Autor: consolapon
viernes, 19 de agosto de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: consolapon


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el mariscal Pedro Pardo de Cela

El mariscal Pardo de Cela sigue siendo burdamente manipulado por algunos y despreciado injustamente por otros, por lo cual me gustaría compartir con vosotros un pequeño resumen de lo que en mi opinión fue la vida y muerte de este personaje de la Galicia de fines del siglo XV

El mariscal se convierte en gran señor gallego


El mariscal pardo de cela nació en el primer tercio del siglo XV, no sabemos el año exacto, y quizás vió la luz en la comarca do Valadouro, un hermoso valle en el norte de la provincia de Lugo.
La Galicia en la que nació el futuro mariscal estaba a años luz de la imagen que hoy tiene nuestra tierra de gente pacífica y paciente; se empezaban a manifestar evidentes signos de descomposición social y politica, todo ello unido a un aislamiento del poder real, ya que hacia muchos años que los reyes castellanos no visitaban Galicia.
Su padre se llamaba Juan Nuñez Pardo y era un noble de segundo rango bajo la protección de la poderosa casa de Andrade, y su madre, Teresa de Aguiar, también era de buena familia aunque venida a menos. Esta familia tuvo dos hijas y dos hijos.
Realmente poco sabemos de los primeros años de vida de este personaje, pero debió formarse en las armas dado el ambiente revuelto de Galicia y de toda la corona de Castilla en aquellos años, sin embargo la situación gallega era especialmente preocupante ya que el mismo papa Calixto III en una carta a mediados de siglo decía lo siguiente:
"A tanto ha llegado la avaricia y perversa voluntad de muchos hombres en el reino de Galicia, que a manera de facinerosos alquilan con dineros y dádivas a otros para derramar la sangre inocente y matar alevosamente a eclesiásticos y seglares, a fin de apoderarse de sus haciendas y moradas, o por sí mismos talaban y robaban de noche y con asechanzas, y llevaban cautivos a labradores y colonos quienes, para conservar la vida se veían precisados a abandonar los bienes en que tenían sustento, arrebataban los ganados y jumentos para obligar a los dueños a que entregasen lo que mejor les placía, o les llevaban a los hijos y gente de casa o les cortaban los dedos y otros miembros del cuerpo; quebrantaban las iglesias para despojarlas de su mobiliario y hacían otras muchas maldades que por la ausencia del monarca y de los señores temporales y por la parcialidad o impotencia de los jueces quedaban sin represión ni castigo.
Años mas tarde esta situación de enfrentamientos civiles vino a empeorar con la llegada al arzobispado de santiago de don ALonso de Fonseca, natural de salamanca, el cual era mas señor guerrero que dirigente religioso, a su llegada se negó a renovar los privilegios que los señores de Altamira, los Moscoso, tenían en dicho arzobispado.
Por todo esto el señor de altamira, Bernal Yañez de
Moscoso empezó una confrontación abierta y dura contra el arzobispo Fonseca, consiguiendo hacerlo prisionero en una emboscada en la villa de Noia.
Mientras se juntaba el rescate solicitado, Bernal Yañez de Moscoso puso cerco a Santiago y en dicho cerco encontró la muerte cuando un ballestero del arzobispo le atravesó la garganta,cuando se hallaba en primera línea, muriendo a los pocos días.




Mientras sucedía todo esto Pardo de Cela seguía luchando para conseguir su gran meta: ser un gran señor de Galicia.
Para lograrlo se casó con una hija del conde de Lemos, el principal noble gallego, y posteriormente casó a sus hijas con dos nobles de casas muy respetadas, Pedro Bolaño Ribadeneira y Fernan Áres de Saavedra, los cuales le aportaron apoyo politico y militar.
Pardo de Cela consigue hacerse con una importante fuerza militar, unas 50 lanzas, según dice la crónica de Vasco Daponte de principios del siglo XVI, así como varias fortalezas, sin embargo tiene problemas al intentar crear una base económica importante para apoyar sus intereses, la cual no tenía.
Por todo ello va incrementando su intervención en el obispado de Mondoñedo, usurpando rentas que no le correspondían e intentando poco a poco adueñarse de la villa de Viveiro, rica y con un magnifico puerto.
Juntamento con estos problemas económicos su ascenso le va a ir creando nuevos enemigos, envidiosos de su fortuna.
Finalmente las continuas guerras entre los señores y los robos,y crimenes que se hacían desde algunas fortalezas provocó la revuelta de los irmandiños (1467), en ella fueron derrocadas la mayor parte de las fortalezas gallegas, entre ellas varias de Pardo de Cela, y muchos señores, no todos, tuvieron que exiliarse para salvar sus personas.
Pardo de Cela, unido fuertemente al conde de Lemos buscó protección fuera de Galicia, seguramente primero en Ponferrada y cuando allí llegaron los irmandiños mas al oeste, posiblemente junto a su suegro en los dominios de los señores de Astorga.
Una vez vencida la hermandad, aunque no totalmente, en 1469, los señores sin aprender nada de lo sucedido volvieron a reedificar bastantes fortalezas y retornaron a sus guerras incluso con mayor energía.
Referente a la actitud de Pardo de Cela con los irmandiños tradicionalmente por parte de los historiadores serios se le ha acusado de crueldad, apoyándose solamente en un testimonio del campesino Pedro Paxariño, en el pleito Tabera-Fonseca por el estado de las fortalezas del arzobispado de Santiago, en el cual el testigo dice que el mariscal le dijo al conde de Lemos que "inchiese de vasallos los carballos", a lo que el conde le contestó que no había de alimentarse de dichos carballos", como es habitual hemos de tener cuidado con las fuentes, especialmente en este caso ya que se trata de un testimonio de 1527, muchos años después de los hechos, y mas me parece una versión adornada y legendaria que un hecho histórico contrastado. En cualquier caso los irmandiños habían hecho mucho daño en las propiedades del maríscal e incluso habían matado a su hermano, con lo cual no les tendría, lógicamente, una gran simpatía.
Una coalición de nobles, entre ellos Pardo de Cela, Gomez Perez das mariñas, Diego de Andrade, Pedro Alvares de Soutomaior etc, derrotaron al arzobispo Fonseca y sus partidarios en la batalla de Altamira, y en la euforia del triunfo algunos se proclamaron condes y otros mariscales, como fue el caso de Pardo de Cela y Suero Gomez de Soutomaior.
Tras estos sucesos viene una època dorada en la que el mariscal se convierte efectivamente en gran señor,pero mantiene una debil base económica a pesar de que ya tiene gran poder en las villa de Viveiro y obispado de Mondoñedo.
En este momento dorado se permite desafiar al mismo señor de Andrade, Diego, intentando construir una fortaleza en Samarugo, en la zona de influencia de la casa de Andrade; esto supone un primer revés al mariscal ya que la reacción de este gran señor le obliga a desistir de construir dicha fortaleza.
Un segundo revés le viene del lado de su suegro el conde de Lemos,con el que se enfrenta para apoyar a Fernan Dias de Ribadeneira en la construcción del castillo de sobrada de Aguiar; en este caso se produce un fuerte enfrentamiento armado que termina con el mariscal prisionero del que era en ese momento su yerno, Galaor Osorio, partidario del conde de Lemos.
Estas guerras de fines del siglo XV son muy complejas y los cambios de bando muy frecuentes, de hecho en los años siguientes Pardo de Cela se vuelve a acercar a los condes de Lemos y Monterrey que en estas circunstancias se vuelven aliados de su antiguo enemigo el arzobispo Fonseca.
En 1476 sobreviene la guerra civil y peninsular entre los reyes católicos y la princesa Juana, llamada injustamente la Beltraneja, apoyada por el rey de Portugal, Alfonso.
En Galicia solamente apoya con decisión al bando portugués el vizconde de Tuy Pedro Alvares de Soutomaior, Pedro Madruga, el conde de Lemos y el arzobispo Fonseca a los reyes católicos y el resto se mantienen indecisos a la espera de como evolucionen los acontecimientos.
Pardo de Cela, pese a lo que se ha dicho y se sigue diciendo desde publicaciones carentes de todo rigor histórico, no apoyó la causa de doña Juana, y tan sólo se le puede acusar de escaso entusiasmo en su apoyo a la reina Isabel, sin embargo participa con otros muchos nobles en el cerco al vizconde de Tuy, Pedro Alvarez Soutomaior, en Pontevedra.
En este gran cerco este mismo Pedro Alvarez, amigo antiguo del mariscal manda que no se dispare sobre sus antiguos camaradas (Andrade, Pardo de Cela, etc) porque sabía que venían de mala gana al cerco,(según relata Vasco Daponte en su obra, la cual pese algunos errores es relativamente fiable).
Se ha comentado por algún autor la presencia del maríscal en la batalla decisiva de Toro (1476) entre castellanos y portugueses, pero no existe ningúna prueba a este respecto y no se de donde han sacado esta información

1480 año decisivo para Galicia

En 1480 los reyes católicos, una vez apaciguadas otras regiones conflictivas, Andalucía y Extremadura especialmente, se deciden a acabar con la anarquía en Galicia, para ello establecen una hermandad en dicha tierra para acabar con los delincuentes y envían a Fernando de Acuña, buen militar como lo había demostrado en la batalla de Toro y combates preliminares, y al licenciado Chinchilla, junto con una pequeña hueste de 100 lanzas castellanas.
Estos representantes reales, durante tres años y pasando grandes miedos y algunos enfrentamientos armados y asedios de fortalezas, según recuerdan los cronistas reales logran aplacar a los nobles y derribar muchas fortalezas recientemente levantadas, y especialmente conseguir que los señores vuelvan a pagar rentas a los reyes, cosa que no hacían desde hacía muchos años.
El primer enfrentamiento del virrey fué con el arzobispo Fonseca y llamados todos los señores gallegos para apoyar a dicho virrey Acuña para sitiar la catedral, no se presentaron ni Pardo de Cela ni el conde de Lemos, ambos en buena relación en ese momento con el arzobispo.
Aqui empieza a agravarse la relación del mariscal con el virrey juntamente con la oposición de los habitantes de Viveiro a su autoridad en dicha villa y las acusaciones de la tierra de Mondoñedo referentes a malos tratos y usurpación de rentas; finalmente los reyes reclaman al mariscal su presencia en la corte para responder de las acusaciones, pero el mariscal no se presenta, no sabemos si por miedo o por desprecio.
Uno de los motivos principales de la ruina de Pardo de Cela es cuando decide apoyar a su suegro el conde viejo de Lemos en su asedio del castillo de Lugo, en manos de los reyes, ya que dicho conde se sentía agraviado por que se lo habían quitando a su hermano el obispo de Lugo.
Esta rebelión del de Lemos indigna a los reyes de tal manera que don Fernando el católico se dirige con un pequeño ejercito sacado apresuradamente del frente de Granada para castigar a dicho conde, sin embargo cuando llega a Astorga se entera de que ha muerto el conde de Lemos que ya era muy mayor.
Por esta misma época los reyes instan en la corte a don Fernando de Acuña que pacifique Galicia lo antes posible tomando las medidas que sean necesarias.
El mariscal queda ahora sin el apoyo de su poderoso suegro y se ve prontamente cercado en la fortaleza de A Frouseira, inexpugnable nido de aguilas del que aún se conservan restos, el cerco es duro y sangriento, siendo dirigido especialmente por el capitán Mudarra.
La constancia de la dureza del cerco nos la confirma un documento de principios del siglo XVI de una iglesia de la zona de esta fortaleza en cuyo libro parroquial constan las misas de el capitan Mudarra dejo pagadas para las almas de los muertos en el cerco de dicho fuerte.
Al cabo de algunos meses se llega a un acuerdo entre los contendientes tras el cual el mariscal se retira en paz a su castillo cercano de Castrodouro y el virrey destruye la Frouseira.
A pesar de este acuerdo ,del que habla el cronista Diego de Valera, el virrey Acuña por motivos no bien aclarados y aparentemente traicioneros, sale secretamente de la villa de Sarriá con cien lanzas y 20 peones dirigiendose a marchas forzadas hasta el castillo de Castrodouro.
Una vez el mariscal , a primera hora de la mañana, ve que se acerca el virrey , sale rápidamente del castillo con unos 120 hombres a pelear con él, manteniendo uncombate en el que hay bajas de uno y otro bando aunque finalmente el mariscal retrocede hasta su castillo, donde finalmente es sitiado.
Poco tiempo mas tarde el mariscal es apresado en la aldea de Castrodouro, junto al castillo, posiblemente cuando estaba con alguna amante y previo aviso de algún traidor a las fuerzas del virrey.
Posteriormente el virrey derriba también la fortaleza de Castrodouro, pero no totalmente porque aún conserva su torre y un minimo fragmento de sus fuertes murallas.
A los diez días de su captura y sin juicio previo, fue ejecutado (degollado) en la plaza mayor de Mondoñedo.
Hay otras versiones mas o menos legendarias de estos últimos años, pero a mi me parece esta la mas creible, en cualquier caso nunca sabremos, posiblemente, como se desarrollaron exactamente estos acontecimientos, pero lo que importa es que en mi opinión Pardo de Cela fué un cabeza de turco para escarmentar a la nobleza gallega.
No me cabe duda de que era mas facil ejecutar al mariscal que a otros señores como el conde de Monterrey, Diego de Andrade o el conde de Altamira, que habían mantenido una conducta similar al mariscal.
La reina Isabel estaba muy preocupada, nos consta, de la situación de Galicia y una vez el virrey Acuña cumplió la desagradable misión de escarmentar a la nobleza fue cesado porque empezaba a desatar una fuerte reacción en la nobleza que con mala suerte podría derivar en alguna rebeldía contra la corona en un momento delicado de la guerra de Granada, de hecho se confederaron varios nobles importantes en Santiago (1484) manifestando su lealtad a los reyes pero al mismo tiempo su intención de no dejar hacer a sus representantes todo lo que quisiesen, curiosa forma de respetar el poder real.
Los reyes cambiaron al gobernador o virrey Acuña y en su lugar pusieron a Diego López de Haro, mas sutil y negociador, aunque tuvo que enfrentarse a la rebelión armada de la hija del mariscal y su marido Fernán Ares de Saavedra en el castillo de Vilaxoan, la cual supuso un cerco en toda regla de este castillo durante un año (1484-1485), y durante cuyo cerco murió doña Constanza, hija del mariscal. En cuanto a Fernan Ares saavedra salvo su vida una vez rendido por la actuación de Diego de Andrade que colaboraba en el cerco pero que sin permiso del gobernador Haro lo quitó de las manos de la justicia real que quería ejecutarlo de inmediato. Posteriormente fue obligado a ir a la guerra de Granada, donde parece se comportó con bravura.
El remate final de la situación gallega fue la rebelión del joven conde de Lemos, don Rodrigo de Castro debido a la decisión real de partir su patrimonio entre él y su tía, emparentada con el conde de Benavente, con lo cual perdía este noble sus preciadas posesiones en el Bierzo, tan ligadas a Galicia. Esta es otra historia que contaremos en un nuevo artículo si resulta de interés para los amigos de este foro.
Una vez superada esta situación los reyes visitaron Galicia en 1486 bien acompañados de tropas y desterraron a varios nobles principales ( conde de Altamira, conde de Lemos etc) , mandaron destruir mas fortalezas incluso algunas de nobles que no habían manifestado rebeldía como Rui Fernandez Nogueirol a quién le derribaron en parte su fortaleza de castro de Amarante, y tomaron otras medidas para restaurar la paz pública que en general parece que fueron bien acogidas por el pueblo. Hay que señalar que pocos meses antes ejecutaron a traición, muy posiblemente por iniciativa del rey Fernando, al rebelde vizconde de Tui Pedro Alvares de Soutomaior en Alba de Tormes cuando ingenuamente pretendía conseguir el perdón real.
Los partidarios del mariscal apoyaron su memoria y a los pocos años surgían unos preciosos romances populares en lengua gallega en los cuales la fortaleza de A Frouseira se queja amargamente de la suerte de su señor y se ataca duramente a los criados traidores del mariscal que con traición, según la leyenda desdeluego, provocaron la destrucción la Frouseira, nunca vencida militarmente. Como ejemplo vaya una pequeña muestra:


A min chaman Todo mira
Señora do gran tesouro
Por estrela esclarecida
Hago en este Valedouro

Mas tredor foi que un mouro
O vilao que me vendeu
Que de Lugo a Rivadeu
Todos me tiñan temor

De min a trista Frouseira
Que por treizon soi vendida
Derribada na riveira
Ca xamais se veu vencida.

Por treizon tamen venderon
Xesus noso redentor
E por aquestes tredores
Pedro Pardo meu señor



A partir de aqui viene toda la leyenda y tergiversación del personaje por los románticos del rexurdimento gallego y aún hoy en día por sectores nacionalistas, se ha dicho de todo, caudillo de irmandiños, pretendiente a la corona de Galicia, luchador contra el centralismo castellano etc, todo ello es pura fantasía histórica sin ningún fundamento. En aquel momento no había nadie “separatista” en Galicia, aunque sí había nobles que valoraban mas sus intereses que los de los reyes de Castilla. Los que apoyaron al rey de Portugal lo que deseaban simplemente era una unión Castilla-Portugal en vez de que hubo Aragon-Castilla.
En el pleito Tabera-Fonseca se conservan testimonios de testigos muy mayores que dicen, en su mayoría, que desde A Frouseira se hacían "males e roubos", y solamente un testigo dice que mataron al mariscal y a sus amigos "porque se llevantaran contra el rey". otro testimonio menciona peones de la tierra de montes que participaron en el "asedio del fuerte de A Frouseira".
Los gallegos de aquella época vieron con alivio la llegada de la tranquilidad y la autoridad, aunque también vieron la llegada de fuertes impuestos para los gastos de la monarquía y la hermandad .
En mi opinión es importante la figura del mariscal en la historia de Galicia porque simboliza el fin de la edad media gallega y el fin de una Galicia con vida propia, vida muy difícil y dura sí, pero propia. Ya se que hay mucho de mito en la llamada por los cronistas reales “doma y castración del reino de Galicia”, pero es que esta frase no ha sido inventada y la dijeron desde fuera de Galicia, Fernando el católico definía a los gallegos de entocens como “gentes rudas e feroces”. Creo además que el mariscal no merecía la muerte mas que la mayoría de sus compañeros de la nobleza gallega y de otros muchos lugares de los reinos ibéricos; en cualquier caso los problemas que se le achacan con el obispado de Mondoñedo no han podido ser demostrados históricamente y de hecho fue enterrado en dicha catedral con el mayor respeto. No todos tenían tan mala opinión de él.
Permanecen sin haber sido objeto de excavación cientifica las ruinas de la fortaleza de A Frouseira, ya os bajaré fotos un día de estos, y tan sólo se halla en el museo de Lugo una piedra de armas que presuntamente se cree pertenecía al castillo y una punta de lanza de hierro que se encontró, según dice el museo, en los restos de la fortaleza.
A pesar de la importancia del personaje a nivel romántico y nacionalista no se ha hecho ningún intento de rehabilitación de las ruinas que tienen, por cierto una vista preciosa.
Los problemas económicos que le sobrevinieron al ascender de categoría social, la obsesión por la villa de Viveiro , su ambición , rebeldía y agresividad innatas, y sobre todo el haber sido escogido como chivo expiatorio ante los demás nobles gallegos le llevaron a su trágico destino.

Las fuentes que tenemos para esta parte de la historia gallega son fundamentalmente las crónicas reales de Hernando del Pulgar y Diego de Valera., otras fuentes son la Relación de casas nobles del reino de Galicia, de Vasco Daponte, y las actas del pleito Tabera-Fonseca, ambas de principios del siglo XVI. Hay documentos sueltos, cartas reales, tradiciones populares etc que ayudan a tener mas información al respecto.




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