Autor: Silberius
jueves, 21 de junio de 2007
Sección: Sobre los nombres
Información publicada por: Silberius
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Juan=Tubal o el primer hombre

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Juan o Ioan

Que la J es una consonante con un sonido horrendo es innegable.
Seguro que fue un invento romano... ;-)
 

El caso es que Juan es una forma corrupta de iuan o ioan.

iuan
ivan
iuvan
iuval o Tubal

La genealogía bíblica nos muestra a Tubal como un nieto de Noé, y
fundador de Iberia, pero la tradición ancestral le relaciona con la
festividad de San Juan.
[continuará...]


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Comentarios

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  1. #1 lgmoral 24 de ene. 2006

    Silberius:
    Que la J sea “consonante con sonido horrendo” dependerá de en qué idioma y correspondiente sistema gráfico: la J de QUIJOTE y la de de francés AJOUTER o inglés JOURNAL o portugués JEITO no tienen nada que ver. Sobreentiendo que estamos refiriéndonos a la J que en ortografía española representa la fricativa gutural sorda, una de las últimas novedades del sistema fonológico, ya del XVI-XVII. Todavía MÉXICO, OAXACA, XIMÉNEZ … mantienen la grafía antigua y también pueden contribuir a la pronunciación /KS/ que es siempre incorrecta, pero que también algunos tienen por “fina”. En todo caso, dado que es novedad del XVI-XVII y que falta en otras lenguas romances, está claro que no es “invento romano”. Y sobran razones en Fonología Latina para saber que no había tal fonema en esa lengua. Lo hay en la griega ya en época helenística e imperial romana, cuando la oclusiva gutural aspirada sorda (letra KHI) se hace fricativa gutural sorda, que es la pronunciación llamada “erasmiana” porque de Erasmo arranca su generalización en tareas académicas: leemos ARJO, JZON, MEJANÉ … en los textos antiguos, pero en los helenismos tenemos ARQUI(TECTO), CTÓNICO, MECÁNICA, etc.
    Además andan por medio gustos personales y hasta "nacionales". Es la vieja historia de cómo se valoran los "acentos" andaluz, gallego, catalán ... y otras muchas historietas sobre la lengua propia y la del vecino.
    Por ejemplo, uno de los antojos y perezas de un cierto galleguismo del siglo fue declararle la guerra al fonema grafiado con J, que consideraban, además de malsonante, de origen moro y contaminación castellana. Había varios factores en juego:
    1. En primer lugar, las grafías tradicionales con J o con G, comunes a muchas lenguas europeas, en las palabras gallegas a consecuencia de la escolarización exclusiva en castellano fueron arrastradas al uso castellano, contra el cual reaccionó la reforma de la ortografía gallega que hace cosa de un siglo propuso X para J en todos sus contextos y para G ante vocales E, I: escribiendo SANXENXO, XESÚS, AXITAR … y no SANGENJO, JESÚS, AGITAR … se (re)forzaba la pronunciación gallega, con fonema /SH/ y se evitaba la “jota” castellana y “mora”. Pero lo de que en castellano el sonido /X/, letras J y G, es una particularidad de origen moro es una solemne tontería, además de que tal sonido está en otros muchos sistemas, por ejemplo, alemán, ruso, vasco … Es curioso y lógico a la vez que hoy los lusistas o partidarios de la aproximación e incluso reintegración con la lengua portuguesa rechacen (con toda lógica histórica y cierta lógica etimoilógica) escribir con X en lugar de G y J y prediquen la vuelta a estas últimas para unidad (orto)gráfica con la lengua portuguesa, claro está que previa enseñanza de cómo tienen que pronunciarse. NOTA.- Digo que solamente con cierta lógica etimológica por escribir GÉNERO está más en la etimología que escribir XÉNERO, pero en el caso de QUEIJO o QUEIXO, castellano QUESO, cualquier grafía está lejos del punto de partida latino CASSEUS.
    2. Con el fonema fricativo gutural sordo que en castellano escribimos con J (QUIXOTE > QUIJOTE) ocurre en gallego una cosa curiosa: en buena parte de Galicia tenemos la “gheada”, es decir, que el fonema gutural sonoro, grafía G, evolucionó a una aspiración faríngea sorda que acústicamente es muy similar a la fricativa gutural que tenemos en QUIJOTE, JABÓN, JIBIA … y de ahí las bromas sobre esa “gheada”, que todavía tiene nota de rústica o inferior; hoy está admitida, pero fue muy mal vista desde dentro del gallego por considerarla corrupción de origen castellano: “Soy de LUJO y no lo NIEJO y tengo un HIGO en SANTIAJO estudiando para CLÉRIJO”.

    Que JUAN es una forma corrupta de IUAN o IOAN y la secuencia IUAN > IVAN > IUVAN > IUVAL o TUBAL me parece que es una propuesta floja. Por ejemplo, sorprende que entre en juego un IVAN que es la evolución en línea eslava del IOANNES del texto griego del Nuevo Testamento. Pero todavía sorprenden más los cambios los cambios de –N final en –L y, sobre todo, el de la I- inicial en T-. LO que apunta Habis de que en andaluz coloquial TÍO se dice ÍO no decide. No niego ese hecho, que es característico precisamente de los niveles coloquiales: me refiero a evoluciones o desgastes anormales de palabras de uso frecuente, continuo, en lo coloquial, con tendencia a relajar o descuidar la pronunciación: es lo que hay en, por ejemplo, VUESTRA MERCED > USTED, o en los tratamientos ingleses LORD y LADY, cuya etimología y evolución se me disculpa ahora, o en el francés MON SEIGNEUR > MONSIEUR (pronunc. MESIÉ) … Pero no creo que TÚBAL haya sido coloquial como para perder su T- y no veo cómo y por qué se haría T- la inicial de JUAN.
    Pero el problema es mucho más gordo: cuando en los textos antiguos JUAN era IO(H)ANNES, TÚBAL era, por ejemplo, THEOBELOS (Flavio Josefo, Antigüedades 1.122), THOBEL en los LXX, THOBER EN EZEQUIEL, THUBAL en San Jerónimo, TUBAL en Alfonso X, etc., etc. Parece, pues, que la cosa hay que replantearla muy a fondo e incluso aparcarla, pues ya hay T(H)ÚBAL mucho antes de que el hebreo IO(H)ANNES con intermediarios latino y griego llegue a ser JUAN, JEAN, JOAN, XAN, JOHN, JAN, IVAN, GIOVANNI, SEAN, etc. Me permito advertirle a Rhomos (24-06-05) que sus notas sobre origen y evolución de JUAN necesitan un repaso.
    El nombre IO(H)ANNES es de origen hebreo y está explicado por San Jerónimo, buen conocedor de la lengua hebrea (Liber interpretationis hebraicorum nominum): YHO-HANÁ ‘gracia de Dios’, “IOHANNES in quo est gratia vel Domini gratia”. De la significación de TÚBAL no tengo información segura.
    Con todos los respetos a las opciones de cada cual, me llama la atención que todavía hoy se citen, comenten y recomienden como historia fiable todas las trapisondas hermosas sobre Túbal que a fin de cuentas arrancan de un error de San Jerónimo, elevado a verdad en Hispania definitivamente por San Isidoro: el error de confundir los IBEROS del Cáucaso con los de la IBERÍA occidental, luego Hispania. También diré que es lástima que no puedan ser ciertas cosas tan hermosa y cachondas como la de Pero Beuter, Corónica (c. 1550) de que “en el año doscientos y cincuenta y nueve del diluvio, vino Noé del África a España a visitar su nieto Túbal y ver cómo le iba. Entonces fundó de su nombre la población Noela, que está en tierra de Galicia [es la actual Noia], y la población Noega, que está aún en las Asturias …”

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