Autor: Silmarillion
jueves, 19 de octubre de 2006
Sección: Lenguas
Información publicada por: silmarillion
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De Tirso de Molina a Kike Santander
Más informacióen en: http://apresmoiledeluge.blogspot.com/2006/04/tendamos-un-manto-de-piedad.html
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Veamos el lado positivo del asunto: analizando las letras de estos tangos que a continuación transcribo, fuentes en las que a buen seguro bebieron los padres y abuelos de los autores citados, se puede apreciar que el mensaje se ha, Dios sea loado, edulcorado bastante.
Noche de reyes
Tango
1926
Música (ir a la partitura): Pedro Maffia
Letra: Jorge Curi
La quise como nadie tal vez haya querido
y la adoraba tanto que hasta celos sentí.
Por ella me hice bueno, honrado y buen marido
y en hombre de trabajo, mi vida convertí.
Al cabo de algún tiempo de unir nuestro destino
nacía un varoncito, orgullo de mi hogar;
y era mi dicha tanta al ver claro mi camino,
ser padre de familia, honrado y trabajar.
Pero una noche de Reyes,
cuando a mi hogar regresaba,
comprobé que me engañaba
con el amigo más fiel.
Y ofendido en mi amor propio
quise vengar el ultraje,
lleno de ira y coraje
¡sin compasión los maté!
Qué cuadro compañeros, no quiero recordarlo,
me llena de vergüenza, de odio y de rencor.
¡De qué vale ser bueno! Si aparte de vengarme
clavaron en mi pecho la flecha del dolor.
Por eso compañero, como hoy es día de Reyes,
los zapatitos el nene afuera los dejó.
Espera un regalito y no sabe que a la madre
por falsa y por canalla, ¡su padre la mató!
A la luz del candil
Tango
1927
Música (ir a la partitura): Carlos Vicente Geroni Flores
Letra: Julio Navarrine
¿Me da su permiso, señor comisario?
Disculpe si vengo tan mal entrazao,
yo soy forastero y he caido al Rosario,
trayendo en los tientos un güen entripao.
Acaso usted piense que soy un matrero,
yo soy gaucho honrado a carta cabal,
no soy un borracho ni soy un cuatrero;
¡Señor comisario... yo soy criminal!...
¡Arrésteme, sargento,
y póngame cadenas!...
¡Si soy un delincuente,
que me perdone Dios!
Yo he sido un criollo güeno,
me llamo Alberto arenas.
¡Señor... me traicionaban,
y los maté a los dos!
Mi china fue malvada,
mi amigo era un sotreta;
cuando me fui a otro pago
me basureó la infiel.
Las pruebas de la infamia
las traigo en la maleta:
¡las trenzas de mi china
y el corazón de él!
¡Párese, sargento, que no me retobo!...
Yo quiero que sepan la verdad de a mil...
La noche era oscura como boca'e lobo;
Testigo, solito, la luz de un candil.
Total, casi nada: un beso en la sombra...
Dos cuerpos cayeron, y una maldición;
y allí, comisario, si usted no se asombra,
yo encontré dos vainas para mi facón.
¡Arrésteme, sargento,
y póngame cadenas!...
¡Si soy un delincuente,
que me perdone Dios!
www.todotango.com/spanish/ biblioteca/letras/letra.asp?idletra=1198
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