Autor: coiradas
jueves, 03 de noviembre de 2005
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: coiradas
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FILOLOGÍA CELTA

FILOLOGÍA CELTA

Los idiomas célticos han desaparecido en gran parte de la Europa central, pero muchos nombres de personas y ciudades conservados por la historia dan testimonio fiel de su antiguo uso. Existen dos grupos distintivos: el “gaélico”, que comprende el “irlandés”, el “escocés”y el “manes”, y el “kímrico”, con el “galés”, el “córnico”, o del país de Cornuailles, el “ bretón” y el “galo”. El “irlandés” céltico alcanzó gran riqueza literaria durante la Edad Media y principió a extinguirse durante el Renacimiento. Actualmente sólo se conserva en la parte occidental de la isla. El “erse” o “céltico escocés “resistió mucho la invasión del inglés. Su literatura es más moderna que la irlandesa, pero conserva con más “fidelidad” las tradiciones antiguas. Se conserva en las regiones septentrionales
De Escocia, exceptuando el extremo NE. El “Manés”, o de la isla de Man, carece de positiva importancia. Al “galés” le corresponde la literatura céltica, que ha tenido más vida. El “Córnico” se extinguió por completo durante el siglo XIX. Del “bretón” céltico no hay documentos antiguos conocidos. Los que se conocen son posteriores del siglo XIV. Se habla en el extremo NO. De Francia y en la parte O. de las Côtes-du-Nord. Del “galo” céltico se han descubierto magnificas inscripciones en el Garona medio, Rodano meridional y en la Normandía oriental. Lo hablaban los “gálatas” del Asia Menor y los habitantes de Tréveris. Desapareció durante el siglo IV. En lo que respecta a la península ibérica, algunos filólogos entienden que el actual gallego y lusitano son dialectos célticos, y en lo que a España se refiere particularmente, los celtas vivieron relacionados con los fenicios y adoptaron desde muy antiguo los caracteres escritos de éstos; así, en las monedas o medallas autónomas de España se ven caracteres fenicios mezclados con otros propios de la escritura celta.
Posteriormente influyeron los griegos en casi todo el litoral mediterráneo y predominó la escritura griega, a la que substituyeron después los caracteres latinos. Los cartagineses debían poseer todo un arsenal de informaciones que hubiesen aportado valiosísimos conocimientos en esta materia, pero Escisión, al destruir a Cartago, no quiso que sobreviviera su espíritu y con la gran ciudad sucumbieron todos sus documentos con varios siglos de historia.


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Comentarios

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  1. #1 lgmoral 06 de nov. 2005

    Como es domingo y por la tarde, me permito unas precisiones básicas al artículo que nos ofrece Coiradas.
    1. Las lenguas célticas en torno al cambio de Era, época de Augusto, se hablaron en la mayor parte de Europa Occidental y Central (Hibernia, Britannia, Hispania , Gallia Transalpina y Cisalpina y a lo largo del Danubio hasta Anatolia, con los Gálatas (restos de las bandas que atacaron Delfos en 278 a.C.) y otros lugares de la Hélade y los Balcanes), Gálatas a los que dirigió San Pablo una de sus Epístolas y que, según San Jerónim (s. IV) tenían una lengua similar a la de los galos de Tréveris (o Trier). De esos Gálatas vive hoy el recuerdo en la Galatasaray o ‘torre de los gálatas’ y nombre de un equipo de fútbol en Estabul. Tal vez las lenguas célticas sean dentro del conjunto indouropeo el mayor contraste entre extensión y número da hablantes en fecha antigua y reducción de espacio y de hablantes en fechas modernas a consecuencia de las presiones germánica, latino-románica y otras. De esa extensión de las lenguas célticas pervive una Onomástica abundante en toda Europa Central y Occidental: Londres, Paris, Leyden, Bonn, Viena, Milán, Segovia … son célticos.

    2. Comparación y Reconstrucción indoeuropeas aseguran un Celta Común prehistórico en el que hasta hoy el rasgo más decisivo es el de eliminar ide. *p (ide. *patér> lat.. pater, pero irl. athir). El Celta Común ya histórico se nos fragmenta de tal forma que podemos recurrir a criterios diversos:
    A) CELTA ANTIGUO, que es básicamente CONTINENTAL, pero B) CELTA MEDIEVAL Y MODERNO, que es básicamente INSULAR. Del celta antiguo tenemos documentación epigráfica no muy abundante en:
    A.1) CELTA LEPÓNTICO, en área del lago Lugano, Alpes italianos; textos que pueden remontarse a VII a.C., Civilización de Golasecca. Textos en alfabeto etrusco.;
    A.2) GALO (Galli en fuentes latinas, Galátai en fuentes griegas), durante mucho tiempo el celta por antonomasia: inscripciones en alfabetos griego y latino, de contenidos varios (comercial, religioso, Calendario de Coligny, etc.); con esta documentación gala puede emparejarse lo poco que se nos documenta (epígrafes latinos, Onomástica en fuentes greco-latinas o de pervivencia actual) de la lengua de los Britanos, cuya gran semejanza con la de los galos ya advirtió Tácito en la biografía de su suegro “Agrícola”;
    A.3) Celtibérico, en Celtiberia (más o menos, cabeceras de Duero y Tajo, valle medio del Ebro en su margen izquierda = provincias (en todo o en parte) de Burgos, Logroño, Soria, Zaragoza, Cuenca, guadalajara, Segovia …). Epígrafes religiosos, legales, de hospitalidad entre individuos o comunidades, epitafios … en signario ibérico y en escritura latina, con los Bronces de Botorrita como textos más destacados. Para estas tres lenguas y también para la de los gálatas de Asia Menor, Onomástica abundante en documentación griega y latina y en pervivencias actuales (teonimia, antroponimia, hidronimia, toponimia …) y también glosas en fuentes antiguas y el importantísimo sustrato léxico (y fónico y gramatical) que pervive en las lenguas germánicas y románicas que eliminaron a esas célticas.
    Otro criterio es dividir el B) CELTA MEDIEVAL y MODERNO –todo él insular, pues la lengua bretona es la de británicos que huyen de la presión anglosajona en:
    B.1) BRITÓNICO: B.1.1, GALÉS o CÍMBRICO (es decir, de los colegas o camaradas), el idioma céltico de mayor número de hablantes y futuro menos problemático en la actualidad; esencial por la mucha Religión y Mitología que, aunque aguadas por la mano eclesiástica, nos conservan sus textos; B.1.2, CÓRNICO, de Cornualles, extinguido desde el s. XVIII; B.1.3, BRETÓN, de la Bretaña francesa, con muy pocos hablantes y en notable declive, aunque haya sido esa Bretaña uno de los focos decisivos en el ‘revival’ de la “Celtic Heritage”. (Nota.- Parece que la etimología de ‘britanos’ apunta a ‘hermosos’, ‘bien formados’ o similar; los galeses son, en paradoja, ‘los de fuera, los ajenos’ en nombre que les imponen los inmigrantes germanos y verdaderos forasteros en Britannia).
    B2) GAÉLICO o GOIDÉLICO (¡de los ‘salvajes’!, parece que exónimo) o ERSE (variante de IRISH): subdivido en B.2.1) IRLANDÉS (Gaeilge), en declive ¿irreversible? pese a conciencias y empeños nacionalistas; B.2.2) ESCOCÉS (Gàidhlig), (inmigración y conquista irlandesa de s. V d. C. en adelante), sobrevive en islas y franjas costeras marginales; MANX (Gailck), isla de Man, extinguido recientemente.
    Por último., echando mano de un rasgo muy aparente, pero de escasa entidad fonológica, tenemos:
    C.1.) CELTA Q: lenguas conservadoras ¡y conservar no es indicio seguro de comunidad!- de ide. *kw (fonema labiovelar) e ide. *kw (grupo k+w) (de ide. *ekwo- ‘caballo’ tenemos los Equaesi galaicos, Equeisuique en Celtiberia, etc..). Todo el celta GAÉLICO y todo el celta HISPÁNICO son CELTA Q.
    C.2) un área innovadora, CELTA P, porque ide. *kw (fonema labiovelar) e ide. *kw (grupo k+w) evolucionan a p (ide. *ekwo- ‘caballo’> galo epo-, pero lat.. equus). Es Celta P el GALO (pero con restos de Q), el LEPÓNTICO, (EL GÁLATA), EL BRITÓNICO (GALÉS, CÓRNICO, BRETÓN). Esta nueva p procedente de *kw o de *kw ya es estable, no se pierde como ide. k* > Ø.

    3. En HISPANIA la documentación CELTIBÉRICA está fuera de toda duda en su filiación céltica. En toda el área indoeuropeizada (grosso modo, a la izquierda de una diagonal de Aragón a Gibraltar) hay Onomástica abundante, además de cuatro o cinco epígrafes en LUSITANIA (alfabeto latino, contenidos religiosos), con material que abre división de opiniones y todavía es mayoría la de que en esas áreas (Gallaecia, Asturica, Lusitania, Vettonia, Baeturia …) hay un indoeuropeo occidental no céltico, pero celtoide o paracéltico, sobre el cual se superpone un estrato céltico (por ejemplo, topónimos compuestos con segundo elemento –briga, -brix, -bris: Ardobriga, Nemetobriga, Mirobriga …). Hay también quienes creen que esa Onomástica y los epígrafes lusitanos encajan cabalmente en lo CÉLTICO, pero como un céltico conservador y marginal al que no llegan innovaciones que caracterizan otros ámbitos, en especial la innovación de eliminar la labial sorda *p heredada de orígenes indoeuropeos: en Onomástica galaica, lusitana, etc. hay formas como paramus, Trebopala, Pintamus … que nos sorprenden con la conservación de ide. *p. [NOTA: si tener o no tener la innovación *p > Ø (con la consiguiente ‘casilla’ fonológica ‘vacía’ o ‘llena’ es suficiente para cambiar de lengua, nótese que la lengua española se ha dividido en dos: la de los que sesean, absoluta mayoría, y una minoría que todavía distingue entre coser y cocer, casar y cazar, masa y maza .... También la lengua gallega se ha dividido en dos: la de los que tienen gheada y dicen jato, jerra, Lujo ... y la de los de gato, guerra, Lugo ...]. El problema no se reduce, por supuesto, a este punto de Fonología; están en juego otros, y también de Morfología. Es notable que la Onomástica de la Hispania indoeuropeizada no tenga en su gran maioría obstáculo para encajarse en lo céltico y con paralelos muy notables en otras áreas célticas extrahispánicas.
    NOTA.- La documentación céltica deja bien claro que la escritura y el sistema con que se practica son un hecho cultural sin relación alguna de necesidad o previsibilidad con la lengua de quien escribe. De la relación de fenicios y celtas en este punto me parece que lo único claro es que los celtas acuden a escrituras (signario ibérico, alfabetos etrusco, griego y latino) que en última instancia arrancan del semítico, fenicio, y nada más.

  2. #2 lgmoral 06 de nov. 2005

    Como es domingo y por la tarde, me permito unas precisiones básicas al artículo que nos ofrece Coiradas.
    1. Las lenguas célticas en torno al cambio de Era, época de Augusto, se hablaron en la mayor parte de Europa Occidental y Central (Hibernia, Britannia, Hispania , Gallia Transalpina y Cisalpina y a lo largo del Danubio hasta Anatolia, con los Gálatas (restos de las bandas que atacaron Delfos en 278 a.C.) y otros lugares de la Hélade y los Balcanes), Gálatas a los que dirigió San Pablo una de sus Epístolas y que, según San Jerónim (s. IV) tenían una lengua similar a la de los galos de Tréveris (o Trier). De esos Gálatas vive hoy el recuerdo en la Galatasaray o ‘torre de los gálatas’ y nombre de un equipo de fútbol en Estabul. Tal vez las lenguas célticas sean dentro del conjunto indouropeo el mayor contraste entre extensión y número da hablantes en fecha antigua y reducción de espacio y de hablantes en fechas modernas a consecuencia de las presiones germánica, latino-románica y otras. De esa extensión de las lenguas célticas pervive una Onomástica abundante en toda Europa Central y Occidental: Londres, Paris, Leyden, Bonn, Viena, Milán, Segovia … son célticos.

    2. Comparación y Reconstrucción indoeuropeas aseguran un Celta Común prehistórico en el que hasta hoy el rasgo más decisivo es el de eliminar ide. *p (ide. *patér> lat.. pater, pero irl. athir). El Celta Común ya histórico se nos fragmenta de tal forma que podemos recurrir a criterios diversos:
    A) CELTA ANTIGUO, que es básicamente CONTINENTAL, pero B) CELTA MEDIEVAL Y MODERNO, que es básicamente INSULAR. Del celta antiguo tenemos documentación epigráfica no muy abundante en:
    A.1) CELTA LEPÓNTICO, en área del lago Lugano, Alpes italianos; textos que pueden remontarse a VII a.C., Civilización de Golasecca. Textos en alfabeto etrusco.;
    A.2) GALO (Galli en fuentes latinas, Galátai en fuentes griegas), durante mucho tiempo el celta por antonomasia: inscripciones en alfabetos griego y latino, de contenidos varios (comercial, religioso, Calendario de Coligny, etc.); con esta documentación gala puede emparejarse lo poco que se nos documenta (epígrafes latinos, Onomástica en fuentes greco-latinas o de pervivencia actual) de la lengua de los Britanos, cuya gran semejanza con la de los galos ya advirtió Tácito en la biografía de su suegro “Agrícola”;
    A.3) Celtibérico, en Celtiberia (más o menos, cabeceras de Duero y Tajo, valle medio del Ebro en su margen izquierda = provincias (en todo o en parte) de Burgos, Logroño, Soria, Zaragoza, Cuenca, guadalajara, Segovia …). Epígrafes religiosos, legales, de hospitalidad entre individuos o comunidades, epitafios … en signario ibérico y en escritura latina, con los Bronces de Botorrita como textos más destacados. Para estas tres lenguas y también para la de los gálatas de Asia Menor, Onomástica abundante en documentación griega y latina y en pervivencias actuales (teonimia, antroponimia, hidronimia, toponimia …) y también glosas en fuentes antiguas y el importantísimo sustrato léxico (y fónico y gramatical) que pervive en las lenguas germánicas y románicas que eliminaron a esas célticas.
    Otro criterio es dividir el B) CELTA MEDIEVAL y MODERNO –todo él insular, pues la lengua bretona es la de británicos que huyen de la presión anglosajona en:
    B.1) BRITÓNICO: B.1.1, GALÉS o CÍMBRICO (es decir, de los colegas o camaradas), el idioma céltico de mayor número de hablantes y futuro menos problemático en la actualidad; esencial por la mucha Religión y Mitología que, aunque aguadas por la mano eclesiástica, nos conservan sus textos; B.1.2, CÓRNICO, de Cornualles, extinguido desde el s. XVIII; B.1.3, BRETÓN, de la Bretaña francesa, con muy pocos hablantes y en notable declive, aunque haya sido esa Bretaña uno de los focos decisivos en el ‘revival’ de la “Celtic Heritage”. (Nota.- Parece que la etimología de ‘britanos’ apunta a ‘hermosos’, ‘bien formados’ o similar; los galeses son, en paradoja, ‘los de fuera, los ajenos’ en nombre que les imponen los inmigrantes germanos y verdaderos forasteros en Britannia).
    B2) GAÉLICO o GOIDÉLICO (¡de los ‘salvajes’!, parece que exónimo) o ERSE (variante de IRISH): subdivido en B.2.1) IRLANDÉS (Gaeilge), en declive ¿irreversible? pese a conciencias y empeños nacionalistas; B.2.2) ESCOCÉS (Gàidhlig), (inmigración y conquista irlandesa de s. V d. C. en adelante), sobrevive en islas y franjas costeras marginales; MANX (Gailck), isla de Man, extinguido recientemente.
    Por último., echando mano de un rasgo muy aparente, pero de escasa entidad fonológica, tenemos:
    C.1.) CELTA Q: lenguas conservadoras ¡y conservar no es indicio seguro de comunidad!- de ide. *kw (fonema labiovelar) e ide. *kw (grupo k+w) (de ide. *ekwo- ‘caballo’ tenemos los Equaesi galaicos, Equeisuique en Celtiberia, etc..). Todo el celta GAÉLICO y todo el celta HISPÁNICO son CELTA Q.
    C.2) un área innovadora, CELTA P, porque ide. *kw (fonema labiovelar) e ide. *kw (grupo k+w) evolucionan a p (ide. *ekwo- ‘caballo’> galo epo-, pero lat.. equus). Es Celta P el GALO (pero con restos de Q), el LEPÓNTICO, (EL GÁLATA), EL BRITÓNICO (GALÉS, CÓRNICO, BRETÓN). Esta nueva p procedente de *kw o de *kw ya es estable, no se pierde como ide. k* > Ø.

    3. En HISPANIA la documentación CELTIBÉRICA está fuera de toda duda en su filiación céltica. En toda el área indoeuropeizada (grosso modo, a la izquierda de una diagonal de Aragón a Gibraltar) hay Onomástica abundante, además de cuatro o cinco epígrafes en LUSITANIA (alfabeto latino, contenidos religiosos), con material que abre división de opiniones y todavía es mayoría la de que en esas áreas (Gallaecia, Asturica, Lusitania, Vettonia, Baeturia …) hay un indoeuropeo occidental no céltico, pero celtoide o paracéltico, sobre el cual se superpone un estrato céltico (por ejemplo, topónimos compuestos con segundo elemento –briga, -brix, -bris: Ardobriga, Nemetobriga, Mirobriga …). Hay también quienes creen que esa Onomástica y los epígrafes lusitanos encajan cabalmente en lo CÉLTICO, pero como un céltico conservador y marginal al que no llegan innovaciones que caracterizan otros ámbitos, en especial la innovación de eliminar la labial sorda *p heredada de orígenes indoeuropeos: en Onomástica galaica, lusitana, etc. hay formas como paramus, Trebopala, Pintamus … que nos sorprenden con la conservación de ide. *p. [NOTA: si tener o no tener la innovación *p > Ø (con la consiguiente ‘casilla’ fonológica ‘vacía’ o ‘llena’ es suficiente para cambiar de lengua, nótese que la lengua española se ha dividido en dos: la de los que sesean, absoluta mayoría, y una minoría que todavía distingue entre coser y cocer, casar y cazar, masa y maza .... También la lengua gallega se ha dividido en dos: la de los que tienen gheada y dicen jato, jerra, Lujo ... y la de los de gato, guerra, Lugo ...]. El problema no se reduce, por supuesto, a este punto de Fonología; están en juego otros, y también de Morfología. Es notable que la Onomástica de la Hispania indoeuropeizada no tenga en su gran maioría obstáculo para encajarse en lo céltico y con paralelos muy notables en otras áreas célticas extrahispánicas.
    NOTA.- La documentación céltica deja bien claro que la escritura y el sistema con que se practica son un hecho cultural sin relación alguna de necesidad o previsibilidad con la lengua de quien escribe. De la relación de fenicios y celtas en este punto me parece que lo único claro es que los celtas acuden a escrituras (signario ibérico, alfabetos etrusco, griego y latino) que en última instancia arrancan del semítico, fenicio, y nada más.

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