Autor: A.M.Canto
sábado, 02 de junio de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: A.M.Canto
Mostrado 242.838 veces.


Ir a los comentarios

TEXTOS HISTÓRICOS SOBRE JESÚS DE NAZARETH

A raíz del planteamiento (en un foro vigente, muy animado, sobre personajes y símbolos de la Navidad) de la inexistencia de pruebas históricas sobre la existencia real de Jesus de Nazareth, en este artículo se presentan reunidas y comentadas de forma que intenta ser imparcial y objetiva más de una decena de textos que sí la prueban, con la particularidad de que son sólo las de origen no cristiano (romanas, judías y no judías) y por tanto no objetables desde el punto de vista de las puras creencias.


En un foro de preguntas (http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=6286) está vigente ahora mismo un animado debate sobre el origen y significado de algunos elementos presentes en los relatos del nacimiento de Jesús de Nazareth, como los Reyes Magos, su condición y raza, el simbolismo de los regalos de oro, incienso y mirra, etc.

Como parece siempre inevitable, a lo largo de la discusión se ha ido derivando a veces hacia las creencias y las incredulidades, y algunos intervinientes han planteado las clásicas dudas acerca de la existencia histórica de Cristo, un tema recurrente en los debates de este tipo, o bien afirmado la falta de pruebas históricas sobre Él. He pensado, dada además la oportunidad de las fechas que se avecinan, que sería una aportación constructiva reunir y presentar las pruebas históricas existentes de una forma imparcial y objetiva, sin referencia alguna a la religiosidad ni creencias propias, sino desde la pura perspectiva histórica. Como prueba de ello, no he incluído en la lista ninguna referencia a los Evangelios ni a autores cristianos posteriores, aunque para un creyente los primeros serían textos básicos y se deben tener en cuenta, teniendo además reconocido un valor por sí mismos, dentro del género histórico biográfico. Sin embargo, ahora los dejaré aparte.

Me limitaré, pues, como siempre creo que es lo más eficaz, a relacionar los testimonios antiguos sobre la existencia histórica de Jesús, pero sólo los romanos, judíos y no judíos, que por tanto no parecen objetables desde el punto de vista de las puras creencias. Siento no poder ponerme a traducir los que están en latín o inglés, pero he puesto en mayúsculas la/s palabra/s fundamental/es, salvo cuando el total de la cita habla de Jesús. De todos modos, creo que de Tácito, Suetonio y Plinio el Joven (en su epistolario a Trajano) se pueden encontrar en red traducciones al inglés o francés. Pongo los autores por su tipo y orden cronológico, pero bien entendido que los tiempos que historian (se supone que documentándose con fuentes de época) son siempre más antiguos.

A) TEXTOS PAGANOS/ROMANOS Y NO JUDÍOS

1) Tácito, Anales, XV, 44: (h. 116 d.C.) (para época de Tiberio y Nerón)

Sed non ope humana, non largitionibus principis aut deum placamentis decedebat infamia, quin iussum incendium crederetur. ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus CHRESTIANOS appellabat. auctor nominis eius CHRISTUS Tiberio imperitante PER PROCURATOREM PONTIUM PILATUM SUPPLICIO ADFECTUS ERAT; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, originem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta undique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque...

que traduzco: "[Descripción del incendio de Roma] ...Pero por ningún medio, ni con las larguezas del emperador, ni con expiaciones a los dioses, cedía la infamia y que dejara de creerse que el incendio lo había ordenado él mismo. Para acabar con este rumor, Nerón suministró otros culpables, a los que hizo aplicar los más duros castigos; eran aquellos a los que, odiados por sus escándalos, el vulgo llamaba “cristianos”. El autor de este nombre ERA CRISTO, que en época de Tiberio había sido ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Reprimida momentáneamente, aquella perniciosa superstición rebrotaba, y no sólo por toda Judea, cuna de esta calamidad, sino hasta por Roma misma, donde confluyen en masa, y encuentran adeptos, las cosas más atroces y vergonzosas.”


2) Suetonio, Vita Claud., XXV, 4 (hacia 120 d.C.) (para época de Claudio, dentro de una larga relación histórica de diversos actos de su reinado):

(Claudius)...Iudaeos impulsore CHRESTO assidue tumultuantis Roma expulit. Germanorum legatis in orchestra sedere permisit...

"(Claudio) expulsó de Roma a los judíos que continuamente se rebelaban, instigados POR CRISTO. Permitió sentarse en la orchestra (del teatro) a los embajadores germanos...”


3) Plinio el Joven, Epist. X, 96: (h. 112 d.C.) (consultando a Trajano si ha obrado bien con respecto a los cristianos)

C. PLINIUS TRAIANO IMPERATORI 1. Sollemne est mihi, domine, omnia de quibus dubito ad te referre. Quis enim potest melius vel cunctationem meam regere vel ignorantiam instruere? Cognitionibus de Christianis interfui numquam: ideo nescio quid et quatenus aut puniri soleat aut quaeri […] 5. praeterea male dicerent CHRISTO, quorum nihil cogi posse dicuntur qui sunt re vera Christiani, dimittendos putavi. 6. Alii ab indice nominati esse se Christianos dixerunt et mox negaverunt; fuisse quidem sed desisse, quidam ante triennium, quidam ante plures annos, non nemo etiam ante viginti. [Hi] quoque omnes et imaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et CHRISTO male dixerunt. 7. Affirmabant autem hanc fuisse summam vel culpae suae vel erroris, quod essent soliti stato die ante lucem convenire, carmenque CHRISTO QUASI DEO DICERE secum invicem seque sacramento non in scelus aliquod obstringere, sed ne furta ne latrocinia ne adulteria committerent, ne fidem fallerent, ne depositum appellati abnegarent.

"(Carta de) Cayo Plinio al Emperador Trajano:

Me he impuesto como una costumbre, Señor, consultarte todas mis dudas. Porque ¿quién podría, en efecto, guiarme en mis incertidumbres o enseñarme en mi ignorancia, mejor que tú? Nunca he asistido a los procesos contra los cristianos, de modo que ignoro cómo, y hasta qué punto, se acostumbra a castigarles o a interrogarles…. (5) Se divulgó un libelo anónimo denunciando a muchas personas [por ser cristianas]. Llevados ante mí, aquellos que negaban ser o haber sido cristianos han invocado a nuestros dioses, y han suplicado ofreciendo incienso y vino ante una efigie tuya, que a tal fin yo había ordenado traer allí, junto con estatuas de nuestras divinidades. Además, HAN MALDECIDO A CRISTO, a lo cual, según se dice, es imposible obligar a los que son verdaderos cristianos. Por ese motivo decidí que lo correcto era dejarles en libertad” (6) Otros, llevados allí por un denunciante, primero reconocieron que eran cristianos, y se retractaron enseguida, declarando que en verdad lo habían sido pero que ya no lo eran, unos desde hacía más de tres años, otros desde hacía más tiempo, algunos incluso veinte años. Todos ellos han adorado [también] tu imagen y las estatuas de los dioses. TODOS ELLOS HAN MALDECIDO A CRISTO. (7) Por lo demás, aseguraban que su máxima culpa o error sólo había consistido en esto: Se reunían, en un día señalado, antes del amanecer, y cantaban uno tras otro HIMNOS EN HONOR DE CRISTO, COMO SI ÉSTE FUERA UN DIOS. Se juramentaban, pero no para hacer algún crimen, sino para no robar, no saltear, no cometer adulterio, no faltar a una promesa dada ni negar un aval si alguien se lo pedía…"

4) Luciano de Samósata, De morte Peregrini, 13 (hacia 170 d.C., escribe en griego):

"Después, por cierto, DE AQUEL HOMBRE A QUIEN SIGUEN ADORANDO, QUE FUE CRUCIFICADO EN PALESTINA por haber introducido esta nueva religión en la vida de los hombres... además su primer legislador les convenció de que todos eran hermanos y así, tan pronto como incurren en este delito, reniegan de los dioses griegos y en cambio adoran A AQUEL SOFISTA CRUCIFICADO y viven de acuerdo a sus preceptos." (todo el párrafo).

5) Mara bar Serapión, filósofo sirio, entre el año 73 y el siglo III (en una carta a su hijo, reflexionando sobre lo poco que los pueblos obtienen de matar a los sabios):

¿Qué ganaron los atenienses haciendo morir a Sócrates? Como juicio por este crimen, cayeron sobre ellos el hambre y las plagas. ¿Qué ventaja obtuvieron los Samios quemando a Pitágoras? En un momento sus tierras fueron cubiertas por la arena. ¿QUÉ PROVECHO OBTUVIERON... LOS HEBREOS EJECUTANDO A SU SABIO REY...? Fue después de ello cuando su reino fue abolido. Dios vengó con justicia a estos tres sabios .... los Judíos, en la ruina y expulsados de su tierra, viven en completa dispersión. Pero (aquellos sabios) no murieron baldíamente... Tampoco la muerte del sabio rey fue inútil: VIVE EN LAS ENSEÑANZAS QUE DEJÓ...”


B) TEXTOS JUDÍOS

6) Thallus, historiador judío, hacia 52 d.C. (citado en la Chronographia de Iulius Africanus, XVIII, 1):

“…As to His works severally, and His cures effected upon body and soul, and the mysteries of His doctrine, and the resurrection from the dead, THESE HAVE BEEN MOST AUTHORITATIVELY SET FORTH BY HIS DISCIPLES AND APOSTLES BEFORE US. On the whole world there pressed a most fearful darkness; and the rocks were rent by an earthquake, and many places in Judea and other districts were thrown down. This darkness THALLUS, IN THE THIRD BOOK OF HIS HISTORY, calls, as appears to me without reason, an eclipse of the sun…. “

Es un testimonio indirecto, pero válido: parece claro que, como recoge posteriormente el famoso cosmógrafo Africanus, en su libro perdido de “Historia” Thallus trataba de ofrecer una explicación alternativa al eclipe de sol relatado por Marcos durante la muerte de Jesús.

7) Flavio Josefo (hacia 93 d.C.) (para época de Tiberio)

Tiene sobre todo dos citas, siendo la fundamental el llamado testimonium Flavianum, que aparece en sus Antigüedades Judaicas 18, 3, 3. Ha habido siempre mucho debate sobre este texto y se admite hoy en día que tiene algunas interpolaciones, pero sobre la base de un párrafo escrito sin duda por él. Pongo aquí entre llaves los párrafos que se acepta que pueden estar interpolados, para que se vea que no afectan al núcleo del testimonio histórico:

a) "Por aquella época apareció Jesús, {" hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad."}. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles.{"Éste era el Cristo (el Mesías)".} Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. {"Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de El ésta y otras mil cosas maravillosas".} De él tomaron su nombre los cristianos, cuya tribu perdura hasta el día de hoy".

Según esto, el texto original de Josefo, perfectamente asumible y comparable con su estilo y vocabulario habituales, quitándole las supuestas interpolaciones, sería:

"POR AQUELLA ÉPOCA APARECIÓ JESÚS. ATRAJO A SÍ MUCHOS JUDÍOS Y TAMBIÉN MUCHOS GENTILES. HABIENDO SIDO DENUNCIADO POR LOS PRIMADOS DEL PUEBLO, PILATO LO CONDENÓ AL SUPLICIO DE LA CRUZ; PERO LOS QUE ANTES LE HABÍAN AMADO LE PERMANECIERON FIELES EN EL AMOR. DE ÉL TOMARON SU NOMBRE LOS CRISTIANOS, CUYA TRIBU PERDURA HASTA EL DÍA DE HOY".

Este texto de Josefo, un punto clave para la defensa de la existencia de Jesús y por tanto también muy atacado desde la parte contraria, lo que ha producido una espectacular literatura y polémica a lo largo de siglos, vino a afianzarse definitivamente cuando en 1971 se publicó un manuscrito árabe del siglo X, en el que se recogía una referencia directa a Josefo por parte de Agapio, obispo de Hierápolis, en su Historia Universal, que tiene delante la obra en cuestión y dice:

"Josefo refiere que por aquel tiempo existió un hombre sabio que se llamaba Jesús. Su conducta era buena y era famoso por su virtud. Y muchos de entre los hebreos y de otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que se habían hecho discípulos suyos no abandonaron su discipulado. Ellos contaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; quizás, por esto, era el Mesías, del que los profetas contaron maravillas."

Como el primer códice que conservamos de las Antigüedades Judaicas de Josefo, el Ambrosiano, es del siglo XI, es evidente que el supuesto texto original sin interpolaciones coincide con lo copiado por los árabes un siglo antes. Además demuestra que el último párrafo en realidad no era interpolado (aunque lo he dejado así en la primera cita porque es lo que la doctrina decía antes). Sobre esta novedad, y otros textos, sobre todo http://www.earlychristianwritings.com/testimonium.html o http://www.feyrazon.org/DanExtrabib.html, etc.). Un nuevo estudio, de 1995, ratificando a Josefo: http://members.aol.com/FLJOSEPHUS/testimonium.htm
http://members.aol.com/FLJOSEPHUS/LUKECH.htm

b) El otro texto importante de Josefo, datable en 62-63 d.C., es Ant. Jud. XX, 9, 1, y dice: "...entre tanto subió al pontificado, según dijimos, Anás, el más joven, de índole feroz y extremadamente audaz...Dado su carácter, pensando que había llegado el momento oportuno...., convocó el consejo de jueces y, HACIENDO PRESENTAR A JUICIO A UN PARIENTE DEL QUE LLAMABAN CRISTO, POR NOMBRE SANTIAGO, y algunos otros con él, habiéndolos acusado de reos violadores de la ley, los condenó a ser apedreados".

8) El Talmud hebreo: Contiene siete u ocho menciones de Jesús, lógicamente todas calumniosas, pero que son útiles para probar la existencia histórica del personaje. Pongo sólo dos ejemplos:

a) "EN LA VÍSPERA DE LA FIESTA DE LA PASCUA SE COLGÓ A JESÚS. Cuarenta días antes, el heraldo había proclamado: `Es conducido fuera para ser lapidado, por haber practicado la magia y haber seducido a Israel y haberlo hecho apostatar. El que tenga algo que decir en su defensa, que venga y lo diga´. Como nadie se presentó para defenderlo, se lo colgó la víspera de la fiesta de pascua" (Sanhedrin 43a)

b) "JESÚS, EL GALILEO, SUSCITÓ UNA SECTA IMPÍA Y ENEMIGA DE LA LEY. Nosotros lo crucificamos. Sus discípulos robaron su cadáver del sepulcro durante la noche. y engañan y seducen a los hombres diciendo que resucitó y subió a los cielos". (Trifón, Diálogo de Justino, siglo II).

9) Otros. En este sitio http://www.edoctusdigital.netfirms.com/newpage48.htm se mencionan algunos testimonios más, como unos papiros de Oxyrrhincus y trece códices de Nag Hammadi, que para mí son nuevos, y en el cap. II se hace una interesante revisión historiográfica del problema de los Evangelios, bien entendido que es un documento sintético típicamente de Red, pero de ésos que parecen ofrecer garantías, entre otras cosas por las abundantes citas bibliográficas.

C) FUENTES EPIGRÁFICAS: LA INSCRIPCIÓN DE PILATO, SEGURA, Y LA RECIENTE URNA DE SANTIAGO, DUDOSA

10) La inscripción de Poncio Pilato (figs. 1 y 2).

En la página http://www.bible-history.com/empires/pilate.html se puede ver una foto (aunque no muy buena) de la inscripción de caliza que apareció en 1961 en el teatro de la capital de Judea, Caesarea Maritima o Palaestina, recordando la dedicación de la restauración del Tiberieum por el gobernador o prefecto de Judea, Poncio Pilato. Naturalmente, fue en su momento una sensación también para "biblistas", pues corroboraba la existencia histórica del gobernador en ese momento. Las referencias epigráficas y el texto restituído hasta ahora son:

[- c. 3 -]s Tiberieum / [ -c.3- Po]ntius Pilatus / [praef]ectus Iudae[a]e / [ref]e[cit]

(AE 1963, 104 = AE 1964, 39 = AE 1964, 187 = AE 1971, 477 = AE 1981, 850 = AE
1991, 1578 = AE 1997, 166 = GLICMar 43 = AE 1999, 1681.)

En esta otra página hay una foto mejor (aunque las restituciones que hacen de la inscripción no son convincentes para mi gusto), y se citan al detalle algunos de los trabajos dedicados a este importante epígrafe histórico: http://www.infotdgeova.it/pilato1.htm

11) ¿La urna de Santiago, el hermano de Jesús? (figs. 3 y 4)

A esto hay que sumar la posible autenticidad de la urna, en manos de un coleccionista privado, hace muy poco conocida y cuya polémica supongo que todos hemos seguido. Copio el comienzo del resumen de cómo estaban las cosas el año pasado, de: http://www.grupoese.com.ni/2003/04/11/p18MMM0411.htm, donde se da también la transcripción de su texto:

“La "Biblical Archaeology Review" fue el medio que lanzó la primicia: una urna de piedra con una frase tallada en el idioma de la antigua Palestina decía: "Ya’akov bar Yosef akhui di Yeshua", en español "Jacobo (Santiago), hijo de José, hermano de Jesús". Según el arqueólogo francés André Lemaire, profesor de la Sorbona de París, quien tuvo la oportunidad de tener la pieza en sus manos, éste podría ser el primer hallazgo arqueológico que corroboraría las referencias bíblicas sobre Jesús...”

La urna sería del año 62/63 d.C., fecha de la muerte de Santiago el hermano de Jesús que, dicho sea de paso, es recordada por Flavio Josefo en otro de sus pasajes (véase arriba bajo el nº 7b).

No he visto la urna personalmente, sólo por fotografía. Resulta convincente pero, sobre todo, es tan insólita en la epigrafía de Judea en esa época la referencia a un hermano (lo normal es sólo mencionar al padre), que no debe descartarse que sea auténtica. En este caso hay que esperar a mejores estudios sobre su pátina y otros detalles que nos sacarán de dudas.

El mejor artículo en Red que conozco sobre el polémico osuario de Jacob/Santiago es de un profesor polaco de la Universidad de Cracovia, que resume muy bien el estudio arqueológico y epigráfico y las opiniones de unos y otros, actualizado a marzo de 2003. Son 27 páginas aunque, desafortunadamente, están en inglés: http://www.bibleinterp.com/articles/Preliminary_discussion.htm

Véase también, con fotos e historia del hallazgo: http://www.thenazareneway.com/ossuary_of_james.htm

Otros, a favor: http://www.mercola.com/2002/nov/6/brother_of_jesus.htm (con foto, no muy buena), o http://www.bib-arch.org/bswb_BAR/bswbbar2806f1.html

Y en contra: http://www.rferl.org/features/2002/10/23102002155823.asp

Debate académico de la SBL con audio: http://www.sbl-site2.org/Congresses/AM/2003/AMAudio.php3

Por último, algunos han tratado de poner en duda la existencia de Nazareth en la época en cuestión. Hay que recordar que allí se han efectuado diversas campañas arqueológicas desde comienzos del siglo XX, que han demostrado que el lugar estuvo poblado ininterrumpidamente desde la Edad del Bronce hasta la época romana, si bien en época de Cristo se presenta como un lugar agrícola menor, una aldea con unas decenas de casas e instalaciones agrícolas. Nazareth tiene una sala en el Museo de Jerusalén, donde se exponen los materiales.
http://www.ofm.org/sbf/00/00/SBF03eng.html
http://198.62.75.1/www1/ofm/sbf/SBFmsm.html

- - - - - -

Termino esta exposición de documentos con un párrafo de uno de los mejores expertos en el tema de la existencia histórica de Jesús: "Some writers may toy with the fancy of a 'Christ-myth,' but they do not do so on the ground of historical evidence. The historicity of Christ is as axiomatic for an unbiased historian as the historicity of Julius Caesar. It is not historians who propagate the 'Christ-myth' theories."
esto es:
“Algunos autores pueden jugar con la fantasía de un ‘mito de Cristo’, pero no lo pueden hacer sobre la base de una evidencia histórica. Para un historiador imparcial, la historicidad de Cristo es tan axiomática como la historicidad de Julio César. Un verdadero historiador no puede defender la teoría del “mito de Cristo”.
(F.F. Bruce, The New Testament Documents: Are They Reliable?, Inter-Varsity Press, 1972, p.119, en: http://home.houston.rr.com/apologia/sec6p2.htm)

Aunque es un poco lapidario, creo que la relación de los textos que arriba quedan escritos, objetiva e imparcialmente vistos, sólo puede venir a corroborar lo que Bruce concluye. Ya que, al revés de lo que aquí acabamos de ver, no hay un solo texto histórico, ni de época ni de la Antigüedad en general, donde se afirme que la figura histórica de Jesús de Nazareth, o el Cristo, nunca existió, o que fuera un invento de algunos judíos. Una circunstancia que sin duda los detractores del cristianismo, empezando por los romanos y terminando por los judíos de la época, nunca hubieran dejado escapar.

La 2ª edición de la «Enciclopedia Mundial del Cristianismo», publicada en 2001 por la Oxford University Press, dice que actualmente hay 2.000 millones de cristianos en el planeta, y que en 2050 serán 3.000 millones, con un crecimiento sostenido del 33-34%. Sumemos los cristianos que vivieron desde el 30-33 d.C. hasta el 2000. De tal forma que la existencia de Jesús de Nazareth se podría probar sólo por los efectos duraderos y planetarios de algo que ocurrió en Palestina durante el gobierno de Tiberio. Es como el viento: carece de una existencia física visible o tangible pero, aunque sólo fuera por sus efectos, nadie podría dudar de él.

© Alicia M. Canto, Universidad Autónoma de Madrid, para Celtiberia.net el 8-12-2005. Adaptado y ampliado de un debate en 2004, en Terraeantiqvae. De los demás autores y websites según sus citas. Ampliado el 5-1-2006. // Con fecha 2-6-2007 añado las traducciones (propias) de Tácito, Suetonio y Plinio el Joven, que habían sido solicitadas por algunos usuarios y realmente faltaban.

---------------

UNA CURIOSA NOVEDAD (5-1-2006)

Con permiso del amigo J.L. Santos, de terraeantiqvae, transcribo esta noticia de 3 de enero, que recoge hoy mismo. Se trata, en esencia, de que la Justicia italiana ha terminado admitiendo a trámite la querella de un periodista italiano contra el párroco de San Bonaventura de Bagnoregio, de la diócesis de Viterbo. Éste había criticado en una hoja parroquial el libro del periodista La favola de Cristo, donde intenta demostrar que Jesucristo nunca existió. El párroco deberá ahora demostrar que sí existió. Será un juicio realmente curioso. El periodista, L. Cascioli, mantiene un sitio web donde se puede encontrar toda la información al respecto, evidentemente desde su punto de vista: http://www.luigicascioli.it/home_spa.php . Del del párroco, Fr. Enrico Righi, sólo conozco de momento esto: http://www.luigicascioli.it/lettera1_ita.php

..........

LA EXISTENCIA HISTÓRICA DE JESÚS SERÁ DEBATIDA ANTE LA JUSTICIA

La pregunta, más comúnmente planteada en cursos de historia o teología, será debatida este mes en un tribunal en Italia. Un juez en la localidad de Viterbo, al norte de Roma, ordenó a un sacerdote comparecer para probar la existencia histórica de Jesucristo, según informa la prensa británica.

El caso contra el padre Enrico Righi fue planteado por Luigi Cascioli, ex estudiante de sacerdocio y agrónomo jubilado, descrito por la prensa como un "ateo militante".

Cascioli, autor de un libro titulado "La Fábula de Cristo", acusa a la iglesia del delito de "sustitución de persona" y asegura que la figura de Jesús fue construida a partir de un cierto Juan de Gamala, un judío que se opuso a la ocupación romana en el siglo I en Palestina.

También señala que la iglesia es culpable del crimen de "abusar de la creencia popular" inculcando como hechos reales aquéllos que "no son otra cosa que inventos".

La disputa surgió cuando el padre Righi denunció en una publicación de su parroquia los argumentos de Cascioli, quien decidió presentar una demanda ante la justicia. Un magistrado rechazó inicialmente ocuparse del caso, pero Cascioli apeló y un tribunal superior decidió que el caso era admisible.

"Irrefutable"

Según el padre Righi, innumerables textos tanto religiosos como seculares dan testimonio de la existencia de Jesús. "Si Cascioli no ve el sol en el cielo al mediodía no puede demandarme porque yo sí lo veo y él no", señala el sacerdote.

Cascioli insiste, por su parte, en que los mismos evangelios están llenos de inconsistencias, y afirma que retirará su demanda si el padre Righi "prueba en forma irrefutable que existió Jesucristo".

Para el padre Aurelio Fernández, catedrático de teología de la Universidad de Burgos, los argumentos de Cascioli "no tienen ningún sentido".

"Los historiadores del tiempo posterior a Jesús, del siglo I -Tácito, Suetonio y el príncipe de Bitinia- los tres historiadores hablan de Jesucristo. Tenemos después los testimonios del historiador Flavio Josefo, un judío, que es el que da noticia de Jesucristo", dijo el padre Fernández a BBC Mundo.

"Más importantes todavía son los testimonios de San Pablo. La primera carta a los Tesalonicenses se escribió en el invierno del 55 y en ese tiempo tenemos ya un cristianismo vivido", agregó.

El caso planteado por Cascioli no debería haber llegado a tribunales, según el padre Fernández: "Yo no soy jurista, pero visto desde fuera me parece un disparate que se admita ante la Justicia un tema histórico".

"Así también yo podría denunciar que los libros de Aristóteles no son autenticos, y si un filosofo me denuncia a mí, ¿un juez va a aceptar esa causa? Es un problema científico, no es un problema de derechos", le dijo el padre Fernández a BBC Mundo.

"Imagen deformada"

Para el periodista Juan Arias, ex-corresponsal del diario El País en el Vaticano, la discusión sobre la historicidad de Jesús está superada, ya que "ningún intelectual o historiador serio hoy en día pone en duda la existencia de Jesús".

¿Engañados?

Cascioli acusa a la iglesia de "abusar de la creencia popular".
Sin embargo, el periodista, autor del libro "Jesús, ese gran desconocido", sostiene que sí es pertinente reexaminar la figura de Jesúcristo.

"Sí es cierto que el Jesús que presentan muchas iglesias tiene muy poco que ver con el Jesús histórico, pero no porque hubo sustitución de personaje sino porque su imagen fue deformada y manipulada de modo que no tiene nada que ver con el Jesús original", le dijo Arias a BBC Mundo.

Para el periodista, "hay que buscar la humanidad de Jesús, ese hombre que tuvo intuiciones como quizá ninguno sobre la idea de Dios como padre, de la solidaridad, de hacer una religión abierta para todos, sin jerarquías".

Arias asegura también que "Jesús nunca demostró que quería fundar otra religión" y que "era un judío que quiso renovar el judaísmo para que no quedara reducido al ghetto de los judíos, sino que fuese una religión universal que pudiese abrazar al mundo entero".

Pero sobre todo, según Arias, es importante recordar al Jesús que "aceptó a las mujeres, que eran la escoria de la sociedad, a los enfermos, a los endemoniados, a los no judíos, los gentiles, los paganos. Ésa fue la gran revolución social, era un agente social fuertísimo y por eso lo mataron".

¿Relevante?

El debate planteado por Cascioli ante la justicia italiana podría ir mucho más allá de argumentos sobre datos históricos. Hablar de la existencia real de un hombre llamado Jesús implica para muchos debatir las raíces de su mensaje.

Un mensaje totalmente relevante en este enero de 2006 para Arias y para el padre Fernández.

Para el periodista, "el amor universal y el no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, creo que es lo fundamental del mensaje cristiano". Para el padre Fernández, las enseñanzas "son tantas, pero me quedo con una, todo lo que hagáis con uno de estos mis hermanos más pequeños lo hacéis conmigo, quiere decir que todo lo que hagamos a los hombres lo hacemos a Cristo, yo subrayaría eso, es la grandeza de la persona humana".

Fuentes: BBC Mundo, 3 de enero de 2006, en http://news8.thdo.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_4578000/4578786.stm
a través de: http://terraeantiqvae.blogia.com/2006/010501-la-existencia-historica-
de-jesus-sera-debatida-ante-la-justicia.php


Más informacióen en: http://www.elistas.net/lista/terraeantiqvae/archivo/indice/2406/msg/4872/


Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 A.M.Canto 08 de dic. 2005

    Brandan: Para lo de Belén, copio directamente este texto: "Después de los evangelios, el testimonio más antiguo del nacimiento de Jesús (hacia la mitad del siglo II) es el del filósofo y mártir Justino, originario de Flavia Neapolis, actual Nablus, en Palestina: 'Al momento del nacimiento del niño en Belén, José se detuvo en una gruta próxima al poblado, porque no había donde alojarse en aquel lugar, y, mientras se encontraban allí, María dio a luz a Cristo y lo puso en un pesebre, donde los magos venidos de Arabia lo encontraron'. En particular, la mención de la gruta como habitación de fortuna, viene reconocida como un eco de la viva tradición local. Atestiguada también en el antiquísimo apócrifo llamado Protoevangelio de Santiago (s. II ), repetida por Orígenes (s. III) y a la base de toda la historia sucesiva del santuario belenense. Esta misma gruta fue circundada por las magníficas construcciones del emperador Constantino y de su madre Elena no mucho después del 325 d. C., como nos lo narra el historiador Eusebio de Cesarea, contemporáneo de los hechos. En el 386, san Jerónimo se estableció cerca de la basílica, con la noble matrona romana Paola y otros seguidores, viviendo una vida monástica, dedicándose al estudio de la Biblia y produciendo su célebre versión latina (Vulgata), que llegó a ser después oficial en la Iglesia de Occidente. Su sepulcro, así como el de sus compañeros y compañeras, fue excavado en las inmediatas cercanías de la gruta misma." (http://www.christusrex.org/www1/ofm/sites/TSbtspa.html). Como se verá, cita un texto muy expresivo de Justino, pero que es de los que no he incluído en la relación por tratarse de un autor cristiano, y además mártir en Roma, hacia 165 d.C.

    Aquí se hace un repaso basado en datos arqueológicos: http://198.62.75.1/www1/ofm/sites/TSbdavid_Es.html

    La iglesia y otros edificios hechos por Constantino el Grande en Belén lo fueron sólo dos siglos después de los hechos. Tenían que tener documentación muy fiable al respecto del lugar exacto antes de invertir equivocadamente tan cuantiosas sumas. Lo mismo San Jerónimo a la hora de irse a vivir allí.

  2. #2 Sdan 10 de dic. 2005

    ¿Cómo que los evangelios no son religiosos? ¿Cómo que los evangelios no son catequéticos? Lea:

    "Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo ENSEÑARON los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron MINISTROS DE LA PALABRA, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales HAS SIDO INSTRUIDO".
    Del Evangelio de Lucas.

    "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

    Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba . Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

    Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

    Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer".

    Del Evangelio de Juan.

    Vamos, que empiezan igual, oiga, que las Vidas de Suetonio.



  3. #3 A.M.Canto 10 de dic. 2005

    Hola, Eyna. Para mí son la biografía de un personaje histórico, sólo que en vez de batallas, hechos políticos o actos legislativos o de poder terrenal, lo que se relata es su origen y lo que hizo y dijo sobre todo durante los tres años su vida pública.
    Dadas sus características, lejanas de las habituales biografías, casi todo lo relatado está muy marcado de religión y espiritualidad, lógicamente, pero no dejan de ser una biografía, no los veo como una cuestión de fe. Aunque no es un casus belli ;-) , cada uno los puede ver a su manera, claro.
    P.D.- Perdona mi ignorancia: ¿qué significa :DD?

  4. #4 lucusaugusti 11 de dic. 2005

    Los textos favorables (¿¿) sobre la vida de Jesús relacionados en el artículo son de procedencia romana en su mayoría. A Josefo se le puede incluir entre ellos pues su texto está a “sueldo” de Roma. Las menciones hebreas son “todas calumniosas” según parece.
    El Jesús que nos presentan es una creación romana muy posterior a su vida.
    Es la figura de Jesús heredera del Imperio romano, recoge en sus evangelios de manera sincrética referencias de las religiones del Mediterráneo y bajo la profesión de la fe.
    Si Jesús existió muy poco tiene que ver con la elección dogmática de los textos del Concilio de Nicea en el 325 por el milagro descrito en Libelus Syndicus.
    Los evangelios nos son textos históricos, su materia es la teología.
    La teología de una casta de poderosos.

    Existe un texto simple que describe a Jesús, al llamado Cristo. Es su tetragrama:

    Tetragrama de Arjo

    Y que pertenece a la tradición primordial muy anterior al nacimiento en Belén de Jesús.
    Significa “Principium” el origen, el Logos.
    Nos han “vendido” que su presencia es la del Cristo. Es una usurpación de la simbología antigua greco-romana.
    Si solo una palabra, que aún hoy es utilizada en el vocabulario griego, puede ser tergiversada y corrompida, como símbolo del poder de una casta. Y significar lo contrario a su significado original. Que no podrán hacer con textos completos redactados desde la caverna de la manipulación.

    El verdadero Jesús es conocimiento, su símbolo es una letra alfa, letra primera del alfabeto y del saber.
    Frente a ello la casta del poder, la oligarquía, ha vendido la imagen del pez, símbolo de la sumisión y de la fe en el poderoso.

    Existe una completa manipulación de los símbolos de Jesús:




    El tetragrama “arjo” y la letra alfa.
    Textos Históricos sobre Jesús y manipulados a voluntad.
    Símbolos del conocimiento de un Maestro. Jesús y los primeros cristianos se identificaban con la letra alfa como un compás, por ser el instrumento de los maestros carpinteros. El predicaba el conocimiento, el progreso del hombre libre.

    Veamos la manipulación de un símbolo que en origen representa conocimiento, dice la curia de Roma:

    “Pez Ichthus
    Símbolo de Jesucristo
    "Ichthys" es pez en griego. Al mismo tiempo las letras de la palabra son las iniciales de las palabras:
    Iesous Christos Theou Yios Soter
    Ichthus: I = Iesous (Jesús); Ch = Christos (Cristo); Th = Theou (Dios); U=Uios (Hijo); S=Soter (Salvador)
    Significado: "Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador"
    El símbolo del pez y el críptico "Ichthus" fueron adoptados por los cristianos de la Iglesia Primitiva para representar a Jesucristo y manifestar su adhesión a la fe.
    Una profesión de fe
    Los cristianos, siendo minoría en un mundo pagano, tenían sus propios símbolos para identificarse y avivar su fe. En el pez (Ichthus), encontraban la profesión de fe, la razón por la que adoraban a Jesús y estaban dispuestos a morir. “

    Debemos de elegir entre el Jesús de la letra alfa: conocimiento.
    O el Jesús del pez: profesión de fe. Sumisión al dictado.

  5. #5 A.M.Canto 12 de dic. 2005

    Pues te aseguro que fueron cientos de personas los que conocieron a este hombre durante más de dos años sin pierna, y muchos en su pueblo que le vieron después con ella. Y no vas a decir que el cirujano que se la había amputado, y hasta los jueces y notarios de Zaragoza, todos esos cientos de personas, "se lucraron del invento con la construcción de una iglesia". Vamos, Giorgio, seamos serios.

    La Iglesia es el primer hueso duro de roer cuando se produce una curación milagrosa. Tarda años en estudiarlo y sólo lo declara si hay suficientes pruebas. Según tu hipótesis, aceptaría cualquier cosa que le beneficie a su "imagen", pero no es así. Te paso este texto, que se refiere a Lourdes. Está publicado por la Asociación de Médicos Italianos, que no sé si gozará de tu confianza, o serán todos también unos ultracatólicos y opusinos sin remedio, esperando lucrarse de la construcción de algún hospital:

    "El reconocimiento de los milagros en Lourdes. Más de seis millones de peregrinos visitan todos los años la pequeña localidad de Lourdes, conocida en todo el mundo por los milagros que con frecuencia allí se han registrado... La Iglesia Católica ha reconocido oficialmente 67 milagros y unas 7,000 curaciones inexplicables tras las apariciones de la Virgen María en Lourdes (11 de febrero de 1858), según constata el libro El médico ante los milagros («Il medico di fronte ai miracoli», Editorial San Paolo), redactado por la Asociación de Médicos Italianos. En la obra ha colaborado el doctor Patrick Thiellier, director del Bureau Medical, la Oficina Médica, creado en el Santuario para examinar científicamente los supuestos casos de curación.

    En 1905 el Papa Pío X pidió que todos los casos de supuestos milagros o curaciones registrados en Lourdes fueran analizados de manera científica. La Iglesia ha establecido en Lourdes un riguroso proceso científico para certificar la autenticidad de una curación, proceso que consta de los siguientes pasos:
    1. Exámen médico
    La Oficina Médica explica que su objetivo es el de poder declarar una curación «segura, definitiva y médicamente inexplicable».
    Para que el estudio médico sea declarado con esos criterios es necesario:
    * que la realidad y el diagnóstico de la enfermedad padecida estén perfectamente claros;
    * que el pronóstico sea fijo e inevitable, en breve plazo;
    * que la curación sea súbita, sin convalecencia, completa, instantánea y duradera, y
    * que el tratamiento prescrito no pueda considerarse como el origen de esa curación; ni siquiera que la haya favorecido."

    A mí al menos el procedimiento me parece bastante riguroso. El caso es que, además, desde 1947 existe allí un Comité Médico Internacional: "El Comité, compuesto por unos treinta especialistas, cirujanos, profesores o agregados de diversos países, se reúne una vez al año. Todo expediente de curación, elaborado por el médico responsable del Servicio Médico, debe ser aceptado por la Oficina Médica antes de ser presentado al Comité Médico Internacional. Como en un tribunal de apelación, el CMIL confirma o rechaza la postura tomada por la Oficina Médica en “primera instancia” sobre tal o cual expediente."... " Desde 1947 hasta estos últimos años, unos 1,300 expedientes han sido abiertos para una posible declaración de curación. De esos expedientes, sólo 66 han sido reconocidos por la Oficina Médica como curados milagrosamente." Pero son 66, de todos modos, y sólo en Lourdes... (http://www.vozcatolica.org/69/milagros.htm). Aunque no es de este tema del que trata el artículo, te lo recuerdo, y debíamos dejarlo ya.

    Y con lo de Barrabás perdona que insista en no continuar. Pienso que los textos y las traducciones han quedado suficientemente claros.

  6. #6 Sucaro 14 de dic. 2005

    Amigo Teshub:
    Como diría la Dra. canto, lo suyo ya es bizantinismo.
    Está claro que a los esclavos que no se hubiesen rebelado los castigaban sus amos. Pero sigue usted siendo muy inocente, con eso de que un florero no puede blasfemar. Si lo castigaban por romper un jarrón, ¿no iban a hacerlo por blasfemar contra los lares? ¡Vamos, hombre! Lo del florero no cuela, amigo. El dueño podía hacer lo que le viniese en gana con el esclavo, y seguro que no se paraban cada momento a pensar en el aspecto jurídico. A efectos de la vida cotidiana, un esclavo era bien real. Usted mismo dice que lo que más temían los patricios era que un esclavo pudiera asesinarles... Pero si los floreros no asesinan...
    Pilato mantuvo en titulus suplicium porque ese el delito por el que se ejecutaba al reo, no para fastidiar a nadie. Seguro que les ofendió muchísimo a los sacerdotes el que se crucificara a Jesús por ser "Rey de los Judíos". Con tal de que lo crucificasen...

    Respecto de Barrabás: claro, "estar encerrado con..." no implica que fuera copartícipe del delito. Pero entonces, ¿por qué menciona Marcos a los sediciosos? ¿Para que nos hicieramos una idea de lo mal acompañado que estaba un pobre raterillo llamado Barrabás?
    Si es famoso, ¿por qué lo es? ¿Cantaba muy bien? ¿Tenía muchos amigos?
    Y por último, Lucas dice que estaba encerrado "por algunos disturbios y un asesinato en la ciudad". Podría haber dicho "por haber participado en algunos disturbios y en un asesinato en la ciudad", pero no habla de participación, sino de que estaba encerrado por un asesinato... O sea, que era el autor.
    Creo que a quien le encanta interpretar las palabras como le parece es a usted. Los demás no podemos hacer conjeturas, pero usted, sí, ¿verdad?
    Y Argos. Argos es griega, así pasó al latín, y después al castellano. Luego es de orígen griego, no latino. Por lo tanto, ese ejemplo no sirve como supuesta "irregularidad". Además, no ha puesto usted un sólo ejemplo más de "irregularidad". A lo mejor es que no existe...

    Pero ya me vendrá usted con algún otro argumento retorcido, porque, como diría mi madre, tiene usted más salidas que una plaza de toros...

    Por mi parte, doy el asunto por zanjado. espero que haya aprendido un poco más de Historia. Yo sí, sobre todo de la historia de los floreros y las irregularidades de las palabras latinas que son griegas.

    Un saludo y que le vaya bien.

  7. #7 kapo 24 de dic. 2005

    Bueno...a mí me gustaría aportar mi granito de arena, no sé si valdrá para algo, pero tengo que decirlo.

    A.M.Canto: Puede creerse los evangelios que quiera, pero según su razonamiento también tenemos que creernos la Torá, y el Coran y perdonarme si no me creo que Moisés dividiera en dos el mar rojo en su huida, igual que no creo en ninguno de los milagros de cristo(que vienen en las escrituras), ni creo en su resurrección, ni en la virginidad de Maria...

    Piense lo que se desvirtúan actualmente las historias, o como cambian en un grupo pequeño y luego piense como puede cambiar una historia lo largo de un siglo en un pueblo entero...
    Además, hay que tener en cuenta que todos los evangelistas eran seguidores de cristo, y por tanto serian propensas a divinizarlo y exagerar su relato, relato que tuvieron que rellenar por falta de información.

    También creo que todos sabemos que están escritas de forma metafórica, y que como toda religión recoge las costumbres, tradiciones... de la época y por eso esa similitud con el resto de ritos mediterráneos. También sabemos que muchas fiestas religiosas cristianas en su origen son paganas, lo cual no dice mucho en su favor.

    Además, como también sé a dicho la divinización de personajes es común en todos los pueblos y de echo, mucho antes que el cristianismo existieron religiones monoteístas, a parte de la hebrea en Egipto el faraón Akhenaton (XVIII Dinastía 1346-1333 a.C) instala una religión monoteísta.

    Si ahora tratamos así el cristianismo y no lo estudiamos como si fuera otra religión olvidada como la griega es por casualidad e intereses políticos, porque podría haber sido cualquier otra.

    Un Saludo. Kapo

    PD: En lo demás de acuerdo con Sdan, gio y sobretodo con eyna “es cuestión de fe” él creértelo o no.

  8. #8 Hannon 01 de abr. 2006

    Sobre el uso de clavos en la crucifixión:

    (c) –Del texto y de las notas- Eva Cantarella; Los suplicios capitales en Grecia y Roma. Orígenes y funciones de la pena de muerte en la antigüedad clásica, Madrid 1996 (Milán 1991), pp. 182-185.


    El uso de los clavos: la inscripción de Pozzuoli y el Santo Sudario. Henos aquí, tras este reconocimiento sumario del instrumento de suplicio (1), prestos a encarar el problema cuya solución, junto a los elementos de los que ya disponemos, permite responder finalmente a la cuestión de la que habíamos partido: ¿el suplicio en el árbol infelix era verdaderamente una crucifixión, como sostuvieron todos los que, de Mommsen en adelante, han seguido las indicaciones de Lipsius?

    En este punto (puesto que el suplicio del árbol preveía que se atase al reo con una cuerda) surge necesariamente la consideración de la debatidísima cuestión de los clavos. ¿Estamos eguros de que la crucifixión romana preveía el uso de clavos?

    En realidad las fuentes dejan pocas dudas al respecto.

    En la Mostellaria de Plauto el esclavo Tranión promete un talento a quien consiga descender de la cruz, “pero con la condición que sus manos y sus pies están clavados dos veces” (2).

    Por su parte Séneca equipara los deseos (cupiditates) a las “cruces a las que cada uno de nosotros se clava las manos” (3). Sabemos por Lucano que los clavos de las cruces se utilizaban para realizar sortilegios (4). Para terminar, los Evangelios atestiguan que Cristo fue clavado a la cruz (5). Pero curiosamente es precisamente a partir de la descripción de la muerte de Cristo que surgieron las dudas y debates añejos sobre la esencial y contestada necesidad del uso de clavos.

    En efecto, en un pasaje de Tertuliano leemos que Cristo fue el único a quien se crucificó “tam insignifer” (6). Cuando lo leyó Mommsen pensó que la particularidad de la ejecución de Cristo consistía, precisamente, en el uso excepcional, o al menos no habitual de clavos. Desde este punto de vista, el suplicio del árbol (al que no se clavaba al reo sino que se le ataba con una cuerda) podía muy bien ser una forma primitiva de crucifixión. Pero ante el testimonio concordante de las fuentes, esta hipótesis nos deja extremadamente perplejos.

    Al decir que Cristo fue el único en ser crucificado “tam insignifer”, Tertuliano, en primer lugar, no pensaba en los clavos (como queda claro a la luz de lo que hemos visto sobre las técnicas de construcción de la cruz), sino al uso de una cruz especialmente alta y visible o bien, para usar el término romano, de una cruz “sublime”, como lo fue, precisamente, la reservada a Cristo.

    En segundo lugar –para probar de modo incontrovertible que se clavaba a los crucificados– a los testimonios ya examinados se añade otro, inequívoco, de una inscripción publicada en el año 1967 que contiene algunas reglas (las únicas reglas jurídicas sobre la materia de las que tenemos conocimiento) sobre posibles modos de crucificar a los esclavos delincuentes (7).

    En las líneas 8-10 de la inscripción (que data de los primeros años del principado) leemos que si el patrono decidía encargarse de la ejecución privadamente tenía que dirigirse a un redemptor, cuya tarea consistía en proporcionar el material necesario para ejecutarla, es decir, las vigas, cadenas y cuerdas para los fustigadores (asseres vincula restes verberatoribus), y tenía que retribuir a los operarios que habían colaborado en la construcción de la cruz, los fustigadores y el verdugo con una suma fijada por la propia lex. Las cuerdas de las que habla la inscripción no servían para asegurar al condenado a la cruz, por lo tanto, sino para fustigarlo. Pues que se fijaba al condenado a la cruz con clavos queda asegurado por las líneas 11-14, que preveían la posibilidad de que el patrono, aunque se ocupase personalmente, pidiese que la ejecución tuviese lugar publice, es decir, bajo la supervisión de los magistrados municipales. En este caso, los instrumentos materiales de la ejecución, que tenían que suministrarse gratuitamente, se enumeran de este modo: cruces, clavos, brea y antorchas. Abramos un pequeño paréntesis para explicar para qué servían la brea y las antorchas. Según una hipótesis, para atormentar al condenado a la cruz con hierros candentes; según otra (sostenida por quien considera que la inscripción no se refiere sólo a la crucifixión, sino también a otros suplicios), para ejecutar a los delincuentes a los que se había decidido quemar vivos (8). Pero lo que queda claro es que a los crucificados, fuesen torturados o no con hierros candentes, se les clavaba. Llegamos de este modo a un último problema cuyo interés histórico sería en realidad inexistente y del que podríamos prescindir tranquilamente si la solución no aportase, inesperadamente, una confirmación a mayores de los testimonios hasta aquí examinados.

    Abunda la iconografía de imágenes del Redentor con los clavos plantados en medio del metacarpo. El Santo Sudario (considerado durante siglos un documento histórico por los numerosos estudiosos de la crucifixión impulsados por exigencias más religiosas que históricas) parece indicar por el contrario que los clavos no se fijaban en la mano, sino en medio del carpo, es decir, en la línea de flexión de la muñeca. Así pues, demostrar que los clavos se plantaban en el carpo significaba valorizar la autenticidad de la reliquia. ¿Pero cómo demostrarlo? Aunque pueda parecer increíble, con una serie de experimentos inauditos y macabros sobre cadáveres, llevados a cabo por el doctor B. Barbet y expuestos en el libro La passione di N.S. Gesù Cristo secondo il Chirurgo (9. De algunos de estos experimentos (como, por ejemplo, los destinados a establecer qué ángulo adoptaban los brazos tensados por el peso del cuerpo, o cuál era el ángulo de flexión de las piernas y de las rodillas) podemos, afortunadamente, prescindir, así como podemos prescindir del debatido problema de la técnica del clavado de los pues al stipes: ¿un clavo para cada pie, como piensan algunos, o bien un solo clavo que atravesaba los dos pies cruzados, y más precisamente, el pie izquierdo posado de plano sobre el madero y el pie derecho deslizado bajo el izquierdo? (10).

    Los únicos detalles anatómicos relativos a la técnica del suplicio y los únicos experimentos macabros en la materia que nos pueden interesar en alguna medida son los destinados a mostrar que los brazos se clavaban en el patibulum con dos clavos fijados no en el metacarpo sino en la línea de flexión de la muñeca, cosa que, en efecto, fue demostrada por Barbet. Las manos atravesadas por clavos, demostró, no sostenían el peso del cuerpo sino que se desgarraban haciendo que el cuerpo se cayese. Sin embargo, las muñecas sostenían el cuerpo perfectamente: el clavo fijado en el espacio de Destot se bloqueaba fácilmente por los huesos en torno a este espacio (capitado, uninado, semilunar, piramidal) además de por el ligamento anular anterior, y constituía un punto de apoyo muy sólido (11).

    Se trata en verdad de experimentos difíciles de creer, los ejecutados sobre corpore vili (tal como se consideraba evidentemente el cadáver) y sufragados –según su autor- por la autoridad del Santo Sudario 12. Por no hablar, después, de las conclusiones extraídas del presupuesto de la indiscutible autoridad del Santo Sudario como documento histórico 13. Pero si se han recordado estos experimentos existe una razón. Más allá de la lógica y de los intentos que los han inspirado, algunos de ellos han llevado a resultados de algún modo utilizables históricamente. La anatomía confirma el testimonio por lo demás inequívoco de las fuentes. Si los clavos se plantaban en el carpo, la crucifixión con los clavos era posible. Ningún obstáculo técnico se interpone a la posibilidad de creer que se clavase a los condenados a la cruz.

    Este punto se hace evidente porque Cicerón, para hacer creíble la acusación dirigida a Labieno de haber intentado hacer crucificar a un romano según los comentarios de la lex horrendi carminis (de acuerdo con la cual, como sabemos, el condenado debía ser atado a un árbol con una cuerda), se ve obligado a omitir la palabra reste (es decir, con la cuerda, precisamente): porque (14) en Roma se crucificaba con clavos”.













    (1) Más informaciónes en J. Thoby, Le crucifix, cit.

    (2) Plauto, Mostell., 359-360.

    (3) Séneca, Dial.,7, 19, 3.

    (4) Lucano, 6, 543.

    (5) Lucas, 23, 26-33; Juan, 19, 17-20; Marcos, 15, 21-27; Mateo, 27, 32-44.

    (6) Tertuliano, adv. Marcionem, 3, 19.

    (7) La inscripción fue publicada por L. Bove, Due nuove iscrizione di Pozzuoli e di Cuma, en Rendiconti Accademia Archeología Lettere Belle Arti Napoli, 41, 1967, 207 y sigs.

    (8) Discusión del problema en P. De Martino, I supplicia nell’iscrizione di Pozzuoli, en Labeo21 (1975) 211 y sigs.; ahora en Diritto e società nell’antica Roma, Roma 1979, pág. 496 y sigs.

    (9 Edición original francesa La passion de N.S. Jésus Christ selon le Chirurgien, Issoudun, Dillen et Cie. Editeurs, 1950, trad. italiana, Turin 1951. Del mismo autor véase también Le cinque piaghe di Cristo, Turín 1939.

    (10) Para el uso de un clavo para cada pie véase J. Blinzer, Il processo di Cristo, cit., pág. 349. Para la hipótesis de la crucifixión con tres clavos véase por el contrario J. Thoby, Le crucifix, cit., pág. 5. Entre la amplia bibliografía sobre el tema véase J. J. Collins, The Crucifixion of Our Lord and Some Medical Data, en The Catholic Biblical Quarterly 12 (1950) 171 y sigs. Resumen del debate en J. Thoby, Le crucifix, cit. págs. 5-6.

    (11) Cfr. también C. Nardi, Il processo di Gesù “Re dei Giudei”, Bari 1966, pág. 155 y sigs. (en especial pág. 158, n. 6).

    (12) La tesis de Barbet ha sido criticada por P. Caligaris, La Crocifissione, en Paideia7 (1952) 218 y sigs., que vuelve a proponer la hipótesis del clavo en la palma, junto al cual se utilizarían cuerdas atadas a las muñecas del condenado para sujetar el cuerpo del condenado, así como el suppedaneum que sostenía los pies.

    (13) Amplia bibliografía y ejemplos en J. Blinzer, Il processo di Gesù, cit., pág. 340. Como a uno más entre muchos, se envolvió a Cristo en el sudario mientras su corazón todavía latía. Sin embargo, observa Blinzer que, “en general, recurriendo al Santo Sudario de Turín se ha impedido, más que promovido, una clarificación del aspecto médico de la muerte de Jesús” (p. 342, n. 54).

    (14) Así, W. H. Oldfather, Livy I, 26, cit., pág. 57.

  9. #9 A.M.Canto 01 de jun. 2007

    La Fiabilidad de las Referencias Seculares a Jesús
    por J.P. Holding

    Durante una discusión sobre William Shakespeare, un estudiante le preguntó al viejo profesor acerca de la teoría de moda que
    decía que Shakespeare no escribió las obras atribuidas a él. El profesor gruñó, "¡Joven, si Shakespeare no escribió esas obras,
    entonces fueron escritas por alguien que vivió al mismo tiempo y tenía el mismo nombre!"

    Es una señal segura de desesperación: En los círculos incrédulos, una de las ideas más populares que ha surgido recientemente
    es el "Jesús mitológico", la idea de que Jesús ni siquiera existió, y mucho menos condujo un ministerio como el que se describe
    en el Nuevo Testamento. Es una idea que uno supondría sería relegada a las páginas del Weekly World News - e incluso sería
    gracioso, si no fuera por el hecho que tantos la toman en serio y son extremadamente elocuentes en su seriedad.


    A primera vista, el "Jesús mitológico" parece ser un golpe de genialidad: ¡para eliminar el cristianismo y cualquier posibilidad de
    que sea cierto, simplemente elimina el fundador! La idea fue publicada por primera vez por un académico alemán del siglo XIX
    llamado Bruno Bauer. Siguiendo a Bauer, hubo unos pocos seguidores: Couchoud, Gurev, Augstein [Chars.JesJud 97-8]. Hoy,
    el creyente activo probablemente ha estado expuesto a uno de los cuatro partidarios de esta tesis: El escritor de principios de
    siglo Arthur Drews; el defensor más prominente y prolífico de la tesis del mito, G. A. Wells, quien ha publicado cinco libro sobre
    el tema; Earl Doherty, o Acharya S. Cada uno de estos escritores toma un aproximación un poco diferente, pero todos están de
    acuerdo en que la persona llamada Jesús no existió (o, Wells parece haber tomado la visión de que Jesús tanto pudo como pudo
    no haber existido).

    ¿Tiene el "Jesús mitológico" algún soporte académico? En este caso, ¡decir simplemente "no" sería una exageración! El soporte
    para el "Jesús mitológico" no viene de los historiadores, sino que en general viene de escritores que se alejan mucho de sus propios
    campos de conocimiento. G. A. Wells, por ejemplo, es un profesor de Alemán; Drews fue un profesor de matemáticas; Acharya
    sólo tiene un grado menor en lenguas clásicas; Doherty tiene algunas cualificaciones, pero claramente carece de la disciplina de
    un verdadero académico
    . El mayor apoyo al "Jesús mitológico" no viene de gente que conoce el tema, sino de divulgadores y
    aquellos que aceptan su trabajo de forma acrítica. A pesar de la relevancia de que el consenso académico es unánime en que
    el "Jesús mitológico" es falso, continúa siendo promulgado a nivel popular como si hubiera sido absolutamente probado.


    "Venga, Holding. Sólo porque el consenso de los historiadores diga que el Jesús-mito es erróneo no significa que lo sea. Los
    historiadores pueden estar equivocados. Pueden tener también prejuicios. Teniendo en cuenta que este tema está dominado por
    intereses teológicos y presupuestos filosóficos, un consenso de expertos no constituye evidencia para la existencia de Jesús."

    Puede sonar ridículo, ¡pero éste es el núcleo de muchos argumentos a favor del Jesús-mítico! Detrás de cada historiador hay
    una conspiración, un prejuicio, o algún gran error de juicio- y algunas veces, ¡incluso los historiadores antiguos también están
    dentro de la conspiración!
    Al final de este artículo ofreceremos algunos consejos para tratar con aquellos que dan este tipo de
    argumentos, pero por ahora, tratemos con esta objeción y tomémosla seriamente.

    Claro, es posible que todos los historiadores profesionales (¡incluso aquellos que no tienen un interés religioso!) estén prejuiciados
    o equivocados, mientras que los proponentes del "Jesús mitológico" sean los objetivos. Y sí, el consenso no es igual a evidencia.
    Pero el consenso en cualquier cuestión histórica se basa usualmente en la evidencia que es analizada por aquellos que son reconocidos
    como autoridad en su campo, y por lo tanto se puede creer en su palabra. Si este no fuera así, ¿cuál sería el criterio para que alguien
    fuera un historiador? ¿Por qué no podríamos tomar un vagabundo al azar por la calle y pedirle a él o ella que nos componga un historia
    oficial de américa del siglo XX para los archivos smithsonianos?

    Por consiguiente, aunque el consenso de los expertos no es en sí mismo la evidencia, sí que funciona como un fuerte signo de aviso:
    si uno está de acuerdo con sus colegas en la materia, que son estudiosos especializados en el mismo campo, se necesita mucha menos
    evidencia de la que necesitarías si estuviéramos en desacuerdo con su consenso (siendo una pequeña minoría). No necesitaríamos sólo
    un "buen argumento", sino que tendríamos que refutar también, en primer lugar, todos los argumentos que han llevado al consenso de
    los expertos. En otras palabras, la evidencia puede ser mediada a través del testimonio y consenso de los expertos. Por tanto,
    el argumento de que el consenso no cuenta como evidencia, aunque pueda ser correcto a su manera, no puede permitirse como
    descalificación de ese consenso ni como nivelación del terreno en el que jugamos. Es como el criterio "posiciones extraordinarias y
    extravagantes requieren pruebas extraordinarias", que circula en los círculos de expertos. Una posición tal como la del Jesús-mito no
    es valiente , sino descabellada- a no ser que uno tengan una evidencia más fuerte que la mayoría; incluso en ese caso, las
    especulaciones entorno a visiones alternativas de las referencias históricas tal como las solemos encontrar en los círculos del
    "Jesús-mito" es como jugar en el aire.

    Si los proponentes del "Jesús mitológico" fueran historiadores cualificados o tuvieran un conocimiento equivalente, entonces su
    posición en contra del consenso sería digna de tomarse en serio.
    Sin embargo, la asombrosa prevalencia de explicaciones tortuosas,
    teorías inventadas, argumentos a partir del silencio y tergiversaciones totales para ignorar la evidencia de que Jesús existió es un fuerte
    impedimento para que podamos calificar de académicos a los mitólogos de Jesús. El argumento va más allá de afirmar que escritores
    como G.A.Wells son gente que se mete fuera de su terreno, sino que es también que su estar fuera de su terreno, ¡es tan evidente
    como una herida abierta¡. Drews, por ejemplo, [ Drew. WH, 16-17 ], intentando mostrar que hay argumentos de que Jesús no existió
    en la Iglesia temprana, cita un párrafo del "Diálogo con Trifon" de Justino. Trifón, una persona escéptica respecto al cristianismo, está
    hablando con Justino; el pasaje relevante dice (palabras remarcadas por Drews):

    Cuando yo acabé de decir eso, mis queridos amigos, aquellos que estaban con Trifón rieron; pero él, sonriendo, dijo: " Apruebo tus
    otras observaciones, y admiro el ardor con el que estudias las cosas divinas; pero sería todavía mejor para ti cumplir con la filosofía
    de Platón o algún otro hombre, cultivando tu resistencia, autocontrol, moderación, en lugar de ser engañado por falsas palabras y
    seguir las palabras de un hombre sin reputación. Porque si permaneces en esa filosofía y vives sin culpa, eso te dejará una esperanza
    de un destino mejor; pero si abandonas a Dios y basas tu confianza en un hombre, ¿ qué esperanza esperas? Si, luego, deseas
    escucharme ( porque ya te considero un amigo), primero hazte circuncidar, luego observa lo que las leyes promulgan respecto al
    Sabbath, y las fiestas de guardar; y , en pocas palabras, hacer todas las cosas que están escritas en la ley: y , entonces, a lo
    mejor obtienes la misericordia de Dios. Pero Cristo-si Él realmente ha nacido y existe en alguna parte- es un desconocido e incluso
    no lo sabe Él mismo, y no tendrá poder hasta que Elias venga a ungirle y le haga manifestarse a todos. Y vosotros , habiendo
    aceptado relatos infundados, inventáis un Cristo para vosotros mismos, y por su interés sois inconsideradamente malditos".

    Drews escribe esto considerando que estas citas se refieren a Jesús y que era Jesús quien fue "inventado" y era totalmente
    "desconocido". Pero esas mismas notas dejan claro que Trifón no se refiere a Jesús el hombre. Trifón da por supuesta la historicidad
    de Jesús a lo largo del debate con Justino
    . Considera estos pasajes como ejemplos:

    xxxii- "..pero vuestro autodenominado Cristo fue deshonroso e ignominioso, tanto que la peor maldición contenida en la ley de Dios
    cayó sobre él, por lo que fue crucificado".
    xxvii- " Ahora muestra si ese hombre es Él de que hablan las profecías que fueron hechas."
    xxxviii- " pronuncias muchas blasfemias , con las que buscas persuadirnos de que ese hombre crucificado estuvo con Moises y Aaron,
    y les habló a ellos en el pilar del cielo; y que después se hizo hombre, fue crucificado,y ascendió a los cielos, y volvió de nuevo
    a la tierra, y se le debe rendir culto"
    xxxxix - y Trifón dijo, " Esos que afirman que ha sido un hombre, y que ha sido ungido por elección, y que luego vino a ser el Cristo,
    me parece que hablan más plausiblemente que vosotros que mantenéis esas opiniones que expresáis. Para nosotros que esperamos
    que Cristo será un hombre [ nacido] de hombre, y que Elijah cuando él venga le ungirá. Pero si ese hombre llega a ser el Cristo,
    él debe ciertamente ser conocido como un hombre [nacido] de hombre; pero teniendo en cuenta las circunstancias de que Elijah
    no ha llegado todavía, infiero que ese hombre no es Él [ el Cristo ] ".

    ¡Esta es una extraña verborrea si Trifón cree que los cristianos perpetraron un fraude hasta el punto de inventar la historia de un
    hombre! Lo que Trifón quiere decir en la frase del principio es que el Messiah - lo que quiere decir el ministerio del Messiah- fue
    creado por los cristianos. Está diciendo que el "Cristo" no vino en Jesús y que los cristianos mismos fueron los queconvirtieron
    a Jesús en Cristo; y si el verdadero Messiah hubiera nacido y viviera en algún sitio en este momento, ¡ él sería totalmente
    desconocido! El tema que se relata es la creencia judía de que el Cristo , cuando venga, no se proclamará a sí mismo (una
    creencia que vemos patente en la misma circunspección de Jesús en proclamarse el Messiah y en Bar Kochba que cuando llegó
    no se atribuyó el título a sí mismo, pero lo permitió que otros le proclamaran en lugar de hacerlo él mismo). Trifón esta acusando
    a los cristianos, por consiguiente, de identificar como Cristo a uno que no es el Cristo- ¡ no les está acusando de inventarse
    un hombre! El argumento que he comentado de Drews, dependiendo como lo hace de tomar mal las citas de Trifón y fuera de
    su contexto literario y social, debería ser extremadamente embarazoso para los otros defensores del Jesús mítico; ¡ pero incluso
    Wells y Doherty hacen uso de éste!


    Los modernos defensores del "Jesús-mito" no se desenvuelven mejor. G.A.Wells también ha usado el " error Trifón" en su último
    trabajo. En otro apartado, intentando explicar porqué Pilatos fue elegido como la persona que autorizó la ejecución de ese Jesús
    de ficción, Wells dice que fue seleccionado porque era "particularmente detestado por los judíos y es efectivamente el único
    prefecto que gobernó Judea entre el año 6 y 41 D.C. que atrajo la suficiente atención para ser discutido por los dos principales
    escritores de del primer siglo, Filón y Josefo" [ Hoff. JeshH, 39-40 ] En otras palabras, ¡ Pilatos fue elegido porque parecía
    que pudiera haber hecho algo parecido a lo que los Evangelios describen! Si esto es algo, más bien es la mejor evidencia de
    que los escritores de los evangelios sabían de lo que estaban hablando, porque conocían la historia.

    Simplemente se debe ignorar una gran cantidad de evidencia, y tratar con la evidencia que quede de manera injusta, para negar
    que Jesús existió. El historiador greco-romano Michael Grant, quien no tiene ningún compromiso teológico al que aferrarse,
    indica que hay más evidencia para la existencia de Jesús que la que hay para un gran número de famosos personajes paganos
    -aún así nadie se atrevería a argumentar su no existencia. Meier [Meie.MarJ, 23] apunta que lo que sabemos sobre Alejandro Magno
    podría caber en unas cuantas hojas de papel; aún así nadie duda de que Alejandro existió
    . Charlesworth ha escrito que "Jesús
    sí existió; y sabemos más de él que de cualquier Palestino Judío antes del 70 d.C." [Chars.JesJud, 168-9] Sanders [Sand.HistF, xiv]
    respalda a Grant, diciendo que "Sabemos mucho sobre Jesús, bastante más que sobre Juan el Bautista, Teudas, Judas el Galileo,
    u otra de las figuras cuyos nombres tenemos de aproximadamente la misma fecha y el mismo lugar." Sobre la Crucifixión,
    Harvey escribe: "No sería exageración decir que este evento está mejor evaluado, y apoyado por un grupo de evidencia más
    impresionante que cualquier otro evento de importancia comparable del que tengamos conocimiento del mundo antiguo."
    [Harv.
    JesC, 11]. Dunn [Dunn.Ev. EvJ, 29] aporta una anécdota similar a la que más arriba escribo respecto a Shakespeare. Refiriéndose
    a la tesis de Wells, escribe:

    "La tesis alternativa es que dentro de esos treinta años se desarrolló una complejidad de tradiciones de una coherencia y consistencia
    tal como se nos ofrece en las fuentes Evangélicas y acerca de una figura inexistente, lo que es simplemente implausible. Implica
    hipótesis demasiado complejas y especulativas , en contraste con la explicación mucho más simple de que hubo un Jesús que dijo
    e hizo más o menos lo que los primeros tres Evangelios le atribuyen. El hecho de los inicios del cristianismo y el carácter de sus
    tradiciones iniciales es tal , que nosotros sólo podríamos negar la existencia de Cristo hipotetizando la existencia de alguna otra
    figura que fuera causa suficiente de esos orígenes del cristianismo- otra figura que con una cuidadosa reflexión, ¡ probablemente
    vendría a ser muy parecida a Jesús! "

    Finalmente, cerramos el tema del consenso con estas palabras de un escéptico habitual y Emérito Profesor de Historia, Morton
    Smith
    , [ Hoff. JesH, 47-8]. Del trabajo de Wells, este historiador y escéptico del cristianismo ortodoxo, escribió:

    - "No creo que los argumentos del libro (de Wells) merezcan una detallada refutación".
    - ...él argumenta principalmente desde el silencio".
    - ..muchos (de sus argumentos) son incorrectos, demasiado alejados para discutir en este espacio.
    - (Wells) nos presenta una pieza de mitología privada que encuentro increible más allá de cualquier cosa en los Evangelios".

    Es de destacar que ninguno de estos académicos es amigo del fundamentalismo o el cristianismo evangélico y que hacen sus
    afirmaciones basados en la evidencia, no en la ideología. Contrario a las protestas del colectivo "Jesús mitológico". La conspiración
    y el prejuicio existe sólo en su imaginación.

    Fuente: http://deismo.iespana.es/cristomitologico1.htm

  10. #10 Diocles 02 de jun. 2007

    Le agradezco la explicación sobre el cargo de prefecto y el de procurador, doctora Canto, que me parece convincente. He observado que solamente en el evangelio de San Mateo se llama a Poncio Pilato procurador (en los demás no se especifica su cargo), pero también este evangelio debió de ser escrito después de la muerte de Herodes Agripa (44 d. C.) y el error de precisión obedecería, por tanto, a la misma causa.

    Servan: Creo que si a Tácito no le hubiese importado el origen de la secta cristiana o no tuviese una información suficientemente contrastada sobre este asunto, simplemente se habría evitado las explicaciones sobre el nombre de los cristianos y sobre la historia de Cristo. Él suscribe que la ejecución de Jesucristo en los tiempos de Poncio Pilato fue un acontecimiento real, sin apoyar en cambio otros hechos que tenían gran importancia en las creencias cristianas (la resurrección y la ascensión). Quiero decir que si Tácito se hubiese limitado a repetir simplemente lo que decían los cristianos, sin hacer sus propias averiguaciones, habría podido hacer alguna referencia a la supuesta resurrección de Cristo (aunque fuese en un tono escéptico).

  11. #11 luisote 05 de jun. 2007

    Todo muy interesante y especialmente digno de admiración el esfuerzo de los católicos por demostrar que Jesús existió en realidad. Tienen todo el derecho del mundo a hacerlo, por supuesto, y gozan de todo mi aprecio y admiración, no solo por sus conocimientos sino porque creo que sus intenciones son absolutamente sinceras y respetables.

    No obstante soy de la opinión de que todo este asunto se sustenta mas en las creencias de cada uno que en la fiabilidad de las fuentes.

    Pongo unos párrafos pertenecientes a una conferencia del jesuita Jorge Loring:

    ***********
    Primer párrafo:

    Mirad: de todos los autores latinos, las obras completas más antiguas que conservamos son posteriores al siglo VIII. Antes del siglo VIII obra completa no hay ninguna. Hay fragmentos de Cicerón, de César, de Horacio, de Virgilio, de Ovidio. Pero,de todos los autores latinos, íntegro no hay nada anterior al siglo VIII.
    En cambio, códices evangélicos completos entre los siglos IV y VI tenemos setenta y ocho. Y no del siglo VllI, sino entre el lV y el Vl. iQué valor maravilloso tiene esto!
    Más. Los Evangelios se citaban con tal frecuencia que solamente con las citas que existen en las obras de siete escritores del siglo ll al VI -fijaos que nos remontamos al siglo lI- que son Justino, Ireneo, Clemente, Orígenes, Tertuliano, Hipólito y Eusebio, tenemos 26.487 citas que rehacen el Evangelio entero.
    ¡Esto es impresionante


    Segundo párrafo:

    Una prueba del interés con que se conservaban las copias de los Evangelios es que del autor clásico, contemporáneo de Jesucristo, del que se conservan más copias es de Virgilio. Pues bien, de Virgilio sólo conservamos tres códices unciales, llamados así por el tipo de escritura antigua. En cambio de los Evangelios conservamos doscientos diez códices unciales.
    ¡Superioridad aplastante!

    ****************

    En mi opinión, esto, como casi todo en este tema, es interpretable. Para algunos será una demostración de fiablidad de las fuentes y, quizás para otros entre los que me incluyo, una sospecha de que la iglesia católica no fue tan diligente como nos quieren hacer creer en la conservación de las obras de los autores clásicos.


    Pongo este link que me parece interesante:http://www.sindioses.org/examenreligiones/jesus.html



    Pego un párrafo de esta página:

    Con frecuencia las historias mutan, transformándose en mitos, y estos mitos a su vez sufren modificaciones con el tiempo. Así evolucionan las historias sagradas. Por ejemplo, en la Norteamérica del siglo XIX, el joven José Smith aseguró haber recibido una “nueva luz” que narraba las enseñanzas de Jesús en Norteamérica, ya que según él, Jesús después de haber resucitado había hecho una escala en América para predicarle a los nativos (!!!). La nueva versión de la historia de Jesús que empezó con pocos creyentes, hoy ya tiene aproximadamente 6 millones de seguidores conocidos como mormones. De igual forma en los primeros años del cristianismo, las historias fantásticas inventadas por los evangelistas con el tiempo se convirtieron en la creencia de la mayoría.

    Y estoy de acuerdo con la dra. Canto en que ya no hay oradores como los de la II república. Exceptuando a Felipe González.

  12. #12 A.M.Canto 25 de ene. 2008

    En otro foro, Serván me ha pasado amablemente noticia de este libro de D. Samuel
    Fernández, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile, que acaba de publicarse, en noviembre de 2007: Jesús: los
    orígenes históricos del cristianismo desde el año 28 al 48 d.C
    .
    Transcribo la entrevista que con este motivo le hizo el diario "El Mercurio" de Santiago, que encuentro bastante esclarecedora. Aunque el autor tiene más en cuenta que yo en este artículo (que deliberadamente me quise circunscribir a las paganas y judías) las fuentes literarias cristianas, trata a éstas como fuentes históricas, y hay un punto coincidente fuerte, que es el de los testigos vivos (siento que no tengo tiempo de andar corrigiendo los saltos de párrafos):



    Medio:
    El MercurioSección: Reportajes
    Tema: Cultura
    Autor: Elena Irarrázabal Sánchez

    PUBLICACIONES.
    La nueva obra de Samuel Fernández, decano de Teología de la UC:

    Desentrañando
    los orígenes históricos del cristianismo

    ¿Cómo forjaron sus convicciones las comunidades cristianas pocos años después
    de la muerte de Jesús? ¿Qué antecedentes existen del período entre el 28 y 48
    d.C., antes de la primera carta de Pablo? Dirigida a creyentes y no creyentes,
    esta nueva obra explora una decisiva época histórica.

    Las
    pacíficas aulas de la
    Facultad de Teología de la Universidad Católica
    se llenaron de periodistas el año pasado. El Código da Vinci y la aparición del
    controvertido "Evangelio de Judas" hicieron correr ríos de tinta
    sobre la figura de Jesús y los fundamentos del cristianismo.
    Entrevistado frecuente por esos días -gracias a su buena capacidad para
    "aterrizar" conceptos complicados- fue el padre Samuel Fernández
    (44), el joven decano de teología de la UC. Ahora presenta la obra "Jesús: los
    orígenes históricos del cristianismo desde el año 28 al 48 d.C.
    ", fruto de
    años de trabajo y que pretende llegar no sólo a los círculos académicos, sino
    también a lectores interesados en la figura histórica de Jesús.


    De familia de arquitectos -él mismo estudió arquitectura por algunos años-,
    Fernández es doctor en Teología y Ciencias Patrísticas del Instituto
    "Agustinianum" de Roma, experto en literatura cristiana antigua y
    buen conocedor de esos viejos papiros de los que tanto se habló hace algunos
    meses.


    -¿Otra obra sobre Jesús, luego de la de Benedicto XVI?


    "El libro sale en un buen momento. La gran aceptación que ha suscitado la
    obra del Papa, muestra la atracción que despierta la persona de Jesús.
    Naturalmente son libros distintos. La publicación que ahora presento tiene un
    propósito bien específico: está centrada en explorar las dos primeras décadas
    del cristianismo, con una perspectiva histórica".


    -Este año también ha habido una oleada de libros de autores, como C. Hitchens y
    otros, que denuncian la invención de la religión y sus perjuicios.


    "Muchas objeciones a la credibilidad del cristianismo, que estaban
    encerradas en medios académicos, han salido últimamente a la luz pública a
    través de los medios de comunicación. La idea no es eludir las interrogantes,
    sino que enfrentarlas y responderlas".


    "Este libro quiere mostrar a los creyentes que la investigación histórica
    no es enemiga de la fe, sino su aliada. Porque la fe de los cristianos nace del
    acontecimiento histórico de Jesús de Nazaret, el hijo de María. Jesús no es una
    idea en el aire, sino que tiene los pies firmemente plantados en la historia.
    La extraordinaria novedad de Jesús deja huellas en la historia, huellas
    verificables".


    -¿Y qué puede esperar de este libro un lector agnóstico?


    "Esta obra quiere mostrar, a creyentes y no creyentes, que la fe cristiana
    no está en contradicción con la historia. Al contrario, los datos invitan a
    creer. De hecho, si quitamos a Jesús, queda un gran agujero en la historia
    universal en el siglo I".


    Del humo al fuego


    "Una de las grandes objeciones planteadas por estos días es el supuesto
    foso que existiría entre Jesús y el Cristo predicado por la Iglesia. El
    cristianismo, entonces, sería una invención de Pablo o de Constantino, etc. El
    libro quiere mostrar -apoyado en la labor de estudiosos contemporáneos muy
    serios, católicos y protestantes- la continuidad real entre Jesús de Nazaret,
    las convicciones de las primeras comunidades y las de la Iglesia", explica
    Fernández".


    -Usted se detiene en el período entre el 28 y 48 d.C. ¿Por qué esos hitos?


    "Se trata del período más decisivo en la historia del cristianismo: desde
    el inicio de la vida pública de Jesús, hasta el primer desarrollo de la Cristología, anterior
    a la redacción del Nuevo Testamento".


    -¿Cómo se abre una ventana hacia esos años lejanos, sin registro de textos
    escritos?


    "Hay dos técnicas principales. Una de ellas es el análisis de textos como
    los "Hechos de los Apóstoles" (año 70-80 d.C.) o las Cartas de Pablo
    (50 d.C. en adelante). A partir de los escritos, con métodos filológicos, se
    pueden reconocer afirmaciones, cánticos y oraciones, que fueron integrados a
    esos textos, pero que se remontan a una época más antigua, que es la que
    estudiamos".


    -¿Y el otro camino?


    "A través del análisis de los acontecimientos históricos. Se trata de
    'buscar el fuego a partir del humo'. Ningún historiador puede negar que Jesús
    murió crucificado, ni tampoco el explosivo surgimiento de la Iglesia. ¿Cómo se explica
    el nacimiento de una comunidad tan vital en circunstancias tan adversas? Tras
    la vergonzosa muerte de Jesús, lo esperable era que sus discípulos se
    dispersaran".


    "Pero es un dato histórico que pocos años tras su muerte, había ya un
    grupo de creyentes que afirmaba que Jesús estaba vivo, que le rendían culto, y
    que estaban dispuestos a dar la vida por él. Entonces, algo debió suceder entre
    la muerte de Jesús y el vigoroso nacimiento de la Iglesia. Ni Pablo ni
    Constantino lo pueden explicar. Si bien la ciencia histórica no puede demostrar
    la resurrección, ella sí puede afirmar que la historia del siglo I se comprende
    mejor si se acepta el impacto que provocó la persona de Jesús y su
    resurrección".


    Jesús y Pablo de Tarso


    -¿Cómo describiría el período en que se centra su libro?


    "Son los 20 años en que se estructuran las convicciones sobre Jesús.
    Doctrina que inicialmente no se manifiesta de manera conceptual, sino en la
    vida misma de los cristianos. El impacto que Jesús provoca en los discípulos,
    que dejándolo todo lo siguieron, implica ciertas convicciones acerca de su
    persona. La oración y la vida en comunidad es anterior a la conceptualización:
    primero se sigue a Jesús, se anuncia su palabra y se le reza, y luego se
    reflexiona sobre su identidad. Por ello, la primera cristología está implícita
    en la oración y el martirio".

    "Para las primeras comunidades, el
    gran referente no fueron los textos, sino los testigos. En el relato de la
    pasión se habla, por ejemplo, de que Simón de Cirene era padre de Alejandro y
    Rufo. Estos nombres eran significativos para la gente de la época, eran
    personas conocidas, que se podían consultar. Cuando ya los testigos directos
    comienzan a disminuir, surge la necesidad de contar con evangelios
    escritos".


    -La figura de Pablo aparece relevante al final de ese período.


    "Pablo de Tarso, antes de convertirse, fue perseguidor del cristianismo.
    Eso muestra que el cristianismo es anterior a Pablo y que tenía tal identidad,
    que provocó la persecución. No eran sólo unas ideas difusas sobre un narrador
    de parábolas. Jesús se había presentado como superior al templo y a la ley,
    como aquel que tiene una relación única con Dios, a quien llama 'papá'. Había
    algo tan radical en él, que exigió una decisión: algunos dejaron todo para
    seguirlo; otros, acusándolo de blasfemia, lo mataron".


    "Pablo es el primer escritor cristiano. Su primera carta, a los
    Tesalonicenses, se remonta al 50 d.C. Sus cartas transmiten, sólo veinte años
    después de la muerte de Jesús, una doctrina muy desarrollada sobre Jesús, su
    resurrección y su identidad como hijo de Dios".


    El surgimiento de los cuatro evangelios en el siglo I


    El Evangelio de Marcos se puede datar en la década de los años 60, según el
    análisis histórico, explica Samuel Fernández. Mateo y Lucas datan de alrededor
    del año 80 y Juan, entre los años 90 y 100. Para su redacción los evangelistas
    contaron con testigos directos de la vida de Cristo, y se valieron de material
    anterior, como colecciones de dichos de Jesús o el relato de la pasión, que
    habría sido compuesto alrededor del año 36. En el caso de los manuscritos del Nuevo Testamento, en 1935 C. Henderson Roberts
    publicó el llamado papiro "p52". Este aunque contiene sólo un pequeño
    fragmento del Evangelio de Juan, es muy importante, porque habiendo sido datado
    en el año 125 confirma la fecha de la composición del mismo evangelio.

    Jesús.
    Los orígenes históricos del cristianismo: desde el año 28 al 48 d.C.

    Samuel Fernández E. Ediciones Universidad Católica, 2007. 264 pp.
    Fuente: http://www.jesus.cl/iglesia/paso_iglesia/recortes/recorte.php?id=

    Más información:
    http://www.universia.cl/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=124648
    9º libro más vendido en Chile a finales de enero:
    http://astrolabio.equinoxio.org/resenas/%C2%BFque-se-esta-leyendo/

  13. Hay 12 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba