Autor: Ego
miércoles, 12 de febrero de 2003
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Ego
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FORMACIÓN EN ESPARTA Y ATENAS (BUSCA LAS SIETE DIFERENCIAS).
ESPARTA.
“El objetivo de la educación, que correspondía al Estado, consistía en preparar soldados capaces de afrontar las fatigas de una vida de privaciones y peligros. Por tal motivo, todo espartano debía ser físicamente fuerte y valiente.
Durante los primeros años, el niño era ducado por su madre, quien, sin embargo, debía guiarle por una serie de normas, encaminadas a su fortalecimiento físico, y para mejor lograrlo debía habituarles a vivir a la intemPerie y a resistir, sobre todo, el hambre y la sed.
A partir de los siete años, el niño era separado de la familia y entregado directamente al Estado, que se dedicaba a prepararle para su futura vida militar.
Hasta los dieciocho, las principales ocupaciones de los jóvenes consistían en la gimnasia y la caza.
La instrucción que recibían se limitaba a poco más que a leer, escribir y aprender de memoria las poesías de aquellos autores que celebrasen las virtudes guerreras y el amor a la patria.
Entre los dieciocho y los veinte años, los jóvenes recibían un estricto entrenamiento militar, y a los veinte, tras adiestrarse en el manojo de las armas, pasaban a ser soldados y como tales intervenían ya en las acciones bélicas.”
ATENAS
Durante los primeros años era la familia y no el Estado la que debía velar por la formación del niño, que sobre los siete años iniciaba su vida escolar. Había dos clases de escuelas, la de música y la de gimnasia.
En la primera, así llamada porque en ella se estudiaban las disciplinas puestas bajo la protección de las Musas, se dictaban clases de historia, ciencias, poesía, arte dramático, canto , danza y música.
En la segunda, (...) los jóvenes atenienses se ejercitaban principalmente en le “pentatlón”, (...) consistente en los ejercicios siguientes: salto, carrera, lanzamiento del disco y de la jabalina, y lucha, base de una armoniosa formación física.
A los dieciséis años comenzaban, los que podían, a frecuentar el gimnasio, una especie de escuela suPerior, donde completaban su educación intelectual y física. A los dieciocho eran inscritos en la “nomedelfia” y declarados efebos, tras lo cual el Estado les impartía una serie de enseñanzas militares, políticas y administrativas, debiendo convivir con otros jóvenes de su edad hasta los veinte años, en que hacían un juramento de fidelidad a la “polis”. A los veintiuno, se les licenciaba, pasando a ser un “aner” (lo que significa que gozaban de la plenitud de sus derechos políticos).”
BIBLIOGRAFÍA.
Joseph M. Walker, Historia de la Grecia Antígua. pp 398-399. EDIMAT LIBROS.1999.
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