Autor: Xabres da Teixeira
martes, 08 de julio de 2008
Sección: Artículos generales
Información publicada por: xabres
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ARQUEOLOGIA EN GUITIRIZ
Viaje Arqueologico por Guitiriz (Lugo)
PASEO ARQUEOLÓGICO POR EL AYUNTAMIENTO DE GUITIRIZ (Lugo)
Este fin de semana, he tenido la oportunidad de viajar a
Santa Cruz de Parga (Guitiriz-Lugo), a visitar a familiares residentes en la
parroquia, que aunque no son por vía de sangre, es como si lo fuesen.
Levaba “in mente”
visitar un castro que hay en “A cova da serpe”, de la cual he leído una hermosa
leyenda, recogida por D. Leandro Carré Alvarellos, en su libro “lendas Galegas”.
Al intentar recoger
información sobre este castro y unos petroglifos de los que había oído hablar,
tuve la gran suerte de encontrarme, en el lugar de As Lobeiras, con la familia
Pena Rivas que me informó de casi todo lo que hay que saber sobre los
yacimientos del ayuntamiento, y me acompañaron a un castro y dos dólmenes en
una finca suya. Subiré fotos.
Me prestaron un libro
de Aurora Gay Méndez, editado por el concello de Guitiriz y la Diputación de
Lugo, libro muy documentado sobre la zona y que me ha servido para conocer,
supongo que casi todo lo que hay, y que me servirá para próximos recorridos por
la zona, pués por lo visto, desde el punto de vista arqueológico, es
francamente rica en yacimientos, cosa que por lo menos yo desconocía.
Una curiosidad, a los
dólmenes también les llamas “modias”, nombre que yo he oído por primera vez.
También medorras y medoñas.
Reseñar que en al
libro se relacionan sesenta y seis (66) dólmenes, con distintas clasificaciones
de buen estado, regular, deterioro, o sin tocar.
Lo que me hace pensar
en la importancia de la zona a la sazón o en lo bien que se han conservado las “modias”
Tres petroglifos, los
dos en la misma zona, en la parroquia de Buriz y en la de Santo Estevo de
Parga.
Castros, relaciona
quince (15) la mayoría en buen estado, salvo un par de ellos, con una característica
que la mayoría no están en zonas altas como los del norte de Portugal y el sur
de Galicia.
Con relación a la época
romana hay localizados en la zona varias aras votivas, algunas en la zona en
manos privadas y otras en el museo de Lugo, así como estelas y piedras con
inscripciones localizadas en casas e iglesias formando parte de las paredes.
Subo una foto de un
castro, de dos “modias” y un par de “pías”, una de las cuales podría ser de un enterramiento.
Le daré vueltas a
este artículo, en lo sucesivo con viajes mas reposados a la zona, creo que
merece la pena.
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Uma, encantado de complacerte. La leyenda, encuadrada en las
leyendas novelescas por Leandro Carré Alvarellos, creo que es mejor
transcribirla como el autor lo hizo, no quito ni pongo comas. Solo una anotación
el concello de Friol y el de Guitiriz son limítrofes, de ahí que sea contada en
los dos.
LA CUEVA DA SERPE
La torre de San Payo de Narla, en
Friol (Lugo), tiene sus leyendas como muchas otras torres y castillos de
Galicia. Una de ellas es la de la <Cova da Serpe>, que da nombre a un
monte que alcanza a la provincia de La Coruña, cerca de Sobrado de los Monjes.
Uno de los señores de aquella torre o castillo
tenía una hija, llamada Berta o Benta, que gustaba de pasearse a caballo por
las tierras que rodeaban el castillo sin alejarse mucho de él, para recrearse
contemplando el paisaje y, algunas veces, incluso hablar unos momentos con
algunas de las hijas de sus vasallos, muchachas de su edad; costumbre frecuente
por aquellos tiempos en que no había otros entretenimientos sino de tarde en
tarde.
Aconteció cierto día que la yegua que montaba
la hidalguita se asustó y echó a correr desbocada, sin que la joven pudiera
dominarla ni contenerla. Pero un joven campesino saltó al camino desde la cerca
de un labradío, agarró fuertemente el freno de la yegua y con un vigoroso
esfuerzo, la detuvo.
La heroicidad del muchacho, o quizá más que
nada su varonil apostura, hizo que la doncella se enamorase de él. Por su parte
el joven campesino vió en la hidalga como una fada hermosísima que lo dejó
cautivado.
Los dos jóvenes volvieron a verse; sentados a
la sombra de los robles de una carballeira, hablábanse olvidando, enamorados y
dichosos, su desigual condición.
Pero el señor de San Payo, don Lopo das
Seixas, se enteró en seguida de aquellos amores de su hija con el mozo
labriego, su vasallo, y amenazó a su hija con un serio castigo si no ponía fin
a aquella desatinada amistad, que para él era un ultraje a la hidalguía de sus
torres.
Benta, amante y arriesgada, puso en
conocimiento del muchacho las amenazas de su padre, y entre llantos y besos,
ambos determinaron huir a través de los montes en busca de un refugio en otras
tierras.
El señor das Seixas, al darse cuentan de que
su hija había desaparecido, ordenó inmediatamente que salieran algunos
escuderos y hombres de armas de la torre para Perseguir a los fugitivos, dar
muerte al galán y volver al castillo con Benta.
Los amantes, sabiéndose Perseguidos al oír el
galopar de los caballos, ocultaronse en una cueva que descubrieron en aquel
monte. Pero quedaron aterrados al encontrase con una gran serpiente, que
levantaba su repugnante cabeza hacia la joven. El muchacho, empuñando un puñal,
se interpuso e intentó cortar la cabeza al reptil, que esquivó el ataque y se enrolló
ligero y sin temor en torno del joven, privándole el movimiento y a acción.
La lucha fue terrible entre el hombre y la
sierpe; la hidalguita miraba aterrorizada la desigual pelea. Por fin, el
robusto mozo alcanzó a la serpiente con un certero golpe en la cabeza; Pero ya
era tarde, porque las mordeduras del reptil y la presión del escurridizo cuerpo que comprimía el suyo, asfixiándole,
le causaron la muerte.
Guiados por los gritos y sollozos de la joven,
acudieron a la cueva las gentes de don Lopo, que recogieron a la despavorida
Benta y la condujeron a la torre de Narla.
Por eso le llaman al monte <Cova da
Serpe>, en recuerdo del drama que allí se desarrolló, conservado por la
tradición legendaria.
Leandro Carré Alvarellos. EsPero que os guste.-
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