Autor: Myrdyn
jueves, 23 de octubre de 2003
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: Myrdyn
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Sobre el Celtismo Gallego

Es frecuente escuchar a mis paisanos hablar de sus orígenes Celtas o de la localización de tal o cual castro celta, incluso en publicaciones se utiliza la definición de Celta para referirse a un hipotético y glorioso pasado pero, ¿qué hay de verdad en dicha cuestión?

Cultura de los Castos

Primeramente, creo que es recomendable puntualizar que la cultura de los Castros que, própiamente debe denominarse "Cultura Castrexa", se desarrolló en un entorno geográfico en mayor o menor medida delimitado, cuya extensión podemos entender como la de la Comunidad Gallega en su totalidad, una amplia extensión del norte de Portugal (hasta la sierra del Caramulo, más allá del Duero) y el valle del río Navia en Asturias. Evidentemente existen castros en otras zonas, pero remitiéndonos a las pruebas arqueológicas puras y duras, no corresponderían del todo al ámbito de esta cultura. Naturalmente no son unos límites geográficos estáticos, sino que poseen el dinamismo propio que la vida cotidiana de entonces les imprimió, marcando zonas limítrofes con notables influencias que les confieren a sus asentamientos notables parecidos.
Con respecto al ámbito cronológico, si bién hay autores que sin ningún tipo de confirmación arqueológica fabulan una etapa Castrexa inicial en el período final de la Edad del Bronce, las pruebas indican que debió de comenzar a engendrar en torno al siglo V a.C., en la Edad del Hierro. Este órden cronológico final y, a falta de pruebas de campo que demuestren lo contrario, me parece la más coherente y verosímil. El final de la misma, entendiéndola como abandono del castro como hábitat fundamental de aquella población, se podría datar en torno a los siglos II o III d.C., si bien algunos castros siguieron ocupados (o fueron reocupados) durante el período Suevo.

¿Eran Celtas los habitantes de llos Castros?

Para dar respuesta a esta cuestión, cabe señalar que ningún autor o investigador serio en la actualidad diría que sí. La cuestión Celta se entiende, o debe entenderse no como una institución patria. Los Celtas no se pueden dibujar cual poderosa nación cohesionada, sino como un conjunto de pequeñas sociedades tribales, organizadas jerárquicamente y con algunos elementos de origen común, entre ellos el elemento Celtizador por excelencia: La Lengua. Por lo tanto estamos hablando de la necesidad de entender a los Celtas como una comunidad linguística y no una comunidad étnica. Decir que los Celtas son una comunidad étnica o una raza, es teorizar y afirmar gratuítamente lo que con pruebas objetivas y arqueológicas es insostenible e indemostrable a día de hoy.
Toda vez definido el ámbito de la cuestión que nos ocupa, cabe señalar que las pruebas arqueológicas estudiadas hasta la actualidad sobre los antiguos pobladores de los castros Gallegos, no nos ofrecen esperanzas de afirmar un origen Céltico de los mismos; punto número uno: eran ágrafos. Y como tal, no tenemos ni la más remota idea de su lengua. Es aceptable que algunos elementos de la cultura material hallados en el ámbito Castrexo, tienen influéncias Hallstátticas, lo podemos comprobar en fíbulas tipo Trasmontana o en ciertas cerámicas e incluso en los famosos puñales de antenas y , sin duda, en los Torques, pero no es menos cierto que también encontramos notorias influencias mediterráneas en cerámicas, monedas y en ciertas técnicas de orfebrería y no por ello afirmamos que nuestros orígenes son Fenicios o Griegos. Tan sólo que según las pruebas existentes, la comunidad Castrexa tuvo una notable relación comercial. Por lo demás al excavar un Castro no encontramos nada parecido a lo que se encontraría al excavar un asentamiento de algunas de las sociedades que podríamos llamar con seguridad Célticas. Su distribución es diferente, la organización de sus espacios también lo es. Es una salvajada referirse a una asentamiento Castrxo galaico como Opiddum o Citania, son eso, castros (de recinto fortificado por la notable y rica variedad de las estructuras presuntamente defensivas que rodean los barrios de casas) y la inmensa mayoría de pequeñísimo tamaño en comparación con las Citanias o Opidums de la Galia Comata que nos describe, por ejemplo César.
Me dirán algunos, ¿y la toponimia?, si, lugar de céltigos, existe toponimia con orígen de lengua céltica (no confundir con la tan extendida Sueva) y no es descartable que con los Romanos llegasen, como auxiliares, elementos de esas sociedades europeas que llamamos Celtas, y seguro que algunos se asentaron en la Gallaecia ya Romana, pero muy escasos tuvieron que ser, ya que su influencia sobre los elementos caracterizadores de los Castrexos es prácticamente nula. Incluso historiadores Romanos hablan de algunos pueblos Celtas (a buen seguro los señalan porque la inmensa myoría no lo eran). Para finalizar, la base teórica (nunca demostrada por la arqueología) de que una invasión durante los siglos IV o V a.C. exterminadora de la población local nos confirió el carácter de Celtas, es nada más que una dádiva que ningún hallazgo ha podido ni siquiera suponer y que ningún arqueólogo actual se atrevería a afirmar.


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Comentarios

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  1. #1 Diocles 12 de jun. 2007

    A mí me sale un 57% (19 tribus de 33). Las 19 tribus asentadas en el antiguo territorio de Gallaecia (más extenso que la actual Galicia) que tenían nombres claramente celtas son las siguientes:

    Ártabros (o arotrebas), arrones, albiones, célticos nerios, célticos (praes)tamarcos, célticos (super)tamarcos, baedos, lemavos, leunos, coelernos, carcernos (o querquernos), bibalos, aobrigenses, brácaros, calaicos, tamaganos, turodoros, iadones, y nemetatos.

    Y las otras 14 que, en mi opinión, tienen nombres más difíciles de clasificar son éstas:
    Caporos, cilenos, helenos, grovios, seurros, lubenos, límicos, interamnicos, equaesios, SALAcios, anfiloquios, aebisocios, poemanos, y cibarcos.

    Hay que tener en cuenta, no obstante, que algunas de estas denominaciones deben de proceder de la lengua latina, y no serían entonces los auténticos nombres que esas tribus se daban a sí mismas. Un nombre como poemanos, por ejemplo, debe de estar relacionado con Pomona, la diosa romana de los frutos. Bastaría con que esta tribu habitase una zona rica en árboles frutales para que los romanos les hubiesen aplicado este apelativo, más latino que celta.

    Lo curioso es que si analizamos también los nombres utilizados por los romanos para referirse a las tribus celtíberas, que con seguridad hablaban una lengua celta, nos encontramos igualmente con un 60% de nombres clasificables como célticos: los arevacos, los belos y los titos (si es que el nombre de estos últimos se corresponde con el celta tuath); ya que la celticidad de los otros dos etnónimos (lusones y pelendones) resulta muy dudosa.

    Un cordial saludo.

  2. Hay 1 comentarios.
    1

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