Autor: Gausón
lunes, 24 de noviembre de 2003
Sección: Leyendas
Información publicada por: Gausón
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Los verdaderos "Mouros"
En el Norte de España, en Asturias y Galicia en concreto, suele relacionarse en la mitología popular, las ruinas de castros, dólmenes, villas romanas ó algunos otros restos de épocas pretéritas, con los “mouros”, hombres de piel blanca y cabello rubio que los construyeron ó echaron sobre ellos algún encantamiento ¿de que moros se trata? Evidentemente no de los moros históricos.
Significado del término "Mouro"
Por lo general, la palabra “moro” suele identificarse como procedente del latín “maurus” oscuro”, se trataría de gentes oscuras, pero esto no cuadra muy bien con las moras, mismo mito que las xanas o encantadas, rubias y de tez blanca.
En “Costumbres de Matrimonio, Nacimiento y Muerte en Asturias” una encuesta sobre tradiciones realizada por el Ateneo de Madrid, hacia 1901-1902,vemos un dato muy interesante. En Lleitariegus, cuando bautizaban a un niño, la madre se lo daba a la madrina para que lo llevase a la iglesia. Una vez realizado el rito la madrina se lo devolvía, y se establecía el siguiente dialogo:
-“Güei fixiste una obra de caridá”
-“¿Purqué comadri?”
-“Purque fixiste d´un moru un cristianu”.
Vemos, pues, que la palabra “moru” se refiere al no bautizado, al pagano, que en otro tiempo era llamado Xentil o gentil. Así la actual Cueva de los Moros en Salas, próxima a Regueira Cavada, donde se localizan restos de minería aurífera romana era conocida antiguamente como Cueva de los Xintiles.
Con el paso del tiempo esos Xentiles fueron asimilados como el pagano por excelencia, “el enemigo de la cristiandad”: El Moro.
Los moros serán, pues, los constructores de dólmenes, túmulos, castros, minas romanas y por extensión todo aquel tipo de ruina cuyo origen se pierde en la memoria, como los castillos medievales o algunas casonas y palacios del siglo XVII cuyas entradas tenían forma de arcada.
En algunos relatos dichas casonas obtuvieron su riqueza merced al hallazgo de un tesoro.
Las leyendas de lugares habitados por los moros constituyen un valioso aliado para la investigación y elaboración de las cartas arqueológicas de los conceyos asturianos.
En 1609, una Real Célula firmada en Madrid por Felipe III daba autorización a un tal Pedro Vázques de Orjas, licenciado, Señor del Coto Recemil de Parga (Lugo) conocido como “El indiano” para abrir las mamoas (los túmulos funerarios) para apoderarse del oro allí dejado por los “Xentiles y paganos galigrecos”. Por supuesto la corona se reservaba un tanto por ciento del botín. Y es que esta fue otra denominación del pagano, del antiguo.
Restos toponímicos al respecto los encontramos en la Griega (Colunga) y la Peña los Griegos (Cangas de Narcea).
Algunas leyendas y cantos populares sobre “los moros”:
En otras ocasiones, y probablemente en atención a los grandes bloques pétreos que forman los dólmenes sus constructores son Xigantes, principalmente mujeres de talla colosal que avanzan con la piedra cobertera del dolmen sobre su cabeza mientras van filando (hilando) tal es el caso de la leyenda en tornoa al dolmen d¨Enterríos (Eilao) conocido como A Pedrua o A Llastra da Filadoria.
O el llamado Dolmen de Pradias (Llanes) en el Monte A Gramela donde una moura gigantesca tambien transporta su cabeza desde el Ríu Pigüeña hasta allí. A veces se trata de una mujer muy vieja que se presenta con una rueca, como en el caso de los Petroglifos Neolíticos de Peña Colmea en San Salvador de Valedor (Allende). Las leyendas referidas a este personaje podrían interpretarse como antiguos indicios de una divinidad emparentada con la imagen de la Madre-Tierra, tal y como aparece en otras mitologías indoeuropeas.
En el monte Areo (Carreño – Xixón) donde se halla un complejo tumular Neolítico de gran importancia se decía que había enterrado en uno de aquellos dólmenes una gallina y su pollera en oro (posiblemente una torques). Y que los moros al marchar había dicho: “Monte Areo, Monte Aroa, Tierra rica, Xente boba”.
Otros tesoros eran referenciados en forma de coplas populares:
“Na fonte La Cora
dixo la Mora:
Eiquí dexo míos cerendexos
que valen más que siete conceyos.”
En las inmediaciones de la braña los Vaos (Lluarca) y El Fornu los Moros (Salas):
“De Portiella Barreu a las Cabezas
hay un tesoru
que lu tien d´alcontrar
a punta de reya
pata de güé
o moza soltera.”
Otras referencias provienen de los libros manuscritos, las gacetas o liendas:
“San Lorenzo de Felgueras a tres pasos de la puerta de Santa Cristina y al frente de ella cavarás dos codos y hallarás dos losas una encima de otra y en medio un instrumento músico al par de un sepulcro de un Rey Moro. Cogele y tócale con un rabil y a la música saldrán dos gigantes atemorizandoté, no les temas, sigue tocando hasta que no aparezcan más figuras y después hazles una cruz con la mano diciendo Dios lo
guarde todo. Y las figuras volverán a barras de oro.
La tocarás en un campollano.”
“En la ciudad Argentona veras un tesoro en la calle principal de ella desde su entrada hasta la salida de ella, confina uno y otro con murallas de arco todas de piedra. Se hallan cinco tesoros de los Godos y Romanos”.
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