Autor: J. C. Martínez-C. García Machuca
miércoles, 19 de abril de 2006
Sección: Roma y Grecia en Celtiberia
Información publicada por: ainé
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Un ara extraordinaria en Areal-Vigo. Abuela, hijo y nieta, vigueses de la era romana.

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A continuación de las noticias de prensa sobre la reciente aparición de una gran ara funeraria romana en la c/ Areal, 16 de Vigo, expuesta ahora en las dependencias de la Xunta, un grupo de Celtíberos, en el apartado de mensajes, han ido ilustrando la inscripción y debatiendo sobre ella, intentando aclarar su verdadera lectura.


Imagen que ilustra la lectura inicial, según aparece en los carteles informativos de la exposición abierta al público, desde el 4 de abril, en los locales de la Xunta, Praza da Estrela, Vigo:

Nota que figura al final del cartel y casi ni se aprecia:
la lectura y la traducción de el Ara de Iulia, son provisionales, a la espera de un estudio exhaustivo


Iulia Ovia y Iulio Ensenio, vigueses de la era romana
Texto del primer artículo publicado en La Voz de Galicia sobre el tema

(Juan Carlos Martínez)
El control arqueológico que se está realizando en un solar en pleno centro de Vigo, en la esquina de la calle Pontevedra con Areal, donde se localizó una estructura pétrea de época tardorromana, no para de dar sorpresas. Los arqueólogos se han topado con un ara funeraria en excelente estado de conservación, con una inscripción en latín que reza lo siguiente: «Consagrada a los dioses Manes. La puso Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti». El hallazgo fue presentado ayer y se expondrá durante 15 días, a partir del 1 de abril, en las dependencias administrativas de la Xunta en Vigo.

Los expertos también han encontrado estructuras de cronología tardorromana que forman parte de una construcción mayor. «Aparecen ánforas, fragmentos de cerámica negra común de cocina, fragmentos de vidrio y cobre, y una veintena de monedas, una muy bien caracterizada de Constancio II de 337 e 354 después de Cristo», indica el arqueólogo Xurxo Constela.

Lo que sigue sin saberse es cuál era el nombre de Vigo en la época, aunque los arqueólogos apuestan por la denominación Vicus Helleni, por los helenos que habitaban en las construcciones castreñas.


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La noticia vista desde "casa"
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El hallazgo de un ara funeraria en Areal refuerza la importancia del Vigo romano
Texto del primer artículo publicado en Faro de Vigo sobre el tema



"Esto no era el Lugo antiguo, pero tampoco la aldea que se creía", dicen los expertos tras el descubrimiento.


Carlos García Machuca / VIGO
Los arqueólogos se mostraron ayer "impresionados" por el carácter "monumental" del ara funeraria romana que fue descubierta, hace dos semanas, en el solar ubicado en el número 16 de la calle Areal. Conservado en perfecto estado, este altar de PIEDRA, fechado entre los siglos II y III después de Cristo, refuerza, según los expertos, "la gran importancia" que el Vigo romano tuvo en aquella época.
"Esto no era el Lugo antiguo, pero tampoco la aldea que durante muchos años nos hicieron creer", subraya Xulio Carballo, arqueólogo de la Consellería de Cultura de la Xunta.

Según los expertos, la franja litoral que va desde el Berbés al Areal constituía "el núcleo del Vigo romano" y, concretamente, "este espectacular hallazgo", tal y como lo calificaron ayer, "se sitúa justo en la zona que delimitaba la ciudad de los vivos (hacia el Casco Vello y el Berbés) de la ciudad de los muertos (hacia las calles Oporto y República Argentina)".

La pieza monumental, que pasará a engrosar en el futuro los fondos del Museo de Castrelos, será expuesta a partir de la semana que viene, y durante al menos quince días, en el vestíbulo del edificio administrativo de la Xunta de Galicia en la Praza da Estrela. "Así podrá ser visitado por todos aquellos ciudadanos que lo deseen", explicó Marta Souto, delegada de la Consellería de Cultura. Esta muestra temporal estará acompañada de paneles y fotografías explicativas del yacimiento en que se ultiman las excavaciones.

"Este tipo de hallazgos refuerzan la autoestima colectiva y demuestran que, salvo la ciudad de Ferrol, todas las principales urbes de Galicia tuvieron un papel destacado en la época romana", razona la responsable de Cultura en la provincia.
En el mismo solar en que se halló la pieza funeraria, los trabajadores de la empresa especializada Anta de Moura -"que están a punto de concluir sus trabajos en el yacimiento", precisó el también arqueólogo Xurxo Constenla-, "descubrieron varias estructuras de la época tardorromana que formaban parte de una construcción mayor".

Los arqueólogos hallaron en concreto dos estancias de planta cuadrada, semidestruidas, "que podrían corresponder a la cocina y al almacén de una vivienda", según apuntaron los expertos. Además, descubrieron "un patio interior a mayor altura y un semisótano, con granito y perpiaño, similares a los de la finca Mirambell".

Constancio II
Los arqueólogos también han recopilado de la zona fragmentos de ánforas y cerámicas "de tradición africana"; restos de vidrio y de cobre; y una veintena de monedas, una de las cuales fue acuñada en tiempos de Constancio II, hallazgos todos ellos que refuerzan la tesis de que sobre esta zona hubo un asentamiento romano consolidado.
Xurxo Constenla, en su intento por contextualizar el hallazgo, recordó que en 1953 ya habían aparecido en la zona una treintena de lápidas funerarias romanas, "de gran calidad", apostilló, justo en un solar que hace esquina entre las calles Pontevedra e Inés Pérez de Ceta (antes calle Hospital). Sin embargo, este yacimiento quedó prácticamente olvidado coincidiendo con el desarrollo urbanístico de toda la manzana.

Entre los años 1992 y 1993, nuevos descubrimientos en la zona no dejaron lugar a las dudas: existía un yacimiento arqueológico romano "de mayor importancia a la que se esperaba", indican los expertos, que sitúan "el Vigo romano entre los siglos I y VII de nuestra era".

Volviendo al ara funeraria, los expertos la califican de "texto histórico" que puede ofrecer muchos datos sobre la esperanza de vida en la época y otras particularidades del Vigo romano; desconocen la relación existente entre dos de los nombres de su epitafio; creen que estaba situada muy cerca del mar, en una pequeña cala; y que no tiene por qué corresponderse con dos tumbas aparecidas en las proximidades.


Imágenes del Ara do Areal facilitadas por Abo (comparando...la segunda es el "Ara de Flacinia"):






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Hablando sobre la misma noticia en ABC
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Pequeño fragmento que ha llamado mi atención y he extraído de:
http://www.abc.es/abc/pg060327/actualidad/cultura/cultura/200603/27/ara_funeraria_romana_vigo.asp

"El texto explica que el ara funeraria está consagrada a los dioses Manes, y que fue puesta por "Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti", todo ello distribuido en once líneas, una característica que tampoco es habitual, ya que los textos suelen ocupar menos espacio."


Otro ejemplo de lápida romana con más de once líneas:
Lápida de "Lucio Pompeio Reburro Fabro" (A Rúa-Ourense)



La podemos encontrar en:
www.arqweb.com
www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1235

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Comentarios

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  1. #1 A.M.Canto 31 de mar. 2006

    Lino: Me alegro, pero yo me fié en principio de lo que decía el periódico, que el trato estaba cerrado ya en diciembre pasado: "Manuel Blanco Novo, el hombre que la encontró, no da crédito. En el mes de diciembre firmó todos los papeles que le indicaron los empleados de la Xunta para “que se llevasen la lápida”, explica. Además, había aceptado el dinero que estipuló la Dirección Xeral de Patrimonio: “La estela se valoró en 4.000 euros, y a mí, como descubridor, me corresponde la mitad”. Sin embargo, nadie le ha pagado todavía, ni se ha llevado la PIEDRA que indica que el soldado romano Quinto Ivlivs Aquinus y su compañera, Tiberia Claudia Urbana, fueron enterrados allí.", en: http://www.elcorreogallego.es/index.php?option=com_content&task=view&id=54902&Itemid=6 .
    Ya me imagino que El Correo será algo beligerante con la actual Xunta, pero no creo que llegaran a falsear las declaraciones del todavía poseedor de la pieza. Y, según ello, han pasado tres meses desde que se podía ya pagarle y recoger la pieza.
    P.D.- El archivo de este periódico no funciona bien, ¿tiene Ud. el link o el texto del artículo que me dice, del miércoles 29?

  2. #2 elpater 06 de abr. 2006

    Sra. A.M.Canto:

    Dijo usted: "Bueno, ya perdonaréis. Normalmente todos estos ensayos no se hacen a la vista del respetable, y lo que se ofrece de una vez es la solución final, pero, bueno..."

    Y digo yo:

    ¿Perdonar? ¿PERDONAR? ¡Agradecer más bien, y mucho!

    1) Para mí tengo que uno de los problemas de la transmisión social del conocimiento es que, casi siempre, lo que llega a la población es el producto acabado, redondo, empaquetado y presto a consumir. Como esos tomates tan rojos, tan redondos y tan perfectos que nos llenan la vista y no saben a nada.

    El resultado de la investigación, descontextualizado del proceso, muchas veces se revela anodino a ojos del común de los mortales. Poniéndome un poco cínico, ¿qué sacamos al final del ara viguesa? Que un señor y su hija se murieron, y la madre y abuela los llora. ¡Pues vaya novedad! ¡A los galaicorromanos ya les dolía la desaparición de familiares! ¿Es que alguien lo dudaba? ¿Y para eso tanto gasto, tanto esfuerzo, tanto esquilmar a los promotores, tanto entorpecer el desarrollo urbano?

    A lo mejor extrapolo mi particular forma de entenderme con el mundo, pero lo que me fascina de la investigación, sea histórica o de cualquier otro campo, es el proceso, el cómo se pueden llegar a resolver enigmas que parecían imposibles de aclarar. Creo que mucha gente siente igual. ¿Cuál es si no el encanto de las buenas novelas policiacas? ¿Por qué sigue editándose y vendiéndose el Sherlock Holmes de Conan Doyle? ¿Simplemente por saber el nombre del asesino?

    Y eso es lo que ha pasado aquí. Aparece un ara en la que los más burracos no somos capaces de leer más que una o dos palabras además del Dis Manibus Sacrum. Empiezan las hipótesis. Uno ve un detalle, el otro descubre un nexo, un tercero localiza un error. ¡Joer, vaya nombres tan raros! ¡Coñe, pero si ahí dice Fausto! Y se va tejiendo la trama, y nos va prendiendo, y algunos que yo me sé debieron hacer un gasto extraordinario en cafés solos esta mañana ;-) ¿Por saber el nombre de los mortiños? No, no. Por saber cómo puede llegar a saberse, que es, para mí y creo que para muchos, lo realmente importante. Por saber cómo se puede conseguir el milagro de, gracias al análisis epigráfico, llegar a conocer la desgracia de esa buena Iulia que perdió de un plumazo a hijo y nieta. Y el no menos milagro de hacer que, tras casi dos milenios, quien más, quien menos, se haya condolido de su desgracia, casi como si fuese una vecina, una conocida, una amiga. Y todo porque no se nos ha dado el resultado desde el principio ( "Tres romanos se han muerto" ¿Tres? ¡Todos, no te jiba!), sino porque hemos ido descubriendo su destino poco a poco, a través de la razón, la inteligencia y el método. Y con el placer añadido de haberlo hecho colectivamente, entre todos, poniendo quien más sabe ese saber al servicio de la curiosidad común, sin más jerarquía que la que otorga la verdadera auctoritas, siempre atemperada por el calorcillo agradable que reina en esta Celtiberia. Y, por si fuera poco, los que sabemos menos hemos tenido la posibilidad de aprender cosas que ignorábamos. ¿Perdonar, dice?

    2) La gente puede creerse la tira de patrañas... o a saber si se las cree o hace que se las cree. Me parece que, ante ciertas cuestiones, el personal luce un terrible escepticismo. Ante nosotros, lo diga la gente o no, el escepticismo es brutal. El Homo heidelbergensis de Atapuerca tiene 300.000 años (anda que no se tiran faroles). Descubierta la tumba de Alejandro Magno (¿por cuál van? ¿por la quinta?). Este trozo de sigillata hispanica fue fabricado en Tricio a finales del siglo I (sí, claro, made in Tricio pone, vaya morro que le echan estos tíos). Descubierta una basílica (¡cuatro PIEDRAs que a saber de cuándo son y tienen la ciudad paralizada!).

    Mi creencia es que la situación cambia por completo si se es capaz de implicar al público en el proceso de investigación, haciéndole vivir los pasos y el progreso del mismo, desde el desconcierto y la ignorancia iniciales hasta el resultado final, que sólo se alcanza cuando se han descubierto las piezas del puzzle y se ha conseguido hacerlas casar. No largándoles el rollo de la "historia de la disciplina" ni de "los métodos de investigación", sino presentándoles un caso concreto y siguiéndolo paso a paso. Con los titubeos, los errores y las correcciones de los mismos. Con el éxito o el fracaso final. Presentándonos como somos, personas normales y corrientes cuyo trabajo consiste en desvelar la historia como el del detective es conocer la trama del crimen. Según se va construyendo paso a paso, el escepticismo inicial va desapareciendo, y al final, si hay suerte, llega la comprensión de lo que realmente se hace cuando se intenta construir la historia.

    Me parece que hacer eso es bueno desde cualquier punto de vista. Y no es la menor ventaja la de romper las distancias y las barreras, la de que de una vez se convenzan de que no tenemos poderes paranormales que nos permitan, viendo un trozo de PIEDRA, adivinar cómo se llamaba la novia del que la talló, sino que simplemente ponemos en práctica un método y disponemos de un arsenal de datos que nos permiten aproximarnos a lo que realmente pasó con un cierto grado de certeza. No es bueno para nadie que nos perciban como sabios ajenos al mundo disfrutando de nuestro onanismo intelectual en la torre de marfil. Hay que romper las paredes de esa torre. Y cosas como ésta, hacer todos los ensayos, seguir las pistas falsas hasta caer de la burra, construir poco a poco el conjunto coherente, todo ello a la vista del respetable, como usted bien dice, es una estupenda forma de conseguirlo. No sé si es la mejor, pero desde luego creo firmemente que es buena.

    Por mi parte he disfrutado mucho. Gracias, y que sean muchas más :-)

  3. #3 Lilit 07 de abr. 2006

    Me estáis dejando de PIEDRA, y nunca mejor dicho.
    Son fantásticas todas las aportaciones de este artículo, en un descubrimiento tan reciente habéis sido capaces de aportar muchísimo.
    Da gusto leeros.

  4. #4 Abo 08 de abr. 2006

    Sr. elpater, gracias a Vd. y en lo que a mi, no se merecen :-)

    A.M. Canto, precisamente esa estructura metálica fue la que me dió pie a pensar que debería encontrarse empotrada en el suelo, su esbeltez y su poca base necesitaría caso de no ir empotrada, tendría, como dice, que existir "algo" que la sujetase, bien una base amplia de PIEDRA con mortaja o un murete perimetral que la amparase; como parece encontrarse (posiblemente in situ) en un cementerio junto a dos enterramientos y no aparecer restos de algo que la protegiera y, además, pensando que el focus se encontraría a una altura "no correcta" por lo que Vd nos dice, entendí que lo más correcto sería fijarla directamente al suelo como parecen estaban las otras estelas de dos metros de altura (la mayoría) encontradas en la misma necrópolis; pensaba también en los miliarios y más antiguamente los menhires. Doctora, lo mio no era más que una opinión y agradezco como siempre su corrección. Sí que saqué alguna foto más, las tres vistas que faltaban (laterales y posterior) y algún detalle, se tratará de subirlas.

    El cantero previamente preparó una PIEDRA de 1,84x0,35x0,30 m. y a partir de éste sólido realizó el resto. No la encuentro proporcionada con el pie romano de 0,296 m. por lo cual, creo, fue construida con medidas no ajustadas a módulo alguno, simplemente a tamaño y gusto particular, de quién la hizo o quién la mandó hacer. Es una opinión más y es muy posible, como dice sansueña, su modulación fuese la braza con pies de 0,306666... m.

    Saludos.

  5. #5 elpater 08 de abr. 2006

    ¡Bueno, bueno, bueno, bueno!

    Está claro que Doña Iulia sigue haciendo milagros. ¡Don Rafa Ojea, the one and only Rafa Ojea, por aquí! Un magnífico comienzo para una Semana Santa, sí señor.

    Sólo le pido una cosa, don Rafiña. Ahora que está aquí, no se vaya. Quédese; participe lo que quiera si quiere, lea cuando pueda, le apetezca y se lo permitan sus otros deberes, pero quédese. Times are changing' on. Lo de Vigo es buena prueba, y ahora empieza a fructificar todo lo sembrado por ustedes durante tanto tiempo.

    Para quien no sepa de lo que hablo, http://quotidianum.blogalia.com/historias/31845#comentarios

    Su mensaje, don Rafiña, es buena prueba de que lo que el pasado julio se decía en ese enlace es cierto. Pero corren (¡por fin!) tiempos mejores tras los largos años de secuestro de la arqueología en Galicia. Está claro que el nuevo "talante" (Abo dixit) que Don Felipe Arias está imprimiendo ya al organismo responsable de la Xunta, abre las puertas a la esperanza. Esto no ha hecho más que empezar (toquemos madera). Ahora nos toca apoyar en lo que podamos. Lo que todavía falta es que vuelva usted al lugar del que nunca debió haber salido salvo hacia arriba, hacia la asunción de mayores responsabilidades en esta cosa del patrimonio colectivo. Yo no pierdo la esperanza: todo se andará :-)

    Y haga el favor de animar al Sr. Carballo, don Xulio, a conectarse a internet. Que bien está mantenerse en las tradiciones, pero esa manía suya (de él) de seguir empleando el cincel y la PIEDRA como único medio de comunicación, para mí que es pasarse un poco ;-)

    Me está entrando algo de angustia. Creo que tengo miedo a que se vuelva a desvanecer pronto este sueño hermoso que ahora recomienza. Pero cosas como la del ara de ustedes, que ya ha pasado a ser de todos, suponen un acicate de envergadura. Todo un ejemplo, don Rafa. Todo un ejemplo. Muchas gracias.

    As vezes uma dúvida rondava
    Valia ou não a pena o que fazias?
    Se alguém caía um outro alevantava
    O tronco que tombava e renascias
    (Zeca Afonso)

    ¡Vigo mola! Que no decaiga :-)

  6. #6 Abo 10 de abr. 2006

    Alicia, sí que es curioso y lo que cambian las lecturas en función de una o dos letras. Esa BE de Colmenero o la PI de Baños es dificil su lectura ya que la PIEDRA se encuentra bastante desgastada; con la foto en B/N que nos da Baños y ampliada se podría ver una B pero no asi la E que parece tener razón la epigrafista. Harían falta unos cuantos macrodetalles pero en estos momentos es imposible ya que el Museo de Castrelos se encuentra cerrado debido a una "reordenación" del material existente. Algo ya se comentó por aquí y me da que el silencio sea lo más prudente y acertado. Se subirá la que figura en libro de G. Baños Rdguez. Póngase gafas y a ver que nos dice. Asimismo, que nos puede decir respecto a que la ornamentación de las cabezas de ambas aras se pueden considerar como idénticas, salvo el frontón y dos surcos debajo de los cornetes. ¿misma oficina?, ¿coetáneas?; Vd. dirá.

    Sabemos que los enterramientos, generalmente, se colocaban en las orillas de los caminos y concretamente a las entradas y salidas de las ciudades o de pequeños núcleo de población. Hasta aquí creo tenerlo claro. Cuando nos encontramos en las continuaciones de esos caminos de entrada y salida con viviendas luego de enterramientos, más vivienda seguidos de más enterramiento...., pregunto, ¿podemos pensar que estamos ante un paulatino ensanche poblacional y crecimiento de la ciudad o del pequeño núcleo de vecinos u obedecen a otros motivos?.

    A ver si en cualquier momento se suben algunas fotos más con detalles del ara de Julia.

    Sansueña, las medidas ( 1,31x0,31x0,20) de Flaccinia son las que nos facilita Baños en su libro, el resto las obtuve por proporcionalidad sobre la fotografía.

    Saludos.



  7. #7 Airdargh 19 de abr. 2006

    Yo más bien diría Areal= Ciudad inundada de Valverde o "Atlántida" si se prefiere, tal como parecieran evidenciar varios documentos de época, entre los que el siguiente no es sino un ejemplo:

    "Era esta villa de Bigo (sic)...""...iglesia parroquial, que hoy llaman Santiago de Bigo, en la cual hay algunas sepulturas de alabastro y PIEDRAs labradas, traducidas allí de los antiguos monumentos y entierros de los pobladores de aquel tiempo de gentiles, con muchas otras láminas y PIEDRAs curiosas que de estos sepulcros se quitaron y se ven hoy en otros edificios con sus letras y señales antiguas: y de ordinario se descubren otros bajo tierra. Llegaba ansi mesmo su población dende dicho sitio de Roupeiro por donde agora está fundado el convento de monjas desta villa por toda aquella ladera, que así se llama oy, que estaba antiguamente poblada de casas, edificios y arboleda hasta donde baja agora la marea, y con las inundaciones de la mar, inchientes de ella y avenidas de las aguas de los montes, terremotos y tempestades, que muchas veces se ofrece venir todo junto, se fue deshaciendo y arruinando, con que ya oy se lo cubre la mar, y con la menguante de sus mareas da lugar a que los navegantes con mucha comodidad den carena a sus navíos dejándolos en seco en el sitio que antes era población de casas, edificios y huerta de mucha estimación y recreo: los sujetó y deshizo la mar, descubriendo cada día adelante muros de casas, monumentos, hornos de PIEDRA de bóveda y otros de ladrillo por debajo de tierra que pregonan la antigüedad de sus primeros fundadores, como oy se reconoce en el tránsito que de esta villa va a las religiosas..."
    Extracto de un texto del s. XVII que dn. Nicolás Taboada y Leal transcribe en su Descripción topográfico-histórica de la ciudad de Vigo, su ría y alrededores.

  8. #8 Airdargh 20 de abr. 2006

    Para informarme me basta y sobra el GOOGLE, del que extraigo algún ejemplo a continuación (tampoco es plan copiarlo todo):

    INFORME SOBRE O
    "Proyecto de ampliación del muelle del Arenal del Puerto de Vigo" de la Autoridad Portuaria del Puerto de Vigo. REF: PUC 20-01

    13. Perspectiva arqueológica del impacto de la ampliación del muelle del Areal:
    ASPECTOS HISTÓRICOS

    Desde el punto de vista arqueológico e histórico la zona de la Calles Pontevedra-Areal constituye uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Vigo.
    En la época romana era un importante punto de recepción de mercancías procedentes de Italia, las Galias, de diferentes partes de la península Ibérica y, con posterioridad, del norte de África. Llegaban numerosos productos alimenticios (salazón, vino) y manufacturados (cerámicas, recipientes y adornos de vidrio, etc.) que, sin lugar a dudas, eran considerados como bienes de prestigio. Muy probablemente en un primer momento estas mercancías o productos fuesen desembarcados directamente en la playa, como lo han puesto de manifiesto los restos de ánforas de los siglos II a.C. a I d.C., rotas y caídas sobre la antigua playa, como se documentaron en las excavaciones efectuadas en esa zona, bajo la dirección de Angel Acuña y de Mª Soledad Prieto. Pero, estos productos muy probablemente no fuesen consumidos únicamente en la localidad de Vigo, sino que serían redistribuidos a otras zonas de la comarca o de Galicia.
    Creemos que la antigua Enseada do Areal constituía una zona de fondeadero de barcos mercantes que con el paso de los tiempos llegó a ser un puerto estable. Por lo tanto nos encontramos en la zona donde se ubicaría el germen portuario de la ciudad de Vigo. Sería un lamentable error y contradicción histórica que se continuase ampliando el actual puerto a costa de -y sin investigar- lo que nos legaron nuestros antepasados.

    YACIMIENTO DE LA CALLE PONTEVEDRA-AREAL.
    Código inventario arqueológico: GA 36 057 083
    Parroquia: Vigo (Sta. María).
    Lugar: O Areal - Roupeiro.
    Nº de hoja (1:1.000): 17-23 e 17-24.
    Altitude: 5-25 m.s.n.m.
    Adscrición tipolóxica: Asentamiento / Necrópolis.
    Adscrición cultural: Romano / Medieval/Moderno.

    Descripción del yacimiento: En el año 1840, Nicolás Taboada y Leal, cita la aparición -en excavaciones casuales- de restos de edificios arruinados, molinos de mano, ladrillos, tejas, escorias de herreros, monedas de bronce, etc. que para él indicaban la existencia de una anterior población en una zona que el autor sitúa entre el Areal y Santiago de Vigo. Este mismo autor transcribe un documento del s. XVII en el que se citan restos de muros de casas, monumentos, hornos abovedados de PIEDRA y otros de ladrillo. Santiago y Gómez señala que unas escrituras del s. XVI demuestran la existencia de un monasterio benedictino en el lugar de Fervenza -extramuros de Vigo-, y que las PIEDRAs de sus ruínas se utilizaron para reforzar las murallas de la ciudad en tiempos de Felipe IV (S. XVII). También cita que entre los años 1870 y 1872, al hacer la circunvalación [Calle Policarpo Sanz], se encontraron algunos sepulcros y restos de edificaciones, y que en 1883, al hacer los cimientos del Teatro Cervantes, volvieron a aparecer restos de construcciones.
    Para algunos autores estos sepulcros se encontrarían en la confluencia de las calles Colón y Policarpo Sanz. En 1912, la guía turística Vigo-Mondariz-Santiago, daba a conocer que en una edificación del Areal se descubrieron trozos de tégulas y varias monedas romanas. En el año 1953, en las obras de cimentación de un edificio propiedad de D. Mauro Alonso –en la esquina de la calle Pontevedra con Hospital-, se encontró una estela romana a más de dos metros de profundidad. En la excavación de urgencia, dirigida por Álvarez Blázquez, además de fragmentos cerámicos -una urna cineraria-, una capa de escombros de hierro, etc, se localizaron 29 estelas funerarias romanas y un fragmento de ara de la misma época, que no se encontraban in situ, si no que fueron reutilizadas como pasal en pantano.
    La existencia de una necrópolis y un asentamiento romano se confirman a partir de las excavaciones, dirigidas por P. Soto, A. Acuña, Mª S. Prieto y J. Castro, que se realizaron en la zona desde 1992. En ellas se localizaron una calzada, restos de construcciones de un asentamiento galaico-romano, los restos de unas salinas, tumbas de incineración -urnas de cerámica con cenizas en su interior- e inhumación -hechas de tégulas, “tixolos” y losas de PIEDRA-. No conocemos con exactitud las dimensiones del yacimiento romano del Areal, pero sabemos con seguridad que se extiende en paralelo a la costa y que constituye un núcleo de población que perdurará hasta el siglo VI.
    Son varios los descubrimientos de restos medievales y modernos en la zona: por un lado, en un control arqueológico llevado a cabo en 1994, fue localizado una tumba medieval en la prolongación de la calle Rosalía de Castro, a pocos metros de la calle Roupeiro. Por otro lado, en la excavación dirigida por A. Acuña en el solar nº 5 de la calle Hospital, se econtraron los cimientos de un convento -de monjas franciscanas segun el director de los trabajos- fechado en los inicios de la Edad Moderna.

    Texto tomado del libro:
    Carballo Arceo, X.; Luaces Anca, J; Toscano Novella (1998). Catálogo do Patrimonio
    Arqueolóxico. Arqueoloxía de Vigo e a súa Historia. Departamento de Patrimonio
    Histórico. Concello de Vigo.
    Firma: María Xosé



    Se calcula que sobre el cambio de Era una población totalmente romanizada se va estableciendo en el litoral vigués, formando un vicus. Este núcleo, aún en proceso de estudio, quedó constatado con el hallazgo de un impresionante conjunto de estelas romanas en los anos 50; restos constructivos de diferentes establecimientos salpicados por la ciudad, necrópolis, factorías para la extracción de sal, y salazón y una serie de establecimientos residenciales y económicos (villae) vinculados a la actividad comercial y pesquera diseminados por toda la franja litoral.


    EXCAVACIÓNS ARQUEOLÓXICAS NA RÚA HOSPITAL, 5. VIGO
    Durante o derradeiro trimestre de 1995 e inicio de 1996, excavouse integramente un solar na rúa Hospital, 5 de Vigo, situado no centro da cidade. O solar, incluído na área de protección do xacemento romano de Areal-Pontevedra, atopábase a menos de 50 m. do lugar no que en 1953 apareceron varias estelas funerarias romanas, hoxe no museo municipal.(...) Os niveis arqueolóxicos corresponderon a unha ampla banda temporal, dende o século XIX ata a época altoimperial romana. En síntese pódese dicir que baixo o nivel do XIX atópase un do XVII, outro medieval, unha necrópole que vai dende o século II ata o VI, VII despois de Cristo, unhas saíñas en toda a extensión do terreo, datables no s. II d.C. e, no derradeiro nivel, restos de ánfora de época altoimperial. (...) En calquera caso vénse a confirmar a existencia dun poboamento relativamente importante (vicus), situado no que hoxe é o centro de Vigo, se temos en conta os resultados das excavacións anteriores no edificio Ferro (no casco histórico actual), rúa Colón e Rosalía de Castro (onde aparecen unhas posibles instalacións portuarias moi preto da excavación da rúa Hospital).


    Una pieza bizantina hallada en Areal revela la riqueza del Vigo romano
    Se trata de un lujoso ungüentario descubierto durante las obras de ampliación del túnel.
    Eduardo Rolland / VIGO
    El hallazgo en la zona de Areal de un ungüentario bizantino ha confirmado la idea de que en el Vigo romano existía una clase adinerada, que podría cimentar su riqueza en la salazón y exportación de pescado.
    La pieza fue encontrada el pasado año durante las obras de ampliación del túnel de Areal y se trata de un objeto muy lujoso para la época, el siglo III después de Cristo, y procedente de una provincia romana muy lejana de Vigo, situada en la actual Turquía.
    El arqueólogo provincial, Xulio Carballo, considera la pieza "un auténtico hito", al que hasta ahora no se había dado publicidad. "En la excavación, que se hizo a la altura de la plaza con la fuente que llaman La Paellera, se encontraron muchos sedimentos marinos de cerámica romana, que muestran que en esa zona desembarcaban los mercantes romanos, que transportaban sus productos en ánforas", explica Carballo.
    Muchos de estos envases eran "de usar y tirar", por lo que los lugareños, tras trasvasar las mercancías a otras ánforas y recipientes, los arrojaban a la costa. Así, se han hallado numerosos restos en esta zona.
    La sorpresa llegó al encontrar entre esta cerámica común el ungüentario bizantino. Este recipiente era utilizado durante la época romana para contener perfumes o afeites, destinados a las clases pudientes.
    La procedencia del Imperio Romano de Oriente revela que la antigua villa que derivó en el actual Vigo, y cuyo nombre romano no conocemos con certeza, mantenía un importante comercio con el Mediterráneo y aún con el Extremo Oriente de la época.
    El arqueólogo Xurxo Constela, director de la excavación de Areal, cree normal que en la zona se instalasen, desde finales del siglo III, familias patricias, que se desplazaban a la periferia del Imperio, huyendo de los impuestos abusivos, en un momento en el que el desmoronamiento de Roma era evidente.


    La salina romana del yacimiento de “O Areal”, Vigo
    Juan Carlos Castro Carrera
    La salina se sitúa en el núcleo urbano de Vigo, emplazado en el litoral sur de la ría de Vigo, en el noroeste peninsular. Hoy día está bajo gruesos estratos de sedimentos naturales y rellenos antrópicos, y alejada de la costa por los rellenos que a partir del último tercio del siglo XIX se sucedieron en paralelo al proceso de crecimiento urbano de la ciudad, a fin de favorecer su ensanche y el acondicionamiento de un puerto comercial. Originalmente la salina se situaba sobre la playa que recorría toda la ensenada de Vigo y en la base de la ladera norte del monte que domina la ciudad, “O Monte do Castro”.
    El yacimiento de “O Areal” tiene una importante secuencia estratigráfica que está cambiando de forma radical el conocimiento de la Historia de la ciudad en época romana. A grandes rasgos podemos decir que el nivel más antiguo lo constituye la propia playa, con un uso portuario en el marco de un tráfico comercial, ya desde época republicana. La salina se instala sobre la playa en época altoimperial. Con posterioridad a que la salina quede sepultada debido a procesos de sedimentación natural, los cambios que supuso la romanización consolidaron definitivamente el asentamiento humano en la zona litoral en época bajoimperial y tardorromana, del que destaca una extensa necrópolis de amplia perduración, que va a ocupar toda la superficie que en su día fue explotación salinera, y que en ese momento ya no sería visible.
    La estructura que nos ocupa es una salina marina de evaporación solar de época romana. Su singularidad viene dada por su localización geográfica septentrional, nada habitual para este tipo de instalaciones en época romana, y por la casi total ausencia de este tipo de estructuras en el mundo romano que han llegado hasta nosotros, lo cual unido a su –en general- buen estado de conservación, hacen del hallazgo algo excepcional. El conjunto se articula de forma escalonada, con cubetas de distintas dimensiones y factura, delimitadas por PIEDRAs hincadas. En el solar en el que se documentó en un mejor estado de conservación, la salina ocupa una superficie de 300 m2, y –en conjunto con los datos aportados por otras intervenciones- nos ha permitido conocer distintos aspectos de su arquitectura y de las distintas soluciones constructivas empleadas. Fue construida sobre la playa utilizando arcilla, grava, PIEDRAs, etc.
    Su datación altoimperial resultaba paradójica teniendo en cuenta que en la ría de Vigo conocíamos varios yacimientos romanos con vestigios de piletas de salazón siempre adscritos a un momento bajoimperial, y sin ninguna estructura salinera claramente contrastada. No sabíamos, por tanto, el destino de la sal que se producía en la salina, pero estábamos seguros de su cronología y su carácter industrial, debido a sus dimensiones, suponiendo la existencia de una factoría coetánea de la cual no teníamos ningún indicio. La respuesta vino con el hallazgo de una factoría de salazón situada a unos 200 m. al oeste de la salina y contemporánea a esta, que nos permite plantear la hipótesis de una gran área industrial salazonera galaico-romana de época altoimperial en lo que hoy es el núcleo urbano de Vigo, el primer conjunto hasta ahora documentada en Galicia, que debido a sus dimensiones hace pensar en una producción que sin duda supera el ámbito local y que como mínimo podríamos situar
    a nivel regional. De esta gran área industrial de momento conocemos –en distinto grado- la salina, la factoría de salazón y la zona portuaria.


    La ampliación de Rosalía deja ver los límites del puerto romano de Vigo
    http://www.lavozdegalicia.es/ed_vigo/noticia.jsp?CAT=111&TEXTO=4518842
    En el solar, que está al final de la calle, se halló un ancla de PIEDRA y numerosa cerámica
    La prospección arqueológica fija los niveles naturales de playa en el siglo III

    Cada vez está más claro que el primer puerto del Vigo romano se situaba en donde hoy en día se localizan las calles Areal y Rosalía de Castro. La última pista que han encontrado los arqueólogos se sitúa en el solar que empalmará la calle Rosalía de Castro con García Barbón.
    En este lugar, donde en breve comenzarán a crecer edificios y se completará la calle Rosalía de Castro, se han encontrado los niveles naturales de la playa correspondientes a la época romana. Quiere decir esto, que la línea de costa estaba mucho más tierra adentro de lo que se encuentra hoy en día. En el solar de Rosalía de Castro 2 se han encontrado restos de grandes formaciones dunares e incluso de una marisma, fruto de la posterior modificación costera experimentada por esta zona.
    Cronológicamente, las referencias materiales localizadas en este lugar se pueden situar entorno al siglo III-V, por lo que enlazaría con otros yacimientos encontrados en los últimos a?os por los alrededores de Rosalía de Castro y Areal.
    Estos hallazgos son importantes por dos razones. La primera es que documentan una modificación litoral en la historia de Vigo.
    La segunda razón que justifica la importancia de este lugar es la constatación de que en el Areal se encontraba el primer puerto de Vigo. No obstante, los hallazgos localizados no impedirán el desarrollo de los planes urbanísticos porque no se han encontrado estructuras importantes.

    Epígrafe de tres letras
    En ese contexto natural también han aparecido materiales de época romana, tanto cerámicas de los siglos III, IV y V, como una pieza novedosa que podría ser una ancla. Se trata de una PIEDRA agujereada y que presenta un epígrafe de tres letras todavía sin descifrar. También aparecieron algunas piezas de cerámica entera y una estructura de edificación pero que es del siglo XIX.
    Curiosamente, el solar Rosalía de Castro 2 no se encontraba dentro de la zona de cautela arqueológica, pero cuando el Concello confeccionó el plan parcial de esta urbanización incluyó como condición la realización de sondeos arqueológicos.
    Este descubrimiento refuerza las teorías que sitúan el puerto romano en la zona del Areal, aunque ello no implique necesariamente la existencias de un muelle (hasta el momento no se encontró un muelle).

    Contacto y establecimiento
    El tráfico marítimo entre Roma y Vigo ya está documentado arqueológicamente desde la misma época republicana, es decir en el siglo I a. de C. Durante, las obras de construcción del túnel del Areal, se encontró numeroso material de época republicana. Curiosamente, en Vigo, en esa misma época histórica, no se han encontrado restos de viviendas romanas.
    Recientemente, en Rosalía de Castro y Marqués de Valladares se han encontrado una salina y una factoría de salazón datadas en el siglo I-II de nuestra era. En este período, conocido como Altoimperial, tampoco se ha documentado en Vigo ninguna estructura perteneciente a viviendas romanas. Hay que esperar hasta el siglo III para encontrar los primeros restos de habitáculos romanos en el término municipal vigués.
    Así que en los primeros momentos los contactos entre los galaicos y los romanos serían sólo comerciales. En una segunda etapa ya son industriales. Y finalmente, son sociales y es cuando ya se detectan restos de villas y otros asentamientos habitacionales ocupados por los recién llegados.
    Durante mucho tiempo, la ensenada del Areal fue utilizada como fondeadero, incluso era conocida como la poza del puerto de Vigo debido a la profundidad que allí se alcanzaba.


    Desde principios de los 90, la zona comprendida entre las calles Areal, Pontevedra, Oporto y Plaza de Compostela, ha revelado importantes yacimientos de restos romanos, especialmente relacionados con la actividad de la salazón; de estos yacimientos se han recuperado más de 35.000 piezas, entre las que destaca, sobre todo, la cerámica.


    ...más en GOOGLE (arqueología Areal Vigo, por ej.)

  9. #9 Airdargh 21 de abr. 2006

    Hola carísim@s druidas. Velaí, en rigurosa primicia, para insertar aquí con la venia de Ainé, fragmento del artigo TROVADORES DAS RÍAS, con fuentes en la obra de Xosé Mª Alvarez Blázquez, descubridor de los monumentos de la calle Pontevedra de Vigo. Conviene, no obstante, para la comprensión del mismo (sírvanse caso contrario solicitar algún "Manual de Lectura Comprensiva"), saber diferenciar: 1): Ciudad inundada de Valverde o Atlántida de 2):Ciudad inundada de Valverde o "Atlántida". Esperemos que en esa Gallaecia tengan en cuenta el sentido que adquiere el texto bajo "comillas" y/o en "cursiva"... galimatías de lectura aguarda al lector caso contrario. Entiendan que 1) hace referencia a miticos y legendarios lugares, 2) a lo que aquellos significan, simbólicamente comprenden, y representan: un modo de civilización perdida, en medio de terremotos (movimientos de tierra) e inundaciones, o bien semi-perdida, cuyos restos podemos contemplar, cuando no yacen ya soterrados, reutilizados en tantos casos, formando parte de estructuras urbanísticas mas recientes, como sería el caso que nos concierne.

    MARTÍN CODAX TROVADOR


    LA ESCULTURA DEL SALVADOR


    Nace Martín Codas en una villa semiclausurada, de precaria defensa militar para la población que mediado el s. XIII, que no se atrichera en la cima del Castro, ya para cobijarse medio oculto en sus estribaciones, alrededor de la iglesia de Santa María, donada por Fernando II en 1170 a Don Juan, obispo de Tuy, y otrora concedida al Cabildo por su padre el Emperador:

    Eccesiam etiam Sanctae Mariae de Vico a tempore avorum meorum pacifice possiditis circa faucen de Anceu adjacentem per loca assignata vobis cautamus, scilicet, per fontem Sanctae Eugeniae, inde per locum quem vocant viam veterem, inde per vallum ad piscariam descendentem

    Donde se trazan los límites de la feligresía que comprende el casco urbano cincuenta años antes de nacer del trovador, por un lado el muro que baja hasta la pesquería, el camino viejo por el otro. Con la fuente de Santa Eugenia en el Berbés estos limites comprenden un amplio arco costero, desde el poblado pesquero del Berbés hasta el naviero del Areal donde el camino viejo señala la vía de paso a la feligresía colindante de Santiago de Vigo.

    En 1156 Alfonso VII reparte las parroquias viguesas otorgando Santiago al prelado Pelayo Menéndez y Sta. María al Cabildo, evidenciando el crecimiento de un Vigo que cuenta ya con dos feligresías. Del templo románico de Santiago de Vigo al que cantó Martín Codax se conserva una reliquia, la imagen en mármol de El Salvador, recuperada no hace mucho después de que intentaran llevarla al extranjero, y desaparecer posteriormente; que siendo niño Martín Codax contemplaría algo más de un siglo con posterioridad a su tallado, ya que cuenta con la leyenda ANFUS REX (1073-1109), pudiendo haber servido de ciborio o baldaquino.
    EL CAMINO VIEJO QUE CONDUCE HACIA EL SALVADOR


    Tenía su iglesia primitiva Santiago de Vigo al comienzo del barrio del Arenal, tan entrañada en él que su pavimento se hallaba a nivel inferior de la playa, limitada entonces por las altas dunas. En unas construcciones que hoy hacen esquina al antiguo paso a nivel del ferrocarril y calle Pontevedra estaba enclavada la iglesia románica de Santiago de Vigo, parroquia separada de la colindante por el desaparecido Arroyo del Hospital. Sobre las ruinas del templo edificó posteriormente Inés Pérez de Zeta, en 1550, un convento de la Orden Tercera habilitando parte de la antigua iglesia como capilla para que pudieran seguir asistiendo a misa los vecinos del Areal.

    Al templo románico de Santiago de Vigo que cantaba el trovador en el s. XIII, se llegaba desde el casco de la villa pesquera que descendía del castro, por el llamado Camino Viejo que en su tramo final, salvando la vaguada del arroyo, estaba empedrado con unas viejas y pesadas losas que antaño vigilarían a ambos lados de la via per loca marítima viguesa la fiel ofrenda de los deudos a los dioses manes de los difuntos y honrarían la memoria de los difuntos en dispersas necrópolis. Losas funerarias erguidas entre la segunda mitad del s.III y primera del IV, en memoria de un posible milite Quinto Arrio Mansueto; de Marítimo, muerto lejos de su patria; de Valeria, llegada desde Clunia con sus padres; de Caio Licino Floro, de tres años...un puñado de vigueses ciudadanos de Roma, los primeros de nombre conocido. Por allí, entre las levantadas laudas iba la calzada que subía a Teis y costeaba la ría hacia Pontevedra, Caldas de Reis y Lugo.

    El paso del tiempo dio con aquellos vetustos monumentos en tierra. Cristianizado Vigo, se erguía la iglesia que santificaría antiguos lugares de culto, habiendo sido reutilizadas las estelas y aras galaico-romanas en el pavimento del templo y aun para salvar el paso del arroyo. El posible feligrés de Santiago Martín Codax cruzó tantas veces sobre aquellas PIEDRAs derribadas, dispuestas en lineal sucesión, para alcanzar el pórtico del templo que albergaba la imagen de El Salvador proclamando el triunfo del Cristianismo sobre la yaciente paganía.

    Reconstruyendo el Vigo de la época suprimimos toda la ancha orla de relleno, desde Bouzas a Teis, que oculta por completo el primitivo trazo costero vigués e imaginamos como el mar penetra entre rocas y playas para subir hasta las costaneras calles que eran de campo o monte en el s.XIII, con una población agrupada en las casas terreras de la ribera del Berbés, en los edificios encrespados en torno a la iglesia de Santa María, algunos con blasón en la fachada y, al otro extremo, finalizando en el Roupeiro, un grupo de casas arracimadas tras los altos playales del arenal, con su iglesia asomada a las ondas.

    Iglesia de Santiago de Vigo a la que se llegaba desde la villa por un pasadizo de losas, muchas con las labras hacia abajo, otras con figuras humanas, de soles, astros y lunas, rosas, dedicatorias fúnebres sin piadosas fórmulas cristianas y entre las que destaca una, de grandes dimensiones, con la recia figura de un guerrero vestido con el ságum céltico que, con la lanza entre ambas manos, asemeja desafiar impávido el paso de la gente, año tras año y siglo tras siglo.

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