Autor: Lola Luceño, El Periódico Extremadura
domingo, 23 de enero de 2005
Sección: Artículos generales
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Nuevos datos sobre la muralla almohade de Cáceres
Una investigación sobre la muralla fecha ahora su creación poco después de 1196. Revela que tenía un fin más ofensivo que defensivo (reunir las huestes almohades) y descubre muros que dividirían Cáceres en 3 zonas.
Una incursión en la fortaleza de Al-Andalus
Hubo un tiempo en el que Cáceres fue bastión fronterizo de Al-Andalus, en el que dió refugio a huestes del norte de Africa llegadas para atacar a los cristianos, en el que se construyó la mayor estructura que hoy conserva la ciudad y jalona su patrimonio, una fortaleza con 22 torres albarranas levantada en el siglo XII con los elementos defensivos más avanzados de la época: la muralla de Cáceres. Un estudio al que ha tenido acceso este diario apunta ahora una nueva fecha de construcción y revela su carácter ofensivo más que defensivo, la existencia de inscRIPciones y la división del recinto en albacar (al sur), alcazába (alrededor de las Veletas) y medina (norte).
Pese a ser uno de los recintos almohades más sobresaliente del país, y pese a la extraordinaria conservación de gran parte de la estructura, muy pocos estudios han profundizado en ella. Fue en 1948 cuando Torres Balbás fijó su origen almohade y dató su construcción en 1174 por una supuesta similitud con la alcazaba pacense, entonces reformada, pero poco más se ha investigado, salvo los estudios de Fernando Valdés. Un profesor licenciado en Bellas Artes, Samuel Márquez, y un arquitecto, Pedro Gurriarán, decidieron acabar con este vacío y tras años de estudio han publicado un minucioso trabajo en la revista Arqueología y territorio medieval , de la Universidad de Jaen. "Intentamos ofrecer una versión divulgativa a la Diputación de Cáceres, pero no se interesó", lamentan.
Primera singularidad: este estudio sitúa la construcción de la muralla varios años más tarde, concretamente poco después de 1196. ¿Por qué? La respuesta está en la historia. A mediados del siglo XII desaparecen de la península los almorávides y su lugar lo ocupan los almohades, que sufren la resistencia de pequeños reyes taifas. La actual Extremadura, habitada por musulmanes, se convierte en un espacio de confusión. Los almohades no ponen orden: están volcados en la dominación de Levante hasta 1172. Los portugueses aprovechan la situación y un caudillo de frontera, Geraldo Sempavor, ocupa Trujillo, Santa Cruz, Cáceres, Montánchez y otras plazas.
Los almohades sólo reaccionan cuando las tropas lusas atacan Badajoz, uno de sus grandes bastiones, y se alían con los leoneses para expulsarlas. Finalmente se ceden estas ciudades (salvo la pacense) a castellanos y leoneses, pero el acuerdo apenas dura. Tras la anexión de Levante en 1172, los musulmanes ponen su mirada en el oeste y de una sola incursión llegan hasta Ciudad Rodrigo, conquistando a su vez Alcántara y muy posiblemente Cáceres en el año 1174.
Los autores del estudio creen poco probable que los almohades se arriesgasen a levantar entonces una fortaleza de esta envergadura en Cáceres, "una ciudad aislada y rodeada aún de otras plazas fronterizas enemigas, sin rutas seguras de avituallamiento". Tras las campañas militares de Al-Mansur en 1196 y 1197, los almohades eliminan las avanzadas cristianas en tierras extremeñas, momento en que ambos autores sitúan la construcción de la muralla.
PLAZA DE ATAQUE Pero Cáceres no era una ciudad importante desde el punto de vista civil ni administrativo... ¿Por qué entonces estas excepcionales defensas? Márquez y Gurriarán tienen una respuesta: "No fue concebida solamente como fortaleza defensiva, sino también ofensiva, como principal campamento de frontera de todo este sector. Cáceres pretendía ser la etapa final de una serie de fortificaciones que iban acogiendo a las grandes huestes norteafricanas desde su desembarco en el Estrecho". La ciudad se amuralló por tanto como centro receptor de tropas para consolidar la frontera, y como punto de partida contra tierras cristianas.
Sin embargo, no sirvió de nada. Tras la muerte del califa Al-Mansur comienza la decadencia almohade y llega la derrota en Navas de Tolosa. Los cristianos conquistaron Cáceres en 1229.
En cuanto a la construcción, los musulmanes aprovecharon una muralla romana anterior que ya había experimentado alguna reforma. Pero la sólida fortificación que ha llegado hasta nuestros días pertenece a la arquitectura almohade. Tiene un perímetro de 1.174,7 metros y una superficie intramuros de 8,2 hectáreas. Fue construida por varias cuadrillas de forma rápida para evitar contraataques. El trabajo también desvela su composición a base de tapiales, morteros de cal, mampostería y sillares, una estructura que resiste.
Debió estar jalonada por 22 torres albarranas (exentas del muro para facilitar la defensa), de las que se conservan 16 (dos de ellas octogonales), además de cubos o torres edificadas sobre estructuras prealmohades, de las que quedan 7. Tuvo antemuros y tres puertas principales: Mérida (sur), Arco del Cristo (al este, romana, única en pie) y Coria (norte). Al oeste no había accesos pero sí torres muy grandes --Bujaco y Yerba--, porque era la parte más baja e indefensa de Cáceres.
Pero además, los autores descubren vestigios de muros interiores que debieron dividir la fortaleza, a semejanza de otras ciudades almohades. Uno de ellos se prolongaría a partir del paso albarrano de la torre del Horno y atravesaría el lienzo de muralla hasta la actual plaza de las Veletas, donde se situaba la alcazaba, residencia del gobernante y la guarnición. Estaba en el centro (poco usual) y tendría un corredor de salida hacia Concejo. En la parte sur (actual parador, puerta de Mérida...) se ubicaba el albacar, un recinto vacío para reunir tropas en tránsito y refugiar a la población cercana ante un ataque. El norte (zona de Santa María), sería la medina o ciudad propiamente dicha.
INSCRIPCIONES El estudio también descubre inscRIPciones y magníficos ejemplos de la decoración original en la torre de los Pozos. A cinco metros de la base existen caracteres con el lema almohade, que legitimaba su poder: "Dios es nuestro señor" .
El Periódico Extremadura. 23/01/05
Más informacióen en: http://www.elperiodicoextremadura.com
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