ANFITEATRO

El edificio se destinaba a la exhibición de combates de gladiadores y de bestias salvajes. De tamaño reducido para su tipología, tenía una capacidad para aproximadamente 2.800 espectadores, de acuerdo con el número de habitantes de la ciudad de Lucus Augusti.

Posee unas dimensiones exteriores de 234 x 216 pies, (69.26 x 63.93 m.) en ambos ejes, que son múltiplos de las dimensiones 13 y 12 que componen la escuadra pitagórica que rige la geometría de la ciudad y sus edificios. Su orientación respecto al norte, sigue la marcada por la escuadra pitagórica común a toda la urbe.

El anfiteatro está situado en el exterior de la urbe, en la fachada O.SO. en el camino de acceso a la puerta principal de la ciudad, que desde el decumanus máximo comunicaba directamente con la vía proveniente de Braccara Augusta, el río Miño y las termas medicinales existentes en su orilla.

Los restos de muros actuales, observables a simple vista, conservan la forma de planta elíptica original del edificio, al igual que su espacio central, donde se encontraría la arena. Es muy interesante comprobar entre la maleza existente diferentes muros de mampostería de pizarra que siguen la geometría básica de los anfiteatros.

PALESTRA

El edificio estaba destinado como residencia de los gladiadores que realizaban la exhibición de combates en el anfiteatro colindante.

De planta Perfectamente cuadrada, posee unas dimensiones exteriores de 120 pies, (35,52 m.) en ambos lados, que es múltiplo 12, cifra que rige la geometría de la ciudad y sus edificios. Su orientación respecto al norte, sigue la marcada por la escuadra pitagórica común a toda la ciudad.

La palestra posee una conexión directa con el anfiteatro a través de la puerta sur, la puerta libitinaria, por dónde accedían los gladiadores a la arena para combatir ante el publico y por donde eran retirados los participantes heridos o muertos en el transcurso de los espectáculos.

La disposición de ambos edificios es similar a la que podemos observar en Ampurias y Pompeya. Al igual que en estas ciudades, este edificio por ser colindante al anfiteatro era de uso exclusivo de los gladiadores, existiendo posiblemente para los ciudadanos un gimnasio en otro emplazamiento urbano.

La forma del edificio corresponde a los descritos por Vitruvio en su manual de arquitectura. Poseía seguramente un Peristilo central, de planta rectangular, donde los gladiadores se ejercitaban y preparaban sus luchas. En las naves Perimetrales se encontrarían los dormitorios, las termas con sus baños, y el comedor de los luchadores.

Los restos de muros actuales, observables a simple vista, conservan la forma de planta cuadrada original del edificio, al igual que su espacio central, donde se encontraría el Peristilo. Es muy interesante comprobar entre la maleza existente diferentes muros de mampostería de pizarra que siguen la geometría básica de las palestras.




El conjunto urbano del Carmen

En esta ladera se construyeron a lo largo del siglo I d.C. el anfiteatro, la palestra de los gladiadores, un templo próstilo y un templo toscano.

El eje principal del anfiteatro, que lo es también de la palestra, nace geométricamente en el centro de la puerta del templo próstylo y termina en la puerta del templo toscano. Esta geometría urbana explica la estudiada relación de los edificios en esta zona. Este eje principal sigue la dirección marcada por la escuadra pitagórica que rige la ciudad. Estos cuatro edificios, generaban una gran actividad y afluencia de visitas, sus características y cultos hacían de esta zona de la ciudad la más atractiva para el ocio de los habitantes de todo el convento.

Asociados a ellos probablemente existirían bodegas y prostíbulos que configuraban el lugar como el más concurrido de toda la urbe.

La profusión en la construcción de estos edificios de uso lúdico a lo largo de los territorios conquistados de la Galia e Hispania fue debido a que significaron el principal vehículo de propaganda entre las comunidades Peregrinas de estas provincias del imPerio.

Al contrario que los teatros, en los que sus representaciones eran dedicadas a las clases dirigentes y latinizadas de las ciudades y colonias, los anfiteatros, con sus espectáculos de lucha y de animales eran el principal atractivo urbano para los habitantes de las aldeas indígenas y para las clases sociales más populares de las poblaciones.

A través de estos espectáculos los habitantes se iban integrando gradualmente en el modo de vida romano, consiguiéndose así una eficaz romanización de los nativos.

En Lucus Augusti la construcción del anfiteatro y de la palestra fue seguramente realizada durante el primer tercio del siglo I d.C., su emplazamiento respecto a la ciudad fundada por Augusto Permite aventurar un posible traslado de la línea inicial del pomerio de la urbe, para así ganar suelo urbano en una de las mejores zonas extramuros.

Casi con toda probabilidad los templos reseñados habían sido construidos en el momento fundacional de la urbe, ya que tal como Vitruvio establece existen cultos que por sus características deben ser emplazados extramuros, y así evitar desagradables visiones para parte de la población ciudadana.

Entre otros Vitruvio se refiere al culto de la diosa del amor Venus, que debido a la relación de sus devotos con las sacerdotisas de la diosa se producen escenas de prostitución sagrada en las cercanías del templo.

En la ciudad de Roma, el templo de Venus se encontraba enfrentado con el anfiteatro Coliseum, por lo que era muy habitual que estas escenas lujuriosas a la vez que religiosas se produjeran entre los arcos del magnifico edificio lúdico.

Podemos suponer la hipótesis que uno de los templos de los señalados tuviese su dedicación a la diosa del amor, Venus, ya que su proximidad al edificio del anfiteatro Permitiría, al igual que en Roma, aprovechar digamos, una sinergia del emplazamiento.

Para abundar en este aspecto, recordar que el templo de proporciones toscana, fue durante el culto cristiano dedicado a la virgen de la Magdalena, y que es abundante en varios lugares de la península la coincidencia de preexistencias paganas de la diosa Venus en lugares de culto a la Santa “del amor” Maria Magdalena.

Abundando en este aspecto de la posible dedicación de los dos templos señalados, indicar que el actual templo de la Virgen del Carmen podría estar dedicado en su época romana a otra diosa e especial significación en la historia de la ciudad de Lugo, Isis, no queriendo abundar en este momento en este aspecto concreto.

CONCLUSION
La investigación realizada gracias al estudio arqueográfico del ámbito suburbano de la zona del Carmen nos Permite determinar que la zona fue sujeta de un proyecto urbanístico en los primeros años de nuestra era.

La disposición de los restos que Pertenecen a los tres edificios allí existentes sumados al emplazamiento del antiguo templo de la Magdalena determinado gracias a la cartografía antigua Permite concretar un proyecto urbano que atiende a unas directrices propias de la época referenciada.

La orientación de los cuatro edificios respecto a la escuadra pitagórica 5/12/13 referida al eje solar norte sur y de acuerdo a los postulados de Vitruvio, así como las proporciones en dimensiones antiguas de los edificios estudiados de manera individualizada y la relación geométrica entre ellos y las calles adyacentes Permite aseverar con un alto grado de certeza científica que la ciudad romana de Lucus Augustí contaba con un anfiteatro con palestra adjunta, y que se proyectaron atendiendo previamente a su emplazamiento entre dos templos situados extramuros de la ciudad alto imPerial.

© Carlos Sánchez-Montaña