Autor: Vascon
sábado, 07 de mayo de 2005
Sección: Edad Media
Información publicada por: Vascon
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PELAYO I. Fuentes cristianas.
Versión de las fuentes cristianas sobre Pelayo y la Batalla de Covadonga.
La crónica de Alfonso III
Dos son las fuentes principales que informan acerca de Pelayo y la batalla de Covadonga: la Crónica de Alfonso III, en sus dos versiones (culta o de Sebastián y Rotene), y la Albeldense, ambas de finales del siglo IX. Ninguna de ellas resulta fiable, por su evidente intencionalidad ideológica y política, ya que las dos tratan de vincular el surgimiento del primer núcleo de resistencia astur con la monarquia visigoda.
La tradición cristiana:
Según el relato tradicional, Pelayo, antiguo espatario (miembro de la guardia real) del último monarca visigodo, se habría desplazado a Asturias junto con parte de su familia tras la batalla de Guadalete. Asturias se hallaba sometida en este momento al mandato del gobernador musulmán Munuza, quien residía en Gijón. Nuestro Personaje mantenia por entonces buenas relaciones con el gobernador, enamorado de la hermana de Pelayo, que, no obstante, se oponía a esta relación. Para poder hacer realidad sus deseos, Munuza envió a Pelayo a la capital de al-Ándalus entre los rehenes que garantizaban con su vida el pago de impuestos por parte de sus familiares. Entretanto, el gobernador musulmán habría contraído matrimonio con la hermana de Pelayo o la habría incorporado a su harén. El noble visigodo, no obstante, conseguiría escapar de Córdoba y, tras desplazarse a Asturias, se enfrentaría abiertamente al gobernador musulmán y al poder islámico. En estas circunstancias, Munuza habría solicitado ayuda para sofocar la rebelión, Pero Pelayo lograría cruzar el Piloña y hacerse fuerte en las montañas Asturianas. Allí habría encontrado a diversos grupos de fugitivos y, tras la celebración de una asamblea, habría sido aclamado como jefe en torno al año 718.
Los rebeldes se refugiaron en una caverna situada al pie del monte auseba, la
En torno a 722, fecha que procede de confrontar los textos árabes y cristianos, se produjo la célebre batalla de Covadonga, que fue magnificada por las crónicas mozárabes hasta a elevarla a categoría mítica y origen del reino de España. Según la Crónica de Alfonso III, el ejercito musulmán estaba integrado por 187.000 hombres y era dirigido por el prestigioso general del valí, Alqama. Contaba, además, con el asesoramiento del mismo don Oppas, arzobispo de Toledo y hermano de Vitiza, quien habría parlamentado con los rebeldes, intentando convencerles de lo inútil de su resistencia. Según las crónicas, el poderosísimo ejercito árabe se adentró en un valle angosto, rodeado por altas montañas y cerrado al fondo por el monte Auseba. Atacado desde los flancos sin capacidad de maniobra por las condiciones del terreno y sorprendido por la repentina irrupción por parte de los rebeldes desde Covadonga, habría sufrido una grave derrota. Alqama Perdería la vida en la batalla y don Oppas, sería hecho prisionero. Numerosos musulmanes habrían muerto mientras intentaban escapar atravesando los Picos de Europa en dirección a Liébana.
En crónicas posteriores, como el Silense, se asegura que Munuza tuvo que abandonar la región y en su huida fue derrotado en Olalíes, actual Proaza, por el ejercito de Pelayo. También se afirma que por entonces comenzó la organización interna de los rebeldes, guiada por el impulso religioso y por el ferviente deseo de restaurar la monarquía visigótica. La frase que la Crónica de Alfonso III pone en labios de Pelayo es suficientemente significativa: “Cristo es nuestra esPeranza de que por este pequeño monte que tu ves se restaure la salvación de España y el ejercito del pueblo godo”.
Es decir, la visctoria de Covadonga habría traido como consecuencia la creación del reino de Asturias. La mitificación de la batalla no viene dada sólo por sus dimensiones y consecuencias, sino también por la intervención divina. Están muy extendidas las versiones que fundamentan la victoria cristiana en ella, y a este hecho responde el establecimiento de un santuario consagrado a la Virgen en Covadonga.
Nada más vuelve a saberse de Pelayo y del incipiente reino de Asturias, salvo que se establecio la capital en Cangas de Onís, localidad en la que, según coinciden en afirmar fuentes diversas, habría muerto el caudillo en el año 737, tras dieciocho o diecinueve años de reinado. Le sucedió su hijo Favila, quien dos años después Perdería su vida bajo las garras de un oso. Este accidente Permitiría acceder al trono al trono asturiano a Alfonso, hijo del duque de la Cantabria visigoda y esposo de la hija de Pelayo, Ermesinda, que reinaría con el nombre de Alfonso I. Su origen noble-pues procedía
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La ubicación del monte Auseva en Covadonga se ha hecho basándose en que la batalla tuvo que ser en Covadonga, luego el Auseva era el nombre del monte de Covadonga.
Pero Agoseba y Axeba eran los nombres medievales del actual río Esgueva. Zona donde abunda tanto la miel que los pueblos la incorporan a su nombre. Zona de torcales y cuevas como la de Román, bajo la antigua Clunia.
¿Qué más pruebas hay de que fue ahí y no en otro sitio?
Hombre Onnega, si es como broma puede pasar, Pero no es que se localice el Auseva en Covadonga, es que está allí y así se llama el "montem magnum" de las crónicas, no pequeñas elevaciones.
Mira: Pelayo se va de Brece, en Asturias hacia el este cruzando el Piloña (Pianone) y ya se planta en Onis y se sube al monte. De la entrada de la cueva surge un arroyo llamado Deva o Enna, nombres conocidos del arroyo de Covadonga y luego "omnes Astores" lo eligen príncipe. ¿Que otro lugar va a ser?:
Qui dum Asturias Peruenissent uolentes eum fraudulenter conprendere, in uico cui nomen erat Brece Per quendam amicum Pelagium manifestum est consilio Caldeorum. Sed quia Sarrazeni plures erant, uidens se non posse eis resistere de inter illis paulatim exiens cursum arripuit et ad ripam flubii Pianonie Peruenit. Que foris litus plenum inuenit, sed natandi adminiculum suPer equum quod sedebat ad aliam ripam se trantulit et montem ascendit. Quem Sarrazeni Persequere cessaberunt. Ille quidem montana petens, quantoscumque ad concilium proPerantes inuenit, secum adiuncxit adque ad montem magnum, cui nomen est Aseuua, ascendit et in latere montis antrum quod sciebat tutissimum se contulit; ex qua spelunca magna flubius egreditur nomine Enna. Qui Per omnes Astores mandatum dirigens, in unum colecti sunt et sibi Pelagium principem elegerunt (C. Rotense)
Ah! lo del Sueve!..por poder....Pero no tiene mucha lógica: Pelayo se retiró hacia los contrafuertes de los Picos de Europa porque si tenía que refugiarse, estos eran un lugar seguro y casi inaccesible. Esa es la misma razón por la cual la corte de los primeros años estuvo siempre en Cangues: tener a mano el camino del Auseva...y mas arriba si las cosas no venían bien dadas.
El Sueve en cambio no ofrece seguridad para ningún ejército, mas bien es un monte no muy alto y alargado donde se podría copar bastante bien a un grupo pequeño.
Sí Pero el Sueve está cerca del mar, y según las crónicas la "roca de Pelayo" estaba muy cerca del mar. Y Sueve puede venir Perfectamente de Auseva. También en la falda del Sueve en Borines hay una "magna spelunca" que es la cueva del Sidrón.
No me queda muy claro por qué Pelayo era asturiano y no astur, y en cambio no era gallego sino galaico.
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