ARGUMENTOS EN FAVOR DE UNA DATACIÓN ALTOMEDIEVAL DE LA FUENTE DE FONCALADA:
1) Propios. Se recogen en las siguientes publicaciones:
https://www.academia.edu/4966746/Alfonso_II_y_Foncalad
https://www.academia.edu/…/La_Fuente_De_Foncalada_La_Balesq…
https://www.academia.edu/…/REIVINDICACI%C3%93N_DE_LA_FUENTE…
En todas ellas se defiende la relación del monumento con Alfonso II y su dominio regio ovetense, identificándola con los baños asociados a los palacios reales fundados en Oviedo por dicho Príncipe, citados por las crónicas contemporáneas; en la segunda parte de estos trabajos se establecen las pautas compositivas y metrológicas del proyecto a partir de la medida del «pie gallico» derivado del griego dórico, implantado por Carlomagno a finales del s. VIII y conocido en francia posteriormente como «pied du Roi». En el Reino de Asturias se utiliza en todos los monumentos conservados de tiempos de Alfonso II, y luego desaparece.
2) Los arqueólogos excavadores del monumento, R. Estrada, S. Ríos y J. Chao, reconocieron en su publicación de 1993 (y en otras posteriores de S. Ríos, quien ha continuado con la linea de investigación del monumento en profundidad), que todo el conjunto de elementos del monumento responde a un único proyecto y esfuerzo constructivo, lo que corroboró G. de Castro en 1995 en su tesis doctoral.
Aunque la tipología del "edículo" responde a un modelo romano-pompeyano, eso nada prejuzga acerca de la cronología del monumento, ya que, casualmente, no existe en todo el mundo greco-romano nada parecido en concepción ni tipología durante más de mil años de pervivencia de culto a las aguas, lo que debería avisar en torno a la inoportunidad de tal adscripción.
por otra parte, la tipología de las inscripciones epigráficas es enteramente cristiana, ofreciendo una visión salvífica del baño en relación con Cristo y la renovación de los votos del bautismo. G. de Castro ha establecido la cronología de las inscripciones a caballo entre los ss. VIII y IX, al ser el tipo, módulo y «ductvs» de la epigrafía idénticos a los de las inscripciones de San Tirso, realizadas con total seguridad bajo Alfonso II.
Como se puede ver fácilmente, nuestros argumentos vienen a reforzar lo expuesto por los arqueólogos en cuanto a unidad de proyecto, ya que a partir de la división proporcional del edículo obtenida de la mencionada unidad métrica, se deducen proporcionalmente el resto de los elementos en que se articula el monumento.