D. JUAN NEGRÍN LÓPEZ (Las Palmas de Gran Canaria 1892 – París 1956)

El 15 de noviembre de 1956, el New York Times publicaba la necrológica de D. Juan Negrín resaltando que “Juan Negrín, último jefe de Gobierno de la Segunda República española, está destinado a ser en vida como en la muerte, una de las más grades y de las mas discutidas figuras de la historia moderna de España. Su extraordinaria personalidad sobresalió en la segunda fase de la guerra en España en el territorio leal, del mismo modo que el general Franco dominó lo que entonces se conoció como zona rebelde.”. Tras anallizar su política de resistencia frente a la rebelión militar y la pretendida influencia comunista en el Gabinete, concluye con una rotunda frase: “Negrín nunca nada tuvo que temer del juicio de la historia”.

El pasado año, noviembre del 2006 concretamente, la Editorial Grup Editorial 62 S.L.U, editaba un laborioso trabajo de investigación sobre la figura de D. Juan Negrín López, último Presidente de Gobierno de la República, realizado por D. Enrique Moradiellos (Oviedo 1.961), catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Extremadura.

El trabajo, biografía documentada, repleta de citas y referencias documentales, tiene por objeto destruir la errónea imagen creada acerca del Sr. Negrín tanto desde la izquierda como desde la derecha, proporcionándonos una visión límpida de quien fue considerado un igual por la comunidad científica más relevante de la época primero y la única mano capacitada para dirigir el timón de la República en tiempo de guerra después, haciendo frente a los rebeldes, a la desidia irresponsable de las democracias occidentales y a la traición de quienes más firmes debían mostrarse en el apoyo.

El hombre más difamado de la España del siglo XX nos lo muestra el Dr. Moradiellos como merecedor del respeto de los políticos europeos de la época digno de codearse con los grandes héroes del liberalismo español.

Recomiendo gratamente la lectura del libro que, además permite conocer más profundamente las causas que llevaron a la derrota de la República

-I) FAMILIA
D. Juan Negrín era hijo de D.Juan Negrín Cabrera, natural de Telde, de familia campesina y artesana, educado en el Seminario de Las Palmas, en el que ingresará a los 17 años como fámulo (interno sin recurso, normalmente realizaba labores de criado para lo seminaristas “de pago”) A los 22 años renuncia a su vocación eclesiástica iniciando su actividad en el campo del comercio floreciente nacido al socaire del espectacular desarrollo del puerto de La Luz y de Las Palmas, parada obligatoria para el tráfico marítimo que se dirigía a Africa y América. Compaginaba sus labores comerciales con la especulación inmobiliaria, hasta le punto de llegar a ser propietario de extensas propiedades en las zonas de expansión de la ciudad de Las Palmas

Su madre Mª Dolores López Guerra, había nacido en la Vega de San Mateo, descendiente de propietarios agrícolas de la zona centro de La Gran Canaria.

II) ESTUDIOS
La boyante situación económica de la familia Negrín López permite al hjo primogénito, Juan, recibir una esmerada educación marcada por profundo catolicismo de sus padres. Tras los estudios secundarios en La Laguna, único Instituto de enseñanzas medias existente en aquel entonces en las islas, se traslada, a los 14 años, a Alemania. En Kiel estudiará dos años de medicina, trasladándose en 1908 a Leipzig con el fin de completar sus estudios, que terminaría en 1.911 y que intentó completar con estudios de Química y Economía.

En esta época amplía sus conocimientos de lengua al ruso (se casaría con una rusa de origen judío), que se une así a su dominio del alemán y francés (traduce importantes obras de fisiología del francés) y su conocimiento de inglés e italiano, hablado y escrito.

II) LABOR CIENTÍFICA
En 1912, a los 20 años de edad, obtiene el título de Doctor en Medicina por la Universidad de Leipzig, con una tesis sobre la glucosuria experimental dirigida por el Dr Brücke, director del Instituto de Fisiología de Leipzig con el que venía trabajando desde los tiempos de Facultad en el desarrollo de una ciencia que posteriormente sería conocida como Bioquímica.

El estallido de la Primera Guerra Mundial le obliga a abandonar Alemania, a punto de acceder a la categoría inmediatamente inferior a la de catedrático.
Inicialmente reside en Las Palmas, aunque acabará en Madrid, al ser invitado por Ramón y Cajal a trabajar en la Junta de Ampliación de Estudio. En 1916, D. Juan Negrín, con 25 años de edad, es designado Director del Instituto de Fisiología ubicado en la Residencia de Estudiantes e integrado en el Instituto Nacional de Ciencias Fisico Naturales presidido por Ramón y Cajal, gran valedor del canario.

Es su trabajo en el instituto el que motiva la necesidad de convalidad los estudios realizados en Alemania, y así. en 1919 convalidara su Licenciatura de Medicina, en 1920 obtiene su título de Doctor, que añade al obtenido en Alemania en 1912, y en 1922 gana, por unanimidad, la Cátedra de Fisiología Humana de la Universidad Central de Madrid.

Su labor docente e investigadora producirá, además del desarrollo científico natural, una escuela de la que formarían parte alumnos suyos de relevante prestigio internacional; Severo Ochoa, Grande Covián, los hermanos García Valdecasas, Blas Cabrera Sánchez (hijo del lanzaroteño Blas Cabrera, catedrático de Física), Rafael Mendez, José Puche, etc. Es dato curioso que uno de sus discípulos predilectos fue el Sr Pedro Arrupe, posterior General de la Compañía de Jesús. El hecho es que, entre 1922 y 1934, las cátedras de Fisiología de Compostela, Salamanca, Valencia y Granada y la de farmacología de Cádiz, estarían ocupadas por alumnos, íntimos colaboradores, de Negrín, quien con el catedrático de Fisiología de Barcelona, Augusto Pi i Suñer, dirigió una reforma en los Planes de Estudio de la Universidad español.

Su labor en la Universidad, no obstante, no se ciñe a la docencia, sino que abarca el desarrollo institucional de la misma, bien como Secretario de la Universidad Central, promoviendo la creación de nuevos centros, bien como responsable de las obras que darían lugar al nacimiento de la Ciudad Universitaria