Autor: bracarense
jueves, 28 de abril de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: bracarense
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Promontorium Sacrum
Desconhecendo-se se efectivamente se tratava do cabo de S. Vicente ou de uma área compreendida entre o Cabo de Sagres e o Cabo de S. Vicente, é um facto que esta área foi descrita desde a Antiguidade.
Uma das primeiras referências ao promontório é a de Avieno, que na Ora Marítima, escrita no século IV d.C., mas baseada num périplo comercial massaliota do século VI a.C. com acrescentos gregos e latinos, a ele se refere como o Cabo Cinético: «Então, lá onde declina a luz sideral, emerge altaneiro o cabo Cinético, ponto extremo da rica Europa, e entra pelas águas salgadas do Oceano povoado de monstros» (vv. 201-205)». Avieno refere ainda que o promontório era dedicado a Saturno e «que assusta pelos seus rochedos».
O Promontório Sacro deveria tratar-se, em período pré-romano e romano, de um santuário ao ar livre dedicado ao deus púnico Baal Hammon, associado por um fenómeno de sincretismo ao Saturno dos latinos, pois o geógrafo Estrabão nega, no século I, a existência de qualquer templo dedicado a Hércules ou a qualquer outro deus no local. Este autor descreve-o como o ponto mais ocidental da Ibéria: «Este é o ponto mais ocidental não só da Europa, mas também de toda a oikouméne» (Estr. III, 1, 4) onde «Não é permitido oferecer sacrifícios nem aí pernoitar pois dizem que os deuses o ocupam àquelas horas. Os que o vão visitar pernoitam numa aldeia próxima, e depois, de dia, entram ali levando água, já que o lugar não o tem» (Estr. III, 1, 4) e acrescenta Estrabão que, segundo tradições populares, neste local o Sol aumenta no Ocaso, pondo-se com ruído, como que a extinguir-se entre as águas do Oceano (Estr. III, 1, 5).
O Ocidente, para lá das Colunas de Hércules era, pois conotado com o mundo lunar, infernal e da morte o «Mundo das Trevas» como que a entrada num mundo fantástico e mítico, povoado de monstros e onde a natureza é inóspita, onde Saturno impera.
Quer se tratasse de um santuário dedicado a Baal Hammon/Saturno ou a Melkart/Hércules, como alguns autores defendem é, contudo, evidente a identificação deste local com entidades sagradas de clara conotação marítima.
O promontório foi desde sempre lugar de peregrinação, tendo, em período de dominação islâmica, acolhido peregrinos cristãos e muçulmanos que lhe chamavam Chakrach .
Plínio, no século I d.C., na sua NATURALIS HISTORIA, distingue dois cabos: o Cabo Cúneo e o Cabo Sacro que situa entre os lusitani, ocupando uma área compreendida entre as desembocaduras do Tejo e do Guadiana (Plínio, IV, 116). No entanto, o texto é mais clarificador quando os relaciona com cidades junto a rios ou a outros acidentes naturais, o que permite considerar seguramente o Sacrum Promontorium na costa algarvia ao nomear, de Norte para Sul: Olisipo, Salacia, Merobrica, o Sacrum Promonturium, o promontório Cúneo, e os oppida Ossonoba, Balsa e Myrtils (Plínio, 116).
Más informacióen en: http://www.ippar.pt/sites_externos/sagres/Home.htm
Comentarios
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Bienvenido, y gracias por esta aportación, que difunde uno de los paisajes más espectaculares de la vieja Iberia.
Bracarense
Interesante tema (es algo que desconocía)
Aproveito para preguntarche se coñeces máis topónimos portugueses dos que figuran neste listado:
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1241
Bracarense, además de mi felicitación por el 25 de Abril, de carácter personal, quería aportar cierta perspectiva sobre la condición cultual del promontorio Sacro.
En primer lugar, existen dudas sobre la efectiva reducción de este promunturium Sacrum (también citado en su denominación griega: Hieron akroterion) al Cabo de San Vicente o a la Punta de Sagres; tal vez aludan las fuentes clásicas a dos santuarios diferentes y homónimos situados en estos promontorios vecinos. Este lugar fue considerado el punto más occidental del mundo antiguo, situado en el viejo territorio cynete que en tiempo romano quedaría adscrito al Conventus Pacensis. Se ha venido identificando -a partir de Schulten- con las denominaciones que figuran en la Ora Maritima de Avieno como Cyneticum iugum y Saturni promunturium.
Se trata de un santuario natural donde estaba vedado permanecer de noche, por ser morada de los dioses; no en vano era la morada de la misma noche, el extremo occidental del mundo. Allí se volteaban ciertas rocas que había en grupos de tres o cuatro, se ofrecían libaciones sobre las mismas, y se volvían a disponer en su posición original (¡maravilla!). Y al caer la tarde se encaminaban los fieles a pernoctar a una aldea cercana, ya que pesaba prohibición de permanecer sobre el cabo en horas nocturnas, cuando el santo lugar quedaba bajo el imperio de los espíritus. La noticia procede de Artemidoro, que visitó el lugar. Estrabón lo considera costumbre indígena remota. Ephoros atribuye el santuario a Herakles, conocedor tal vez de la noticia recogida en la Ora Maritima respecto a las Herculis columnae, y atribuyendo ésta quizás también a este emplazamiento. Mucho se ha discutido sobre la atribución de estos ritos a cultos de Baal o Kronos, a pesar de que el mismo Strabon, siempre atento e inclinado a la interpretatio, declara expresamente su condición indígena.
Y ahí voy... ¿no os parece que esta costumbre sugiere escenas más remotas, prácticas correspondientes a viejos cultos “líticos” de la cultura atlántica: dólmenes genésicos y mortuorios, muerte y nacimiento bajo el influjo garante de la sacralidad de las rocas...? Esta práctica, por su caudalosa simplicidad, tal vez sea la única (junto a otra descrita para el Sacer mons galaico) correspondiente a un tiempo precolonial: prefenicio-púnica, precéltica y pregrecolatina.
Podéis encontrar además referencias sobre el lugar en textos de Mela, Plinio, Ptolomeo, Jordanes...
P.S.- Como curiosidad apunto que en el lugar, en la alta Edad Media, se da noticia del deambular nocturno de ciertos grupos de medos y espíritus con antorchas ¿Pervivencia de aquellos viejos cultos?, ¿precedente además del fenómeno legendario de la Santa Compaña, de difusión costera atántica? En cualquier caso saludable camino para la imaginación, de esos que cada cual recorre conforme le permite su esclerosis.
Bracarense, en Murguía, Revista Galega de Historia gostamos do teu texto " A Viabilidade do Reino portugués". Poderias port en contacto connosco a través do correio secretaria@revistamurguia.com.
Grazas e apertas.
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