Cuando nos situamos delante de un cuadro suele acontecer que se escapen a nuestra observación una serie de detalles, ya sea por falta de conocimientos sobre el tema representado o sobre el motivo que dio lugar a su realización. Pero también puede ocurrir que haya algún detalle en particular que nos llame la atención por parecer que “no debería estar ahí”, ya que parece destacarse sobre el conjunto del tema. Aprovechando la celebración del Bicentenario de la llamada Guerra de la Independencia voy a tratar de explicar alguna “historia” alrededor del cuadro de referencia.
Este cuadro fue pintado por Goya en 1814 como un intento de hacer olvidar a la nueva monarquía fernandina los servicios que el pintor había prestado al depuesto José I. Soy de los que opinan que el pintor no presenció Personalmente los hechos, aunque debió de tener noticias fidedignas de ellos, no solo por la proximidad de su domicilio (a unos centenares de metros de la Puerta del Sol), sino por la participación en la revuelta de uno de sus aprendices, León Ortega y Villa, de 18 años, que resultó herido y que bien pudo contar lo sucedido al maestro “con pelos y señales”.
El cuadro quiere mostrar la furia del pueblo madrileño contra el ejercito invasor en una movida escena en la que los paisanos atacan a la caballería francesa, representada por los mamelucos, cuando esta intenta atravesar la Puerta del Sol en su camino hacia Palacio. Es una escena subdividida en otras más pequeñas, a cada cual más cruel, en donde los únicos ojos que denotan algo de “humanidad” son precisamente los de los caballos, siendo los hombres, en este caso, los que muestran una “bestialidad” más desatada.
A pesar de lo corto del enfrentamiento, apenas diez minutos pues la llegada de artillería obligó a los madrileños a disPersarse hacia otros escenarios, hubo escenas dantescas, sobre todo en el asalto a las casas desde donde se disparaba a los franceses. Tristemente famoso fue el que los mamelucos hicieron a la casa nº 4 de la propia plaza, Perteneciente a D. Eugenio Aparicio, pues desde allí parece que surgió el disparo que mató a uno de los héroes del escuadrón, el mameluco Mustafá, condecorado en Austerlitz. Por cierto, que los mamelucos suPervivientes de este combate fueron masacrados por la caballería inglesa el 29 de Diciembre de 1808, en la acción de Benavente.
Con todo, sabemos que Goya se tomó una serie de libertades en la realización de una pintura que debería mostrar al mundo la fiereza de los combates en el Madrid ocupado. Una de esas libertades fue la de hacer protagonista de la lucha a la caballería mameluca cuando, como más abajo veremos, fueron varios los cuerpos de caballería intervinientes. Pero esta claro que para Goya, como para los madrileños en general, el exotismo y colorido del uniforme de los mamelucos eran un referente al que, seguramente, no era ajeno el hecho de que pudieran recordar las tradicionalmente históricas luchas contra los “moros”. Otra de las libertades que Goya se tomó está en el que si nos fijamos en los cinco mamelucos representados, uno de ellos aparece como más “idealizado” que el resto, y aunque los uniformes se ajustan más o menos a la realidad no es así en lo que se refiere a las sillas de montar, que parecen no ser las reglamentarias.
Ahora fijémonos con atención en el cuadro y veremos a dos Personajes que, en teoría, parece que están de más.......
En el extremo inferior izquierdo aparece el cuerpo de un soldado de infantería. Por la posición de su cabeza se Percibe claramente que ha caído degollado tras un largo forcejeo, seguramente para arrebatarle el fusil, arma que descansa bajo su cuerpo, junto al sable y la bayoneta sin duda desprendida durante la pelea. La pregunta que se nos plantea es ¿tiene base histórica la presencia de un infante en lo que tradicionalmente se dice fue una lucha contra la caballería francesa?. Hay tres teorías:
1. Podría tratarse de un soldado francés que intentaba incorporarse a su unidad, objetivo que pocos franceses consiguieron pues los soldados aislados eran presa segura para las bandas de paisanos, y que se vio envuelto en la “asonada” de la Puerta del Sol . Personalmente no lo creo pues , si bien los oficiales si habitaban casas de particulares, la tropa habitaba en cuarteles debidamente asignados. Además no me parece lógico que un soldado alojado en una casa particular lo hiciera llevándose el fusil.
2. Se sabe que aquella mañana hubo un pelotón de infantería, en los alrededores de la Puerta de Sol, que escoltaba un carromato de provisiones y que fue atacado por los madrileños. Los soldados, tras efectuar una descarga, ante la imposibilidad de tener tiempo de volver a cargar sus armas, se desbandaron ante el empuje de la multitud y es probable que alguno cayera , victima del furor popular, en la próxima Puerta del Sol.
3. Se ha especulado con que en lugar de un soldado francés represente a uno español, de los pocos que participaron en la lucha, fácilmente confundibles por la similitud de uniformes que , en ambos ejércitos, había durante el s.XIX. Para mí tampoco tiene mucha lógica esta opción pues no sería tan fácil “desertar” del cuartel con el uniforme y llevando el equipo de guerra reglamentario, además, ¿para que cargar con el fusil si el ejercito español tenía las municiones secuestradas?.
En uno de los bocetos que Goya hizo para el cuadro representó a este soldado con el uniforme de los infantes de marina, tipo los soldados representados en “Los fusilamientos de Príncipe Pío", Pero al llevar a cabo el cuadro le debió parecer más vistoso el color del uniforme de los granaderos de la guardia y así, lo sustituyó.
El otro Personaje aparece a la derecha, en segundo plano, entre los mamelucos. Se trata de un dragón de la guardia pintado en el acto de descargar un sablazo contra alguien, que Permanece oculto, y que amenaza su costado con un chuzo, aunque Goya no fue afortunado con algunos detalles como el representar un sable curvo donde debería haber uno recto . Pero ¿qué hacía un dragón entre los mamelucos?. Hay tres versiones:
1. Hay quien teoriza indicando que se trata de un correo tratando de atravesar la multitud en medio del combate, Pero, para esas horas, ya todos los correos tenían orden de llevar escolta. Precisamente el Mariscal Marbot, en aquellos días capitán, en sus memorias relata los apuros que pasó para conseguir hacer llegar un mensaje desde Palacio al Buen Retiro poco antes de los sucesos a los que nos referimos.
2. Históricamente se conoce la orden por la que Murat indica al general Grouchy, jefe de la Caballería de la Guardia, que mueva sus escuadrones desde su acuartelamiento en el Buen Retiro (precisamente la orden que le llevó Marbot) hacia el Palacio Real, donde se había producido el primer brote de rebeldía. Por ello, Grouchy, dirige sus tropas a través de la Carrera de San Jerónimo y la calle de Alcalá ( calles ambas, para los que no conozcan Madrid, que desembocan casi paralelamente en la Puerta del Sol). En cabeza iban los mamelucos, seguidos por los dragones de la EmPeratriz, los cazadores a caballo y, por último, la artillería montada. Durante el trayecto las tropas fueron hostigadas desde casas y portales. Los primeros en llegar a la Puerta del Sol fueron los mamelucos que, al encontrarse enfrente una multitud hostil que les impedía el paso, trataron de girar a la derecha para embocar la calle de Alcalá, mucho más ancha, buscando una posible retirada estratégica o poder desplegarse en esPera de la llegada del resto de las tropas, y justo ahí en la unión de la calle de con la plaza es donde se desarrolla la acción que pintó Goya. Por eso aparece solo un dragón, ya que el resto estaba aún llegando por la Carrera de San Jerónimo.
3. La tercera versión habla de que, tanto el infante caído como el dragón , están representados por el pintor como un símbolo del resto de las múltiples escaramuzas que sucedieron en la ciudad esa mañana y que su implantación en el lienzo no tiene ningún valor histórico.
A pesar de lo atractivo de del cuadro y de su valor simbólico esta pintura, junto con su hermana “Los Fusilamientos de la Montaña del Príncipe Pío”(en al que Goya también se tomó sus licencias pictóricas), estuvo largo tiempo olvidada, por motivos tanto políticos como academicistas, olvidada en los sótanos del Museo del Prado y no fue hasta finales del s. XIX que se la revaloriza como una de las obras más importantes del pintor aragonés.
BIBLIOGRAFIA:
-“El 2 de Mayo en Madrid” de José Mª Alía Plana
-“Curiosidades sobre el Dos de Mayo” de Julio Repolles de Zayas
-Mi agradecimiento a la “Asociación Napoleónica de España” por su atención al solventarme ciertas dudas .
Paz y bien
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Felicidades alevín. Según es sabido, el cuadro acaba de ser restaurado, restañando las heridas de la Guerra Civil. La Junta del Tesoro Artístico, tan mitificada últimamente, Pero que no se sabe que hiciese algo para impedir que en el Archivo del Ministerio de la Gobernación se destinase entre otros fines a oficina de automóviles oficiales, Inspección de Milicias de la UGT o depósito de detenidos gubernativos, que expoliaron y ocasionaron mermas considerables dejando el archivo hecho un páramo; al igual que quedó hecho un páramo el Archivo del Ministerio de Hacienda, destinado para sede y refugio de la Junta de Defensa de Madrid durante la Guerra Civil, hecho que también ocasionó pérdidas considerables y hace que la documentación hacendística que se salvó del expolio, se considere hoy residual, todo, sin que se sepa que la beatífica Junta del Tesoro Artístico pusiese los medios suficientes para impedirlo.
La Junta en cuestión sí fue muy escrupulosa en salvar los bienes artísticos, pues no se puede olvidar que las tropas "nacionales" habían cometido el incalificable atentado de lanzar bombas incendiarias sobre el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos, sede por aquel tiempo del Archivo Histórico Nacional, Biblioteca Nacional y Museo Arqueológico Nacional. Así las cosas, el cuadro fue cuidadosamente embalado por la Junta, Pero en su traslado, un bombardeo sobre Benicarló desprendió un balcón que fue a caer sobre el camión que transportaba este cuadro, sufriendo daños considerables, y que ahora acaban de ser reparados en la medida de lo posible, corrigiendo incluso fallos de anteriores intervenciones restauradoras.
Te dejo una noticia de El País que amplía información sobre la interveción realizada.
que fuera ya pintor de cámara desde 1789 le daba seguridad económica ,Pero no “jurídica”, sino más bién lo contario :tenía que tener mucho cuidado para no significarse. En esos casos además,la inseguridad de tipo político conlleva la de tipo económico,pues en cualquier momento te pueden “despedir”.Teniendo en cuenta que ,en el 1808 Goya tenía 40 años y una familia a su cargo...
Si hubiera sido un simple oportunista se hubiera limitado a callarse y a pintar cuadros de loa al rey etc y no se habría metido a hacer sátira social ni a tratar con afrancesados etc.
Por otro lado,con respecto a la pensión dices:
“…Litografías son también las series de Los toros de Burdeos (1825), que posiblemente hiciera temeroso de su situación económica y con el afán de remediarla….”
Teniendo en cuenta que era un anciano a las puertas de la muerte y con una familia a su cargo,no parece que sus últimos años fueran muy tranquilos y burgueses.
"Teniendo en cuenta que ,en el 1808 Goya tenía 40 años y una familia a su cargo..."
quería decir en 1789.
Copio aquí unos párrafos que me parecen interesantes y que explican que para la vida privada de Goya tuvo implicaciones importantes su relación con los liberales y que no fue un simple oportunista.
“…Cuando estalla la Guerra de la Independencia el artista aragonés es un hombre mayor, tiene sesenta y dos años, una edad en la que otros pintores empiezan a repetirse…
No es un Período homogéneo y no hay corte radical con el anterior ni con el siguiente, Pero dos notas pueden caracterizarlo, una en su vida privada, otra en su pintura. En aquélla, la muerte de Josefa Bayeu y su relación, no enteramente esclarecida, con Leocadia, la mujer de Isidoro Weiss (con el que había roto en 1811), Pero sobre todo la preocupación y el miedo -carecemos de datos para sospechar que Goya fuera un valiente- ante los acontecimientos, las Persecuciones a liberales y afrancesados, el clima de terror impuesto por el monarca y sus secuaces, la presencia, otra vez, de la Inquisición que, restaurada en 1814, se interesa por él;….
Cádiz caerá poco después, el 30 de septiembre, intensificándose la represión fernandina. Tras la ejecución de Rafael de Riego, «el Deseado» entra triunfalmente en Madrid el 13 de noviembre de 1823. Nunca una entrada real fue tan humillante y canallesca: recibido con los gritos de «Muera la Constitución», «Viva la Inquisición», el monarca extendió el terror más cruel por todo el reino. Goya temió por su seguridad y se refugió en casa de José Duaso y Latre a finales de enero de 1824, y en ella Permaneció hasta mediados de abril, poco antes de que se promulgara un decreto de amnistía general (el 1 de mayo). No sabemos las razones que movieron al artista a ocultarse y algunos historiadores han sospechado que no temía tanto por sí mismo como por Leocadia, de conocidas convicciones antiabsolutistas, uno de cuyos hijos, Guillermo, había formado parte de la milicia de Madrid y había huido a Francia.
Nada más promulgarse el decreto de amnistía, Goya solicita Permiso para trasladarse a Francia con licencia de seis meses. El motivo: «tomar las aguas minerales de Plombières para mitigar las enfermedades y achaques que le molestan en su avanzada edad». Comoquiera que sea, el monarca accede a la petición y el 24 de junio el subprefecto de Bayona comunica al ministro del Interior el paso de Goya por esta ciudad camino de París. Se detiene tres días en Burdeos y marcha luego a la capital francesa, en la que Permanece desde el 30 de junio al 31 de agosto. La policía está atenta a sus movimientos y hace informes que han Permitido a los historiadores obtener los datos fundamentales. Quizá se deba esta vigilancia a la posible relación de Goya con los círculos de emigrados, entre ellos Joaquín María Ferrer, considerado en esos informes como un «temible revolucionario»….
El 1 de septiembre marcha a Burdeos, donde se instala con Leocadia Weiss y sus hijos hasta 1828, año en el que muere. En estos cuatro años logra renovar su licencia y hace dos viajes a Madrid (en 1826 y 1827), en el primero de los cuales obtiene su jubilación con todo el sueldo y es retratado por Vicente López. En Burdeos no sólo continúa pintando, dibujando y grabando al aguafuerte, también realiza litografías que imprime Cyprien-Charles-Marie-Nicolas Gaulon, que posiblemente fue también su maestro en esta técnica (Goya la había iniciado en Madrid en el taller litográfico de José M." Cardano, 1819) y del que hizo un soberbio retrato litográfico: Retrato de Gaulon (1824-25, Middletown, Davison Art Center). Litografías son también las series de Los toros de Burdeos (1825), que posiblemente hiciera temeroso de su situación económica y con el afán de remediarla.
Hola a todos.
Sólo quería realizar un comentario respecto de la entrada de Alevín, del día 1 de Junio. Y esPero que no genere polémica. Es más fácil entenderse hablando que escribiendo.
Me ha extrañado que, a día de hoy, se siga usando esa dialéctica marxista, sobre los fenómenos sociales. Y, además, sin distinguir las épocas. Pretender que exista una lucha de clases, en cualquier época y lugar, es erróneo. Esa imagen del burgués aprovechado y del plebeyo luchador, es muy atractiva para ciertos sectores, Pero falsa. Y más, en este caso.
Estamos hablando de la época post-Revolución Francesa. Aunque ahora se la simplifique como Revolución Burguesa, porque la burguesía ocupó el poder del que se expulsó a la nobleza, no fue ese su sentido.
La Ilustración estaba aportando nuevas formas de entender la vida y los derechos de las Personas. Eso produjo la Revolución Francesa y las que le siguieron, de su mismo calado. Estas Revoluciones, fueron lideradas por la burguesía, que era la ilustrada. Pero contaron con el pleno apoyo de la plebe, que era también la gran beneficiada del nuevo clima de derechos humanos que emanaban de la nueva era.
Por eso, el brazo ejecutor de las Revoluciones Ilustradas, es siempre la plebe. Por muy burguesas que se las quiera llamar después.
El que la primera fuera la Revolución Francesa, produjo que Francia fuera el foco del que las ideas ilustradas emanaron al resto del mundo. De ahí que un afrancesado, fuera una Persona ilustrada, que luchaba por los derechos humanos y era Perseguido por el Poder de la época (de ahí que surgieran masonerías en las que estas Personas se agrupaban clandestinamente).
Cuando la Revolución Francesa degenera internamente en el Terror y externamente en el ImPerialismo, es cuando se encuentra con el rechazo en otros pueblos, que en principio la miraban como el ejemplo a seguir. En España, se unió a la eterna rivalidad de vecinos.
Por eso, las tropas francesas, no eran vistas como libertadoras y portadores de un nuevo régimen de libertades, sino como invasores que iban a sustituir el poder absoluto de la Monarquía española, por el poder absoluto del ImPerio francés. De ahí el levantamiento contra los franceses y del sentido peyorativo que se dio al término “afrancesado”.
Pero no hay lucha de clases por ningún lado. Por favor, no extendamos nuestras propias fobias, a otras épocas y lugares. Hay sobrados ejemplos de “burgueses”, que dieron se dejaron la vida luchando contra el ejército invasor.
Recomiendo ardientemente, la lectura de “El siglo de las luces”, de Alejo Carpentier, que, aunque está ambientada en el Caribe y su comienzo es un poco arduo, arroja una gran luz sobre esta época.
Un saludo a todos.
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