Autor: Anfus
lunes, 11 de febrero de 2008
Sección: Leyendas
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El Arco Iris, la Rueca y la Araña de 7 patas.

"Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, y al ver que no podía y que resisitía fue y llamó a otro elefante..."

    La Rueca, o Arco da Vella y la Araña de 7 patas.


Para el investigador Mircea Elíade, que mismo estudió la ascensión por el arco iris en ritos de iniciación australianas, el arco iris es un puente, pero un puente que comunica la tierra con el cielo; es el puente de los dioses. Asociándose el fenómeno multicolor a las aguas celestiales, la lluvia, y por tanto la fertilidad, fecundidad y regeneración, pero también destrucción que estas puedan provocar.


Entre los sherpas del Tibet existe una leyenda que habla de un Lama que alcanzó un alto grado de perfección. Cuando llegó la hora de su muerte física, su cuerpo se desintegró y se convirtió en Arco Iris.


En la religión tradicional del Tíbet la naturaleza divina del soberano se manifestaba a través de su resplandor y sus poderes mágicos. Los primeros reyes no conocían la muerte propiamente dicha, sino que en un determinado momento ascendían al cielo por una cuerda mágica. Aquellos primeros reyes tenían todos en la coronilla una cuerda “de luz”, tensa y de color amarillo pálido. En el momento de morir se disolvían como un arco iris, empezando por los pies, y se fundían en la cuerda, su coleta, de la coronilla, que a su vez, se fundía en el cielo. (http://www.editorial-na.com/articulos/articulo.asp?artic=26)


 La Biblia , recopilación de textos de gran riqueza simbólica, recoge la imagen del Arco Iris en varios de sus libros. El Génesis refiere con claridad el Arco que se tiende como puente y como rúbrica del pacto hecho entre Dios y los hombres: “Esta es la señal de la alianza que establezco por generaciones entre vosotros y Yo”.


Según la tradición judía, el Diluvio se produjo al querer Dios exterminar su Creación, sacando una estrella de las Pléyades, por cuyo agujero se precipitan las aguas-serpiente superiores para ayuntarse con las inferiores. Más luego Dios, saca una estrella de la Osa y la coloca en el boquete, terminando así el Diluvio.


Como muestra de esta clemencia, aparece en los cielos el arco iris-serpiente.


En el Génesis el arco iris se configura como símbolo del pacto entre Dios y Noé por el cual aquel se compromete a no repetir el Diluvio.


En la Mitología griega, el Arco Iris es representado por la diosa Iris. Esta era hija de Taumas y de la Ninfa Electra , y era la encargada de hacer llegar a la tierra los mensajes de los Dioses que habitaban el Olimpo (fundamentalmente de la Diosa Hera). Considerada como Diosa del Aire, abría las nubes y las iluminaba formando el Arco que lleva su nombre. Esta diosa establecía entonces un puente entre el Numen y los hombres.


En mitología nórdica Heimdall,dios de la luz, es el guardían del Arcoiris: Bifröst. Este puente unía a Midgard (la tierra de los hombres) con Asgard (la tierra de los dioses) y terminaba bajo la sombra del poderoso árbol Yggdrasil, cerca del cual se encontraba el manantial que Mimir velaba. http://vidasdefuego.com/mitologia-heimdall.htm


Una característica interesante asociada con el espacio sagrado es el arco iris circular que puede ser visto ocasionalmente en Tungkung Takkek en Sikkim o de la santa montaña Emei en China, como símbolo de Nirvana.  


   


Cruzar el puente, dar el paso.


 Pontifex (literalmente el "Constructor de Puentes") reservado tanto a los emperadores romanos como a los papas cristianos. Guenon recuerda que "simbólicamente, el Pontifex es aquel que realiza la función de mediador, estableciendo la comunicación entre este mundo y los mundos superiores. A este respecto, el arco iris, el "puente celeste", es un símbolo natural del "pontificado"; y todas las tradiciones le dan significados perfectamente concordantes: así, entre los hebreros, es el símbolo de la alianza de Dios con su pueblo; en China es el símbolo de la unión del Cielo y de la Tierra; en Grecia, representa el Iris, el "mensajero de los dioses"; un poco por todas partes, entre los escandinavos y también entre los persas y árabes, en Africa Central y hasta en algunos pueblos de América del Norte, es el punto que relaciona el mundo sensible a los "suprasensible". Añadamos que el Tirhamkara hindú (literalmente "aquel que construye un vado o un puente") es el estricto equivalente del Pontifex latino. El puente en cuestión no es otro que el camino de la Liberación.


En la Antigüedad, el acto de "tender un puente" era tan importante que se requería de un ser excepcional : el "Pontifex" (en latín "constructor de puentes"/sacerdote), quién es el que establece la conexión con la "otra orilla", conduce a las almas errantes en su búsqueda de la Eternidad y a los hombres (mediante precisos y secretos "ritos de paso") hacia el otro lado. (http://arteysimbolos.blogspot.com/2007/07/el-puente.html7777)


El Puente, como Paso Suspendido sobre un río o sobre un abismo, es el elemento que vincula dos orillas, que une dos extremos... Siendo uno de los sitios más míticos, está presente en las leyendas celtas, los relatos artúricos y en las tradiciones folclóricas emparentadas con ellos, y suele reemplazar la figura del "Barquero", aquel que traslada las almas hacia el otro lado... La Vía Láctea y el Arco Iris fueron considerados como "Puentes" entre los ámbitos de la existencia. Como símbolo que une dos estados diferentes del ser, es la posibilidad de avanzar hacia un estado diferente de conciencia.


Es el nexo, la única posibilidad de acceso y recorrido, y como tal, se transforma en un obstáculo, una traba a superar...


Siempre existe cierto riesgo en el paso de un estado a otro y no todos lo logran; incluso muy pocos lo hacen sin ayuda y por sus propios medios : caballeros, iniciados, héroes...


 


O Arco da Vella


La Vieja es una figura popular con paralelos claros en las islas británicas (Cailleach) y más lejanos pero igualmente contundentes en el resto de Europa, desde la occidental hasta la oriental (Baba Marta) pasando por la central (Frau Holle). Representa lo más genuino que ha quedado en el sentir popular y en los cuentos de hadas del concepto de la Diosa Madre en su faceta senil e invernal


Para A. Pena Graña, la moura, es un eco de una antigua divinidad indoeuropea de la luz y de los meteoros y de las matres celtas.


En su desdoblamiento, la figura de la madre tierra perpetuada en el de la moura es también una anciana. Ella es también la representación del invierno que comienza . (http://www.andrepena.org/publicacions/tese/III.pdf al fina del el apartado 2.2.3-)


La estudió también Alonso Romero en "La moura constructora de Megalitos".Es la constructora de los dólmenes de la Europa insular y continental, y de toda la geografía atlántica. Su ancianidad, como en el caso de la preñada Macha de melena rubia, es engañosa. Transporta montañas y enormes piedras en su mandil mientras hila en la roca.


En otro plano vuelve a por el rey a caballo y se lo lleva a compartir con ella sus riquezas al otro mundo, al Alén o Sidh de los celtas, situado bajo tierra. Esta es para Andrés Pena el origen del folclore de los mouros.


Sobre el Arco da Vella, o arco iris, el folklore gallego permitiría intuir para que sirve. Pena sostiene que lo usa la Vella para retellar o ceo "que é de bóveda". Por eso -dice Pena- porque pensaban que "o ceo era de bóveda" los celtogalaicos y su área cultural común a leoneses, asturianos, extremeños, portugueses, irlandeses, británicos, bretones, etc.  tenían miedo como todos los demás celtas a que el cielo se les desplomase sobre su cabeza. La caída de meteoritos en este contexto era interpretada  como los desconches de esa boveda, justificaba que tuviese que ser continuamente reparada por la vella. Cada vez que aparecía o Arco da Vella, los niños de las aldeas apañaban piedrecitas y se las dejaban preparadas en el suelo por si acaso.


La diosa es la tierra con sus estaciones y es la luna con sus meses, es el tema indoeuopeo y Neolítico de la Gran Diosa Madre



A moura fiandeira


La figura de vieja hilandera se observa preservada en ciertos cuentos tradicionales, por ejemplo como vieja que hila oro en un cuarto del castillo.


Existe la canción infantil  que empieza diciendo "un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña...” que repitiéndose va sumando nuevos elefantes que “ ...se balanceaban sobre la tela de una araña y al ver que no rompía y que resistía fueron y llamaron a otro elefante...” y así sucesivamente en el recurrente cíclico repetirse sin fin de la incorporación de nuevos elefantes. Esta canción, que asocia a la tejedora araña un número de elefantes que crece tratando de romper su tela indestructible, parece reunir ciertas condiciones que la situarían como reminiscencia o vestigio de la antigua creencia en sobrenaturales seres encargados de tejer los destinos de los hombres.


En las culturas en que las grandes diosas han acumulado las virtudes de la luna, de la tierra y de la vegetación, el huso y la rueca se convierten en atributos del destino humano. Las hierofanías lunares indican fertilidad, regeneración, tiempo y destino".  Sería de considerar la relación de la moura que sobre su cabeza o el mandil porta piedras mientras va hilando con la galaica deidad Bandua, teónimo con etimología que hace referencia a ataduras.


Eliade dice que los ritmos de la luna tejen juntos armonías, simetrías, analogías y participaciones que componen un tejido sin fin, una red de hebras invisibles que atan juntos a la humanidad, la lluvia, la vegetación, fertilidad, salud, animales, muerte, regeneración, vida después de la muerte, y más. Por esa razón, la luna es vista en tantas tradiciones personificada por una divinidad, o actuando a través de un animal lunar, tejiendo un velo cósmico, o los destinos de los hombres. (trad. de Patterns in Comparative Religion, “The Moon and its mystique”).


El hecho de que la Luna parezca hilar y deshilar en ese cambio de fases, da la idea de que detrás de ese astro que es uno, hay también tres. En su libro “Las Madres”, Briffault ve detrás de la Diosa Madre de Arabia, Manat, una deidad lunar, vista bajo la forma de tres vírgenes sagradas que Muhammad admite en la primera versión del Corán: Al-Ilat, Al-Uzza y Mawat (consideradas como hijas de Allah). El profeta alaba su función mediadora pero luego se retracta viendo que la mediación de estas figuras, por más que en jerarquía estuvieran muy por debajo de Allah, socavaba de alguna manera la supremacía única de Dios.


Son muchas las diosas tejedoras, de Grecia citaremos  a las ninfas que tienen un rol clave en el destino de Odiseo. Penélope teje para decirle a sus pretendientes que esperará antes de elegir a alguien en matrimonio hasta que termine de hilar la mortaja para Laertes, el padre de Odiseo, como una preparación para su muerte. Simbólicamente, Penélope, la “velada”, teje y desteje su telar de tiempo para posponer el final de la obra. Simbólicamente también, la elección de uno de los candidatos implicaría cortar la última hebra que la une a Odiseo, como esposa.


Pero Odiseo vuelve, gracias a Calipso y a Circe, diosas que tejen su destino. Circe teje encantamientos a medida que canta, lo que recuerda como las mujeres nórdicas entretejían encantamientos en las hebras de las ropas en los telares, como manera de proteger a sus esposos e hijos en los avatares del destino que las Nornas hubieren elegido para ellos.


También Tueris egipcia es una hilandera, su huso es el eje del mundo.


Porfirio dice que las Moirai dependen de las fuerzas lunares, y un texto órfico las considera parte de la luna. Las Moiras son tres. Son la personificación del destino,  (http://es.wikipedia.org/wiki/Moiras )


Cloto teje la hebra de la vida y está presente en el momento del nacimiento. Lakesis teje la trama del destino, la tela y también la duración de los días del hombre. Atropos, lo “inevitable, inflexible”, corta la hebra de la vida con su cizalla. Su nombre significa literalmente “aquella que no puede desviarse (cambiarse), o torcerse”. Ella marca el destino final del que nadie puede escapar.


Las tres "brujas" que controlan el destino existen en un viejo y profundo nivel mítico, aunque probablemente no tan viejo como el arte de tejer en sí. las Moiras , conocidas por los romanos como Parcas, tienen contraparte en las Nornas


Si nos alejamos un poco del mundo clásico, encontramos a las Nornas en el mundo escandinavo: Urd, Verdandi y Skuld, o en otros términos “lo que fue, lo que está siendo y lo que debe ser”; también “origen, devenir y deuda”. Skuld significa “deuda” y lleva a pensar en la muerte que es deuda en tanto hay nacimiento.


Urd o Urðr en Nórdico antiguo significa "lo que ha venido", y está relacionado con la palabra wyrd, que en Nórdico antiguo quiere decir "destino". Urd es la que hilvana los hilos del telar para que sus hermanas los utilizen al dar forma a las vidas de todos los seres. El pozo de Urd toma su nombre, y es de allí que las tres Nornas extraen el agua para regar el fresno Yggdrasil.  http://www.dark-legion.org/es/Nornas


En las antiguas lenguas germánicas uno de los términos que designan al destino (wurt en alto alemán, wrdht en antiguo noruego,  wyrd anglosajón) deriva del verbo indoeuropeo *uert, hacer girar, movimiento que efectúan el huso, la rueca y todo axis mundi. 


Es en la batalla en donde las Nornas toman la forma de Dísir o Valkyrias, quienes tejen el círculo de la victoria y la derrota en la trama de la guerra, extendiéndolo sobre el campo de batalla como un lienzo invisible. Las valkyrias van tejiendo el devenir de la lucha a medida que va ocurriendo, atando a los combatientes a su rueca. Valkyrias quiere decir: “la que elige a los muertos”, si se analiza la composición de su nombre, vemos que kjora que da kyrias, significa “elección” y Val significa “muerte”.


Las Nornas devanan las hebras con que tejen el destino bajo la Luna del  niño predestinado a ser rey y  en cuyo nacimiento se hacen presentes.


Al igual que las Moiras, las Nornas son más antiguas que los dioses y viven en el Manantial del Destino o “Fuente del Destino” que está bajo las raíces de Ygdrasil, el fresno sagrado o Arbol del Mundo. La fuente salpica con sus gotas mágicas las ramas del Fresno, rescatándolo de la decadencia del tiempo, a pesar de saber todos que, al final, Yggdrasil caerá entre llamas.


En la Edda Menor o en Prosa, escrita por Snorri Sturluson y compilada de fuentes más antiguas dice que las Nornas que habitan junto a la fuente de Urd, toman cada día agua de la fuente y lodo del que hay alrededor de la fuente y lo echan sobre el fresno para que su ramaje no se seque ni se pudra, y es tan santa aquel agua, que todas las cosas que se meten en la fuente se vuelven tan blancas como la telilla que hay por dentro de la cáscara del huevo.


En sánscrito el tiempo se llama kâla, muy parecido al de la diosa Kâlî.


Brahma, Vishnu y Siva aspectos o manifestaciones de un solo Insondable, son, en último término, un producto de Maya, sustancialmente uno pero en forma y funciones, trino, en virtud del ardid especular que disuelve el Todo en lo Múltiple. Maya es la madre. Maya es el hechizo mediante el cual la vida se seduce eternamente a sí misma. Maya es el útero, el pecho nutricio y el sepulcro. (Op. Cit., p. 172)


Maya es la Gran Madre del Mundo, la Suprema Tejedora, y recibe muchos nombres, en la india también se la llama Kali. Pero Maya significa “ilusión” en la época de las Upanishads, textos metafísicos que encierran los miles de caminos para llegar al Absoluto. En tiempos más antiguos, como los védicos, su significado era “poder mágico”, “capacidad de cambiar formas”. El concepto de “ilusión”, sólo que éste adquiere connotaciones metafísicas, y de orden netamente espiritual en época upanishádica. La raíz de Maya es “ma” que significa: “medir, formar, crear, construir, desplegar”. Es la raíz de Luna en inglés, Moon, provienen de la misma raíz indoeuropea Me- . Maya es tanto el poder que crea una ilusión como el falso despliegue en sí mismo, según menciona Campbell en La Imagen Mítica, retomando a otros autores.


En india, en el Mahabharata, se cuenta que dos mujeres devanan y tejen las noches y los días en el telar del año, usando hebras de color blanco y negro. Hay una clara ambivalencia encontrada en muchos cuentos en relación con las Fatas lunares que terminan las vidas que ellas mismas comienzan. Esto es evocado en la imagen del ciclo de tejido de la hermosa tela de la araña, que la usa para atrapar a sus presas y devorarlas, del mismo modo que el tiempo devora a sus hijos. 



Moura-serpe


El arco iris es considerado en muchos lugares epifanía urania, ora asociado al sol, cuando no a las lluvias, al aire, la luna o las nubes.


La asociación entre moura y serpe nos remite a la asociación entre los ciclos de la tierra y la naturaleza con los del tiempo medido, calculado y registrado. La serpiente muda la piel como en la tierra muda la naturaleza cíclica y estacionalmente. La moura rige el tiempo.


La serpiente que se muerde la cola, simboliza la autoalimentación y autofecundación, dando idea de unidad-totalidad, de círculo cerrado y por lo tanto hermético, también alude a la reabsorción cíclica de los procesos psíquicos. Indica la transmutación de la vida en muerte y muerte en vida, basta mirar su boca mordiendo la cola, inyectando veneno en su propio cuerpo. Por otro lado, alude al tiempo y al movimiento, es símbolo de un antiguo dios natural y aparece en culturas caribeñas, indias, africanas y otras. Es principio y fin, generadora de vida y muerte.


Para los dogon africanos, es ancestro mítico, es Nommo, dios del agua y héroe civilizador, les enseña a los hombres la herrería y los cereales. En Benín (Dahomey), tenemos a Dan, gran divinidad de Benín y de la Costa de los Esclavos, es la serpiente fetiche arco iris. De ahí que los esclavos llevados a Haití, la hayan convertido en Damballah-Weddo, divinidad que preside las fuentes y los ríos, representa el relámpago, al dios de la fuerza y de la fecundidad. Dan es hoy el ouroboros del disco de Benín.http://www.transoxiana.org/Preprints/karacic/imaginario-muerte-luna-2.php



6 colores tiene el arco iris


La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua.


 Las siete patas de la Vieja Cuaresma hacen referencia al transcurso de la Semana Santa, sirviendo para contabilizar las siete Subidas al Calvario, conocidas por los nombres de los Domingos de Cuaresma según la antigua liturgia (Subida de Carnaval, Tentaciones de Jesús, Transfiguración del Señor, El Diablo Mudo, Pan y Peces, Domingo de Pasión y Domingo de Ramos), realizándose actualmente tales subidas en sábado.


Por esta época era costumbre representar la Cuaresma en un monigote de papel que representaba una vieja con siete pies, correspondientes al número de semanas de duración del periodo. Comúnmente se colgaba este muñeco en el hogar o en la cocina, en Mallorca y en algunos lugares de la Costa Brava y de la Costa Salada se le suspendía del techo de la despensa para que vigilara aquellos manjares que no debían comerse en Cuaresma.


Se diría que la vieja de las siete patas tiene también  algo estacional, de paso del tiempo o de medida, sumado además el hecho, que es costumbre, de arrancarle una pata por semana que transcurre.


 El tiempo y espacio que se desarrollan en torno al axis mundi identificado con el arco iris o "arco da vella" , hallan en el mismo el patrón de la medida por el que se rigen los fundamentos que los propician y que fijarán en 7 los días de la semana (que son seis más el “Día del Señor Dominicus” de retorno al principio), las vidas del gato, las patas de la Vieja de Cuaresma, etc.


Una tradición hindú atribuye al sol siete rayos: seis corresponden a las direcciones del espacio y el séptimo al centro. También el arco iris no tiene siete colores, sino seis, el séptimo es el blanco, síntesis de los otros seis. Esto es otro secreto del número siete: el retorno al centro, al principio, pues al acabar el desarrollo senario, completa el septenario (cfr. Chevalier, op. cit). Así llega Venus al séptimo piso, ya pasó por seis, el séptimo debe ser el centro, el axis mundi, el axis coelli,http://www.destiempos.com/n10/ruthlevy_n10.htm   .


Así el simbolismo del puente en relación al arco iris trasciende al de su forma curva que los asemeja, y encuentra además cierta analogía entre el simbolismo que comprende el cruzar el puente o paso que se da en el séptimo color, blanco que sintetiza los demás, en la fase o nivel que comprende, culmina, reinicia, repitiría el ciclo culminado.


El 34 comprende también otro número cosmológico fundamental, el 3, que “puede servir como modelo ideal de todo proceso dinámico, que supone el nacimiento, el desarrollo, la decadencia”. El número 7, en cuanto suma del 3 y el 4, expresa “la idea del universo”. En el sistema bíblico el 7 es el número apocalíptico por excelencia: los siete sellos, los siete ángeles, las siete trompetas, el dragón de siete cabezas. El número siete señala la consumación del proceso escatológico, simbolizando


su “dinámica”, llevada al extremo, tras lo cual empieza la destrucción del sistema del mundo que se basaba en los números 4 y 3.  http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai26a.pdf


7, en cuanto suma del 3 y el 4, que nos recuerdan al trisquel y tetraskel que, entre otras cosas, esquematizarían el giratorio movimiento de ascenso y descenso en torno al axis mundi,


El arco iris está afectado por el doble movimiento, ascendente y descendente, que caracteriza el proceso de la ciencia y que hallamos plasmado en la imagen de la doble hélice y del caduceo. El número de sus colores, 7, es sugestivo en la relación que guarda como representación de axis mundi en torno al cual giran tiempo y espacio, y en conexión a la estructura que en torno al mismo reinterpretado axis mundi se contempla, siendo igualmente 7 el número de veces en que se dividen o a través del que se desarrollan  tanto el tiempo como el espacio que giran en torno al mismo, representado como cruz de siete escalones, árbol de siete ramas, centro de siete continentes, huevo en torno al que Ofion gira siete veces, etc.


Según ciertos mitos, el pájaro que puso el huevo del mundo también lo empolla; la paloma bíblica es el espírirtu santo que "fecunda la materia informe". En otros mitos es la serpiente la que incuba el huevo puesto por la diosa pájaro. Ofión se enrosca 7 veces alrededor del huevo primordial. En el mito griego el Tiempo es a la vez lineal (7 ciclos equivalen a 7 días) y, en las 7 vueltas de Ofión, circular. De la misma manera que los árboles cósmicos representan 7 cielos, hay variantes del universal súimbolo de la cruz, con siete escalones, que mismo en leyendas orientales sirve de puente o escalera por la que ascender las almas humanas a Dios.


Los tatar abakan hablan de un monte de hierro sobre el que crece un abedul de siete ramas, símbolo de los siete pisos del cielo. Y en los cantos de los chamanes ostiak vasjugan el árbol cósmico tiene, como el cielo, siete escalones, atraviesa todas las regiones celestes y hunde sus raíces en las profundidades subterráneas.


Cuando sube al cielo, durante su viaje místico, el chamán trepa a un árbol o un poste que tiene siete escalones situado en el centro del mundo.


"El Menorah", candelabro de siete brazos, simboliza el árbol de la vida. Los musulmanes dan alrededor de la Ka´aba 7 vueltas, las mismas que se dan al rededor de distintos lugares considerados sagrados en todo el mundo para reforzar su sacralidad.



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Bibliografía:


Aparte de las direcciones reseñadas, hay cosas del foro al artículo de Servan "Etimología de moros, mouros"; en este mismo sitio.


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Comentarios

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  1. #1 Anfus 12 de feb. 2008

    Hola Servan.


    Creo que la estrella polar como axis mundi mismo podría haber hallado su referencia en torno a los Ártabros, una tribu del norte de Gallaecia que miraba al norte y cuyo nombre encuentra etimología en *art- "oso", quizá.


            Probablemente para evitar que Odiseo fuera absorbido por el remolino del Maelström, Calipso le recomendó navegar al comienzo de la primavera cuando las Pléyades se ocultan al atardecer, llevando a la Estrella Polar siempre a la izquierda de su nave, estrella a la que Homero denomina Osa, para guiarse después por Arcturus que tarda en aparecer, Od., C.V, v. 271-277.


    pleyades


    http://www.protohistoriageografica.cl/es/estrella_polar.htm


    En las creencias indias el monte Meru se alza en medio del mundo mientras encima suya brilla la estrella Polar. Este axioma es compartido por los pueblos uroaltaicos, iranios, germanos, los pigmeos de Malaca, etc., estando ya presente en el simbolismo de los monumentos prehistóricos. En Mesopotamia un monte central, la montaña de los países, une al cielo y la Tierra. Tabor, la montaña palestina, significa ombligo, y el monte Gerizim era llamado ombligo de la Tierra (tabbûr eres). Por creer los autores bíblicos que Palestina estaba cerca de la cúspide de la montaña cósmica no fue inundada por el diluvio, y para los cristianos el Gólgota se encuentra en la cima del mundo, siendo a la vez cima de la montaña cósmica.


    La estrella Polar marca el polo norte celeste actualmente, y de ahí la gran importancia de esta constelación.


    En cuanto a la relación entre la serpiente y el axis mundi, es evidente a amplio nivel. En el cristianismo asociada al árbol de la vida, ciencia, el bien y el mal, ya está desde el principio, en el Génesis, rodeando este universal axis mundi que es el Árbol que se convertirá, como símbolo cristiano, en Cruz a partir del s. XIV. Y también serpientes aladas, o dragones, que luego se convertirán en querubines guardan el Arca de la Alianza.


    Entonces la serpiente es asociada al arco iris en una relación que tiene concordancias, equivalencias, analogías o paralelismos en el vínculo que une al mismo reptil con la cruz, siendo la cruz claro ejemplo igualmente de Axis Mundi.


    En la iconografía cristiana la cruz es representada como árbol de vida.


    En una adivinanza germánica medieval se habla de un árbol cuyas raíces están en el infierno y la copa en el trono de Dios, englobando al universo entre sus ramas; se trata de la cruz. Existen variantes de la cruz con siete escalones, en conexión a los siete árboles cósmicos que representan los cielos..


    El nombre del Mesías, Cristo, traducción del griego Christos 'Ungido', es el Maschaich 'Mesías' hebreo: el Ungido de Dios. Toda simbología cristiana se ordena en torno al símbolo fundamental de la cruz en la que el énfasis dado a su tabla transversal sume en el olvido el carácter original de ésta como único palo vertical, en griego 'stauros', que significando estaca de una valla pasa a definir el poste al que se ataban los condenados.


    Expresando la verticalidad del árbol, el palo se eleva de la tierra a los cielos, mismamente en su relación al árbol de Jese 'que se aguanta derecho'. Cristo, tras la crucifixión desciende a la morada de los muertos, desde donde sube a los cielos, instituyendo así la verticalidad del árbol en la esencia misma de la doctrina cristiana. Ciertas representaciones de Cristo lo muestran crucificado, no en una cruz sino a un árbol. En la iconografía cristiana, la cruz es a menudo representada como árbol de la vida; la verdadera madera de la cruz resucita a los muertos. Cristo mismo es árbol de vida y la madera de la cruz, analógica madera del árbol de la vida del Paraíso.


    Pero la cruz es símbolo universal, al igual que el árbol cósmico. En Egipto el Arbol está representado por la cruz de asa. En las leyendas orientales la cruz es el puente o escala por la que las almas de los hombres suben hacia Dios; situada en el centro del universo, es lugar de paso entre el cielo, la Tierra y el infierno. La cruz  es el símbolo del mundo en su totalidad, crucífero sentido cósmico aun presente en África donde los motivos cruciformes artísticos, con líneas, u hojas de yuca, son muy ricos y numerosos en significación. El primordial sentido cosmológico de la cruz se halla en la indicación de los cuatro puntos cardinales que la identifican como Totalidad del Cosmos.


    El árbol es símbolo de iniciación, que bajo forma de cruz encuenta en la intersección del plano horizontal con el vertical un punto equivalente al eterno presente. Los ejes de la cruz aluden al transcurso del tiempo y a los puntos cardinales y, cuando es encerrada en un círculo como la cruz céltica, a los Ciclos de la Manifestación.


    Saludos.

  2. #2 Anfus 16 de feb. 2008

    Hola. El Círculo parece entonces delimitar un lugar tan sagrado como el Centro. Lo siguiente formaba parte del original artículo de Bero Breo Breogán, tras las huellas...


     Espacio Sagrado 


    En la situación extremo occidental de la cornisa atlántica, imaginada como umbral del Hades en las culturas mediterráneas de misteriosos en tanto que ignotos occidentales finisterraes que miran a poniente, donde el psicopompo sol desciende al inframundo tras su periplo astral, la cultura celto-atlantica consagró el más devoto amor por la Madre tierra de sagrados confines deificándola para la posteridad. Y así dándosele por nombre el de la diosa primordial al lugar que desde la antorcha, Facho de Donón o Faro de Brigantia, alumbra la breoghaniana civilización que forja, para entre el cielo y el infierno adorarla: Galicia, de divina etimología en Calaicia que, como la Cailleach a Brigit, "pare" a Brigantia, diosa guerrera de sabiduría, defensora de la tribu de la briga en la que se personifica como Madre tierra, invocada en el ónfalos axis mundi que conecta su inframundano universo mouro con el altísimo cielo de Bero Breo, un dios cornamentado que posee una Torre que es Pilar Cósmico, en conexión al mismo axis mundi onfálico y terrenal, alrededor del cual gira el universo celto-atlántico.


    Toda hierofanía y kratofanía transfiguran el espacio profano en sagrado, a base de mitos. Un espacio sagrado toma pues su validez en la permanencia de la hierofanía que lo consagró una vez, asegurando para el porvenir la perseverancia de esa supuesta sacralidad. El lugar se transforma así en una fuente inagotable de fuerza psíquica que permite al ser humano tomar parte en esa fuerza creída para comunicarse con tal sacralidad mental.


    Las rocas, manantiales, grutas o bosques venerados en el transcurso de la protohistoria siguen siendo considerados, bajo formas variables, sagrados por las poblaciones cristianas de hoy.


    La consagración de la tierra es presumiblemente recordada en los numerosos petroglifos circulares realizados por evidentes motivos religiosos y que son, a modo de altares en roca viva grabados, puntos donde la tierra con el cielo y el inframundo conectan en la sacralización que el rito le confiere, mejor en  lugares donde circunstancias y elementos circundantes u otro tipo de hierofanía, mismo provocada, favorecían propicio el lugar para la práctica del culto. Todas estas construcciones sagradas representan el Universo en sus niveles de tierra, cielo e infierno, constituyéndose así, con la participación de lo numinoso hallado en, por ejemplo una roca con determinada forma que mira a poniente sobre el océano; en axis mundi al rededor del cual gira, como giran las estrellas alrededor de la estrella polar (principal astro de la Osa Menor e igualmente axis mundi) la existencia.


    Los espacios sagrados por excelencia, altares y santuario, son construidos según prescripciones de cánones tradicionales. La construcción se funda en última instancia en una revelación primordial que reveló in illo tempore el arquetipo del espacio sagrado. Así, el maga iranio es un lugar sagrado donde la impureza queda abolida haciéndose posible la unión entre cielo y tierra. La erección del altar sacrifical védico se realizaba conforme a un doble simbolismo: creación del mundo e integración simbólica del tiempo. Mismo alcance cosmogónico se verifica en la construcción del mandala de las creencias tántricas; la palabra significa círculo, interpretado en las traducciones tibetanas  como centro o  lo que rodea, siendo el mandala una serie de círculos, concéntricos o no, inscritos en un cuadrado. El mandala es así a la vez una imago mundi y un panteón simbólico. El rito puede considerarse igualmente una equivalencia del pradakshina, el ceremonial de dar la vuelta a un templo o un monumento sagrado (stûpa) , o de la iniciación por la entrada ritual en un laberinto.


    Rómulo, tras haber abierto, arando, un surco profundo (fossa), haberlo llenado de frutos, recubierto de tierra, y haber elevado por encima de él un altar (ara), trazó con el arado una muralla. La zanja era un mundus, de hay las lenguas romances conocen al universo como "mundo". Este mundus romano es intersección religiosa de los tres niveles cósmicos. Es probable que el modelo primitivo de Roma fuera un cuadrado inscrito en un círculo.


    Muchos monumentos circulares griegos son ctonianos o, como los de las poblaciones africanas manda, combinan lo ctoniano y lo cosmogónico.  Y muchos más serían ejemplos de consagración de un lugar en la tierra en su conexión con el cielo y el infierno.


    La cerca, muro o círculo de piedras que delimita el espacio sagrado se cuenta entre las más antiguas estructuras arquitectónicas conocidas de los santuarios, apareciendo ya en las civilizaciones protoindias y egeas. La cerca indicando la  presencia de una hierofanía o kratofanía, también tiene por objeto preservar al profano del peligro al que se expondría penetrando allí sin tomar precauciones. Lo sagrado es peligroso para quien entra en contacto con ello sin previa preparación, puesto que lo primero que veneró el ser humano fue al rayo y el trueno. De ahí los innumerables ritos y prescripciones relativos a la entrada en el recinto o lugar sagrado, como los que conciernen al vadeo del Letheo o al Cancerbero.
    Lo mismo sucedía con las murallas de la ciudad. Antes de ser obras militares eran defensa mágico-protectora contra demonios o espíritus malignos. Y en tiempos de asedio o epidemia toda la población se reunía para rodear con una procesión los muros de la ciudad,  reforzando así su calidad de límite y defensa mágico-religiosa.


    La visión que estos pueblos semiprimitivos tienen del universo se puede resumir en tres puntos:
    1) en el centro se encuentra la montaña sagrada,y en ella se encuentran el cielo y la Tierra;
    2) todo templo,palacio,residencia real o ciudad sagrada se asimila a una montaña sagrada;
    3) por templos o ciudades sagradas pasa el axis mundi (eje del mundo),y  por tanto son puntos de unión entre cielo,Tierra e infierno.


    En las creencias indias el monte Meru se alza en medio del mundo brillando encima suya la estrella polar. Esta concepción es compartida por los pueblos uroaltaicos, iranios, germanos, los pigmeos de Malaca, etc., estando ya presente en el simbolismo de los monumentos prehistóricos. En Mesopotamia un monte central, la montaña de los países, une al cielo y la Tierra. Tabor, la montaña palestina, significa ombligo, y el monte Gerizim era llamado ombligo de la Tierra (tabbûr eres). Por creer los autores bíblicos que Palestina estaba cerca de la cúspide de la montaña cósmica no fue inundada por el diluvio, y para los cristianos el Gólgota se encuentra en la cima del mundo, siendo a la vez cima de la montaña cósmica.



     Castro Sagrado


    Analizando el hecho religioso que rodea a la montaña y al monte entre distintas creencias, y comparando datos  con los de las galaicas brigas, hallaríamos el característico peculiar sabor atlántico en unas mismas paralelas creencias así constatadas, en la sacralidad que de las brigas emana en su religioso vínculo a Brigantia, diosa de la tierra, lo mismo que a Calaicia, del Mundo Inferior, y a Bero Breo, del cielo, a los que son devotamente encomendados los atlánticos castros.


    En Mesopotamia los templos fueron casa del monte de todos los países, monte de las tempestadeslazo entre cielo y Tierra. Cada ciudad oriental se encontraba en el centro del mundo, y todo palacio real era semejante al monte cósmico. Babilonia era Bâb-ilâni, puerta de los dioses, donde los dioses descendieron a la Tierra. La Ziqqurat mesopotámica era una montaña cósmica. El templo de Burabudur imagen del mundo, es construido en forma de montaña.


    Ciudades y lugares santos eran asimilados a las cimas de las montañas cósmicas, por eso Jerusalén y Sión no fueron sumergidas por el diluvio. Según la tradición islámica la Ka´aba es el lugar más elevado de la Tierra, situado en el centro del cielo. En China el gnomón no daba sombra el día del solsticio de invierno a mediodía, pues estaba en el centro del universo, cerca del árbol milagroso Kien-mou (bosque alzado), donde conectan cielo, tierra e infierno. En la tradición budista la creación parte de la cima cósmica, concepto compartido bajo distintas formas en tantas culturas. Según la tradición mesopotámica el hombre fue moldeado en el ombligo de la Tierra, en uzu (carne), sar (nexo) y ki (lugar, tierra); donde se encuentra también Dur-an-ki, enlace entre cielo y Tierra. El paraíso está en el ombligo de la Tierra y, según la tradición siria, sobre una montaña más alta que las demás. Según el libro sirio "La caverna de los tesoros" Adán fue creado en el centro de la Tierra, donde debía levantarse más tarde la cruz de Jesús, siendo que el apocalipsis judaico y los misdrahim precisan que Adán fue moldeado en Jerusalén.


    La misma etimología de la voz briga con que son designados los castros, construidos evocando las formas circulares que confinan el espacio consagrado, designa la  altura, en asociación a la fuerza y el poder que evoca, suscita y con los que se interrelaciona. El mismo Facho de Donón, es ejemplo de poder numinoso, asociado a otras fuerzas religiosas, emanado de la altura y la verticalidad, en la cima del promontorio y en presencia del mar, con su antiguo faro celta en el que la fogata que se encendiera, por motivos evidentes, recordaría o trataría en algún modo de emular a la columna de fuego que, con el nacimiento de Brigantia, llega al cielo, nueva representación del, reinterpretado en sus dispares versiones, axial pilar o columna cósmica en torno al cual gira el universo.


    saludos

  3. #3 Servan 26 de feb. 2008

     tamlin: Es curiosa la relación de la Pléyade perdida con la Osa. En la tradición judía, para castigar a la raza de Orión (las mujeres deben usar velo en la misa para no tentar a los ángeles), dios saca una Pléyade, ocasionando el diluvio universal. Después toma una estrella de la Osa y con ella tapa el boquete, por ello la Osa desea que le restituyan su estrella, lo que ocurrirá en el Fin de los tiempos.
    Homero habla de la paloma perdida, y en la tradición india se dice que las 7 estrellas de la Osa, los 7 sabios (rishis y no rk, osos) estaban casados con las 7 Pléyades, una sola de las cuales fué fiel (estadística que me parece muy plausible).
    7 deben ser las Pléyades , 7 las estrellas de la Osa, y 7 las de
    Orión (3 del falo enmarcados por 4).
    No me calza que las Híades sean la boca del lobo, más lógico me parece que fuera Canis minor. En Mesoamérica la solución es muy elegante, la boca del 'lobo' sería la zona oscura de la vía láctea (que logicamente intersecta la eclíptica en 2 lugares) en Escorpio, donde está Ta Muan Chan (v. mi art.).
    Creo que al intentar reconstruir una cosmovisión astral, es muy importante considerar la Vía Láctea, cosa que frecuentemente se olvida.
    En el famoso caldero, no se ve a Cernunnos sino a Pasupati o como se llamara en Mohenjo Daro. Sí estoy de acuerdo en que son el mismo personaje mítico.
    Orión tiene mucho en común con Odín, la pérdida del ojo, el ser colgado, la cabalgata fantasma, y otras. Creo que son variaciones del mismo tema.
    Habría que ver qué hay detrás de algunos cuentos, Blanca Nieves y los 7 enanitos, o la historia de la niña que entra en la casa de los osos.

  4. Hay 3 comentarios.
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