Ante la noticia publicada hoy en El Comercio, aclaramos que El Curbiru no es la fuente de esta información que suponemos que el Periodista elaboró a partir de algunos datos sueltos de nuestra página y otros de otras fuentes. 
De la lectura de la noticia podría alguien entender que El Curbiru tuvo alguna responsabilidad en los errores que se hubieran podido cometer a partir de los estudios y prospecciones previos. 
Por eso y para evitar confusiones queremos dejar clara nuestra posición, que -quizás por la prudencia que se nos reclamaba- no fue suficientemente conocida. 
1. El Curbiru siempre se opuso a que se iniciaran prospecciones en el corte del talud antes de las obras de protección: el propio Dtor. Gral. de Patrimonio había alertado semanas atrás de los riesgos de actuaciones de ese tipo.
2. El Curbiru señaló desde el principio que la existencia de la tumba se conocía desde hace más de un año. 
3. El Curbiru no es responsable de la datación de la tumba en el s. IV. Esa datación llegó a la Asociación desde distintas Administraciones y partió, lógicamente, del entorno del arqueólogo responsable de los estudios, al igual que otras suposiciones que la colocaban como un posible hito en la historia antigua de Asturias. Su semejanza con la tumba de Argandenes podría situarla en época visigoda.
4. El Curbiru considera que los resultados de la prospección realizada dejan en evidencia diversos errores de interpretación cometidos en los estudios y prospecciones previos y confía en que se reponga el terreno a su estado natural para evitar posibles afecciones a zonas del yacimiento adyacentes a la excavada.
5. El Curbiru esPera que no se entienda, a partir de esta noticia, que la Asociación tiene responsabilidad alguna en el tipo de protección escogida para el yacimiento ni en la prospección realizada en estas semanas (a la que siempre se opuso) ni en las expectativas que se levantaron sobre el valor de los posibles hallazgos. La Dción. Gral. de Patrimonio encargó y pagó estudios de los que parece que se pudieron derivar determinados errores. Si esto es así, la responsabilidad habrá que atribuírsela a quien la tenga, que no es, desde luego, esta Asociación.