Autor: Arquidioniso
martes, 13 de noviembre de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: arquidioniso


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Cuando los ángeles se dibujan sobre las serpientes.

Donde se comenta a vuelapluma sobre las tortillas y los molcajetes. Y alguna que otra cosa sobre los ombligos.

No podría ser de otra manera. Aquél molcajete pequeño y pesado rindió todo lo que pudo. Lo contemplo y trato de escuchar el sonido de su esencia petrea que raspa y raspa hasta moler una exquisita salsa de chile verde, jitomates y un poco de piña.


Tomo la espesa y líquida joya culinaria y la deposito sobre una tortilla, si, una tortilla de maíz, que es tanto como nuestro ombligo lunar y solar. De estas fabricamos más de 300 millones a diario...y se consumen...creo que no existe en el mundo otro producto más eficiente para distribuir y proporcionar alimento. La tortilla de maíz, redonda y blanca...o amarilla, o violeta, o roja segun el maíz con que se confeccione.


Y si nos ponemos un poco barrocos, grabada en caliente con unas planchas de madera tallada, para lucir el monograma de la casa. Costumbre muy de la Nueva España. Tacos, que asi se llaman, con la divisa familiar. Al taco se le agrega cualquier cosa para que se convierta en un festín. Por ejemplo carne de pollo con achiote, a la manera de los mayas...o con chile jalapeño, alcaparras y pasas al modo veracruzano. ¿Quién podría negarse a degustar tales portentos?. Algunas veces de señalada catrinería, se acompañancon agua de frutas y flores. Limón con chia y flor de bugambilia, que por si poco fuera, previene los resfríos.


Y todo esto es para comenzar a platicar de este encuentro en el que las serpientes y los ángeles concibieron el tequitqui o barroco popular más exquisito jamas inventado.


Lo más interesante del barroco mexicano es que cuando nació nadie sabia lo que era, y hasta la fecha los estudiosos se desbaratan por encontrar la punta de la hebra.


Y no solo fue de adornos y de rizar el rizo, sino de aventajar tanto en las artes que la Nueva españa fué ejemplar para las combinaciones afortunadas aunque no tuvieran nombre. De esto saben mucho los queridos padres jesuitas, que aplaudieron y siguen celebrando que esta tierra tan extraña sea tan entrañable.


Llegan Cortés, Alvarado, Olid, Quiroga, Zumarraga o tantos que vinieron mareando desde España que cuando pisan estas tierras se encuentran en el paraiso insospechado. Islas artificiales para sembrar y cosechar cientos de flores, frutas y verduras...y preguntan como son y les dicen que se llaman chinampas y las miran con el asombro enredado en los yelmos y armaduras.


Y asi de cada cosa que su pasmo no alcanza a discernir tan claro, como si estuvieran en la Cibola, que depués buscarian con Coronado. A los ángeles que traían como guardianes se le puso enamorarse de las culebras de colores y de ahi nació el mole, el jarabe, la zandunga y el retablo. Las cosas hubieran sido simples de no ser por el bendito chocolate que les puso barbas y bigotes como racimo.


Hasta que llegó el virrey Mancera inventamos la mancerina, taza chocolatera de diseño especial para que las barbas no se remojen. Santiago se aparecia aqui, alla y aculla para defender a los españoles, hasta que Santiaguito se cansó de tanta guerra y se las dio de protector de los naturales. Cosa buena que hizo de su figura un bien montado caballero, digno de seguirle la andadura.


Con las casas pasó como con las cosas, se hicieron de cal y canto y los tlayoltehuanis no se daban a basto para terminar de edificar ermitas, palacios y ciudades completísimas, con sus obras de agua, canales y puentes y más de mil fachadas de iglesias, beaterios y conventos. Buena obra esta, llena de angeles y serpientes, de alas y plumas, escamas de colores, vides y ornamentos tan variados que es imposible un elenco siquiera nominal de toda esta excelencia arquitectónica.


En medio de tanta exhuberancia la cadencia mora, que se asoma y mora profundo en el corazón de tuna. Torres como la del oro de Sevilla, muros moros como los de los reales alcázares...Tuna colorada y coronada en los nopales, símbolo de lo eterno, en donde se posa el águila tonal del sol. Bandera mexicana, bandera tricolor. México significa, en nahuatl,  "en el lago del ombligo de la luna". Arabismos enredados con la selva tropical.


Todos comían y estoy seguro de que Cortés cayó mondo y lirondo ante los encantos de la Malinche, cuando esta le ofreció un chiquihuite de tacos y buenos guisos de guajolote, frijoles y calabazas. Los padres franciscanos tan de buenas voluntades fundaban escuelas y enseñaban salmos y cantos; los agustinos escudriñaban el cielo con ayuda de los sabios indigenas y planeaban expediciones de gran valor. Los dominicos asombrados recularon a la meditación para aprender el nahuatl ya que segun decian: expresa mejor las cosas de Dios.


Y digo que no puede ser de otro modo por que un molcajete es historia y en el se muelen no solo las salsas, sino los dimes y diretes de las cocineras, que frente a los fogones descuartizan al prójimo para merendarselo entre risas y consejas.


Si la modernidad nos alcanzó con sus minimalismos de cartón, sabremos convertirla en un adornado neobarroco popular. De eso ni se dude.


Estoy seguro de que en cielo y tierra, vuelan ángeles con cascabel y serpientes de blancas alas. De seguro que el paraíso no es eso aburridisimo de cantar alabanzas en latin por toda la eternidad. Prefiero un buen son de mariachi alteño acompañado de unos sopes y un pico de gallo, tequila blanco y un paisaje lleno de verde azul.


España vino vio y venció, debemos aceptarlo, pero apenas acabada la batalla. el mestizaje fundó al nuevo mundo y quedaron los hijos y nietos de esos encuentros primero dolorosos y luego, como en el rosario, llenos de misterios gozosos que nos empeñamos en descubrir para comprenderlos a cabalidad. Pero esto es imposible.

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Comentarios

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  1. #1 arquidioniso 15 de nov. 2007

    Sotero21, ofion serpiente...agradezco sus palabras...cuando hablo de mi México se me sale por el alma y es inevitable el cante de sabores y volutas que danzan en mi vida. Si, tiene razón ...ya eramos barrocos y lo seguiremos siendo...para nosotros es una bendición sabernos señores del retruecano, aunque a veces nada diga.


    Tiempo y epacio nos tienen sin cuidado en eso de los ornamentos, que nos brotan solos de las manos. Triste es esa pasión por el despojo iconoclasta, que a veces encontramos en las modernidades. Me parece de asilo de locos. Muros blancos, desnudos, muebles los menos y nada que mirar.


    Cerrado el foro, a otra cosa mariposa,.. ¿En que taberna no se desvaría entre tanta hipotesis, reclamos y teoría?


    Y para dar la mala nota, ahora preparo unas letrillas sobre la Edad Media en México, que llegó a caballo, en las alforjas de Cortés ... y que se queda.


    En realidad nos quedamos con ganas de un Imperio. El último, el del pobre Maximiliano  se acabo en el cerro de las campanas por la ferocidad juarista liberal y republicana. Pero revive en cada fiesta, llena de princesas morenas y guapas, casi andaluzas, con la mirada que refleja algún jardín de tantos que tiene el Real Alcazar.


    Ir a España es visitar la casa madre, vivir en México da más gusto al ver a mis nietas salir de su clase de flamenco y bailar las jotas, seguidillas y sevillanas al parejo de unos sones y jarabes zapateados.


    Recomiendo un riojano fuerte y de cuerpo con unos tacos de cecina, queso de Cotija y  acúmaras con jitomate, bien enchiladas y alimonadas. Es un plato no solo nutritivo sino histórico, y si se puede erótico. Salud y sigamos la grata y desaforada conversa.

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