con origen común., con relaciones complejas dentro del ámbito del castro. Así entre los galaicos existía la idea de pertenencia a la comunidad dependiendo de la posesión del castellum, una cuestión ya de tipo jurídico que figuraba en inscripciones con una C invertida.

En cuanto a la estratificación social, en lo más alto se encontraban los guerreros que eran los que otorgaban la estabilidad social y la seguridad al castro. Al ser una sociedad tan primitiva, existía cierta igualdad entre los pobladores de los castros celtas, aunque siempre existía un jefe que como Viriato lideraba a la tribu en los momentos difíciles.

En lo referente a la producción destaca fundamentalmente la industria metalúrgica céltica por la conocida técnica de la oxidación y posterior trabajo de a pieza. También se destacan las joyas célticas, como el torqués, o la existencia en enterramientos del siglo III a.C. con vajilla suntuaria, lo que es indicativo de cierta estratificación social, derivado seguramente de los anteriores contactos comerciales con pueblos íberos, así como de la influencia tanto positiva (comercio), como negativa (guerras) con Cartago y Roma. Según los escritos de Estrabón, es de destacar también la producción de cerveza frente al vino importado derivada de la cebada, y en menor medida del trigo, que se da en la zona indoeuropea de la península; aunque los iberos también la conocían éstos compartirán su consumo de forma más proporcionada con el vino.

Otra cuestión es que derivado de la actividad ganadera, desarrollaron un esquema militar basado en la defensa del ganado, frente a jóvenes que se agrupaban para dedicarse al saqueo de tierras sean ya célticas o de otros pueblos, unas formas que también se podían ver aún en la Escocia del siglo XVII; estos jóvenes a su vez se podían enrolar como mercenarios en los ejércitos extranjeros, como ocurrió durante las guerras púnicas entre Roma y Cartago. Una cuestión interesante en este aspecto es la posible influencia que pudieron tener ciertas tribus célticas sobre los turdetanos y oretanos. Estrabón nos habla de los cinetes, Erastótenes de los gálatas cercanos a Cádiz, y Cesar se refiere a los gálatas como celtas. Seguramente, era un pueblo asentado en esa zona que perduró hasta época de Plinio desde la caída de Tartessos como consecuencia de la continua presión de pueblos lusitanos y celtíberos sobre el sur y el este de la Península. Quizás, incluso se integraron algunos en la agricultura y minería íbera, pero es seguro su función como mercenarios sobretodo con los turdetanos.

Finalmente, la cultura céltica desapareció o se integró en el ambiente del Imperio Romano, aunque en zonas aisladas su forma de vida aún tardaría en desaparecer mucho tiempo.

Rutas comerciales anteriores a la conquista romana

Como consecuencia de la influencia fenicia y luego griega se da en la península un auge del comercio con los diferentes pueblos nativos. Así, se desarrollarán diferentes vías:
1.-vía heraclea: se piensa que en un inicio se desarrolló en el valle del Guadalquivir por el comercio tartesio. Posteriormente, cuando los griegos quieren introducirse dentro del área dominada por los fenicios hacia el siglo VI a.C. y no lo consiguen totalmente, se desarrollarán desde la zona nordeste de la península (área de Massalia) una via que partiendo del valle del Guadalquivir, cruzará todo el levante, llegará a Sagunto, y se unirá con Massalia, lo que hará que se desarrollen las comunidades iberas. Existen además varias derivaciones de la vía. La primera cruza la zona de Almaden hacia el centro comercial de mercurio de Badajoz (siglo IV a.C), la segunda, de la misma época, une Almería con el Alto Guadalquivir, y la tercera pasa por Despeñaperros para contactar con el comercio de artículos de bronce celtiberos, y con sus mercenarios.
2.- vía de Plata: une la zona lusitana con el curso del Guadiana. Se piensa que el objetivo de esta vía es la de conseguir el preciado estaño lusitano. Según Avieno, citando fuentes antiguas, existían factorías comerciales fenicias en la desembocadura del Tajo, como lugar de reunión del estaño galaico, bretón y britano.

Destacar también en la península según citan Apiano, Estrabón y Plinio la cantidad de ríos navegables como el Ebro, el Guadalquivir, Sado, Tajo, Duero, Limia, Miño,... Por ejemplo el Guadalquivir era navegable hasta 200 km al interior por embarcaciones grandes, aunque a partir de Cástulo, en Jaen, las embarcaciones pequeñas no podrían seguir.







Bibliografía

Los pueblos de españa y el Mediterráneo en la Antigüedad, de José María Blazquez Ediciones Cátedra, 2000
Tartesios, Iberos, y Celtas, de Manuel Bendala, 2000
http://www.ffil.uam.es/reib3/paz_1.htm
http://www.adraenlinea.com/parque/garum.htm
http://www.atarfe.net/index.php?option=com_content&task=view&id=59&Itemid=88
http://es.wikipedia.org/wiki/Tartessos
http://html.rincondelvago.com/iberos.html

No sé si me habré olvidado de algo. Aunque pueda parecer un artículo muy largo, es muy simplista, y sólo pretende establecer ciertas características básicas de los pueblos citados. Espero vuestros comentarios. Gracias.:D







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