Autor: César Gª de Castro Valdés y Sergio Ríos
sábado, 18 de julio de 2015
						Sección: Roma y Grecia en Celtiberia
						Información publicada por: SALA
						
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Gegio el Gijón romano en entredicho
La historia romana de Gijón acaba de ser puesta en entredicho en un artículo que cuestiona los resultados del "Proyecto Gijón de excavaciones arqueológicas", dirigido durante las últimas tres décadas por Carmen Fernández Ochoa, catedrática de prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid.
Consideraciones en torno a la historia de Gijón en la Edad Antigua
Los arqueólogos César García de Castro y 
Sergio Ríos afirman en un artículo que la imagen del Gijón romano "está 
sobredimensionada"
http://www.lne.es/gijon/2013/12/03/gegio-entredicho/1509158.html
La historia romana de Gijón acaba de ser puesta en entredicho en un 
artículo que cuestiona los resultados del "Proyecto Gijón de 
excavaciones arqueológicas", dirigido durante las últimas tres décadas 
por Carmen Fernández Ochoa, catedrática de prehistoria de la Universidad
 Autónoma de Madrid.
Los arqueólogos César García de Castro y 
Sergio Ríos sostienen, en contra de lo que defienden los estudios del 
equipo de Fernández Ochoa, que lo que hoy conocemos como Gijón no era un
 núcleo urbano en época romana, sino "un asentamiento privado, que 
arranca a finales del siglo I como villa marítima concentrando el 
poblamiento estable del Cerro de Santa Catalina". A su juicio, la visión
 histórica que se da de Gijón durante la etapa altoimperial esta 
sobredimensionada porque la vida de carácter doméstico del asentamiento 
se extendió hasta el siglo IV.
El texto descalifica algunas de las
 conclusiones publicadas y sus autores afirman que su finalidad es dar 
una "imagen objetiva, no distorsionada", de la presencia romana en la 
ciudad costera. Entre los argumentos que reúnen para desmontar el modelo
 propuesto por los responsables de la excavación citan la abundante 
toponimia latina que se extiende por los alrededores, lo que interpretan
 como aval de la antigüedad del valle de Gijón, ya que muchos nombres de
 localidades del entorno se han mantenido desde entonces, lo que 
contrasta con la ausencia "de un inequívoco y seguro nombre latino del 
núcleo histórico de la ciudad", ya que Gegio, el término que después 
sería Gijón, aparece, según los autores del artículo, en el siglo IX. 
Esta circunstancia que les lleva a las fuentes para documentar que el 
núcleo de Gijón "no mereció ni una simple mención para los escritores 
grecolatinos del imperio, desde Estrabón a Ptolomeo, les sirve para 
apoyar su visión de un Gijón más doméstico que urbano. García de Castro y
 Ríos consideran que esta ausencia, "que debería ser explicada", es 
motivo suficiente de reflexión sobre algunas de las afirmaciones 
académicas.
El Proyecto Gijón de Excavaciones Arqueológicas 
incluye los estudios de tres zonas relativamente próximas: la muralla, 
la plaza del Marqués (palacio Revillagigedo) y Cimadevilla, donde 
insisten en que únicamente se hallaron dos lugares con restos romanos, 
muros de mampostería próximos a Campo Valdés, que también les sirven 
para disentir de la interpretación que realiza el equipo de Fernández 
Ochoa, que considera que no hay relación entre ambas estructuras porque 
los muros de cada ambiente no guardan la misma alineación, mientras que 
los autores del escrito sostienen que esa conclusión no les parece 
argumento para descartar la vinculación.
Las termas de Campo 
Valdés son uno de los puntos de desacuerdo más notorios entre las dos 
visiones en liza ya que frente a la de lugar público que plantea la 
tesis oficial, la de los críticos apuesta por un espacio privado 
vinculado a la residencia señorial de lo que a su entender fue 
probablemente una villa marinera, conclusión que nunca aceptó Carmen 
Fernández Ochoa, según escriben.
Ambos insisten en su artículo en 
subrayar que en el registro estratigráfico de Cimadevilla y alrededores 
no aparece ninguno de los elementos que definen un núcleo urbano romano,
 y citan la ausencia de red viaria ortogonal, jerarquizada y 
planificada; pavimentos empedrados, red de alcantarillado y de 
suministro de agua potable y ausencia de un foro que no fue posible 
localizar en la zona de la plaza de El Lavaderu. Añaden que en Gijón 
tampoco se localiza una sola planta de vivienda inserta en manzana 
urbana, por la que tampoco aparecen ni muros, ni fosas, ni cimentación 
ni basureros, lo que les lleva a corroborar que no se puede hablar de 
ciudad sino de algo mucha más doméstico.
Carmen Fernández Ochoa 
entiende como un "ataque personal" el escrito de los dos arqueólogos en 
el que ve "inexactitudes" y "argumentos faltos de rigor científico". 
Para la profesora que lleva tres décadas al frente del Gijón romano. los
 argumentos esgrimidos, además de "omitir datos y trabajos que no les 
interesan, manifiestan una gran ignorancia". Afirma que hay cientos de 
materiales que no están publicados y que por tanto hablan de datos que 
no conocen.
http://www.academia.edu/4760436/C%C3%A9sar_Garc%C3%ADa_de_Castro_Vald%C3%A9s_y_Sergio_R%C3%ADos_Gonz%C3%A1lez_Consideraciones_en_torno_a_la_historia_de_Gij%C3%B3n_en_la_Edad_Antigua
Más informacióen en: http://www.academia.edu/4760436/Consideraciones_en_torno_a_la_historia_de_Gij%C3%B3n_en_la_Edad_Antigua
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