"Más bien da la sensación de que , en los tiempos dificiles, ciertas gentes vuelven al campo a causa de una inseguridad quizá no tanto material como psiquica. En cualquier caso, estos palacios rurales que se multiplican por los rincones del Imperio constituyen un fenómeno curioso
-no del todo comprendido-que nos habla de una época de incertidumbre, probablemente no muy distinta de la que vivimos en la actualidad".

"La nuestra fue-gracias a los dioses-tierra, también de paganos (romanizados o no)por los siglos de los siglos. Y aún podríamos intuir y reconstruir cercanamente la vida de aquellos ancestros de no ser por la influencia "bárbara " del cristianismo más institucional. Aunque mucho debió de aprender y tomar prestado este cristianismo intolerante de la existencia casi conventual de algunos paganos.
El prejuicio quería convertirles, con el tiempo, en "salvajes", en seres inferiores que no conocían la luz. Pero muchos de los paganos que se retiraron al campo fueron posiblemente los primeros en buscar-mediante el conocimiento de sí mismos- alguna clase de salvación: una autentica regeneración del espíritu".