Autor: Irluachair
martes, 17 de mayo de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Irluachair


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Las tierras de la poesía: Andalucía e Irlanda

Andalucía e Irlanda como lugares con una tradicción poética y literaria muy destacable.

Se suele decir que Irlanda es la tierra de la poesía. Es increíble cómo un país tan pequeño ha dado tantos genios literarios, mundialmente conocidos.

En el aspecto poético, Irlanda cuenta con muchos poetas o bardos legendarios, y un corpus poético antiguo y medieval impresionante. Mientras, en los tiempos modernos, como poetas internacionalmente reconocidos, tenemos sobre todo a Yeats y a Seamus Heaney, ambos premios Nobel.

En cuanto a la narrativa y el teatro, es increíble el número de narradores y dramaturgos importantes mundialmente reconocidos que ha dado Irlanda, para ser un país tan pequeño. Un país que cuenta con nombres como Joyce, Becket (premio Nobel), Oscar Wilde, Synge, Bernard Shaw (premio Nobel), Flann O'Brien, Bram Stoker, Arthur Conan Doyle, etc...

La literatura andaluza no cuenta un número de escritores, sobre todo narradores en prosa, tan importante para la cultura mundial como el caso de Irlanda, pero es que el caso de Irlanda es inigualable, casi ningún país lo puede superar. Pero se le acerca mucho.

Sin embargo, es sorprendente el número de poetas importantes que ha dado Andalucía. Como los más importantes, reconocidos universalmente, tenemos a Góngora, Gustavo Adolfo Becker, Federico García Lorca, Juan Ramón Jimenez, Antonio Machado, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, dos de ellos Juan Ramón, y Aleixandre, premios Nobel (dos justamente como Irlanda). Andalucía ha sido la región española que más buenos poetas ha dado, esto es muy evidente.

En el siglo veinte la generación poética más importante, la generación del 27, contaba con mayoría de poetas andaluces, como Luis Cernuda, Luis Rosales, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, que junto a Lorca y Alberti, eran el alma de todo este movimiento que ha sido tan reconocido por la cultura española y universal.

También andaluces eran los poetas Manuel Machado, Fernando de Herrera, Diego Hurtado de Mendoza, Espinosa, Soto de Rojas, y narradores como Ángel Ganivet, Juan Valera, José Cadalso, Fernán Caballero, Francisco Delicado... que han sido poetas y escritores fundamentales de la literatura en castellano.

Decididamente, Andalucía es una tierra con una vena literaria muy fuerte.

En cuanto a la literatura antigua, Andalucía ha tenido el problema de haber sufrido varias fracturas históricas y culturales, principalmente con la reconquista y la expulsión del Islam, lo cual parece ser el motivo de que se haya excluido de la cultura oficial algunas manifestaciones literarias que se han dado en esta tierra, como la literatura árabe-andalusí.

Si nos remontamos a los romanos, curiosamente uno de los grandes poetas latinos, Lucano, poeta épico autor de "La Farsalia", era andaluz de Córdoba, lo mismo que Séneca.

Pero la poesía andaluza tiene gran tradición, y lo mismo que en Irlanda, Andalucía contó con una edad legendaria en cuanto a su poesía, y esa es la época musulmana, la poesía de Al-andalus, con poetas que por suerte o por desgracia son reconocidos como grandes poetas en los países árabes, y en la historia de la literatura, pero que aquí no cuentan en los programas oficiales, por pertenecer a una lengua ajena a nuestra tradición en lengua castellana más inmediata.

En Al Andalus había un fervor poético desmesurado, existían escuelas de poesía y existía un ideal de vida en todas las cortes y ambientes aristocráticos basado en una especie de epicureismo poético, que se embelesaba en los placeres de la vida, en el sentimiento del amor, en la poesía, cuyos símbolos eran el vino, la belleza femenina, el jardín etc... La obra más famosa de este ideal, es "El collar de la paloma" de Ibn Hamz de Córdoba, una cumbre de la poesía amorosa en el mundo Árabe.

Otros grandes escritores andalusíes son Ibn Quzman; Mutamid, el rey poeta de Sevilla; el místico Al Arabi (aunque era de Murcia); Abú Bakr, Boabdil, Ibn Zamrak, Zaydum, Jatib, y muchos más...(también hay que mencionar al filósofo Averroes, entre otros muchos escritores como figura importante de la época) todos ellos hicieron vivir a Alandalus un momento de verdadero esplendor poético, una edad de oro de la poesía comparable al esplendor de la tradición bárdica de la poesía irlandesa.

En fin, sirva esta introducción para demostrar que Andalucía es una tierra con una gran tradición y un fervor poético destacable en el mundo, comparable al caso irlandés, lo que todavía hace más sorprendente la afinidad y los paralelismos que se pueden comprobar entre ambas culturas.




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Comentarios

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  1. #1 Cierzo 19 de mayo de 2005

    Hola Piedra, esprisions es expresiones, esta bien escrito.
    No he leido nunca esas alusiones de Irluachair sobre Cataluña, ¿a qué se refieren?
    Yo ahora vivo en Cataluña, y si que veo que la marca, por lo menos de Barcelona, es vender cultura y progreso. No me gusta que la cultura sea un producto pero lo prefiero a que sean otras cosas.
    Sobre Cataluña no he leido mucho en celtiberia.net, de Euskadi sí porque el tema del origen de los vascos, la posible familiaridad de la lengua con el ibero y la antropolgía de esa zona dan para mucho...
    Supongo que la polemica que te refieres en al celebración de la liga del barça es algo mas que el canto de Etoo, creo que viene porque fue en catalan y las continuas referncias a catalunya, la bandera estelada y todo eso.
    Por cierto y sin animo de ofender a nadie, yo comprendo mejor a veces el catalan que a algunas personas del sur... ¿no os ha pasado? Parece otro idioma, sin embargo a un catalan se le pide que hable el castellano...

  2. #2 kaerkes 20 de mayo de 2005

    Yo la verdad no se si es que vivo en un cuento de Wald Disney, pero alterno con bastante gente de distintoas origenes, he viajado un poquito por varios continentes y esa movida de la que hablais la veradad que no la he percibido. Los anadlauces con los que intimo, son primero pepe, juan y ollala y despues de ser electricista, informatico y profesora son entre otras cosa andaluces (cuestion cisrcunstanciial). A nadie en su sano juicio se le ocurriría hacer valoraciones de otro tipo. Las cosa que comentías sonrojan a cualquier persona de dos dedos de frente.

    Lo que me da lña impresion es que a mivha gente le falta vivir un poco más. Vijara, ver, conocer, experimentar. Lo siento mucho, se que alguien me achacará que no tengo doctorados y esas cosas. Pués bien, veo mucho doctorado con bastante poco mundo. Y el mundo es muy grande y diverso e interesante.

  3. #3 20 de mayo de 2005

    Além (ex Zé): Pues a mí que vivo y trabajo en Brasil, me toca mucho los cojones que me llamen "espanhol" (cuando lo oigo, instintivamente, miro para otro lado, creyendo que no es a mí)y que me conozcan como "gringo" cuando mi pareja es afrobrasilenha, el origen de mi familia es asturgalaico y mi patria espiritual es Alemania (la de Carlos Marx y Rosa Luxemburgo).
    Qué conoce el brasilenho medio de Espanha, aparte del fútbol? Pues, por éste orden: Al Quaeda, los sanfermines y Barcelona.
    El único espanhol naturalizado brasilenho que he conocido es gallego. Tiene setenta anhos y tres hoteles en Sao Paolo. Un tercera generación que se emborracha todos los días en el autoservicio de debajo de mi casa, es nieto de una familia de Vigo, necesita tres meses de estancia en territorio ex-panhol para conseguir el pasaporte UE.
    A todos los estudiantes y/o trabajadores que me preguntan les estoy mandando a Barcelona. La pregunta que me hacen a continuación es la siguiente: Es muy difícil el catalán?
    Cuando me vine a vivir a Brasil, mi gente se despidió de mí como si me fuera de misionero a Congo. Las madres brasilenhas que tienen a sus hijos trabajando en Madrid, creen que están en Bagdad, bajo el fuego cruzado.

  4. #4 Irluachair 22 de mayo de 2005

    http://www.iespana.es/revista-arbil/(42)irla.htm

    Irlanda: historia de una opresión.

    El artículo hace un resumen histórico sobre el problema irlandés y resume las posiciones de los diferentes actores del mismo.

    Para entender el problema nos hemos de remontar al año 1170, cuando, con la caída de Dublín en manos del inglés conde Pembroke, se inicia la lenta agonía del pueblo gaélico. En 1536, después de una larga serie de tristes episodios, Irlanda es ya una colonia inglesa en la que el racismo y la barbarie hace décadas enteras que dictan su ley. Pero es en este año (1536) cuando viene a añadirse el problema religioso, ya que Enrique VIII rompe su sumisión a Roma, y dicta una llamada "Acta de Supremacía", que bien pronto tratará también de aplicar en Irlanda.

    Pese a todas las presiones, los isleños resisten. Irlanda, cristianizada por San Patricio, reserva de la espiritualidad católica durante el largo periodo en el que Europa vivió sujeta al yugo bárbaro, se identifica demasiado con su fe como para renunciar galanamente a ella por el mero capricho de un monarca extranjero. El cisma, pues, no prospera, y en 1569, ya bajo el reinado de Isabel I, la conferencia de Munster acuerda "la defensa de Irlanda y de la religión católica". Se traza así, por vez primera, el enunciado de una lucha que es la misma que anima, todavía, la justa rebeldía de los condados del Norte, y que ha convertido al Ulster en una gigantesca hoguera.

    Isabel, como todos los monarcas posteriores, reacciona contra los rebeldes y ordena su aplastamiento por las armas. Y también, por vez primera, surge la idea de construir un enclave protestante en la zona más gaélica de Irlanda (el Ulster). Será en el siglo XVII, después de una serie de matanzas, cuando se empiezan a repartir miles de hectáreas entre colonos presbiterianos de origen inglés y escocés, para ir sustituyendo físicamente a los irlandeses. Como los colonos son minoría, y con el tiempo pueden acabar deglutidos en la masa irlandesa, tal como pasó con los normandos, Londres rompe hasta el último de los puentes, y entre los autóctonos y los forasteros, entre católicos y protestantes, entre los gaélicos y los sajones, entre los explotados y los explotadores, no habrá el menor contacto y se castigará duramente cualquier aproximación.

    En 1641, los irlandeses no pueden más. Las vejaciones y humillaciones les lanzan a empuñar las armas y consiguen deshacerse en grandes zonas de muchos colonos. Pero el enemigo está en la isla de al lado y envía un gran ejército para vengar los agravios. La guerra dura 12 años y los irlandeses son derrotados. Cinco sextas partes de la población irlandesa ha muerto, los dos tercios del suelo isleño es repartido entre los colonos, y son pocas las casas de católicos que quedan en pié. A partir de ahora los irlandeses aun serán más duramente reprimidos, no podrán trabajar en la administración, ni poseer un caballo de precio superior a cinco libras. El clero, animador vital de la rebelión, será castigado. Uno de los obispos, Monseñor Queely, cayó combatiendo en campo abierto, pero otro, Monseñor MacMahon, es ahorcado... mientras sacerdotes, mujeres y niños serán vendidos en las Indias Occidentales como esclavos.

    Con la restauración de los Estuardos en la Gran Bretaña cambia un poco la situación y la cosa se suaviza. Jacobo II aún es mas condescendiente con los católicos, pero desgraciadamente es derrotado por Guillermo de Orange, implacable enemigo del "papismo".


    Los orangistas.


    En 1689, apoyado por Luis XIV de Francia, Jacobo desembarca en el Eire, al frente de un ejército compuesto por refugiados irlandeses y tropas galas. La preparación de estas fuerzas es escasa, y el pueblo irlandés está agotado. Aun así se cerca Derry, ciudadela en manos de los protestantes, que no se rinden después de tres meses de asedio. Pero los católicos fracasan y para postre el propio Guillermo de Orange aparece mandando un cuerpo de veinte mil hombres, y en Boyne, el primero de Julio de 1690, acaba por completo con las fuerzas que se le oponían.

    Desde entonces, cada año, estos acontecimientos vienen siendo conmemorados clamorosamente por los protestantes del Ulster, y la noche del más despiadado colonialismo vuelve a caer sobre el Eire. Y es a partir de ahora cuando al movimiento de opresión protestante se le denominará también "Orangista".


    Represión y respuesta global.


    La maquinaria represiva continuará desarrollándose y junto a los sajones se instalarán ahora numerosos hugonotes franceses, aventureros sin escrúpulos, funcionarios rapaces, clérigos fanáticos anticatólicos y toda clase de chusma. Los sacerdotes católicos no podrán oficiar misa, al católico que se le encuentre una espada se le ahorcará inmediatamente y se endurecerán las medidas contra la lengua Gaélica.

    Mientras, el hambre fuerza a los irlandeses a la emigración, pero estos siguen velando para que su personalidad no se pierda. Desafiando los atroces castigos, los padres enseñan a leer a sus hijos y les dan lecciones de historia. Los sacerdotes ofician y llevan esperanzas a los fieles en burla constante de la muerte. Y día a día, las nociones de patria, de libertad, de justicia y de religión se van entremezclando y convirtiendo en motor general de todas las batallas, en causa por la que luchar y sacrificarse.

    Los desastres británicos en la guerra de América del Norte hacen que la represión en Irlanda disminuya, pues no se puede mantener tanta presión. En 1778, se les permite heredar y hacer leyes, y cuatro años mas tarde se autoriza la enseñanza de los católicos y el libre ejercicio de su culto, y esto les convierte en algo parecido a seres humanos.

    La nueva política hace crecerse al movimiento irlandés, pues estos ven que los gobiernos británicos tarde o temprano se cansarán en su tarea de represión. "Si nos dan un dedo es porque podemos tomarnos toda la mano; si nos dan la mano es porque podemos tomarnos todo el brazo", piensan. Por otra parte, el ejemplo de las colonias que se han ido independizando abre ciertas esperanzas al movimiento irlandés. ¿Porqué no seguir la huella americana?

    En 1783, tiene lugar en Dublín una gran convención nacional, cuyo capítulo de conclusiones despierta la alarma de los protestantes. Nace como consecuencia de esta convención la Liga de los Irlandeses Unidos que, poco a poco, multiplica sus efectivos y que, en 1796, cuando ya suma casi medio millón de miembros, desata la insurrección. El nuevo caudillo independentista se llama Wolf Tone. Cuenta con el apoyo de una armada francesa, que ha zarpado de Brest, pero el mal tiempo la dispersará por el océano y sus cuarenta unidades no podrán intervenir,

    Pese a este fracaso, dos años mas tarde, en Mayo de 1798, se plasma otra sublevación en Dublín, pero los "Yeomanry", la milicia protestante, aplasta sangrientamente a los revoltosos. No obstante, al poco tiene lugar un segundo desembarco, y esta vez Wolf Tone es capturado, y se le corta el cuello en el calabozo adonde había sido conducido. Tone supo recoger el apoyo de la burguesía mas radical de la isla, pero no supo granjearse el apoyo de los masas campesinas, pues lo veía todo a través de los esquemas de la Revolución Francesa, y este enfoque le restó el apoyo de ciertos sectores de la sociedad irlandesa.

    Alertados por la escalada de insumisiones, y temiendo que su vecina colonia cayera bajo la férula de Francia, los ingleses decretan, en 1800, la "unión" entre Gran Bretaña e Irlanda. A la Cámara de los Lores irán veintiocho pares y cuatro obispos, elegidos por sufragio. A la de los Comunes, cien diputados. En otros términos, Irlanda vuelve a desaparecer del mapa, aunque ahora de forma mas disimulada.

    Ni que decir tiene, los representantes "irlandeses" en Westminster pertenecen al estrato colonizador, pero en 1828, el joven abogado, Daniel O'Connel obtiene un acta de diputado, y aunque se niega a jurar lealtad a la corona protestante, es admitido en el parlamento. Es el primer católico que entra en aquel alto organismo: su presencia resulta explosiva. O'Connel, además, es un gaélico de pura cepa, un luchador firme y un patriota que cree arrebatadoramente en la bandera que empuña. Refundador de la Asociación Católica, que había sido disuelta anteriormente, consigue la abolición de los abusivos diezmos que los católicos debían pagar en calidad de tales y más tarde organiza la "Rapeal Association", cuyo fin no es otro que el de destruir el acta de unión entre Irlanda y la Gran Bretaña.

    Para llevar a cabo sus proyectos, O'Connel reúne asambleas multitudinarias, a las que acuden decenas de miles de irlandeses, que ven en el eclipse del Acta de Unión el remedio para sus miserias y frustraciones. El Domingo 8 de Octubre de 1843, en Clontarf, se esperan un millón de manifestantes, y Wellington, comandante británico, asustado, prohibe el mitin. O'Connel, ante esta reacción, y sabiendo que los ocupantes no vacilarán en disparar, lanza un llamamiento suspendiendo la manifestación. Esta actitud no es comprendida, y el famoso combatiente muere cuatro años mas tarde, despreciado por la mayor parte de quienes le habían seguido.

    En 1845 y hasta 1847 aparece una devastadora plaga, que destruye las cosechas de patatas: el alimento clave de la dieta irlandesa. El hambre es feroz y sus consecuencias fatales. Seiscientas mil personas fallecen y ochocientas mil emigran. Los campesinos se arruinan y pierden sus tierras.

    En Londres, por supuesto, no se mueve un dedo en favor de los damnificados, pues en realidad el conflicto les beneficia. Primero porque muchos se van y otros mueren, y "muerto el perro muerta la rabia", y el problema irlandés se suaviza. Y después porque una parte de esa inmigración va a parar a los centros industriales británicos, como Londres, Liverpool, Manchester, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, como mano de obra barata.

    Mientras que unos se van, otros permanecen, y el viejo espíritu rebelde precipita una enésima sublevación, otra ves en Munster, que es sofocada como las anteriores, pero que dará al país una bandera: la verde, blanca y naranja, que hoy flamea sobre los mástiles oficiales del Estado libre de Irlanda y en las barricadas de Belfast, de Derry, y de todos aquellos lugares en los que la resistencia católica hace frente a los golpes de un enemigo ya varias veces secular.

    En 1867 tiene lugar otro alzamiento, que tampoco triunfa y que lleva a la cárcel, severamente condenado, al arzobispo católico de Dublín. Pero ya, para esos momentos, una nueva etapa comienza: la de la lucha por el "Home Rule", o lo que es lo mismo, por la autonomía de Irlanda; una autonomía tras la que se trasluce, claramente, una meta definitiva: la independencia.


  5. #5 Cierzo 23 de mayo de 2005

    Me gusta como describes el flamenco, pero si tuvieras otro baile lo harias con otro baile.
    Los toros que yo sepa son de origen castellano. De todas maneras tu critica a la utilizacion de adjetivos, en una persona que debe admirar tanto la poesía es extraña. lo salvaje no tiene que ser negativo. Me refería a la lucha entre un hombre y un animal, esteticamente es algo salvaje. ¿cuando has tenido una noche salvaje es que te has puesto a hacer el jabali? Todo el mundo sabe que la tauromaquia esta llena de codigos esteticos, es la forma de valorar si ha sido una buena faena o mala.

    Tu frase:
    "UN jemplo, los costaleros de la semana santa fueron profesionales hasta hace 30 años y a principios de siglo se les llamaba "gallegos" por ser estos los que hac´´ian el trabajo "sucio". A partir del momnento en que los hermanos lo sacaron fue cuando explotó la expresividad y el llevar los pasos ha acabado siendo un lemento barriquizantes más en una manifestacion cultural ya tan expresiva de por si."

    Tu mismo dices que hasta que no lo sacaron los andaluces (dices en tu ultima intervención "La sensibilidad de estos ultimos era andaluza") fue cuando se convertió en un elemento barriquizante y explotó la expresividad. Por lo que se puede entender perfectamente que mientras lo llevaron asalariados incultos y sin sensibilidad, llamados a demas "gallegos", no era así (porque claro segun tu los del norte somos unos brutos y vosotros lo haceis todo con mucho arte) Asi que da lo mismo poner una mula que a uno del norte, ¿no?
    Mira tu visión de lo andaluz es elitista, romántica, extremadamente burguesa, etc.
    ¿O no es Andaluz la mano de obra asalariada? Porque tu la pareces diferenciar de la sensibilidad andaluza. Hombre no me jodas. Mucho señorito es lo que sobra.

    Los llamo santitos porque cuanto mas reverenciada es una imagen mas importancia debemos quitarle. No me gusta la religión, y tampoco me gustan las esculturas barrocas. Por cierto que tambien hubo andaluces que quemaron figuras religiosas, bueno supongo que serían, eran llamados aragoneses o catalanes, porque claro no entender los recursos estetiicos de la religion y los sentimientos que ella conlleva es de personas incultas.

  6. #6 okeanos 23 de mayo de 2005

    Cierzo, el flamenco no es un baile, es una expresion artistica que se compone de cante, toque y baile. El baile es lo ultimo, la mayoria de palos bailables son invenciones academicas del siglo XX. Es curioso que entre los grandes bailaores/as hay muchos al norte de Despeñaperros. Entre los grandes del toque, algunos muy importantes, pero menos. Entre los grandes del cante el situado más al norte sería Porrinas de Badajoz, pero entre los grandes grandes, ninguno. De hecho hay escuelas para enseñar el baile y el toque, pero no el cant, que es la expresión más intima del flamenco. Y lo describo bien porque lo conozco y porque tiene el valor que tiene (la diversidad, la complejidad), yo no me emplearía tan a fondo con, por ejemplo, las sevillanas, que sí que siento como algo propio del folclore del bajo Guadalquivir. pero que no tiene la trasecndencia del flamenco.
    Respecto a lo de que los toros son de origen castelllano es una de las estuypideces mas grandes que se han escrito en este foro. Si supieras algo de algo, sabrías que en España ha habido juegos de toros desde que se tiene noticia; pero cuando yo hablo de tauromaquia no me refiero a juegos de cañas, ni aa recortadores, ni a encierros, nia nada de eso, sino a ese arte que nace con la decadencia del toreo a caballo y el auge del toreo a pie que nace a caballo entre Ronda y Sevilla ( Las primeras maestranzas de caballerías), que se codifica con las tauromaquias de Pepe Hillo y Paquiro, donde hasta pleno siglño XX no hubo una sola gran figura nacida al este de Cordoba y al norte de Granada, y que tuvo en Andalucia y Madrid (una corte plagada de andaluces: La calle alcalá de Frascuelo), sus principales plazas. El toreo estetizante por encima del atletico (la suerte de banderillas es de origen navarro, las suertes de capa y muleta son andaluzas, la de varas castellana, pero castellana en sentido amplio), ha sido norma , seña e identidad del toreo andaluz en una epoca en que muchas de las mas grandes figuras se negaban a torear toros salmantinos por considerarlo demasiado bruscos para el ARTE de torear. Hoy dia el toreo es asi en todo el mundo taurino, pero el origen (como el futbol en inglaterra) es andaluz.
    Respecto a lo de gallegos-costaleros, le concedes demasiada importancia, pero es que fue eso lo que paso y no otra cosa, y no erea una cuestion etnica sino de costumbre: A los cargadores del muelle se les llamaba gallegos (por ser ellos mayoria) a los tasqueros montañeses, etc. Y no supone desprecio, simplemente que al momento en que fueron hermanos costaleros todo cambió, porque a partir de ese momento salir debajo de un paso dejó de ser un oficio y empezó a ser un privilegio. Una persona que esta 51 semanas trabajando en el muelle y 1 sacando pasos lo hace de manera digna y profesional. Una persona que está todo el año pensando en la Semana Santa y un dia saca un paso que ademas es el de su hermandad de toda la vida, no lo hace con profesionalidad sino con aficion, y el arte encuentra siempre mejor abono en esta ultima que en aquella. Por otro lado, al reconocer que eres del norte, se entiende que en realidad lo que te mueve no es la dialectica, sino el resquemor. Yo no estoy hablando de nadie del norte de España, sino de las cosas de mi tierra que son las que conozco; tu en cambio eres mas osado.
    Tus calificaciones lo unico que hacen es hundirte más aun en tu falta de sentido estetico "no me gusta lo barroco" ¿Y a mi que coño me importa lo que te guste a tí? De repente Martinez Montañez deja de pasar a la posteridad porque tu prefieres las esculturas MAL HECHAS del gotico que el naturalismo expresivo del Barroco. Y digo mal hechas, porque en Grecia con un marmol, 2000 años antes se hacian bien; a ver si reconcoemos cunado una cultura es materialmente pobre y cuando no lo es.
    Finalmente, soy ateo, ya ves, pero lo soy porque no quiero creer, no porque no pueda creer, pues de ser lo segundo sería mas digno de lastima que de otra cosa. Y respecto a los que quemaban iglesias en el 36 se les llamaba anarquistas o comunistas.
    De todos modos, como ya dije en otro foro, si no en este, es preferible llevar el verde en el corazón que en la cara.

  7. #7 Cierzo 24 de mayo de 2005

    Hola Okeanos, esta bien puedo reconocer que no se tanto de flamenco y toros como tu, pero no se porque viene tanto problema con ello. De todas formas admito que le tauromaquia tal y como la entendemos hoy tiene origen en andalucia, pero me gustaria saber si durante la dominación musulmana se permitió continuar los espectaculos "taurinos", porque esta claro que en otras zonas como en el norte de Castilla se mantuvieron durante la edad media, mira si no el coso de Peñafiel.
    Por otro lado se que se puede discutir el origen del flamenco porque hay hasta 4 teorías, pero la verdad no me apetece ya que sois vosotros quien lo sentis como algo de vuestra identidad y lo respeto.
    Lo que importa, y no se de que te extraña, es como has hablado de la cultura desde un punto de vista de señorito,
    También como haces la distinción entre norte (bruto) sur (arte). No me mueve el rencor, sinceramente, ademas tengo sangre andaluza, si lo que crees que siento es odio o algo parecido o estas muy equivocado o me quieres llevar a un terreno nada bueno.

    En cuento a este comentario:

    "Tus calificaciones lo unico que hacen es hundirte más aun en tu falta de sentido estetico "no me gusta lo barroco" ¿Y a mi que coño me importa lo que te guste a tí? De repente Martinez Montañez deja de pasar a la posteridad porque tu prefieres las esculturas MAL HECHAS del gotico que el naturalismo expresivo del Barroco. Y digo mal hechas, porque en Grecia con un marmol, 2000 años antes se hacian bien; a ver si reconcoemos cunado una cultura es materialmente pobre y cuando no lo es."

    Mi opinión vino dada porque llame a vuestros pasos santitos. Te dije que ademas de no gustarme la religión no me gustan esas esculturas barrocas recargadas, en actitud doliente, con colores, ufff. Creo que no tienes derecho a calificar el sentido estetico de otros pueblos o de otras epocas, comparandolas con el REALISMO. PAra mi dice mucho mas una escultura africana, romanica, ibera, celta, olmeca, etc que una barroca. Demasiada tristeza en esas figuras, dolor, sangre, muerte ...
    Me parece triste que este sea tu baremo para medir el grado de una cultura.
    Por lo menos me alegro que aceptes como tuyos tambien a los anarquistas, comunistas y socialistas que quemaron imagenes religiosas en la guerra, y no que me digas que fuimos una horda de barbaros del norte que bajamos a acabar con el arte de Andalucia. Nosotros ya teniamos trabajo aqui.
    Por cierto el norte no somos una unidad cultural.

  8. #8 Cierzo 24 de mayo de 2005

    Esto he encontrado por unso apuntes, supongo que algo aporta:


    En 1856, Andalucía era la segunda región española en cuanto a grado de industrialización. Un siglo más tarde estaba ya prácticamente a la cola, con un índice de industrialización inferior al 50 por 100 del nivel medio español. Mientras que entre 1856 y 1900 Andalucía tenía un índice de industrialización superior a la media nacional en las ramas de alimentación, metalurgia, química y cerámica, a partir de 1915 esta supremacía se redujo a las ramas de alimentación y química. Según los defensores de la llamada teoría de la dependencia, las causas fundamentales del fracaso de la industria y de la economía andaluza a finales del siglo XIX habrían sido las siguientes: en primer lugar, la agricultura andaluza más productiva habría estado siempre vinculada a exportaciones con demanda muy elástica, con lo que nunca habría podido servir como motor de desarrollo, agotándose definitivamente sus posibilidades durante la crisis agraria de la penúltima década del siglo; por otra parte, la minería, que pudo haber servido también como potentísima fuente de acumulación, tampoco lo hizo por su condición de minería de pendiente y de saqueo; en tercer lugar faltó una estructura financiera capaz de canalizar recursos hacia la industria, prefiriendo siempre actividades comerciales, e incluso enterrando cuantiosos recursos en la construcción del ferrocarril; en cuarto lugar, la integración de Andalucía en el mercado nacional, cuando el trazado del ferrocarril estuvo totalmente terminado, había supuesto un duro golpe para la economía de la región al convertirse en una pequeña parte de un territorio mucho más amplio; por último, la Restauración borbónica habría hecho de la oligarquía industrial andaluza una oligarquía fundamentalmente política y residente en Madrid que había potenciado un crecimiento desequilibrado, en el que Andalucía se había especializado definitivamente en actividades agrarias exportadoras, con salarios bajos y altos beneficios para terratenientes, que posteriormente habían sido invertidos en actividades industriales en el centro, en altos salarios y elevada capacidad adquisitiva.

    Hipótesis, en síntesis, para explicar el subdesarrollo económico andaluz:

    Crecimiento poblacional en el siglo XIX que presionará a la baja los salarios en el mercado de trabajo y contribuirá a impedir la sustitución de dicho factor por capital físico.

    Desigualdad en la distribución de la riqueza y renta que desalentará la inversión en industria de bienes de consumo.

    Proteccionismo arancelario que evitará, en la agricultura latifundista, la transformación de los métodos de cultivo y de la propia producción tradicional -salvo los casos del olivar, cítricos y otros cultivos minoritarios respecto al cereal- con lo cual se perpetúa un sistema económico basado primordialmente en la agricultura extensiva y en el empleo de mano de obra.

    La política proteccionista que se fortalece a finales del siglo XIX y comienzo del XX favorecerá la industrialización de las regiones del Norte y desalentará, a la vez, la inversión en regiones cuya ventaja comparativa reside en un capital humano potencialmente productivo.

    Sin embargo, este capital humano empresarial, en el caso de Andalucía, está situado, de forma preferente, en la agricultura, sobre todo por razones de rentabilidad, y el capital humano técnico y laboral en los sectores secundario y terciario es escaso en la medida en que el bajo nivel de renta de la mayor parte de la población se traducía en bajo nivel formativo.

    A los anteriores factores hay rendimientos de la agricultura tradicional en la mayor parte de las provincias orientales, donde el régimen minifundista de propiedad era el dominante.

    La industrialización andaluza

    Los orígenes de la industrialización andaluza se remontan a la primera guerra carlista(1833-1839)que, al paralizar las forjas pirenaicas y cantábricas, estableció las condiciones necesarias para que surgiera la industria siderúrgica en el sur de la península. En 1833 se encendieron los primeros altos hornos en Marbella, próximos a los excelentes criaderos de hierro magnético de Ojén, y se montaron las primeras forjas de afinación en Málaga. El montaje fue acometido por M. Agustín Heredia, cuya fortuna procedía de la extracción del grafito de la serranía de Ronda durante la guerra de la Independencia, en sus fábricas de “La Concepción” en Marbella y “La Constanza”en Málaga; posteriormente adquirió la fundición de plomo llamada San Andrés en Adra convirtiéndose en 1840 en “el principal ferretero español”. Su ejemplo cundió, Juan Giró creó en 1841 la ferrería “El Ángel” con altos hornos en Marbella y talleres de afinación en Málaga. En 1856 Orueta va a fundar en la Garrucha la fábrica de San Ramón, dedicada a la fundición de hierro y bronce, construcción y reparación de clavos. También en Sevilla, por los años 1833 y 1834, se instalan los altos hornos en el Pedroso, y posteriormente los talleres de construcciones mecánicas Portilla Hermanos and White.

    La minería tuvo una gran importancia, un ejemplo lo constituye la minería del plomo, en lugares como Linares, Granada, Almería,, Jaén, Córdova, etc.

    El proceso industrializador no solo se extendió a los sectores mencionados, sino que abarco diversas actividades industriales. Según la estadística administrativa de la contribución industrial y de comercio, de 1856, Málaga ocupaba el segundo lugar, detrás de Barcelona, en cuanto a importancia industrial, mientras que Sevilla y Cádiz respectivamente, el cuarto y el noveno lugar de clasificación provincial española, excluidas las provincias vascas que en esta época no habían alcanzado su desarrollo industrial posterior.

    Por sectores, Málaga ocupaba el primer lugar según la contribución en las fabricas de jabón y cola y aguardientes; el segundo en los de productos químicos, el tercero en las de fundición de mena de hierro y otros metales, Sevilla ocupaba el primer puesto en vidrio, cristal y loza, Cádiz el cuarto en curtidos.

    Las restantes provincias andaluzas ocupaban destacados lugares en las fabricas de fundición de mena y otros minerales, de productos químicos, de jabón y de cola.

    Paralelamente surgen en los años cuarenta los primeros establecimientos de la industria algonodera en Algeciras y Cádiz. En 1847 se escrituraba la Industria Malagueña S.A., empieza a funcionar en 1846 con capital de las familias Heredia y Larios. En 1858 se crea la empresa La Aurora, vinculada a los Larios. A principios de los setenta Málaga figura como la segunda industria textil.

    A finales del XIX este panorama industrializador había cambiado, aunque subsisten actividades industriales, las industrias base que Andalucía necesitaba para su desarrollo ya no existen.

    Dos tipos de reflexiones cabe hacer a propósito del análisis de las causas que colaboraron en el proceso de desindustrialización y declive económico de Andalucía: De un lado la rotura del equilibrio de la sociedad tradicional en el sector agrario y a la política de liberalización económica llevada a cabo paralelamente a la consolidación del mercado nacional.

    el fracaso de La industrialización andaluza

    La industria textil en Sevilla, la sociedad formada por Calzada, Munilla y De Stop tenía instalada en 1849 una fábrica al vapor, con 3.720 husos de hilar y 2.648 de torcer, así como 17 telares mecánicos. En Cádiz, se sabe de una importante "Fábrica Gaditana de Hilados y Tejidos de Algodón al Vapor" que, con un capital de tres millones de reales y una plantilla de 250 obreros, funcionó de 1847 a 1869. En Málaga, Heredia y Larios unieron sus esfuerzos para crear, en 1846, la razón "Industria Malagueña, S.A.", que ha permanecido hasta los años 1960. De 1886 en adelante, toman un signo regresivo, las dificultades de los años ochenta, que en Cataluña traen la desacelarión industrial, originan en Málaga la decadencia pura y simple.

    La siderometalúrgica: En 1826, Manuel Agustín Heredia, formó una sociedad para explotar los criaderos de hierro magnético de Ojén, no lejos de Marbella, la factoría a orillas del Río Verde, se proponía la obtención de flejes y planchas para pipería. Como la magnetita de Ojén presentaba muchas dificultades a la fusión por el método tradicional se adopto el método ingles, obtención del lingote al carbón vegetal en Río Verde (fábrica "La Concepción"), afinado y laminado a la hulla en la playa de Málaga (fábrica "La Constancia"). Los altos hornos, hornos puddler y hornos de reverbero de "La Concepción" y "La Constancia" han sido los primeros, con fines civiles, instalados en España. Debido a la primera guerra carlista, hubo paralización de las forjas septentrionales, la demanda se desvió hacia las fabricas del Sur, incluida la fabrica de "El Pedroso", estas fabricas aportaron en 1844 el 72 por 100 de toda la fundición española, la causa de que se cerraran estas y otras fundiciones andaluzas, fue principalmente el fuerte proteccionismo al carbón asturiano.

    El sector agroalimentario: La industria agroalimentaria de la región estaba muy por encima de los niveles medios de la nación. A finales del siglo XIX, perdidas las oportunidades de la siderurgia, del textil y con la minería casi agotada y en manos extranjeras, Andalucía parece volver la vista a las actividades agrarias. Estas son principalmente cuatro, los vinos de Jerez, la uva de Almería, el aceite de Córdoba y Jaén y el azúcar de Málaga y Granada.

    El "sherry”: Entre 1823 y 1873 se multiplicaron por cuatro las exportaciones de sherry. Al final de este periodo se destinaban al cultivo del viñedo unas 7.800 hectáreas, que empleaban entre 8.000 y 10.000 personas, un 20 por 100 de la población de la comarca. La dependencia del sherry de mercados extranjeros, por razones a veces tan fútiles como las reiteradas campañas de prensa desatadas en Gran Bretaña sobre los efectos perjudiciales de su consumo, provocaba con demasiada frecuencia hundimientos de los precios, como los ocurridos en 1863 y 1890, hacían imposible pensar en una base exportadora suficientemente sólida. Su producción se hallaba organizada sobre la base de tres grandes grupos económicos: los cosecheros, los almacenistas y los exportadores que era el grupo mas fuerte en el que apenas cinco casas, Garvey, Domecq y González, exportaban más del 50 por 100 del total. Este ultimo grupo, que hubiera sido el único capaz de desencadenar un proceso de diversificación industrial a partir de una acumulación previa, tampoco pudo hacerlo a causa de que el sistema de crianza exigía dedicar sumas muy cuantiosas a la construcción de grandes bodegas.

    El azúcar: En 1845 se inicia una nueva etapa de florecimiento del cultivo de caña de azúcar en las costas de Málaga y Granada, que alcanza su punto culminante a finales de siglo, coincidiendo con la pérdida de las últimas colonias americanas. Sólo en Granada llegó a haber seis fábricas con una capacidad de molturar 1.280.000 arrobas diarias de caña. En 1900 la totalidad de la Vega de Granada estaba dedicada al cultivo de la remolacha, con una producción anual de 20.000 toneladas de azúcar. Un exceso de capacidad productiva dio lugar a una crisis de sobreproducción que se saldo con la creación en 1904 de la Sociedad General Azucarera, constituida por más del 90 por 100 de las fábricas azucareras de toda España. Después de 1904, la Vega de Granada, la comarca más rica de toda la provincia, fue disminuyendo de importancia progresivamente, de un 95 por 100 en 1885, al 93 por 100 en 1890 y al 60 por 100 1895.

  9. #9 Irluachair 25 de mayo de 2005

    Mauri...no es lo mismo que moro...no es exactamente lo mismo

    En bereber hay una palabra para llamar a todos los extranjeros: Rumis....

    ¿adivina de donde sale?....de Romanos...

    Ya no queda hoy por aquí ni un sólo romano, y sin embargo ya se aplica a otra cosa...la palabra se aplica a un concepto, ya no tiene nada que ver con la etnia, ni el país de origen.

  10. #10 Irluachair 26 de mayo de 2005

    Es que lo que os pasa a los dos es que estais desfasados, manteneis clichés que ya hoy día casi nadie mantiene:

    los moriscos no fueron completamente expulsados:

    si quieres lo miras, y si no sigue con lo tuyo.

    http://www.islamyal-andalus.org/nuevo/moriscos/la_expulsion.htm

    Sin embargo, según afirma Blasco Martínez, el mismo prelado, meses después, confirma la permanencia de moriscos en un memorial que dirige al rey, el 10 de marzo de 1610:

    «En Alicante y toda su huerta quedan muchos moriscos, assi pequeños como grandes, assi hombres como mujeres, de 20, 30, 40 y 50 años, los quales los han trahydo como esclavos y los tienen por tales" .


    Este mismo obispo clasifica en cuatro apartados a los moriscos o que se quedan en su diócesis, dando un total de 306 personas;

    Niños moriscos (aunque incluye también en este apartado algunas personas mayores que permanecen sin licencia, en número de 248.

    Moriscos que tienen licencia del obispado por haber dado muestras de ser buenos cristianos antes del decreto de expulsión, en número de 47 .

    Moriscos que han probado ser hijos de cristianos viejos; son 7.

    Moriscas casadas con cristianos viejos o que han quedado viudas; son 4.

    La permanencia de moriscos en España, después de las órdenes de expulsión, es un hecho indudable, pues, a pesar de los sucesivos decretos proclamados contra su estancia en nuestro país, muchos de ellos consiguieron mantenerse en estas tierras, que no deseaban abandonar, valiéndose para ello, como hemos dicho, de muy diversas estratagemas. Algunos de ellos, incluso, se mantuvieron ocultos en sus viejas tierras, eludiendo el cumplimiento de todas las disposiciones, amparados por sus mismos señores, que temían perder su valiosa mano de obra, tan experta para la agricultura; y, aún de los que se marcharon, fueron muchos también los que regresaron de nuevo a España, buscando la forma de permanecer en ella subrepticiamente. En este sentido se expresan las quejas de Fr. Marcos de Guadalajara, acerca de la desidia de los responsables de llevar a efecto la total expulsión, y dice:



    "En las justicias y personas a cuyo cargo estaba el Andaluzia, Reyno de Granada, y de otras partes, no auia tanta diligencia en expeler los que alli auian quedado, y castigar los que se auian buelto como conuenia" .



    Estas afirmaciones se ven ampliamente confirmadas en la carta que el conde de Salazar dirige al rey Felipe III, fechada en Madrid a 8 de agosto de 1615, cuando la operación de expulsión debía de estar completamente acabada, en la cual se queja con los siguientes términos:

    "En el Reyno de Murcia, donde con mayor desberguença se an buelto quantos moriscos del salieron por la buena boluntad con que generalmente los reciben todos los naturales y los encubren los justicias..."

    "... que ya se an buelto los que espelió, y los que abyan ydo y los que dejo condenados a galeras acuden de nuebo a quejarse al consejo en toda el Andalucia por cartas del duque de Medina Sidonia, y de otras personas se sabe que falta de bolberse solos los se an muerto en todos los lugares de Castilla la Byeja y la Nueba y la Mancha y Estremadura, particularmente en los deseñorio se sabe se buelben cada dia muchos y que las justicia lo disimulan

    Las quejas se refieren también a las justicias ordinarias de otras regiones, por el incumplimiento de las órdenes reales:

    "No se sabe que ayan preso ningun morysco ny yo e tenido cartas de ninguna dellas: las islas de Mallorca y de Menorca y las Canarias tienen muchos moriscos asi de los naturales de mysmas yslas como de los que an ydo espedidos, en la Coros de Aragon se sabe que fuera de los que se han buelto y pasado los de Castilla ay con permision mucha cantidad dellos y la que con las mysmas licencias y con probanças falsas se han quedado en España son tantos que era cantidad muy considerable..."

    "... de los moriscos de Tanger me a obligado a dalle quenta del mal estado que tiene la espulsion de los moriscos por los muchos que cada dia se buelben y por los que an dejado despelerse que todos juntos es una cantidad muy considerable".

    También Pedro de Arriola, encargado de la expulsión de los moriscos de Andalucía, se queja del gran número de éstos que regresa, en una carta dirigida al rey, fechada en Málaga a 22 de noviembre de 1610:

    "Muchos moriscos de los expedidos del Andaluzia y Reyno de Granada se van bolbiendo de Berberia en navios de Franceses que los echan en esta costa de donde se van entrando la tierra adentro, y he sabido que los mas dellos no buelben a las suyas por temor de ser conosçidos y denunçiados, y como son tan ladinos residen en qualquier parte donde no los conosçen, como si fuessen christianos viejos.

    Y dice más adelante:

    "Y los que quedan se buelben a España y tengo presos cinco que se han atrebido a venir a esta ciudad y estos me dizen que se van bolbiendo todos...".


    Acerca de estas inmigraciones subrepticias, una de las descripciones; más sugestivas es la que hace Cervantes, en su parte II del Quijote ( editada en 1615), cuando refiere el encuentro de Sancho con los al parecer peregrinos extranjeros, que pedían limosna cantando, entre los que se encontraba su antiguo vecino Ricote, "transformado de morisco en alema o en tudesco", el cual le refiere sus cuitas, "sin tropezar nada en su lengua morisca, en la pura castellana", diciendo:



    Cómo, ¿y es posible, Sancho Panza hermano, que no conoces a tu vecino Ricote el morisco, tendero de tu lugar?"... "Finalmente, con justa razón fuimos castigados con la pena del destierro blanda y suave al parecer de algunos; pero al nuestro la más terrible que se nos podía dar. Doquiera que estemos lloramos por España; que, en fin, nacimos en ella, y es nuestra patria natural; en ninguna parte hallamos el acogimiento que nuestra desventura desea; y en Berbería y en todas las partes de Africa, donde esperábamos ser recibidos, acogidos y regalados, allí es donde más nos ofenden y maltratan. No hemos conocido el bien hasta que lo hemos perdido; y es el deseo tan grande que casi todos tenemos de volver a España, que los más de aquellos (y son muchos) que saben la lengua como yo, se vuelven a ella, y dejan allá sus mujeres y sus hijos desamparados: tanto es el amor que la tienen" (cap. LIV).

    Es interesante en este pasaje la referencia que Ricote hace de Alemania, como país adecuado para establecerse los moriscos:



    "Salí como digo, de nuestro pueblo, entré en Francia, y aunque allí nos hacían buen acogimiento, quise verlo todo. Pasé a Italia, llegué a Alemania, y allí me pareció que se podía vivir con más libertad, porque sus habitadores no miran en muchas delicadezas: cada uno vive corno quiere, porque en la mayor parte della se vive con libertad de conciencia".

    "Ahora es mi intención...pasar desde Valencia a mi hija y a mi mujer, que sé que están en Argel, y dar trazas como traerlas a algún puerto de Francia y desde allí llevarlas a Alemania, donde esperaremos lo que Dios quisiere hacer de nosotros".



    Esta tolerancia alemana hacia los moriscos se debía a la influencia de la Reforma de Lutero; en Francia también habían encontrado buena acogida por parte de los protestantes del Mediodía, en el Bearn y en el Languedoc, pues en el sínodo nacional de Montauban de 1594 se precisa que pueden recibir el bautismo "les enfants de ceux qu'on appelle Bohémes, Sarrasiris 011 Egyptiens" . Vemos, pues, ya mezclados socialmente en Europa a los moriscos con los bohemios y los gitanos, todos marcados entre las razas proscritas.

    Cuando la expulsión, Enrique IV había permitido que los moriscos se instalasen en Francia, aunque con la condición (ya que en 1593 había abjurado del protestantismo) de que se adhirieran a la "religión católica, apostólica y romana"; a pesar de la tolerancia religiosa expresada en el edictó de Nantes (1598), muchas familias moriscas prefirieron continuar su éxodo hasta Alemania para "vívir con mas libertad", según las palabras de Ricote. Algunos, sin duda, buscarían regresar de nuevo, del modo que, fuera, a España.

    Bernard Vincent, al tratar de los moriscos de Extremadura, considera que durante el último tercio del siglo XVI los cristianos establecieron ciertas distinciones dentro de esta minoría, que se consideraba globalmente peligrosa con cierto fundamento, dividiéndolos en tres grupos: Los primeros, los más peligrosos eran los moriscos viejos de Benquerencia Hornachos y Magacela, dispuestos a alzarse en cualquier momento, mantenían relaciones constantes con el reino de Granada; los eran la mayoría de los granadinos que unía a su intransigencia una inquietante movilidad; el tercer grupo era el de los moriscos de las ciudades estaban en franca minoría, que constituían un elemento estable, recuperable, pero que con la llegada de los granadinos se soliviantaron también como ellos. Bajo este criterio se decretaron las primeras expulsiones, por lo que el resto de los moriscos, no incluidos en estos tres apartados, pudieron librarse de estas medidas, conforme se puede leer en el informe del de Salazar.



    Por ello, Vincent afirma: "Sin duda estos criterios prevalecieron en todas partes, lo que plantea el problema de la permanencia en España de una población morisca más numerosa de lo que generalmente se admite, después de 1610. La toponimia atestigua su pervivencia en Extremadura. Sin embargo, considera la imposibilidad de precisar cuántos fueron los moriscos que se quedaron, ya que siempre se ha considerado que la expulsión de 1609-1610 fue el exterminio radical de su presencia en España.



    Los procesos inquisitoriales del Santo Oficio, conservados en los archivos, demuestran de forma evidente que los moriscos mantenían su presencia, aunque de una forma latente. Un ejemplo de ello podría se el caso de un tal Juan Fernández, morisco de los que quedaron en Valdepeñas después de la expulsión, tras haber acreditado una sincera conversión; sin embargo, en 1613, en la noche de la boda de su hija, ante la presencia de diez personas, pronunció una oración en árabe, amonestó al novio para que cuidase de su hija y declaró que ya estaban casados, porque la ceremonia de la Iglesia no tenía ningún valor .



    Respecto a jurisdicción de Murcia, según los procesos registrados de la inquisición, gran parte de los moriscos expulsados que se habían refugiado en Orán, fueron pidiendo, poco a poco, volver a la fe católica, como ocurrió en 1624, año en que fueron absueltos 28 de ellos. Durante todo el siglo XVII se sabe de la gran abundancia de moros en Cartagena, incluso todavía en 1677 eran muchos los que se encontraban, algunos libres y otros a los que se les denominaba "cortados o atajados a çierto prezio pagando por el conforme a sus cantidades de jornales crezidos que son usuras conoçidamente...; se atajaban por 100 pesos. No debía de diferir mucho esta situación en el siglo XVIII, ya que el rey de Argel edificó una mezquita para los moros de Cartagena, que fue asaltada por los cristianos de la ciudad, lo cual provocó las protestas de los argelinos ante el P. Alonso Zorrilla, que amenazaron con la destrucción de todas las iglesias de Argel y el derribo del hospital .

    Pero, el hecho es que toda esta masa de población incontrolada, de ascendencia morisca, se fue sedimentando, al correr de los años, y asentándose de la mejor manera que pudo, en los lugares en que la convivencia con otros grupos sociales les era posible, aunque manteniendo, en la mayoría de los casos, su propia identidad humana y cultural. De la misma manera que, en los albores de la reconquista, los primeros árabes sometidos, precursores de los mudéjares, en la cuenca del Duero, llegaron a formar pueblos bien diferenciados, como es, probablemente, el caso de los maragatos y, tal vez, el de los charros . Estos nuevos conversos entraron a formar parte, de hecho, en la sociedad española de la Edad Moderna y de la Contemporánea.



    Siguiendo, en lo posible, los rastros de las huellas que estas gentes nos fueron dejando, apoyándonos en los datos lingüísticos y culturales de algunos pueblos españoles, hemos intentado encontrar una relación entre unos y otros, mientras nos preguntábamos: ¿quiénes eran los “maños", los majos , los "quinquis"...? (gentes que han constituido siempre una población consolidada en sus usos y costumbres, bien diferenciadas). ¿Por qué se llamaban así?. ¿Por qué eran tan abundantes las palabras de origen árabe entre las gentes de germanía o del "hampa", y entre ellos formaban categoría social los "guapos", los "chulos", los «jaques", los «jayanes", los mandiles", los «gorrones"...? Una profunda curiosidad por estos grupos sociales me llevó a ir buscando, en cada uno de ellos, un posible entronque con los supervivientes de los antiguos moriscos

  11. #11 Irluachair 29 de mayo de 2005

    Okeanos, ACanto, este artículo no tiene desperdicio...y es una historia de andalucia que no está hecha precisamente por los deNación Andaluza...

    ¿Es todo falso, Okeanos?


    http://www.alyamiah.com/cema/modules.php?name=News&file=article&sid=167

    Puede decirse que a finales del siglo XV la mayor parte de la población de la baja Andalucía provenía de la que había en las postrimerías del siglo XIII: una minoría mudéjar y otra judía y una mayoría de cristianos: unos descendientes de los propios cristianos andalusíes o de musulmanes conversos, otros de cristianos repobladores descendientes de andalusíes que habían huido al norte durante la dominación musulmana, y otros descendientes de cristianos repobladores castellano-leoneses.

    Es lógico pensar, como hacen Domínguez Ortiz y Bernard Vicent en Historia de los moriscos, 1978, que después de varios siglos desde la conquista del valle del Guadalquivir, muchos de estos musulmanes terminaran integrándose en la sociedad cristiana " Gracias a la acción del tiempo, que difuminaría la traza de los orígenes, un cierto número, quizás elevado, de individuos de ascendencia musulmana, quedarían plenamente integrados a los cristianos." Antonio Domínguez Ortiz. Bernard Vincent. Alianza Universidad- 2ª reimpresión- 1993 (pág-90)
    De hecho, todos los musulmanes convertidos al cristianismo antes de la conquista de Granada pasaban a ser considerados jurídicamente como cristianos viejos, así lo recogía una disposición del año 1526. Esta consideración de "cristiano viejo " la extiende otra disposición de 1585 a todos aquellos "por haberse convertido sus passados a nuestra sancta fee Catholica, antes de la conversión general o venido de Africa a receuirla..." (citada por J. Caro Baroja en Los moriscos del Reino de Granada, 1957). Aclarar estos aspectos sobre el origen de la población de la baja Andalucía en el siglo XVI es importante, porque la mayoría de los repobladores del reino de Granada son andaluces, pero antes de hablar de la repoblación principal, luego de la guerra de las Alpujarras, veamos la situación del Reino nazarí

  12. #12 A.M.Canto 29 de mayo de 2005

    Datos reales sobre la permanencia de los moriscos en Andalucía. Del Centro de Estudios Históricos de Andalucía:

    "Otro de los tópicos históricos que se han hecho correr sobre la historia de Andalucía es que después de la conquista castellano-leonesa se produjo la expulsión de sus habitantes y la repoblación con nuevas gentes venidas de los reinos cristianos. La historiografía española, haciendo una gran simplificación, ha decretado que con la conquista de Castilla desaparece en Andalucía todo el sustrato cultural anterior, naciendo una nueva Andalucía como apéndice de Castilla; “la novísima Castilla” la han llegado a calificar algunos. Sin embargo, cuando las premisas son falsas se cae en la contradicción. Los mismos que defienden que con la conquista y repoblación de Andalucía nace una “Andalucía nueva, distinta de la hasta entonces existente y radicalmente transformada en sus estructuras básicas -demográficas... ”(Manuel González Jiménez, EN TORNO A LOS ORÍGENES DE ANDALUCIA: LA REPOBLACION DEL SIGLO XIII, Universidad de Sevilla), reconocen la escasa fiabilidad de las fuentes: “en algunos casos, del repartimiento sólo han llegado a nosotros simples nóminas o listas de pobladores, casi todas ellas de escasa fiabilidad” (pág. 24); “Nunca llegaremos a conocer, ni siquiera de forma aproximada, el número de las personas que acudieron a establecerse en Andalucía a raíz de su conquista en el siglo XIII” (pág. 45). Incluso se reconoce el fracaso de la repoblación oficial a la que aluden las crónicas tendenciosas de la época: “Es evidente que puede hablarse de un cierto fracaso, todo lo relativo que se quiera, pero fracaso al fin, de la repoblación “oficial” realizada en tiempos de Fernando III y de Alfonso X”. (pág. 156). Por lo tanto, es necesario aclarar que el fenómeno histórico de la expulsión-repoblación apenas se produjo en la zona del valle del Guadalquivir y sí en mayor medida en la zona del antiguo reino de Granada después de la rebelión de los moriscos en 1569. Pero tampoco en este caso se puede hablar de expulsión total (las crónicas hablan de unos 75.000) y la repoblación se hizo en gran parte con pobladores de las zonas limítrofes, es decir, andaluces en su mayoría."
    http://www.andalucia.cc/ceha/modules.php?name=News&file=print&sid=46

  13. #13 A.M.Canto 29 de mayo de 2005

    Sobreviven hoy incluso familias mozárabes, que mantienen la liturgia católica hispano-visigoda:

    "Pocas tradiciones perviven a lo largo de los siglos con la intensidad que lo ha hecho la comunidad mozárabe. Quizás la única de origen religioso que permanece viva y mantiene su liturgia, de origen hispano-godo, desde que estas tierras estuviesen bajo dominación árabe. Generación tras generación, la memoria de los antiguos pobladores de la Península que durante la dominación islámica convivieron con los árabes y mantuvieron, aun así, su fe cristiana, sus iglesias y sus costumbres, se ha conservado gracias a numerosas familias. En la actualidad son 700, la mayoría toledanas..."
    http://www.conoze.com/doc.php?doc=2146

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