Autor: Colaboración
sábado, 18 de noviembre de 2006
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: Onnega
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Esculturas zoomorfas prerromanas en Galicia
Lo que en un principio era un artículo sobre los dos zoomorfos de Pontedeume (A Coruña) fue derivando, gracias a las aportaciones gráficas y a los comentarios de varios colaboradores, en un proyecto de catalogación o inventario de los zoomorfos prerromanos de Galicia.
PROVINCIA DE A CORUÑA
1. El oso y el jabalí. Verracos en Pontedeume. El verraco de Narahío / Onnega
"También ay en esta puente el oso y el jabalin, que son las armas de Fernán Pérez de Andrade” (Jerónimo del Hoyo, s XVII).
Verracos del puente de Pontedeume según fotografía tomada de la Historia de Pontedeume y su comarca, Antonio Couceiro Freijomil, Ed. Compostela, 1944.
El oso y el jabalí son dos tallas supuestamente medievales cuya primera ubicación conocida era entre los arcos segundo y tercero del puente de Pontedeume: “un oso dun lado e un xabarín do outro, colocados no oco das tallamares e postos riba duns pedestais” (Antonio Couceiro Freijomil, Historia de Pontedeume, 4ª ed., 1995). Hoy están un poco más adelante, en la rotonda de entrada a la villa, expuestos directamente a la agresión del agua y los gases del tráfico de la nacional.
(C) Onnega
Uno de los verracos de la rotonda de Pontedeume.
Fernán Pérez de Andrade (s XIV) fue el primer señor de Pontedeume. Promotor de varias construcciones de la comarca, entre las que destacó en la época el puente de Pontedeume (1). Sus armas (2), como se ha dicho arriba, eran el oso y el jabalí, emblemas de origen celta que dispararon la imaginación de Murguía: los Andrade fueron “la más genuina representante de las antiguas dinastías celtas” y “como prueba de su antigüedad, puede citarse el hecho de haber escogido esta familia el jabalí por divisa” (Murguía, Galicia). Los estudios realizados hasta la fecha no encuentran en la familia Andrade ningún origen mítico celta, como mucho podemos remontarla documentalmente hasta el siglo XII. Los Andrade eran originarios de Andrade, lugar de Pontedeume: “el topónimo Andrade fue anterior al antropónimo, pues no todos los individuos que en la documentación del siglo XIII aparecen con el antropónimo Andrade pertenecieron a la familia que nos ocupa” (De Castro Álvarez y López Sangil, Cátedra, nº 7, 2000) y “en el Tumbo de Caaveiro la mención del topónimo Andrade de cronología más temprana aparece en un documento de 1104” (ib.). Existe como topónimo en Lugo (Calde), Santiago (San Martiño de Aríns) y Orense (San Cibrao de Las).
No es probable que esta familia escogiese como emblema un símbolo celta (verraco) a no ser que en la zona los hubiese y todavía mantuviesen un significado especial para los pobladores. ¿O debemos suponerle a los Andrade un conocimiento sobre simbología celta mantenido de generación en generación hasta que Fernán Pérez decide usarlo como emblema? Esta transmisión generacional implicaría conocimientos sobre las proporciones del modelo, coincidentes con las de los verracos, y la ubicación de los mismos. Otra posibilidad es que sea un símbolo importado, pero entonces carecería de significado para el pueblo, y en definitiva de lo que se trata es de que el pueblo se identifique con el señor, y que el señor porte un símbolo legítimo, propio, fácil de reconocer por sus vasallos. A esta última idea (símbolo importado) habría que ponerle como pega, además, que los Andrade eran una familia local, autóctona de un finisterre “perdido” en la espesura de la fraga del Eume, donde es improbable que se produjesen intercambios culturales propios de zonas menos esquinadas.
La ubicación de verracos en los puentes de la comarca construidos o rehechos por Fernán Pérez, no debería considerarse marca de la familia; la ubicación de verracos junto a cursos de agua es habitual (“Un fragmento de verraco céltico ha aparecido junto al río Adaja”, Google; el verraco de Salamanca en el puente): el conocido Ponte do Porco todavía lleva el nombre del verraco (3), y en el Puente de Ferrería (Narahío) “se conserva junto al puente un gran jabalí de piedra […] que se sacó del lecho del río hace años” (Google). Tenían que haber estado allí antes de que Andrade rehiciera los puentes.
La idea que propongo en este artículo (verracos prehistóricos reutilizados como emblema por la familia Andrade) ya ha sido planteada por otros autores y rechazada de plano y sin argumentos por parte de Taboada Chivite (La cultura de los verracos en el noroeste hispánico, CEG, 1949). Entre los que aceptan su carácter prerromano cabe destacar a José Pijoán (Summa Artis, VI: El arte prehistórico europeo, 1934), Vales Villamarín, Ángel Núñez Sobrino (El verraco de Narahío, Monografías do Museo de Pontevedra, Vigo 1982) y José Francisco Correa Arias (Fernán Pérez de Andrade, O Bóo, Toxosoutos, Vigo 2004). Concretamente estos dos últimos destacan la particularidad de las coviñas. En el caso del verraco de Narahío forman una hilera que se inicia en el ano y recorre el lomo (v. foto). La coviña frontal tiene un contorno cuadrangular similar al que se puede observar en el verraco de Mingorría (Ávila) v. http://www.fotoaleph.com/Exposiciones/Verracos/Verracos-foto09.html#Verracos
(C) Onnega
Esta cazoleta cuadrada de la pieza de Narahío es semejante a la que tiene el verraco de Mingorría, la cual se describe así en la web de verracos de fotoaleph: "Tiene un orificio cuadrado a modo de recipiente, perforado en su lomo, elemento que aparece en muchos verracos. Esta cazoleta tenía como fin recoger los líquidos de las libaciones y el incienso, de modo semejante al de las aras romanas".
Sobre el significado de estas cazoletas, además de que pudiesen servir para contener líquidos u ofrendas que interviniesen en rituales, podríamos traer a colación que en el arte rupestre paleolítico los orificios de este tipo (pintados o grabados) se asocian con heridas producidas por impacto de armas sobre el animal.
Núñez Sobrino en el artículo citado menciona una aclaración de Vales Villamarín (1974) sobre la cuestión de la antigüedad de los verracos de la rotonda: el oso y el jabalí que sostienen la urna de FPA en Betanzos son "réplica, bastante mejorada, de las toscas esculturas zoomorfas, de origen céltico, halladas no sabemos donde por FPA y que éste quiso asentar en el puente antiguo de Pontedeume". Idea que comparto: los del sepulcro de Betanzos son de factura diferente, medieval. Pueden verse en varias fotografías adjuntas al artículo.
(C) Onnega
Jabalí que sostiene el sepulcro de Fernán Pérez de Andrade en la iglesia de San Francisco (Betanzos, A Coruña). Con respecto a las tallas de los verracos del puente de Pontedeume y de Narahío se nota a simple vista que aquellos son de estilo y proporciones distintas.
Respecto a la ubicación primitiva parece que hay acuerdo en que FPA los llevó de algún lugar a los puentes; yo no creo que haya habido tal traslado. Los puentes, situados en antiguos vados fronterizos (ríos = límites), son la ubicación perfecta para los verracos si admitimos su función de término o mojón. No creo, pues que FPA los pusiese en los puentes, sino que los mantuvo donde estuvieron siempre.
Según testimonio del Padre Sarmiento (1745) había un zoomorfo en el puente de Xubia y otro en el Ponte do Porco. Todos situados en el territorio que viene identificándose con el que poblaron los ártabros o arrotrebas. Sobre estos dos de Pontedeume el padre Sarmiento nos dice: "o oriental non é lobo, mais un oso, sen letras. O occidental é un xabaril, ou porco bravo e ten no lombo seis ringleiras de carácteres que, todo o máis, serán do século XIV. O contido está en lingua galega ao parecer; lese "ano de Jesuchristo" e que se fixo a ponte en seis anos. A tradición é que os que o fabricaron tiñan nome alusivo aos dous animais. Outros que o Conde de Lemus dedicado á caza matara a un xabaril e a un oso espantable, e que alí mandounos pór en memoria" (4).
No es muy consistente sostener que esta zona es una excepción; unos habrán sido sustraídos, otros reutilizados en muros, otros destruidos, y otros irán apareciendo con el tiempo. Algunas cabezas de verracos ya se conocían en el Sur gallego, atribuyéndose a una continuación de los verracos lusitanos y deteniendo ahí su expansión. Sin embargo ni la talla se limitaba a cabezas, ni la expansión era sólo hasta el Sur.
El interesante caso del verraco de Mikeldi, expuesto por Viriato
http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=390 es un enigma comparable al que estamos exponiendo. Son piezas sueltas que sugieren que el puzle era más complejo. El de Mikeldi era descrito en el s XVII como rinoceronte y en el XIX como ídolo, su cuerpo está cubierto de cazoletas, dos de ellas comunicadas entre sí por un canal (típico motivo de petroglifo). En general no se sabe con seguridad qué animales representan, se definen como osos, mulas, rinocerontes, sin mucha seguridad. Esto podría ser otro indicio de que estamos, en algunos casos, ante animales que no existen en la actualidad. La palabra ídolo aparece en documentos medievales asociado a piedras de término, arcas, padrones y piedras escritas, lo que refuerza la idea de los verracos (ídolos) como términos. En algún momento se usaron como término, lo mismo que los dólmenes.
Para finalizar: ninguna monografía sobre zoomorfos prerromanos en la península incluye estos tres, pero todas intentan explicar o bien por qué se excluyen del estudio (alegando una cronología medieval), o por qué siendo prerromanos aparecen descontextualizados o aislados. La idea más curiosa es la Guadalupe López Monteagudo: "el hecho de que los Andrade procedan de Ávila hace posible tanto que tales esculturas [las dos de Pontedeume] sean antiguas y fueran trasladadas de la Meseta a Galicia, como que se trate de monumentos medievales erigidos por esta familia en conmemoración de sus orígenes abulenses" (5). Primera noticia que tengo sobre el origen abulense de la casa gallega de Andrade, detalle que no aparece en ninguna de las obras mencionadas que se ocupan de su genealogía (Correa Arias, de Castro Álvarez y López Sangil).
(1) No podemos asegurar si lo rehizo por completo o parcialmente. Pero la primera documentación sobre el puente data de 1162. Suele creerse que antes de que Fernán Pérez emprendiese la obra el puente había sido de madera (José Francisco Correa Arias, Cátedra, nº 5, 1995).
(2) Se trata de una creencia falsa: el Padre Crespo Pozo nos dice que FPA no las utilizó nunca en su escudo. V. también las intervenciones en la discusión de este artículo. Sin embargo en la comarca se entienden como armas (emblema > armas).
(3) Según Couceiro Freijomil “o nome débese á cabeza de xabarín que aparece no arco central”.
(4) Fr. Martín Sarmiento, Viaxe a Galicia (1745), ed. de JL Pensado, Toxosoutos, Noia, 2001.
(5) López Monteagudo G, Esculturas zoomorfas celtas de la Península Ibérica, Madrid, CSIC, 1989, p. 15.
2. Los zoomorfos de Betanzos / Onnega
Dos tallas de jabalí, un macho y una hembra, se sitúan en el tejado de las iglesias de San Francisco y Sta. María del Azogue. Ambas esculturas sostienen una cruz, la utilización de verracos como sostén de símbolos se produce en varias ocasiones: en Bragança el "pelourinho" o picota está sostenido por una "porca" prerromana ("A porca da vila"). Es bastante probable que estemos ante otro caso de apropiación o reutilización de zoomorfos prerromanos por parte del mismo Andrade, ya que ambas iglesias se deben, de nuevo, a él. En el caso de Sta. María del Azogue se sabe que hubo un templo anterior al que mandó construir Andrade, lo que abre una posible conexión entre estos zoomorfos y lo sagrado. Suponiendo, claro, que la tendencia andradiana fuese respetar la ubicación original de las esculturas, y que el espacio sagrado de Sta. María remita a un lugar de culto prerromano. También se abre otra línea interesante, que es la de considerar los verracos por parejas (macho y hembra), cultos de fertilidad, etc.
(C) Onnega
Jabalí macho sobre el tejado de la Iglesia de San Francisco de Betanzos.
3. Los verracos de Santa Catalina de Montefaro (Ares)
- Otra vez Andrade como promotor de la construcción del monasterio, y por eso otra vez la datación medieval de la escultura. Como se puede observar en las fotografías adjuntas la talla no llega al bulto redondo por no habérsele desprendido la piedra en uno de los lados, probablemente por estar destinada en origen a adosarse a un muro. Presenta pezuñas muy bien definidas y excelente estado de conservación, supongo que por el liquen tan compacto que lo cubre. Cuerpo ovoide, que se está convirtiendo en una tendencia generalizada para los zoomorfos de esta zona // Onnega
(C) Onnega
Jabalí de Montefaro.
- Una segunda talla sobre una peana apuntada se conserva hoy en el patio del museo del Castillo de San Antón (A Coruña). Ciertamente es una dificultad, a la hora de postular el origen prerromano de algunos "verracos" [éste y el de Bergondo], el hecho de que hayan sido esculpidos en el mismo bloque que sus bases, talladas para adaptarse a su destino en la cumbrera de los tejados // Elpater
(C) Elpater
Detalles del otro jabalí que, procedente del Monasterio de Montefaro, se custodia en el Museo Arqueológico de A Coruña (Castillo de San Antón). De izquierda a derecha y de arriba abajo:
1.- Vista general del jabalí y su cruz.
2.- El jabalí está echado, con las patas dobladas.
3 y 4.- Detalles de los ojos, las orejas, el hocico, la boca y los agujeros en los extremos de ésta.
5.- Cresta del espinazo sobre el lomo.
6.- Remate posterior, similar al del jabalí de San Salvador de Bergondo.
4. Zoomorfos de Cines (San Nicolao de Cis, Oza dos Ríos) / Dombate
Zoomorfo del Monasterio de Cines. Podría tratarse de un nuevo verraco. Aunque no hay constancia de que el Monasterio haya estado vinculado con Andrade puede verse el escudo de armas en su fachada.
(C) Onnega
Además en la Rectoral de Cines hay otra pieza cuyo cuerpo apareció durante los trabajos de restauración del edificio. Se le ha colocado una cabeza de carnero que no parece corresponderle y bien podría ser un elemento decorativo, canecillo o similar. La cabeza había sido encontrada por el cura tiempo atrás "en el suelo".
Zoomorfo de la Rectoral de Cines
(C) Cainceiro
Zoomorfo de la Rectoral de Cines. El rebaje rectangular del dorso seguramente sirvió para encajarle una cruz.
(C) Cainceiro
5. Verracos perdidos / Onnega
Según testimonio del Padre Sarmiento en su Viaje a Galicia (1745) hubo un zoomorfo en el puente de Xubia (Neda, A Coruña): “Ao entrar na ponte de Xuvia e a súa ría, á esquerda, está un porco, ou xabaril de pedra, como o da Ponte do Porco, e o que está en Pontes de Eume”. Sobre el de Ponte do Porco (Miño, A Coruña): “Ao cruzalo, á esquerda rexistrei un porco de pedra, xa afundido no chan, e con sinal de que tivera carácteres”. En la misma obra Sarmiento refiere que de Xubia a Narahío hay una legua, y que por allí también pasa el río Xubia. Menciono este detalle porque parece sugerir un vínculo entre ambos lugares mediante el río; la existencia de verracos en su desembocadura y en el curso alto podría explicarse si la ubicación de los zoomorfos estuviese ligada a un culto a las aguas.
6. Toros / Onnega
Buey o toro en la iglesia de San Pedro de Porzomillos (Oza dos Ríos)
(C) Onnega
Buey o toro en la iglesia de San Xiao de Mandaio (Cesuras)
(C) Onnega
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PROVINCIA DE LUGO
1. El verraco de Monterroso / Abo
El verraco del castro de Seteiglesias (Monterroso, Lugo) se encuentra en el Museo Parroquial de Monterroso. Apareció con motivo del raseo de un campo público llamado Caracacho en la ladera del castro, al lado de la iglesia de Seteiglesias y el lugar de Fondevila; ambos se encuentran junto con el castro formando un triángulo de unos trescientos metros de lado. Lo recogió en su día el párroco D. Carlos Méndez Vázquez.
(C) Abo
A pesar de que le falta la cabeza y está fragmentado puede observarse que sus proporciones y estilo son muy parecidos al de Narahío. El resto del cuerpo no alcanza el metro de longitud, es similar en tamaño y forma al de Narahío y presenta restos de "coviñas" en su cuerpo.
Bibliografía: Carlos Méndez Vázquez, Castros de Monterroso, Alvarellos, Lugo, 1983.
2. Verracos de O Vicedo / Onnega
Bien conservados y de traza de prerromana. Uno en la iglesia de San Pablo de Riobarba y otro en la de Sta. Mª de Cabanas, dos lugares distantes entre sí unos 10 km. Son los más pequeños del inventario, no superando el metro de longitud. El excelente estado de conservación de estos y otros verracos de tejado podría explicarse por su reutilización en lugares inaccesibles. He retocado digitalmente el de Riobarba para dar una idea aproximada de cómo sería en la actualidad si hubiese estado más expuesto. Otro aspecto destacable es la ubicación de machos en iglesias con advocación masculina (San Francisco, San Pablo), mientras que lo que podrían ser hembras irían en iglesias de advocación femenina. Pero la distancia a la que se encuentran algunas piezas no permite asegurar esta relación.
(C) Facio
Verraco de la iglesia de San Pablo de Riobarba (O Vicedo, Lugo).
(C) Facio
Verraco de la iglesia de Cabanas (O Vicedo, Lugo).
3. Cerdito de Ourol / Onnega
Según Correa Arias en la biografía sobre Andrade ya mencionada varias veces a lo largo de este artículo, en los montes del Sor (Lugo) hay tres esculturas de jabalíes vinculados con Andrade. Dos de ellos ya los hemos visto (O Vicedo), y también hemos planteado la posibilidad de que se tratase de una reubicación o reutilización de piezas prerromanas ordenada por Fernán Pérez. Nos queda por presentar el tercer zoomorfo mencionado por Correa en el Sor. Este autor parece aceptar una cronología medieval para estas tres esculturas.
El tercer zoomorfo se encuentra en el concello de Ourol (Lugo), aunque en línea con los de O Vicedo, justo bajo el de Cabanas. Es una pieza compleja porque aunque no cabe ninguna duda de la relación de Andrade con esta iglesia lucense, tampoco pasa desapercibido su arcaísmo: formalmente idéntico al verraco prerromano de Narahío. Su longitud aproximada es de 85 cm, está reutilizado como sostén de una cruz y carece de peana tallada en bloque junto con la figura. Es posible que también tuviese focus en la testa, pero esta zona se encuentra parcialmente deteriorada y no hay forma de saberlo. Presenta sexo bien definido, orificio del ano y el rabito enroscado propio de los suidos. La manera de representar la hendidura de la boca coincide con la utilizada en el de Narahío.
(C) Onnega
A la izquierda el cerdito de Ourol, a la derecha el de Narahío.
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PROVINCIA DE OURENSE
1. El verraco de Viana do Bolo / Abo
Verraco procedente de Bembibre (Viana do Bolo, Ourense) ingresado en el Museo de Ourense por el arqueólogo e historiador Don Jesús Taboada Chivite. "Se hallaba colocado en la pared de una casa del pueblo de Bembibre, Ayuntamiento de Viana del Bollo. Sobresalía la cabeza hacia fuera, destacando en la fachada del edificio como un adorno de la casa, sin ninguna finalidad constructiva o utilitaria. Le falta parte de la quijada inferior y tiene jeta prominente de jabalí, pero con las orejas lacias y no erectas. Procede de un castro situado a unos trescientos metros al oeste del pueblo, conocido por Eirexario, o también Vila de Sen. La tradición recogida por nuestro informador asegura que dicho pueblo era, en la antigüedad, el más importante de la comarca, y que desapareció a principios del siglo pasado" (1). En otro lugar lo describe como "formado por sólo la cabeza esculpida en el extremo de un bloque granítico para embutir en el paramento de la casa con expresión de orejas y hocico" (2).
(C) Taboada Chivite
En la actualidad en el jardín del Museo de Ourense: figura de verraco procedente de Bembribe (Viana do Bolo, Ourense).
(1) Taboada Chivite J, "La cultura de los verracos en el Noroeste hispánico", CEG, vol. IV, nº 12, 1949, págs. 5-26.
(2) Taboada Chivite J, Escultura celto-romana, Ed. Castrelos, Vigo, 1965 (Col. Cuadernos de arte gallego, 3).
2. Zoomorfo de Vilamaior (Verín) / Lilit
(C) Manuela Sánchez
Pieza reutilizada para coronar la fuente del Santuario de los Remedios en Vilamaior, Verín (Ourense). Se trata de una talla que no llega al bulto redondo, muestra al animal en actitud de marcha y con el hocico levantado, parece que la peana y la figura fueron talladas en el mismo bloque. Llamamos la atención sobre cuatro aspectos:
-El hecho de que la zona geográfica caiga fuera de los límites del señorío de Andrade incidiría en que el tema suido no era exclusivo de esta casa en la Edad Media (si es que la pieza es medieval).
-La ubicación del zoomorfo en un lugar abundante en fuentes, donde hay indicios de que hubo actividades rituales previas (delimitación de un espacio sagrado): según una tradición oral una noche apareció la Virgen sobre una roca marcando con sangre el círculo donde se tendría que construir el santuario actual. Por las marcas con sangre y la circularidad del límite la leyenda es pervivencia cristianizada de otra anterior.
-El antiguo nombre de la zona era Campo da Parafita (< petra ficta). Étimo que indicaría: a) la existencia de un miliario (Abo), b) un hito o demarcación territorial (Onnega) que, junto con la leyenda recogida y la existencia de varios manantiales, reforzaría la idea de un espacio sagrado prerromano: los santuarios prerromanos se ubicaban en lugares fronterizos, con alguna fuente en sus inmediaciones (1).
-La colocación en la misma fuente de otra pieza reutilizada que recuerda a una divinidad acuática con cola de tritón. Tanto al jabalí como al supuesto tritón los habrían encontrado en el Campo da Parafita, abundante en manantiales; con esto continuaríamos dejando abierta la hipótesis ya comentada de una posible relación de los zoomorfos (jabalíes) con un culto a las aguas.
(C) Manuela Sánchez
Posible tritón (¿cabeza de carnero?) sobre el caño de la fuente del Santuario de los Remedios.
(1) V. por ej. para esta cuestión Brañas R: Deuses, heroes e lugares sagrados, Sotelo Blanco, Santiago de Compostela, 2000, cap. 3.
Comentarios
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En estas fotos de Jugimo:
verraco de Madrigalejo http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=866&cadena=verraco
verraco de Valdelacasa http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=653&cadena=verraco
pueden verse dos detalles que coinciden con los de los verracos gallegos que describo: el jabalí de Madrigalejo tiene M ventral, igual que el verraco de Pontedeume 1, que entonces también será un jabalí. El de Valdelacasa también tiene coviñas o cazoletas, como el de Ferrería.
He añadido una foto más de las coviñas o cazoletas del verraco de Narahío.
Giorgio, no sé qué voy a poder hacer, ni tengo idea de qué es lo mejor. Lo cierto es que los de Pontedeume se deterioran con el tráfico, y el de Narahío está muy "expuesto".
Por eso decía que me escamaba lo del "posiblemente" en "son de traza antigua, posiblemente prehistórica". Siembra algo de incertidumbre. Yo en cambio pondría la mano en el fuego después de haber visto el de Narahío. El de Narahío es, sin duda. Y supongo que la reconsideración de los de Pontedeume viene a raíz del descubrimiento del de Narahío. En mi caso yo llegué a esta conclusión al revés: sólo conocía los de Pontedeume y me parecían prerromanos. Cuando vi mi primer verraco en Cáceres, hace muchos años, lo primero que pensé es: "los de Pontedeume son lo mismo". Este artículo en principio sólo estaba dedicado a ellos. Sobre la marcha, buscando fotos en Google, me enteré de que había otro, y lo fui a ver. Para mí la visita del 11-09-05 al de Narahío fue la confirmación de que los de Pontedeume son.
Otros verracos en Galicia (según Historia de Galiza, de Otero Pedrayo, elimino los que cita en Portugal):
- Castro de Santa Tegra: una cabeza
- Bembibre (Viana do Bolo): una cabeza
- Castrelo do Val: una cabeza, desaparecida
- Vilardevós: una cabeza, desaparecida
El hecho de que sólo hubiesen aparecido cabezas le lleva a decir: "nos nosos castros figuran soio as testas dos porcos ou xabardos"
Algunas razones de su carácter prerromano:
- El hecho de que las figuras esculpidas sean un oso y dos jabalíes o "porcos". Los verracos son osos, jabalíes o toros
- Las proporciones, el material, la visión del escultor o la interpretación del escultor del animal, son reflejo de un estilo común encuadrable en una época diferente a la medieval (compárese con las tallas medievales del sepulcro de Betanzos, y eso que las del sepulcro copian el modelo del puente)
- La presencia de cazoletas en el verraco de Narahío, frecuentes en los verracos
- La ubicación en puentes, junto a cursos de agua (límites o fronteras naturales entre tribus vecinas): se ha supuesto que los verracos eran marcas territoriales
- Tal vez la erosión de la inscripción medieval (s. XIV) superpuesta al verraco 2 de Pontedeume: está menos erosionada que el verraco, e indica que la inscripción es posterior
Ahora bien, según la ley de Peer, "la solución de un problema altera la naturaleza del problema". Vale, los verracos son prerromanos, ahora los problemas son otros ¿qué hacen unos verracos prerromanos tan al norte? ¿hubo más en la provincia? (los que cita Otero Pedrayo no son de La Coruña) ¿es una isla de verracos en Galicia? ¿qué territorio delimitaban (se sabe que hubo uno en el puente de Xubia, otro en Ponte do Porco)? etc.
Abo, mil gracias por la url de San Pablo de Riobarba, de momento mientras no tenga otra foto la he puesto, está bastante bien, y a simple vista lo veo prerromano, hasta parece que tiene cazoletas en una pata, lo que ya sería el colmo porque lleva en el tejado 600 años o más. Tengo pendiente ir a O Vicedo y revisar otros 5 casos similares de verracos de tejado, iglesia o monasterio, todos por aquí arriba. Cuando los tenga haré el mapa.
Envíame todo lo que quieras que cuelgue a mi correo, la foto del de Viana do Bolo y la del Tegra cuando la consigas (sin estrés, que no hay ninguna prisa, y menos con el ordenador reblede). Los de Aloya no los he oído mencionar nunca, debe ser una noticia reciente.
Respecto a lo de incluir a los de Gallaecia yo también me lo planteé cuando titulé de nuevo el artículo, al final pensé que era más cómodo trabajar por la región actual (Galicia) y la división en provincias actual, un criterio geográfico más práctico. ¿Qué te parece? Aunque sí podría añadir en el mapa la distribución de los de la zona de Braganza, que podría ser indicativa de la penetración de la "cultura de los verracos" desde la meseta hacia Galicia pasando por Portugal, que es la teoría que se acepta. No es algo que me haya parado a pensar: antes parecía que entraron por Portugal y se extendieron sólo por el sur de Galicia, ahora más bien parece lo contrario porque están apareciendo más en el norte.
Un saludo
En su trabajo sobre las rutas atlánticas de los monjes irlandeses y bretones, Fernando Alonso R. menciona como estos monjes se encargaban de mantener el fuego de “faros”( en ocasiones un “montón de piedras sobre el que se prende leña). Menciona que además del “Faro Brigantino” que no se sabe quien atendía, debió haber en Galicia otro en la isla de “Faro”, llamada “Flamia” en documentos del s. X y XII y que se conoce hoy como isla “Norte de las Cíes”, donde se halla el eremitorio de San Esteban, por eso es muy probable que sus monjes compaginaran los rezos con el mantenimiento de algún fuego que guiase a los navegantes. A esta suposición contribuiría también el topónimo “Flamia” atribuido a esta isla, aunque el origen de este nombre pudo deberse igualmente al color anaranjado del liquen “Xantoria parientina” que cubre las rocas de las Cíes y cuyos reflejos al sol figuran destellos de llamas, sobre todo con el poniente.
cazoletas insculpidas en piedras forman parte del culto lítico aun hoy en día: el creyente enfermo moja con el agua de lluvia recogida en éstas la parte afectada, esperando que el santo, el ente o el poder atribuidos o relacionados a la piedra mágica o milagrera, intercedan en su curación.
La energía telúrica, milagrosa o mágica, de estas piedras le confieren un mayor poder sanador, al que ya de por sí, posee el agua, tanto más a través del carácter divino- celestial que por su procedencia adquiere el agua de lluvia. La ubicación de la piedra objeto de culto determina igualmente su poder curativo, adivinatorio, etc. La forma de la piedra (de lecho, de barca, fálica etc.) indudablemente actúa y se interrelaciona directamente con sus propiedades mágicas, milagreras, curativas y sanadoras, adivinatorias, propiciadoras de fortuna, etc.
Al igual que las cazoletas en piedra, se podría deducir que las insculpidas en verracos hubiesen sido concebidas en su momento con fines rituales, relacionables, además de con el culto lítico, con el atribuible al animal y las características totémicas que se le atribuyen. Se pueden concibir las cazoletas como recipientes para alojar un líquido, o un material que se incinera o simplemente se deja ahí como ofrenda, etc., en la realización de la ceremonia pero obviamente para este cometido su situación ha de ser lo suficientemente horizontal como para no derramar el contenido, así que a la altura del ano o genitales u otra posición vertical habría que ver el grado de inclinación y si esta le confiere o permite a la cazoleta esta capacidad contenedora.
Los orígenes del culto lítico son pre-cristiano y pre-romanos, la concepción de cazoletas destinadas a la liturgia también. Una cazoleta sobre un verraco pudo ser concebida como instrumento que media en un rito o ceremonia prehistóricos, pero como ya vimos los rituales relacionados con cazoletas perduran hasta hoy. Al culto lítico podemos añadir, en el verraco, el totémico, cultos que se relacionan con religiones indígenas y pre-romanas que perduran tras la romanización e incluso se cristianizan, así debe haber verracos tanto posteriores como anteriores a Roma. Para establecer la datación del verraco, el índice de erosión hay que abordarlo considerando su ubicación tradicional y material que lo forma. La facturación y talla pudieran resultar más esclarecedora, claro que tal erosión dificulta su clasificación. El N.O. prehistórico ha legado una cultura lítica en la que entre mámoas, antas, petroglifos, , figuras varias, componentes de castros y otros tantos trabajos en piedra. no resulta desproporcionado situar verracos prehistóricos, es decir preromanos.
En la edición íntegra del Galiza Máxica de V. Vaqueiro de 2003 (no sé otras), pag. 152, hay una foto del Urso del Pazo de Picoña (Salceda de Caselas), un oso en posición bípeda, no se hasta que punto se puede considerar verraco, no parece muy erosionado, sería un caso de verraco sobre dos patas.
Ofydd, gracias por tu exposición de la hipótesis de Erias, que podría tener algo de verdad. De entrada hay verracos hembra y macho, y es posible que cada uno simbolizase cosas distintas. Si admitimos que Andrade recuperó parte de la tradición relacionada con ellos sí que cobran una nueva lectura las tallas del sarcófago (hembra amamantando, cacería del macho). Una precisión que conviene tener en cuenta: las tallas que sostienen el sarcófago de Andrade de Betanzos son claramente medievales, en cambio las que están en los tejados de Santa María y San Francisco de Betanzos son probablemente prerromanas (v. fotos al margen). Sé que hay otra en la iglesia de Santiago de Betanzos pero no he podido verla, según Correa Arias es un verraco (no un carnero). En bajorrelieve hay tallados muchísimos en San Francisco, dentro y fuera, pero no los he colgado por no ser de bulto redondo.
--Un detalle del sarcófago con la hembra dando de mamar a sus crías se puede ver en la tercera foto titulada "Sepulcro de Andrade".
Me gustaría saber qué eran o para qué se utilizaban en su origen, a lo largo de su historia han servido hasta de piedras de afilar, pero esto no nos ayuda. Tal vez una aproximación etnográfica sirva de algo, para ello estoy teniendo en cuenta:
1. El texto de Lamas de Moledo, donde aparecen las palabras "veaminicori doenti ancom lamaticom crouceai macareaicoi PETRANIOI ?adom PORCOM ioueai caeilobricoi", ya que croque en gallego es "golpe o ruido que hacen dos piedras al chocar" y la terminación parece verbal creo que podría decir que alguien golpea y marca un porco de piedra (crouceai macareai-coi, coi = que). De todas formas es bastante sugerente la proximidad de petranioi y porcom, tal vez la primera documentación sobre un verraco.
2. Un verraco de Madagascar, con cazoletas, situado EN LA DESEMBOCADURA DE UN RÍO, es el único que queda de DOS. Mujeres y niños (no hombres) son los oficiantes de un ritual para favorecer el retorno de la lluvia: vierten agua en los orificios, ofrecen productos y sacrificios de bueyes. Hay duda, lo mismo que aquí, sobre qué animal es: los europeos dicen que un elefante, los nativos un jabalí, y le llaman vato lambo (cerdo de piedra) o vato masina (piedra sagrada), de L' elephant de pierre de Vohitsara, de Louis Molet y M. le Pasteur Elie Vernier, Le Naturaliste Malgache, VIII, 2, 1956.
Cinco breves apuntes:
1) Como bien le ha apuntado Rosa-ae, en San Antón no hay, que se sepa, ningún torques de Centroña. Sí se custodia, sin embargo, un torques (o fragmentos del mismo, pues vino troceado) que parece proceder de San Martiño do Porto, al otro lado de la ría, a unos 2 km a vuelo de pájaro; es posible que de ahí venga la confusión de la fuente en la que usted bebió.
2) Lo que se sabe de la cabeza de Pontedeume es que apareció casualmente en el derribo de un muro de una finca con motivo de la construcción de un camino en los años 20 del siglo pasado. Que se sepa no hay castro alguno en las proximidades del lugar, ni ningún otro elemento que permita sustentar la celticidad de la pieza, la cual fue puesta a disposición del museo por su hallador, el arquitecto Antonio Tenreiro, al igual que hizo con otros elementos de diferente procedencia, como un mortero de piedra y tégulas (parte de una tumba, que no salina) aparecidas al construirse, bajo su dirección, el edificio de la calle Real coruñesa en el que tienen su sede la Alianza Francesa y la Librería Colón. Lo de Hermes y lo de celta fue cosecha de José María Luengo Martínez, comisario de excavaciones durante largos años (fuertemente partidario de un celtismo imaginativo, no sé si romántico, que contradice las tajantes afirmaciones acerca del anticeltismo del Régimen del Innombrable que he leído en algún sitio, no sé si por estos barrios).
3) Le dejo una nueva imagen para su colección: el cochino jabalín que, procedente del Monasterio de Montefaro, puede visitarse en el patio del Museo Arqueológico del Castillo de San Antón.
4) ¿Cabe la posibilidad que las "cazoletas" del cochinillo de Narahío sean simplemente resultado del trabajo de canteiros a la hora de preparar agujeros en los que incrustar cuñas de madera a fin de partir la escultura por la mitad?
5) ¿No es una dificultad, a la hora de postular el origen prerromano de los "verracos", o al menos de algunos de ellos, el hecho de que hayan sido esculpidos en el mismo bloque que sus bases, talladas para adaptarse a su destino en la cumbrera de los tejados?
Sean o no protohistóricos los bichiños, su trabajo está creando una estupenda colección de imágenes. Gracias y enhorabuena.
Como ahora sé poner imágenes en el cuerpo del artículo me he acordado del verraco de Madagascar, del que había hablado más arriba, y que en su momento no quise poner en la sección de fotos porque no pegaba. Me había parecido muy interesante como ritual paralelo, aunque no veo que pueda explicarse como contacto o influencia cultural.
Verraco de Madagascar, con cazoletas, situado EN LA DESEMBOCADURA DE UN RÍO, es el único que queda de DOS. Mujeres y niños son los oficiantes de un ritual para favorecer el retorno de la lluvia: vierten agua en los orificios, ofrecen productos y sacrificios de bueyes. Hay duda sobre qué animal es: los europeos dicen que un elefante, los nativos un jabalí, y le llaman vato lambo (cerdo de piedra) o vato masina (piedra sagrada), de L' elephant de pierre de Vohitsara, de Louis Molet y M. le Pasteur Elie Vernier, Le Naturaliste Malgache, VIII, 2, 1956. A mí me parece un potamochoerus larvatus (bush pig en inglés, y creo que cerdo de río en español).
¿Cabe la posibilidad que las "cazoletas" del cochinillo de Narahio sean simplemente del trabajo de canteiros a la hora de preparar agujeros en los que inscrustar cuñas de madera a fin de partir la escultura por la mitad?
Los canteros "cortaban" la piedra y para ello utilizaban desde muy antiguo cuñas de madera y de hierro, las cuñas de madera mayores en longitud que las de hierro por necesitar mayor superficie para producir el agrietamiento al producir hinchazón en contacto con el agua; las de hierro de menor longitud producían el mismo efecto por golpeo siendo más eficaces, lógicamente. El tamaño de las "cuñas" se aprecia solamente con visitar viejas y recientes explotaciones de piedra.
Ese agujero cuadrado que presenta el "cochinillo" (como quiere el druida Elpater) es tan pequeño que nada le haría una "cuña" de madera empapada en agua durante los meses que se quiera; en todo caso, ni por su tamaño ni por su forma puede representar una huella de cuña de cantería Yo no se si el caso del verraco de Narahio`que presenta agujeros son para algún tipo de culto indigena; pero si Onnega nos lo dice, forzosamente debe ser fruto de estudios realizados por ella o basados en otros o incluso por ella y por otros. Por otro lado tiene razón Onnega en cuanto a la forma de las "cuñas". (La cuña lo define muy claramente el Drae).
Abo, menos mal que apareciste con LA EXPLICACIÓN de las marcas de canteros. Me había quedado fatal lo de los óvalos y rectángulos, y nada técnico. Estuve a punto de poner una foto para que se viese lo que quería decir. Tengo una en que se ve un efecto cremallera en la roca, pero no la encontré, y después la otra que me mandaste con alguna huella de cuña entre cazoletas tampoco era muy ilustrativa para esto.
Gracias : )
Lo siguiente habla de cazoletas en general, nada en particular sobre la de los verracos. Además de su uso para libaciones (agua en este caso, aunque análisis de otras halladas en zona de cultura íberica muestran restos de miel o leche (ovina o humana), habla de representaciones de vulvas, tal como pareciera corresponderse con alguna de las que presentan los zoomorfos aquí reunidos.
REPRESENTACIONES ASTRONÓMICAS DEL PALEOLÍTICO ANTIGUO EN LA SUBMESETA SUR PENINSULAR."
AGUSTÍN J. MARTÍN JESÚS VÍCTOR GARCÍA.
"...las grandes extracciones ovaladas o circulares (conocidas técnicamente como cazoletas) presentan hipótesis más dispares por la perduración de estas representaciones en otras culturas más recientes.
La aparición de cazoletas o insculturas talladas en afloraciones naturales de piedra o en grandes monolitos, asociadas a yacimientos arqueológicos,
abre una abanico cronológico que abarca desde el Musteriense hasta la Época Medieval. Este hecho no hace sino difuminar su significado cultural y confundir el uso heredado, aunque existen algunos conceptos originales que se mantienen otros han variado o se han adaptado a su sincronía histórica. Uno de los mayores estudiosos de las cazoletas en culturas prehistóricas fue Sigfried Giedion quien interpretó que las cazoletas aparecidas en yacimientos paleolíticos franceses aparecían asociadas a vulvas femeninas o a animales, con un sentido claro de fertilidad, hipótesis aceptada por Bogna (1980) y Cayetano de Mergelina (1922). Éste último, identifica las cazoletas con punteados y discos en el arte rupestre levantino de la Península. Leroi-Gourhan (1958) llega a la misma conclusión, siempre asociados a la idea de fertilidad y los órganos reproductores masculino y femenino. Giedión sugiere que las parejas de cazoletas abiertas sobre una losa, en una tumba infantil del yacimiento musteriense francés de Le Ferrassis (Les Eyzies) (PEYRONY, 1934), representarían los senos maternos que nutrirían al niño en la otra vida. Otras teorías, ancladas en contextos culturales del Bronce, apuntan a connotaciones relacionadas con el agua. Sphani (1949), Bogna (1980) y García del Toro (1981) creen fueron dedicadas a libaciones u otros tipos de ceremonias religiosas, en las que las cazoletas eran destinadas a la recogida del agua de lluvia, con un claro sentido purificador/sanador o propiciatorio de precipitaciones, como sostienen Cayetano de Margelina (1922). Sin embargo, otra vertiente de hipótesis, que a nosotros nos parecen más interesantes, explican su significado en relación al culto solar, ideogramas lunares/solares o diferentes cosmoglifos. Baudoin (1919, 1922) y Guenin (1915) ven en conjuntos de cazoletas abiertas sobre menhires representaciones de constelaciones como la Osa Mayor o Casiopea. En la línea explicativa de vinculación astronómica apuntan otros autores como Blázquez y Forte Muñoz (1983). Giedion (1981) piensa que en Egipto las cazoletas y las esferas simbolizarían la potencia vitalizadora del sol."
Saludos.
¡Ay, Onnega! Lo de que el bichiño de Pontedeume es prerromano todavía hay que probarlo, me temo. De momento me quedo con que no tiene la misma pinta que los que culminan iglesias, lo cual es algo pendiente de explicar. Pero lo no explicado es simplemente no explicado, no protohistórico. Que puede serlo, de acuerdo, pero poder ser no es lo mismo que ser. Para mí tengo que lo que habría que buscar son esas poderosas criadillas en verracos reconocidos como tales, de carácter protohistórico indudable (dentro de lo que cabe). Y no digo que no los haya, aclaremos, que en este asunto de los porquiños sólo puedo considerarme experto en el papel de gourmand, que ni siquiera de gourmet. En fin, que las criadillas andradianas me parecen de momento un argumento que juega más a favor de la cronología tardía de los sementales de Pontedeume que a favor de su prerromanidad. Todo ello prendido con alfileres, claro, como corresponde a elementos descontextualizados sobre los que poco más podemos hacer que un análisis formal, siempre peligroso y más todavía cuando se trata, como es el caso, de piezas de considerable tosquedad.
En cuanto a la gracilidad de lacones y jamones, sigo en mis trece. Y no me parece baladí que el comentario de la foto que nos propone califique a la escultura como "insólita". Si observa además la figura siguiente (http://www.fotoaleph.com/Exposiciones/Verracos/Verracos-foto42.html#Verracos) verá que poco o nada tienen que ver las patas del verraco salmantino con las exentas, individualizadas y graciosas de los nuestros.
En cuanto a lo de compartir cochinillo o lo que se tercie, si se da la ocasión, espero que se apunte, ¿no?
A Abo: Claro que es cierto lo que dice de los canteiros (vamos, creo que lo es). Todo surge de una mala expresión por mi parte. No me refería a que la destrucción fuese obra de canteiros profesionales y especializados, sino a cualquier persona metida provisionalmente a canteiro. Dejémoslo como hipótesis en destrucción voluntaria; simplemente se trataba de eso, y partiendo de la visión de la primera foto, en la que una hilera de agujeros me recordó las existentes en las antiguas canteras. En cuanto ustedes plantearon, con más conocimiento y mejor criterio, que esas cazoletas concretas no parecían acordes con la finalidad que sugería, se desbota la hipótesis y asunto arreglado. Es lo bueno que tienen las hipótesis, que para eso se crean en su mayor parte: para ser rechazadas cuando se las somete a crítica. Y no pasa nada; antes al contrario, ésa es la forma de andar el camino, apoyando el peso del cuerpo sólo cuando el pie se ha asentado sobre terreno firme. Y aun así, siempre cometemos algún error que hace que perdamos los piños contra cualquier roca. Ganancia para los protésicos dentales :-)
En cuanto al individuo ése que usted cita, sigue sin parecerme demasiado fiable. Es bastante trapalleriro, créame, que lo sé de buena tinta ;-) Lo que sí es verdad, creo, es que intenta hacer las cosas lo mejor que sabe y puede, supongo que como casi todo el mundo. El cochinillo abulense tal vez nos quede a trasmano; ya encontraremos forma de compartir manjares más enxebres en lugar más próximo. Y sin que eso signifique negarme, pero es que para nada, vamos, a la papancia en Arévalo si se diere la ocasión. Las mesas son de cuatro y con Onnega ya somos tres. A ver quién se apunta a cerrar la mesa :-)
Y hablando de mesas, corto y cierro, que son casi las cinco, todavía no he abandonado esta galera de piedra, y ya va siendo hora de meter algo en el estómago.
Ainé, no la había visto hasta ahora, parecen cazoletas con canalillo, como éstas de Los Barruecos (CC) que seguramente viste en el Poblamiento de los Dólmenes y menhires extremeños, te pongo la imagen que puso allí Jugimo en su día:
(c) jugimo
16/02/2006 21:27:49
Un poco más abajo de esa fecha y hora tienes una intervención mía con la explicación de Sauceda Pizarro. Tengo alguna foto similar de otras portuguesas, como anécdota: mi equipo y yo las llamamos "espermatoglifos".
Saludos
http://bp2.blogger.com/_3L7xgI-Inqw/RmchW_ESC4I/AAAAAAAAAlk/RjgaDzv7xOc/s200/tui06006+016.jpg
Más en:
http://caminodepiedra.blogspot.com/2007/06/cazoletas-en-la-catedral-de-tui.html
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