Autor: lgmoral
lunes, 13 de febrero de 2006
Sección: Lenguas
Información publicada por: lgmoral
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TEXTOS LUSITANOS

Examen de los epígrafes de Lamas de Moledo y Cabeço das Fráguas como documentación segura, problemática, insuficiente para el discurso extralingüístico en Religión, Mitología, Organización Social, etc.


TEXTOS LUSITANOS

En algunos foros de Celtiberia.net he dado opinión, me la han pedido y últimamente algunos echan en falta que no intervenga yo más en estas cuestiones de Hispania indoeuropea. Aprovechando una pequeña baja he podido armar estas notas y espero que sean útiles, en especial como aviso o cautela ante los riesgos del discurso extralingüístico basado en todo o en parte sobre datos lingüísticos insuficientes o problemáticos. Más de una vez hicimos referencia a las “Trümmersprachen” o “escombros lingüísticos” con que trabaja la Paleohispanística, y también a que la Etimología de nombres propios sin el aval del correspondiente léxico común puede ir a dar en Etimomancia o cosa parecida y de nulo provecho para el progreso del conocimiento. Excuso decir que no tengo la menor intención de polémica ni de refutación de nada ni de nadie. Cada cual que lea sacará sus consecuencias. Y lamento tener que anticipar que el poquísimo tiempo de que voy a disponer me obligará a atender poco y mal a mis contertulios, que cuentan siempre con mi saludo más cordial.

Lusitania, área comprendida entre los ríos Duero y Guadiana, se considera que forma unidad con Gallaecia, área comprendida entre los ríos Duero y Navia, y están en juego datos y criterios de distintos órdenes y que no podría resumir aquí. A efectos de comentar puntos de Lingüística, me conformaré con aludir a un par de diferencias culturales importantes de Gallaecia y Lusitania respecto de Celtiberia, diferencias que por su relieve pudieran ser indicio de también diferencias lingüísticas:
1) La fórmula con que el individuo se identifica, fórmula en la que, por cierto, también hay diferencias de Lusitania y sur de Gallaecia con la Gallaecia de la C invertida o los CASTELLA al norte del río Limia. Me abstengo muy cuidadosamente de meterme a discutir cómo se concretan en la organización social esas diferencias que las fórmulas dejan ver.
2) Gallaecia y Lusitania están a la izquierda de la línea Oviedo – Mérida y se marcan frente al otro lado de la línea con una teonimia peculiar en la que sobresalen BANDVE, REVE y NABIAE, además de que se documenten otros teónimos que son también de otras áreas hispánicas indoeuropeas.
Estas diferencias culturales con reflejo notable en la documentación onomástica se complementan con que
3) Gallaecia y Lusitania tienen en común y frente a otras áreas un conjunto antroponímico propio (por ejemplo, ANDERC(I)VS, CAMALVS, PINTAMVS, REBVRRVS …), sin perjuicio de compartir otros antropónimos con esas otras áreas hispánicas indoeuropeas. Aquí lo lingüístico y lo extralingüístico se interaccionan y en todo caso componen un panorama cuya profundidad histórica puede ser corta, mucho menor que la de las diferencias anotadas en 1) y 2).
4) Del ámbito lingüístico es el uso abundante del sufijo prelatino –AIKO en el área galaico-lusitana, pero que no es exclusivo de ella. Es emblemático en KALLAIKÍA y KALLAIKOÍ, GALLAECIA y GALLAECI… conocidos tarde por los romanos, mientras que en LYSITANOÍ, LUSITANI… el sufijo –TANO- acredita un conocimiento temprano, emparejado con el conocimiento de los pueblos no indoeuropeos de la costa oriental y meridional y sus respectivos hinterlands (SEDETANI, CONTESTANI … TURDETANI …; hay otras formaciones y otros sufijos que no es del caso presentar ahora).
Las diferencias de orden cultural, importantes sin duda alguna, entre las distintas áreas de la Hispania indoeuropeizada pueden, pero no tienen que, significar diferencia de lengua entre los pueblos o etnias de las áreas en cuestión, pero sí una fragmentación dialectal, axiomática de situaciones tales en las que, además, no parece que haya habido centros de poder y prestigio decisivos para la uniformación cultural y lingüística del conjunto. Para las fechas ya bajas en que la Hispania indoeuropeizada nos da documentación lingüística, tanto directa como indirecta, seguimos en polémica de si a la celtidad indudable de la lengua celtibérica se opone una lengua lusitana no céltica por ciertos rasgos, pero sí próxima a lo céltico como lengua indoeuropea occidental, además de que se reconozca tanto en Lusitania como en Gallaecia la penetración de un elemento céltico bien reconocible en la Onomástico y con piezas notables en teonimia, LVGVBO, LVCOVBV[s] …, y en toponimia, BRIGANTIUM, AVOBRIGA, AVILIOBRIS …
El lector ya ha podido ver que mi presentación de un par de textos lusitanos va precedida de unos telegramas escuálidos de presentación del conjunto en que esos textos encajan y de algunos puntos de interés dentro de él. Tal vez el telegrama más escuálido, ya francamente caquéctico, sea el de advertir que me parece sin fundamento lingüístico suficiente -¡y en otros órdenes no entro!- todo esquema etnogenético en que la indoeuropeización y / o celti(ci)zación de Gallaecia y Lusitania se imputen a movimientos desde Celtiberia en los siglos VIII-VII y siguientes. Debemos valorar las noticias que Estrabón y Plinio recogen de sus antecesores sobre movimientos de población de Celtiberia a Baeturia y de ésta a Lusitania y Gallaecia, pero son hechos puntuales y recientes. Creo que la indoeuropeización del área noroccidental de Hispania se certifica como notablemente antigua, prehistórica y no obra de celtíberos históricos (¡bueno, no hay celtíberos prehistóricos!), con sólo el estudio de la hidronimia (LAMBRIS, TAMARIS, AVE, LIMIA, MINIUS, ALESANTIA, VERNISICA… entre lo antiguo y medieval, DEVA, DUBRA, AVIA… entre lo moderno), pero es tema en que parajódicamente no podemos mojarnos. También la toponimia, aun cuando tenga elementos recientes, no deja de tener su profundidad temporal como criterio para la indoeuropeidad del Noroeste hispánico.
Vamos ya con un análisis superficial de los textos lusitanos de Lamas de Moledo y de Cabeço das Fráguas para tocar unos pocos puntos de método que me parecen de actualidad. Me perdonarán unos y me agradecerán otros que renuncie a la minucia y a la erudición que no vienen a cuento.

LAMAS DE MOLEDO (MLH IV, L.2)

RVFINVS ET
TIROSCRIP
SERVNT
VEAMNICORI (VEAMINICORI)
DOENTI
ANGOM
LAMATICOM (LAMMATICOM) (LAMATIGOM)
CROVCEAIMAGA (CROVGEAI)
REAICOI PETRANIOI T (PETRAVIOI)
ADOM PORGOM IOVEA_ (IOVEAI)
CAELOBRIGOI (CAEILO- o CAIELO-, lecturas de quienes ven ligatura EI o IE en la letra E)

Las letras subrayadas son lecturas dudosas. Presento en paréntesis algunas de las variantes de lectura. No tienen relieve ni necesitan comentario las relativas a sonorización de sorda C > G; tampoco es de relieve la variación sufijal a registrar en PETRANIOI / PETRAVIOI.
De mayor entidad son las inseguridades de lectura, que son la primera llamada seria a la prudencia en leer y en concluir tanto en lo lingüístico como en sus ampliaciones a lo extralingüístico.
Dejado aparte el encabezamiento latino de los dos lusitanos alfabetizados a los que tenemos que agradecer el texto, lusitanos ya con nombre ya latino, quede ya claro que el texto es de lengua lusitana y no es un latín vulgar, un ‘castrapo’ o potpurrí del latín dominante con tales o cuales localismos lusitanos. Ni DOENTI ni los dativos con finales -AI, -OI tienen nada que ver con lo que es la evolución de lo latino a lo romance. Si ANGOM es, como parece, nombre común, tampoco tiene nada de latín con ‘corrupção’, por decirlo como lo decía Camões. PORGOM es indoeuropeo que tanto puede reflejarse en latín como en celta u otra lengua occidental. De nombres propios y sus derivados nada se dice porque no definen la lengua del texto.
Tenemos como más probable un doble nominativo de plural de tema en –IO- (es decir, nom. sg. –IOS): VEAMINI CORI ‘las gentes veaminias’, mejor que un compuesto VEAMINICORI. Este nom. pl. –I < *-IOI no tiene por qué ser considerado latinismo. Debe ser sujeto de la 3ª de plural, presente de modo indicativo, DOENTI, una forma muy notable y que, insisto, no es mal latín ni por el forro. Su adscripción a la raíz con grado pleno *DEH3- > *DO- con O larga, alternante con el grado cero o ausencia de vocal *DH3-, es la más verosímil y mayoritaria. Hay otras. (NOTA.- Lamento que en pantalla se alteren detalles importantes en la presentación de fonemas y morfemas). En el plural DOENTI corresponde grado cero y, dentro de lo céltico común, se esperaría una vocalización de timbre A; el timbre O es muy sorprendente y pudiera ser extensión del timbre O, pero cantidad larga, que corresponde al singular, grado pleno, aunque aquí tropezamos con que en lo céltico común *O larga evoluciona a A larga (salvo en posición final, que resulta U larga); DOENTI puede resultar, pues, de una evolución particular del ámbito lusitano, con mal encaje en lo céltico común, pero curiosamente coincidente con lo griego. Hay otros problemas, pero ya menores.
ANGOM LAMATICOM debe ser el acusativo de singular, complemento directo de DOENTI. Para ANGOM se han aducido repetidamente las raíces *ANK- ‘curvar, doblar’ y *ANGH- ‘estrecho’ para un significado de ‘valle’. LAMATICOM es de las que le ponían a Fernando VII en los exámenes: de la base LAMA (¡estamos en Lamas de Moledo!) tenemos los *LAM-AT-ES cuyo ANGOM es LAMAT-ICO-M, con sufijación indoeuropea común y, por tanto, nada de presunto latinismo.
Más de uno ha propuesto que ANGOM se corrija en AGNOM ‘cordero’ y así se tiene un paralelo con el PORGOM ‘cerdo’ de más abajo y ambos animales objeto de donación a sendos teónimos con sus epítetos. La corrección es apetecible, pero abre el paso a que cada cual presente sus correcciones a lo que no encaja con su enfoque previo del texto. Se puede objetar, creo, que es procedente que un valle se especifique como LAMATICOM, pero no lo es tanto que esa especificación se haga de un cordero, aunque éste es tema en que nuestro (des)conocimiento de factores extralingüísticos aconseja no hacer juicios terminantes. Nótese que hoy hacemos precisiones como ‘pimientos de Herbón’, ‘ostras de Arcade’ …
García Alonso quiere ver en LAMA ‘terreno húmedo’ un término céltico remontable a *PLA-MA y con el significado primario de ‘llanura’: estamos ante la misma raíz que da el griego PALÁME, lat. PALMA, irlandés LAM ‘mano, palma de la mano’. Pero el latino (¿latino?) LAMA ‘lugar pantanoso’ es un obstáculo a esta hipótesis, que sería muy a tener en cuenta por la pérdida de ide. *P. Actualmente LAMA y derivados y compuestos (LAMEGO, LAMOSA, LAMEIRO…) tienen una presencia intensa en la toponimia noroccidental hispana.
Metidos a observar y argumentar paralelismos (ANGOM corregido en *AGNOM ‘cordero’ // PORGOM cerdo’), ha de notarse que el orden sustantivo + adjetivo (+ dat. teónimo) de ANGOM LAMATICOM CROVCEAI se invierte en TADOM PORGOM IOVEAI si aquí tenemos adjetivo + sustantivo + dat. teónimo, cosa que no es tan segura como quisiéramos en TADOM y en IOVEAI y otras propuestas de lectura o corrección que hay para estas dos palabras.
En CROVCEAI MAGAREAICOI PETRANIOI, con variantes CROVGEAI y PETRAVIOI, tenemos a primera vista teónimo + doble epíclesis, es decir, dos epítetos. De CROVCEAI y sus otros ejemplos CROVC[i]AE NI[l]AICVI en Mangualde (Viseu), COROVGIA[i] VESVCOI en Barcelos (Braga) y CROVGIN (a corregir en CROVGIAI, Gorrochategui) TOVDADIGOE en Xinzo (Ourense) hay acuerdo en remitirlos a *KROUKA ‘colina, montón de piedras’, con abundantes y relevantes paralelos de (otras) áreas célticas y que hacen pensar en nuestro CROVCEAI como colina, o altar en la roca, o ‘cairn’, objeto o lugar de culto.
Para CROVGIAI TOVDADIGOE de Xinzo, ‘colina / altar / ‘cairn’ comunal’, con adjetivo *TEUTATIKO- > TOVDADIGO-, de *TEUTA ‘comunidad’, pueblo’, también hay, y no suena mal, la alternativa CROVGIAI TOVDADI - GOE, con –GOE representando la enclítica ide. *KWE: así la dedicación se hace ‘A *CROVGIA Y A *TOVDADIS, es decir, el TEVTATIS de la tríada gala bien conocida.
Para la segmentación e interpretación de MAGAREAICOI PETRANIOI hay propuestas varias. El sufijo –AICOI sugiere que en MAGARE- tengamos un topónimo y estemos, pues, ante un culto local o ante la localización de un culto de CROVCEAI, como se prefiera. Creo haber leído en algún lugar que cercana al lugar del epígrafe está la Serra de San Macário, nombre sospechoso de haber venido a cristianizar lo pagano previo en un lugar *MACARE-(os?). Pero también el OUTEIRO DE MAGA entra en juego y ese (lat. ALTARIUM >) OUTEIRO podría ser incluso “traducción” de CROVCEAI. Hay más propuestas y de todas juntas y de lo demás se deduce que sobre alternativas no definitivas y sobre inseguridades y lecturas problemáticas en lo lingüístico es arriesgado construir en lo extralingüístico.
Creo que CROVCEAI puede admitirse como de género masculino a juzgar por los epítetos, adjetivos masculinos, que lo acompañan en CROVC[i]AE NI[l]AICVI y COROVGIA[i] VESVCOI y, por tanto, no me parece necesaria la interpretación de Untermann, que tiene CROVCEAI por femenino y no puede concertarlo con los masculinos MAGAREAICOI PETRANIOI; propone CROVCEAI MAGAREAI – COI, es decir, dos teónimos independientes unidos por la enclítica ide. *KWE, aquí grafía COI (cf. más arriba TOVDADI-GOE), y con PETRANIOI, teónimo o epíteto, comienza otra oración cuyo verbo debe seguir sobreentendiéndose DOENTI, y con cambio de orden, pues tenemos ahora dativo del teónimo + acusativo de lo que se le da. Por supuesto que quedan cabos sueltos con las lecturas dudosas que siguen.
Relacionar PETRANIOI con ide. *KEWTR- ‘cuatro, cuarto’ parece improcedente porque todo lo hispano, celta o no, es de mantenimiento de Q y no tenemos aquí ningún indicio para ver en PETRANIOI un término de Celta P importado por la razón que sea. Pudiera ser latinismo, derivado indígena de PETRA, helenismo en latín y parece que sin etimología indoeuropea en griego. Si es de origen latino, nada hay que comentar de su P- inicial. No sé si vendrán a cuento el topónimo actual PEDRAIO y el común portugués PEIRÃO ‘pilar, pilón’, el común gallego PEIRAO (‘muelle’= construcción con piedras).
TADOM PORGOM IOVEA_ (IOVEAI?) CAELOBRIGOI (CAEILO- o CAIELO- según algunos que ven ligatura EI o IE en la letra E):
Para TADOM hay otras propuestas, en particular RADOM. Una vez más, lo incierto es inseguro para ampliaciones extralingüísticas de religión, mito, etc.
PORGOM ‘cerdo’ está más que trillado y con su P- de escándalo para ser céltico en la ortodoxia hoy dominante. Me limito a apuntar que incluir / excluir / partir lenguas con tanto énfasis en una sola innovación, por llamativa que sea, podría hacer pensar en, por ejemplo, dos lenguas españolas, una que distingue COCER / COSER y otra con ‘seseo’ e inexistencia de la fricativa interdental sorda ‘zeta’; o también tendríamos dos lenguas gallegas, la que tiene ‘gheada’ y la que no la tiene (JERRA o GHERRA / GUERRA).
Que IOVEAI sea un teónimo en dativo, incluso el latino IOVI, es inseguro; hay otras lecturas y alternativas. CAELOBRIGOI puede ser epíteto de IOVEAI, si éste es teónimo y dativo, pero también puede ser etnónimo en nominativo de plural, en opinión de expertos. La ubicación de esta *CAELOBRIGA es lo de menos, empezando por si es o no la misma que en Ptolomeo es la KOILIOBRIGA de los COELER(I)NI de, al parecer, el actual Castromao (Ourense). Bueno, o no es tan de menos porque habría que explicar diferencias de vocalismo y quedarse con una etimología de ‘ciudad de KOILIOS’, etc., o, si optamos por mantener el vocalismo CAELO- y entramos en si hay o no ligatura para leer CAIELO- o CAEILO-, cambian las alternativas etimológicas y puede entrar en juego, con más o menos seguridad, la CAELIA, bebida hispana obtenida de la fermentación del trigo, etc. y volvemos al riesgo de montarnos lo extralingüístico sobre base lingüística sin toda la seguridad debida. Puestos a ponernos a gusto, incluso nos deducimos un nombre indígena *CAELOS para el trigo.
Y cierro estas notas sobre el epígrafe de Lamas de Moledo insistiendo en que tras unas líneas generales claras y unos cuantos datos ciertos y espléndidos están también las inseguridades que avisan contra hacerse construcciones que, como ya se ha dicho, están muy bien para el currículo de Fulano, pero no aportan nada al conocimiento común.

CABEÇO DAS FRÁGUAS (MLH IV, L.3)

OILAM TREBOPALA
INDI PORCOM LABBO
COMAIAM ICCONA LOIM
INNA OILAM VSSEAM.
TREBARVNE INDI TAVROM
IFADEM[
REVE RE[

Con paralelos claros en otras áreas indoeuropeas (SVOVITAVRILIA romana, Catón, Agr. 1.41.1, Varrón 2.1.10. Livio 1.44, Festo 293; además Aristófanes “Pluto” 819, con escolios, Hesiquio, s.vv. TRIKTEÎRA, TRIKTÝA, etc.) y con epígrafes en lengua latina de Marecos y Panóias, también de contenido sacrificial.
En este texto OILAM, INDI, COMAIAM, VSSEAM, IFADEM no pueden ser en absoluto un latín deteriorado. Tenemos lengua lusitana con cero latinismos. Tampoco aquí decimos nada de los nombres propios, de la Onomástica.
No hace falta discutir OILAM ‘oveja’, parece que formación de diminutivo como lo es, frente a OVIS, la OVICULA > OVEJA, OVEILLE, OVELLA; también son claros PORCOM ‘cerdo’ y TAVROM ‘toro’, sin que tenga mayor relieve que no tengamos *TARBOVM con metátesis y betacismo –VR- > -RB-. Para OILAM VSSEAM puede valer la interpretación de Tovar, con remisión a ide. *WET- / *UT- ‘año’: ‘oveja de un año’ (cf. gr. ÉTOS ‘año’, latín VETUS ‘viejo’, sin duda de contraponer VINUM NOVUM y VETUS ‘añejo, del año anterior’), o la de Untermann, ‘oveja grande, adulta’, con ide. *UP-S- como base y con la evolución esperable para *P (cf. UXAMA < *UP-SAMA, superlativo ‘muy alta’).

TREBOPALA y PORCOM con ide. *P conservada no encajan en lo céltico común de la opinión mayoritaria, tradicional y que algún día, según Untermann, tendrá que aprender a convivir con la P. A estas formas se une la conjunción INDI (cf. inglés AND, alemán UND, etc.), que está también en otros textos lusitanos de Arroyo, pero que falta en celtibérico y en el resto del ámbito céltico. Su falta en celtibérico podría deberse al azar de una documentación escasa (que nos ofrece UTA y –CVE); para su falta en el resto del ámbito céltico no voy a “argumentar” la parida de que pudo haberse perdido y prefiero pensar en paralelos como, por ejemplo, el de la lengua griega, cuya división dialectal incluye que en unos dialectos falten totalmente formas pronominales, adverbiales, preposicionales… que otros sí tienen y no hay que preguntarse si esos elementos se perdieron y sus dialectos son menos griegos o son “otro” griego. No creo, pues, que la presencia de INDI en lusitano invalide su adscripción a lo céltico.
Para el resto de la inscripción hay tantos problemas que nos resulta un auténtico muestrario de los problemas que, ya lingüísticos, hipotecan lo extralingüístico y amenazan con que construyamos en el aire.
1. Morfología y Sintaxis: tras los acusativos OILAM, PORCOM y COMAIAM se esperan o se quieren ver dativos, teónimos, pero TREBOPALA, LABBO e ICCONA LOIMINNA no encajan como dativos en lo que sabemos de persistencia de desinencias indígenas en teónimos y epítetos (por ejemplo, LVGVBV), y solamente LABBO no tendría dudas para ser un dativo en forma latina. Con esto no se elimina terminantemente que TREBOPALA, LABBO e ICCONA LOIMINNA sean teónimos, pero se abren otras alternativas para estos tres términos, que deben (de) ser nominativos de singular y sujetos de un verbo no expreso cuyos complementos directos son OILAM, PORCOM, etc. Ese verbo no expreso (contextualmente sobreentendible) pudiera ser algo así como un “recibe(n)”, si TREBOPALA e ICCONA LOIMINNA son teónimos, como es muy tentador considerarlos; pero si la lectura LABBO es segura, Untermann hace notar que perdemos toda conexión con el teónimo LAEPUS y la geminada –BB- apunta más a antropónimo que a teónimo.
En esta línea el paso siguiente es notar que a partir de OILAM VSSEAM TREBARVNE cambia la sintaxis y tenemos acusativo objeto + dativo del teónimo, el esquema archiconocido y, claro está, sobreentendiendo un verbo ‘dar’, ‘sacrificar’… [NOTA Quiero hacer notar: 1) que proponer que TREBOPALA, LABBO e ICCONA LOIMINNA sean nominativos anacolúticos en lo que se llama “posición de descanso” o de economía morfológica, en lugar de los esperables dativos, sería el típico antojo para concluir lo que más nos mola; 2) que el paralelismo sintáctico no debe alegarse ni forzarse para el encaje morfológico de las dificultades: en este caso las de que TREBOPALA, LABBO e ICCONA LOIMINNA mal pueden ser dativos].

2. Etimología y Léxico.
2.1. En el léxico común tenemos:
2.1.1 COMAIAM, que ha sido comparado con CAMOX (fr. CHAMOIS, GAMUZA…); también se ha propuesto *KOM-AIWYA ‘de la misma edad’ [¿qué quién?]; también, en fin, una [yegua] ‘crinosa’, del latino COMAE que ya he tenido ocasión de hacer notar que es término griego y préstamo al latín en usos y niveles sobre todo poéticos. El contexto no asegura ninguna de las opciones y, en particular, la ‘[yegua] crinosa’ no tiene apoyo en ICCONA.
2.1.2. Sobre IFADEM, presunto adjetivo ‘semental’, de muy atractivo encaje con TAVROM, hay que repetir que la etimología *IBH- ‘futuere’ > IF- es cierta, si es cierto que *BH > F, que a su vez es cierto si la etimología es cierta…: el cuento de la buena pipa o ‘una rondine non fa primavera’. En material lusitano, empezando por los topónimos con –BRIX, -BRIGA, parece que hay BH > B y lo poco que hay de fonema F debe tener otros orígenes, por ejemplo *W. Para IFADEM[, si es forma completa, hay también problemas para su análisis como adjetivo derivado de raíz verbal.
2.2. En Onomástica los problemas son mayores:
2.2.1. TREBOPALA es teónimo según interpretación mayoritaria y que no tiene inconveniente en considerarlo dativo. Hay otras alternativas: topónimo, nombre de una función o dignidad sacerdotal… La etimología de TREBO- ‘casa, habitación’, extensible a ‘casas, grupo poblacional’, no tiene la menor duda (cf. ARROTREBAE, CONTREBIA, ATREBATES…), pero –PALA ha sido etimologizado, con apoyos o referencias variadas:
a) como ‘roca’ (con celta lepóntico PALA ‘lápida’, gallego PALA(S), airl. AIL, al. FELS, etc. e incluso lat. PALATUM ‘bóveda, cubierta > paladar’); tendríamos algo así como la ‘roca comunal’.
b) como ‘charca’, de un ide. *PEL- hidronímico: ‘charca comunal’
c) como ‘protección’, *PA-LA, con el paralelo notable de ai. VIŚPALA: ‘protector de la comunidad’, con TREBO- equivalente a VIŚ- < *WOIK- (cf. lat. VICVS, gr. OÎKOS). Con la misma raíz y significación básica se conjetura también un significado relativo al pastor y la ganadería (cf. lat. PASCO, PASTOR…).
d) como ‘llano, ancho’, de *PEL-H2- (cf. lat. PLANUS)
Cualquiera de estas alternativas puede presentarse compatible e incluso considerarse reforzada con TOVDOPALANDAIGAE, epíteto teonímico que supone un topónimo *TOVTOPALANT(I)A, y con PALANTIA, PALENTIA, etc. Hay que señalar que, si es cierta la relación de estas formas con TREBOPALA, para ésta se recomienda la significación de ‘protección / protector de la comunidad’ y se pueden dejar a un lado las etimologías de ‘charca’, ‘roca’, ‘llano, ancho’. (Compárense PALANTIA, PALENTIA ¿‘protección’? con VALENTIA, FLORENTIA, FAVENTIA y otros muchos topónimos que son nombres abstractos con significación siempre positiva).
En fin, cada cual se hará su opinión sobre con qué seguridad se construyen discursos sobre organización social, ideología, religión, etc. partiendo de epígrafes y de léxico común y propio que están llenos de vacíos –valga la parajoda- y abiertos a salidas varias, además de que no tengan un contexto mínimo de “realia” que nos orienten en tales salidas.
2.2.2. ICCONA también se considera teónimo, en especial por quienes admiten que la forma está en caso dativo. Su equiparación con el galo EPONA y, por tanto, remisión a ide. *EKWO- ‘caballo’ (con grupo de gutural K + W, no fonema labiovelar), se contradice totalmente con todo el material hispano, que es celta Q (EQVAESI, QVERQVERNI, AQVABONA, enclítica –CUE en celtibérico, etc.) y no tenemos además criterio o referencia alguna para situar esa evolución *-KW- > -CC- en el ámbito céltico e hispánico. Alegar aquí el griego de Tarento IKKOS ‘caballo’ sería pura gana de enredar.
Parece, pues, preferible remitirse a *YEK- ‘sanar’ y ver en ICCONA, con geminación –CC- expresiva, una equivalente de la SALUS latina y compararla con las galas ICAVNA (todavía hoy hidrónimo YONNE, como MATRONA es el río MARNE) e ICOVELLAVNA, tal vez ambas con final –AVNA de un participial *-AMNA.
En cuanto al epíteto LOIMINNA, parece aceptable su remisión a ide. *LOIM- ‘pantano, humedal, corriente…’, cf. gr. LEIMÓN ‘prado’, lat. LIMUS, galés LLIF ‘corriente’, etc., pero también se piensa en ide. *LEUK-, *LOUK- ‘luz’ para un epíteto ‘luminosa’ o similar. Hay geminación expresiva –NN- y formación adjetival o participial *-MEN-A. [NOTA.- Me gustaría saber de dónde sacan y qué alcance tiene Morales y Ocampo en su “Coronica General”, 1578, que los tres hijos de Gerión eran llamados Geriones LOMINIOS].
ICCONA LOIMINNA: un ejemplo más de qué y cómo se puede obtener del dato lingüístico problemático para argumentar y construir en lo extralingüístico.
2.2.3. Otro tanto se podrá reflexionar sobre el teónimo en dativo TREBARVNE y sus variantes formales y sus cuatro o cinco alternativas etimológicas para el segundo término, en cuyo corte empiezan las dificultades: *TREB-AR-ON-E, o TREB-ARVNE, o TREBA-RVNE, o TREBO-RUNA…
Pero prefiero hacer hincapié en REVE, de documentación abundante en epígrafes latinos, con gran variedad de epítetos.
Las etimologías son, al menos, tres:
a) que REVE y variantes sea un genérico ‘dios, divinidad’, con ide. *DYEW- > REV-;
b) que REVE se remita a *REU-, *RU- ‘río’.
c) que REVE se remita a *REU-H- para un significado de ‘lugar abierto, llanura’. Esta opción ha sido repetidamente criticada en proponer sin la debida seguridad un tema en –A, femenino, *REVA, muy conveniente para ciertas asociaciones y comparaciones de Mito y Religión, pero con olvido de que la totalidad de los epítetos que acompañan a REVE y variantes son siempre de género gramatical masculino y, por tanto, no pueden calificar a una diosa. Aquí ejemplificamos que el descuido de datos lingüísticos básicos y seguros no es admisible para el discurso extralingüístico.

Hasta aquí unas notas sobre los dos textos lusitanos más importantes. La intención ha sido poner de relieve el riesgo de que cada cual se arme su modelo y los espectadores salgamos ganando poco o nada.


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Comentarios

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  1. #1 ingwar_nekwin 14 de feb. 2006

    Me ha llamado la atención en el análisis de la inscripción de Lamas de Moledo (MLH IV, L. 2) un detalle a la hora de hablar de la palabra PETRANIOI. Concrétamente se alude a la posibilidad de que pudiera ser latinismo derivado de PETRA, teniendo quizá alguna relación con el topónimo portugués Pedraio y con el común, también portugués, peirao, cuyo significado es "pilar" o "pilón".
    No se si lo siguiente podría esclarecer un poco las cosas o si por el contrario contribuiría a complicarlas un poco más, pero lo cierto es que en la comarca de la laguna de Gallocanta, dividida entre las provincias de Zaragoza y Teruel, justo en el límite de ambas con la de Guadalajara, es muy habitual encontrar unas peculiares construcciones llamados peirones. Consisten precisamente en un pilar levantado sobre una base escalonada. Sobre esta estructura se dispone una hornacina que alberga la figura de una virgen. La correspondencia entre peirao y peirón, aún pareciendo evidente, pudiera deberse a la casualidad, pero quisiera llamar la atención ante el hecho de que una de las etnias celtibéricas (la lusona) pudo haber habitado esta zona en concreto. En varias ocasiones se ha advertido que los lusones pudieron haber sido parientes muy próximos de los lusitanos, si no un enclave de los mismos rodeado de celtíberos y culturalmente celtiberizado. ¿pudiera ser peirón un recuerdo actual de lo que pudo haber significado lo que quiera que esté escrito en la inscripción lusitana? Supongo que dificilmente, aunque ambos se mueven en un ámbito religioso que me ha impedido no pensar en compararlos.

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