Autor: Cierzo
martes, 07 de marzo de 2006
Sección: Toponimia
Información publicada por: Cierzo
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Ibones del Pirineo aragonés

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Para los amantes de la hidronimia y de la montaña os voy a presentar una lista de ibones del Pirineo aragonés, para los que se atrevan a buscar significado a sus nombres lo hagan. Del mismo modo iré incluyendo algunas fotos para los que les guste la montaña se animen a visitar alguno.


IBÓN DE ESCARPINOSA


Parece que la palabra “Ibón” podría estar relacionada con el Ibai (rio) euskera, y quizá la misma raiz que encontramos para el rio Iber (Ebro)
Según wikipedia “Los ibones son pequeños lagos de montaña de origen glaciar situados en los Pirineos, generalmente por encima de los 2.000 metros de altitud. Son, en muchos casos, el origen o nacimiento de los ríos de Aragón.
Etimológicamente, la palabra ibón deriva con casi completa seguridad del vocablo vasco "ibai" (río), y servía en su origen para designar a las fuentes cuyas aguas manan a borbotones; cuando el terreno donde se sitúa el manantial forma un vaso, estas aguas dan origen a lagos de mayor o menor tamaño, según las características orográficas del terreno donde se sitúa el manantial.
Están "censados" un total de 94 ibones de muy diferentes tamaños y formas; algunos son utilizados para alimentar pequeñas centrales hidroeléctricas.
Hay ibones encantados, donde, según las leyendas locales, "viven" hadas, como el de Plan. Otros ibones conocidos son los de Anayet y el de Sabocos.” En ellos habitan las FADAS D'OS IBONS




Ibón de Acherito o Ibón de la Cherito
Ibón de Tortiellas o Ibón de Tardiella, Ibón de Tortiella
Ibón de Estanés o Ibón de Astanés
Ibón de Orná o Cravelas, Ibón de Oruá
Humedal de Aguas Tuertas
Humedal de Plana Mistresa o Humedal de Paúl de Bernera
Ibón del Escalar
Ibón de Astún
Ibones de Anayet (El Mal Paso) 1
Ibones de Anayet (El Salto del Agua) 1
Ibones de Anayet (El Salto del Agua) 2
Ibón de Samán o Ibón de Iserias
Ibón de la Sierra
Ibón de Bucuesa
Ibón de Piedrafita
Ibón de Sabocos
Ibón de los Asnos
Embalse de Ip o Ibón de Ip
Embalse de Tramacastilla o Embalse de las Paúles
Ibón de Bernatuara
Ibón de Lapazosa
Ibones de la Munia 1 o Ibones de la Larri
Ibones de la Munia 2 o Ibones de la Larri
Lago de Marboré o Lago de Pineta de Marboré, Lago Helado de Marboré
Humedal de Salarons
Humedales de Millaris 1
Lago de Trigoniero
Lago de Bachimala
Ibón de Gistaín
Bachimala
Ibón de Gías
Ibón Blanco de Lliterola o Lago de Literola
Ibón de Gorgutes o Lago de Gurgute
Ibonet de Lliterola o Ibonet de Literola
Ibón de Remuñe o
Ibones de la Montañeta 1 o Ibones de la Solana de Gorgutes
Ibones de la Montañeta 2
Ibón de Malpás
Lago El Cao o Ibón El Cao
Ibón Vasa de la Mora
Ibón de Armeña
Lago Basibé
Ibones de Escarpinosa 1
Ibones de Escarpinosa 2
Lago de Pomero


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Comentarios

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  1. #1 Cierzo 07 de mar. 2006

    Muchas gracias a tod@s.
    Siguiendo vuestras sugerencias, aunque no es concretamente de un ibón...

    BILBIANA, LA DAMA NUTRIA
    "Ser que habita en el fondo de la Balsa de Artal, del que unos dicen que es una nutria y otros llaman Dama, según relata Sender. Sale durante las noches de la Epifanía en busca de los niños que salgan para ver a los Magos."

    El problema esta en que no sé donde se situa la Balsa de Artal. Artal es un apellido muy común en Aragón y existen toponimos relacionados como Artasona y de los cuales hemos hablado en otros foros... Pero prometo investigarlo.

    ENCANTARIAS
    Así es como en la Ribagorza dan nombre a una clase de FADAS, las LAVANDERAS, que tienden su colada en la noche de San Juan. Su hábitat natural es el agua, por lo que viven en el fondo de los barrancos y en los ríos. Son extremadanete huidizas y gustan de retozar en la hierba dejándose impregnar del rocío del amanecer. Por las noches entonan tristes cantos que se confunden, a veces, con el silbar del viento entre los roquedos de los barrancos.

    FADAS
    El hada aragonesa es un ser femenino de gran poder, relacionada con los bosques, el agua y las cuevas. Su nombre convive con otros como MORA, LAINA, ENCANTARIA...

    LAVANDERAS
    Constituyen una rama de la familia de las FADAS. Las aragonesas se diferencian de las hadas célticas conocidas como BAN SHEE o BEAN NIGHE, en que no se las puede llegar a ver -con dificultades- cómo lavan la ropa de los que van a morir, sino que, en todo caso, es más frecuente ver su colada tendida entre los árboles, en la noche de San Juan. Han sido vistas en la Subida de la Mora de VILLANUEVA DE SIJENA y en el MONTE ASBA, donde tendían sábanas al lado de una fuente. En AINSA se las ve en el llamado Prado de las Lavanderas o de la Casa de Bielsa, junto a un sauce y una fuente. Las lavanderas altoaragonesas sólo pueden ser vistas por personas de corazón limpio, y parece ser que su presencia es gratificante. Hay quien las llama brujas. En la ribagorza les dan el nombre de ENCANTARIAS.

    MORAS
    Denominación de las FADAS. Para S. Pallaruelo, son la representación del poder maligno extendida por el Pirineo; para J.D.Dieste, encarnan lo legendario, mágico o peligroso; para F.Bierge, son bellas y fugitivas, y tienen como símbolo la niebla. La más conocida es la Princesa de la Basa de la Mora.

    LAINAS
    Lamias. Se conoce la existencia de Lainas aragonesas en Boltaña, en Aineto y en la Val d'Onsella
    Lugar:Boltaña, Aineto y Val d'Onsella

    Estos y otros seres mitológicos aragoneses en http://www.aragonesasi.com/casal/invweb/inventa.htm

    Espero que os guste

    Salud

    Pd. Gracias Verracus por el enlace



  2. #2 Sophya 08 de mar. 2006

    LAS LEYENDAS DEL IBÓN

    las Fadas d'os Ibons, las Hadas de los Ibones. Los ibones, como es bien sabido, son el hogar de seres feéricos que reciben diversos nombres: fadas, lainas, moras, donas d'aigua. Es un hábitat sagrado, de ahí que subsista el tabú de no escupir ni arrojar piedras en él. Las fadas se encuentran solas en el fondo de sus ibones, de sus moradas gélidas. Por eso tratan de atraer al caminante, y cantan con voces mágicas, como las sirenas. Porque no es tiempo de viajar por el Puerto hacia Francia, la desgracia acecha en la noche del solsticio. Las Fadas d'os Ibons aparecen sobre la superficie, recitan sus encantamientos y caes en sus redes irremisiblemente, desapareces para siempre bajo las aguas negras.

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    LAS TRES CONDICIONES: Cuentan que había en un ibón del pirineo un hada que aparecía de entre sus aguas. Un montañés se enamoró perdidamente del hada y le pidió que se casase con él. Ella dijo que aceptaría el día que viniese “ni en ayunas ni comido, ni vestido no desnudo, ni a caballo ni a pie”. Sin duda alguna era una negativa, pero el montañés se las ingenió para conseguirla y acudió al ibón con tres granos de ordio en la boca, cubierto con una red de pescador y montado en una cabra. Había cumplido las tres condiciones y el hada tuvo que casarse con él.

    --------------------------------------------------
    LA BASA DE LA MORA: Dicen que si se acude en la noche de San Juán al ibón de Plan y uno se zambulle dentro del agua poco antes de amanecer, y tu corazón está limpio, verás una cosa sorprendente. De entre el agua saldrá una figura de agua, que va tomando forma de mujer con serpientes enroscadas en todo su cuerpo y que danza un baile peculiar sobre las aguas del ibón. Todo tiene una explicación, se dice que es el alma en pena de una princesa mora que se perdió entre los riscos de Gistau buscando a su príncipe. Por ello a este ibón de Plan se le conoce como la basa de la Mora.

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  3. #3 Sophya 08 de mar. 2006

    Esta leyenda es un poco larga , y la he encontrado en internet , pero se la he escuchado a gente del valle de Hecho , con otros nombres y otros caminos.
    Ademas las leyendas siempre tienen un poso de verdad no?

    (Leyenda aragonesa)



    Ibón es una palabra aragonesa de oscura etimología. Parece proceder de la raiz iba, que en el antiguo idioma galo hacía referencia al agua. Ibón significa lago de alta montaña, los ibones son los lagos de origen glaciar que salpican una gran parte de las cimas de los Pirineos. Cuentan las viejas leyendas que el fondo de los ibones pirenaicos está habitado por una antigua raza mitológica.


    En el pueblo de Canfranc, en pleno pirineo aragonés, vivía hace muchos años Damián, llamado el Cucharero. Era hombre de montaña, un poco hosco, escaso en palabras y ducho en recursos. Tenía que sobrevivir al duro clima y a las difíciles pruebas que cada día le imponía su hábitat. Formaba parte del grupo de pastores de la comarca. Los pastores bajaban a Tierra Plana en cuanto asomaban los primeros fríos, para proteger al ganado y darle pastos en los campos situados más al sur, donde la nieve desaparecía antes. La transhumancia era la forma de vida de la montaña, y nadie se planteaba que hubiera maneras distintas de vivir, o de sobrevivir. Aunque, en una ocasión, Damián quiso cambiar su vida.

    Ese año, había sido padre de un niño. Cuando marchó al llano el invierno anterior, su mujer le había dicho que encontraría nuevo ganado al regreso, pero él nunca imaginó que se refería a su primogénito, al ereu, el heredero de la casa. Cuando volvió, se encontró con una criatura de meses, y a su madre diciéndole:

    -El mosén quería que lo bautizara antes, pero he querido esperarte.

    -Le pondremos Fabián, como su abuelo, así tendrá al angel de la guarda y a la almeta de mi padre que en paz descanse para protegerle toda su vida.

    Esto lo dijo Damián con lágrimas en los ojos, y sólo había llorado antes una vez en su vida, que recordara, y fué cuando vió caerse a su hermano por las Peñas y matarse al ir a buscar un cordero que se había perdido.

    El resto del año a Damián se le pasó como en vísperas, y cuando se quiso dar cuenta, el invierno volvía a ocupar su lugar. Pero esta vez el pastor dijo que no bajaba con el ganado. Los demás pastores le llamaron loco; el mairal, como denominaban al capataz, al más veterano en la profesión, le amenazó con echarle del gremio, y las mujeres del lugar le hicieron saber lo que pensaban de un mal padre como él.

    Damián quería celebrar esa Navidad con su mujer y su hijo, como hacían los de los pueblos de Tierra Plana, y después vivir en su casa, no en el monte. Para conseguir su propósito, había pasado muchas horas tallando madera de boj. Con su naballa hizo cientos de cucharas, cazos y cucharones mientras los demás dormían en las mallatas. Sólo quedaba ahora recorrer los pueblos del Valle y vender la mercancía. Así ganaría el dinero suficiente para sobrevivir al invierno, y la primavera siguiente ya se vería. Pero llegó el 24 de diciembre, la antigua fiesta del Solsticio de Invierno, y Damián apenas había vendido algo. Quedaba una posibilidad: habría que pasar a Francia y probar allí suerte. Sólo volviendo con dinero suficiente en la faltriquera podría seguir llevando la cabeza alta en el pueblo.

    Damián partió hacia las montañas del Puerto aquella fría mañana de la Nueibuena, sin hacer caso de las habladurías de su mujer y de su suegra. El no creía en las historias de biellas. Estaba harto de oir a las más viejas del lugar contar que en los ibones de Puerto habitaban seres malignos que acababan con los caminantes, si se atrevían a pasar por allí en los días mágicos de los solsticios. El era pastor, y sabía que el verdadero peligro cuando se andaba por las cimas consistía en no reconocer las crepas o grietas en el hielo bajo la nieve, eso sí que era arriesgarse a perder la vida, como le pasó a su hermano.



    Desayunó fuerte: unos huevos fritos, cebolla y pan. Echó al morral un pan entero y queso. Sobre los hombros se acomodó la mochila cargada con los cubiertos de madera y sin despedirse de nadie, aún de noche, salió hacia Puerto, con la única compañía de su gayata, su bastón de pastor. Llegó al país vecino al mediodía. Las ventas no le fueron mal del todo, se notaba la cercanía de la noche festiva y del día de Navidad, y más de uno solucionó los regalos con el boj bellamente tallado por el artesano. Aunque Damián esperaba más, y apuró el tiempo todo lo que pudo, la noche se le echaba encima y era hora de volver a casa. Conocía muy bien el camino, y confiaba en las estrellas, como tantas otras noches de pastoreo. Sin embargo, la cima del puerto le sobrecogió. Nunca antes había sentido esa inquietud, nunca se había notado oprimido por una extraña fuerza que parecía provenir de la misma montaña. La nieve amortiguaba el sonido de las pisadas. El viento estaba calmado y el silencio era absoluto. Hasta que escuchó la voz. Al principio no se lo creyó. Luego ya no tuvo más remedio que mirar hacia la superficie negra y brillante del ibón. Allí no parecía haber nadie, y, sin embargo, la voz venía del lago. No se entendía lo que decía, ni siquiera era posible saber si se trataba o no de palabras. Al poco tiempo, a la primera voz se unieron otras, y todas parecían voces de mujer.

    A Damián le temblaban las piernas y las manos. Dejó resbalar de la espalda el morral y la mochila, y se desparramó su contenido por la ladera de nieve que se extendía a sus pies. El coro de voces seguía entonando una melodía extraña, bellísima, y a cada minuto que pasaba, parecían añadirse nuevas notas, entonaciones imposibles y misteriosas resonancias. Damián comenzó a andar hacia el lago. En lo más profundo de su cerebro le pareció escuchar, debilmente, la cantarina voz de su mujer que lo llamaba, pero enseguida su nombre formó parte del coro de aquellas voces angelicales, y, claramente, resonó en todo el valle una frase pronunciada por gargantas invisibles:

    -Damián, Damián, ven, ven...

    El hechizo de las Fadas de los Ibons de Puerto volvía a elevarse por encima de las aguas heladas, por encima de la nieve oscura, más allá de las cimas... y su poder, su antiguo y desconocido poder venido de otros mundos y de otros tiempos, arrancaba de esta vida al pobre Damián, Damián el cucharero, y le obligaba a arrojarse en los brazos glaciales de los lagos de la montaña. La profundidad de un ibón fue su tumba.

    Pasados los años, todas las Nueibuenas, un joven montañés llamado Fabián sube a Puerto y arroja una rama de boj, de bucho, a las calmas aguas del ibón.

  4. #4 Sophya 09 de mar. 2006

    LOS IBONES DE BIELSA

    Ibón de Marboré (Marmorés)
    El lago o ibón de Marboré es uno de los más conocidos y visitados del Pirineo, tanto por su propia belleza como el lugar en que se encuentra, un altiplanicie rodeada de picos de más de tres mil metros: Monte Perdido, Cilindro, Marboré, Astazus,...

    Para llegar hasta él deberemos salvar los 1.290 mts de desnivel que hay desde el fondo del valle de Pineta hasta los 2.590 mts. del lago.
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    Ibones de La Munia (Lagos de Lalarri o del Tormacal)
    Los dos Ibones de La Munia (2.510 y 2.530 m.) se encuentran a los pies del pico del mismo nombre (La Munia, 3.133 m.), y reodeados por otros picos no menos imponentes: Rubiñera (3.003 m.) Peña Blanca (2.905 m.)( y Chinipro (2.800 m.).
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    Ibonet de Puerto Viejo (Laguet del Puerto)
    El de Puerto Viejo es un ibón de reducidas dimensiones, tanto que puede pasar indvertido para aquellos que no presten atención al pasar a unos metros de él. Muy próximo al paso froterizo de Puerto Viejo .
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    Ibón de Salcorz
    El ibón de Salcorz se encuentra a pocos metros del antiguo paso de Salcorz o Hechempy, hoy en día poco o nada transitado. De reducidas dimensiones, tiene su principal encanto en las vistas que podemos disfrutar desde su enclave, sin obstáculos por en medio por hallarse "colgado" en la ladera de la montaña.
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    Ibón de Tringoniero (Tringonier) (Laguetes de Tringoniero)
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    Ibón de Urdiceto
    El de Urdiceto es un ibón represado para la explotación hidroeléctrica, es de considerables dimensiones y desde su enclave podremos disfrutar de unas vistas magníficas, una estupenda panorámica que abarca desde el macizo de Posets hasta el de Monte Perdido, pasando por los picos de La Munia y Robiñera.

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    Ibón de El Cao
    El ibón de El Cao se encuentra encajonado en una cubeta de sobreexcavación glaciar entre los picos de Punta Fuesa (Fulsa, 2.858 m.) y Punta Suelsa (Suelza, 2.972 m.).

  5. #5 sugarglider 09 de mar. 2006

    Acerca de las leyendas de los ibones, supongo que las aguas oscuras y profundas, de las que no se ven el fondo, son propicias para ser pobladas de todo tipo de seres fantásticos.
    En La Sierra del Guadarrama la Laguna de Peñalara no se llama ibón, pero también lo es (o, al menos, un pariente pobre). De ella Bernaldo de Quirós (me parerece recodar que fue el) recoje una tradición segun la cual, cuando una res caía en sus aguas oscuras, se hudía de inmediato hasta desaparecer y, al poco tiempo, ascendían sus entrañas flotando en el agua, devorada por la bestia misteriosa que habitaba la laguna sin fondo y que no dejaba que se criaran los peces en la misma... Me resultó interesante cuando lo leí, por que el motivo de las entrañas flotando en el agua se repite en los cuentos irlandeses del Each-Uisghe (creo que se escribe así, estoy hablando de memoria), el caballo marino que se deja cabalgar por sus victimas para arrojarse al agua con ellas en su lomo y allí devoraralas, dejándo tan solo los pulmones que quedan flotando en la superficie.
    De todas formas esto ocurría hace mucho tiempo. Ahora todo lo que hay en la laguna de Peñalara es gente a punta pala, y el monstruo hace tiempo que debió morirse o escapar a otro lugar más tranquilo, por que los salvelinos se dan perfectamente...

  6. #6 pedro 09 de mar. 2006

    Un saludo desde Barañain.
    Entre Salinas de Oro y Gesalaz, al sur de Andía, está Putzuberri. No es de origen glaciar y parece más bien deberse a algún tipo de cataclismo geológico por los derrumbes que hay en la zona y porque el nombre parece indicar proximidad en el tiempo. Fui un día a pescar y el aparejo no tocaba fondo a los quince metros, al lado de la orilla. No es ibón, evidentemente, pero nunca he visto nada escrito sobre este pozo tan conocido.
    A los pozos de los ríos se les suele llamar xiloa (en mi pueblo por lo menos), nombre de probable origen latino.
    Para lo que pueda servir: en alguna morrena chiquitita y en el fondo de un circo glaciar (ya no lo son, claro) en el valle de Erro y Quinto Real (Kintoa) hay varios monumentos megalíticos: túmulos, una montonera de círculos de piedra y un monolito precioso con su correspondiente túmulo que ayudaba a sostenerlo.
    Las leyendas y seres de las aguas son cuentos y eso lo sabe hasta los que los cuentan. No tienen mayor valor que llevarnos a alguna relación con otras tierras y la posible actuación de la gente ante fenómenos perfectamente naturales como enfermedades o malformaciones.
    Ahora que me acuerdo, en Putzuberri intentaron hallar el fondo con una campana y una cuerda pero no pudieron porque no les dió de sí la cuerda,. Esa la he oido yo y me suena otra de uno que estaba trabajando con los bueyes y se los tragó el pozo de las blasfemias y disparates que soltaba el agricultor (esto debe ser tan cierto como lo de las hadas, lamias y demás, aunque en Navarra llegamos a tenerlas hasta en un escudo de valle, como el de Bertizarana).
    Bueno, un saludo.

  7. #7 sugarglider 17 de mar. 2006

    Esta leyenda no es del Pirineo, si no de Sierra Nevada, pero tiene como escenario otra laguna glaciar perdida en las montañas: la laguna de Vacares.
    La recoge Ambrosio Fernandez en su libro "La vida de las Mariposas", escrito en el año 35 y hoy en día (creo) lamentablemente agotado (a mí me lo dió mi madre que lo encontró entre los libros de mi bisabuelo, toda una reliquia).
    Y es una pena que ya no se pueda encontrar, porque es un libro delicioso, autobiográfico escrito por uno de esos naturalistas de los de antes, de los de verdad, que sabían tanto de tantas cosas y escribían con tanta poesía.
    Se poco de Ambrosio Fernandez, apenas que era sacerdote experto en mariposas y que recorrió toda la geografía española, llegando a pie hasta los lugares más inaccesibles, con su red entomológica al hombro. Bernáldez, de joven, tuvo relación con el, y le mandaba dibujos de los especímenes que colectaba para que le ayudara a identificarlos...

    "Iban conmigo -nos cuenta Fernandez- tres niños del cortijo donde hacía noche. En el camino nos salió al encuentro un pastor, atraído desde lejos por la sorprendente novedad de la red y demás accesorios de caza, y aún más todavía que por esto, por el acuciante afán de averiguar que nos traía por tan peregrinos parajes y en tal compañía. Grande fué su sorpresa al enterarse de que no buscábamos la planta Artemisia granatensis, la insigne manzanilla real de Sierra Nevada, tan celebrada por la gente de la comarca y sus aledaños, cuya requisa, en extremo laboriosa porque va siendo cada día más rara en los contados rodales que vejeta, le produce a él y a otros colegas suyos de pastoreo, algunas pesetillas; (...). Nuestro hombre nos acompañó una buena pieza, y al advertir que nos áibamos aproximando a la laguna se despidió, pretextando que tenía una punta de ovejas algo descarriada, y que iba a recogerlas, aunque, como ahora se verá, el verdadero motivo de su despedida era muy otro.(...)
    Vencida la resistencia y el miedo de los muchachos que, al divisar la laguna, quisieron escapárseme, (...)empezamos el descenso hacia las aguas"

    Una vez llegan a la orilla de la laguna, el sacerdote consigue convencer a los muchachos de que no existe nada peligroso en la laguna, y estos, olvidado el miedo inicial, comienzan a chapotear en las orillas. En esto, aparece de nuevo el pastor, que se acerca receloso y recrimina al cura que haya permitido a los niños meterse en el agua: "Porque esto naide sabe de ónde viene, ni como se hizo-transcribe Fenández literalmente las palabras del pastor- ni la hondura que tiene, ni ná(...)".
    Y acto seguido comienza a contar "la historia de la lucha del pastor con el diablo, y la del que se cayó al agua y fué en el acto devorado por un desaforado vestiglo, y la de los ayes y lamentos, y la de la campañilla, y la de la comunicación de la laguna con el mar, y otras que me eran igualmente conocidas fluyeron de sus labios rápidas, expresivas, vibificadas por gestos y ademanes de lo más gráfico que he visto en mi vida.(...)"

    De todas las historias, Ambroso Fernandez rescata la "leyenda del pájaro blanco" por ser, según el, "peculiar de la laguna de Vacares" y la narra, según el mismo confiesa en un pie de página, siguiendo el téxto de un tal F. Fernández, quien lo públicó en un libro titulado "Sierra Nevada".

    La leyenda cuenta que, hace mucho tiempo, tres cazadores de cabras monteses se internaron en la sierra persiguiendo una res herida, y que les dió la noche en la laguna. Como no podían salir de la hoya y regresar al pueblo en la oscuridad, se refugiaron en una covacha cercana a la laguna... "Era una noche tenebrosa. El cielo estaba cubierto de nubes y, temiendo el ataque de los lobos, acordaron que uno de los cazadores velara junto al fuego, mientras los otros dos se envolvían en mantas, con las carabinas al alcance de la mano".

    En mitad de la noche, un ave blanca se aparece al centinela. Este dispara su carabina contra el pájaro que se transforma, de pronto, en una hermosa mujer.

    "Lo que pasara aquella noche entre el cazador extraviado y la mujer vestida de blanco, no ha sido posible averiguarlo.
    Cuando, al amanecer, despertaron los otros dos camaradas, hallaron junto a las cenizas de la hoguera el fusil dsiparado de su compañero y, a pesar de registrarlas con cuidado, no lo pudieron encontar entre las rocas que se acumulan en el crater de Vacares(...)"

    Preocupados por su compañero, los otros dos cazadores restantes, deciden pasar una noche más en la laguna, por ver si lo encuentran. Ni que decir tiene que, nuevamente, uno de los dos se queda de centinela y que la historia del misterioso pájaro blanco se vuelve a repetir, descubriendo a la mañana siguiente el tercer cazador, el más joven y hermoso de los tres, que sus dos compañeros han desaparecido misteriosamente sin dejar rastro, dejándole totalmente solo en la montaña.
    El cazador decide entonces quedarse una noche más, y, por supuesto, encuentra al misterioso pájaro blanco que no era otro que "la pérfida ondina que atrae con engaños hasta aquel antro del agua a los pastores, para sepultarlos en el fondo donde los devora lentamente. (...) ¡Desdichado quien lo encuentra en su camino, porque su muerte es cierta, aunque se esconda en lo más oculto de la sierra! La víctima designada por el pájaro blanco tiene que ir a parar, así lo amparen todos los poderes de la Tierra, a la orilla de la Laguna, que lo absorverá en sus espantosos remolinos."

    Pero había algo con lo que la ondina no contaba: su propio corazón. Seducida por la belleza del joven cazador, no puede asesinarlo, y, enamorada, se lo lleva a su palacio subacuático, donde viven los dos como amantes. Hasta que un día, en una ausencia de la ondina, el cazador descubre los restos de sus compañeros medio devorados en una oculta galería del palacio y, aterrorizado, comprende quien es su enamorada amante.
    Una noche, consigue convencer a la ondina que le saque fuera de la laguna y, una vez al aire libre, con ayuda de un crucifijo, consigue poner en fuga al pájaro blanco y escapar de sus garras.

    "No hay noticias-finaliza su relato Ambrosio Fernández- de que un solo mortal se haya librado de las garras del pájaro-mujer. Cuantos ha recibido su visita en las alturas de la Sierrra, han sido implacablemnet atraídos hasta los bordes de la Laguna, y sepultados bajo sus aguas tenebrosas. La ondina no ha vuelto a sentir amor ni compasión. Varios pastores la han oído de noche llamando a gritos al cazador de la montaña.(...)".

    A lo mejor, la ondina de Vacares era pariente del ser misterioso que se escondía en la Laguna de Peñalara... o de la mucho menos enamoradiza protagonista de la leyenda de "Los Ojos Verdes", de Becquer... Vaya ustéd a saber.

    En cuanto a las lavanderas bretonas que, como se ha dicho más arriba, son seres bastante más peligrosos que los españoles, un buen lugar para buscarlas es el encantador Foret du Broceliande, en Paimpont, al noroeste de Rennes. Es un gran bosque mixto de hayas, robles, carpes y acebos, donde la tradición sitúa, además, la fuente en la que el mago Merlín conoció a la Dama del Lago (que según algunos textos se llamaba Viviana, y yo siempre me he preguntado que tendrá que ver con Bilbiana, la dama nutria aragonesa que también habéis mencionado) y el Valle sin Retorno donde Morgana apresó a todos aquellos caballeros que, alguna vez, habían sido infieles en el amor a sus damas (esto le supuso tener que apresar a TODOS los caballeros de la Tabla Redonda, salvo a Lanzarote, cuyo amor incondicional por Ginebra, le salvó de la magia de Morgana y le permitió romper el hechizo. El hecho de que, el propio Lanzarote le estuviera siendo infiel a su amigo y protector, el Rey Arturo, no pareció importar demasiado). Además el lugar esta lleno de pequeños monumentos megalíticos... Un lugar ideal para pasarse una semanita explorando en plena naturaleza...

    Y sobre la salamandra, que ese es, efectivamente, el animalito negro con manchas amarillas de la foto, y no un tritón pirenaico (los otros dos sí que lo son), no hay que confundirla con la salamanquesa o geco. La primera es un anfibio (Salamandra salamandra), que, según los alquimistas medievales, nacía del fuego y es según creo (estoy escribiendo de memoria y tendría que comprobarlo) el único anfibio español que no pone huevos, si no que pare a sus larvas vivas. La segunda es un reptil (Tarentola mauritanica), que gusta de salir por las noches a cazar polillas y mosquitos a la luz de la farolas, trepa con agilidad por las paredes de las casas y persigue a las mujeres que tiene la regla(¿¿¿???). Preguntadlo por ahí, y vereis...



  8. #8 Sophya 20 de mar. 2006

    El título del romance de Antonio Machado sobre la Laguna Negra es"La tierra de Alvargonzález":

    ....Hasta la Laguna Negra,
    bajo las fuentes del Duero,
    llevan el muerto, dejando
    detrás un rastro sangriento,
    y en la laguna sin fondo,
    que guarda bien los secretos,
    con una piedra amarrada
    a los pies, tumba le dieron.

    IV

    Se encontró junto a la fuente
    la manta de Alvargonzález,
    y, camino del hayedo,
    se vio un reguero de sangre.

    Nadie de la aldea ha osado
    a la laguna acercarse,
    y el sondarla inútil fuera,
    que es la laguna insondable.....
    ----------------------------------------------

    Llegaron los asesinos
    hasta la Laguna Negra,
    agua transparente y muda
    que enorme muro de piedra,
    donde los buitres anidan
    y el eco duerme, rodea;
    agua clara donde beben
    las águilas de la sierra,
    donde el jabalí del monte
    y el ciervo y el corzo abrevan;
    agua pura y silenciosa
    que copia cosas eternas;
    agua impasible que guarda
    en su seno las estrellas.

    -------------------------------------------
    Para aquellos que os interese leer el romance entero :
    http://www.poesia-inter.net/amach114.htm

    Saludos

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    1

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