Autor: Lain
jueves, 18 de octubre de 2001
Sección: Lenguas
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Defensa de Nuestra Lengua y de Su nombre: EL CASTELLANO

Defensa de la Lengua castellana, en el horizonte de lo español.

II Congreso Internacional de La Lengua

Coincidiendo, con la celebración II Congreso Internacional acerca de la lengua celebrado en Valladolid, el nobel Camilo José Cela, aprovechó su intervención, titulada Aviso de la defensa del español, para advertir sobre el peligro de la pérdida de «cierta idea» de la lengua. Además, el escritor arremetió contra los que se avergüenzan de hablar del español y de llamarlo por su nombre, prefiriendo decirle castellano.

O sea que resulta que esta lengua, creada por e1 pueblo de Castilla y difundida por toda la península, América y los otros continentes, no debe llamarese “castellano” sino que es “el español” o lengua española.
Dice Camilo José Cela, en opinión al parecer secundada por varios académicos:
“¿Por qué algunos españoles, con excesiva frecuencia se avergüenzan de hablar el español y de llamarlo por su nombre, prefiriendo decir el caste-llano, que no es sino el generoso español que se habla en Castilla”.
O sea que el castellano según Cela “es el español que se habla en Castilla”, entonces ¿el que se habla en Extremadura será “el extremeño”, el de Ciudad Real "el manchego” o el de Murcia “el murciano”, el de Canarias "el Canario", el de Venezuela "venezolano"...?

La historia del nacimiento y el desarrollo de las lenguas españolas, nos muestra sin embargo una realidad bien distinta , mucho más compleja y rica de lo que parecer pretender algunos señores.

España, Las Españas, el Castellano y otras lenguas

Señores míos: el castellano no es “el español” sino una de las lenguas españolas, como lo son el catalán, el vascuence o el gallego y otras lenguas y hablas no oficiales como el astur-leonés o las hablas aragonesas. Ni más, ni menos. En España, y donde quiera que sea, esa lengua es EL CASTELLANO.

Con esto, los castellanos, no pretendemos, ni mucho menos, indicar que esta lengua sea patrimonio exclusivo del pueblo castellano. Sabemos en cambio que esta lengua es una una aportación del pueblo de Castilla al acervo cultural de toda la humanidad, y mantenemos este criterio, precisamente, desde una actitud de fraternidad hacia otros pueblos españoles.

Los que se empeñan, y especialmente en España, en llamar “español” a la lengua castellana, adoptan —aunque quizá prentendan lo contrario — una actitud separadora frente otros pueblos de España que tienen o tuvieron en el pasado su propia lengua distinta a la castellana.

Tengamos cuidado, y más que consideración hacia las otras lenguas que componen la plural y diversa riqueza cultural de nuestra tierra- son igualmente ESPAÑOLAS.

Relacionado con: Origen del Español

Más informacióen en: http://pagina.de/castillavieja


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Comentarios

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  1. #1 Ricardo 11 de nov. 2004

    Hola de nuevo, Gueton,

    Por supuesto que parte de nuestras raíces culturales como pueblo van más atrás de la época romana. No creo que eso lo niegue nadie.

    Pero hay que ser críticos y tratar de conceder a cada cosa su justa medida. Hablas latín y piensas según las estructuras sintácticas del latín. Quiero decir latín evolucionado.

    Mides el tiempo con términos latinos, desde los meses hasta los segundos, pasando por los días de la semana, las horas y los minutos.

    Y lo que cuelga de tu pared es un calendario, sí de las kalendae del latín. Bebes aquam, vinum, cereviciam...
    Escribes sobre una mensa
    Admiras la turrem de un castelli.
    Pisas el solum.
    Dices te amo.
    cruzas un rivum.
    Ves nupes pluviosas in caelo.
    Fuiste alumnus...

    Mezclo castellano y latín y no desentona, todos notamos algo familiar, porque es nuestra lengua en otro tiempo.

    Las costumbres y usos de nuestros vettones, vacceos, lusitanos, etc. se diluyeron en buena parte poco a poco en un largo proceso de romanización. Parte de lo que pervivió bien se encargó después la Iglesia de barrerlo.

    Y es verdad que algo, no obstante, ha pervivido. Celebramos fiestas cuyos santos enmascaran ritos y celebraciones anteriores, en los campos se celebra el cambio de las estaciones, las cosechas...

    Hacemos hogueras en San Juan, corremos delante de los toros en muchos sitios, saltamos vestidos de mil colores y con cencerros al cuello en muchos pueblos, quemamos efigies, hacemos cucañas, talamos el mayo...

    Por supuesto que sí. ¿Quién lo niega? Pero no me voy a quedar en lo meramente folclórico y anecdótico. Es muy posible que parte de las relaciones sociopolíticas que llevan a la creación de concejos y ayuntamientos beba de ancestros no latinos.

    Pero eso no supone el corpus de nuestro ordenamiento jurídico, ni mucho menos. Basta con ver de dónde proceden los códigos jurídicos por los que nos regimos: Derecho Romano. Un Derecho que se observa hasta en las formas de aplicar la costumbre en los pueblos, la partición de tierras, las obligaciones de paso...

    En cuanto a lo que dices, que mis pensamientos son de tipo estandar o general... Qué quieres que te diga, creo que trato las cuestiones de forma crítica y que rebato con argumentos.

    Las palabras que nombraste ya ves que tienen su origen en el latín. No sólo lo digo yo sino también la Real Academia. Como periodista y amante de esta lengua nuestra he dedicado muchos años a interesarme por sus orígenes (me gusta saber de dónde viene lo que hablo).

    Por cierto, de las 555 palabras que conforman tu última intervención hay 1 de origen polinesio (tabú), 5 de origen griego (polemizar, neolítico, jerarquía, paneuropea, antitéticos), 1 anglosajona (estandar) y 548 de origen latino (es decir, todas las demás).

    En cuanto a la vertebración de España habría mucho que hablar. Como castellano, me siento español, pero creo que el concepto de España es mucho más amplio que el propio de Castilla. No caigo en el juego de los nacionalismos periféricos, que tienen el vicio de identificar España con Castilla y culpar a todo lo catellano de los males que puedieron causar los distintos gobiernos centrales. Gobiernos que se apropiaron de ideas y símbolos (muchas veces castellanos) que no les pertenecían, con la consiguiente deformación de los mismos.

    De todas maneras, tampoco soy partidario de una Castilla como una Edad de Oro, una Arcadia feliz. Porque las Arcadias y las Edades de Oro nunca han existido, aunque el bueno de Don Quijote soñase en coz alta narrándoles a los cabreros sobre aquellos lejanos tiempos en que no había tuyo ni mío pues todo era de todos por igual.

    Si bien es cierto que la repoblación del Duero al Tajo, sobre todo en tierras como las de Ávila o Segovia, se realizó con hombres libres, en seguida fue surgiendo una casta de caballeros que, en poco, acabó por imponerse a todos los demás y terminó por llevarse más y mejores tierras, aunque no se vivió una feudalización como en casi la totalidad de Europa.

    En cuanto a las revueltas de los siglos finales del imperio romano, no fueron exclusivas de Hispania y no se debieron a una escasa romanización, pues prendieron en muchas zonas altamente romanizadas.Y si no, fíjate en el fenómeno de los bagaudas en Cataluña y la Provenza.

    Que el sistema romano se fuera viniendo abajo no quiere decir que no estuviera debidamente implantado. ¿O es que acaso la propia Roma no estaba bien romanizada cuando Alarico la saquea en agosto de 410 o cuando el hérulo Odoacro depone al último emperador romano occidental Rómulo Augústulo en 476?

    El sistema esclavista, la entronización del cristianismo, las epidemias, malas cosechas y cambios climáticos acabaron por socavar el estado romano.

    Un estado al que le hubiera venido muy bien la nueva sangre que aportaban los "bárbaros" si éstos hubieran entrado antes, porque se habría renovado.

    Muchas veces eran los bárbaros quienes más creían en el Imperio. Más que los propios pueblos que vivían bajo Roma.

    Aparte de todo esto, no sé por qué sacas a colación el Sacro Imperio Romano Germánico, que nada tiene que ver con el Imperio Romano. El Sacro Imperio no dominó nuestras tierras, a no ser que busques su raíz en Carlomagno (coronado imperator en 800), que incluyó en sus territorios la Marca Hispánica, más teórica que efectivamente.

    En cuanto a lo que dices de que lo castellano no trajo consigo príncipes y reyes que dominasen a los demás... Te equivocas. Lo castellano es medieval, con sus consiguientes condes y reyes, desde el bueno y/ o mítico de Fernán González.

    Pero tú entiendes lo castellano como algo anterior a que los castellanos tuvieran consciencia de sí mismos. En una época en la que no existía Castilla. Y es que en esa época el fenómeno aristocrático era totalmente distinto.

    Que los romanos no se enfrentaran a un rex de Vettonia, de Lusitania, Vaccaeia, Celtiberia, Asturia... no quiere decir que estas regiones no contasen con múltiples jefes. Muchos de ellos guerreaban entre sí, hacían pactos, los rompían, se aliaban con Roma o la combatían a muerte.

    Un saludote,


    Ricardo.

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