Autor: berserker
jueves, 25 de enero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: berserker


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¿La invasión que nunca existió?

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¿Pudo ser así la historia?

Algunos historiadores cuestionan de forma creciente la versión tradicional católica según la cual el Islam se implantó violentamente en la península, después de una invasión árabe, en el año 711. Estos historiadores argumentan que el Islam ni se impuso ni era ajeno a los hispanos, que lo abrazaron libre y mayoritariamente. En realidad, la tesis de la imposición fue una "conspiración" promovida por la Iglesia con objeto de encubrir su derrota ante los cristianos unitarios, seguidores del arrianismo que predicó Prisciliano.

¿Ocurrió la historia tal y como nos la han contado? ¿Es posible que, en el siglo VIII de nuestra era, un ejército musulmán cruzara el estrecho de Gibraltar, derrotara a las tropas visigodas y avanzara victorioso hasta el punto de llegar a someter a casi todo el territorio peninsular? ¿Un puñado de bereberes pudo someter a 20 millones de hispanos durante varios siglos? En contra de esta hipótesis tenemos el hecho de que los documentos de la época no contienen referencias a aquella terrible invasión que, de ser cierta, habría supuesto para los peninsulares todos los males imaginables. Las primeras noticias no aparecen hasta las crónicas latinas y musulmanas del siglo IX, a seis generaciones (ciento cincuenta años) de los hechos que se relatan, cuando el Islam estaba ya firmemente arraigado en la península.

Algunos investigadores, tras que los cristianos omitían consignar cualquier aspecto de lo que estaba sucediendo en su suelo, concluyen que el mito ha pervivido, contra toda lógica, porque a los católicos les ha interesado mantenerlo, porque encubría ante su propio pueblo lo que en realidad fue su fracaso social y religioso.

La guerra civil que estalló en la Península Ibérica a principios del siglo VIII, explicada como conflicto político y disfrazada más tarde como invasión de una potencia extranjera, tuvo su auténtico origen en unos hechos que se remontan a cuatro siglos antes, al enfrentamiento producido entre dos corrientes cristianas: los unitarios o arrianos, que negaban que el Hijo fuera igual al Padre -según esta premisa, Jesús no era Dios- y los trinitarios, adheridos al dogma predicado por san Pablo, que mantenían que hay tres personas distintas -Padre, Hijo y Espíritu santo- en un solo Dios verdadero.

Por tanto, para aproximarnos a una de las verdades de lo que sucedió realmente en el año 711, cuando un contingente de guerreros del norte de África, entre los que predominan los bereberes, cruzan el estrecho de Gibraltar, derrota a las tropas visigodas lideradas por Don Rodrigo y se establece en la Península Ibérica, tendremos que remontarnos al siglo IV.

Un poco de historia

En el año 325, el emperador Constantino acababa de convocar un concilio en Nicea para zanjar las disputas teológicas que estaban perjudicando al imperio. Fue una fecha crucial, porque el dogma de la Trinidad se impuso y se incluyó en la religión oficial, mientras que se reafirmaba la excomunión del obispo alejandrino Arrio, que murió en el año 336, el día anterior al fijado por el emperador para obligarle a reconciliarse con la Iglesia. Un siglo después, su mensaje obtuvo un eco imprevisible.

Las ideas que Arrio había predicado en Oriente fueron propagadas por Prisciliano en la Península Ibérica y en el sur de la Galia. Este controvertido personaje nació en el seno de una familia senatorial en el año 340 -se cree que en Galicia- y comenzó su predicación hacia el 370. Era un hombre culto, ascético, vegetariano y que no hacía distinción entre hombres y mujeres en cuestión de nombramientos relacionados con el culto, unos principios que retomarán siglos después los cátaros.

Los libros de Arrio fueron quemados y apenas quedan obras de Prisciliano. De los signos externos y sacramentos del arrianismo sólo se sabe, por referencias de sus enemigos, el empleo de alguna forma de tonsura y que el bautizo se realizaba mediante tres inmersiones, quizá en correspondencia con la trilogía "cuerpo, alma y espíritu" o "cuerpo físico, astral y mental". Prisciliano tuvo que soportar durante toda su vida pública el acoso teológico y personal de los obispos trinitarios, temerosos de su creciente influencia entre el clero y la población. El último acto de esta historia tuvo lugar en el año 385 en la ciudad de Tréveris, donde el emperador Máximo le hizo acudir para que se defendiera de la acusación de hechicería lanzada por sus adversarios. Hubo un juicio, viciado por intereses clericales e imperiales, y una condena: a Prisciliano le cortaron la cabeza. Fue el primer hereje que sufrió pena de muerte. Curiosamente, el propio emperador Máximo fue ejecutado tres años después por orden de Teodosio.

Unamuno sugiere que quien está enterrado en Compostela no es el Apóstol Santiago, sino Prisciliano, lo cual daría idea de la extensión e importancia que alcanzaron sus doctrinas. Lo cierto es que su ejecución afianzaría el arrianismo en el país. Por otra parte, hacia el año 460 tomó el poder en la península el monarca godo Eurico, quien se convirtió a la fe arriana y truncó así las ambiciones de los que no habían dudado en matar a Prisciliano con tal de acabar con sus ideas.

En el año 587, el rey godo Recaredo se alió con los trinitarios por conveniencias políticas y, en nombre propio y en el de todo su pueblo, abjuró del arrianismo que habían practicado los anteriores monarcas godos. Se prohibió el culto arriano y se iniciaron brutales persecuciones contra sus seguidores y también contra los judíos, quienes hasta entonces habían practicado su religión libremente. Los arrianos de la península y del sur de Francia se sublevaron y tuvieron que soportar durante el siglo siguiente robos, violaciones, asesinatos y reducción a la esclavitud, perpetrados por elementos de la oligarquía goda y el propio clero.

La tensión se rebajó cuando el rey godo Vitiza subió al trono en el año 702 y comenzó a deshacer los entuertos de sus antecesores: declaró una amnistía contra los perseguidos y les restituyó sus bienes; detuvo las medidas hostiles contra los judíos y convocó el XVIII concilio de Toledo, cuyas actas, sospechosamente, se han perdido. El grueso de los historiadores opina que fueron destruidas porque eran contrarias al Cristianismo ortodoxo romano. A la muerte de Vitiza, en torno al año 709, todo cambió. La nobleza y los obispos impidieron que su hijo Achila, que era menor de edad, ocupara el trono, y eligieron en su lugar al que la historia ha conocido como Don Rodrigo, un jefe militar afín a sus intereses. Estalló entonces una guerra civil entre los partidarios de éste, probablemente seguidores del Cristianismo establecido, y quienes apoyaban a los sucesores de Vitiza, más comprometidos con las creencias unitarias o arrianas, que veían en Don Rodrigo a un usurpador del trono visigodo.

Al mando de la Bética estaba Rechesindo, el antiguo tutor del hijo de Vitiza. Rodrigo lo mató en una escaramuza y entró en Sevilla sin oposición. Entonces, los partidarios de la estirpe de Vitiza, los debilitados unitarios, pidieron ayuda a su correligionario Tariq, gobernador de la provincia visigótica de Tingitana (la actual Tánger), en el norte de Marruecos, que había sido nombrado por Vitiza y con cuyo reinado mantenía estrechas relaciones comerciales. Tariq era, probablemente, de raza goda, como apunta la sílaba "ic" hijo en lengua germánica. Uno de sus jefes militares era Yulian, de origen romano, a quien la leyenda de la invasión convirtió en el traidor conde Don Julián. Tariq cruzó el estrecho con guerreros de diversas etnias, integrados en la causa unitaria, entre los que abundaban los bereberes. La presencia de estas tropas no provocó una especial reacción entre la población autóctona, ya que la petición de auxilio a fuerzas extranjeras era una práctica muy corriente en Hispania. Los judíos, que habían sido ferozmente perseguidos por los monarcas godos después de que éstos abandonaran la fe arriana, acogieron favorablemente a los recién llegados.

Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar. Y no existía entonces un imperio arábigo, sino tribus y pequeños caudillos frecuentemente enfrentados entre sí y carentes de gobierno, administración y ejército.

Según el historiador Ignacio Olagüe, "en las crónicas latinas y bereberes aparecen los godos como un grupo aparte que guerreaba contra un enemigo que no era español, ni cristiano, ni hereje, sino anónimo; es decir sarraceno". Lo que no podía decir, o lo ignoraba el cronista, era que los godos luchaban contra la masa del pueblo, contraria a la oligarquía dominante".

Suponiendo que la batalla de Guadalete no hubiera sido una ficción, el número de fuerzas que intervino tuvo que ser más modesto de lo que se ha contado, y bastante menor la trascendencia militar que se le atribuye.

Se dice que Rodrigo murió en la batalla, pero es más probable que fuera expulsado de Andalucía y buscara refugio en Lusitania, donde pudo haber fundado su propio reino, ya que existía en Viseu una sepultura con la inscripción "Aquí yace Roderico, rey de los godos", que todavía se conservaba en el siglo XVIII en la iglesia de San Miguel de Fetal, según señala el abate Antonio Calvalho da Costa en su Corografía portuguesa.

En el siglo IX, vemos que los musulmanes llevaban 140 años en la península, tenían desde hacía un siglo la capital del reino en Córdoba, la más importante y refinada ciudad de Occidente por entonces, con un millón de habitantes, y es evidente que no habían forzado la conversión masiva de indefensos cristianos, ni siquiera hacían proselitismo de su fe ni alardes de su culto. ¿Qué fe seguían entonces los andaluces? Lo más probable es que se tratara del arrianismo tradicional, en discreta evolución hacia el islamismo, que la mayoría de la población acabaría abrazando, igual que adoptó paulatinamente la lengua árabe en sustitución del latín. No hubo imposición, sino una lenta seducción. Y no se trataba de una fe extranjera. Asín Palacios y otros arabistas mantienen que el Islam tiene relación con el Arrianismo y el Judaísmo. Se comprende el respeto de los musulmanes hacia las "gentes del Libro", con las que comparten lo esencial: el sometimiento a un solo Dios con el que pueden comunicarse directamente y desde cualquier lugar.

Incluso los investigadores que respaldan la teoría de la invasión juzgan extraño que un puñado de árabes pudieran influir tan profunda e inmediatamente en 20 millones de hispanos. El historiador Olagüe sintetiza su perplejidad en tono irónico: "Tuvo entonces lugar una mutación formidable, como se produce en el teatro un cambio de decoración.

España, que era latina, se convierte en árabe; siendo cristiana, adopta el Islam. Como si hubiera repetido el Espíritu Santo el acto de Pentecostés, despiertan un buen día los españoles hablando la lengua del Hedjaz (árabe). Llevan otros trajes, gozan de otras costumbres, manejan otras armas. Los invasores eran 25.000. ¿Qué había sido de los españoles?"

Se ha querido transmitir la idea de que España era poco menos que un desierto artístico e intelectual hasta que la fecundó el Islam. Sin embargo, el historiador Bonilla san Martín apunta que "el movimiento priscilianista, los trabajos de los concilios de Toledo, las producciones de los escritores, atestiguan en la España de los siglos IV y V una cultura excepcional. La invasión goda, lejos de sofocar este progreso, lo acrecentó y estimuló notablemente". De hecho, los estudiosos mantienen que el arte arábigo fue una prolongación del ibero y del visigótico.

El árabe no empieza a generalizarse por escrito en España hasta la segunda mitad del siglo IX. Es entonces cuando florecen las ciencias, la filosofía y la poesía. La rica lengua árabe es el instrumento; el genio lo aportan aquellos que vivían ya en Al-Andalus y los que llegaron como invitados, tanto del mundo islámico como del cristiano, sin distinción de etnias. No obstante, innovaciones arquitectónicas como el arco de herradura no son una aportación arábiga; éste existía en Occidente y puede verse en varias construcciones de España y Francia anteriores al Islam. Tampoco parece obra suya la mezquita de Córdoba, ni nació mezquita. Ese templo, bosque de columnas, es incompatible con el culto musulmán y con el cristiano, ya que ambos exigen espacios diáfanos para seguir al oficiante.

En suma, demasiadas incógnitas a la hora de analizar un periodo que fue trascendental para la posterior evolución de la sociedad española y que la historiografía oficial ha catalogado, de forma excesivamente parcial y simplista, como un invasión y una reconquista, pero como decía Ortega y Gasset "Una reconquista de seis siglos no es una reconquista".

Lo más probable es que nunca existiera una invasión violenta sino una revolución interna de los pobladores de la Hispania que se dejaron seducir por la magia de lo nuevo y mejor.

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Comentarios

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  1. #1 ofion_serpiente 23 de ene. 2007

    1º) No va a negarse que desde siempre el éxito de la invasión musulmana de España (así creo recordar llamaban los godos a su reino) ha llamado la atención de los historiadores por su la rapidez en que un escaso número de guerros destruyó el reino de Toledo
    2º) Igualmente es cierto que
    a) Los visigodos fueron cristianizados en el más profundo y radical arrianismo unitario
    b) Los hispanorromanos eran devotos de la doctrina de Roma, Trinitaria desde Nicea
    c) Las razones que motivaron a Recaredo a la conversión fue, precisamente evitar las frecuentes insurrecciones de sus subditos hispanorromanos trinitarios. De hecho, la última gran insurrección fue la protagonizada por su hermano Hermenegildo desde la Betica (que debía ser profundamenta trinitaria).
    3º) La rápida derrota de los ejercitos de la monarquía toledana, entonces integrados también por hispanorromanos, puede responder a numerosas causa, sin que sea baladí el hecho de la profunda crisis de la estructura militar del reino de Toledo comoa creditan los desesperados esfuerzos de Wamba por llevar a cabo una reforma militar que permitiera recuperar la potencia militar perdida
    4º) Igualmente puede considerarse como concausa de la derrota el debilitamiento del Reino, dividido en luchas fraticidas entre dos dinastías
    Podríamos seguir enumerando causas que unidas, darían una explicación lógica a aquella extraordinaria celeridad en el cambio de poder

  2. #2 F. 23 de ene. 2007

    Por cierto Cadwaladr, pronto descubriremos que los visigodos jamás invadieron Hispania, por lo que Teodomiro no existió.

    Saludos

  3. #3 Ultraman 24 de ene. 2007

    Decir que no hubo invasión alguna me parece exagerado. Lo que hay que reconocer que la expansión de los Omeyas, considerando la logística de esa época, fue sorprendente. No basta con derrotar a un ejército para imponerse a una población, y el califato Omeya pareció hacerlo sin problemas desde Persia hasta los Pirineos. Creo haber leído alguna vez que eso lo hicieron en 50 años, corregidme si me equivoco. Desde los tiempos de Alejandro no se había hecho nada parecido, y su imperio no sobrevivió a la muerte de su fundador.

    Entonces, cómo lo hicieron? Me refiero a que si todo lo hubieran hecho por la fuerza, hubiera sido imposible mantener todo ese territorio. Roma, con el ejército más poderoso, disciplinado y organizado de su época, necesitó cientos de años para conquistar hispania.

    Yo creo que en el caso de la invasión del 711, al menos la leyenda menciona una "traición", así pues, si invadieron la península, una vez derrotado Rodrigo no encontraron excesiva oposición. Y por algún motivo, la religión musulmana tuvo éxito, al igual que la lengua árabe.

    Ahí entonces especulo que quizá el invasor musulman no era excesivamente cruel ni avaricioso con los invadidos, al ser unos guerreros en aquella época con una fe ferviente que les prohibía beber vino y desaprobaba el fornicio no se debieron dar casos de soldados borrachos en una ciudad ocupada dedicándose al saqueo y la violación. Quizá las condiciones del acuerdo entre el godo Teodomiro, gobernador de Orihuela, y 'Abdul 'Aziz, el hijo de Musa antes mencionadas eran también ventajosas respecto a sus anteriores señores visigodos. Quizá la población encontró ventajas evidentes en ser mandados por esos nuevos señores, menos impuestos, quizá. Especulo, no me crucifiquéis, simplemente intento encontrar una expliación lógica de cómo pudieron invadir tan rápidamente la península cuando su orografía y una resistencia enconada hubiera hecho imposible militarmente llevarla a cabo.

    Por cierto, si mal no me equivoco hay casos parecidos en la historia de pueblos que piden ayuda al extrangero cuando sus problemas, sean enemigos externos o internos, los desbordaban. Según parece, el principado de Novgorod se creó debido a que los pueblos eslavos pidieron ayuda a los vikingos (a los cuales llamaban "rus", pelirrojos o rubios, de ahí se cree que deriva "ruso") para que defendieran y gobernaran su territorio.

    En fin, me gusta el tema de este debate, especialmente si se hace de una forma sana y sin entrar en descalificaciones ni excesivos apasionamientos. Venga, un saludo.

  4. #4 berserker 24 de ene. 2007

    La historia de la España musulmana comienza en el año 711, a finales de abril en que Tariq Ibn Ziad, a la cabeza de un ejército de siete mil hombres en el que domina la etnia beréber de la que él forma parte (los árabes eran menos de 300), cruza el estrecho que llevará a partir de entonces su nombre, para desembarcar en la Península Ibérica. El contingente islamo-beréber hizo la travesía a bordo de la flota del conde Don Julián, el antiguo gobernador cristiano de Ceuta que se había puesto al servicio del gobernador musulmán de la Ifriqiyah, Musa lbn Nusair, con sede en Qairauan (hoy Tunicia).
    Por un lado, el conde Don Julián era un cristiano unitario, es decir un monoteísta puro, que adhería a las enseñanzas de los cristianos primitivos y de los llamados Padres y Doctores de la Iglesia, como Orígenes (185-254), Clemente de Alejandría (m. 215), Tertuliano (155-220) y Justino Mártir (100-165), y especialmente al obispo griego Arrio (256-336), nacido en Libia, todos ellos defensores de un acendrado monoteísmo que rechazaba la divinidad de Jesús. La doctrina de la Trinidad, recordemos, fue instaurada en la Iglesia Católica a partir del Primer Concilio de Nicea, en 325, y, produjo un gran cisma entre los cristianos de oriente, partidarios del monoteísmo, y los obispos occidentales liderados por Osio (257-358) que a través del llamado pacto constantiniano monopolizaron desde entonces la orientación y el poder de la Iglesia. El historiador español Ignacio Olagüe explica en su obra "La Revolución Islámica en Occidente", que a partir de entonces "la doctrina trinitaria fue impuesta a hierro y fuego" por todo el norte de Africa y la Península Ibérica. Eso también explica la relativa facilidad con que los musulmanes avanzaran por esas regiones, y la hospitalidad con que fueron recibidos, particularmente la de los beréberes. Luego de consolidar su dominio en la lfriqiyah (Tunicia) hacia el 670, en 701 alcanzaron el extremo occidental del Magrib y en 708 entraron en Tánger.
    Respecto a Musa Ibn Nusair, el historiador musulmán almohade Ibn al Kardabus, del siglo XII, nos dice que pertenecía a la escuela de pensamiento shi'i. Su padre había sido Nusair al Bakri, nacido en 640, a quien el fundador de la dinastía omeya, Mu'awyah Ibn Abu Sufián había conferido el mando de su guardia, pero él se negó a combatir contra el cuarto califa, 'Ali Ibn Abu Talib (600-661). Musa Ibn Nusair haría la alianza con el arriano conde Don Julián, señor de Tánger y Ceuta. Así, en 710 envió a su lugarteniente Tarif con 500 hombres a ocupar el saliente sur de la Península donde la ciudad de Tarifa lleva su nombre y a la cual impuso un pesado tributo, o sea "la tarifa", para castigar los excesos de la gobernación visigoda contra los cristianos arrianos de la región. Vale aquí puntualizar que la población mayoritaria de la Península adhería a los principios unitarios y al arrianismo. Por el contrario, la corte y el clero visigodo respondían a los dictados de Roma y al dogma trinitario.
    La oligarquía visigoda con sede en Toledo explotaba y oprimía hasta los más crueles extremos a sus súbditos arrianos. El profesor Olagüe en la obra ya citada, muy recomendable ciertamente, brinda pormenorizados detalles de este asunto.
    Volviendo a nuestro tema anterior del cruce de Taríq, éste al frente de sus hombres desembarcó en las cercanías del famoso peñón al que se dio su nombre: Yabal al Tariq, "Monte de Tariq", es decir, Gibraltárabe: El 19 de julio de ese mismo año, por las orillas del río Guadalete, logra una victoria decisiva sobre el rey visigodo Don Rodrigo. Un mes más tarde, su lugarteniente Mughit ar Rumi cerca la ciudad de Córdoba. Dice Haim Zafrani en su obra "Los judíos del Occidente Musulmán": "Durante el asedio, los judíos se encierran en sus hogares esperando impacientemente el desenlace. Contrariamente a lo que sienten por los godos y su clero, no temen en absoluto la llegada de los musulmanes en los que tienen puestas todas sus esperanzas, pues no olvidan que los reyes visigodos los han oprimido despiadadamente. Sirviéndose de estratagemas, los judíos -según narran los historiadores musulmanes y cristianos- contribuyeron a facilitar la entrada del ejército islámico a la ciudad, celebrando su victoria. Mughit los tomó a su servicio, confiándoles la guardia de la ciudad. Lo mismo ocurrió en Toledo, y en Sevilla, donde Musa Ibn Nusair dejó una guarnición judía para mantener el orden".
    A partir de entonces, España entra en el seno de Dar al Islam, (la Casa del Islam), y los cristianos arrianos y judíos se integran en el estado musulmán que se va forjando. Así, los judíos españoles, al convertirse en miembros de un dominio que se extiende desde el Atlántico hasta la China, se reencuentran con sus hermanos de las demás comunidades judías de Oriente y de Africa del Norte, reanudando sus lazos socio-culturales y económicos. Por otra parte, los cristianos unitarios españoles consolidan y reafirman su identidad monoteísta junto con sus hermanos en la fe, musulmanes y judíos. Esta explicación de los orígenes de la España musulmana, tal vez un tanto extensa, la creo necesaria para contrarrestar la historia oficial que sin fuentes ni argumentos serios afirma que España fue conquistada a sangre y fuego por los musulmanes.

  5. #5 Lykonius 24 de ene. 2007

    "Esta explicación de los orígenes de la España musulmana, tal vez un tanto extensa, la creo necesaria para contrarrestar la historia oficial que sin fuentes ni argumentos serios afirma que España fue conquistada a sangre y fuego por los musulmanes."

    Esto es el hit, con esto he estado 4 minutos con la risa tonta y hasta he llorado en imaginarme que los árabes de refinados que eran no mataban a los visigodos con espadas sino que los dormian con nanas, o que las razzias no eran incursiones para el saqueo y el secuestro para la venda de esclavos y harenes, sino simples visitas turísiticas en plan hooligan... realmente el tema tiene mucho jugo. ;)

  6. #6 González 24 de ene. 2007

    Hola amigos.
    Espero que seáis tan amables de aclararme algunas cuestiones.
    ¿Cual era el método de sucesión monárquica de los visigodos?
    ¿Se realizo en realidad una reconquista, o al no existir ninguno de los reinos actuales se podría hablar de una conquista?

  7. #7 Cadwaladr 24 de ene. 2007

    Me he tomado la libertad de traducir gran parte de un -creo- excelente artículo que ilustra razonablemente la invasión y conquista del Reino Visigodo incluso allende los Pirineos.

    Si esto tampoco hace doblegar a la teoría tan manida de la pacífica sumisión a la Iluminación, me plantearé seriamente aceptar pulpo como animal de compañía.

    The Battle of Tours-Poitiers Revisited
    By William E. Watson
    from: Providence: Studies in Western Civilization v.2 n.1 (1993)




    " En virtud de los lazos Romanos y visigodos que unieron Iberia y la región de Languedoc, las tierras al norte de Pirineos potencialmente podrían ser amenazadas por problemas afrontados por los visigodos de Iberia. Justamente, este fué el caso en 711 cuando el ejército Visigodo fue derrotado por un ejército norteafricano Musulmán compuesto de árabes y beréberes mandados por el general Omeya (y el esclavo manumitido) Tariq Ibn Ziyad. Aunque la exactitud de muchos de los detalles de la invasión Musulmana de Iberia, registrado por historiadores posteriores árabes, haya sido cuestionada por muchos eruditos, sabemos que la espina dorsal del ejército Visigodo fue derrotada en una batalla ominosa cerca del Río Barbate, y que el rey Visigodo, Rodrigo (710-11), fue muerto en la acción.

    La ola inicial de invasión en los meses de primavera y de verano de 711 fue seguida de una fuerza más grande mandada por el antiguo amo de Tariq, el emir Omeya Musa Ibn Nusayr. Con la derrota del ejército regular Visigodo y la muerte del monarca, muchos visigodos perdieron su resolución de resistir ante las fuerzas musulmanas de invasión. Aquellos centros urbanos que realmente se opusieron a la ocupación musulmana, fueron sistemáticamente destruidos con la ayuda de cierta nobleza visigoda descontenta y las comunidades locales judías que habían sufrido notables restricciones económicas y sociales impuestas por los reyes visigodos.

    La autoridad del Califato Omeya de Damasco fue firmemente establecida en la península por el ejército de Musa, y fue acompañada por el establecimiento de muchos beréberes y una pequeña elite árabe militar/religiosa que importó formas árabes/Islámicas culturales en Iberia. La península ibérica fue reorganizada como la provincia de Al--Andalus y era, en este temprano período de establecimiento Musulmán, un puesto avanzado distante, bastante insignificante del Califato Omeya, un Imperio árabe que se extendía desde Irán al Atlántico, y cuya capital era la activa ciudad siria de Damasco. El nombre "Al--Andalus" generalmente, como se cree, procede de los Vándalos, la primitiva y efímera tribu Germánica que se quedó durante un tiempo en Iberia del sur antes de continuar sus vagabundeos que, en última instancia, les llevaron a la costa norteafricana.

    Algunos de los visigodos que rechazaron rendirse a los Musulmanes escaparon a la región montañosa de Asturias en la sección de noroeste de la península, de esta región procede la temprana y más fuerte resistencia a los Musulmanes, como los éxitos de Pelayo (ca. 717-18) y del Rey Alfonso I (ca. 739-57). Otros nobles visigodos establecieron tratados por separado con los Musulmanes. Tal es el caso del Príncipe Teodomiro de Murcia, cuyo tratado con los Musulmanes en 713 le permitió conservar su principado como una entidad cristiana bajo la soberanía Islámica. Posteriormente, los autores árabes se refirieron invariablemente a Murcia como "Tudmir" (una transcripción árabe del nombre del príncipe), por deferencia a Teodomiro. Aparte de Asturias, que nunca fue tomado por los Musulmanes, la única otra región del reino Visigodo no conquistada, en el momento del regreso de Musa a Damasco en 714, era la provincia de Septimania.

    Dentro de Septimania, los partidarios del antiguo rey Visigodo, Witiza (700-10), habían dominado desde el reinado de Rodrigo, puesto que ellos reconocieron la legitimidad del hijo de Witiza, Akhila, frente a Rodrigo. Aunque algunos partidarios de la Casa de Witiza aceptaron la soberanía Islámica sobre Septimania en el 714 (incluyendo a los tres hijos de Witiza, que obtuvieron garantías y provisiones similares a las de Teodomiro), muchos de los visigodos de Septimania se rebelaron contra los Omeyas e hicieron a Ardo su rey.

    Fué probablemente en respuesta a esta acción que las primeras expediciones transpirenaicas fueron lanzadas por los Musulmanes en 717 y 719. Después de que Musa fue a Damasco en 714, su hijo Abd Al--Aziz principalmente estuvo ocupado en promover la consolidación de Al--Andalus hasta su asesinato en 716. Él estuvo demasiado preocupado con los problemas Andalusíes como para estar preocupado con Ardo. En el 717, sin embargo, el sucesor de Musa como emir, ath-Thaqafi Al--Hurr, conduce un pequeño ejercito que asalta Septimania, el objetivo era simplemente para reconocer la región. La siguiente expedición Musulmana en Septimania fue disuadida durante dos años porque la tensión étnica entre árabes y beréberes en Al--Andalus mantuvo a las autoridades Omeyas ocupadas por las dificultades internas.


    Sin embargo, el reinado de Ardo y la independencia de los visigodos de la Septimania , acabó el 719-720 cuando el emir -Samh Ibn Malik Al--Khawlani capturó la ciudad de Narbona para el Califato Omeya. La ciudad posteriormente fue transformada en una ciudad Islámica y fue traída a la órbita política del Califato Omeya y la órbita cultural de los Musulmanes Andalusies que se establecieron allí. Aunque -Samh murió ante de los muros de Tolosa en el 721, las guarniciones Visigodas que ocupaban las fortalezas del Languedoc en Carcassonna y Nimes fueron sometidas en el 724 por Anbasah Ibn Suhaym amir Al--Kalbi. Las conquistas, en definitiva, terminaron con el reino Visigodo y dieron varias bases a los Musulmanes para la futura expansión hacia el norte. De hecho, al año siguiente de la caída de Carcassonna y Nimes, Anbasah estuvo ocupado en atrevidas incursiones al norte del valle de Ródano tan lejanas como Autun.

    Aunque Anbasah murió pronto, en 725, seis emires lo siguieron uno tras otro. Algunos Musulmanes de Iberia del norte se separaron de la provincia Omeya de Al--Andalus durante un período de cinco años (725-30) en el cual el mando Andalusi principalmente estuvo ocupado con una lucha de poder interna. Los Musulmanes de Languedoc probablemente también fueron afectados por la confusión en Al--Andalus, aunque no sea evidente que ellos desearan romper con la provincia Omeya. Sin embargo,un líder beréber llamado Munusa procedente de Llivia en Cerdeña, realmente deseó afirmar su independencia de Al--Andalus. Con esta finalidad, contrajo una alianza en el 729 con el Príncipe Eudo de Aquitania para reforzar su posición. Michel Rouche sugiere que el tratado entre Munusa y Eudo debió ser similar a los tratados de capitulación firmados por líderes Cristianos visigodos durante la invasión Musulmana del reino Visigodo.

    Eudo antes había firmado una alianza con los Francos Merovingios, y algunos cronistas Francos señalaron que la alianza de Eudo con Munusa fue vista por el Mayordomo Merovingio Carlos como una tentativa de abolir el tratado Franco-Aquitano (aunque esto no sea seguro). No obstante, tanto Munusa como Eudo pronto pagaron por su alianza. El ejército Franco invadió Aquitania en dos ocasiones separadas durante el 731, capturando mucho botín y humillando decisivamente a Eudo.

    La principal fuente latina de esta alianza, la Crónica Mozarabe de 754, atestigua que dieron la hija de Eudo en matrimonio a Munusa para solidificar la alianza. Según cuenta, el emir de Al--Andalus pronto invadió la región sostenida por Munusa, haciendo al beréber rebelde suicidarse (y la hija desafortunada de Eudo fue enviada con el jefe decapitado Munusa a Damasco). Algo de esto es corroborado por Al--Maqqari, quien escribe que " Al--a Haytham Ibn Ubayid Al--Kinani atacó la tierra de Munusa y la conquistó ... él [Al--Haytham] murió en el año 113 [730]. " A pesar de su éxito contra Munusa, la posesión de Al--Haytham como emir de Al--Andalus era efímera, y él fue incapaz de suprimir con decisión el deseo de la independencia de parte de Musulmanes del norte Andalusi. La zona fronteriza entre Al--Andalus y el Principado de Aquitania dejó un problema para el mando Omeya durante décadas después de la derrota de Munusa.

    La lucha por el poder en Al--Andalus fue resuelta en 730 cuando Abd ar-Rahman determinó arreglar la incierta situación política a lo largo de su frontera del norte y, rápidamente preparó una expedición dirigida a Aquitania, para asegurarse que el príncipe Aquitano nunca más sería capaz de tentar a los Musulmanes del norte Andulusi a deshacerse del control Omeya. Más que ser simplemente una incursión para el pillaje en el dar Al--Harb, o una tentativa de conquistar el mundo entero cristiano, la expedición del norte de Abd ar-Rahman fue diseñada para eliminar la amenaza estratégica que Eudo de Aquitania supuso para los Musulmanes Andalusies."


    Saludos.

  8. #8 ofion_serpiente 24 de ene. 2007

    González preguntó ¿Cual era el método de sucesión monárquica de los visigodos?
    González; el asesinato.

  9. #9 Cadwaladr 24 de ene. 2007

    Tan sólo un inciso para exponer lo siguiente:

    Considero probada y no rebatida la conquista del Reino Visigodo por los musulmanes a partir del 711.

    Considero que, de "pacífica", nada de nada: Se han expuesto casos concretos de control islámico y sumisión de los centros de poder visigodos. Vease el pacto de Tuzmir de 713. Se han constatado luchas internas entre árabes y bereberes, asesinatos de sus propios dirigentes, como el de Abd Al-Azis en el 716, intentos de secesión del poder de los Omeyas como el protagonizado por el bereber Munusa y el príncipe Eudo de Aquitania que justificó la intervención de los francos...

    Así mísmo, SI existen fuentes contemporáneas a los hechos o basadas en textos que sí lo eran.
    De este modo, la Crónica mozárabe de 754, lejos de ser un "reparto de tierras y propiedades equiparable a la desamortización de 1834", como se ha dicho, atestigua el episodio del levantamiento de Mususa y Eudo, quien dió al primero a su hija en matrimonio para fortalecer su alianza. Al igual que la Crónica Mozárabe de 754, otras del siglo IX, como por ejemplo los Annales de Aniane o la Crónica de Moissac, destacan la destrucción por parte de los ejercitos musulmanes de la ciudad de Burdeos con una frase lapidaria: "sólo Dios sabe cuántos murieron o (simplemente) desaparecieron". Otra crónica, la de Fredegar, destaca además que fueron quemadas las iglesis de Burdeos y abandonada por sus habitantes.

    Vamos a ver qué son dogmas, qué son opiniones interesadas y qué es historia y/o literatura.

    Saludos.

  10. #10 Cadwaladr 24 de ene. 2007

    Más sobre el tema:

    http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=198479

    DISPARATES SOBRE EL ISLAM
    Las tesis que niegan que en el año 711 hubo una invasión musulmana de España no se sostienen
    enviar imprimir valorar añade a tu blog 17/08/2005 DOLORES Bramon


    Se acaba de reeditar un libro nefasto y erróneo ya en su primera edición. Figura como libro de historia y en realidad es de ciencia-ficción. Se trata de una obra de Ignacio Olagüe publicada por primera vez en París en 1964 y que, bajo el título de Les arabes n´ont jamais envahi l´Espagne (Los árabes nunca invadieron España) , sostiene que no hubo invasión de musulmanes en Hispania en el año 711. Según su autor (1903-1974), el islam andalusí nació como consecuencia de una evolución espontánea del cristianismo hispánico que desembocó en una guerra civil entre unitarios y trinitarios, cuya documentación habría sido destruida por la intelligentsia del Vaticano.

    La Fundación Juan March, que había patrocinado la obra, entendió perfectamente su mensaje y al encargarse de su traducción al castellano le cambió el título, de forma que esta falacia llegó a los lectores españoles como La revolución islámica en Occidente (Madrid, 1974).

    Con pretensiones de historiador, Olagüe llena más de 500 páginas, la mayoría de las cuales son tan discutibles como las que tratan de un imposible paso por el Estrecho por parte de los 7.000 bereberes de Tariq y de los 18.000 árabes comandados por Musa. "¿Cómo lo lograron --se pregunta-- sin contar con una flota? Se dice que el conde Julián les proporcionó cuatro lanchas. A lo sumo --escribe-- cabrían 50 hombres en cada una. La travesía duraría un día; dos con el regreso. Eso supone 35 viajes en la primera oleada con un total de 70 días, sin contar los de mala mar, numerosos en Gibraltar. Los visigodos les impedirían pasar. Pero pasaron y se quedaron".

    Rechazada la intervención foránea de árabes y bereberes en la introducción del islam en Hispania, Olagüe se esfuerza, incluso con pretendida erudición, en hacer creer que se produjo entre los visigodos una revolución ideológica y religiosa similar a la que tuvo lugar en Oriente con la predicación de Mahoma. Se estableció, así, en la Península, un "estado de opinión premusulmán". El resto, la rápida aceptación del nuevo credo, es obra pacífica de mercaderes. De este modo, presenta la expansión del islam medieval como resultado de la propagación de ideas-fuerza, según terminología del autor, y no por la acción de campañas militares.


    ES OBVIO QUE ningún historiador debería hablar de este libro. El profesor Guichard ya le respondió oportunamente en la prestigiosa revista Annales E.S.C. con un excelente artículo que fue traducido al castellano con el título de Los árabes sí que invadieron España. Las estructuras sociales de la España Musulmana . Demuestra, con razón, que estructuras sociales importadas de Oriente y del norte de Africa se implantaron fuertemente en Al Andalus a partir del siglo VIII. Otro argumento de peso es el de las numerosas palabras de origen árabe que tenemos y que sólo pueden derivar del contacto directo con arabófonos, algo imposible si se aceptara que la única invasión masiva fue la de los almorávides (siglo XI), que eran de habla bereber.

    Todavía es útil hablar de este disparate seudohistórico porque las tesis de Olagüe siguen teniendo éxito entre bastantes españoles convertidos al islam. La obra ya lleva cuatro años colgada en internet (www.webislam.com) con una introducción también desaforada del converso Umar Ribelles. Mi experiencia docente con alumnos interesados en el islam, musulmanes o no, me recuerda año tras año que la lectura de este libro no debe hacerse sin preparación historiográfica. Contiene demasiados disparates y se corre el riesgo de creer que el estricto monoteísmo que nació en Arabia mediante la predicación de un profeta aquí surgió por obra y gracia de las luces hispánicas.

    Al margen de esta reedición, circula también otro importante disparate. Con el título de Un acontecimiento arqueológico de gran magnitud , la agrupación Yama´a Islámica de Al Andalus ha colgado (www.islamyal-andalus.org) un escrito firmado por Alí Manzano en el que quiere demostrarse que el islam llegó a la Península Ibérica ya en tiempos de Mahoma. La argumentación cita obviamente a Olagüe y el acontecimiento es el hallazgo en X tiva de una lápida con versículos del Corán y otras inscripciones en árabe datada en el año 48 del calendario islámico y que corresponde al 648 del cómputo gregoriano.

    Todos sabemos que al hablar de la fecha en que sucedió algún hecho del siglo pasado no mencionamos el inicio, el mil novecientos, y que con la cifra de la decena y la unidad nos basta. Con la documentación escrita a menudo sucede lo mismo y a la fecha en cuestión le falta la centena, que es un 4. Corresponde, por tanto, a nuestro año 1036.


    ESTAS interpretaciones resultan peligrosas porque desde algunos sectores islámicos presentes hoy en España se está proponiendo una visión que tiende a considerar que hay --y que ha habido-- musulmanes de primera y de segunda categoría. Los mejores serían, naturalmente, los que habrían llegado ellos solos a la idea del monoteísmo sin la necesidad de ninguna predicación. Después habría el resto --los mal denominados moros --, que habrían necesitado la presencia y la intervención de un Enviado.

    Todo esto no es nada bueno, dadas las circunstancias en que hoy vive el islam en España. Uno de los principales problemas es, precisamente, la dificultad de llegar a una verdadera cohesión y representatividad entre las distintas realidades sociales, económicas y culturales de los hombres y las mujeres que hoy conforman la comunidad de musulmanes.

    *Profesora de Estudios Islámicos

  11. #11 Cadwaladr 24 de ene. 2007

    Veo que se han centrado muchas de las intervenciones en la rápida caida del Reino Visigodo. Tal vez éste artículo ayude a comprenderlo.


    http://www.historialago.com/leg_visig_0215.htm

    LOS visigodos
    por José M. Rodriguez y José I. Lago

    .- El fin del reino visigodo.

    ¿Cómo es posible que el reino visigodo cayera ante un solo golpe? ¿Cómo es posible que una sola derrota acabara con un reino?

    No hay una respuesta fácil, ni única, a estas dos preguntas.

    A lo largo de estas páginas se ha mencionado varias veces el “morbus gothorum”, el regicidio, la enfermedad que impedía dar estabilidad al reino godo y que perpetuaba los males de la monarquía hereditaria. Éste es el primer peldaño de la escalera que acaba en la destrucción del reino.

    El segundo peldaño es la debilidad militar creciente del reino visigodo. Tan clara la vio Wamba que promulgó una ley militar, aunque sus sucesores se preocuparon de ablandarla, con las consecuencias que es fácil imaginar.

    El tercer peldaño es la disgregación del reino godo que llega a puntos de casi desintegración. He hablado de la rebelión de Paulo en tiempos de Wamba. Una secesión hubiera sido impensable en tiempos anteriores a Khindasvinto, pero la purga de nobles que éste hace elimina a mucha de la antigua nobleza del reino; los nuevos nobles (entre los que se encontraban extranjeros griegos, como Ardabasto) ya no ven al reino como un patrimonio del pueblo sino como un patrimonio personal. Este proceso de disgregación se agrava en tiempos de Égica, que tiene que hacer jurar fidelidad a los funcionarios del reino para que la administración funcione al servicio del reino, y no al servicio de las banderías de los nobles.

    El cuarto peldaño es la división entre visigodos e hispanorromanos. Aunque con los años las divisiones se hacen más borrosas, hasta casi desaparecer, siempre hubo una latente enemistad política entre los herederos de los bárbaros y los herederos de la Hispania romana. Pero si todo fuera tan sencillo como un pelea entre visigodos y “romanos”, las cosas serían fáciles.

    Sin embargo, la cuestión se agravaba por la división de la nobleza militar y palatina goda en varias facciones. Básicamente dos, los que yo he llamado los “nacionalistas” y los “hispanogodos”. Esto es especialmente grave en el último tramo del reino godo. Éste es el quinto escalón, que nos lleva de vuelta a los orígenes del problema: el “morbus gothorum”, el regicidio para acabar con un rey que no es de mi bando y poner a uno que sí lo sea.

    Y en la etapa a la que hemos llegado todos estos factores se combinan.

    La familia de Witiza se dedica tramar una conspiración contra Rodrigo. Dado que dentro del reino su fuerza es limitada, y dado que ni bizantinos ni francos pueden ser de gran ayuda, recurren a otro elemento externo: los musulmanes.

    Al-Walid, hijo de Abdul-Malik, califa de los musulmanes, creó la provincia de Ifriquiya, a cuyo frente puso a Musa ibn Nusair, nuestro Muza, en 704. Muza organiza varias campañas para acabar la conquista del Magreb y de Mauritania. La primera se pone en marcha en 705. Para 707 Muza ha completado la conquista de sus objetivos, con ayuda de tribus bereberes islamizadas que han hecho de vanguardia de choque contra sus parientes bereberes cristianos. Manda esta vanguardia Tarik ibn Ziyad. Entonces Muza se vuelve al Sur, a Mauritania, y tras unos primeros éxitos, al Norte, a Tánger y Ceuta. La primera de estas ciudades es conquistada sin problemas (y allí establece Tarik su cuartel general), pero la segunda, bien fortificada y construida en un istmo, es hueso duro de roer.

    Los musulmanes organizan una razzia contra la Península en el Verano de 710. La maniobra les sale bien y consiguen botín sin casi combate. Quizá en este momento se echaron de menos las defensas que Sisenando y Sisebuto había demolido décadas antes. Mientras, el comes Iulianis, o su delegado en Ceuta, sigue resistiendo [1].

    Pero llega la muerte de Witiza y el comes Iulianis actúa como intermediario entre los witizanos y los musulmanes para sellar una alianza que permita a los primeros recuperar sus bienes y a los segundos hacerse con botín. Es interesante hacer notar que según las crónicas los witizanos no reclaman a los musulmanes apoyo para ocupar el trono de Toledo, sino para recuperar los “fundos reales”, bienes inmuebles asociados a la corona que no les pertenecían desde la muerte de Witiza. Y de ahí se sigue que estos visigodos, ni sus fieles, levantaran un dedo para echar a los musulmanes de Hispania, una vez recuperados esos bienes.

    Como he dicho: división, banderías de nobles, debilidad militar, y una percepción del reino como posesión personal, adobado todo con la traición. Así cayó el reino visigodo.

    Y así, a finales de la Primavera de 711, bien abastecido e informado por el comes Iulianis, Tarik desembarca en “al-jazirat al-Andalus”, la Isla de los Vándalos, pues así es como llamaban los bereberes a Hispania, tan fresco estaba el recuerdo de aquellos vándalos que desde Hispania se les echaron encima. Su ejército no es muy numeroso, pero está compuesto por gente fanatizada y dispuesta a pelear. Además, conoce bien el terreno gracias a los informes de los witizanos, y cuentan con ellos como aliados.

    Rodrigo debía ignorar completamente que los musulmanes estaban en tratos con los witizanos. De ser así, hubiera tomado medidas para alejarlos o detenerlos. Pero la historia dice que entre los nobles que se le reunieron en Córdoba estaban varios hijos de Égica (entre ellos Oppas u Obbas, el famoso “obispo don Opas” de la leyenda, y Sisberto) y de Witiza. Otro factor que abona esta impresión es que en ningún momento sospecha del comes Iulianis, del que lo último que debía saber era que seguía defendiendo Ceuta y que no tenía nada que ver en la incursión de 710 (ocurrida más o menos mientras Witiza aún estaba vivo).

    Rodrigo inicia el contacto con los musulmanes en una serie de escaramuzas. Se trata de un soldado experimentado y trata de conocer a su enemigo, y su fuerza, mientras va acumulando las suyas. Tanto le preocupan estos choques a Tarik que le pide refuerzos a Muza, el cual se los envía.

    Después de varios tanteos, la batalla decisiva tiene lugar el 19 o el 20 de Julio de 711, a orillas del río Guadalete, cerca de Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz.

    Los witizanos abandonan el campo de batalla, dejando a Rodrigo sólo frente a los musulmanes. Durante la batalla el rey muere, y sus fieles se desbandan. La victoria musulmana es total.

    Tarik de inmediato explota su victoria presionando hacia el Norte para ocupar los pasos del Guadalquivir. Derrotan en Écija a los supervivientes del ejército de Rodrigo, que se desbanda completamente. En este punto, Tariq, aconsejado por el comes Iulianis, toma una decisión de gran importancia. Destaca una pequeña fuerza para bloquear Córdoba (donde se encontraba el cuartel general de Rodrigo y algunos de sus fieles), y él, con el grueso de las tropas, marcha por Jaén hacia Despeñaperros para luego seguir hacia Toledo. En esta ciudad los conspiradores se habían hecho con el poder, obligando a los partidarios de Rodrigo a marchar a Mérida.

    Tarik llega a Toledo, se hace con el control de la capital, que sus hombres saquearon a fondo, y desde allí se hace dueño del terreno que lo circunda: Caesaróbriga (Talavera de la Reina, en el camino a Mérida), Complutum (Alcalá de Heranes), Recópolis... Con ello Tarik domina el corazón del reino visigodo y tiene abiertos los caminos para nuevas expediciones. Desde Toledo le escribe a Muza comunicando su victoria, pidiendo más tropas, e informando de que apenas encuentra resistencia.

    Porque apenas la hubo. Muerto Rodrigo, y con la familia de Witiza dedicada al saqueo del reino, no hubo rey electo que sucediera a Rodrigo ni ningún noble que organizase la defensa. Muchos nobles visigodos, después de la toma de Toledo, huyeron al Norte, a los Campos Góticos en los que tenían sus lares. La nobleza hispana carecía de poder militar, especialmente los eclesiásticos. En algunas partes, como en Córdoba o Mérida, los fieles de Rodrigo organizaron a la población local para la defensa. Pero carecían de coordinación entre ellos y a la larga su esfuerzo era en vano.

    Como he dicho: desunión y traición, y tras la derrota, confusión.

    Sólo en la Tarraconense se tomaron algunas medidas organizadas. Un tal Ákhila se proclamó rey y se hizo con el control de la parte oriental de la provincia, y con Septimania [2]. Pero Ákhila carecía de fuerzas militares suficientes. El grueso del ejército visigodo había desaparecido con Rodrigo.

    Tarik invernó en Toledo. En la Primavera de 712 organiza un ataque contra los Campos Góticos con el fin de destruir cualquier intento de los godos de lanzar desde allí un ataque. Los nobles visigodos (los que quedan) vuelven a huir, esta vez llegando hasta Gallaecia y Cantabria [3].

    En el Verano de 712 le llegaron los refuerzos pedidos por Tariq, encabezados por Muza en persona. Muza conquista Sevilla tras asediarla, y luego se dirige hacia Mérida. Sin embargo, Mérida resistiría hasta el Verano de 713.

    Simultáneamente, los hijos de Muza se encargan de conquistar la parte oriental de la Bética, y luego se dirigen a la Cartaginense. Allí, el dux Teodomiro les cierra el paso durante unos meses, pero al final tiene que capitular en Abril de 713 [4]. Como consecuencia de esta capitulación, se establece una región cristiana autónoma bajo la obediencia de Muza, con capital en Orihuela.

    Firmado este pacto, uno de los hijos de Muza se establece en Sevilla, desde donde lanza varios ataques contra la provincia Lusitania a fin de someterla.

    Al fin, Muza y Tarik se encuentran a medio camino entre Mérida y Toledo, en Almaraz (“al-maraj”, que significa “el encuentro”). Los dos discuten. El jefe, celoso por el éxito de su subordinado, y el subordinado, que prefiere tener al jefe lo más lejos posible.

    El Invierno del 713-14 lo pasan juntos en Toledo.

    Al comenzar el buen tiempo avanzaron por Alcalá y Sigüenza hasta llegar a Zaragoza, ciudad que asediaron y conquistaron. Muza se queda allí, pero Tarik sigue y conquista Lérida, Barcelona y Tarragona.

    En este momento debió producirse la muerte o derrocamiento de Ákhila, al cual sucede un tal Ardo, cuyo reino se reducía ya solo a Septimania.

    Llegados a este punto, Muza y Tarik son requeridos para dar cuenta de la conquista al califa. Antes de partir, como medida de precaución, Muza asienta a varios grupos de bereberes en el vale del Ebro con la intención de que le sirvan de “limitanei”. Luego, remontando el río, antes de llegar a la tierra de los vascones, pacta una tregua con un conde llamado Casio. Sus hijos se convertirán al Islam y serán llamados los “banu-Qasi”, los hijos de Casio, los dueños y señores del alto valle del Ebro hasta la tierra de los vascones.

    Del valle del Ebro salta a la Meseta, y por la antigua calzada romana que desde Burdeos iba hasta Astorga (y que era la espina dorsal de la frontera Norte de los visigodos), vuelve a someter los Campos Góticos, entrando en Galicia, donde llega hasta Lugo. No hay resistencia. Después de dejar varias guarniciones en Lugo, Orense y Astorga, marcha a Sevilla, donde se le une Tarik para ir a ver al califa. Era Septiembre de 714. Antes de marchar nombra a su hijo Abdul-Aziz gobernador de “Spania”, con sede en Sevilla.

    Ni Tarik ni Muza volvieron a Hispania. Las envidias, el reparto del botín, los odios personales... les enemistaron con el califa.

    Abdul-Aziz murió asesinado en 716, pero antes de morir trató de consolidar el dominio musulmán de varias formas. Dio tierras a grupos de sus seguidores para que actuaran de “limitanei”. Así, crea una especia de provincia de frontera con los yemeníes en El Bierzo. Entre Mérida y Toledo (las antiguas tierras de los carpetanos) asentó a otros yemeníes. Hubo bereberes en Galicia y en el valle del Ebro. Sirios y árabes se asientan en la Bética y en el Levante. Donde no puede llegar con sus hombres, pacta con los gobernantes locales, que le pagarán tributo a cambio de dejarlos en paz. En algunos puntos, como en Córdoba, Elvira (Granada) o Toledo pacta con los judíos, que se hacen con el control de las ciudades. Finalmente, se apoya en los hispanogodos, especialmente en sus aliados los hermanos e hijos de Witiza (que se asientan entre Sevilla y Córdoba, donde todavía vivía alguno de ellos cuando se redacta la crónica mozárabe de 754). Él mismo se casa con una mujer goda.

    Tras la muerte de Abdul-Aziz llegó a Sevilla como nuevo gobernador Al-Hurr. Al-Hurr fue destituido en 717 acusado de corrupción, y para sustituirle llegó as-Samh ibn Malik al-Khawlami. As-Samh organizó en 720 una expedición contra Septimania. Conquistó Gerona casi sin lucha, para, cruzando los Pirineos, atacar luego Narbona, a la que conquistó tras seria lucha y asedio. Posiblemente en esta lucha muere Ardo, con lo que acaba la resistencia de los visigodos. As-Samh penetra luego en tierras francas, y allí, cerca de Tolosa, son derrotados los musulmanes por primera vez el 10 de Junio de 721. La victoria corresponde a Eudo, dux franco (aunque independiente) de Tolosa. As-Samh murió en la batalla, y sus subordinados no siguieron presionando a los francos.

    El siguiente gobernador de “Spania” fue Anbasa ibn Suhaym al-Kalbi. Anbasa primero envió una expedición de castigo contra Gallaecia, donde unos pocos rebeldes atacaron las guarniciones musulmanas en 720-721. Las tropas de Anbasa aseguran el dominio de toda la región, pero dejan escapar camino de los montes astures a un pequeño grupo de rebeldes godos entre los que se encuentra un tal Pelayo o Pelagio.

    En 722 estos rebeldes eran ya más que una molestia, y Anbasa, desde Septimania, ordena a uno de sus subordinados, Munuza, jefe de los “limitanei” bereberes del Bierzo, que acabe con él. Cerca de la peña de Covadonga, el 22 de Julio de 722 un ejército musulmán es derrotado por primera vez por fuerzas hispanas. Pelayo es elegido rey por sus compañeros de aventuras, y comienza la Reconquista [5].

    Pese a esta derrota Anbasa organiza una nueva campaña en Septimania. En 725 asedia y toma Carcasona, y ese mismo año se le rinde Nimes, la última ciudad visigoda de Septimania.

    En este punto podríamos cerrar este capítulo. Anbasa ha logrado completar la conquista y control de todos los territorios antaño pertenecientes al reino visigodo. Con ello se puede decir del reino godo lo que dije de Roma: Sic transit.

    Sin embargo, voy a seguir un poquito más.

    Tras su victoria en Septimania Anbasa entre en la Galia, tomando y saqueando Autun ese mismo año 725. Siguiendo la ruta de menor resistencia, gira a su derecha para entrar en el antiguo reino burgundio (en el que no había fuerzas militares dignas de mención) y luego sigue hacia el Norte, ya en tierras francas. En Sens, a la orilla del río Sena, muere en combate Anbasa el 10 de Enero de 726.

    Tras Anbasa llegaron varios gobernadores. Uno de ellos, Abd-al-Rahman al-Gafiqui, retoma el ataque contra la Galia, ahora sí teñido de “yihad”, y es derrotado y muerto por las tropas francas de Carlos Martel en Poitiers, el año 732. Entre esa fecha y 734 Carlos Martel perfecciona su victoria anexionando al reino franco el ducado de Tolosa, y luego el antiguo reino burgundio: Lyon y Arlés. Con esta medida Carlos asegura la defensa del Sur del reino franco frente a nuevas expediciones musulmanas que partan de Septimania.

    Pero aún hay más. La expansión franca ponía a tiro Provenza, región independiente, muy romanizada, que había lograda quitarse de encima a ostrogodos, burgundios y lombardos. Los provenzanos pidieron ayuda a los musulmanes para resistir la expansión franca. Un ejército musulmán, partiendo de Narbona, entra en Arlés. Carlos Martel se lanza contra ellos y sus aliados provenzanos. Retoma Arlés y luego conquista Aviñón. En ese momento (740) tiene lugar en la Península una gran sublevación de los bereberes. Los musulmanes retiran su ejército y así Provenza pasa a ser conquistada por los francos (741). Ese mismo año 741 moría Carlos Martel.

    Había sido el salvador de la monarquía franca al evitar la destrucción del reino, había derrotado a los musulmanes y con sus conquistas había creado un “cinturón sanitario” alrededor de Septimania que serviría de valladar frente a cualquier futuro ataque musulmán. Y con ello Carlos Martel rinde a la naciente Europa un servicio impagable.



    --------------------------------------------------------------------------------

    [1] Se sabe con seguridad que Ceuta era aún posesión del Imperio oriental en 643. Pero después, hasta la aparición del comes Iulianis en la historia y as leyendas, no se sabe nada de Ceuta. Mi punto de vista es que hasta la caída de Cartago la ciudad estaba nominalmente sometida a Bizancio, aunque sus gobernadores debían haber llegado a acuerdos de asistencia con los señores de la otra parte del Estrecho, especialmente con los gobernadores de la demarcación militar de Tarifa. A partir de la caída de Cartago los gobernantes de Ceuta debieron ya rendir sumisión formal al reino visigodo. Ceuta sería incorporada al “gobierno militar” de Tarifa, es decir, puesta a las órdenes del comes Iulianis. Siendo esta región tan sensible, no tiene nada de extraño que este comes fuera un miembro de la familia de Witiza o uno de sus fieles de confianza, lo que es razón suficiente como para que apoye a los witizanos en su conjura.

    [2] Hay una explicación alternativa a la proclamación de Ákhila. Según ella Ákhila se rebeló contra Rodrigo poco después de llegar éste al trono, haciéndose con el control de parte de la Tarraconense y Septimania. Nunca llegó a ser reducido por Rodrigo, y ahí estaba cuando llegaron los musulmanes. Si Ákhila era un rival de Rodrigo o un rey secesionista, como lo había sido Paulo, es algo que puede discutirse, aunque yo me inclino por la primera opción. Esta explicación alternativa tiene algún problema con la cronología, pero nada especialmente grave.

    [3] Cantabria era otro distrito militar, con capital en Amaya, a cuyo frente se encontraba un dux desde los tiempos de Ervigio (685).

    [4] Hay una confusión en torno a este Teodomiro. ¿Se trata del dux de la Bética o de otro Teodomiro, dux del distrito militar de Orihuela?"


    Saludos
    [5] La leyenda de Covadonga identifica a un tal Alqama como jefe del ejército derrotado por Pelayo. Se sabe seguro que Munuza era el jefe militar de toda la frontera musulmana de León a Lugo. Además Munuza y Pelayo habían tenido sus diferencias antes de 722. Por ello considero más probable que fuese Munuza en persona el jefe de la expedición, pero bien pudo poner al frente a un subordinado, que sería el Alqama de la leyenda.

  12. #12 azenor 25 de ene. 2007

    Debate estéril si no se aportan argumentos contrastados por la investigación y acompañados de su correspondiente bibliografía.
    En realidad todo obedece a una errónea percepción historiográfica: partiendo de la idea de que los visigodos ya eran "españoles", para algunos es un baldón que el noble, valeroso y sufrido pueblo español aceptara sin apenas resistencia la invasión islámica.

  13. #13 ofion_serpiente 25 de ene. 2007

    Bien, delcampo, a mi me también me ha sorprendido de siempre esa rápida conversión, pero creo que está bien explicada en testos anteriores. No soy un experto, lo digo de antemano ni un erudito en la materia pero......

    a) Hablamos del incipiente Islam, casi puro, recién nacido de una mixtura de judaismo, cristianismo y creencias politesitas árabes. No osbtante, básicamente el islam presenta un contenido moral y social que cuadra bien con un primer cristianismo.No creo yo que al campesino de Cuenca le importara mucho si Dios era Trino o Uno. Al convertirse al cristianismo, ese pagano había traasformado el templo del viejo dios en morada del nuevo

    b) La situación fiscal del musulman es siempre mejor que la de la gente del libro

    c) La guerra de invasión no se dedicó a arrasar el campo, no podía, no había musulmanes suficientes, fue una guerra dirigida a las ciudades, a los centros administrativos. Recordad que la "estatalización" de Hispania hábíase iniciado "fai tempo xa"

    d) En toda guerra de invasión el objetivo primordial, corríjame Hannon, es paralizar la estructura aadministrativa del país invadido y para ello se recurre a la conquista de los centros clave. El resto viene dado por si solo. Al campesino le importa un rábano quien gobierna en la torre.

    e) Los Musulmanes, como con Tudmir, mantienen en sus posesiones y privilegios a quienes, Seniores von los visigodos, pactan o abrazan la nueva religión (Casio). Faltando un elemento aglutinador de la resistencia es fácil suponer la opción de esos potentiores: Qué bonito es el Islam, y con ellos sus vasallos (Clodoveo Recaredo)

  14. #14 Brigantinus 25 de ene. 2007

    Creo que la fragmentación de la sociedad en el 711 es una evidencia que nadie niega. Ni tan siquiera la versión "tradicional". Nunca se discutido el papel que las divisiones entre los witizanos y los rodriguistas jugó en la invasión.
    Tampoco se discute que la división entre visigodos e hispanorromanos nunca llegó a cerrarse del todo.

    Sobre el papel religioso. No sé yo hasta qué punto habría un auténtico enfrentamiento entre trinitarios y unitarios. Al pobre de Prisciliano lo han convertido en padrino de todo: desde la supervivencia de cultos prerromanos, pasando por el gnosticismo egipcio hasta el sustento de ese posible unitarismo de la etapa final del reino visigodo. No creo que hubiera una auténtica división entre unitarios y trinitarios como dos bloques. Me parece más factible una mayoría trinitaria frente a multitud de cultos "alternativos", desde el paganismo, pasando por el cristianismo con reminiscencias paganas hasta cualquiera de las muchas corrientes heterodoxas que pululaban por el Mediterráneo. Pero ninguna capaz de hablar de tú a tú con el catolicismo oficial, Ni por poder ni por fuerza numérica.

    Sobre la falta de resistencia, a lo mejor la historia se repitió. ¿No era Orosio el que decía que cuando los suevos, vándalos y alanos irrumpieron en la península, los habitantes estaban hartos de los impuestos de los romanos?

  15. #15 ofion_serpiente 25 de ene. 2007

    Berserker, los visigodos eran arrianos, unitarios, pero una minoría en la Península. La mayoría de la población, Hispanorromana, era Trinitaria. Piensa si no en la rebelión de Leovigildo, Heredero del trono y Duque de la Bética, que tuvo que ser reprimida por Leovigildo con dureza.
    No creo que el enfrentamiento entre unos y otros (plano religioso) hubiera sido realmente esencial. Efectivamente, hubo resistencia del clero arriano y de parte de la nobleza a la adopción del catolicismo trinitario como "religión de estado", pero sólo eso, una lucha por el poder dentro de la esgfera de quienes podían detentarlo (la aristocracia visigótica). Pero ya digo, son apreciaciones desde un concimiento no excesivo del tema.

    Por otra parte, en la invasión realmente no hay grandes batallas fuera de la de Guadalete. Los musulmanes se dirigían direcetamente a las grandes ciudades. Algunas como Mérida se le resitieron 18 meses al parcer porque en ella se concentraban la mayor parte de los partidiarios de Rodrigo

  16. #16 lucusaugusti 25 de ene. 2007

    Brigantinus
    Hoy, a las 18:36
    "Creo que la fragmentación de la sociedad en el 711 es una evidencia que nadie niega. Ni tan siquiera la versión "tradicional". Nunca se discutido el papel que las divisiones entre los witizanos y los rodriguistas jugó en la invasión.
    Tampoco se discute que la división entre visigodos e hispanorromanos nunca llegó a cerrarse del todo.
    Sobre el papel religioso. No sé yo hasta qué punto habría un auténtico enfrentamiento entre trinitarios y unitarios"


    Creo que no "interesa" plantear la historia de "España" en estos términos, los islamistas actuales no dejan de hacerlo. Y creo que es uno de los TABU que aun permanece vigente.
    ¿Que es un Trinitario? ¿Que es un unitario? Para muchos algo así como Madrid o Atletico. Muy poco más. Y es claro que no es así y que las diferencias son enormes.

    Desde el punto de vista religioso un romano pagano y un unitario se comprendian, y no se excluian ni perseguian.
    Y un unitario y un islamista lo mismo.
    El cambio se presenta con los trinitarios y su politica. De la que somos herederos, nosotros, nuestra historia y nuestros textos benditos.
    La conquista de hispania se produce (según mi opinión) cuando las tropas trinitarias y sus mercenarios (que solo atendian al sueldo) entran en la peninsula e imponen sus creencias como ceredencial de su poder.
    Poder sobre un territorio enorme, rico y con una enorme influencia.
    Los últimos conquistadores de este territorio reciben el sobre-nombre de Católicos, (como no podía ser de otra manera) y desde entonces todos trinitarios y benditos por Roma.
    Violencia la de la "conquista" realizada por la Santa Inquisición, buen invento trinitario. Represión de los vencedores sobre los vencidos por siglos.

    berserker escribió: "Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar"
    Aquisgrán, "la cuna de Europa"
    "En Junio de 792, un concilio celebrado en Ratisbona y presidido por el mismo Carlomagno consigue convencer al Papa de que los hispanos son herejes, y éste autoriza a Carlomagno y Wilcarius a que intervengan en las diócesis hispanas para poner orden."

  17. #17 ofion_serpiente 25 de ene. 2007

    lucus; ¿de verdad que un politesita romano podría entenderse en el concepto de la divinidad con un monoteista?
    Los unitarios y los islámicos si, ves.
    Los visigodos eran unitarios, como buenos arrianos. negaban la naturaleza divina de Cristo
    El rito mozárabe era extraño para los seguidores del rito romano

  18. #18 moriarty 26 de ene. 2007

    González Ferrín nos saca de dudas acerca de lo que sucedió en 711:

    "Desde 711 hasta 756 son años de guerra civil. Hubo una cantonalización de la península. El norte va por un lado; Levante, por otro; Portugal, por otro. España sufre una hambruna y una guerra civil generalizada a la que se incorporan tropas del norte de África que no son árabes ni bereberes, sino púnicos, visigodos, vándalos y bizantinos"

    La verdad es que me quedo atónito; o sea que los cartagineses permanecieron escondidos durante mil años a la espera de recuperar Hispania desde sus bases norteafricanas. Esto le da un vuelco espectacular a la Historia: de verdad que uno no deja de aprender. Ruego a los foristas que conozcan las fuentes en la que se basa el señor Ferrín nos las comuniquen a los no-especialistas. Señor Solimán diga usted algo, que el extracto anterior aparece en la página del foro Aben Humeya ¿es que al final al-Andalus la inventaron los fenicios, los germanos y los griegos?

  19. #19 umbula 28 de ene. 2007

    Hola, quería hacer unos comentarios:

    Dice Virgilio:
    “que desde luego el Islam no se difundió en España como en su momento lo hizo el cristianismo en la época del imperio Romano”.
    A mi me parece que tiene razón, el Islam se difundió con una virulencia tan desaforada que más parece que los ismaelitas fueran libertadores que invasores para la mayoría de los habitantes de la Península Ibérica (Portugal también existe).

    Yo no creo que el cristianismo estuviera tan difundido entre los habitantes de la península como se nos quiere hacer creer. Sin duda la organización del Imperio Romano sirvió de vehículo para propagar el cristianismo, pero pienso que esto fue más bien a nivel de las elites dirigentes, es decir unos pocos pero influyentes, empeñados en someter a una población que seguía con sus creencias ancestrales y que muy lentamente fue asimilando sus divinidades ancestrales a santos y vírgenes. La verdadera extensión del cristianismo tuvo lugar justo a partir de la caída del imperio romano, por otro lado si tenemos en cuenta que el hispanolito medio procedía de un sustrato politeísta dudo que vieran una gran diferencia entre lo que les contaban los musulmanes y los cristianos.

    Otro comentario:
    Tengo entendido que tras los decretos de expulsión de musulmanes y judíos, a estos se les daba la posibilidad de “convertirse”, para evitar ser expulsados. Si nos ponemos en el lugar de estas buenas gentes, lo más seguro es que la inmensa mayoría no tenían medios para viajar ni un lugar al que emigrar para poder seguir profesando su religión, o sea que la conversión de la inmensa mayoría de la población fue algo forzoso. En aquella época todavía no se había inventado la limpieza étnica, que es un invento del siglo XIX.
    Teniendo esto en cuenta no resulta difícil de entender el nacimiento de la santa inquisición y toda la parafernalia de demostraciones públicas de cristianismo exacerbado con la que los vecinos de algunas comarcas de tradición islámica salen a la calle al grito de ¡viva la virgen!, dispuestos a partirse la cara con el vecino para dejar bien claro que a cristianos no les gana nadie. Hasta el punto de que hoy en día se las declara fiestas de interés turístico nacional.

    Otro comentario:
    Por los comentarios del artículo queda clara la discrepancia de opiniones con respecto a la Historia Tradicional de España. Basada en una invasión de moros que ocupan España y los valientes Hispano-visigodos se refugian en las montañas de Asturias para iniciar la gloriosa Reconquista. El Gran Caudillo Don Pelayo les da una paliza e inicia la reconquista.
    Esto evidentemente es una falacia que ya no se la cree nadie con un mínimo de cultura

  20. #20 Ultraman 28 de ene. 2007

    Continuemos el debate, que estos follones a mí me van :P:

    A partir de lo que se ha expuesto resumo:

    La invasión de Tariq y Musa no tenía nada de heroico ni de sorprendente, sino que ambos sabían de buena tinta que conquistaban la península sin despeinarse y como generales competentes que debían ser, lo aprovecharon. Los visigodos no eran más que una sombra del poder que habían ostentado, estaban divididos entre ellos y además no debían gozar de demasiada simpatía de los hispano-romanos. Por tanto, con una batalla y poco más, le dieron un golpe de gracia a un reino que YA estaba en decadencia, y que seguramente hubiera caído igualmente.

    Los musulmanes poseían unas tácticas innovadoras que les dieron la victoria en la mayoría de las batallas, pero además, debieron mostrarse hábiles en diplomacia y negociación, así que como dijo César, "Dividet et impera", conocedores de que la nobleza goda estaba dividida como mínimo en dos facciones, seguramente benefició a una de ellas, de ahí un ejemplo el pacto de Tuzmir.

    Al no ser la religión musulmana radicalmente distinta de la cristiana dado que ambas son monoteístas y que comparten el viejo testamento, que la religión musulmana no niega a Jesús (lo considera sólo un profeta más), etc. la población no muestra un rechazo generalizado a los nuevos llegados, como mucho se muestra indiferente en general.

    En las regiones más alejadas de las urbes siempre tardan más en llegar las innovaciones culturales, religión incluida. La mayor parte de la gente vivía en entornos rurales en esa época.

    ¿Está claro hasta qué punto el cristianismo había sustituido a los cultos paganos, en el s. VIII?

    El catolicismo de entonces ¿Tenía tanta influencia como lo pudo tener en el s. X?

    Puede que no, en ese caso se explicaría que las tierras invadidas por los árabes fueran rápidamente islamizadas, dado que no había una religión realmente homogénea y consolidada.

    El asunto de Don Pelayo, pues no se si la leyenda tiene algo o no de cierto, pero cualquiera que hubiera organizado una guerrilla al más puro estilo celtíbero habría sido capaz de darles los mismos problemas a los musulmanes que tuvieron los romanos, además coincide el área geográfica.

    Bueno, es una paranoia mental que me hago, ni siquiera soy historiador :P, si me he perdido corregidme.

  21. #21 Ratapinyada 28 de ene. 2007

    Bueno, casi un año sin venir por aqui y hay que ver como estan los animos...

    Personalmente, ni soy historiador ni conozco el tema para hablar sobre el de manera rigurosa y crítica. Si tengo algunas intuiciones personales y muchas dudas, que espero que me ayudeis a resolver. Por favor, si en lo que diga a continuacion hay alguna inexactitud o disparate, decidmelo, solo pretendo aclarar mis ideas:

    En primer lugar siempre he entendido que los arrianos eran los godos, y no la poblacion hispano- romana, y tambien tenia entendido que esta élite guerrera extranjera se habia convertido al catolicismo romano precisamente para aumentar la aceptacion entre el pueblo.

    Parece claro que esta clase dirigente estaba dividida, vivia luchas intestinas que posibilitaron la alianza de una parte de ella con los invasores musulmanes


    Tambien me parece muy interesante la linea que alguien ha apuntado, respecto a la poblacion hispano romana, no creo que exista la homogeneidad que se pretende hacer ver siempre, ni etnica ni religiosa. Creo que la historia tradicional nos habla más de las élites que del pueblo llano. Es decir, sin querer polemizar ni extenderme sobre un tema que no conozco en profundidad, es posible que la poblacion general no fuera esa "unidad hispana, catolica y romana" que se ha querido hacer ver, sino una sociedad muy hetereogenea, con matices culturales, filosoficos, doctrinales...esta falta de unidad sin duda facilitaria la labor invasora. Es decir, ¿es posible pensar que para gran parte de la poblacion, tanto las elites de origen romano como los visigodos fueran tan extranjeros como los arabes, y que estos parecieran ofrecer un sistema fuerte y ordenado frente a la decadencia romano-visigoda? no digo con esto que les recibieran con los brazos abiertos, pero tal vez sí que gran parte de la poblacion permaneciera en cierta medida "indiferente" al cambio de amos y que el islam ejerciera el papel aglutinador que no supieron cumplir los godos?

    Hay un tema sobre el que tengo algunas dudas, a ver si alguien nos puede orientar:
    1- Establecieron los arabes alguna diferencia de tratamiento entre los nobles godos y los hispanoromanos, o se redujo todo al famoso impuesto a pagar por seguir siendo cristiano?

    2- En la medida en que los musulmanes permitian a judios y cristianos aplicar sus leyes, y por lo que respecta a los cristianos: era el derecho romano o el gótico, el que mantuvieron los cristianos?. Y a este respecto, en lo que fueron posteriormente los reinos cristianos: de quien eran mas "herederos", de los visigodos o de los romanos?


    Bueno, ya seguire preguntando mas adelante por ahora con esto voy servido :D

  22. #22 Ratapinyada 29 de ene. 2007

    hombre, si antes de darlo por finalizado, alguien puede aclararme lo que preguntaba, mejor :D

    las repito:
    1- Establecieron los arabes alguna diferencia de tratamiento entre los nobles godos y los hispanoromanos, o se redujo todo al famoso impuesto a pagar por seguir siendo cristiano?

    2- En la medida en que los musulmanes permitian a judios y cristianos aplicar sus leyes, y por lo que respecta a los cristianos: era el derecho romano o el gótico, el que mantuvieron los cristianos?. Y a este respecto, en lo que fueron posteriormente los reinos cristianos: de quien eran mas "herederos", de los visigodos o de los romanos?


    graciasss

  23. #23 Teshub 31 de ene. 2007

    Creo que hay algunas inexactitudes en el panegírico de la aportación cultural árabe al desarrollo occidental:
    "¿Por qué no se menciona que sin los árabes, los europeos habríamos seguido contando con números romanos o el uso de la brújula, el papel y la pólvora?. Descubrieron el alcohol, varios ácidos y diversas sales. Hicieron adelantos introdujeron el álgebra; introdujeron en occidente las cifras llamadas arábigas y empezaron a emplear el n° 0."
    No se qué tiene de malo contar con números romanos, como los arábigos son un puro convencionalismo, y desde luego el nivel comercial del mundo romano superó con mucho al de los árabes. Los romanos del imperio tenían diffusores, que eran los equivalentes a los actuales corredores de comercio, y bolsas mercantiles...¿cuando tuvieron eso los árabes?. La diferencia entre un mercado bursátil y y una feria medieval es la que hubo entre el sistema comercial romano y el árabe
    Por otra parte, el álgebra lo inventaron los egipcios, lo único que es árabe es la palabra al-jabr. El papiro Rhind, que está en el museo británico, y datado hacia el 1650 AC, contiene un problema de álgebra. Y el primer tratado de álgebra no lo escribió un árabe, sino Diofanto de Alejandría, en el s. III DC.

    "Los árabes llevaron a España su religión, sus costumbre, su lengua e introdujeron al territorio árboles y plantas tales como el olivo, frutas y excelentes vinos. También llevaron nuevas variedades de ovejas que proporcionaban una excelente lana. El caballo árabe se hizo muy famoso por su velocidad y resistencia. Perfeccionaron el sistema de regadío y construyeron canales, acequias, acueductos y norias. También dieron a conocer la filosofía aristotélica."
    ¿Quie los árabes trajeron a España el olivo y el vino?...por favor, el olivo ya lo tenían los griegos clásicos, y fue Roma quien extendió su cultivo desde el sur de Argelia (y de paso desertificó la zona) hasta el centro peninsular. Quien piense lo contrario que vaya al basurero de ánforas de Roma, el monte Testaccio, y que cuente cuantos miles de ánforas de aceite de oliva hispano ("oleum hispanicum") están enterradas allí. Es más, actualmente sabemos que en Britannia se consumía aceite de oliva que se enviaba desde Hispania...no se cómo podíamos mandarlo si resulta que no lo teníamos.
    En cuanto al vino, curioso que una religión que prohibe el alcohol introdujera el cultivo del vino o "descubriera el alcohol" (supongo que será destilar...pero destilar alcohol también sabían hacerlo los romanos).
    En todo caso, tampoco necesitábamos que viniera ningún árabe a darnos lecciones sobre cómo hacer vinos:
    "Sequens ferculum fuit sciribilita frigida et supra mel caldum infusum excellente Hispanum." (Petronius, Satiricon LXVI)...no se cómo Petronio podía conocer un "excelente vino español" seis siglos antes de los árabes.
    Por cierto, que la famosa variedad cabernet-sauvignon deriva de la Biturica, que era una variedad que introdujeron los romanos en la Narbonense.
    En cuanto a los regadíos, acequias y canales, ¿quien hizo el canal de Corinto?. ¿Los árabes?. La mayoría de las estructuras que hace 50 años se consideraban de origen árabe en España actualmente se sabe que ya existían antes de ellos.
    Así que nunca mejor dicho, dad al César lo que es del César.

    En cuanto a las preguntas de Ratapinyada, las respuesta sólo pueden ser jurídicas...y lo que siempre hemos sabido al respecto (hasta que el "talante" lo modifique) es:
    - La ocupación visigoda no modificó el sistema jurídico-administrativo romano, la mayoría de la población siguió igual que antes, incluso gobernadores municipales y jueces se mantuvieron tal cual. Los visigodos eran socialmente como los nazis....dirigían los países conquistados, pero no se mezclaban con ellos...eran la élite político guerrera. Tampoco impusieron su religión, es decir, que Hispania ya era cristiana antes de los visigodos, no era pagana
    - En el 652 Recesvinto suprimió la aplicación del Derecho romano en Hispania, en un intento por fusionar a visigodos e hispanoromanos...lo que no funcionó, claro
    - Don Pelayo no fue un simple desgraciado con cuatro locos, sino probablemente un noble visigodo que logró una alianza con la única entidad territorial organizada hispanoromana que quedaba en la península no árabe: El Ducado de Cantabria, autónomo de los visigodos (creado por Ervigio hacia el 685 DC), con su propio ejército...y por tanto no afectado por Guadalete. El matrimonio de Alfonso I el Católico, hijo de Pedro, duque de Cantabria, con Ermesinda, hija de don Pelayo, dotó de fuerzas suficientes al reino Astur para empezar la reconquista. Lo de que don Pelayo iba con cuatro campesinos en Covadonga no se lo cree nadie, está claro por las crónicas sobre las conquistas de ciudades, desde Córdoba hasta Amaya, que una gran parte del ejército visigodo, desorganizado, había huido hacia el norte....y la huida acababa en el mar
    - En cuanto a qué "heredaron" los reinos cristianos, pues depende de cúal....esta´claro que el condado de Castilla utilizaba el fuero juzgo, que era derecho visigodo (del cual más de la mitad era romano, pero bueno)...por tanto, heredero de los visigodos, hasta Alfonso X. Aragón, en cambio siempre se consideró sucesor de Hispania -algo que nunca reivindicó Castilla antes de Isabel I-, e intentó resucitar el derecho romano. Pamplona se liberó de los árabes en una sublevación hispanoromana (aprovechando que el grueso de las fuerzas ocupantes había salido de incursión militar), donde los visigodos apoyaron a los árabes y los vascones huyeron al pirineo. Por influencia carolingia y traición goda, el futuro reino navarro también bebió mucho del derecho romano
    De todas formas, comparar el derecho romano con el visigodo es como comparar una lanza con un láser...ningún sitio donde no quedase un control visigodo deseaba mantener el derecho visigodo


  24. #24 suintila 29 de abr. 2007

    ¿La invasión que nunca existió?
    ¿Pudo ser así la historia?
    Algunos historiadores cuestionan de forma creciente la versión tradicional católica según la cual el Islam se implantó violentamente en la península, después de una invasión árabe, en el año 711

    Estos historiadores argumentan que el Islam ni se impuso ni era ajeno a los hispanos, que lo abrazaron libre y mayoritariamente. En realidad, la tesis de la imposición fue una "conspiración" promovida por la Iglesia con objeto de encubrir su derrota ante los cristianos unitarios, seguidores del arrianismo que predicó Prisciliano.

    QUE HISTORIADORES SON ESOS?
    UNA CONSPIRACION?



    ¿Ocurrió la historia tal y como nos la han contado? ¿Es posible que, en el siglo VIII de nuestra era, un ejército musulmán cruzara el estrecho de Gibraltar, derrotara a las tropas visigodas y avanzara victorioso hasta el punto de llegar a someter a casi todo el territorio peninsular?

    SI, ES POSIBLE, NO VEO POR QUE NO, EL ESTRECHO SON MENOS DE 15 KMS, NO HACE FALTA SER MAGALLANES, NELSON O COLON PARA ATRAVESARLO, DE HECHO CUALQUIER PATERA QUE SE MANTENGA A FLOTE LO CRUZA.


    ¿Un puñado de bereberes pudo someter a 20 millones de hispanos durante varios siglos?

    20 MILLONES? EN EL SIGLO VII? VAYA, LA PENINSULA TENIA MAS HABITANTES EN HACE 1300 AÑOS QUE HACE 100.
    DE DONDE SALEN ESOS 20 MILLONES?
    SEIS A LO MUCHO.

    ADEMAS, BIEN MIRADO NO ES PARA TANTO. 40000 MOROS CONQUISTAN UNA NACION DE 6 MILLONES EN 7 AÑOS.

    HERMAN CORTES CON 500 SOLDADOS CONQUISTO EL IMPERIO AZTECA, DE MAS DE 10 MILLONES DE HABITANTES Y 4 VECES MAS GRANDE QUE LA PENINSULA EN MENOS DE UN AÑO.

    PIZARRO CON DOS DOCENAS DE SOLDADOS FUE CAPAZ DE SOMETER EL IMPERIO INCA EN MENOS DE UN MES.




    En contra de esta hipótesis tenemos el hecho de que los documentos de la época no contienen referencias a aquella terrible invasión que, de ser cierta, habría supuesto para los peninsulares todos los males imaginables. Las primeras noticias no aparecen hasta las crónicas latinas y musulmanas del siglo IX, a seis generaciones (ciento cincuenta años) de los hechos que se relatan, cuando el Islam estaba ya firmemente arraigado en la península.

    Algunos investigadores, tras que los cristianos omitían consignar cualquier aspecto de lo que estaba sucediendo en su suelo, concluyen que el mito ha pervivido, contra toda lógica, porque a los católicos les ha interesado mantenerlo, porque encubría ante su propio pueblo lo que en realidad fue su fracaso social y religioso.

    La guerra civil que estalló en la Península Ibérica a principios del siglo VIII, explicada como conflicto político y disfrazada más tarde como invasión de una potencia extranjera, tuvo su auténtico origen en unos hechos que se remontan a cuatro siglos antes, al enfrentamiento producido entre dos corrientes cristianas: los unitarios o arrianos, que negaban que el Hijo fuera igual al Padre -según esta premisa, Jesús no era Dios- y los trinitarios, adheridos al dogma predicado por san Pablo, que mantenían que hay tres personas distintas -Padre, Hijo y Espíritu santo- en un solo Dios verdadero.

    Por tanto, para aproximarnos a una de las verdades de lo que sucedió realmente en el año 711, cuando un contingente de guerreros del norte de África, entre los que predominan los bereberes, cruzan el estrecho de Gibraltar, derrota a las tropas visigodas lideradas por Don Rodrigo y se establece en la Península Ibérica, tendremos que remontarnos al siglo IV.

    CLARO, A LA GENTE LO QUE LE IMPORTABA ERA EL DIOS AL QUE REZAR, COMO SI NO TUVIERAN PROBLEMAS DE SUBSISTENCIA.


    Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar. Y no existía entonces un imperio arábigo, sino tribus y pequeños caudillos frecuentemente enfrentados entre sí y carentes de gobierno, administración y ejército.

    QUE EXPERTOS SON ESOS? PORQUE NO TIENEN NI IDEA. MENUDA TONTERIA.
    LOS visigodos NO CONSTITUIAN NINGUN ESTADO, NI LOS FRANCOS, NI LOS OSTROGODOS, NI LOS VANDALOS, NI LOS SUEVOS NI LOS ALANOS, E INVADIERON EUROPA OCCIDENTAL................DONDE ENTONCES SI, CONSTITUYERON SUS ESTADOS.

    ATILA TAMPOCO TENIA NINGUN ESTADO DETRAS, NI LOS TURCOS QUE INVADIERON CONSTANTINOPLA TENIAN ESTADO DETRAS, NI LOS VIKINGOS TUVIERON UN ESTADO DETRAS

    Según el historiador Ignacio Olagüe, "en las crónicas latinas y bereberes aparecen los godos como un grupo aparte que guerreaba contra un enemigo que no era español, ni cristiano, ni hereje, sino anónimo; es decir sarraceno". Lo que no podía decir, o lo ignoraba el cronista, era que los godos luchaban contra la masa del pueblo, contraria a la oligarquía dominante".

    LOS GODOS LUCHABAN CONTRA LA MASA DEL PUEBLO?
    DESPUES DE 300 AÑOS AUN NO SE HABIAN MEZCLADO?
    QUE EXTRAÑA OLIGARQUIA INVASORA TOMA EL IDIOMA DEL VENCIDO, OLVIDANDO EL PROPIO?
    MAS DE 5 MILLONES DE HISPANOS, NO PODIAN VENCER A 250.000 GERMANOS?


    Suponiendo que la batalla de Guadalete no hubiera sido una ficción, el número de fuerzas que intervino tuvo que ser más modesto de lo que se ha contado, y bastante menor la trascendencia militar que se le atribuye.

    Se dice que Rodrigo murió en la batalla, pero es más probable que fuera expulsado de Andalucía y buscara refugio en Lusitania, donde pudo haber fundado su propio reino, ya que existía en Viseu una sepultura con la inscripción "Aquí yace Roderico, rey de los godos", que todavía se conservaba en el siglo XVIII en la iglesia de San Miguel de Fetal, según señala el abate Antonio Calvalho da Costa en su Corografía portuguesa.

    En el siglo IX, vemos que los musulmanes llevaban 140 años en la península, tenían desde hacía un siglo la capital del reino en Córdoba, la más importante y refinada ciudad de Occidente por entonces, con un millón de habitantes, y es evidente que no habían forzado la conversión masiva de indefensos cristianos, ni siquiera hacían proselitismo de su fe ni alardes de su culto. ¿Qué fe seguían entonces los andaluces? Lo más probable es que se tratara del arrianismo tradicional, en discreta evolución hacia el islamismo, que la mayoría de la población acabaría abrazando, igual que adoptó paulatinamente la lengua árabe en sustitución del latín. No hubo imposición, sino una lenta seducción. Y no se trataba de una fe extranjera.

    ASI QUE NO HUBO IMPOSICION SINO SEDUCCION, YA, PUES A LOS BEREBERRES ARGELINOS DE LA KABILA NO PARECE QUE LES HAYA SEDUCIDO MUCHO EL ARABE DESPUES DE 1000 AÑOS DE ARABIZACION FORZOSA, LLEVADA A CABO HOY DIA POR ARGELIA Y MARRUECOS.
    ES QUE LOS RIFEÑOS Y LOS CABILEÑOS NO TIENEN SENSIBILIDAD SUFICIENTE PARA DEJARSE SEDUCIR.

    Asín Palacios y otros arabistas mantienen que el Islam tiene relación con el Arrianismo y el Judaísmo. Se comprende el respeto de los musulmanes hacia las "gentes del Libro", con las que comparten lo esencial: el sometimiento a un solo Dios con el que pueden comunicarse directamente y desde cualquier lugar.

    ANDA, IGUAL QUE HOY EN IRAN ,Y ARABIA SAUDITA, PATRIA DEL PROFETA.


    Incluso los investigadores que respaldan la teoría de la invasión juzgan extraño que un puñado de árabes pudieran influir tan profunda e inmediatamente en 20 millones de hispanos. El historiador Olagüe sintetiza su perplejidad en tono irónico: "Tuvo entonces lugar una mutación formidable, como se produce en el teatro un cambio de decoración.

    España, que era latina, se convierte en árabe; siendo cristiana, adopta el Islam. Como si hubiera repetido el Espíritu Santo el acto de Pentecostés, despiertan un buen día los españoles hablando la lengua del Hedjaz (árabe). Llevan otros trajes, gozan de otras costumbres, manejan otras armas. Los invasores eran 25.000. ¿Qué había sido de los españoles?"

    ESOS 20 MILLONES ES COSECHA PROPIA NO?
    LOS INVASORES ERAN 25000? NO SERIAN 25000 EN UN PRINCIPIO A LOS QUE SE SUMARIAN POSTERIORMENTE OTROS 20000?

    Se ha querido transmitir la idea de que España era poco menos que un desierto artístico e intelectual hasta que la fecundó el Islam. Sin embargo, el historiador Bonilla san Martín apunta que "el movimiento priscilianista, los trabajos de los concilios de Toledo, las producciones de los escritores, atestiguan en la España de los siglos IV y V una cultura excepcional. La invasión goda, lejos de sofocar este progreso, lo acrecentó y estimuló notablemente". De hecho, los estudiosos mantienen que el arte arábigo fue una prolongación del ibero y del visigótico.

    El árabe no empieza a generalizarse por escrito en España hasta la segunda mitad del siglo IX. Es entonces cuando florecen las ciencias, la filosofía y la poesía. La rica lengua árabe es el instrumento; el genio lo aportan aquellos que vivían ya en Al-Andalus y los que llegaron como invitados, tanto del mundo islámico como del cristiano, sin distinción de etnias. No obstante, innovaciones arquitectónicas como el arco de herradura no son una aportación arábiga; éste existía en Occidente y puede verse en varias construcciones de España y Francia anteriores al Islam. Tampoco parece obra suya la mezquita de Córdoba, ni nació mezquita. Ese templo, bosque de columnas, es incompatible con el culto musulmán y con el cristiano, ya que ambos exigen espacios diáfanos para seguir al oficiante.

    ESO ES CIERTO..........UNOS CAMELLEROS SIN CULTURA NO PUDIERON APORTAR NADA, TODO LO LLAMADO ARTE ISLAMICO ES AUTOCTONO, EL ARCO DE HERRADURA LA IGLESIA DE CORDOBA, ETC.....LO QUE HICIERON FUE PONERLE UN PAR DE COSILLAS ISLAMICAS, COMO HAN HECHO EN ESTAMBUEL CON SANTA SOFIA


    En suma, demasiadas incógnitas a la hora de analizar un periodo que fue trascendental para la posterior evolución de la sociedad española y que la historiografía oficial ha catalogado, de forma excesivamente parcial y simplista, como un invasión y una reconquista, pero como decía Ortega y Gasset "Una reconquista de seis siglos no es una reconquista".

    UNA RECONQUISTE DE SEIS SIGLOS NO ES UNA RECONQUISTA?

    PORQUE NO?
    ENTONCES QUE ES?

    Lo más probable es que nunca existiera una invasión violenta sino una revolución interna de los pobladores de la Hispania que se dejaron seducir por la magia de lo nuevo y mejor.

    POR SUPUESTO..........LO QUE PASA ES QUE TAMPOCO EXISTIO NUNCA UNA RECONQUISTA, SINO QUE LOS POBLADORES DE HISPANIA SE DEJARON RE-SEDUCIR DE NUEVO POR UNA CULTURA MUY SUPERIOR CAPAZ DE DE IR Y VOLVER DE AMERICA Y DAR LA VUELTA AL MUNDO.



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